viernes, 31 de octubre de 2014

TRIPLE TRIUNFO DE IZQUIERDA LATINOAMERICANA.

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OCTUBRE ROJO LATINOAMERICANO. EN HOMENAJE AL CHE.- Que interesante, es hoy ver, observar, sentarse junto a su máquina, abrir bien los ojos y tener al frente un movimiento político izquierdista, nacionalista, progresista, de nueva democracia, surgido de las entrañas del neoliberalismo. Cada vez se fortalece a medida que se profundiza y radicaliza  el vendaval devastador de la derecha, desesperada, ve como se le va de la mano el poder en América latina; la lucha política actual, impuesta, desarrollada en su propio contexto, con sus propios mecanismos, básicamente anti-políticos, ya no de oposición política - como fue décadas anteriores – pero sí de eliminación del opositor, dentro de la propia lógica del neoliberalismo, y en concreto,  querer, intentar sin éxito desaparecer a la Izquierda del continente – Escenario de la Democracia Liberal, la concentración del poder en élites político-financieras y nuevas oligarquías primario-exportadoras. Debemos tener presente, que son procesos políticos diferentes, distintos, pero con objetivos estratégicos iguales. (La revolución decía el Amauta José Carlos Mariátegui, no es copia ni calco, es creación heroica de los pueblos). Todos vamos hacia una meta final compartida, la emancipación social y política de los pueblos latinoamericanos para construir la Patria Grande, forjando Políticamente Nuestra América. Evo, Tabaré, Dilma, Cristina, Rafael, Daniel, Nicolás, "El Pepe", siguiendo el camino histórico-político que antes lo hicieron Lula, Chávez, Kirchner, Fidel, Raúl, El Che, Salvador Allende, y tantos otros revolucionarios que desde diversos espacios políticos del continente están construyendo políticamente, la Patria Grande, Nuestra América. Otro Mundo Socialista y Democrático, sí es posible.
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Grandes, Evo, Dilma, Tabaré, Bolivia, Brasil, Uruguay, en América latina. Nuevos Líderes de la Izquierda Democrática. Todos con camino propio, único, pero con objetivos estratégicos iguales, la emancipación social y política de los pueblos latinoamericanos están forjando y construyendo la Patria Grande: Nuestra América.
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TRIPLE TRIUNFO DE IZQUIERDA  LATINOAMERICANA.

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Manuel E. Yepe (especial para ARGENPRESS.info)

Jueves 30 de octubre del 2014.

El doble triunfo en Brasil y Uruguay de sendos candidatos de la izquierda, unido a la reciente sonada victoria en Bolivia han venido a confirmar una perseverante tendencia política que se hace cada vez más determinante en toda la América Latina, en detrimento de la supremacía que antes disfrutaban las tradicionales oligarquías dependientes de Washington. Puestos a elegir entre dos modelos políticos antagónicos, los pueblos pronuncian sus preferencias por la izquierda.

Al calificar de izquierda la ideología determinante de las fuerzas políticas a las que los pueblos de muchos países de América Latina vienen confiando la responsabilidad de gobernarlos, no se habla de fuerzas compactas, ideológicamente homogéneas. Uno de los atributos más importantes que han caracterizado a los líderes de la izquierda que están protagonizando el milagro que experimentan hoy estos pueblos, es poseer el talento requerido para mantener su identidad unitaria con tolerancia y respeto para con todas las partes que hacen el conjunto. La capacidad para subrayar todo lo que une y soslayar todo lo que divida, y hacerlo con métodos democráticos, es tan importante como el respeto a los principios de fidelidad a los intereses populares, en especial a la protección de los más pobres.

La historia de los movimientos revolucionarios de América Latina está repleta de ejemplos de divisiones que han provocado derrotas y cómo la unidad ha precedido a cada victoria.

Las reelecciones de Evo Morales y Dilma Rousseff, así como el triunfo en primera vuelta de Tabaré Vázquez significaron también victorias sobre el golpismo mediático, que ha devenido arma sucia de los oligarcas ocupando el lugar que antes tuvo el golpismo militar como estrategia de los poderosos para contrarrestar la voluntad de las mayorías empeñadas en reivindicar sus derechos a decidir la orientación de los destinos nacionales.

Durante muchos años fueron golpes militares, o la amenaza de éstos, los métodos más recurridos para derrocar a gobernantes que contrariaran los intereses de las oligarquías y la hegemonía de las grandes corporaciones extranjeras, o para evitar que transcurrieran procesos electorales que permitieran la expresión de una voluntad ciudadana que no fuera la de las oligarquías.

Pero aquellos años de golpes militares, Operación Cóndor, desaparecidos, ejecuciones extrajudiciales y torturas cedieron a otros en que las oligarquías pretendieron regresar a los no menos inicuos, pero sí menos sangrientos, tiempos de las democracias representativas bajo su control, sin la repudiada participación de militares que se prestaban a desprestigiar a los institutos armados en aras de los espurios intereses de quienes los aprovechaban en beneficio propio.

Comenzaron tiempos de una democracia con matices distintos en cada nación que los pueblos inicialmente recibieron con júbilo, pese a que significaban la reinstalación de los viejos mecanismos de la “democracia” diseñada por Washington para garantizar la supremacía del dominio de los ricos y la participación decisiva del dinero en todos los aspectos de los sistemas electorales y de gobierno.

Pero, al darse espacio a los pueblos para expresar su voluntad en las urnas aunque se mantuviera intacto el poder del capital, las masas comenzaron a repudiar el orden anterior y a elegir mejores representantes de sus intereses.

Sobrevino la crisis de los partidos tradicionales encargados de garantizar candidatos para todos los cargos que respondieran a los intereses de los más ricos, patrocinadores de esos desprestigiados partidos.

Se empezaron a poner de moda los gobiernos populares que cumplían sus promesas. Ya no se podía contar siquiera con el arma del “desgaste del poder” en los políticos que hubieran llegado al gobierno sobre la base de un discurso en defensa de las masas, si luego cumplían sus promesas.

Con la mayor parte los mayores órganos de prensa escrita, televisiva y radial en posesión de los ricos, ha surgido un nuevo tipo de golpe de Estado, el golpe mediático. Aprovechando los formidables recursos técnicos de la propaganda comercial y la vigencia de la antidemocrática libertad de propiedad privada sobre los medios de prensa que niega la verdadera “libertad de expresión”, calumnian y desprestigian a los dirigentes o candidatos populares, al tiempo que venden estrategias neoliberales propias.

Véase cómo, en todos los países donde la izquierda ha logrado alcanzar el triunfo en elecciones presidenciales, los ganadores han tenido que sobreponerse a golpes mediáticos que, sin embargo, la ciudadanía de sus países ha sido capaz de frustrar con sus votos.

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VICTORIA DE LA IZQUIERDA.
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Emir Sader.
Página /12 miércoles 29 de octubre del 2014.
La reiteración de la polarización entre petistas y tucanos en la segunda vuelta de la elección brasileña refuerza la centralidad de la polarización entre neoliberalismo y posneoliberalismo en el campo político brasileño, al igual que en los otros países de América latina. El enfrentamiento de programas y de las fuerzas en cada campo reitera de forma ineludible la polarización entre derecha e izquierda en la era neoliberal.
Especialmente por la claridad de la disputa en la segunda vuelta, sumada a la gran movilización de la militancia del PT y de los otros partidos de izquierda (incluido el principal partido de la izquierda radical, el PSOL), de todos los movimientos sociales, culturales y populares, así como de los medios alternativos, permitió retratar lo que es hoy la izquierda brasileña. El liderazgo incuestionable de Lula fue decisivo en la recta final de la campaña, así como un gran protagonismo de Dilma, haciendo que los dos salgan de la disputa como los dos grandes líderes populares de Brasil en la actualidad.
La monstruosidad de la campaña, local e internacional, para intentar ganar las elecciones y cambiar el rumbo de la política brasileña, incluido su rol en los procesos de integración latinoamericana y del sur del mundo, refleja el tamaño de lo que estaba en juego en las elecciones. La derecha brasileña, la latinoamericana y la mundial se excitaron con la posibilidad de cambiar la política económica, de adueñarse de los gigantescos recursos del Pre-sal (campo de reservas petroleras submarinas), de debilitar al MERCOSUR, a UNASUR, a la CELAC y, muy especialmente, a los BRICS, cuyos últimos acuerdos incomodan profundamente a Estados Unidos y a sus aliados.
La defensa de la continuidad del modelo de desarrollo económico con distribución de renta, de la explotación del Pre-sal por Petrobras, de los recursos destinados a la educación y a la salud, de una reforma que termine con los financiamientos empresariales de las campañas políticas, de la democratización de los medios de comunicación, han dado el tono de izquierda de la campaña electoral de Dilma.
Aún más, ha representado la resistencia a las propuestas de rebaja de los salarios, de alza del desempleo y de reducción drástica de los bancos públicos, como formas de reactivar la economía, con todas las concesiones al gran capital privado. Además del debilitamiento del rol de Brasil en los procesos de integración, de volver al acercamiento estratégico con EE.UU., de entrega de la explotación del Pre-sal a empresas privadas internacionales y de la salida de Brasil de los BRICS. Por eso la victoria de Dilma –que es, a la vez, una victoria de Lula y del PT– es una victoria de la izquierda brasileña y latinoamericana.
Después de haber derrotado los cambios internos e internacionales en la política brasileña propuestos por la oposición, Dilma tendrá, entre otras responsabilidades, la de participar activamente del relanzamiento de UNASUR, ahora bajo la Secretaría General del ex presidente colombiano Ernesto Samper, así como la implementación de los acuerdos estratégicos firmados por los BRICS en Fortaleza, en julio de este año.
No es casual que la apretada victoria de Dilma fuera inmediatamente saludada por los presidentes de la región –empezando por Cristina, siguiendo con Rafael Correa, Evo Morales, Pepe Mujica y Nicolás Maduro, entre otros–. Saben que es una victoria de la corriente que todos ellos integran.

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LA CIUDADANÍA SE EMPODERA EN RED CONTRA LA CORRUPCIÓN.







jueves, 30 de octubre de 2014

"La globalización es la fuente de agonía del sur de Europa". Según (Yao Yang, Decano de la Escuela Nacional de Desarrollo de China)..

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PREGUNTA AL DIRECTOR.- Le parece que se nos ha ido la mano con la austeridad? R. Me parece que la austeridad en Europa ha sido la forma de forzar a las economías del sur a llevar a cabo ajustes reales de sus estados de bienestar y sus marcos regulatorios. Los países del sur, y probablemente Francia también, necesitan reducir el gasto social y desregular sus economías. P. Pues fíjese que aquí algunos economistas consideran que nos hemos plegado demasiado a la disciplina germana… R. Mire, salvando las distancias los chinos somos bastante parecidos a los alemanes: ambos pueblos valoramos el trabajo duro, los logros personales y el ahorro. Y, como le decía, la austeridad es el mecanismo para lograr cambios en los países del sur. Posiblemente lo que sí podría hacer la Canciller Merkel es animar a los jóvenes de la Europa del Sur a que fueran a trabajar a Alemania, un país que necesita desesperadamente fuerza laboral. P. ¿Qué le diría a aquellos que ironizan con que caminamos hacia un modelo laboral a la China tras tantas reformas? ¿Y a los que critican la pérdida de empleos en Occidente por la deslocalización en China? R.  La globalización implica que cada país busque su ventaja competitiva. Simplemente ocurre que la de China son sus trabajadores, relativamente baratos y bien formados. Los empleos que se han trasladado a China son esos que encajan en esa ventaja competitiva. Los alemanes no se quejan mucho de esa pérdida de empleos en China puesto que sus empresas controlan tecnologías clave que los empleados chinos aún no saben manejar. Dicho esto, entiendo que a muchos países les resulte duro ajustarse a esta oleada de globalización. Esa es la fuente de agonía del sur de Europa.
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Países del Sur de Europa - posiblemente Francia - también, necesitan reducir el gasto social y desregular sus economías. Dicho esto, entiendo que a muchos países les resulte duro ajustarse a esta oleada de globalización. Esa es la fuente de agonía del sur de Europa. Grecia, Italia, España, Chipre, Turquía, entre otros.
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"La globalización es la fuente de agonía del sur de Europa".

(Yao Yang, Decano de la Escuela Nacional de Desarrollo de China).

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Publicado en INTERNACIONAL.

Viernes 24 de octubre del 2014.

Por Ana Fuentes |. 

Según Yao Yang, decano de la Escuela Nacional de Desarrollo de China, “el crecimiento en occidente al final va a necesitar avances tecnológicos. Muchos países están intentando reconstruir su sector manufacturero pero sólo será posible si se asienta sobre cambios tecnológicos, no basta con intentar competir con los emergentes”.

Pregunta. No sé si ha tenido ocasión de leer uno de los últimos ejemplares de The Economist en el que su presidente, Xi Jinping, aparece como un líder casi todopoderoso, lo que en Occidente provoca sentimientos encontrados. ¿Puede realmente Xi reformar el sistema financiero, acabar con la desigualdad, con el lastre ineficiente de los monopolios estatales...?

Respuesta. El proceso de reformas en China está avanzando, de hecho, muy rápido. Por mencionar ese artículo del que me habla, comenta varias reformas cruciales que necesita China. Y yo añadiría la reforma financiera, ahora que estamos viendo cómo se afloja el control de los tipos de interés. China está persiguiendo activamente un Tratado de Inversión Bilateral con Estados Unidos. Ellos tienen su marco, su plantilla, y no dejan a Pekín mucho margen de maniobra. Si finalmente se adopta la versión estadounidense, China deberá acometer reformas de gran calado que se extiendan a prácticamente todos los aspectos de la economía, incluido el monopolio de las empresas estatales. China está decidida a concluir esas conversaciones sobre el TIB en 2016, cuando termina el mandato de Obama, así que al menos la mayoría de las reformas empezarán entonces.

P. ¿Y qué me dice de la desigualdad? Porque tienen a más de 150 súper millonarios según Forbes, pero a 300 millones de campesinos todavía no les llega agua potable…

R. La desigualdad está cayendo en China desde 2008, y esto no solo lo muestran los datos oficiales, sino también los de estudios independientes, como la encuesta de la Universidad de Pekín que revela que el coeficiente Gini se redujo de 0,52 en 2010 a 0,50 en 2012. Esta tendencia va a continuar en tanto que la economía se está equilibrando.

P. Precisamente hablando de equilibrio, hace unos días Morgan Stanley apuntaba que Pekín tiene que apostar por crecer como hasta ahora o empezar a hacerlo con calidad, es decir, renunciar a ese 7% anual. ¿Tan catastrófico sería quedarse por debajo de esa cifra?

R. El crecimiento se ralentizará, pero no en la medida en que mucha gente espera. No creo que China vaya a crecer de momento a menos del 7% a menos que el gobierno quiera reducir sustancialmente la expansión del crédito. E incluso si crece por debajo de esa cifra, no creo que eso supusiera ninguna catástrofe. La gente está ajustando sus expectativas y no tenemos un gran problema de desempleo.

P. Hablemos de política monetaria. Su banquero central, Zhou Xiaochuan, ha sido uno de los reformistas, por así decirlo, aunque últimamente se oyen rumores de que le queda poco tiempo en el cargo… Si efectivamente el Partido Comunista le invita a marcharse, ¿qué consecuencias podría tener esto en el sistema financiero?

R. El mandato de Zhou Xiaochuan se extiende hasta 2016. Fue elegido vicepresidente de la Conferencia Consultiva Nacional hace dos años simplemente para que pudiera seguir, porque ya había cumplido los 65. En todo caso, aunque le sustituyan, no creo que la política monetaria china vaya a cambiar de dirección de forma sustancial porque principalmente la controla el Consejo de Estado.

P. Hace un año, el banco central chino le cerró el grifo del crédito a los bancos del país. Este verano sin embargo les ha inyectado 500.000 millones de yuanes (unos 63.000 millones de euros) a las cinco entidades más grandes. ¿Tanta liquidez necesita ahora la economía?

R. Creo que el banco central chino tiene que adoptar una política monetaria más laxa porque la economía tiene una gran necesidad de liquidez. La inflación es baja y los precios de los activos son estables, cuando no caen. Mucha gente habla de la M2 que siempre crece, pero la M2 es un stock y mucho de él no se transfiere a la economía real. Usar la M2 como referente para la política monetaria china es erróneo.

P. ¿Qué le parecen los incentivos a la compra de primera vivienda como medida para contener la burbuja inmobiliaria? ¿No se trata de una acción descafeinada, teniendo en cuenta que millones de campesinos que han emigrado a las ciudades siguen sin tener un hukou [permiso de residencia] y no pueden ni ir al médico?

R. Los precios del sector inmobiliario se están estabilizando. Sin embargo, la gente suele comprar caro y vender barato. Es decir, que compran casas cuando los precios van a aumentar y venden cuando están a punto de bajar. Así que ahora están esperando a que caigan más. Por eso hoy por hoy no hay actividad en la compra de viviendas. Las medidas del gobierno para controlar los precios han fracasado en su mayoría, durante la última década, porque muchas de ellas iban en contra de la lógica económica básica. Para los gobiernos locales es bueno que los precios sean altos puesto que eso les proporciona mayores ingresos. En cuanto al hukou, solía ser un requisito para comprarse un piso en las grandes ciudades pero desde este año muchas ciudades han dejado atrás esta norma para incentivar la compra.

P. El euro ha caído un 7% respecto al dólar desde julio... ¿Estamos ante una guerra de divisas soterrada? R. No estoy seguro de poder contestarle a esa pregunta. P. Los bancos europeos tienen la sensación de que es imposible entrar en China...

R. Yo creo que la realidad sobre el terreno es otra. Mire el HSBC. Es cuestión de voluntad, me parece.

P. Alguna entidad española se pasó casi 10 años tratando de cerrar acuerdos que al final no han prosperado, dejándose en el camino millones de euros…

R. El BBVA vendió sus acciones en CITIC para completar los requerimientos de capital de Basilea III, que penaliza a los bancos con más del 10% de otras entidades. Y según leo se dice que están tratando de abrir una oficina independiente en China porque ésta se abrirá al mercado para operaciones exclusivamente de extranjeros.

P. ¿No le parece que deberían existir normas internacionales de contabilidad y para el negocio bancario?

R. Sí, pero probablemente los estándares debieran ser distintos en función del tamaño de los bancos y empresas. Hay muchos pequeños que no pueden ser comparados con otros más allá de sus fronteras.

P. En Occidente se habla mucho de la corrupción en China. ¿Cómo ven ustedes los paraísos fiscales de Occidente?

R. Los paraísos fiscales son una forma de competir por la inversión, pero creo que solo les funciona a las economías pequeñas. Para las grandes es una estrategia que no pueden permitirse porque los ingresos fiscales son importantes.

P. ¿Cómo es la presencia de empresas chinas en paraísos fiscales?

R. Pues muchas tienen su sede en las Islas Vírgenes o en Hong Kong, aunque operen en China.

P. Occidente está desesperadamente tratando de crecer… ¿Usando la estrategia correcta, en su opinión?

R. Esa es una gran pregunta. El crecimiento en Occidente al final va a necesitar avances tecnológicos. Muchos países están intentando reconstruir su sector manufacturero, pero solamente será posible si se asienta sobre logros tecnológicos, no basta solamente con intentar competir con los emergentes. Alemania puede ser un buen modelo del que aprender. Las empresas germanas controlan tecnologías clave y se han especializado en componentes industriales de alto valor añadido.

P.¿Le parece que se nos ha ido la mano con la austeridad?

R. Me parece que la austeridad en Europa ha sido la forma de forzar a las economías del sur a llevar a cabo ajustes reales de sus estados de bienestar y sus marcos regulatorios. Los países del sur, y probablemente Francia también, necesitan reducir el gasto social y desregular sus economías.

P. Pues fíjese que aquí algunos economistas consideran que nos hemos plegado demasiado a la disciplina germana…

R. Mire, salvando las distancias los chinos somos bastante parecidos a los alemanes: ambos pueblos valoramos el trabajo duro, los logros personales y el ahorro. Y, como le decía, la austeridad es el mecanismo para lograr cambios en los países del sur. Posiblemente lo que sí podría hacer la Canciller Merkel es animar a los jóvenes de la Europa del Sur a que fueran a trabajar a Alemania, un país que necesita desesperadamente fuerza laboral.

P.¿Qué le diría a aquellos que ironizan con que caminamos hacia un modelo laboral a la China tras tantas reformas? ¿Y a los que critican la pérdida de empleos en Occidente por la deslocalización en China?

R. La globalización implica que cada país busque su ventaja competitiva. Simplemente ocurre que la de China son sus trabajadores, relativamente baratos y bien formados. Los empleos que se han trasladado a China son esos que encajan en esa ventaja competitiva. Los alemanes no se quejan mucho de esa pérdida de empleos en China puesto que sus empresas controlan tecnologías clave que los empleados chinos aún no saben manejar. Dicho esto, entiendo que a muchos países les resulte duro ajustarse a esta oleada de globalización. Esa es la fuente de agonía del sur de Europa.

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miércoles, 29 de octubre de 2014

EL SUEÑO AMERICANO SE VA DE LOS ESTADOS UNIDOS.

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Un componente básico del sueño americano es el acceso igualitario a la educación, como garantía de la movilidad social y económica. Pero parece que el sueño americano ha emigrado porque hay numerosos países que están mejor que EE.UU. en el rubro de la movilidad basada en la educación, según el estudio de la OCDE. Tan solo en el año 2000, EE.UU. ocupaba el segundo puesto en los países con mayor cantidad de habitantes que poseen un diploma universitario. Ahora ha bajado al quinto puesto. En el grupo de 25 a 34 años, que es significativo para evaluar qué nos depara el futuro, ocupa el puesto 12; mientras que la otrora empobrecida Corea del Sur encabeza la lista. Según una nueva encuesta de Pew, los estadounidenses consideran que la mayor amenaza que se cierne sobre el país es la brecha creciente entre ricos y pobres. A pesar de ello, el sistema de educación depende de los impuestos locales a la propiedad, que proveen excelentes escuelas para los chicos ricos de los suburbios, los que menos ayuda necesitan, y escuelas deficientes y peligrosas para los chicos de las barriadas pobres, que son justamente quienes necesitan ayuda desesperadamente. Con demasiada frecuencia, el sistema educativo de EE.UU. magnifica la desigualdad en lugar de ampliar las oportunidades para todos.
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Despierta el pueblo estadounidense de su “sueño americano”
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EL SUEÑO AMERICANO SE VA DE LOS ESTADOS UNIDOS.
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Nicholas Kristof.

The New York Times.

Rebelión miércoles 29 de octubre del 2014.

Traducido por Silvia Arana para rebelión.

La educación es la mejor escalera para alcanzar la igualdad de oportunidades. Pero según los resultados de una reciente investigación, la escalera está rota.

Se espera que cada generación mejore su situación pero actualmente hay más jóvenes (29%) que tienen menos educación que sus padres, que viceversa (20%).

Solo el 5% de los jóvenes estadounidenses cuyos padres no terminaron la escuela secundaria, fue a la universidad. En otros países ricos, la cifra es de 23%.

Estados Unidos invierte miles de millones de dólares para competir contra Rusia en el área militar, pero quizá debería tratar de competir a nivel educativo. Rusia tiene ahora el más alto porcentaje de adultos con educación universitaria dentro de los países industrializados; un puesto que le había pertenecido a EE.UU., que ahora está bajando de posiciones en ese grupo.

Estas cifras, que deberían ser un shock para los estadounidenses, provienen de la Encuesta Anual de Educación (Annual Survey of Education), realizada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Un componente básico del sueño americano es el acceso igualitario a la educación, como garantía de la movilidad social y económica. Pero parece que el sueño americano ha emigrado porque hay numerosos países que están mejor que EE.UU. en el rubro de la movilidad basada en la educación, según el estudio de la OCDE.

Tan solo en el año 2000, EE.UU. ocupaba el segundo puesto en los países con mayor cantidad de habitantes que poseen un diploma universitario. Ahora ha bajado al quinto puesto. En el grupo de 25 a 34 años, que es significativo para evaluar qué nos depara el futuro, ocupa el puesto 12; mientras que la otrora empobrecida Corea del Sur encabeza la lista.

Según una nueva encuesta de Pew, los estadounidenses consideran que la mayor amenaza que se cierne sobre el país es la brecha creciente entre ricos y pobres. A pesar de ello, el sistema de educación depende de los impuestos locales a la propiedad, que proveen excelentes escuelas para los chicos ricos de los suburbios, los que menos ayuda necesitan, y escuelas deficientes y peligrosas para los chicos de las barriadas pobres, que son justamente quienes necesitan ayuda desperadamente. Con demasiada frecuencia, el sistema educativo de EE.UU. magnifica la desigualdad en lugar de ampliar las oportunidades para todos.

Mi padre fue un refugiado de la Segunda Guerra Mundial. Huyó de Ucrania y Rumania, y finalmente llegó a Francia. Hablaba francés perfectamente, y París hubiera sido la ciudad donde radicarse. Pero el creía que Francia estaba estratificada y que no tenía mucho que ofrecerle a un refugiado pobre del Este de Europa, ni tampoco a sus hijos en la siguiente generación, entonces se dirigió a Estados Unidos. No hablaba inglés pero a su llegada en 1951 empezó a aprender el idioma leyendo la edición dominical del New York Times. Y luego fue a Reed College y a la Universidad de Chicago, obtuvo un doctorado y trabajó como profesor universitario.

Recorrió el sueño americano hacia el éxito; igual lo hizo su único hijo. Aunque en 1951 tuvo razón al pensar que en EE.UU. había mejores oportunidades de crecimiento que en Europa, hoy estaría equivocado. Las investigaciones prueban que la movilidad educativa y económica es mayor en Europa que en EE.UU. en la actualidad.

Esto es particularmente triste porque, como lo hizo notar mi colega Eduardo Porter el mes pasado, la igualdad educativa era un punto fuerte de EE.UU. Mientras que los países europeos se destaban por la educación de primer nivel para las élites, Estados Unidos se caracterizaba por liderar la educación de masas.

Hacia mediados del siglo XIX, la mayoría de los estados proveían acceso gratuito a la escuela primaria para la mayoría de niños blancos. En Gran Bretaña, en cambio, hacia 1870, solo el 2% de los niños de 14 años estaba en la escuela.

Luego, Estados Unidos fue el primer país central, en la década de 1930, en el que una mayoría de chicos asistió a la escuela secundaria. En cambio, hacia 1957, solo el 9% de los jóvenes británicos de 17 años asistía a la escuela.

Hasta la década de 1970, EE.UU. ocupó un lugar destacado en la educación de masas, y Claudia Goldin y Lawrence Katz de la Universidad de Harvard sostienen que este fue el éxito del auge económico estadounidense. Después, se vino abajo, y el último reporte de la OCDE subraya de qué manera el resto del mundo está superando a EE.UU.

Estados Unidos se ha convertido en la Gran Bretaña del siglo XIX: provee una educación excelente para las élites, pero es deficiente en la educación de las masas.
El mayor fracaso es a nivel pre-escolar. En el reporte de la OCDE, se registra que un 70% de los niños de 3 años, como promedio, participan en programas educativos. En EE.UU. solo lo hace un 38%.

En algunos sitios, existe la percepción de que los maestros de EE.UU. son perezosos. Sin embargo, la OCDE reporta que estos trabajan muchas más horas que sus colegas de otros países, y a pesar de ello, un 68% gana tanto como el promedio de otro trabajador con un título universitario, mientras que en el resto de países la media es 88%.

Solucionar el sistema educativo es el desafío por los derechos civiles de nuestra era. Un punto de partida es portar el estandarte que fuera creado en EE.UU. pero que ahora vive en el extranjero: Le debemos a todos los niños un inicio equitativo para acceder a la escalera educativa.

Debemos reparar la escalera.


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martes, 28 de octubre de 2014

DAVID HARVEY, THOMAS PIKETTY Y LA CONTRADICCIÓN CENTRAL DEL CAPITALISMO.

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Harvey critica a Piketty por no haberse fijado en que la restricción en la participación de los salarios, y el potencial ‘subconsumo’ que podría crear fue superado por un aumento masivo de la deuda de las familias: “¿dónde está la demanda? Piketty ignora sistemáticamente esta cuestión. En la década de 1990 eludieron la respuesta con una gran expansión del crédito, incluyendo la ampliación de la financiación de hipotecas en los mercados de alto riesgo (“subprime”). Pero la burbuja de activos resultante fue obligada a estallar como lo hizo en 2007-8 derribando a Lehman Brothers y el sistema de crédito con él. ” Por lo tanto las crisis son producto de la falta de demanda. Las burbujas del crédito pueden compensar, pero sólo por un tiempo. Harvey puntualiza que “Las crisis no son eventos singulares. Aunque tienen sus factores desencadenantes evidentes, los movimientos tectónicos que representan tardar muchos años en resolverse … Con la perspectiva del tiempo, no es difícil de encontrar abundantes signos de problemas por venir mucho antes de una crisis estalla en vista completa. “Pero para él, los signos de la crisis no se encuentran en ningún movimiento de la rentabilidad, sino en crédito, porque “la financiarización global de la deuda- saturada y cada vez más desregulada, que comenzó en la década de 1980 como una forma de resolver los conflictos con el trabajo, al facilitar la movilidad geográfica y la dispersión, produjo su desenlace con la caída del banco de inversión Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008″.

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David Harvey (Inglaterra 1935), conocido Profesor Marxista, geógrafo de profesión y Thomas Piketty, (Francia 1971) pensamiento crítico del capitalismo del siglo XXI - despertó con  su obra el Capitalismo del siglo XXI - todo un vendaval de crítica y otros de reconocimiento de un "buen trabajo de investigación".
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DAVID HARVEY, THOMAS PIKETTY Y LA CONTRADICCIÓN CENTRAL DEL CAPITALISMO.
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Michael Roberts. (THE NEXT RECESSION).


Capitalismo.

David Harvey es un reconocido profesor marxista de Antropología y Geografía en el Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Harvey es bastante crítico del libro de Thomas Piketty. Reconoce que Piketty proporciona datos de gran importancia sobre la desigualdad de la riqueza y de los ingresos en las principales economías capitalistas desde que el capitalismo se convirtió en el modo dominante de producción y las relaciones sociales desde 1750. ” Lo que Piketty sí muestra estadísticamente (y deberíamos estar en deuda con él y sus colegas por eso) es que el capital ha tendido a lo largo de su historia a producir cada vez mayores niveles de desigualdad. Esto, para muchos de nosotros, no es noticia. Era, además, exactamente la conclusión teórica de Marx en el Tomo I de su ‘El Capital’”.

Pero, como apunta Harvey, Piketty nada dice sobre las crisis recurrentes de producción y de inversión del capitalismo. Piketty “no nos dice por qué la crisis de 2008 se produjo y por qué está tomando tanto tiempo para tantas personas para salir de debajo de la doble carga del desempleo y de millones de casas perdidas en una prolongada ejecución hipotecaria . No ayuda a entender por qué el crecimiento es actualmente tan lento en EE.UU. en comparación con China, y por qué Europa está bloqueada en una política de austeridad y de una economía de estancamiento”.

Entonces Harvey nos dice que todo lo que Piketty tenía que hacer era leer a Marx. Si lo hubiera hecho, dice Harvey, habría encontrado que “en el Volumen 2 de El Capital de Marx (que Piketty tampoco ha leído y festivamente descarta) Marx señaló que la afición del capital a bajar los salarios en algún momento restringiría la capacidad del mercado para absorber el producto del capital”. Entonces Harvey dice que la explicación de las crisis en el capitalismo se encuentra en El Capital Volumen 2 de Marx, y no en el volumen 1 o 3.

En realidad, no hay una explicación de las crisis recurrentes del capitalismo que se encuentre en el Volumen 2. Es sobre todo en el Volumen 3, con la esquematización de Marx de la ley de la tendencia de la tasa de ganancia a caer (LTCTG) y sus contra-tendencias.

La explicación alternativa por el “subconsumo” de Harvey no es nueva en él. En su nuevo libro, que parece que vale la pena leer y no he leído todavía, Harvey destaca lo que él ve como ” las contradicciones en el corazón del capitalismo – dirigirse, por ejemplo, a acumular capital más allá de los medios para invertirlo, su imperativo de utilizar los métodos más baratos de producción que lleva a consumidores sin medios de consumo … ”

De hecho, la posición de Harvey es que la ley de Marx de la rentabilidad es irrelevante para la explicación de las crisis. Esto le lleva a afirmar que la dirección neo-liberal para aumentar los beneficios en la década de 1980 no fue “dictada por cualquier ley matemática” (lo que probablemente significa la ley de Marx de la rentabilidad). Cita a Alan Budd, asesor económico de Margaret Thatcher que confesó ‘en un momento de descuido’ que las políticas de lucha contra la inflación de la década de 1980 resultaron ser “una muy buena manera de aumentar el desempleo, y el aumento del desempleo fue una manera extremadamente deseable de reducir la fuerza de la clase obrera … lo que se montó en términos marxistas fue una crisis del capitalismo, que recreó un ejército de reserva de mano de obra y ha permitido a los capitalistas hacer grandes ganancias desde entonces” (Budd). Verdaderamente esta cita me hace pensar que la agenda neo-liberal fue en mucho restaurar la rentabilidad que había llegado a los mínimos de la posguerra a finales de los años 1970. Pero al parecer, según Harvey, la profunda recesión, de doble caída, en la década de 1980, que devaluó y destruyó capital y restauró la rentabilidad no tenía nada que ver con eso. En lugar de ello ” todo era política”.

Harvey critica a Piketty por no haberse fijado en que la restricción en la participación de los salarios, y el potencial ‘subconsumo’ que podría crear fue superado por un aumento masivo de la deuda de las familias: “¿dónde está la demanda? Piketty ignora sistemáticamente esta cuestión. En la década de 1990 eludieron la respuesta con una gran expansión del crédito, incluyendo la ampliación de la financiación de hipotecas en los mercados de alto riesgo(“subprime”). Pero la burbuja de activos resultante fue obligada a estallar como lo hizo en 2007-8 derribando a Lehman Brothers y el sistema de crédito con él. ” Por lo tanto las crisis son producto de la falta de demanda. Las burbujas del crédito pueden compensar, pero sólo por un tiempo.

Harvey puntualiza que “Las crisis no son eventos singulares. Aunque tienen sus factores desencadenantes evidentes, los movimientos tectónicos que representan tardar muchos años en resolverse … Con la perspectiva del tiempo, no es difícil de encontrar abundantes signos de problemas por venir mucho antes de una crisis estalla en vista completa. “Pero para él, los signos de la crisis no se encuentran en ningún movimiento de la rentabilidad, sino en crédito, porque “la financiarización global de la deuda- saturada y cada vez más desregulada, que comenzó en la década de 1980 como una forma de resolver los conflictos con el trabajo, al facilitar la movilidad geográfica y la dispersión, produjo su desenlace con la caída del banco de inversión Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008″.

Harvey identifica correctamente el defecto clave de Piketty como “una definición errónea del capital. El capital es un proceso, no una cosa. Se trata de un proceso de circulación en el que a menudo el dinero se utiliza para hacer más dinero – aunque no exclusivamente – a través de la explotación de la fuerza de trabajo. Todo el pensamiento económico neoclásico (que es la base del pensamiento de Piketty) se basa en una tautología. La tasa de rendimiento del capital depende de manera crucial de la tasa de crecimiento porque el capital se valora por medio de lo que se produce y no por lo que pasó en su producción “. 

Este es un destaque que James Galbraith y otros, entre ellos yo, han hecho sobre Piketty : no reconocer que el capital no es “la riqueza”. Y esto hace la diferencia. Como dice Harvey, si sacamos la vivienda y la riqueza inmobiliaria de la medida del capital, la previsión de Piketty de un rendimiento estable de “capital”, que es más alta que la tasa de crecimiento de la tendencia a largo plazo no se sostiene.

En un nuevo documento, Esteban Maito muestra precisamente eso. Usando los propios datos de Piketty, descubre que es la ley de Marx de la tendencia de la tasa de ganancia a caer en el tiempo lo que se confirma por la evidencia, no un retorno estable de Piketty. Explica que “en la perspectiva de Piketty, el capital no está relacionado con la producción o el proceso de valorización. Como sinónimo de la palabra “riqueza”, cualquier bien o servicio intercambiable en el mercado es capital. Pero las tendencias descritas por Marx se refieren a la producción capitalista. En este sentido, cualquier evaluación de la teoría marxista, aunque su validación empírica, tiene que considerar este aspecto básico en su análisis. De tal manera, “las viviendas” no deben ser consideradas como parte del capital, como bienes de consumo particulares en lugar de los medios de producción. Consideraciones similares pueden establecerse en otros casos como “los activos financieros” (un circuito puro MM ‘) o “la tierra”.

De hecho, durante el último período (desde el máximo alcanzado a mediados de 1960), el retorno, incluso de Piketty, del capital, ha tendido a caer, en línea con la tasa de ganancia marxiana, porque la tierra y la propiedad residencial se han vuelto menos significativos como parte de la riqueza en comparación con las máquinas y la propiedad no residencial.

La ley de Marx de la rentabilidad explica la contradicción central del capitalismo, no la erre (“r”) de Piketty, ni ‘la falta de medios de consumo’ de Harvey.
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Michael Roberts es un reconocido economista marxista británico, que ha trabajado 30 años en la City londinense como analista económico y publica el blog The Next Recession.

Traducción: Ernesto Rosemberg

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lunes, 27 de octubre de 2014

BRASIL REAFIRMÓ SU CONFIANZA EN DILMA.- CRISTINA: VOTO PARA LA PATRIA GRANDE. POR EL CAMINO INICIADO POR LULA.

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BRASIL. PUEBLO RENUEVA CONFIANZA Y DILMA GANA ELECCIONES.- Cuando un pueblo, como Ciudadanos (as) entrega su confianza social, política e institucional a su Líder, la confianza - como estructura dialéctica - se reproduce hasta transformarse en la columna vertebral del proceso político y garantía de continuidad del Líder en el cargo representativo para el cual fue elegido. La Participación Ciudadana en el centro del proceso es clave para dinamizar y fortalecer la Ciudadanía Política. Lula, Dilma y el Partido de los Trabajadores hoy constituyen la fortaleza social y plataforma política en el camino ascendente hacia una Democracia de Alta Intensidad.(Democracia Moderna, Democracia Ciudadana). Sistema de Partidos Políticos, oposición política de alta responsabilidad, alternancia democrática en el gobierno, lucha frontal contra la corrupción, Rendición de Cuentas, como acción de gobierno, Accoutability social o formas de control político y reclamo de los derechos ciudadanos, movimientos sociales, así como fuerte participación política de los medios de comunicación – no en las agendas de gobierno, si en la lucha contra la corrupción. La Democracia Participativa, Ciudadana, Cívica y Republicana debe ser el gran objetivo estratégico en la lucha contra la corrupción –virus incrustada hace mucho por el neoliberalismo, que progresivamente está destruyendo las Instituciones fundamentales del Estado. Hoy las grandes reformas iniciadas con el ingreso del Partido de los Trabajadores al gobierno, es necesario y obligatorio transformarlo en la revolución social en democracia que esperan los 200 millones de brasileños, que vuelven a depositar su confianza ciudadana en Dilma. Otro gran objetivo estratégico, no olviden es la Reforma Agraria, esperanza de millones de trabajadores sin tierra – Movimiento Social de Los Trabajadores sin Tierra, el movimiento social más antiguo y de mayor población del mundo – que sigue siendo la columna vertebral de la lucha democrática de Dilma y Lula contra el neoliberalismo.

Programa de Gobierno como Políticas de Estado en la lucha contra la desigualdad económico-social (Brasil es el país junto a Rusia el Más desigual del mundo, trabajo realmente estratégico, como Política de Estado) – extrema pobreza, desempleo, sub-empleo, informalidad, contrabando, pésimos niveles de educación, sistemas de salud, servicios públicos, transporte, comunicación, etc. –Los Programas de lucha contra la pobreza de los Presidentes Lula y Dilma, todos conocemos que los 12 años de gobierno, fue un éxito y tiene reconocimiento mundial, salieron de la pobreza 50 millones de brasileños, los mismos que en su mayoría fueron los Actores Sociales más importantes de las protestas sociales y el Movimiento Ciudadano del 2013 y 2014, ellos exigen calidad en educación, salud, servicios públicos, transporte, defensa del medio ambiente, ante la expropiación de espacios públicos con motivo del mundial de Fútbol y las Olimpiadas del 2016, así como frente a la arremetida del extractivismo  inmobiliario urbano y sobre todo defensa del medio ambiente y finalmente exigen calidad en la Política y una Nueva Democracia. Defensa del patrimonio cultural y respeto a nuestra Madre Naturaleza (protección de la Amazonía, como patrimonio natural de la humanidad). Programas de gobierno y políticas de Estado en beneficio de la juventud – trabajo, educación, cultural, medio ambiente, deporte, transporte, ciudadanía cívica y juvenil, derechos humanos, etc. Brasil, País más grande do mundo. Dilma recibe la confianza de su pueblo. Otro mundo Socialista, sí es posible.
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El pueblo, la ciudadanía brasileña ha ratificado su confianza social y política en Dilma y Lula, Líderes del Partido de los Trabajadores. Ciudadanía que exigen hoy la solución histórica de grandes problemas largamente olvidados y excluidos por las dictaduras y los gobiernos neoliberales. El camino de la emancipación social es muy diferente y distinto al de la Histórica Revolución Cubana y su Líder Fidel, sin embargo los objetivo estratégicos son los mismos, la liberación social y política de millones de Ciudadanos de Nuestra América y la construcción histórica de la Patria Grande.
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BRASIL REAFIRMÓ SU CONFIANZA EN DILMA.

La mandataria del partido de los trabajadores fue reelecta y prometió una Reforma política de fondo.
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Fue el resultado más apretado logrado por el PT desde la elección de Lula en 2002, pero suficiente para asegurar la reelección de Rousseff. Las regiones más pobres del país votaron masivamente por Dilma. Las más ricas, por Aécio Neves.

Por Eric Nepomuceno
Página/12 En Brasil
Desde Río de Janeiro lunes 27 de octubre del 2014.
Tres puntos, es decir, alrededor de tres millones de votos, aseguraron a Dilma Rousseff, del PT, el derecho de permanecer cuatro años más como presidenta de Brasil, mayor población y mayor economía de América latina, y una de las ocho mayores del mundo.
Ha sido el resultado más apretado logrado por el PT desde la elección de Lula da Silva en 2002. Pero, de todas formas, suficiente para asegurar al Partido de los Trabajadores el derecho –decidido de forma soberana por las urnas– a cumplir 16 años en la presidencia de Brasil.
Alrededor de las nueve de la noche de ayer, horario de Río, el país se enfrentó a un retrato claro e indiscutible: estuvo definitivamente dividido en dos a raíz de las elecciones de este año. Y dividido no sólo geográficamente sino también socialmente. Las regiones más pobres del país votaron masivamente por Dilma. Las más ricas y desarrolladas, por el neoliberal Aécio Neves.
Y así Dilma tendrá, no sólo de enero en adelante (cuando empieza su segundo mandato consecutivo), sino a partir de hoy mismo, que empezar a armar un nuevo gobierno, que enfrentará un cuadro complejo y difícil. Para complicar aún más el escenario, el nuevo Congreso tendrá una mayoría conservadora, especialmente en la Cámara de Diputados, lo que seguramente dificultará las negociaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Es verdad que la alianza del PT mantuvo la mayoría en el Congreso, tanto en Diputados como en el Senado. Pero es igualmente verdad que el mayor de los partidos aliados, el PMDB, se confirmó, en estas elecciones, como mucho más una federación de intereses personales y, en el mejor de los casos, regionales, que como partido con una línea política e ideológica consistente. A ejemplo del país, el PMDB se dividió en la campaña: mitad apoyó a Aécio, mitad a Dilma. Ahora habrá que ver cuál será el precio pedido por el PMDB para mantenerse como aliado o pasarse a la oposición.
Más allá del espectro político, hay otro punto a ser observado: el ausentismo rompió marcas históricas, bien como voto en blanco o directamente nulo. Eso, acorde con analistas independientes, señala un gran desencanto de una parte importante del electorado en relación con la política, a los partidos, a los políticos y, claro, al gobierno nacional.
Dilma ganó con el 51,64 por ciento, la mitad y poco más del electorado reafirmó su confianza en el proyecto de país llevado adelante por el PT desde Lula da Silva (2003-2010) y ahora con la mandataria reelecta. Aécio obtuvo el 48,36 por ciento de los sufragios. Pero lo que hay en el horizonte es un escenario difícil, confuso. El cuadro económico es complicado, hay que reconquistar la confianza de inversionistas, organizar las cuentas públicas sin que el ajuste fiscal signifique sacrificar programas que contribuyeron, de manera decisiva, para cambiar el mapa social brasileño.
Además, mientras no se cambie el sistema político, las alianzas significan un precio altísimo a cambio de la tan mencionada gobernabilidad. No hay prácticamente ningún punto de coincidencia programática e ideológica entre Dilma, el PT y los aliados, de la misma forma que dentro de su mismo partido la presidenta reelecta enfrenta diferencias significativas. Dilma tuvo sus orígenes en la militancia armada contra la dictadura. Recuperada la democracia, fue militante del PDT de Leonel Brizola, en su época uno de los mayores líderes de la izquierda brasileña. Entró en el PT hace 14 años y, contrariando expectativas de corrientes poderosas del partido, fue indicada por Lula da Silva para sucederlo. Su primer gobierno ha sido difícil, muchas veces confuso, especialmente en su errática política económica; pero logró mantener e incluso ampliar los programas sociales implantados por Lula.
Son muchos los desafíos que enfrentará en su nuevo gobierno, y ahora con una novedad: una oposición dura, firme, sólida y agresiva.
Porque la verdad es que ni Lula ni ella enfrentaron en el ámbito de la política una oposición verdadera y contundente. Lo que hubo ha sido una oposición diseñada y llevada a cabo por los grandes conglomerados de comunicación, dispuestos a cualquier desvío y desprecio por los hechos con tal de fustigar, de manera inclemente, al gobierno. Ahora, además de ésa, Dilma tendrá que hacer frente a otra oposición: la parlamentaria. El mismo PSDB de Aécio Neves eligió para el Senado un equipo altamente capacitado para hacer de la vida de cualquier gobernante un infierno. En la Cámara de Diputados, un detalle será preocupante para Dilma en su nuevo mandato: la votación formidable lograda por políticos que, más que conservadores, son radicalmente conservadores. Basta con ver que, en San Pablo, el diputado nacional más votado es un presentador de televisión dispuesto a cualquier cosa con tal de oponerse al aborto, al derecho de las minorías y a cualquier cosa que huela a progreso. En Río, el más votado ha sido un militar retirado que defiende la dictadura y dice que prefiere tener a un hijo muerto que a un hijo homosexual.
Ayer por la noche, en su discurso como presidenta reelecta, Dilma Rousseff mencionó una serie de compromisos. La principal: una reforma política de fondo, precisamente para que en el futuro ningún mandatario tenga de someterse a lo que ella se sometió en su primer mandato, y seguramente seguirá enfrentando en el segundo.
Luego de una campaña extremadamente agresiva, de parte a parte, convocó al diálogo. Admitió que es larga y ardua la tarea que la espera. Aseguró que serán mantenidos los programas de inclusión social llevados a cabo desde el gobierno de su antecesor, Lula da Silva. Y admitió que hoy se siente mucho más fuerte, más madura y más serena para enfrentar los desafíos, que son muchos. Ha sido una campaña difícil, dura, agresiva. El discurso de Dilma Rousseff ha sido emotivo, sincero, de compromiso.
Ahora, a ver qué logra. Qué le dejan hacer. Si dependiese solamente de Dilma y de su generación, seguramente sería mucho.
A ver.

Dos grandes e históricas mujeres, símbolos de la lucha social y política latinoamericana. Dilma y Cristina. Brasil y Argentina, dos nuevos destinos políticos, una sola esperanza, la liberación social y política de millones de Ciudadanos de América Latina.

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CRISTINA: VOTO PARA LA PATRIA GRANDE.

Cristina Fernández saludo la reelección de Dilma Rousseff en Brasil
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Página /12 lunes 27 de octubre del 2014.
“Este nuevo triunfo representa un paso más hacia la consolidación de nuestra Patria Grande sudamericana”, sostuvo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la carta de felicitación que le envió a su par brasileña, Dilma Rousseff, después de que consiguiera su reelección. Fernández de Kirchner le expresó a la mandataria reelecta que quería ser “una de las primeras en felicitarte y transmitirte un fraternal abrazo en nombre propio y de todo el pueblo argentino”.
“Sé que tu reelección ayudará a continuar en la senda que la Argentina y el Brasil emprendieron en 2003, cuando asumieron sus respectivos mandatos los ex presidentes Néstor Kirchner y Lula da Silva”, apuntó Fernández de Kirchner en la carta, destacando el camino abierto por los presidentes que las precedieron a ambas, y agregó que “ahora bajo nuestra responsabilidad continúa sirviendo de inspiración al mundo como alternativa de desarrollo con énfasis en las necesidades y aspiraciones de nuestros pueblos”.
El kirchnerismo y el Partido de los Trabajadores de Brasil siempre mantuvieron una relación cordial y de cercanía política desde que Néstor Kirchner llegara a la presidencia nacional en 2003. La convicción de la necesidad de sacarse de encima las recetas neoliberales que traían los enviados del Fondo Monetario Internacional hizo que los gobiernos de Kirchner y de Luiz Inácio “Lula” da Silva recorrieran un camino parecido. La llegada de Rou-sseff y de Fernández de Kirchner estrechó el camino con la profundización de la integración regional. Por eso, en el texto CFK destacó que “este nuevo triunfo representa un paso más hacia la consolidación de nuestra Patria Grande sudamericana, a la cual tanto empeño hemos dedicado desde nuestras funciones de gobierno y desde la militancia de toda una vida”. Además, le escribió que “de cara al inicio de este segundo mandato quiero hacerte llegar el incondicional apoyo y amistad de esta Presidenta y de la Nación Argentina para seguir avanzando juntos hacia un futuro mejor para nuestros pueblos”.
“Recibo con gran alegría la noticia de tu victoria desde Brasilia, por lo cual quiero ser una de las primeras en felicitarte y transmitirte un fraternal abrazo en nombre propio y de todo el pueblo argentino”, señaló la Presidenta en el escrito que luego publicó en las redes sociales. “Esta victoria, luego de una ardua campaña electoral, muestra a la sociedad brasileña reafirmando su compromiso inclaudicable con el proyecto político que garantiza crecimiento económico con inclusión social”, destacó, emparentando las políticas llevadas adelante por el modelo de-sarrollado por el kirchnerismo en materia social y las implementadas en Brasil por los gobiernos petistas.
Voces de apoyo
La victoria de Rousseff en el ballottage también fue saludada por diversos dirigentes del oficialismo.
- Daniel Filmus, secretario de Asuntos Relativo a las Islas Malvinas: “Grande Dilma, Lula y el PT: seguimos transformando América latina. Dilma ganó y será presidenta de Brasil por cuatro años más”, escribió en Twitter.
- Aníbal Ibarra, legislador porteño: “Ganó Dilma y ganó el desarrollo regional y el compromiso social. Perdieron los conservadores y el anti-Mercosur. Estamos muy contentos”, tuiteó.
- Jorge Rivas, diputado socialista del FpV: “El triunfo de Dilma Rousseff en Brasil, el de Tabaré Vázquez y Raúl Sendic en Uruguay demuestran que las mayorías populares de la región valoran los proyectos de inclusión, distribución económica ampliación de derechos, y vigencia plena de las libertades democráticas”.
- Hernán Grana, diputado bonaerense por Nuevo Encuentro: “La decisión del pueblo brasileño representa la voz de una América latina que no está dispuesta a retroceder”.
- Mesa Nacional del Movimiento Evita: “Lula les pidió a las madres y los padres de Brasil que les contaran a sus hijos cómo era su país doce años atrás, y por suerte la memoria popular dijo presente, por eso hoy el movimiento popular latinoamericano logra una nueva victoria que incide notablemente en la política de toda la región”.


Ayer por la noche, en su discurso como presidenta reelecta, Dilma Rousseff mencionó una serie de compromisos. La principal: una reforma política de fondo, precisamente para que en el futuro ningún mandatario tenga de someterse a lo que ella se sometió en su primer mandato, y seguramente seguirá enfrentando en el segundo.
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DILMA OTRA VEZ ?.
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Eric Nepomuceno
Hay muchas –y grandes– preguntas sobre el nuevo mandato de Dilma Rousseff como presidenta de Brasil.
Un ejemplo: ¿cuál será su equipo de confianza, quién ocupará cada uno de los puestos considerados clave en su gobierno?
Otro: ¿cuál será la influencia, el peso, del ex presidente Lula da Silva, indiscutiblemente su mentor y principal fiador, y la más sólida figura política de Brasil actualmente?
Y otro más: ¿cómo logrará Dilma, reelecta por estrecho margen, reconquistar la confianza del sector privado? Y otra duda más: ¿cómo logrará Dilma enfrentar una oposición parlamentaria especialmente dura, activa y agresiva?
Al fin y al cabo, ella perdió, y de lejos, en las regiones más ricas del país. En São Paulo, por ejemplo, más desarrollada y poblada provincia del país, Dilma perdió por siete millones de votos. Una tremenda derrota: Eche logró 64 por ciento de los votos de la provincia más industrializada, más rica del país, frente al 36 por ciento de Dilma. Ya en los estados pobres del nordeste su ventaja ha sido aplastante. Un dato importante: en Minas Gerais, provincia natal de los dos adversarios, Dilma ganó con relativa tranquilidad. E igualmente ganó en Río, provincia clave. Todo eso tendrá peso específico de aquí en adelante.
Son muchas las dudas que acechan sobre corazones y almas brasileñas luego de la victoria de Dilma Rousseff. Para empezar, ¿cuál será su grado de independencia frente a la figura omnipresente de Lula da Silva? Otra: luego de un equipo económico bastante desprestigiado, ¿cómo logrará armar otro, capaz de reconquistar la pérdida de confianza del mercado financiero? Y otra más: ¿cómo establecer una política de incentivo a la recuperación industrial que sea capaz de convencer a los industriales de que es la correcta y eficaz?
Entre Dilma y el PT hay más distancia de lo que permiten suponer las apariencias. En primer lugar, el PT es un partido con muchas corrientes internas, pero a la vez muy adepto del asambleísmo. Es decir: en asambleas se vota y se decide, y luego –más o menos– se cumple lo decidido.
Dilma es pez que no integra ese acuario. Es centralizadora, autoritaria, tiene voz propia y se cerca de un grupo muy restricto de su confianza absoluta. Tiene, por supuesto, un inmenso respeto por Lula da Silva, pero ese sentimiento no se extiende automáticamente al resto del partido. El diálogo no siempre fluye de manera natural.
Parte sustancial de los problemas que enfrentó en su primera presidencia se deben, acorde con los allegados más íntimos de Dilma, a la influencia de las corrientes del partido que impusieron, o forzaron, la presencia de determinados nombres en puestos clave de la administración.
Reelecta, Dilma tratará de armar su propio equipo. Lula seguirá siendo, claro está, una sombra permanente y determinante. Pero ella tratará de escapar de las mañas y artimañas internas del PT.
Tiene nombres de confianza, y con tránsito libre entre las diferentes corrientes internas del PT. Miguel Rosseto es uno, Jacques Wagner, que gobernó Bahía por dos mandatos seguidos y logró, de manera sorpresiva, elegir al sucesor, es otro. Pero hay nombres tradicionales del PT, como Aloisio Mercadante, que conquistaron las gracias de Dilma con la misma velocidad con que conquistaban el rechazo de Lula y su poderoso grupo.
Nadie tiene ninguna ilusión en Brasil: los próximos cuatro años serán especialmente difíciles, principalmente a raíz de la cuestión económica.
Pero la mayoría –pequeña, es verdad– del electorado optó por la continuidad, por el mantenimiento de los programas verdaderamente revolucionarios del PT, que integraron al mapa social brasileño unos 50 millones de personas. Gente que nunca tuvo futuro alguno, y que ahora por lo menos tiene una garantía, muy concreta, de futuro.
Serán años duros y difíciles. Como duros y difíciles, más imposibles que duros y difíciles, han sido los años antes de que el PT llegase al poder.
Ayer, Brasil hizo su opción. Y optó por el desafío de continuar, en lugar de la propuesta agresivamente neoliberal de retroceder.



Frente a la orientación de continuidad de las políticas sociales como eje central del gobierno, con una acción dinámica del Estado, fortaleciendo las alianzas regionales y con el Sur del mundo, de garantía del nivel de empleo y de aumentos de los salarios por encima de la inflación.
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POR EL CAMINO INICIADO POR LULA.
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Emir Sader *
Por cuarta vez consecutiva el PT gana las elecciones presidenciales en Brasil que, por cuarta vez, se han vuelto un plebiscito entre candidatos del PT y del PSDB (el partido de Cardoso). Esta vez la campaña tuvo idas y vueltas, especialmente desde mitad de agosto hasta la segunda vuelta, a fines de octubre, y terminó con la decisión de los brasileños de seguir el camino iniciado en 2003 con el primer gobierno de Lula.
En el enfrentamiento entre el modelo neoliberal de la oposición y la vía de salida del neoliberalismo del gobierno, por cuarta vez los brasileños han reafirmado el camino que Lula ha empezado. Serán por lo menos 16 años seguidos de gobiernos del PT, el período más largo de continuidad de un partido en el gobierno, en período democrático en Brasil.
Lula decía que era mejor ganar en segunda vuelta, porque en la contraposición de dos proyectos, las alternativas y sus diferencias quedan más claras. Y así fue: se han contrapuesto políticas de centralidad del mercado, de libre comercio, de reducción del peso del Estado, de rebaja salarial, de aumento del desempleo, de contracción de los bancos públicos, de alianzas internacionales privilegiando a Estados Unidos, entre otras, por el candidato de la oposición.
Frente a la orientación de continuidad de las políticas sociales como eje central del gobierno, con una acción dinámica del Estado, fortaleciendo las alianzas regionales y con el Sur del mundo, de garantía del nivel de empleo y de aumentos de los salarios por encima de la inflación.
La duda era si el Brasil de Lula seguiría adelante o si la importante experiencia de los gobiernos del PT se terminaría en 2014. Hubo oscilaciones en la campaña electoral, pero la disputa más grande fue alrededor de las agendas: cuáles son los temas que más importan a los brasileños.
La oposición jugó fuerte en dos planos, valiéndose del monopolio de los medios de comunicación: por una parte, una supuesta crisis económica, que tendría reflejos en el descontrol inflacionario, en el desempleo, en el estancamiento económico. Una encuesta de Folha de S. Paulo ha revelado que una de las razones del crecimiento de Dilma ha sido el fracaso de ese terrorismo económico. La gran mayoría de los brasileños –incluidos los que votan por la oposición– son optimistas respecto de la situación económica de Brasil, acreditan que la situacion mejorará el próximo año, que los precios están bajo control y que los salarios van a aumentar.
El otro tema central son las denuncias de corrupción, que en el último período de la campaña se han concentrado sobre Petrobras. El cansancio respecto de la campaña de denuncias –tantas de ellas sin pruebas– ha hecho que ese tema perdiera efecto.
La campaña de Dilma, valiéndose de los programas televisados y de la intensificación de la movilización política conducida por ella y por Lula en todo el país, asociados a una gran participación de la militancia del PT y de toda la izquierda, logró convencer a la gran mayoría de que las conquistas fundamentales de los gobiernos del PT estarían en riesgo en caso de que ganara la oposición. Al igual que la contraposición de las trayectorias personales y políticas de los dos candidatos sirvió para enaltecer las cualidades de Dilma, en contraste con la fragilidad de las de Aécio.
En su conjunto, se fue diseñando, desde el domingo anterior a la segunda vuelta, una situación en que el nivel de rechazo de Aécio superaba el de Dilma, prenunciando un viraje que se consolidó a lo largo de la última semana, hasta llegar a la victoria de ayer. La militancia de izquierda ganó las calles de todo el país, la segunda vuelta fue de una clara contraposición entre izquierda y derecha, configurando el viraje y el triunfo de Dilma.
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