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“Un laboratorio en Groenlandia. Frente al retroceso
generalizado de los glaciares polares y la previsible deglaciación de
amplias zonas del Ártico, resulta
fundamental comprender los procesos y ritmos de transformación que
siguen a la desaparición del hielo. En este contexto, el proyecto GRELARCTIC da continuidad a las investigaciones
desarrolladas en Groenlandia en los
últimos años sobre la evolución postglacial o las posibles dinámicas vinculadas
al cambio global.
“En
esta nueva fase, se
estudiarán los cambios desde el interior glaciar hasta la línea de costa.
Asimismo, se abordarán cuestiones clave
como la colonización vegetal para
comprender cuáles son las especies que
se asientan con mayor rapidez en las
zonas abandonadas por el hielo,
la evolución del manto nival para
analizar dinámicas anuales y tendencias a largo plazo y las transformaciones en los cursos fluviales y su impacto
en el entorno. Estos datos
son esenciales para entender cómo responden los ecosistemas
árticos a las variaciones ambientales. Groenlandia no solo refleja el cambio
climático: lo anticipa. Comprender
cómo se adapta esta región a un clima
más cálido ofrece pistas cruciales
para anticipar las transformaciones en otras partes del planeta.
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Fuentes: The Conversation.
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EL
DESHIELO DE GROENLANDIA, UN ALTAVOZ DEL CAMBIO GLOBAL Y SUS IMPACTOS.
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Por Varios autores | 24/05/2025 | Ecología social
Fuente. Revista Rebelión sábado 24 de mayo del 2025.
Aunque
quizás haya
sobrevolado Groenlandia en un vuelo
hacia Estados Unidos sin prestarle
demasiada atención, es probable que en los últimos meses haya oído hablar
más de esta isla que en el resto de su vida. Pero más allá de
los debates geopolíticos o sobre la explotación de sus recursos
naturales, Groenlandia es clave para
la investigación climática y ambiental.
En
las últimas décadas,
este territorio,
cubierto de hielo en más del 80 % de su superficie, ha registrado una pérdida de masa
helada que ha
superado en un 20 % las estimaciones previas. Esta
acelerada reducción no solo tiene
consecuencias directas para sus aproximadamente 56 000 habitantes, sino
que repercute a escala global, influyendo en el aumento del
nivel del mar y en los equilibrios climáticos del planeta. El deshielo de Groenlandia, un
altavoz del cambio global y sus impactos
Un
viaje del pasado al futuro
Comprender
la dinámica actual de pérdida de hielo y el retroceso de los glaciares exige una mirada de largo
plazo. Esta debe relacionar los cambios
actuales con las condiciones climáticas y ambientales de hace miles de años.
Desde
la ciencia podemos reconstruir
estas dinámicas pasadas a partir de diversas fuentes de información, como los testigos de hielo extraídos del
casquete glaciar o las dataciones de rocas
transportadas y depositadas por antiguos
glaciares. Los sedimentos
acumulados en los lagos árticos también
ofrecen datos valiosos para identificar variaciones naturales y antropogénicas
del clima a lo largo del tiempo.
Tener
información
sobre el funcionamiento de los ecosistemas
sin intervención humana es fundamental
para contextualizar su evolución actual. Los datos obtenidos sobre el terreno permiten calcular el espesor que alcanzó
el hielo en distintos momentos y
reconstruir sus transformaciones ambientales frente a los cambios climáticos.
Además de aportar una visión del pasado, estos datos contribuyen a proyectar escenarios futuros más precisos. Las observaciones directas, combinadas con herramientas como la teledetección y la modelización, permiten anticipar cómo podrían evolucionar los ecosistemas frente al incremento de las temperaturas. Esta integración resulta clave para la planificación territorial y la adaptación, no solo en las regiones polares, sino también en nuestros entornos más cercanos.
Del
hielo a un nuevo litoral.
La
costa de Groenlandia
está siendo redefinida por los cambios en
la extensión del hielo superficial y en los glaciares que desembocan en el
mar. Entre 2000 y 2020, el retroceso
de estos
glaciares en el hemisferio norte ha provocado un incremento
de 2 500 km en
la longitud de la costa ártica. Precisamente en Groenlandia es donde se
concentra la mayor parte de las nuevas áreas libres de hielo.
A este retroceso glaciar en tierra firme se suma, en el entorno costero, la disminución tanto en la
extensión como en la duración del
hielo marino (banquisa). Su reducción espacial y temporal en estas latitudes intensifica la erosión costera, con retrocesos de hasta 20 metros anuales.
Estas transformaciones tienen un impacto significativo sobre el terreno permanentemente congelado (permafrost), que se ve más expuesto a la acción de los temporales marinos, acelerando su degradación. Esta nueva dinámica no solo facilita la liberación de grandes cantidades de gases de efecto invernadero, sino que también incrementa la vulnerabilidad de las
Cambios polares, consecuencias
globales
La
investigación científica
es esencial en el contexto actual de las
rápidas transformaciones ambientales
que afectan a regiones polares como Groenlandia.
Fenómenos
como el retroceso de los glaciares, la descongelación del permafrost o la redefinición de la línea de costa están ocurriendo a un ritmo acelerado. Estos procesos no solo alteran
el paisaje, sino que también impactan profundamente en las comunidades locales. Sin embargo, sus consecuencias trascienden el ámbito regional: afectan al Atlántico norte y tienen repercusiones a escala global,
influyendo en la subida del nivel del mar,
en los patrones climáticos y en la
dinámica de las corrientes
oceánicas.
Más
allá de los efectos sobre el medio natural, como la pérdida de zonas costeras o de
biodiversidad, estas transformaciones
conllevan importantes consecuencias sociales
y económicas. Entre ellas, destaca el coste creciente
de la adaptación frente al aumento e intensificación de los temporales,
que incrementan la vulnerabilidad de los
territorios y sus habitantes.
Un laboratorio en Groenlandia.
Frente
al retroceso
generalizado de los glaciares polares y la previsible deglaciación de
amplias zonas del Ártico, resulta
fundamental comprender los procesos y ritmos de transformación que
siguen a la desaparición del hielo.
En
este contexto, el proyecto GRELARCTIC da continuidad
a las investigaciones desarrolladas en
Groenlandia en los últimos años sobre la evolución postglacial o
las posibles
dinámicas vinculadas al cambio global.
En
esta nueva fase, se
estudiarán los cambios desde el interior glaciar hasta la línea de costa.
Asimismo, se abordarán cuestiones clave
como la colonización vegetal para
comprender cuáles son las especies que
se asientan con mayor rapidez en las
zonas abandonadas por el hielo,
la evolución del manto nival para
analizar dinámicas anuales y tendencias a largo plazo y las transformaciones en los cursos fluviales y su impacto
en el entorno.
Estos
datos son esenciales para entender cómo responden los ecosistemas
árticos a las variaciones ambientales. Groenlandia no solo refleja el cambio
climático: lo anticipa. Comprender
cómo se adapta esta región a un clima
más cálido ofrece pistas cruciales
para anticipar las transformaciones en otras partes del planeta.
Autores:
Alejandro Gómez
Pazo. Profesor Ayudante Doctor. Departamento de Geografía y
Geología, Universidad de León
Marc Oliva.
Profesor, Departamento de Geografía, Universitat de Barcelona
Xosé Lois Otero
Pérez. Catedrático del Centro Singular CRETUS. Departamento de
Edafoloxía e Química Agrícola, Universidade de Santiago de Compostela
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