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“Lo que estamos viendo son protestas
auto-organizadas de manera colectiva”, explicó en una entrevista telefónica desde Asunción Gabriela Schvartzman Muñoz, la
portavoz del Movimiento Kuña Pyrenda, un movimiento político socialista y feminista que organiza las manifestaciones
de los jueves en la capital. Esta forma
de movilización organizada de modo más colectivo es un fenómeno
relativamente nuevo en los movimientos sociales paraguayos y ha marcado las
nuevas manifestaciones por la democracia en el país. “Antes era el presidente del
sindicado quién organizaba a la gente para una huelga, o un dirigente campesino que encabezaba una
movilización. Ahora no vemos ese tipo de dirigencia tradicional, explicó
Schvartzman. “Detrás de esas marchas ciudadanas, no hay un líder político,
no hay un dirigente de una organización; son movilizaciones más espontáneas”. Semejantes
protestas involucran “la participación de personas que antes eran invisibles y
ahora son protagonistas”.
“El nuevo movimiento urbano representa
una brisa fresca en el alicaído y desmovilizado sector social”, me explicó el abogado paraguayo de
derechos humanos Orlando Castillo en una entrevista. “Paraguay se encuentra en una etapa sumamente interesante, donde se
abre un abanico de posibilidades que pueden llevar a fortalecer procesos
sociales…” Fuera de las fronteras sin
salida al mar de la nación, las olas de migrantes paraguayos cuyas cifras
han aumentado vertiginosamente durante los últimos ocho años también se
movilizan contra el golpe de Franco. Castillo dijo: “Hoy son ellos los encargados de dar globalidad
a esta resistencia. Es la cara del exterior contra el golpe...”
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Frente de Defensa de la Democracia (FDD). Por la recuperación de la Democracia.
Movimientos sociales por la democracia se
movilizan en Paraguay.
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Benjamín Dangl.
Rebelión. Jueves 9 de agosto del 2012.
Traducido del inglés para Rebelión por Germán
Leyens.
Así llueva o
truene, cada jueves en Asunción, Paraguay, los activistas se reúnen para
protestar contra el gobierno derechista de Federico Franco que llegó al poder
por medio de un golpe parlamentario el 22 de junio contra el presidente de
tendencia izquierdista Fernando Lugo. Estas protestas semanales representan un
nuevo espíritu y estrategia de protesta en el Paraguay posterior al golpe.
El golpe
engendró nuevos acuerdos corporativos, represión de los derechos ciudadanos y
enérgicas medidas contra la libertad de prensa. También creó, sin proponérselo,
un nuevo panorama de luchas y movimientos sociales izquierdistas.
Estos
movimientos por la democracia se han alzado contra el gobierno golpista y los
continuos ataques estatales y corporativos contra los derechos humanos, el
medio ambiente y los pequeños agricultores. Algunos activistas protestan contra
despidos por motivos políticos, mientras otros exigen una nueva constitución.
Más allá del cuestionamiento del gobierno de Franco, estos movimientos
presentan un programa progresista en el debate sobre qué tipo de país desean
los paraguayos, no importa quién esté en el poder.
Resistencia colectiva.
“Lo que
estamos viendo son protestas auto-organizadas de manera colectiva”, explicó en
una entrevista telefónica desde Asunción Gabriela Schvartzman Muñoz, la
portavoz del Movimiento Kuña Pyrenda ,
un movimiento político socialista y feminista que organiza las manifestaciones
de los jueves en la capital.
Esta forma
de movilización organizada de modo más colectivo es un fenómeno relativamente
nuevo en los movimientos sociales paraguayos y ha marcado las nuevas
manifestaciones por la democracia en el país.
“Antes era
el presidente del sindicado quién organizaba a la gente para una huelga, o un
dirigente campesino que encabezaba una movilización. Ahora no vemos ese tipo de
dirigencia tradicional, explicó Schvartzman. “Detrás de esas marchas
ciudadanas, no hay un líder político, no hay un dirigente de una organización;
son movilizaciones más espontáneas”. Semejantes protestas involucran “la
participación de personas que antes eran invisibles y ahora son protagonistas”.
La
resistencia al golpe está extendida por el país e involucra generalmente
pequeñas manifestaciones urbanas (sobre todo en Asunción) que han utilizado
pintorescas marchas, arte, teatro, música y poesía como expresiones de
resistencia. Notablemente, la juventud ha dirigido gran parte de la
organización en este movimiento y las redes sociales como Facebook y Twitter
han jugado un rol crucial en el agrupamiento de la gente contra el gobierno
golpista.
“El nuevo
movimiento urbano representa una brisa fresca en el alicaído y desmovilizado
sector social”, me explicó
el abogado paraguayo de derechos humanos Orlando Castillo en una entrevista.
“Paraguay se encuentra en una etapa sumamente interesante, donde se abre un
abanico de posibilidades que pueden llevar a fortalecer procesos sociales…”
Fuera de las
fronteras sin salida al mar de la nación, las olas de migrantes paraguayos
cuyas cifras han aumentado vertiginosamente durante los últimos ocho años
también se movilizan contra el golpe de Franco. Castillo dijo: “Hoy son ellos
los encargados de dar globalidad a esta resistencia. Es la cara del exterior contra
el golpe...”
Una lucha por la soberanía.
A escala
nacional el gobierno de Franco no ha aumentado las perspectivas de la mayoría
de la empobrecida clase trabajadora del país. “La situación social se mantiene
casi invariable [después del golpe]: la pobreza y la extrema pobreza afectan
casi al 57% de la población”, dijo Raúl Zacarías Fernández, sociólogo y
director del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Católica de
Paraguay en la Revista Debate. Según el sociólogo, los que en el movimiento
de los sin tierra luchan por tener tierra propia “se están reorganizando y preparando ‘ocupaciones’”.
Mientras tanto, Franco no se ha reunido con una
sola organización social, urbana o campesina desde que tomó el poder. En su lugar, según su agenda oficial se ha
concentrado en reuniones con los dirigentes empresariales. En el poco tiempo
que lleva en su puesto, Franco ha impuesto por la vía rápida acuerdos
controvertidos con Monsanto y con la compañía minera Rio Tinto Alcan (RTA)
basada en Montreal, acuerdos que según afirman los críticos amenazan derechos
humanos y medioambientales y la soberanía económica de la nación. Esas acciones
han motivado numerosas protestas y debates en todo el país.
Hablando del
acuerdo con RTA y Monsanto, el economista paraguayo Luis Rodas dijo a IPS News que,
“Preocupa que un gobierno no elegido por el voto popular brinde la venia a
estas inversiones (de capitales foráneos) sin ningún control”. En el caso de
los acuerdos con ambas compañías, Franco está procediendo sin hacer los
estudios que normalmente requieren tales acuerdos.
El 30 de
julio el expresidente Lugo y Ricardo Canese, ingeniero y dirigente de la
organización social Frente Guasú, lanzaron la campaña “No al golpe de Rio Tinto
Alcan”. Tratan de impedir que la compañía llegue al país y trabajan en la
recolección de 100.000 firmas contra el trato RTA, que según ellos allanó el
camino al golpe.
Como
reacción ante el convenio que el gobierno de Franco hizo recientemente con
Monsanto apoyando las semillas de algodón genéticamente modificadas, el
dirigente campesino Jorge Galeano dijo a AP que el uso de estas semillas
"irá en contra de la economía de los pequeños productores” y utilizará
productos agroquímicos que solo benefician a la producción en gran escala. “Y
ese es un condicionamiento comercial que viola un concepto nuestro de lucha por
la soberanía agrícola paraguaya”, dijo Galeano.
Una serie de
manifestaciones y huelgas han sido también organizadas por trabajadores y
sindicatos para denunciar el despido políticamente motivado por el gobierno de
Franco de empleados estatales en diversas agencias, ministerios, plantas
hidroeléctricas y medios noticiosos. Los trabajadores dicen que son despedidos
por su apoyo a Lugo o sus creencias políticas izquierdistas. El hecho de que
esta purga de empleados públicos sea cometida por una administración que no fue
democrática elegida ha encolerizado aún más a los trabajadores y sus
partidarios.
La sombra del dictador.
Gran parte
de los últimos cambios políticos y sociales se pueden rastrear a la sombra de
la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989), que todavía planea sobre la nación.
Después de la dictadura en 1989, muchos de los políticos del régimen
simplemente volvieron a la política con nuevos roles, dijo Castillo. “Si bien
se fue el dictador, la estructura de poder quedó intacta”. Y esa estructura del
poder –feudal, represiva, elitista y conservadora– sigue definiendo la política
paraguaya.
“Eso sí, que
lo que logra el golpe de Estado de la derecha, es principalmente separar las
aguas y posicionar a los actores políticos, desenmascarándolos, logrando la ciudadanía,
tanto rural como urbana, distinguir entre los que se proponen cambiar el statu quo y los que quieren seguir
manteniéndolo”, explicó Castillo.
Esa nueva
conciencia política se ha manifestado de diversas maneras. Según Schvartzman,
el golpe demostró que la constitución de 1992 carece de valor y que fue
manipulada por políticos que la utilizaron para perpetrar un golpe
parlamentario ilegítimo. “Y por lo tanto el pueblo dijo ‘¡No!’ Hemos comenzado
a plantar otro modelo de democracia, otro modelo de sociedad, y la gente ya
habla de organizar una asamblea nacional constituyente en la que podamos
discutir esos temas”.
Dijo que la
actual crisis del país no será resuelta por las elecciones presidenciales
planificadas para abril de 2013. La solución, según Schvartzman, emergerá
cuando los ciudadanos se puedan sentar a discutir su futuro en una asamblea
constituyente. “Ahora existe una urgente necesidad”, dijo, “de desarrollar
mecanismos más fuertes que garanticen que no se violen los derechos de los ciudadanos…
Nos movemos en esa dirección, discutimos un nuevo paradigma.”
Para más información sobre este asunto
vea: La guerra por los
recursos naturales tras la crisis de Paraguay y La cosecha amarga de Paraguay .
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El nuevo libro de Benjamin Dangl, Dancing with Dynamite: Social
Movements and States in Latin America (AK Press), trata de movimientos
sociales contemporáneos en Latinoamérica y sus relaciones con los nuevos
gobiernos izquierdistas de la región. Es editor de TowardFreedom.com, una
perspectiva progresista de los eventos mundiales, y de UpsideDownWorld.org,
una web sobre activismo y política en Latinoamérica. Contacto: Bendangl@gmail.com
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