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“La Presidenta Xiomara Castro
y el 8M. En cuanto a los derechos de las mujeres, existía una
gran esperanza en que mejorara la situación con
el gobierno de Castro, a pesar de que Honduras es un
país conservador donde las religiones tienen un peso enorme en la opinión pública. El 8M
pasado se volvió a legalizar la pastilla
anticonceptiva de emergencia, prohibida después
del golpe, y este 8M
el Congreso aprobó la Ley de Casas Refugio para
sobrevivientes de violencia. Sin embargo, los diputados hombres no dieron quórum para otras demandas feministas.
“La
presidenta afirmó que el 2024
sería el año de la SALUD y la EDUCACIÓN, dos pilares del
autodenominado “gobierno socialista y solidario”.
A nivel sanitario, se anunció la construcción de
ocho hospitales distribuidos a lo largo del
país. Tres de ellos ya están en proceso y se
espera su inauguración para el próximo año.
También se proyecta crear un laboratorio de remedios para no
depender exclusivamente de la importación. A nivel educativo,
se han restaurado muchísimas escuelas públicas que
se encontraban al borde del abandono y se ha
creado un programa de becas para todas las
etapas formativas. Para fomentar la presencialidad
escolar se ha lanzado una campaña de alimentación que cubre casi el 97% de los centros educativos. La campaña ha sido reconocida internacionalmente en un
país donde la falta de recursos impide la escolaridad de
un gran sector de la niñez.
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DOS AÑOS DE GOBIERNO SOCIALISTA Y SOLIDARIO.
Xiomara Castro llegó a la mitad de su mandato en
Honduras.
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La primera presidenta en la historia de su país le ha dado un drástico giro a las políticas neoliberales implementadas por quien la
precedió en el poder.
Por Ezequiel Sánchez.
Fuente. Página / 12 sábado 16 de marzo del 2024.
A dos años de
la toma de posesión de la presidenta hondureña Iris Xiomara Castro, el gobierno socialista de la
compañera de Manuel “Mel” Zelaya Rosales
-quien sufriera el Golpe
de Estado en 2009- le ha dado un drástico
giro a las políticas neoliberales implementadas por quien la precedió en
el poder, Juan Orlando Hernández,
condenado hace una
semana en Estados Unidos por conspirar para
importar más de 500 toneladas de cocaína.
Titánica tarea tuvo que
asumir la primera mujer en la historia en
presidir las riendas de la saqueada nación, la segunda más empobrecida del continente después de Haití, y de donde
comenzaron a huir las caravanas migrantes cuando
la falta de oportunidades, la violencia, o las
inclemencias climáticas hicieron insostenible vivir con dignidad en el país centroamericano.
Habiendo pasado la mitad de gestión, Castro intenta ascender al país del infierno al purgatorio -Néstor Kirchner dixit- con un Estado presente y con el gabinete más joven de América Latina, producto de la mezcla entre antiguos funcionarios de Zelaya y los que comenzaron su militancia en las calles durante la resistencia al Golpe.
Subsidios
En un contexto planetario donde el
mundo se cae a pedazos, la presidenta ha
decidido subsidiar la gasolina, el gasoil y la electricidad
para amortiguar el impacto de su precio internacional sobre
la canasta básica, a pesar de haber recibido una economía quebrada.
En ese sentido, ha sido vital abrir líneas de financiación por fuera de las preexistentes con el Fondo Monetario Internacional. La integración al Banco Interamericano de Desarrollo y el Caribe CAF y la buena relación con la Unión Europea y los países
asiáticos le ha permitido sumar recursos para invertir en sus políticas públicas.
A nivel geopolítico, entablar relaciones
diplomáticas y comerciales
con China (en detrimento de su vínculo con Taiwán) ha sido además un golpe sobre la ya decadente hegemonía estadounidense. Sobre todo, considerando que Centroamérica siempre fue el patio trasero de Washington y Honduras su epicentro en
la región.
Los medios locales y cierto empresariado pusieron el grito en el cielo, argumentando que el comunismo aislaría a Honduras y frenaría todo tipo de inversión, pero ni el propio gobierno norteamericano sostiene ese discurso de la guerra fría, siendo China y Estados Unidos enormes socios comerciales entre sí.
Justicia
tributaria
La verdadera razón del enojo con
la presidenta Castro reside en su voluntad de sancionar la Ley de Justicia Tributaria, con la que
busca que quienes más producen,
más paguen. Honduras
pierde en exenciones impositivas alrededor del 6%
del PBI -una de las tasas
más altas del continente-, y estuvo a punto de ser declarado paraíso fiscal.
En el plano internacional, Castro ha asumido la presidencia pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños CELAC, del Sistema de la Integración Centroamericana SICA y de la Coalición de Naciones con Bosques Tropicales LEAF, desde las que busca reposicionar al país en el llamado concierto de las naciones, después de que su imagen se viera tan deteriorada por las fundadas denuncias por narcotráfico al gobierno anterior.
Renovación
en el Poder Judicial
Con el apoyo de Castro un nuevo Fiscal General está desempolvando antiguas denuncias archivadas y abriendo nuevas líneas de
investigación contra políticos
y empresarios corruptos
que han sido responsables
o cómplices del saqueo
sistemático que se produjo para -entre otros fines- financiar las
campañas de 2013 y 2017
del Partido Nacional. La
renovación de Poder
Judicial se completó con una nueva Corte Suprema
de perfil centroizquierda: por ley en Honduras la Corte y la Fiscalía General cambian cada
cinco años.
Además, se ha buscado limpiar
a las fuerzas
policiales y militares, con énfasis en materia de derechos humanos. Pero para bajar los índices de criminalidad, también se
le ha apostado al deporte como forma de inclusión social, invirtiendo en construir y restaurar centros deportivos en todo el
territorio.
Infraestructura-
El fomento a la infraestructura ha sido un
pilar clave para generar empleo, mover la microeconomía y modernizar al país. Nunca en la historia de Honduras se habían asfaltado tantas carreteras. No solo las arterias principales, sino también caminos
que en épocas de lluvias quedaban
intransitables, aislando comunidades y
haciéndole más difícil a los pobladores vender
sus cosechas. Además, se han lanzado bonos
ganaderos para fomentar la producción
agrícola en un país que tiene que comprar alimentos.
Por otro lado, se planea construir un tren interoceánico que conecte los puertos del Caribe con el del Pacífico para movilizar mercadería de manera más eficiente. A eso se le suma la reparación de los aeropuertos de San Pedro Sula -el polo económico del país-, de La Ceiba y de Roatán -la isla con mayor afluencia de turistas-. Y el gobierno está recuperando la administración del aeropuerto de Tegucigalpa, que estaba en manos privadas y solo se usaba para vuelos de cabotaje.
8M
En cuanto a los derechos de las mujeres, existía una
gran esperanza en que mejorara la situación con
el gobierno de Castro, a pesar de que Honduras es un
país conservador donde las religiones tienen un peso enorme en la opinión pública. El 8M
pasado se volvió a legalizar la pastilla
anticonceptiva de emergencia, prohibida después
del golpe, y este 8M
el Congreso aprobó la Ley de Casas Refugio para
sobrevivientes de violencia. Sin embargo, los diputados hombres no dieron quórum para otras demandas feministas.
La presidenta afirmó que el
2024 sería el año de la SALUD
y la EDUCACIÓN, dos pilares del autodenominado “gobierno
socialista y solidario”. A nivel sanitario,
se anunció la construcción de ocho hospitales distribuidos
a lo largo del país. Tres de ellos ya están en
proceso y se espera su inauguración para el próximo
año. También se proyecta crear un laboratorio de
remedios para no
depender exclusivamente de la importación.
A nivel educativo, se han restaurado muchísimas escuelas públicas que se encontraban al borde del abandono y se ha creado un programa de becas para todas las etapas formativas. Para fomentar la presencialidad escolar se ha lanzado una campaña de alimentación que cubre casi el 97% de los centros educativos. La campaña ha sido reconocida internacionalmente en un país donde la falta de recursos impide la escolaridad de un gran sector de la niñez.
El
futuro
En Honduras la reelección está prohibida, más allá de
que el ex presidente narco
Hernández la haya conseguido con fraude en 2017. Para transparentar los comicios del próximo año,
la mandataria Castro ya avisó que quien se
quisiera candidatear dentro de su Partido Libre,
tendría que renunciar a su cargo como funcionario para
no aprovecharse del aparato estatal.
La iniciativa la tomó la ahora ex ministra
de Finanzas, Rixi Moncada, un cuadro que acompañó a Zelaya desde su gestión y quien tiene el apoyo de la familia. Pero para que la primera mujer mandataria del país le ponga la banda presidencial a otra mujer, aún restan meses -las internas son en un año exacto- donde
la buena gestión del gobierno de Castro será la
mejor propaganda posible, aun cuando del infierno no se
sale de un día para el otro.
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