lunes, 29 de febrero de 2016

LA TEORÍA GENERAL DE KEYNES A SUS 80 AÑOS.

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John Maynard Keynes, primer barón Keynes (5 de junio de 188321 de abril de 1946) fue un economista británico, considerado como uno de los más influyentes del siglo XX, cuyas ideas tuvieron una fuerte repercusión en las teorías y políticas económicas. La principal novedad de su pensamiento radica en considerar que el sistema capitalista no tiende al pleno empleo ni al equilibrio de los factores productivos, sino hacia un equilibrio que solo de forma accidental coincidirá con el pleno empleo. Keynes y sus seguidores de la posguerra destacaron no solo el carácter ascendente de la oferta agregada, en contraposición con la visión clásica, sino además la inestabilidad de la demanda agregada, proveniente de los shocks ocurridos en mercados privados, como consecuencia de los altibajos en la confianza de los inversores. La principal conclusión de su análisis es una apuesta por la intervención pública directa en materia de gasto público que permite cubrir la brecha o déficit de la demanda agregada. Está considerado también como uno de los fundadores de la macroeconomía moderna.

Keynes fue un personaje muy polifacético, que además de ser un economista teórico que cambió la consideración de la macroeconomía en el siglo XX, desempeñó también múltiples puestos en el mundo económico, fue profesor en la Universidad de Cambridge desde 1908, editor del Economic Journal desde 1912, secretario de la Royal Economic Society, alto funcionario de la Administración británica y negociador internacional en nombre de Inglaterra en diferentes ocasiones; trabajó también en el sector empresarial, en la dirección de inversiones de una compañía de seguros, y de asesor financiero del King's College, del Banco de Inglaterra y del propio gobierno británico. Dentro también del mundo de la economía fue gran aficionado a la historia económica y biógrafo de grandes economistas. Fuera del mundo económico, durante sus estudios en la Universidad de Cambridge se interesó por las matemáticas, estadística, filosofía, literatura y solo finalmente por la economía. Fue también director y principal accionista del Teatro de las Artes de Cambridge y mecenas del grupo de Bloomsbury, coleccionista de pintura moderna y bibliófilo de literatura científica.


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John Maynard Keynes, economista británico. En 1906 fue nombrado funcionario público del Home Civil Service, siendo destinado a la Indian Office donde acumuló un profundo conocimiento del sistema financiero indio, producto de su estancia en este departamento escribió en 1913 Moneda y finanzas en la India. Después de considerar decepcionante su trabajo en esta oficina, renunció a su puesto en junio de 1908, para trabajar en la Universidad de Cambridge en teoría de probabilidades. En 1909 consiguió una plaza de profesor en la cátedra de Pigou de esta universidad. En 1911 fue nombrado editor de la revista económica Economics Journal y durante los años 1913-14 fue miembro de la Royal Commission on Indian Finance and Currency.
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LA TEORÍA GENERAL DE KEYNES A SUS 80 AÑOS.
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Robert Skidelsky.

Sábado 27 de febrero del 2016.

En 1935, John Maynard Keynes escribió a George Bernard Shaw: “Creo estar escribiendo un libro sobre teoría económica que revolucionará en gran medida – supongo que no enseguida, pero sí en el curso de los próximos diez años – el modo de pensar del mundo acerca de los problemas económicos”. Y, de hecho, la obra más destacada de Keynes, La teoría general del empleo, el interés y el dinero, publicada en febrero de 1936, transformó la economía y la formulación de políticas económicas. Ochenta años más tarde planteo la siguiente pregunta: ¿Se mantiene aún viva la teoría de Keynes?

Dos elementos del legado de Keynes parecen estar asegurados. En primer lugar, Keynes inventó la macroeconomía – la teoría de la producción en su conjunto. Denominó a su teoría con la palabra “general” para distinguirla de la teoría pre-keynesiana, que asumía un nivel único de producción – el pleno empleo.

Al mostrar cómo la economía podría permanecer atrapada en un equilibrio de “subempleo”, Keynes desafió la idea central de la economía ortodoxa de su tiempo: que indicaba que los mercados de todas las materias primas, incluyéndose entre ellas a la mano de obra, se equilibran de forma simultánea y automática mediante los precios. Además, el desafío planteado por Keynes implicó una nueva dimensión para la formulación de políticas: los gobiernos pueden tener la necesidad de incurrir en déficits para mantener el pleno empleo.
Las ecuaciones agregadas que sustentan la “teoría general” de Keynes aún están ampliamente presentes en los libros de texto de economía y dan forma a la política macroeconómica. Incluso aquellos que insisten que las economías de mercado gravitan hacia el pleno empleo se ven obligados a defender su posición dentro del marco teórico que Keynes creó. Los banqueros de los bancos centrales ajustan las tasas de interés para garantizar un equilibrio entre la demanda total y la oferta total, ya que gracias a Keynes, se sabe que el equilibrio podría no producirse de manera automática.

El segundo gran legado de Keynes es la noción de que los gobiernos pueden y deben prevenir las depresiones. La aceptación generalizada de este punto de vista se puede ver en la diferencia entre la fuerte respuesta en la forma de políticas al colapso ocurrido durante el período 2008-2009 y la reacción pasiva que se dio ante la Gran Depresión de 1929-1932. Tal como el premio Nobel Robert Lucas, quien es contrario a Keynes, admitió en el año 2008: “Supongo que en la trinchera todo el mundo es keynesiano”.

Habiendo dicho esto, se debe indicar que la teoría del equilibrio del “subempleo” de Keynes ya no es aceptada por la mayoría de los economistas y formuladores de políticas. La crisis financiera mundial del año 2008 lo confirma. El colapso desacreditó la versión más extrema del enfoque que señala que la economía se autoajusta óptimamente; sin embargo, no restauró el prestigio del enfoque keynesiano.

Sin lugar a dudas, fueron las medidas keynesianas las que detuvieron el desplazamiento a la baja de la economía mundial. Sin embargo, también cargaron a los gobiernos con grandes déficits, que pronto llegaron a ser vistos como obstáculos para la recuperación – lo contrario de lo que Keynes enseñó. Ya que el desempleo aún era elevado, los gobiernos volvieron a la ortodoxia pre-keynesiana, recortando el gasto para reducir sus déficits – y socavaron la recuperación económica en el proceso.

Hay tres razones principales para este retroceso. En primer lugar, nunca se invalidó completamente la creencia en el poder que tienen los precios dentro de una economía capitalista para equilibrar el mercado laboral. Por lo tanto, la mayoría de los economistas llegaron a considerar que la persistencia del desempleo era una circunstancia extraordinaria que surge sólo cuando las cosas van muy mal, y que ciertamente no es el estado normal de las economías de mercado. El rechazo al concepto de incertidumbre radical de Keynes se encontraba en el corazón de esta reversión hacia el pensamiento pre-keynesiano. En segundo lugar, las políticas keynesianas de posguerra sobre la “gestión de la demanda”, a las cuales se otorgó el mérito de haber producido el gran auge posterior al año 1945, se encontraron con problemas de inflación a finales de la década de 1960. Alertados sobre el empeoramiento del trueque entre inflación y desempleo, los formuladores de políticas keynesianos trataron de sostener el auge a través de la política de ingresos – controlar los costos salariales mediante la firma de acuerdos nacionales con los sindicatos.

A partir de la década de 1960 hasta finales de la década de 1970, se intentó aplicar esta política de ingresos en muchos países. A lo sumo, se lograron éxitos temporales, pero las políticas siempre fallaron. Milton Friedman proporciona una razón que cuadraba con el creciente desencanto respecto a los controles de precios y salarios, y que reafirmó el punto de vista pre-keynesiano sobre cómo funcionan las economías de mercado. La inflación, dijo Friedman, sobrevino debido a los intentos de los gobiernos keynesianos por obligar a reducir el desempleo por debajo de su tasa “natural”. La clave para recuperar la estabilidad de los precios fue abandonar el compromiso de pleno empleo, debilitar a los sindicatos, y desregular el sistema financiero.

Y, de esta forma renació la vieja ortodoxia. El objetivo de pleno empleo fue sustituido por un objetivo de inflación, el desempleo fue dejado a que por sí solo busque su tasa “natural”, fuera la que fuese. Con este equipo de navegación defectuoso los políticos tuvieron que navegar a todo vapor para enfrentar a los témpanos del año 2008.

La última razón para que el keynesianismo caiga de su pedestal fue el desplazamiento ideológico hacia la derecha que comenzó con la primer ministro británica Margaret Thatcher y el presidente estadounidense Ronald Reagan. Este desplazamiento se debió más a la hostilidad existente hacia el Estado agrandado que surgió después de la Segunda Guerra Mundial y menos al rechazo de las políticas keynesianas propiamente dichas. La política fiscal keynesiana quedó atrapada en fuego cruzado, ya que muchos en la derecha la condenaron como una manifestación de la “excesiva” intervención del gobierno en la economía.

Dos reflexiones finales sugieren un papel renovado, aunque más modesto, para la economía keynesiana. Para la ortodoxia pre-2008, un shock aún mayor que el colapso per se fue la revelación del poder corrupto del sistema financiero y el grado en que los gobiernos posteriores al colapso permitieron que sus políticas sean redactadas por los banqueros. Controlar los mercados financieros en favor de los intereses de la justicia social y el pleno empleo se asienta directamente en la tradición keynesiana.

En segundo lugar, para las nuevas generaciones de estudiantes, la relevancia de Keynes puede situarse en menor magnitud en sus remedios específicos para el desempleo en comparación con la mayor prominencia que pudiese tener la crítica de Keynes a su profesión en cuando a modelados construidos sobre la base de supuestos irreales. Los estudiantes de economía deseosos de escapar del mundo esquelético de agentes optimizadores hacia un mundo de seres humanos plenos e integrales que se sitúan dentro de sus historias, culturas e instituciones se darán cuenta que la economía de Keynes es inherentemente comprensiva de dichos deseos. Esa es la razón por la que espero que Keynes tenga presencia viva dentro de 20 años, cuando se cumpla el centenario de la Teoría General, y que, posteriormente, se mantenga por mucho tiempo más.  Project Syndicate. Traducción de Rocío L. Barrientos. - 

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domingo, 28 de febrero de 2016

LAS CRISIS DE LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA.

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La Izquierda Latinoamericana hoy se encuentra en crisis – coyuntural  o estructural, definitiva -. Realmente es una crisis terminal producto de una cantidad de errores políticos cometidos durante el tiempo que se encuentran en el gobierno, o ese conjunto de errores políticos, se pueden subsanar, sobreponer en el proceso, y tener la capacidad política de superar con la finalidad estratégica de salir del fango – donde hoy se encuentran algunos y otros en serios problemas - de cuestionamiento político de una oposición organizada en torno a los intereses de la burguesía político-empresarial. Por ahora solamente, vamos a enumerar el conjunto de problemas y su gravedad y nosotros a través de nuestra lectura e investigación, planificamos si es que están hoy los gobiernos de izquierda en  Nuestra América en condiciones de salir del laberinto político actual o de lo contrario se hunden y son derrotados en democracia por la oposición y si al final sumamos como se encuentran hoy, hay o no futuro político?.

PRIMERO falta de un Proyecto Político Nacional-Continental – no para unificar un solo proceso, NO – si no con la finalidad de que los planteamientos centrales, la línea política a seguir, en su visión estratégica nos proporcione los elementos necesarios que en el camino necesitamos y debemos encontrarlos, básicamente Integración Continental y tras este eje ordenador, surgen un conjunto de necesidades, derechos y objetivos que debemos considerar como el sumun obligado, que alimente diariamente el proceso democrático-progresista. El aislamiento favorece a los enemigos políticos y abre el campo necesario para “golpear” diariamente al gobierno-

SEGUNDO, erradicar desde raíces la corrupción, como conjunto de prácticas, formas visibles e invisibles que al final – en términos absolutos acumulados hacen grave daño al gobierno en general. La corrupción al final es el veneno que destruye no solo la organización, también a sus Dirigentes, a toda la clase política y en general siembra miles de fantasmas, denuncias, -sicariato moral – cuando es injusta, ilegal, la acusación, donde tiene poderosa ubicación el poder de los medios. (Al final destruyes dirigentes, “asesinas” políticamente  líderes, hundes ilegalmente familias, pero al final el mal y el veneno ya esta rociado en toda la familia).

TERCERO, es importante, fundamental una vez en el gobierno, consolidar las fortalezas políticas, la organización interna, del Partido Político. El Partido debe asumir toda la responsabilidad política en la conducción del proceso sobre la base de la activa Participación Política, la Democracia interna, el fortalecimiento de la Conducción, - representación dirigencial - Programa de Gobierno – Plataforma de Gobierno con definiciones estratégicas y con aportes permanentes producto de la lucha diaria y el gran aporte de las “masas” organizadas, es decir – los Ciudadanos Políticos, como activos participantes del proceso.



Dr. en Sociología. Pablo Raúl Fernández Llerena. Sus trabajos de análisis e interpretación de la realidad local-global, se nutren, alimentan del pensamiento crítico latinoamericano.
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CUARTO, es importante para el propio proceso progresista de izquierda, avanzar más allá de las Políticas Sociales – por más exitosas que sean al final – si no tenemos la calidad político organizacional de mirar más allá de la coyuntura – que para la izquierda latinoamericana, fue positiva por el alto  precio de los Commodities en el mercado mundial y que al final favoreció íntegramente la voracidad de los grupos de poder local y global. Porque el tiempo de duración del éxito de las políticas sociales es temporal, coyuntural – calma el dolor por un tiempo – pero si durante el tiempo de calma NO aplicamos otras medidas que consoliden  y fortalezcan ese proceso, esto se destruye rápidamente. La burguesía como clase dominante y dueña del Poder NO tiene miramientos y menos compasión de destruir en minutos por más positivo que sea lo logrado. Argentina es edl mejor ejemplo.

QUINTO.- Las Políticas Sociales, obligadamente necesitan de Políticas Públicas de Estado, con la finalidad de fortalecer en su estructura el campo que avanzó las políticas sociales- Un Ejemplo en el Perú cuando Izquierda Unida, en el escenario nacional de la década del 80’, fue la segunda fuerza política electoral, consiguió desde los Municipios donde era mayoría a nivel nacional, que la Política Social del Vaso de Leche – política principal del Alcalde Barrantes Lingán – se transforme en Política de Estado. Negociaciones Municipios, Congreso, Gobierno, movimientos sociales de  Mujeres (Madres del Vaso de Leche), el Poder Popular organizado, se forjaron políticas de consenso y negociación, el Congreso, lo elevó a Ley, el Presidente, lo aprobó y hoy es un Derecho de todos los niños del Perú, - venga gobierno que venga – democracias, dictaduras – no pudieron y menos intentaron desconocerla. Ahora solo una mirada en Brasil, 60 millones de personas han salido de la extrema pobreza y posteriormente que pasó con los hijos de los millones de familias se los abandonó, porque sus derechos eran otros, no funcionó el partido político, sus dirigentes estaban ahora metidos en otros problemas que no eran precisamente el de la Democracia.

Hay otros, problemas centrales como el del Estado – no tocado ni con el pétalo de una flor – el problema del Liderazgo político – en claro enfrentamiento y lucha diaria contra el caudillismo, y los propios caciques locales y regionales; trabajos políticos como derechos sociales – educación, sanidad, servicios públicos, empleo, salarios, vivienda, transporte, deporte, medio ambiente, etc. Donde los gobiernos progresistas han manifestado graves errores políticos, han dejado profundos vacíos sociales, así como han polarizado asuntos culturales, ambientales, regionales, que en el ,proceso de crítica y auto-crítica de sus dirigentes es necesario, importante y obligatorio para poder enmendar errores, corregir faltas muy graves o solucionar las fisuras sociales y políticas que el propio proceso ha generado, pero que es importante reconocerlo a la luz de la crítica y la autocrítica democrática, respetuosa, cívica y horizontal.


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Dr. Sociólogo Emir Sader. Maestro y Académico brasileño, conspicuo representante del Pensamiento Crítico Latinoamericano.
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LAS CRISIS DE LA IZQUIERDA LATINOAMERICANA.
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Emir Sader.

Página /12 sábado 27 de febrero del 2016.

Se puede decir que hay dos izquierdas en América latina y que ambas padecen de crisis, cada una a su manera. Una es la que llegó a los gobiernos. Empezó procesos de democratización de las sociedades y de salida del modelo neoliberal y hoy se enfrenta a dificultades –de distinto orden, desde afuera y desde adentro– para dar continuidad a esos procesos. La otra es la que, aún viviendo en países con continuados gobiernos neoliberales, no logra siquiera constituir fuerzas capaces de ganar elecciones, llegar al gobierno y empezar a superar el neoliberalismo.
La izquierda posneoliberal ha tenido éxitos extraordinarios, aun mas teniendo en cuenta que los avances en contra de la pobreza y la desigualdad se han dado en los marcos de una economía internacional que, al contrario, aumenta la pobreza y la desigualdad. En el continente más desigual del mundo, cercados por un proceso de recesión profunda y prolongada del capitalismo internacional, los gobiernos de Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador han disminuido la desigualdad y la pobreza, han consolidado procesos políticos democráticos, han construido procesos de integración regional independientes de Estados Unidos y han acentuado el intercambio Sur-Sur.
Mientras tanto las otras vertientes de la izquierda, por distintas razones, no han logrado construir alternativas a los fracasos de los gobiernos neoliberales. Los casos de México y de Perú son los dos más evidentes, mostrando incapacidad, hasta aquí, de sacar lecciones de aquellos otros países, para adaptarlas a las condiciones específicas de los suyos.
¿En qué consiste la crisis actual de las izquierdas que han llegado al gobierno en América latina? Hay síntomas comunes y rasgos particulares a cada país. Entre aquellos están la incapacidad de contrarrestar el poder de los monopolios privados de los medios de comunicación, aún en los países en que se han aprobado leyes y medidas concretas para quebrar lo que es la espina dorsal de la derecha latinoamericana. En cada uno de esos países, en cada una de las crisis enfrentadas por esos gobiernos, el rol protagónico ha sido de los medios de comunicación privados, actuando de forma brutal y avasalladora en contra de los gobiernos, que han contado con sus éxitos en el gobierno y con un amplio apoyo popular.
Ellos han escondido los grandes avances sociales en cada uno de nuestros países, los han censurado, han tapado las vidas nuevas que los procesos de democratización social han promovido en la masa de la población. Por otro lado, destacan problemas, aisladamente, dándole proyecciones irreales, difundiendo incluso falsedades, con el propósito de deslegitimar las conquistas logradas y la imagen de sus líderes, ya sea negándolas, ya sea intentando destacar aspectos secundarios negativos de los programas sociales.
Los medios han promovido sistemáticamente campañas de terrorismo y de pesimismo económico, buscando bajar la confianza de las personas en su propio país. Como parte específica de esa operación están las sistemáticas denuncias de corrupción, tanto a partir de casos reales a los que han dado proporción desmesurada, como en los casos de denuncias inventadas, por las cuales no responden cuando son cuestionados, pero los efectos ya han sido producidos. Las reiteradas sospechas sobre el accionar de los gobiernos produce, especialmente en sectores medios de la población, sentimientos de crítica y de rechazo, a los que pueden sumarse otros sectores afectados por esa fabricación antidemocrática de la opinión pública.
Sin ese factor, se puede decir que las dificultades tendrían su dimensión real y no serían transformadas en crisis políticas, movidas por la influencia unilateral que los medios tienen sobre sectores de la opinión pública, incluso de origen popular.
No es que sea un tema de fácil solución, pero no considerarlo como un tema fundamental a enfrentar es subestimar la mayor debilidad de la izquierda: la lucha de las ideas. La izquierda ha logrado llegar al gobierno por el fracaso del modelo económico neoliberal, pero ha recibido, entre otras herencias, la hegemonía de los valores neoliberales diseminados en la sociedad. “Cuando finalmente la izquierda llegó al gobierno, tenía perdida la batalla de las ideas,” dijo Perry Anderson. Tendencias a visiones pre-gramscianas en la izquierda han acentuado formas de acción tecnocráticas, que creyeron que hacer buenas políticas para las personas bastaría para producir automáticamente una conciencia correspondiente de apoyo a los gobiernos. Se ha subestimado el poder de acción en la conciencia de las personas de los medios y de los efectos políticos de desgaste de los gobiernos que esa acción promueve.
Otro factor condicionante, en principio a favor, después en contra, fue el relativamente alto precio de las commodities durante algunos años, de que los gobiernos se aprovecharon, pero no para promover un reciclaje en los modelos económicos para que no dependieran tanto de esas exportaciones. Para ese reciclaje habría sido necesario formular y empezar a poner en práctica un modelo alternativo basado en la integración regional. Se ha perdido un período de gran homogeneidad en el Mercosur, sin que se haya avanzado en esa dirección. Cuando los precios bajaron, nuestras economías sufrieron los efectos, sin tener como defenderse, por no haber promovido el reciclaje hacia un modelo distinto.
Habría que haber comprendido también que el período histórico actual está marcado por profundos retrocesos a escala mundial y que las alternativas de izquierda están en una posición defensiva. De que lo que se trata en este momento es de salir de la hegemonía del modelo neoliberal, de construir alternativas apoyándose en las fuerzas de la integración regional, en los Brics y en los sectores que dentro de nuestros países se suman al modelo de desarrollo económico con distribución de renta, priorizando las políticas sociales.
En algunos países no se ha cuidado debidamente el equilibrio de las cuentas públicas, lo cual ha generado niveles de inflación que han neutralizado en parte los efectos de las políticas sociales, porque los efectos de la inflación recaen sobre los asalariados. Los ajustes no deben ser trasformados en objetivos, pero sí en instrumentos para garantizar el equilibrio de las cuentas públicas y eso es un elemento importante del éxito de las políticas económicas y sociales.
Aunque los medios hayan magnificado casos de corrupción, no se puede negar que no hubo control suficiente de parte de los gobiernos respecto al uso de los recursos públicos. El tema del cuidado absoluto de la esfera pública debe ser sagrado para los gobiernos de izquierda, que deben ser los que descubran eventuales irregularidades y las penalicen, antes que sean los medios opositores quienes lo hagan. La ética en la política tiene que ser un patrimonio permanente de la izquierda. La transparencia absoluta en el manejo de los recursos públicos tiene que ser una regla de oro para los gobiernos de izquierda. El no haber actuado siempre así hace que los gobiernos paguen un precio caro, que puede ser un factor determinante para poner en riesgo la continuidad de esos gobiernos, con daños gravísimos para los derechos de la gran mayoría de la población y para el destino mismo de nuestros países.
Otro problema de esos gobiernos es que el rol de los partidos oficialistas no ha sido bien resuelto en prácticamente ninguno de esos países. Como los gobiernos tienen una dinámica propia, incluso de alianzas sociales y políticas, de centroizquierda en varios casos, esos partidos debieron representar el proyecto histórico de la izquierda, pero no han logrado hacerlo, perdiendo relevancia frente al rol preponderante de los gobiernos. Así se debilita la reflexión estratégica que va más allá de las coyunturas políticas, la formación de cuadros, la propaganda de las ideas de la izquierda y la misma lucha ideológica.
Nada de eso autoriza a hablar de fin de ciclo. Las alternativas a esos gobiernos están siempre a la derecha y con proyectos de restauración conservadora, de carácter netamente neoliberal. Los gobiernos posneoliberales y las fuerzas que los han promovido son los elementos más avanzados de que los que dispone la izquierda latinoamericana actualmente. Funcionan también como referencia para otras regiones de mundo, como España, Portugal y Grecia, entre otros.
Lo que estamos viviendo es el final del primer período de la construcción de modelos alternativos al neoliberalismo. Ya no se podrá contar con dinamismo del centro del capitalismo, ni con precios altos de las commodities. Las clave del paso a un segundo período tienen que ser: profundización y extensión del mercado interno de consumo popular; proyecto de integración regional; intensificación del intercambio con los Brics y su Banco de Desarrollo.
Además deben ser superados los problemas apuntados anteriormente. Antes que nada se impone crear procesos democráticos de formación de opinión pública y dar la batalla de las ideas, cuestión central en la construcción de una nueva hegemonía en nuestras sociedades y en el conjunto de la región.
Hay que construir un proyecto estratégico para la región, no solo de superación del neoliberalismo y del poder del dinero sobre los seres humanos, sino también de construcción de sociedades justas, solidarias, soberanas, libres, emancipadas de todas las formas de explotación, dominación, opresión y alienación.


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sábado, 27 de febrero de 2016

ESTAS SON LAS AMENAZAS PARA EL CRECIMIENTO GLOBAL EN 2016.

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“Veo algunos elementos que tiran a la baja, a pesar de que el consumo se muestra sólido. El empleo no crece tanto como se esperaba. Las exportaciones se pueden frenar, si hay que cumplir con el déficit habrá tres o cuatro décimas menos de crecimiento. España estará entre el 2% y el 2,7%, un avance razonable”, pronostica. El turismo también puede frenarse pero lo peor, a su juicio, es qué ocurrirá más allá del 2017 si el país continúa teniendo lo que califica como “un pírrico nivel de productividad. El Gobierno no pone este tema en el centro del debate, y es fundamental”. Porque, tras la depresión por la que ha pasado el país, la recuperación sigue sustentándose en los mismos pilares que se desmoronaron en 2008.

“No me extrañaría que creciésemos un 2,7% este año y generaremos más de 300.000 empleos. Pero la economía española es una economía de impulsos, o crece al 3% o cae. Con nuestro sector exterior no tengo nada de autocomplacencia. Después de siete años de crisis, 18 puntos de incremento de tasa de paro, hemos conseguido llevar la balanza por cuenta corriente a un +1% del PIB, teniendo en cuenta que la deuda con el resto del mundo es del 120% del PIB, si calculásemos el ratio deuda/Ebitda, —que es lo que hacemos en las empresas—, necesitaríamos 120 años para devolver esa deuda”.

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ESTAS SON LAS AMENAZAS PARA EL CRECIMIENTO GLOBAL EN 2016.
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Sábado 27 de febrero del 2016.

El FMI pronostica que el mundo avanzará este año un 3,4%, pero ni su propia directora, Christine Lagarde parece creérselo cuando dice que el planeta se enfrenta a un crecimiento “decepcionante”. Las dudas sobre la desaceleración de China; la caída del precio del petróleo; la amenaza del Brexit en Europa; el éxodo migratorio provocado por las guerras y el terrorismo... nada a lo que el mundo no se haya enfrentado antes, pero un cóctel explosivo si todo ocurre al mismo tiempo.

EL PAÍS ha reunido a cinco expertos en un encuentro patrocinado por el Banco Sabadell para analizar la situación de la economía en 2016. Ven muchas curvas y pocas certezas en el horizonte.

“Los riesgos globales son todos a la baja, la desaceleración de China parece que será más profunda, la apreciación del dólar puede tener un impacto sobre los emergentes... tenemos a países como Brasil, Rusia o China en una situación muy delicada. Hay un riesgo de pánico global, que bajen las Bolsas... todo junto no va a ocurrir, pero nos conduce al pesimismo”, resume Paulina Beato, catedrática de Análisis Económico y economista del Estado.

Sofía Rodríguez, directora de Macroeconomía y Entorno Financiero del Banco Sabadell, apunta a que la principal preocupación está en el endeudamiento de las economías emergentes. “Con el dólar en máximos, las condiciones de financiación para muchas economías son más duras, están obligadas a un desapalancamiento que puede ser desordenado... las consecuencias financieras no son positivas. Nos preocupa el incremento de deuda derivado de las políticas monetarias en países emergentes y cómo ese desapalancamiento va a avanzar con consecuencias severas”.

Para Ángel Pascual-Ramsay, director de Global Risks de Esadegeo, los mercados pueden estar descontando un deterioro futuro. Le preocupa que la economía esté agotando las herramientas para responder a una nueva crisis global. “La última ancla de estabilidad, la FED, tiene un riesgo de dejarse llevar demasiado por los mercados. Es peligroso que tarde en subir los tipos de interés, que responda a las presiones”.

El economista se define como “moderadamente pesimista”. “China ha dado muestras en 30 años de que es capaz de gestionar un proceso complejo. Pero tiene problemas serios con las burbujas que se han creado. Hay estimaciones de que la deuda sobre el PIB puede rondar el 250%... Siempre hay un riesgo de que acabe exportando deflación al resto del mundo. Pero veo otros dos focos de inestabilidad: EE UU, con una actividad (empleo) de menor calidad, unida a un año electoral. Donald Trump, alguien con unas tendencias proteccionistas exacerbadas, puede ser un candidato real a la presidencia. Europa, por su parte, tiene dos problemas: el de los refugiados y el estancamiento económico”.

La libre circulación de personas, uno de los cimientos de la Europa contemporánea, se está rompiendo, y eso unido al peligro de que Gran Bretaña se descuelgue del proyecto comunitario añade tensiones. “El crecimiento global lo sitúo en torno al 2%. Estará caracterizado por una demanda débil, una montaña de deuda que va a ser difícil de pagar, con un petróleo en 30 dólares y una guerra de divisas con un montón de países intentando devaluar su moneda”, cree el analista de Esade.


El terrorismo contra Europa, en especial contra Francia. París. es una de las mayores amenazas mundiales.

Cumbre del clima.

Santiago Carbó, director de Estudios de Funcas y profesor de Cunef, añade al panorama la delicada situación en la que están las empresas energéticas. “La pérdida de valor que se ha producido es evidente, entre otras cosas por los acuerdos de cambio climático que han hecho que determinados activos valgan cero para siempre, y eso se tiene que recoger en los libros. Nos estamos quedando sin medidas de política monetaria para hacer frente a la situación. Y el recorrido de la política fiscal es limitado. Donde sí veo que puede haber una tormenta perfecta es si volvemos a tener una crisis financiera si no se resuelve bien la situación de la banca europea. Italia no reconoce los problemas que tiene, algo que le pasó a España desde 2008 a 2011”.

Sin embargo Ángel Berges, vicepresidente de AFI, sí detecta mecanismos para combatir la situación.

“Hay una volatilidad brutal, en algunos casos injustificada. El problema con China no es si crece al 9% o al 6%, sino la opacidad. Aunque pienso que tienen los suficientes mecanismos para gestionar la situación. Hay un problema de gestión de los valores de los activos y otro problema que es la banca. No sabemos lo que puede haber en la banca china, habría que hacer un verdadero ejercicio de transparencia. Y al no saber con exactitud el verdadero alcance no sabemos si solo hay desaceleración o hay un abismo”. Como solución, apunta entre otras a que los bancos centrales apliquen tipos de interés negativos: “El problema es que añaden inestabilidad financiera: los bancos no aguantan un entorno de tipos negativos porque son incapaces de generar márgenes”.

En Europa apuesta por reactivar el Plan Juncker para invertir en infraestructuras, “y no solo líneas de AVE y aeropuertos”, matiza.

La liquidez provocada por la política monetaria expansiva de los bancos centrales no se ha extendido a todos los agentes por igual. La responsable del Sabadell recuerda que Europa lleva muchos años

“en un proceso de recuperación de balances bancarios, ratios de liquidez, control de apalancamiento, e incluso trabajando en la gran arquitectura europea de control bancario. No hay vulnerabilidad en la banca, todo el endeudamiento ha ido a parar a otros agentes que son inversores a largo plazo. ¿Es la banca la que está en el foco? Una cosa es quién está expuesto al riesgo de crédito de esta política expansiva, y no es la banca. Otra cosa es esa actuación es propicia para la actividad bancaria, y no lo es, sobre todo si se combina con exigencias regulatorias cambiantes”.

El campo plagado de minas que parece dibujarse en las principales economías del globo hace difícil hacer previsiones en el caso español. De hecho, los organismos oficiales se han equivocado una y otra vez en los pronósticos de crecimiento del país. El FMI, por ejemplo, tuvo que revisar hasta seis veces el PIB alza en 2015. ¿Cuánto le va a durar a España el viento de cola de los bajos precios del petróleo y de la recuperación tras la abrupta caída de la crisis? ¿Qué papel jugará la inestabilidad política? Paulina Beato estima que el crecimiento quedará este año por debajo del 2,7%, el consenso en Funcas.

“Veo algunos elementos que tiran a la baja, a pesar de que el consumo se muestra sólido. El empleo no crece tanto como se esperaba. Las exportaciones se pueden frenar, si hay que cumplir con el déficit habrá tres o cuatro décimas menos de crecimiento. España estará entre el 2% y el 2,7%, un avance razonable”, pronostica. El turismo también puede frenarse pero lo peor, a su juicio, es qué ocurrirá más allá del 2017 si el país continúa teniendo lo que califica como “un pírrico nivel de productividad. El Gobierno no pone este tema en el centro del debate, y es fundamental”. Porque, tras la depresión por la que ha pasado el país, la recuperación sigue sustentándose en los mismos pilares que se desmoronaron en 2008.

No ha habido, creen los expertos, cambio en el modelo productivo, y eso añade debilidad a una economía que suele moverse por impulsos. Sofía Rodríguez apunta que España es un buen ejemplo de la falta de crecimiento crónico,

“es una economía que ha hecho los ajustes. El déficit por cuenta corriente se ha convertido en superávit, ha mantenido su cuota de mercado fuera, el déficit fiscal se ha ajustado en un momento en que estaba subiendo el gasto por las prestaciones por desempleo. Pero una cosa es corregir equilibrios y otra estar en condiciones de crecer”.

Berges cree que la sostenibilidad de ese crecimiento es la clave.

“No me extrañaría que creciésemos un 2,7% este año y generaremos más de 300.000 empleos. Pero la economía española es una economía de impulsos, o crece al 3% o cae. Con nuestro sector exterior no tengo nada de autocomplacencia. Después de siete años de crisis, 18 puntos de incremento de tasa de paro, hemos conseguido llevar la balanza por cuenta corriente a un +1% del PIB, teniendo en cuenta que la deuda con el resto del mundo es del 120% del PIB, si calculásemos el ratio deuda/Ebitda, —que es lo que hacemos en las empresas—, necesitaríamos 120 años para devolver esa deuda”, lamenta.

Como ejemplo habla de General Motors en Aragón: es la empresa que más exporta de toda la provincia, pero también la que más productos importa.

“Nuestro modelo productivo es de transformación, con muy poco valor añadido. Pero no nos engañemos, cambiarlo no es algo que vaya a suceder en 2016 ni en 2026. Hemos salido de la crisis gracias al turismo y al sector exterior, pero cuando hemos empezado a crecer, la aportación del sector exterior al PIB se ha vuelto negativa”.

La clave más política la ofrece Ángel Pascual-Ramsay, que considera que España está saliendo del pozo sin haber resuelto los problemas que tenía antes de entrar en él. Considera, como el resto de los participantes en el debate, que una recuperación débil sustentada en una cambiante confianza de los consumidores no es la mejor forma en la que el país puede afrontar su futuro.

“No me preocupa la ausencia de un Gobierno a corto plazo. Más que eso, a medio plazo veo en el sector privado español una incapacidad de aceptar la realidad sociológico-política. Tenemos un país en el que Podemos ha sacado prácticamente los mismos votos que el PSOE. Si a eso le sumamos los votos de opciones cercanas ideológicamente, tenemos entre siete y ocho millones de personas que están diciendo que el modelo de reforma laboral no es aceptable. No entro a valorar si eso es lo más eficiente o no. Pero en España hay una reacción de las élites contra esto. Las reformas van a ser más difíciles de hacer si no hay una pedagogía”.

Soluciones.

A la espera de que un pacto o a que la convocatoria de nuevas elecciones terminen con la situación de interinidad del Gobierno, algunas voces ven oportunidades para mejorar la situación.

“Sí que hay una salida: la reforma institucional”, reflexiona Rodríguez:

“Se han hecho muchas reformas en materia de transparencia fiscal, de pensiones... Pero hay otras encima de la mesa que podrían ayudar a fortalecer las instituciones, mejorando la transparencia y contra la corrupción. Hablo de la reforma del funcionamiento de las administraciones públicas, el Senado. Tenemos una oportunidad histórica”. Para ella el país cuenta con una serie de factores de impulso. “Es una de las pocas economías que tiene una sólida demanda interna y crece por encima del resto. Soy moderadamente optimista”.

Resta por saber si Bruselas relajará las exigencias para el cumplimiento del déficit. “Hay argumentos para la flexibilización”, señala Berges. Para Carbó, las reformas no han bastado para que Alemania saque al país del grupo de incumplidores del sur de Europa.


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viernes, 26 de febrero de 2016

LAS GUERRAS SUCIAS EN AMÉRICA LATINA.

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La guerra sucia en todo el continente, impuesta de diversas formas y prácticas visibles e invisibles, nos está ganando la batalla, SI nos está ganando, muy simple por tres cosas muy importantes:

Primero.- La derecha política y sus aliado la “nueva” clase media, su aliada incondicional – por irresponsabilidad  también de los propios partidos políticos de los países donde tuvieron éxito las políticas sociales, como la lucha contra la extrema pobreza, todos ellos nos expropiaron, nos expulsaron de nuestro hogar histórico, donde nacimos, crecimos y nos desarrollamos – la calle y la Plaza Pública -, parece que nos derrotaron y lo más condenable, que no hicimos absolutamente nada para recuperar ese recinto histórico, simplemente nos consumió el derrotismo y la perdida de fe en el futuro.

Segundo, el neoliberalismo cuando logra imponerse en el sistema vigente fines de los 70’ – gran desarrollo en los 80’ y 90’, fortalecido con las políticas del Consenso de Washington – viene “al mundo” inyectando el virus de la corrupción- Dos décadas después, cuando la izquierda progresista es Gobierno, logra inyectar ese virus no solo al sistema, sino a sus principales dirigentes y logra destruir sus organizaciones políticas,  su “clase política” y lo peor del virus venenoso a sus principales dirigentes.

Tercero.- Hemos entrado al gobierno con programas reformistas, electorales - de muy buena simpatía con los trabajadores y los pueblos en general, incluso por la propia derecha político-empresarial -. Las masas organizadas, los movimientos sociales – y lo que aún quedaba de partidos políticos, destruidos, derrotados por la Caída del Muro de Berlín, la imposición del neoliberalismo y la propia bancarrota ideológica y política de la izquierda – y el fin del Socialismo realmente NO existente, exigían grandes cambios sociales y políticos, pero no fue posible. Esta realidad, generó, produjo serias fracturas internas, en el seno de la izquierda histórica – socialista y revolucionaria -. A pesar de la radicalización de la lucha de clases en el escenario local-mundial, no fuimos capaces de romper la apatía política  y menos aspirar a salir del fango que nos tendió la derecha política internacional, con una propuesta política diferente, superior.

Cuarto.- Durante los años que hemos sido gobierno, nos hemos contentado con el triunfo electoral. No hemos hecho absolutamente nada por tocar, cuestionar, el Poder del Estado. Nos hemos embriagado con el triunfo de ciertas Políticas Sociales. Pero al Estado no lo hemos tocado ni con el pétalo de una flor. La derecha estuvo feliz en las década porque el crecimiento económico, la favorecía integrante a sus intereses. Pero la crisis del extractivismo tradicional exportador de materias primas entra en crisis – modelo colonial, donde están encerrados, atrapados, en mayor o menor medida todos los países de América latina

Quinto.- La crisis se dispara, los precios de los minerales, petróleo, gas, se desmoronan en el mercado internacional, quién es el  responsable. Coyuntura importante en el tiempo político – seguimos dormidos, unos los menos gozando del éxito de las políticas sociales, otros “millonarios” producto de la corrupción, otros buscando mejor ubicación  en la jerarquía política del gobierno. Pero no tuvieron la capacidad política y menos la entereza moral – de un  revolucionario, de un combatiente por su pueblo – de salir y denunciar quien era realmente el responsable de la crisis, que a través e formas cubiertas y encubiertas, es simplemente la proyección de la “gran crisis que explotó en septiembre del 2008”.


Sexto.- Mejor escenario interno – y su mirada continental – encontraron altamente positivo para el inicio de la guerra interna de la “nueva” burguesía político-empresarial, utilizando su mejor instrumento de dominio, influencia y control de masas: El Poder de los Medios de Comunicación, verdaderos mecanismos de control, influencia, apatía, manipulación de masas. En varios países ante la crisis de la Política, de los partidos y la propia debilidad de los gobiernos logran imponer su Agenda Política de clase Que hacen los gobiernos de izquierda, tarde, muy tarde “despiertan” en Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador, con distintas formas desde el Estado hacia un “control de los medios” lo cual levanta una polvareda política en todo América en especial, por los medios de la SIP (Sociedad Interamericana de Prensa (los dueños de los poderosos medios de comunicación), Comienza la guerra mediática y seudo-política.

Séptimo.- Comienza la guerra “sucia” interna, el desprestigio personal, familiar – los medios están al total servicio – para destrozar al político. (Es la nueva forma de sicarios. “El sicariato moral”. Ellos, la derecha, sus opinólogos, empleados de turno, medios, todos conjuntamente –todos a una – a destrozar al oponente. Lo han realizado con éxito en Argentina. Brasil, Venezuela, - la peor ha sido últimamente en Bolivia – siguen pero aún no logran derrotar en Ecuador. Con plena seguridad y conocimiento hoy vemos como están presentes en otros países, donde es gobierno la derecha como Perú, México, Colombia, Chile – los países de la Alianza del Pacífico – realizan un trabajo muy profundo – destrozar al adversario, alentar la división y criminalizar los conflictos sociales con la finalidad de castigar cruelmente a los dirigentes comunitarios y de los pueblos originarios. En estos países hay una real y verdadera prensa concentrada en una o dos Corporaciones Mediáticas y su influencia no solo es nacional, sino continental. Ejemplo Televisa y Azteca de México.

Octavo.- Hasta el momento, en el tiempo político e histórico están ganando la batalla, pero no la guerra. Hoy en Argentina y Venezuela en un mes de mayoría político-electoral, están liquidando todo lo avanzado en el campo super-estructural,  producto de 10 y 15 años; en Brasil se creen dueños absolutos del Poder – son dueños absolutos de la corrupción, pero la derecha política – pro-golpista – se desespera y acusa de corruptos y mete presos a los dirigentes del Partido de los Trabajadores, impone un sicariato moral sobre Lula y Dilma, intenta destruir la imagen y personalidad histórica del Comandante Chávez.  Ahora con la guerra sucia, más sucia del continente destruye a Evo – no perdona que un Indio Aimara, gobierne mil veces mejor que ellos – y deben derrotarlo totalmente.

Noveno.- Como forjamos des del Poder Popular, de los Movimientos Sociales una Alternativa Política de clase. Una Nueva Plataforma de lucha que nos logre sacar del dominio del charco neoliberal. La Pregunta está en pie en toda Nuestra América?.

Décimo.- Tenemos que salir del largo descanso del guerrero, primero para recuperar nuestro hogar histórico – las calles y plazas públicas – el Ágora griega está rondando el escenario de las clases y la lucha de clases. Forjemos, en segundo lugar,  una Nueva Ciudadanía Política, base fundamental, en tercer lugar, de la construcción social, cultural y política de los Nuevos Líderes Comunitarios, pero, en cuarto lugar,  con capital político y democrático, nuestro. Significa que los nuevos procesos políticos deben ser también “escuelas de formación ideológica y política” de los Líderes – no para las próximas elecciones, sino para las futuras generaciones -. Debemos recuperar nuestra Identidad Política, Histórica de clase y nuestro compromiso de construir en Nuestra América, la Patria Grande en un Mundo Nuevo. “La revolución, no es copia ni calco, es creación heroica de los pueblos”.


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LAS GUERRAS SUCIAS EN AMÉRICA LATINA.

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Ilka Oliva Corado.

Rebelión viernes 26 de febrero del 2016.

Fueron establecidas por Estados Unidos y la oligarquía latinoamericana simultáneamente con La Operación Cóndor que dio paso a sangrientas dictaduras que reprimieron a la población civil, vestigio del que nunca se terminará de recuperar el continente. Porque esas guerras sucias no son manuales codificados que se quedaron archivados en las hemerotecas y en las gavetas de Estado. Siguen vigentes, renovadas conforme lo exige la tecnología y el tiempo. Pero es el mismo enfoque, el mismo objetivo: desestabilizar a los gobiernos post-neoliberales que han hecho florecer a sus pueblos porque han impulsado transformaciones sociales y económicas de beneficio para las mayorías. En décadas anteriores fue para cortar de raíz el comunismo y el socialismo.

Se podría decir que el motor principal de estas guerras son los medios de comunicación que manipulan las mentes de las masas. Estos medios han tomado un papel fundamental: televisivo, escrito y hablado, que con la ayuda de las redes sociales se torna pólvora que explota en la enajenación de la muchedumbre que repite de memoria lo que es incapaz de articular y cuestionar por iniciativa propia.

Las bases fundamentales de esas guerras siguen vigentes, el paramilitarismo y el terrorismo están ahí, eso explica las desapariciones forzadas en países como México y Colombia que en los últimos años se cuentan miles. Eso habla de criminalizar a líderes comunitarios, defensores de derechos humanos y defensores del medio ambiente en países de gobiernos de carácter neoliberal. Por esa razón se siguen censurando radios comunitarias y desaparecen y asesinan periodistas disidentes a las políticas de Estado, y que con un profundo sentido de la ética informan con verdades comprobables. Esa guerra sucia que va de la mano con el terrorismo de Estado ha llenado de fosas clandestinas el continente y a insensibilizado a la sociedad.

Bajo esa lluvia de balas, entre en la vena de la Operación Cóndor que ha sacado raíces en el continente nacieron gobiernos post neoliberales, gobiernos progresistas que han sufrido todo tipo de calumnias y de golpes blandos. No es nuevo que sean desprestigiados, lo han vivido desde sus inicios. El panorama de los últimos meses en el continente nos muestra los miles de dólares que ha invertido Estados Unidos y la oligarquía mundial empresarial en la desestabilización de estos gobiernos.

Y cabe reseñar el golpe blando que se le quiso dar a Cristina con el caso Nisman, en el que los medios de comunicación de carácter neoliberal jugaron un papel principal, hicieron uso de todo tipo de artimaña para derrocar a la presidenta, y lograron sin mucho esfuerzo utilizar a las masas que desinformadas imprimen como esponjas todo lo que circula en las redes sociales, principalmente. Por medio de las redes sociales quienes orquestan la guerra sucia hicieron un llamado a las masas que, obedientes y sin refutar salieron con ollas y cacerolas a exigir la renuncia de quien ha enaltecido grandemente al país argentino. Esas masas, claro está, son clase media.

Esas mismas masas votaron por Macri, el cual ganó con un mínimo de diferencia en los votos. La guerra sucia pegó el tiro de gracia y hoy por hoy Argentina ha comenzado a desmoronarse, son millones y millones de dólares los que desaparecen diariamente desde las arcas del gobierno. Ha comenzado la represión a las manifestaciones populares. Los manuales de contra- insurgencia (1979) especifican claramente que se deben combatir los paros, los movimientos populares, las huelgas, las organizaciones estudiantiles, también el movimiento sindical. Es lo que está haciendo Macri en estos momentos con la resistencia argentina que defiende los logros de los gobiernos progresistas, es una clara guerra sucia con tintes de terrorismo de Estado.

En Venezuela en las vísperas de las votaciones parlamentarias Estados Unidos por medio de la DEA y los medios afines a las mediatización, lanzaron una bomba de tiempo contra Maduro, y explotó puntual y dio como resultado la mayoría de la derecha en el parlamento. Las guerras sucias son bombas de tiempo, movimientos milimétricos, muy bien estudiados en tiempo y forma; y si la población no está informada, si carece de Memoria Histórica y de dignidad los resultados son devastadores. Esas masas desinformadas son manipulables por indolentes y por su carencia de sentido común y de criterio propio; son marionetas, son aguas revueltas, son el comodín y la escalera, parte de esa estructura que desde un sistema colonial va de estocada en estocada hacia su propio pueblo.

En Brasil para las vísperas de las votaciones en Venezuela nuevamente se lanzó una granada contra Dilma, la acusación fue a nivel mundial desde la derecha internacional; se le acusó de corrupta y Brasil tembló, Estados Unidos se lamía los labios, ya se hacía con Petrobas en sus manos. Ya se hacía destruyendo por completo la Amazonía, ya se hacía exterminando a la infancia de las favelas, mismas a las que Lula y Dilma han brindado un sistema de salud como los nunca soñados en Brasil, gracias a Cuba y el programa Más Médicos. Entonces querían enjuiciarla y darle el golpe de estado tan ansiado e implementar de nuevo el neoliberalismo en la región. No es la primera que le hacen a Dilma y no será la última, las guerras sucias son el ataque constante a los gobiernos progresistas. A la dignidad y a la hermosura de un continente que lleva más de quinientos años resistiendo.

En este momento Estados Unidos no escatima gastos en la mediatización contra Evo, el referendo es una nueva oportunidad para que Bolivia siga en el camino de la reconstrucción con el primer presidente indígena que ha tenido el continente en toda su historia. ¿Qué clase media, oligarquía y poderío empresarial mundial quiere un indígena (inteligente, humano y con arrestos) como presidente? ¿A qué horas se nos escapó?, estará preguntándose constantemente Estados Unidos ya que en este país la voz de los nativos de los pueblos originarios está silenciada. En Latinoamérica los gobiernos de carácter neoliberal también reprimen a los pueblos indígenas. En Guatemala con una tierra arrasada y el Plan de Operaciones Sofía se les quiso exterminar por completo.

En las vísperas del referendo viene con todo la guerra sucia y lo acusan de tráfico de influencias, y sacan a bailar a una ex novia, y la convierten en amante y cargan el nombre y la integridad de ambos del tingo al tango. Y sacan al ruedo a toda la familia de Evo. El NO en Bolivia solo beneficia a la oligarquía nacional e internacional, solo beneficia a Estados Unidos con su Plan Cóndor y su guerra sucia que está renovando constantemente. El NO en Bolivia es un avance hacia el final del progresismo latinoamericano. Es un retroceso, es volver a estar de rodillas ante la explotación, la opresión y el saqueo. En cambio, la continuidad de Evo representa en el país y en la región la plusvalía de un continente que lucha por dignificarse e independizarse de todo despotismo.

La guerra económica que vive Venezuela también es parte de esa guerra sucia. La Operación Cóndor y la guerra sucia tienen innumerables vertientes y camuflajean a la perfección. Hay que estar atentos, hay que atreverse a dudar, a no creer por completo en los que dicen los medios de comunicación. Tener cuidado con el periodismo manipulador que solo busca beneficio a través de la desinformación. La información es maniobrable, se encubre la razón y el objetivo. Medios de comunicación empresariales son fieles a la oligarquía, la oligarquía fiel a la política exterior de Estados Unidos porque ambas sacan ventaja de oprimir y desangrar a los pueblos y la Pachamama.

Que quede claro que los resultados que se están dando en Suramérica, no son porque el pueblo esté cansado de esos gobiernos. No son porque esos gobiernos estén faltando a la integridad. El resultado es el trabajo extraordinario de la guerra sucia en las mentes de la clase media latinoamericana. El resultado es la vergüenza de esos graduados de universidad que son incapaces de discernir, de cuestionar, de dudar. Es la indolencia de una parte de la sociedad que desecha a los pueblos originarios. Es el resultado de una educación a nivel superior que desde una visión colonialista utiliza y extermina todo pensamiento propio. Es la falta de integridad, de conciencia y de humanidad de una clase media latinoamericana que baila al son que le toquen. Es el resultado de la comodidad de no ser ni chicha ni limoná.

En la vida un ser humano no puede ser imparcial ante la injusticia, tiene que tomar bando, tiene que involucrarse, tiene que hacer de su existencia un arte, un arte político para la liberación de los pueblos. De lo contrario seguirán las guerras sucias y las invasiones y será tristemente el patrimonio de apocamiento que heredemos a las generaciones futuras.


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