martes, 18 de enero de 2011

Europa entre derechos laborales y globalización.

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Los trabajadores del poderoso sindicato de la FIAT en Italia, hoy ante la profundidad y dimensión inhumana de la crisis económico-financiera que golpea con fuerza diabólica a los derechos sociales de los trabajadores, éstos con la finalidad de mantener el trabajo, hoy ante la ofensiva generalizada de la "nueva" derecha fascista de Europa, se ve obligado a "renunciar" a sus derechos sociales que en todo el continente son el objetivo estratégico de las políticas neoliberales. Sin embargo, ha llegado el momento frente al nuevo escenario global del "cambio de época" los sindicatos de los trabajadores, como las "unicas" o "últimas" organizaciones sociales sobrevivientes post-guerra fría deben asumir distintas y diferentes tareas, trabajos y responsabilidades estratégicas de defensa y protección de sus derechos sociales en el objetivo supremo de asumir en forma definitiva el cambio del modelo económico neolibebral que hoy se debate en su crisis estructural más profunda y extensa.
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La FIAT y Turín, en el siglo pasado, representaron el desarrollo industrial italiano. Hoy el más poderoso sindicato "renuncia" a sus derechos sociales con la finalidad de mantener el trabajo.

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Europa entre derechos laborales y globalización.


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Lunes 17 de enero del 2011.


Radio Nerdenland.


Italia tiene uno de los sindicatos más fuerte del mundo. Sin embargo, los trabajadores de una histórica plantilla industrial tuvieron que aceptar un convenio único: recorte de derechos laborales a cambio de su puesto de trabajo.


Lo que está pasando en la principal plantilla de la más grande empresa italiana, FIAT, fabricante de automóviles, tiene un valor muy significativo, que sale del contexto italiano y afecta a Europa, a las relaciones laborales e industriales del mundo desarrollado, y que nos explica muchas cosas de lo que significa, después de algunos años, la globalización.


El pasado fin de semana los trabajadores de la plantilla de Mirafiori, en Turín, han votado por referéndum sobre un convenio especial, ofrecido por la empresa y aceptado por una parte de los sindicatos, excluida la primera central obrera italiana. El voto ha sido favorable, con un 54%, pero dejando clara la división entre los trabajadores, sobre todo los obreros de la cadena de montaje.


Convenio único.

Se trata de un convenio único: por primera vez, en una gran plantilla industrial italiana, se ha utilizado un pacto que no sigue, contra la tradición, el pacto nacional de categoría, en este caso la metalmecánica. La empresa, a través de su consejero delegado Sergio Marchionne, había amenazado cerrar todo y llevar la producción al extranjero.

El acuerdo prevé recortes en derechos laborales. Y sobre todo, resta la pregunta de por qué esto pasa en un país que tiene uno de los sindicatos más fuertes y representativos del mundo, la Confederación General de los Trabajadores Italianos.

Su división metalmecánica, la FIOM, no firmó el convenio con la FIAT y se opuso a este pacto. Sin embargo, no logró a convencer a la mayoría de los trabajadores.


El punto es muy delicado: ¿hay que defender lo que generaciones de trabajadores han obtenido, luchando, durante un siglo entero? ¿Con el riesgo de perder el empleo?

¿O en la era de la globalización, o de la post globalización, y además en un momento de profunda crisis económica en todo el mundo, cuando manda simplemente la productividad, lo más importante es conservar el trabajo?


La FIAT y Turín, en el siglo pasado, representaron el desarrollo industrial italiano. Los trabajadores de la plantilla de Mirafiori eran un componente importante de los muchísimos inmigrantes que llegaron desde el sur de Italia. La zona, todavía hoy, pertenece a las más pobres del país. Pero esta pujanza ya no existe. El acuerdo de estos días significa una nueva época.


Competitividad a cambio de derechos.

Una época con menos derechos. Entre otras cosas este convenio prevé turnos más largos, un recorte de las pausas y del tiempo por la comida, la reducción de los pagos por enfermedad, y la representación sólo por los sindicatos que han firmado el acuerdo. Mirando el resultado del referéndum, tendrán representación la mitad de los trabajadores.


La pequeña subida del sueldo deriva sólo de la ampliación de los turnos de noche. El consejero delegado, Segio Marchionne, ha prometido la inversión de mil millones de euros.

Su objetivo es la competitividad de FIAT, junto a Chrysler - el tercer fabricante de automóviles en EEUU – en el mercado mundial de los coches. La empresa italiana tiene el 25, y podría pasar al 35%, de Chrysler. El jefe del sindicato automotriz norte-americano, Bob King, ha dicho que con Marchionne “Chrysler ha vuelto al mercado”. Y que “con la transformación de la economía global se necesita también la transformación del sindicato”.


En Italia, y en los otros países de la vieja Europa, la historia tiene otro ritmo. FIAT lo sabe. La fábrica italiana más grande del mundo es la suya, y se encuentra a Betim, en Brasil.

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