&&&&&
China
sigue política de autodefensa, declara premier. China sigue una política de autodefensa,
y el limitado incremento de su gasto militar se destina principalmente a mejorar las condiciones de vida de los
oficiales y soldados y a elevar la capacidad de la autodefensa del país,
declaró hoy en esta capital el primer
ministro Wen Jiabao. La
política de defensa de China es transparente, destacó
Wen, quien añadió que el país nunca
ha enviado ni a un soldado al extranjero con la excepción de las misiones de paz, y no ha ocupado ni un centímetro
de tierra extranjera. Wen hizo
estas declaraciones durante su encuentro con la prensa tras la clausura de la
actual sesión anual de la Asamblea
Popular Nacional, la máxima legislatura de China. Wen señaló que China se adhiere a una política de desarrollo
pacífico, esencia de la cultura
tradicional del país, debido a las necesidades de desarrollo e intereses
nacionales, subrayando
que China es "un país responsable" con la comunidad internacional.
No
progresarán relaciones China-Japón sin solución del problema de Santuario
Yasukuni. Será difícil que las relaciones chino- japonesas progresen
si los dirigentes nipones no dejan de visitar el Santuario Yasukuni para rendir homenaje a los criminales de la II
Guerra Mundial, destacó hoy el primer ministro
chino Wen Jiabao. Los dirigentes japoneses son los culpables de la actual
situación entre ambos países, y ni China
ni el pueblo japonés tienen la culpa de nada, señaló Wen en una conferencia
de prensa tras la clausura de la sesión anual de la X Asamblea Popular Nacional. China ha realizado esfuerzos para
mantener relaciones bilaterales de amistad de generación en generación, basadas
en el principio de
"tomar la historia como un espejo y mirar al futuro". Además,
tres documentos políticos han sido firmados entre los dos gobiernos para mejorar sus relaciones, afirmó Wen. El premier
instó a realizar diálogos estratégicos entre los dos gobiernos para superar los
obstáculos que afectan la amistad entre
China y Japón. "Fortalecemos
también los intercambios entre los dos pueblos para mejorar el entendimiento y
la confianza mutua", opinó Wen.
Además, el líder chino pidió estabilizar y desarrollar los lazos comerciales y económicos entre
ambos países con miras a expandir la cooperación con beneficios mutuos.
/////
Será difícil que las relaciones
chino- japonesas progresen si los dirigentes nipones no dejan de visitar el
Santuario Yasukuni para rendir homenaje a los criminales de la II Guerra
Mundial, destacó hoy el primer ministro chino Wen Jiabao.
*****
Coyuntura en ASIA. China y Japón con
asuntos históricos no resueltos.
*****
Juan Francisco Coloane (especial para
ARGENPRESS.info)
Viernes 24 de agosto del 2012.
Los recientes eventos en
Asia con chinos tanto de la República Popular China como de Taiwán, reclamando
supremacía territorial en varias islas y la retaliación de activistas japoneses
no es una coyuntura que sorprenda, ni es nueva.
Lo que sí podría
sorprender -hasta cierto punto- es el momento en que ocurre. ¿Puede extrañar el
grado de intencionalidad en la creación de este evento en Asia, donde se
enfrentan dos gigantes como Japón y China, para desviar la atención del
conflicto de doble punta con Siria e Irán?
Se trata en todo caso de
una expresión más de la tensión latente e histórica entre los dos gigantes
asiáticos. Es una pieza más de una coyuntura que se venía gestando en
combinación con el conflicto entre las dos Coreas, vestigio evidente de la
guerra fría en Asia no ha terminado desde el nacimiento de China comunista en
1949. El conflicto que generó la guerra en la península de las dos Coreas ese
año fue en el fondo el tema de China y no la partición de dos Coreas. Hay una
frase dicha por algún prócer que estampa el problema real de Estados Unidos y
de Occidente en general: “En el conflicto coreano perdimos definitivamente a
China”.
Así como China
territorialmente es inmensa en comparación con Japón, la nación nipona en
definitiva se compone de alrededor 4000 islas. Si hay algo que le podría
afectar más al Japón es el que le disputen islas en su cultura isleña. Las
islas, llamada Diaoyu para China y Senkaku para Japón, supuestamente tienen
recursos, aunque el tema es el del nacionalismo latente y de heridas históricas
no superadas.
Este antecedente se
entremezcla con la crisis mundial del capitalismo en donde el poderío económico
del Asia en su conjunto podría en un futuro cercano restarle gravitación al
poder central que han ejercido las potencias coloniales occidentales tradicionales
con Estados Unidos en los últimos dos siglos. Lo que menos se espera en
Occidente es un Asia cohesionada bregando por los mismos intereses y en este
sentido el Imperio Japonés es una cuña fundamental para que la nueva
gravitación no gire en torno a China.
El Japón moderno e
industrializado a partir del siglo XIX comienza una etapa de expansionismo sin
precedentes solo comparable con la colonización europea en el mundo. Intenta
invadir China y Corea en la guerra de 1895-1896. Coloniza Taiwán desde 1895 a
1945, e invade finalmente China de 1937 a 1945. Hay que recordar la ocupación
especial en Hong Kong de 1941 a 1945.
La respuesta oficial de
Japón frente a la asonada no sorprende siendo que es el poder subrogante de la
Alianza Transatlántica en la zona. “Que se entiendan entre asiáticos”… sería el
predicamento en esa alianza. En los cuarteles de la OTAN por decirlo de un
modo, “tienen el plato bien lleno” de conflictos con la desestabilización en el
Medio Oriente por lo de Siria y una nueva desestabilización quién sabe de qué
magnitud, en el Asia Central, Pakistán e India por lo de Irán.
La reacción de Japón
puede considerarse una señal de que para los equilibrios geo-estratégicos hay
que contener el poderío de China, especialmente a través de un severo control
en finanzas y seguridad, que son dos ejes clave en las relaciones
internacionales federalizadas: Un centro de poder absoluto y relaciones entre
países armonizadas para mantener la cohesión del sistema y con libertades
delegadas aunque monitoreadas bajo estrecha vigilancia. El sueño del estratega
occidental, -no necesariamente todos los europeos lo sienten así-, es concebir
un sistema de relaciones entre las naciones como está planteado en la
Constitución de Estados Unidos.
En China es fácil
prender la hoguera anti japonesa. Para los que han vivido allí, si existe un
enemigo histórico irreconciliable ese es Japón y probablemente esta sea la
controversia más profundamente enraizada comparable solamente con la crisis
palestino-israelí.
La desestabilización en
el largo plazo en el Asia mayor particularmente China y su zona de influencia,
juega a favor de la Alianza Transatlántica. Sin duda que Estados Unidos y Gran
Bretaña están interesados en recuperar el terreno perdido en Asia en cuanto a
influencia y supremacía. Japón en este sentido es potencialmente un aliado
insuperable especialmente en comparación con India, siempre ambigua abordando
tensiones en varios frentes –Afganistán, Pakistán, Sri Lanka- para consolidase
como poder regional en su área de influencia.
Hay que tener presente
que los movimientos separatistas en India tienen una antigua raigambre en el
Maoismo como doctrina asiática de liberación. El Gobierno Indio ha sido
cuestionado por los sectores más independientes al haber pactado con Estados
Unidos convenios de seguridad estratégica bajo el eufemismo de la lucha
internacional contra el terrorismo y la proliferación nuclear.La alternativa de
Japón como punta de lanza para desarrollar ciertos equilibrios frente a la
poderosa influencia china en el Asia es fundamental considerando que en
términos de redes étnicas y culturales, China predomina en un eje que va desde
Myanmar hasta las islas del Pacífico, pasando por Indonesia, Filipinas y el
sudeste asiático.
Sin embargo el dilema
expansivo de la Alianza Transatlántica no es mas que los conflictos internos
del gran capital transnacional por no haber encontrado una fórmula política a
su domino económico. Como que a lo largo de la desregulación del Estado también
se desreguló el ámbito donde se hace la política con los intereses civiles y de
las personas. No ha sido posible controlar con paz y fluidez la fábrica
planetaria sin sistemas políticos que sean generados por la gente con grados
reales de libertad y no sistemas políticos impuestos por el poder del capital
con altos grados de autoritarismo.
Para Estados Unidos se
cruzan los nuevos bríos de una alianza con India y reimpulsar la hegemonía
japonesa. Para China se cruzan esa alianza con India, y su antigua aspiración
de la reincorporación de Taiwán a su integridad territorial, sin descartar su
histórica desconfianza hacia Japón. A China no se le facilitará su ambición
sobre Taiwán y a Estados Unidos le costará mucho persuadir a China desprenderse
de su tutelaje sobre Corea del Norte. Un intercambio de Taiwán por Corea del
Norte por el momento no es concebible. A la larga China gana económicamente en el Sur y pierde
geopolíticamente en el Norte, que es donde se hace fuerte.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario