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ACERCA DE LA LEY
UNIVERSITARIA. Nuestra Opinión.- La Comisión del Congreso debe ser más
flexible y democrática. Se debe modificar la
Superintendencia (Tiene olor a intervención y prepotencia) los representantes
deben ser Académicos, Doctores de las distintas especialidades y financiar la
Acreditación (Pregunto de todas las Carreras?) de funcionamiento y Calidad
Académica, ahí está pendiente otra Polémica Nacional sobre un tema central y
fundamental en la Universidad Peruana. Ahora las mafias que controlan las
Universidades llaman a los docentes, trabajadores y estudiantes para formar un
Frente de Defensa de la Universidad (o defensa de sus intereses, de su
mediocridad, del negocio negro interno y mafias). Es tiempo de ser transparente
con nuestros planteamientos y/o propuestas académicas y consecuente con lo que
siempre hemos luchado, una Reforma total de la Universidad Peruana. Básicamente
Reforma Académica, Administrativa e Institucional en su conjunto.
Es tiempo de poner a la Universidad de cara a nuestra realidad y que
asuma directamente las grandes tareas y responsabilidades que hoy la sociedad
exige. Porque en la actualidad, así como va en medio de un caos, desgobierno, corrupción, mediocridad, incompatibilidades, currículo trasnochado, (de hace más de dos décadas, salvo excepciones), profesores que no realizan
investigación, (universidad que no realiza investigación, está condenada al caos y crisis final de descomposición institucional) Docentes, postergados en sus Derechos académicos, económicos. Universidad sin
proyección Social. Es mantener una Universidad camino al desprestigio
absoluto..... Maestrías y Doctorados por lo general es "propiedad" del grupo de mediocres que hicieron causa común y mayoría. El Campus Universitario es el campo de los negocios de un grupo de "emergentes" e incondicionales. (Ahí está parte
de la “clase media” emergente del Banco Mundial. ¿Qué ironía? Para eso quieren
muchos Autonomía. En su vida muchos de ellos han leído o por lo menos han
asumido en su trabajo cotidiano la defensa y desarrollo de la propia Autonomía
Universitaria. (La conquista universitaria de 1918, Córdoba, 1919 Lima San Marcos, (enero) y Arequipa (mayo de 1919). Por favor sabían que aquí estuvo en mayo de 1919 el Dr. Alfredo Palacios, invitado por los alumnos y profesores. Hay que enriquecer, recrear la Reforma Universitaria y que
responda a los tiempos actuales. La Universidad necesita con urgencia una Nueva
Ley, hay que perfeccionar la presentada por la Comisión, abriendo la
Democracia para participar todos los que deseamos Opinar con fundamento. Pero
nada con las mafias, los mediocres, corruptos y menos con los Lobbies en el Congreso.
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Aquí esta la respuesta en la forja y construcción de un camino correcto, dialogante y democrático. Profesores y Alumnos somos el motor académico principal de la Universidad. Ambos Gremios han propuesto alternativas democráticas sobre la Ley Universitaria. La democracia es para todos, no sólo para los "iluminados" del Congreso. Hay que dialogar con Docentes y Estudiantes.
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DICTAMEN HABEMUS. LA LEY UNIVERSITARIA.
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Otra Mirada. Miércoles 11 de diciembre del 2013.
Dr. Nicolás Lynch Gamero
Por fin luego de dos legislaturas de debate se aprobó el dictamen del
Proyecto de Ley Universitaria en la Comisión de Educación del Congreso. No es
un proyecto perfecto pero luego de algo más de una década de lucha por una
nueva ley universitaria es lo más lejos y lo mejor que se ha llegado al
respecto. ¿Por qué una ley? Lo hemos dicho varias veces, porque hay un caos en
el sector con verdaderas mafias que controlan por la fuerza y el dinero decenas
de universidades, antiguas y nuevas, públicas y privadas, que distan de cumplir
su papel como productoras de conocimientos. ¿Las hay buenas y decentes? Claro
que sí. Pero como todo en la vida, una golondrina no hace el verano ni la
excepción a la regla y en la universidad peruana lo que predominan no son las
golondrinas.
Las novedades del dictamen aprobado incluyen mejoras en los sistemas
administrativos y académicos para todas las universidades, hacen más flexible y
eficiente el gobierno universitario, ponen algunas reglas que cumplir a las
universidades privadas empresa respecto de temas tributarios y de gestión,
establecen exigencias para que las universidades desarrollen investigación,
pero sobre todo, ponen especial énfasis en la mejora de la calidad de la
enseñanza y de la producción de conocimientos. Asimismo, el dictamen establece
el voto universal y ponderado para la elección de las autoridades
universitarias, para las universidades públicas y las privadas de régimen
democrático. Esto último es una excelente noticia porque de ponerse en práctica
podría terminar con los grupos que se han apoderado del gobierno universitario
en distintas universidades públicas, burlándose de la ley y de la voluntad de
los claustros.
En lo que falla el dictamen es en el diseño del organismo regulador del
sistema universitario. Acertadamente señala la necesidad, una necesidad por la
que hemos luchado durante años, de un organismo regulador del conjunto del
sistema universitario. Sin embargo, empezando por el nombre, debería llamarse
Comisión o Consejo y no Superintendencia que suena a guachimán. Señala, además,
que este organismo debe ser nombrado desde afuera del sistema y no,
democráticamente, por los universitarios mismos. Incluye igualmente, entre
nueve, tres representantes del gobierno y uno de los empresarios, además de otro
de los colegios profesionales. Los cuatro de la universidad quedan en minoría y
no se sabe cuál es su origen. De allí los reclamos de que viola la autonomía
universitaria. La composición debería cambiar. Tres representantes de las
universidades públicas y tres de las privadas, elegidos por los profesores
principales nombrados con grado de doctor en cada caso, dos representantes de
los colegios profesionales elegidos por sus miembros y solo uno del Poder
Ejecutivo. De esta forma tendríamos expertos y no mirones para realizar un
trabajo básicamente técnico, pero sobre todo con legitimidad en los claustros y
no al revés como se pretende hoy.
Los que se oponen al dictamen son los que perderían el poder que ahora
tienen. En el caso de los dueños de las universidades empresa tendrían por
primera vez que dar cuenta de lo que hacen, en términos de calidad de su
producción universitaria, para certificarse, dar títulos a nombre de la nación
y ser merecedores de las exoneraciones tributarias correspondientes. Se resisten
a ello, tratan su labor como si fuera cualquier negocio y se sienten, por el
poder del dinero que ganan, más allá del bien y del mal. En el caso de muchos
de los rectores de las públicas, temen perder el poder que han capturado muchas
veces con malas artes, violando la ley a su antojo y persiguiendo a sus
opositores. ¡Ah, me olvidaba! Cuentan también con un aliado no recomendable,
las raleadas huestes senderistas en distintas universidades que en todos estos
meses han gritado por el archivamiento del proyecto.
Ojalá que el proyecto pueda ser mejorado en el pleno y se termine de
perfeccionar el organismo regulador. Ojalá también que nuestros congresistas
tengan el coraje
de aprobar algo diferente y así empezar un cambio que anhela la universidad peruana.
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