viernes, 31 de enero de 2025

PANAMÁ: LAS AMENAZAS DE TRUMP Y LA DOCTRINA MONROE.

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¿Cómo enfrentar a Trump? Unidad y movilización popular latinoamericana. Una cosa es lo que Donald Trump desea hacer y otra es lo que podrá hacer. El proyecto de la ultraderecha imperialista norteamericana pretende aumentar las cadenas y la explotación de los pueblos del mundo, en particular de este continente. Porque es la respuesta desesperada a la crisis del sistema capitalista global. Para ello están dispuestos a sumir al mundo en guerras, sangre y sufrimientos. Así lo han demostrado recientemente en el genocidio contra el pueblo palestino en Gaza, en las guerras del medio Oriente y en Ucrania. Pero el otro factor de la realidad son los pueblos, la clase trabajadora y los oprimidos, que no son actores pasivos, sino que luchan activamente por defender sus vidas frente a los embates del sistema. Así que el resultado final está por verse. Trump puede ser vencido. De hecho, en su gobierno anterior fue vencido por el movimiento “las vidas negras importan”.

“Cualquier intento de retomar el canal por la fuerza por parte de Estados Unidos será respondido por el pueblo panameño con firmeza cuyo ejemplo se ilumina en los mártires del 9 de enero de 1964. Con el apoyo de los pueblos del mundo y en especial de Latinoamérica y el Caribe. En este continente nos toca reactualizar la doctrina de la unidad latinoamericana promovida por el Libertador Simón Bolívar frente a la reactualización de la Doctrina Monroe. En el año 2026 se cumplirán 200 años (1826), cuándo Bolívar convocó en Panamá un Congreso Anfictiónico para concretar la unidad de nuestros países frente a las amenazas de la Santa Alianza y de la Doctrina Monroe norteamericana. Es hora de volver a convocarnos.

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PANAMÁ: LAS AMENAZAS DE TRUMP Y LA DOCTRINA MONROE.

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Olmedo Beluche. Sin Permiso

Fuente. Jaque al neoliberalismo viernes 31 de enero del 2025.

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Desde el 21 de diciembre de 2024, en el marco de la conmemoración de los 35 años de la última invasión militar de Estados Unidos contra Panamá (20/12/1989), el presidente norteamericano Donald Trump, antes de haber asumido su cargo, comenzó una serie de declaraciones reiteradas en las que amenaza con apoderarse por la fuerza del Canal de Panamá.

Los argumentos utilizados por Trump para justificar estas pretensiones contra Panamá son variados, pero todos falsos, y van desde la queja de que supuestamente se estarían cobrando tarifas altas a los barcos de Estado Unidos que atraviesan el canal, hasta que el canal está controlado por los chinos.

Una actualización de la Doctrina Monroe

Las declaraciones de Donald Trump contra el canal panameño están asociadas a otras igualmente controversiales en las que pretende sumar a Canadá como el estado número 51 de los Estados Unidos de América, la idea de que debe adquirir Groenlandia para el control de su país, territorio que está bajo administración de Dinamarca, o la pretensión de renombrar el Golfo de México como “Golfo de América”.

Las propuestas sobre Panamá, Canadá, Groenlandia y el Golfo de México hacen parte de una especie de actualización de la vieja “Doctrina Monroe” al siglo XXI por parte de Trump. El presidente James Monroe, en 1823, emitió una declaración de política exterior norteamericana que se ha conocido con el eslogan “América para los americanos”, que en ese momento fue una advertencia a las monarquías europeas que habían constituido un bloque militar denominado la “Santa Alianza”, en el sentido de que no permitiría que reconquistaran los territorios recién independizados de Hispanoamérica. Por supuesto, desde entonces se entendió que los “americanos” de Monroe eran ellos, Estados Unidos, no los hispanoamericanos o latinoamericanos.



Siguiendo la Doctrina Monroe, desde el siglo XIX hasta el presente, Estados Unidos ha actuado bajo la convicción de que América Latina y el Caribe son su “patio trasero” y zona exclusiva de saqueo económico y neocolonialismo político. Reiteradas invasiones, golpes de estado, sanciones económicas contra los estados que intentan zafarse (Cuba, Venezuela) así lo demuestran, especialmente durante la Guerra Fría con la Unión Soviética. Instituciones como la Organización de Estados Americanos (OEA), el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) y la Escuela de las Américas han sido instrumentos de esa política exterior norteamericana.

No importa si los gobiernos norteamericanos actuaron con descarados modales imperialistas, como lo fue bajo Teodoro Roosevelt la política del “gran garrote”, o con la hipocresía refinada de Franklin D. Roosevelt y su “política del buen vecino”, o la llamada “doctrina de la seguridad nacional” de la guerra fría, republicanos o demócratas, todos los gobiernos de ese país se han guiado por la Doctrina Monroe frente a América Latina y el Caribe.

Trump una respuesta agresiva a la decadencia norteamericana y al fantasma chino Donald Trump sabe que miente, pero no puede dejar de expresar su mayor temor cuando afirma:

“El Canal de Panamá está siendo operado por China. ¡China!... Nosotros no se lo dimos a China. Y ellos (Panamá) han abusado. Ellos han abusado de este regalo” (La Prensa, 13/1/25).

En esas palabras está expresado el meollo del problema. La política de Trump, exterior y comercial, intenta ser una respuesta a un proceso objetivo de decadencia económica y política de Estados Unidos que cada vez más le cuesta competir con la influencia de los capitales chinos. Blandir ahora el garrote contra Panamá, hace parte de su proyecto de cerrar el mercado norteamericano, y por extensión latinoamericano, a productos chinos que compitan con empresas norteamericanas. La intención es cortar donde pueda el avance de capitales chinos. Estamos ante una competencia que parece evolucionar hacia una confrontación de bloques económicos parecida a las que dieron origen a la Primera y Segunda Guerra Mundiales.



Siendo Panamá un lugar relevante en la geopolítica mundial, a Estados Unidos le viene preocupando la presencia china en el istmo, al menos desde 2017, cuando se normalizaron las relaciones diplomáticas entre ambos países. Antes de eso, Panamá era parte de los gobiernos centroamericanos sobornados por Taipei para bloquear a China. Pero hace décadas que China es el segundo usuario del canal, después de los Estados Unidos, por lo que las relaciones diplomáticas eran una necesidad lógica.

Le preocupa a Trump especialmente que las relaciones diplomáticas vinieron acompañadas por varias propuestas, como la construcción de un ferrocarril hasta la frontera con Costa Rica, proyecto que no se ha concretado, pero que enseguida fue objetado por los sectores leales a Estados Unidos en Panamá. El ferrocarril no procedió, pero empresas chinas participan en la construcción del cuarto puente sobre el canal de Panamá y en otras obras. La hongkonesa Hutchinson Whampoa administra los puertos junto al canal, Balboa y Cristóbal. Incluso hay capitales chinos involucrados con canadienses en la mina Cobre Panamá, cuyo contrato fue declarado inconstitucional luego de importantes movilizaciones populares en 2023. Chinas son la mayoría de las mercancías que se reexportan a Sudamérica desde la Zona Libre de Colón.

Estos hechos económicos son parte de la tendencia del mercado mundial producto de la globalización neoliberal impuesta desde Estados Unidos hace 40 años. Pero eso no ha convertido a Panamá en “neocolonia” del “imperialismo chino”, por el contrario, los gobiernos panameños y la burguesía local siguen siendo títeres del imperialismo norteamericano. Lo cual queda demostrado en su alineamiento internacional en la ONU, en la OEA y recientemente en el caso de Venezuela.



Panamá, una historia de lucha contra la Doctrina Monroe.

El Istmo de Panamá ha sido una víctima particular de la Doctrina Monroe por ser una región estratégica para el paso entre los océanos Pacífico y Atlántico. La primera ocupación del territorio istmeño ocurrió poco después de que Estados Unidos le robara a México la mitad de su territorio, incluida California, en 1846. Los norteamericanos construyeron un ferrocarril interoceánico en Panamá y de hecho la ocuparon militarmente.

A fines del siglo XIX, concluida la “Guerra del 98”, por la que EE UU le arrebató a España sus últimas colonias en América y Asia (Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam) ese país se decidió a construir un canal que permitiera a sus fuerzas navales custodiar sus intereses imperialistas en ambos océanos. Para lo cual procedió a separar a Panamá de Colombia, mediante una invasión simulada, e imponer un Tratado firmado el 18 de noviembre de 1903, por el cual se le entregaba a Estados Unidos el “derecho” de construcción, administración y defensa del canal y un área adyacente (Zona del Canal) que sería controlada como si fuera parte de ese país.

Una de las falacias dichas por Donald Trump es que supuestamente habrían muerto en la construcción del canal miles de norteamericanos. Falso. Si bien los ingenieros que construyeron el canal fueron parte ejército estadounidense, la fuerza de trabajo estuvo constituida principalmente por obreros procedentes del Caribe, entre ellos jamaicanos, guadalupanos, etc.

Ellos trabajaron bajo un régimen racista estilo “apartheid”, que separaba física y socialmente a los anglosajones blancos de las “razas de color”, incluso salarialmente. Según reportes de la propia Isthmian Canal Comission, durante la construcción del canal (1903-1914) fallecieron 5,611 trabajadores, de los cuales solo 350 eran ciudadanos de Estados Unidos, el equivalente al 6% del total (La Prensa 16/1/25).

El pueblo panameño luchó durante el siglo XX contra el enclave colonial de la Zona del Canal, y por revertir la administración del canal a Panamá. A lo largo de la centuria, cada generación istmeña protagonizó diversas revueltas populares y enfrentamientos con la soldadesca norteamericana. El reclamo sobre la nacionalización del Canal de Panamá cobró fuerza a partir de 1956, cuando en Egipto el presidente Nasser nacionalizó el Canal de Suez.



Estos reclamos tuvieron su momento culminante el 9 de enero de 1964, cuando un grupo de estudiantes panameños que fueron a la Zona del Canal a exigir que se izara la bandera nacional junto a la norteamericana, como símbolo de soberanía sobre ese territorio. Los estudiantes fueron agredidos por la policía y los habitantes norteamericanos de la Zona del Canal. Ante esos hechos el pueblo empezó a acudir en masa a la cerca que dividía la ciudad panameña de la norteamericana para plantar banderas, lo que fue respondido por disparos del ejército de Estados Unidos.

Los hechos se transformaron en una pequeña revolución anticolonial que duró tres días, que causó más de 20 muertos y 500 heridos del lado panameño, y la destrucción de propiedades norteamericanas. A partir de entonces fue evidente que había que negociar un nuevo tratado sobre el canal que resolviera las “causas del conflicto”: fin del enclave canalero, administración panameña del canal y eliminación de las bases militares yanquis. Esto condujo a la firma de los Tratados de 1977, entre el general Omar Torrijos y el presidente James Carter.

Un canal administrado por Panamá desde el año 2000

En la década de 1980, ya en proceso de reversión del canal a manos panameñas, se produjo una grave crisis política y económica, entre cuya complejidad estaba la discusión de cómo Panamá iba a administrar el canal y cómo se deberían utilizar los recursos adyacentes, principalmente puertos. Aunque la promesa de Omar Torrijos había sido darle “el mayor uso colectivo posible”, el sector burgués en torno al general Manuel Noriega pretendía convertirlo en una gran base militar sustituyendo los cuarteles norteamericanos por panameños. Pero otro sector de la burguesía panameña discrepaba y planeaba la privatización de las áreas revertidas.

La invasión de 1989 le permitió a Estados Unidos reconfigurar el país a su beneficio con la complicidad de la burguesía panameña. En 1994 se impuso una reforma constitucional que dio al canal una Junta Directiva controlada por la oligarquía financiera y comercial panameña que excluyó cualquier participación popular en las decisiones, aunque se definió a la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) como una entidad pública.

Se transfirieron instalaciones y desmantelaron las bases militares a partir del año 2000 pero, en vez de “entrar al canal” como Torrijos había prometido, el pueblo panameño fue testigo pasivo del proceso de apropiación y privatizaciones de las áreas adyacentes y los puertos. Los dos principales puertos, Balboa y Cristóbal, fueron entregados a la empresa Hutchinson Whampoa, con sede en Hong Kong. Otros puertos han sido entregados a otras empresas con capitales extranjeros y panameños.



Durante estos años ha habido un reclamo permanente de las organizaciones sociales y populares panameñas respecto a la forma cómo se administra el canal, se asignan sus recursos y la privatización de lo que fuera la Zona del Canal. Estos reclamos fueron especialmente fuertes en 2007 cuando se aprobó una costosa ampliación de las esclusas para permitir el paso de enormes barcos de contenedores.

Pese a ello, el canal está manejado por unos 8,500 trabajadores panameños y representa entre el 6 y el 8 % del producto interno bruto del país. En términos absolutos, el canal de Panamá ha entregado al tesoro público en 24 años de administración panameña 28,232 millones de dólares que, comparados con los escasos 1,879 millones que recibió el país desde 1914 a 1999, cuando estuvo bajo administración norteamericana, demuestran que la lucha por la soberanía sí produjo réditos concretos.

Por eso, pese a las diferencias internas sobre la administración del canal, las declaraciones de Donald Trump produjeron una casi unánime respuesta por parte de la nación panameña, de rechazo y defensa del canal panameño. Tuvo que condenar las palabras de Trump hasta el presidente José R. Mulino, tradicional aliado derechista de los intereses norteamericanos, quien fue vicecanciller del gobierno impuesto por la invasión del 20 de diciembre de 1989.

El gobierno y la burguesía panameños serán inconsecuentes en la defensa del canal

Pese a las declaraciones altisonantes de Mulino y otros políticos de la burguesía panameña frente a Donald Trump, el pueblo panameño debe desconfiar, pues históricamente la burguesía y sus políticos han actuado como lacayos del imperialismo yanqui. Así pasó en 1903, cuando traicionaron y avalaron el tratado que creó el enclave colonial, así actuaron durante el siglo XX en cada momento crítico de la historia nacional. Baste recordar la crisis de la década de 1980 y su colaboración con las tropas invasoras.

Mientras Trump no descartaba el uso de la fuerza militar para retomar el Canal de Panamá, el presidente Mulino se arrastraba ante los intereses imperialistas norteamericanos no solo dando legitimidad al candidato perdedor de las elecciones venezolanas, el ultraderechista Edmundo González, sino que hasta se propuso de custodio de las supuestas “actas”. Pésima jugada táctica divisionista que socava apoyo continental a nuestro país en el momento en que más lo necesita.



¿Cómo enfrentar a Trump? Unidad y movilización popular latinoamericana

Una cosa es lo que Donald Trump desea hacer y otra es lo que podrá hacer. El proyecto de la ultraderecha imperialista norteamericana pretende aumentar las cadenas y la explotación de los pueblos del mundo, en particular de este continente. Porque es la respuesta desesperada a la crisis del sistema capitalista global. Para ello están dispuestos a sumir al mundo en guerras, sangre y sufrimientos. Así lo han demostrado recientemente en el genocidio contra el pueblo palestino en Gaza, en las guerras del medio Oriente y en Ucrania.

Pero el otro factor de la realidad son los pueblos, la clase trabajadora y los oprimidos, que no son actores pasivos, sino que luchan activamente por defender sus vidas frente a los embates del sistema. Así que el resultado final está por verse. Trump puede ser vencido. De hecho, en su gobierno anterior fue vencido por el movimiento “las vidas negras importan”.

Cualquier intento de retomar el canal por la fuerza por parte de Estados Unidos será respondido por el pueblo panameño con firmeza cuyo ejemplo se ilumina en los mártires del 9 de enero de 1964. Con el apoyo de los pueblos del mundo y en especial de Latinoamérica y el Caribe.

En este continente nos toca reactualizar la doctrina de la unidad latinoamericana promovida por el Libertador Simón Bolívar frente a la reactualización de la Doctrina Monroe. En el año 2026 se cumplirán 200 años (1826), cuándo Bolívar convocó en Panamá un Congreso Anfictiónico para concretar la unidad de nuestros países frente a las amenazas de la Santa Alianza y de la Doctrina Monroe norteamericana. Es hora de volver a convocarnos.

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jueves, 30 de enero de 2025

CELAC FRENTE A LAS POLÍTICAS DE DONALD TRUMP.

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“El frente de trabajo en el tema de migración que lideran México, Colombia y Honduras, necesita urgentemente de un plan de mayor plazo, no solo para identificar acciones relacionadas con la protección de los derechos humanos de sus ciudadanos, sino también en la construcción de políticas y estrategias regionales, más allá de la propuesta del Triángulo Norte y que, al parecer, los mayores beneficiarios serán Guatemala y el Salvador, y en menor grado Honduras. Es evidente que Donald Trump también recortará la llamada ayuda al desarrollo a los países latinoamericanos, canalizada mayormente por USAID. Ello abre una posibilidad de cooperación mayor entre los países, fortaleciéndose con instancias como la CELAC. Por los momentos se ha congelado por 90 días toda la ayuda al desarrollo por el Departamento de Estado, en espera de una evaluación de sus resultados y el posible alineamiento a las políticas de Washington, sumado a recortes de fondos para salud y cambio climático. La reunión de la CELAC también es una oportunidad para revalorar el rol de países “seguros”, designado para México, Guatemala y Honduras, y los costos que ello implica. En el caso del México, ya dio muestran de este rol al contener mediante el uso de la fuerza militar la caravana de migrantes post-Trump. Lo mismo sucede con los costos ambientales, no recuperados, de aquellos países altamente contaminantes. Trump es poco dado a reconocer costos internos por ello, lo que implica ajustes en las partidas presupuestarias de los gobiernos.

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Fuentes: Rebelión [Imagen: Latribuna.hn]

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CELAC FRENTE A LAS POLÍTICAS DE DONALD TRUMP.

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"Ya era hora. De responder como UNIDAD de América Latina y el Caribe. CELAC. Al que se considera el “Dueño del mundo”.

Por Javier Suazo | 30/01/2025 | América Latina y Caribe

 

Fuentes: Rebelión [Imagen: Latribuna.hn]

Fuente. Revista Rebelión jueves 30 de enero del 2025.


“Lo que está pasando es, en todos los aspectos, un crimen contra la humanidad y desde esa perspectiva debe ser objeto de análisis, ya sea en los foros públicos o en las conciencias” (José Saramago)

Las deportaciones de inmigrantes por el gobierno de Donald Trump se convirtieron de una promesa de campaña y amenaza, a una realidad. Un problema es que el Presidente y varios de sus funcionarios relacionan el concepto de inmigrante con el de criminal, solo por pasar la frontera entre México y EEUU en forma ilegal.  Se pensó que los (as) deportados serían aquellos que cumplen prisión en cárceles de EEUU o que han cometido delitos, pero miembros de la comunidad de inmigrantes denuncian que esta priorización no existe.

Ello implica tratar a los inmigrantes como criminales, deportándose a sus países de origen encadenados.



Uno de los reclamos del presidente Gustavo Petro de Colombia al Gobierno de Estado Unidos es por el trato a los inmigrantes y no existe, al menos no se muestra, un procedimiento adecuado conjunto para realizar las deportaciones masivas. El presidente de Colombia se opuso a que aterrizaran dos (2) aviones militares procedentes de Estados Unidos en suelo colombiano y que traían ciudadanos de este país. La respuesta de Donald Trump fue aumentar los aranceles a las importaciones desde Colombia, cancelar las visas y endurecer las medidas en las aduanas para la entrada de ciudadanos y productos colombianos a los EEUU.

El presidente Petro amenazó con responder con medidas arancelarias parecidas, pero entre países asimétricos los impactos negativos en la economía colombiana, de concretarse las amenazas de Trump, serían de magnitudes insospechables, ya que EEUU es el principal mercado para los productos colombianos, observando también una balanza comercial deficitaria.

Entre enero y noviembre de 2024, las ventas hacia este mercado alcanzaron los US$ 13.106 millones, lo que refleja un crecimiento del 7,6% en comparación con el mismo período de 2023.

“Los principales productos vendidos hacia este mercado fueron petróleo, oro, café sin tostar, flores y puertas, ventanas y sus marcos. Estados Unidos representó el 29% del total de las exportaciones de Colombia a noviembre del año pasado” 

Se ha dicho por Javier Milei, presidente de la Argentina, que Donald Trump no es un presidente proteccionista y usa estas amenazas para conseguir objetivos políticos, pero la evidencia demuestra que no es tan “libertario” como desearía que fuera el hombre de la “motosierra” del Gobierno gaucho.  En su primer mandato fue evidente el interés del presidente Trump por modificar el tratado comercial como México y Canadá, presionando con el uso de restricciones arancelarias para que varias de las empresas estadounidenses en México regresaran al país.



Ya hay comunicados de ambos países que el conflicto se ha solucionado y no habrá sanciones, al aceptar Gustavo Petro las deportaciones de colombianos desde EEUU, donde parece ser que el Gobierno ha introducido un trato más humano; pero hay en marcha una reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), convocada por la presidenta de Honduras Xiomara Castro. La reunión está prevista a realizarse el día jueves 30 de enero de 2025 en Tegucigalpa, Honduras, donde Petro ha confirmado su asistencia presencial. Los temas de agenda incluyen, además de la migración, el medio ambiente y la unidad latinoamericana que cada vez vuelve más difícil.

Un problema que enfrenta la CELAC es que parte de los gobiernos de los países miembros no comparten la agenda de la presidenta Castro cuando se trata de enfrentar problemas que involucran a países de la llamada línea del socialismo real o del Siglo XXI, caso de Cuba, Venezuela y Nicaragua, y en parte Honduras, Bolivia, Colombia y México. En caso de las políticas de migración de Donald Trump, estos países se muestran a favor de las mismas y prestos a colaborar con el Gobierno estadounidense en las acciones a realizar para que el proceso se ejecute en orden. En el caso de Centroamérica, países como Guatemala, El Salvador, Costa Rica y en menor grado Panamá, apoyan -en forma abierta- las políticas de Donald Trump.

En el caso de Nicaragua y Honduras, ambos han sido eliminados de la agenda de visita del Secretario de Estado de EEUUMarco Rubio, en su gira por la región. La percepción desde Washington es que estos países no tienen una agenda democrática, sea porque se han entornado en el poder y debilitado las instituciones (léase Nicaragua) y con Honduras se evidencia que su agenda es contraria a los intereses del Gobierno del Norte al reconocer el gobierno de Nicolás Maduro y no a Edmundo González, denunciar el tratado de extradición de narcotraficantes a EEUU y amagar con cerrar la base militar gringa Enrique Soto Cano, en la región central del país.

El frente de trabajo en el tema de migración que lideran México, Colombia y Honduras, necesita urgentemente de un plan de mayor plazo, no solo para identificar acciones relacionadas con la protección de los derechos humanos de sus ciudadanos, sino también en la construcción de políticas y estrategias regionales, más allá de la propuesta del Triángulo Norte y que, al parecer, los mayores beneficiarios serán Guatemala y el Salvador, y en menor grado Honduras.



Es evidente que Donald Trump también recortará la llamada ayuda al desarrollo a los países latinoamericanos, canalizada mayormente por USAID. Ello abre una posibilidad de cooperación mayor entre los países, fortaleciéndose con instancias como la CELAC. Por los momentos se ha congelado por 90 días toda la ayuda al desarrollo por el Departamento de Estado, en espera de una evaluación de sus resultados y el posible alineamiento a las políticas de Washington, sumado a recortes de fondos para salud y cambio climático.

La reunión de la CELAC también es una oportunidad para revalorar el rol de países “seguros”, designado para México, Guatemala y Honduras, y los costos que ello implica. En el caso del México, ya dio muestran de este rol al contener mediante el uso de la fuerza militar la caravana de migrantes post-Trump. Lo mismo sucede con los costos ambientales, no recuperados, de aquellos países altamente contaminantes. Trump es poco dado a reconocer costos internos por ello, lo que implica ajustes en las partidas presupuestarias de los gobiernos.

La política de Donald Trump es temas de migración, ayuda y combate del narcotráfico, seguridad y corrupción, tiene un alcance regional, pero las acciones son país por país. Por tanto, la estrategia regional de CELAC debe tener sustento en estrategias y políticas nacionales.



En el caso de Honduras, las autoridades del Gobierno estiman que unos 280.000 ciudadanos serán deportados, lo cual aumenta las cifras ya que en 2024 solo se deportaron 37.000 migrantes (unos 44.000 según cifras del Instituto de Migración).  Para dirigentes de las asociaciones de inmigrantes en EEUU, las estimaciones hablan de 5.000 personas mensuales. El Gobierno se prepara para enfrentar esta demanda con el programaHermano, Hermana Vuelve a Casa”, que tiene tres pilares:

a) un bono compensatorio como ayuda económica (se habla de 100 dólares mensuales);

b) Apoyo alimentario, para que puedan acceder a alimentos;

c) Capital semilla de 1.000 dólares para emprendimientos y pequeños negocios, y un Programa masivo de empleo con recursos mayormente de inversión pública y cooperación bilateral, pero que debería incorporar recursos privados.

La estrategia de CELAC para enfrentar de forma conjunta y regional a las deportaciones desde EEUU debe ser aprobada con carácter de urgencia, involucrando a la UE y China.  Deberá hacer visible además una política regional unificada para cobrar por la contaminación ambientalEn los Estados Unidos hay que trabajar con las asociaciones y facilitar información sobre los derechos de las familias (especialmente menores de edad) cuando sus padres son deportados.

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miércoles, 29 de enero de 2025

SABIDURÍA DE LA SERPIENTE MARCA NUEVO AÑO LUNAR EN CHINA.

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“Año de la Serpiente, prioridades para ChinaEl presidente chino, Xi Jinping, felicitó al pueblo, destacó los logros del país durante el último año y delineó las prioridades para 2025, en un mensaje con motivo del Año Nuevo Lunar. Xi transmitió también sus felicitaciones a los compatriotas en Hong Kong, Macao, Taiwán y el extranjero, al tiempo que resaltó los desafíos superados con esfuerzo colectivo. Subrayó que, frente a un entorno complejo, el país logró avances significativos en la modernización al estilo chino. Promovimos un desarrollo de alta calidad, implementamos políticas efectivas para estimular la economía y alcanzamos resultados notables en innovación tecnológica e industrial”, señaló.

“El mandatario destacó la estabilidad social, la consolidación de los logros en la reducción de la pobreza y la gestión efectiva de riesgos en sectores clave. Asimismo, enfatizó la respuesta eficiente ante desastres, incluidos los esfuerzos de rescate en áreas de alta montaña en el Tíbet tras un terremoto. En cuanto al panorama internacional, Xi resaltó el compromiso de China con la reforma del sistema de gobernanza global, el fortalecimiento de la cooperación con el Sur Global y los avances en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, al tiempo que subrayó el papel de Beijing como motor del crecimiento económico mundial. De cara a 2025, considerado clave en el cierre del XIV Plan Quinquenal, el presidente llamó a acelerar la construcción de un nuevo modelo de desarrollo, profundizar las reformas y mantener el énfasis en el desarrollo sostenible y la apertura al exterior. Xi expresó su deseo de que la población afronte el Año de la Serpiente con confianza y determinación. El mandatario subrayó que este animal simboliza sabiduría y vitalidad en la cultura nacional: “Con ese espíritu, escribiremos un nuevo capítulo en la modernización de China”, apuntó.

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SABIDURÍA DE LA SERPIENTE MARCA NUEVO AÑO LUNAR EN CHINA.

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Beijing (Prensa Latina) Faroles rojos en las calles, adornos en las puertas con buenos augurios, caracteres para la suerte, sonido de tambores y variedad de olores acompañan la salida del Dragón y dan paso a la Serpiente.

China. Beijing miércoles 29 de enero del 2025

Por Isaura Diez

Corresponsal jefe en China

 

El Nuevo Año Lunar, también conocido como Fiesta de la Primavera, es la celebración tradicional más importante en China y en muchas comunidades asiáticas en el mundo.

En 2025, cobra un significado especial ya que marca el inicio del Año de la Serpiente de Madera, un símbolo de sabiduría, transformación y crecimiento.

Esta ocasión también es significativa porque es el primer Año Nuevo Lunar desde que la festividad fue inscrita en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.



El origen se remonta a una antigua leyenda milenaria acerca del monstruo Nian, que aterrorizaba a los aldeanos una vez al año.

Según la tradición, el color rojo y los ruidos fuertes, como los de los petardos, ahuyentaron a esta criatura.

Desde entonces, las familias decoran sus hogares con papel rojo, encienden antorchas y lanzan fuegos de artificio para alejar a los malos espíritus.

Durante las festividades se realizan rituales como la limpieza del hogar para desechar la mala suerte y la decoración con elementos rojos para atraer la buena fortuna

Otras tradiciones incluyen la cena de reunión familiar, durante las cuales se sirven platos simbólicos como pescado (que alude a abundancia), dumplings (riqueza) y fideos (longevidad).

Los sobres rojos (hongbao) con dinero se entregan a los niños y ancianos como símbolo de buena fortuna.



Fiesta de la Primavera: tradición y consumo interno

El 2025 está regido por la Serpiente de Madera, que representa la intuición, la adaptabilidad y la renovación.

De acuerdo con el zodiaco chino, las personas nacidas bajo este signo son consideradas estratégicas y reflexivas, capaces de enfrentar desafíos con sabiduría.

El zodíaco chino comprende 12 animales y cada uno de ellos representa un año en un ciclo de 12 años: rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo.

Más allá de las tradiciones, los feriados de ocho días que acompañan la Fiesta de la Primavera propician el turismo entre los chinos.

De acuerdo con Miao Muyang, director del Departamento de Desarrollo Industrial del Ministerio de Cultura y Turismo, el gigante asiático lanzó 27 iniciativas dirigidas a promover el consumo interno.

Entre las iniciativas están presentaciones artísticas, exhibiciones de patrimonio inmaterial y rutas turísticas invernales.

Además, Miao enfatizó en que se ofrecerán nuevos productos turísticos para visitantes internacionales y se optimizarán los servicios relacionados con el turismo receptivo.

“Invitamos a más amigos extranjeros a venir a China, experimentar el Año Nuevo Lunar junto al pueblo chino y sentir la riqueza cultural de esta celebración”, afirmó.

Por otro lado, la cartera lanzó el “Mes Nacional del Consumo Cultural y Turístico del Año Nuevo Lunar 2025”, que se extiende de enero a febrero.

Entre las propuestas se incluyen 10 rutas de turismo invernal, 26 destinos de descanso en climas cálidos y descuentos en entradas a sitios turísticos, espectáculos, restaurantes y compras.

También se desarrollará un plan de acción cultural y turístico denominado «Cien ciudades, mil estaciones», que contempla beneficios para el turismo por carretera, junto con la ampliación de vuelos y promociones en boletos aéreos.

Esas iniciativas buscan estimular la demanda interna y contribuir al crecimiento económico del gigante asiático donde el consumo representa más del 50 por ciento del PIB.

El comercio electrónico también experimentó un auge notable y la plataforma JD.com informó que las búsquedas de productos festivos se multiplicaron por 40 con ventas que crecieron 160% en regiones como Liaoning y Ningxia.



Alta demanda de transporte y logística

El Nuevo Año Lunar también es conocido por el “Chunyun”, el mayor movimiento migratorio del mundo, con millones de viajeros que visitan sus familias.

Durante el período de 40 días (del 14 de enero al 22 de febrero) se espera que más de 510 millones de pasajeros utilicen los trenes y 90 millones el avión.

Los aeropuertos internacionales de China, como el Capital de Beijing y el de Pudong en Shanghái, esperan por flujos diarios de hasta 42 mil y 95 mil pasajeros, respectivamente.

En esta temporada se prevé un promedio diario de 1,85 millones de viajeros que cruzarán las fronteras del país, un 9,5% más que en 2024, informaron las autoridades migratorias.

“Este año decidimos viajar a Japón, porque es cercano y económico. Queremos vivir una experiencia diferente, pero sin alejarnos demasiado de casa”, escribió Zhang Wei, un turista de Shanghái en las redes sociales.

Por su parte, la estudiante universitaria Li Na comentó que regresar a casa para el Año Nuevo Lunar es una tradición imperdible: “Aunque el viaje es agotador, la reunión con mi familia lo vale todo”, agregó.

De esa forma, el Nuevo Año Lunar o Fiesta de la Primavera se consolida como una celebración cultural y familiar, pero también un evento que refleja la riqueza histórica y la vitalidad económica de China.




Año de la Serpiente, prioridades para China

El presidente chino, Xi Jinping, felicitó al pueblo, destacó los logros del país durante el último año y delineó las prioridades para 2025, en un mensaje con motivo del Año Nuevo Lunar.

Xi transmitió también sus felicitaciones a los compatriotas en Hong Kong, Macao, Taiwán y el extranjero, al tiempo que resaltó los desafíos superados con esfuerzo colectivo.

Subrayó que, frente a un entorno complejo, el país logró avances significativos en la modernización al estilo chino.

Promovimos un desarrollo de alta calidad, implementamos políticas efectivas para estimular la economía y alcanzamos resultados notables en innovación tecnológica e industrial”, señaló.

El mandatario destacó la estabilidad social, la consolidación de los logros en la reducción de la pobreza y la gestión efectiva de riesgos en sectores clave.

Asimismo, enfatizó la respuesta eficiente ante desastres, incluidos los esfuerzos de rescate en áreas de alta montaña en el Tíbet tras un terremoto.

En cuanto al panorama internacional, Xi resaltó el compromiso de China con la reforma del sistema de gobernanza global, el fortalecimiento de la cooperación con el Sur Global y los avances en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, al tiempo que subrayó el papel de Beijing como motor del crecimiento económico mundial.

De cara a 2025, considerado clave en el cierre del XIV Plan Quinquenal, el presidente llamó a acelerar la construcción de un nuevo modelo de desarrollo, profundizar las reformas y mantener el énfasis en el desarrollo sostenible y la apertura al exterior.

Xi expresó su deseo de que la población afronte el Año de la Serpiente con confianza y determinación.

El mandatario subrayó que este animal simboliza sabiduría y vitalidad en la cultura nacional: “Con ese espíritu, escribiremos un nuevo capítulo en la modernización de China”, apuntó. arc/idm

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