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TRAS LAS ELECCIONES, AHORA
ALEMANIA DEBATE EL CORDÓN SANITARIO. Los conservadores insisten
en que no formarán gobierno con la
ultraderecha. Merz, el líder del partido que ganó las
elecciones, insistió en que no tiene en mente habilitar una alianza con Alternativa para Alemania, el
bloque xenófobo, fascista apoyado por Elon Musk. Para ello insiste en generar gobierno con el oficialista Scholz. Friedrich Merz, candidato a canciller
del bloque conservador que ganó las elecciones legislativas
de este domingo en Alemania, reiteró
su rechazo a cualquier tipo de cooperación con la
ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que quedó como segunda fuerza y se ofreció a formar
parte del futuro Gobierno.
"Tenemos
visiones divergentes en política exterior, de seguridad, con respecto a la
OTAN. Nos pueden tender la mano todo lo que quieran, pero no caeremos en una política errónea", afirmó Merz en una ronda de la televisión pública con todos los
candidatos.
"No voy a cuestionar el legado de 75 años de Unión
Democristiana solo por una autodenominada Alternativa para Alemania. Ustedes
quieren lo contrario de lo que queremos nosotros", agregó, después de que la candidata
ultraderechista, Alice Weidel, repitiese su oferta de formar una coalición. "Está claro que los ciudadanos quieren
un cambio político y quieren una coalición negriazul", dijo Weidel, en alusión a los colores de
ambos partidos. Además, Weidel atacó a Merz por su
intención de formar una coalición con los socialdemócratas del canciller saliente,
Olaf Scholz y, posiblemente, también
con Los Verdes si no llegan los escaños.
"La Unión Democristiana
y la Unión Socialcristiana deberán explicar a sus votantes cómo pretenden
cumplir sus promesas si forman Gobierno con la izquierda", afirmó y señaló que, por el contrario, de formalizarse un pacto con la ultraderecha, ésta no tendría
que realizar prácticamente concesiones
porque el programa de los conservadores es "copiado" del suyo. Merz,
cuyo partido según las proyecciones ha
quedado por debajo de lo que
anticipaban los sondeos, reconoció que en estos momentos no
es posible predecir cuál será la composición del nuevo gobierno.
"Formaré un gobierno que represente a toda la población y me
esforzaré por formar un gobierno que resuelva los problemas de este país. Cómo
se puede formar este gobierno no lo
sabemos. No es un secreto que desearíamos un socio y no dos, pero los
ciudadanos han decidido y tenemos que aceptarlo", afirmó. Según las
proyecciones de la televisión pública, el bloque conservador se
situará con el 28,4 y el 28,6% de los votos, mientras que la ultraderecha
logrará el 20,4% y los socialdemócratas de Scholz entre el 16,3 y el 16,4%, con Los Verdes en cuarto puesto entre el 12,2
y el 12,3%. Con estos resultados, conservadores
y socialdemócratas no sumarían los 316 diputados necesarios
para tener mayoría en el Bundestag o Cámara Baja.
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ALEMANIA:
GANA EL CONSERVADOR MERZ Y BUSCA SOCIOS PARA SU GOBIERNO.
El
fascismo o la ultraderecha quedó a menos de diez puntos de la CDU.
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"El
mundo no espera y tampoco nos espera a nosotros, ni a las largas y difíciles
negociaciones de coalición. Debemos sentar pronto las bases para que Alemania
vuelva a ser bien gobernada", exclamó Merz.
Por
AFP. Informe Global.
Fuente.
Página /12. lunes 24 de febrero del 2025
El bloque conservador, formado por la Unión Social Cristiana (CSU) y la Unión Demócrata Cristiana (CDU), liderado por Friederich Merz, fue el más votado en el Bundestag (Parlamento
alemán), seguido por la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). En tercer lugar, llega el Partido Socialdemócrata (PSD) del
actual canciller, Olaf Scholz, después de su peor elección en sus 161 años de historia. Con esto, el
líder conservador deberá pactar una nueva alianza para
establecer una mayoría en el recinto.
Según las proyecciones a boca de urna de una elección marcada por un máximo
histórico de participación, entre 83
y 84 por ciento del padrón, divulgadas por
las cadenas públicas ZDF y ARD, la cristiano-democracia logró entre
un 28,6 y un 29 por ciento del total de
votos (unos 210 asientos) con el
partido de extrema derecha que
lidera Alice Weidel a menos de
10 puntos, contando entre 19,6 y 19,8 puntos porcentuales de los sufragios (145 escaños), su mejor
desempeño desde su fundación en 2013.
El partido de la socialdemocracia obtuvo apenas entre 16 y 16,5 puntos de los votos, logrando asegurar 118 asientos a pesar de una caída de casi 10 puntos respecto a 2021. También lograron ingresar al hemiciclo el partido de Los Verdes, que lograron juntar entre un 12,3 y 13,3 punto del total de los apoyos, aproximadamente 94 representantes, a pesar de haber pertenecido a la desprestigiada "coalición semáforo" de Scholz, así como la Izquierda (Die Linke-DL), que acumuló entre un 8,6 y un 8,9 por ciento de los votos, lo que les dotaría de 62 asientos. El último asiento está reservado para el partido de la minoría danesa, la Asociación de Votantes del Schleswig Meridional.
Para entrar a la Cámara Baja, se requiere un mínimo de 5%, lo que podría dejar fuera al Partido Liberal (FDP),
que se encuentra bordeando el mínimo según las previsiones, y a la fuerza populista de izquierda Alianza Sahra Wagenknecht (BSW),
que obtuvo entre 4,7 y 4,9 puntos
porcentuales. Su eventual entrada al Bundestag
podría impactar en las opciones de coalición que Merz, como próximo canciller, podría formar para su Gobierno.
Según el sondeo de ARD, que deja fuera a los liberales
y a la BSW, sería posible una "gran
coalición" entre conservadores y socialdemócratas, al sumar entre ambos 327
asientos de un total de 630 que
componen el Bundestag. Sin embargo,
según ZDF, la
coalición podría requerir de un acuerdo tripartito con Los Verdes o
la Izquierda.
"Ganamos estas
elecciones"
El líder del bloque conservador reafirmó
su victoria este domingo,
y pidió negociaciones rápidas para
formar una coalición de gobierno
en medio de las crisis.
"Nosotros, la CDU y la CSU
hemos ganado estas elecciones (...) El mundo no espera y tampoco nos espera a
nosotros, ni a las largas y difíciles negociaciones de coalición. Debemos
sentar pronto las bases para que Alemania
vuelva a ser bien gobernada", exclamó Merz desde la sede del
partido.
A pesar de la victoria, el
resultado no fue motivo de euforia, ya que se
ubica ligeramente por debajo de lo proyectado y representa el segundo peor desempeño de la historia del
bloque, solo por detrás de 2021, cuando obtuvieron 24,2 puntos porcentuales del
total.
"Formaré un gobierno que represente a toda la población y me esforzaré por formar un
gobierno que resuelva los problemas de este país. Cómo se puede formar este
gobierno no lo sabemos. No
es un secreto que desearíamos un socio y no dos, pero los ciudadanos han
decidido y tenemos que aceptarlo",
afirmó.
A su vez, el líder de la CSU, Markus Söder, admitió que le hubiera gustado obtener un par de puntos porcentuales más para poder formar un
Gobierno estable, porque ven
"lo difícil que puede
ser formar un Ejecutivo que
garantice un cambio de política" como el que propone el partido sin contar
con una mayoría estable. "Si no se logra este cambio de
política, eso puede dar todavía más fuerza a los radicales", advirtió en referencia al ascenso
de AfD.
En el exterior del bunker, cientos de
manifestantes se congregaron para protestar contra la victoria conservadora. "CDU,
shame on you" (CDU, debería darte
vergüenza), coreaban algunos
jóvenes, criticando su postura sobre la inmigración y
su apertura a negociar con AfD en votaciones parlamentarias recientes.
Merz necesitará formar coalición con al menos otro
partido para asegurar la mayoría parlamentaria, y señaló al SPD como su
socio de preferencia, aunque aún queda
pendiente ver si la correlación de fuerzas lo permitirá. Aunque redobló este domingo su negativa
a cualquier cooperación con la AfD, surgen
especulaciones de una posible
reconsideración si fuera la única forma de lograr una coalición bipartita.
"No voy a cuestionar el legado de 75 años de Unión Democristiana solo por una autodenominada Alternativa para Alemania. Ustedes quieren lo contrario de lo que queremos nosotros", remachó, después de que la candidata ultraderechista repitiera su oferta de formar una coalición.
"No seremos
ignorados"
Entretanto, AfD, a través de
sus líderes, declaró que su desempeño
en las urnas demuestra que representa un segmento de la
población que no puede ser ignorado. Poco después
del lanzamiento de los resultados
preliminares, el copresidente del partido, Tino
Chrupalla, afirmó que
su fuerza recibió "un
mandato para generar un cambio político" en el país. "Hemos
recibido la confianza de los votantes y eso debería ser aceptado por
todos", subrayó.
Weidel, la otra colíder, también celebró el "resultado
histórico" desde el bunker del partido en Berlín, y aseguró que AfD ahora está
"firmemente
anclado" en el panorama político alemán. "Nunca
hemos sido más fuertes: somos la segunda
mayor fuerza política", aseguró la extremista.
La candidata se mostró sumamente
crítica de Merz, por su intención de pactar con la socialdemocracia y el partido verde para formar su gobierno.
"La CDU y CSU deberán
explicar a sus votantes como pretenden cumplir sus promesas si forman Gobierno
con la izquierda", afirmó durante el debate,
televisado por ZDF, donde aseguró que el programa del partido conservador es prácticamente
"copiado" del suyo.
"Está claro que los ciudadanos quieren un cambio político y quieren una coalición negriazul", dijo Weidel.
"Amarga derrota"
Por su parte, el canciller saliente felicitó al bloque
conservador y reconoció que el resultado del SPD fue una
"derrota amarga", siendo esta la primera
vez que el partido se sitúa en tercera
posición en unas elecciones. En su intervención en la sede berlinesa del SPD, Scholz
aludió al resultado de AfD como algo "inaceptable" para el país.
El copresidente de la socialdemocracia, Lars
Klingbeil, abogó por un "cambio
generacional" dentro del partido tras la derrota. "Es
necesario renovar el SPD, tanto en contenidos como en liderazgo",
apuntó durante el acto en la capital.
Otras figuras prominentes del SPD,
como Boris Pistorius, ministro de
Defensa de Scholz, se refirieron a la derrota del partido como un
"resultado catastrófico" y "devastador", pero no
descartaron colaborar con el conservadurismo, según
recogió el diario alemán Bild.
El candidato de Los Verdes, Robert Habeck, se mostró dispuesto a seguir asumiendo
responsabilidad gubernamental si los números lo
permiten. "Queremos seguir
gobernando. Si es posible, lo sabremos tras una larga noche", dijo.
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