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Qué es la Organización Mundial del
Comercio?. La Organización Mundial del
Comercio (OMC) es la única organización internacional que se ocupa de las
normas que rigen el comercio entre los países. Los pilares sobre los que
descansa son los Acuerdos de la OMC, que han sido negociados y firmados por la
gran mayoría de los países que participan en el comercio mundial y ratificados
por sus respectivos parlamentos. El objetivo es ayudar a los productores de
bienes y servicios, los exportadores y los importadores a llevar adelante sus
actividades. La Organización Mundial del Comercio
(OMC). y cuya sigla en inglés es WTO (World Trade Organization) , fue establecida en 1995. Tiene su sede en Ginebra y sus idiomas oficiales son el inglés, el francés y el español. La OMC no forma parte del sistema de las Naciones Unidas,
y tampoco de los "organismos de Bretton Woods"
como el Banco Mundial y el F.M.I.
La OMC, Se
ocupa de las normas mundiales por las que se rige el comercio entre las
naciones. Su
principal función es velar por que el comercio se realice de la manera más
fluida, previsible y libre posible. La OMC se organizó como entidad sucesora de la estructura
institucional del GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio ), existente desde 1947. En 1986, una
reunión ministerial convocada por el GATT
en Punta del Este (Uruguay)
aprobó una declaración en
que se dispuso la iniciación de una ronda de negociaciones comerciales
multilaterales, que habría de conocerse como "Ronda Uruguay", destinada a
sustituir y ampliar el conjunto de acuerdos entonces en vigor sobre diversos
temas de comercio internacional. La
Ronda se prolongó hasta 1995 y culminó en una reunión celebrada ese año en Marrakech (Marruecos). Allí se firmó el "Acta
Final" de la
Ronda y el conjunto de acuerdos sobre diversos temas, así como el "Acuerdo por el que se establece la Organización Mundial
del Comercio". A partir de
entonces quedó convenido que las disposiciones originales del GATT se denominarían "GATT de
1947" mientras que las resultantes de sus modificaciones acordadas
serían el "GATT de 1994". La Ronda Uruguay incorporó por
primera vez en el "sistema multilateral de comercio" varios temas que
hasta entonces habían estado excluidos de él. Los principales son el comercio de servicios,
la agricultura, los textiles y la propiedad intelectual.
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LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DEL
COMERCIO: O.M.C. Evaluación de la 8° Reunión Ministerial global.
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Viernes
21 de Diciembre del 2012.
La
8ª Reunión Ministerial, decían oficialmente, no era de negociaciones sino de
pláticas; sin embargo, como es usual terminó siendo un espacio de
confrontaciones entre la agenda de los llamados países desarrollados con sus
acólitos neoliberales doctrinarios y la agenda del creciente y mayoritario
bloque de países restantes miembros de la OMC, estrenando un nuevo ejercicio de
unidad. El resultado final de esta confrontación bien podríamos decir que quedó
en el terreno más político-estratégico, con el ejercicio y fortalecimiento de
las alianzas entre los países del bloque mayoritario, y el estancamiento e
incluso debilitamiento de la ambiciosa agenda desreguladora del bloque de las
otrora potencias económicas y hegemónicas absolutas, hoy en franco declive. La
declaración final de la reunión terminó siendo una declaración de exclusiva
responsabilidad del presidente de la conferencia, no de los delegados y
explícitamente carece de fuerza jurídica vinculante. Es un documento poco común
que parece más una relatoría de la reunión que una Declaración, pues más allá
de los juicios personales de su delegado-presidente, se recoge de manera
cautelosa las diferentes opiniones de la confrontación política y termina con
exhortos de buena voluntad.
Las
evaluaciones oficiales y oficiosas de los países desarrollados ponen acento en
el avance de tres temas: el mejor clima político de las pláticas, la adhesión
de Rusia, Samoa y Montenegro y “una reforma histórica de las normas de
contratación pública” (representante Kirk de EUA, sic). Obviamente se trata de
un ejercicio de campaña mediática, ampliamente divulgada por la telaraña de sus
mass-media, pues su “reforma histórica” del importantísimo tema oficial de las
compras gubernamentales o contratación pública, se restringe a la declaración
de los mismos 42 miembros originales del acuerdo de abrirse a las empresas extranjeras,
pero no lograron sumar ningún socio más a la propuesta abiertamente promovida
por las trasnacionales europeas y estadounidenses.
El
anzuelo del potencial gran negocio internacional de las compras
gubernamentales, en manos de las trasnacionales, no lo mordieron las llamadas
nuevas economías emergentes encabezadas por China, no obstante que ésta había
presentado su solicitud de adhesión pero a última hora la rechazaron por no
abrirse demasiado y permitirles a las trasnacionales “sus miles de empresas de
propiedad estatal y de todas sus compras provinciales [que] con esto agregaría
$ 4 billones en oportunidades y un estimado de $ 200 mil millones en
beneficios. Aunque, ahora hay una oportunidad para llevar a Rusia al redil”
(escribió el oficioso experto canadiense y asesor Peter Clark, Dec 16, 2011.
Esas
mismas opiniones oficiosas de evaluación de la reunión omiten un doble fracaso,
la de su propuesta de limitar el proteccionismo tratando se que se tomara la
Decisión de Moratoria en todas las formas de proteccionismo, intentando reducir
aún más el derecho de los países en vías de desarrollo de ejercer su espacio
político necesario para establecer políticas de desarrollo. Como también romper
la naturaleza multilateral de las negociaciones y el principio de nada se
acuerda hasta que todo acuerde, mejor conocido como entendimiento único, al
proponer se aprobar la liberación del comercio de servicios a partir del
acuerdo de un pequeño grupo de países, sin que el resto hubiera aceptado o
participara en las negociaciones; estrategia publicitada como negociación
plurilateral.
Todas
estas derrotas a los movimientos estratégicos que intentaron los países
neoliberales, fueron producto de una persiste acción común y plural de
resistencia encabezada por el grupo de países “amigos del desarrollo”. Con ese
nombre se presentó la agenda positiva de exigirles cumplimiento de mandato y
compromisos ya acordados a los países que han boicoteado la Agenda de la Ronda
de Desarrollo.
En
esa acción de resistencia común generalizada, por primera vez en la OMC
aparecieron coordinados los países del ALBA, que desde un inicio hicieron
declaraciones públicas de alto contenido crítico a los tradicionales mecanismo
de manipulación y exclusión de la dupla de burócratas de la OMC y los líderes
de la EU y EUA. Y que terminaron deslindándose de una maniobra de presentar
como consenso lo que un puñado de países había preparado como conclusión, con
lo cual contribuyeron a abortar la maniobra e impedir se repitiera la
imposición de algún texto “consensuado” como ha sucedido en otros foros multilaterales, destacadamente
en las COP de Copenhague, Cancún y Durban.
“Esta
es la primera vez que el ALBA tiene la capacidad de presentar una posición
común, en la
que tenemos los denominadores comunes suficientes entre nosotros para
presentarnos ante la OMC y defender nuestras posiciones”, “…el
propósito fue demostrar que un grupo pequeño de países puede utilizar las
reglas de juego de la OMC para defender adecuadamente sus intereses”, declaró
el viceministro ecuatoriano de Comercio Exterior, Francisco Rivadeneira. (Dic.
18 OMC busca acercamiento al ALBA).
Algo
singular de esta 8ª Reunión Ministerial fue también que la propuesta y la
crítica demoledora o la declaración opositora a la agenda neoliberal del bloque
anglosajón, no provino únicamente de conocidos gobiernos con discursos
progresistas de Latinoamérica, África o Países Menos Adelantados. Inesperada y
saludablemente, Olivier De Schutter, experto de la ONU sobre el derecho a la
alimentación, acusó el viernes 16 a Pascal Lamy jefe de la OMC, de abogar por
un enfoque centrado en el comercio “que ha fracasado espectacularmente”.
De
Schutter sentenció: “Al promover este enfoque centrado en el comercio, perdemos
el más simple enfoque de ganar-ganar. Si estuviéramos por el apoyo a los
pequeños agricultores del mundo en desarrollo, que suelen ser los grupos más
pobres, podríamos facilitar que salieran de la pobreza, y permitiríamos la
producción local de alimentos para satisfacer las necesidades locales. En este
contexto, el comercio sería complementario a la producción local, y no
justificaría su abandono. Los pobres urbanos tendrían acceso a alimentos
frescos y nutritivos, y la brecha entre el precio al productor y el precio de
venta al por menor se reduciría. Sin embargo, esto requiere un espacio de
política para limitar la volatilidad de precios a nivel nacional: es este
espacio político el que las normas de la OMC están reduciendo.”
“Las
políticas actualmente diseñadas por el régimen de comercio internacional no apoyan
a estos agricultores a pequeña escala. En su lugar, les imponemos la de
perder-perder. Ellos no se benefician de las oportunidades que el acceso a los
mercados internacionales representa para algunos. Pero son ellos los que son
víctimas de la presión sobre los recursos de la tierra, el agua y de los que
dependen, para que cada vez tengan que competir con el sector agro-exportador”.
“A
largo plazo, la red de países pobres importadores de alimentos no se verá
favorecida para alimentarse. Ellos se verán favorecidos al ser capaces de
alimentarse por sí mismos. Este es el consenso global de posterior a la crisis
mundial de precios de alimentos que incluso el G-20 ha reconocido. Es
decepcionante que la OMC sigua luchando las batallas del pasado.” [Véase la
versión integral del pronunciamiento en el archivo anexo de “La OMC defiende
una visión obsoleta de la seguridad alimentaria.”
Por
su parte, también “..la Santa Sede ha llamado la atención sobre la urgencia de
una reflexión nueva y profunda sobre el significado y los objetivos de la
economía y de una revisión con visión de futuro de la arquitectura global
financiera y comercial, con el fin de corregir los problemas de funcionamiento
y las distorsiones. Esta revisión de normas económicas internacionales debe
integrarse en el marco de un nuevo modelo global de desarrollo. En realidad,
esto es requerido por el estado de salud ecológica del planeta, y, sobre todo,
por la crisis cultural y moral del hombre, y los síntomas son evidentes en
todas partes desde hace mucho tiempo… En resumen, la familia humana no ha sido
creada para servir al mercado, sino el mercado para servir a la familia humana.
Si se respeta este principio, aunque los tiempos son difíciles, el miedo le
dará paso a la esperanza.” [Declaración del Arzobispo Silvano M. Tomasi, Nuncio
Apostólico, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas y
Otras Organizaciones Internacionales en Ginebra.
Se
terminó este ensayo de negociación pero continúan las diferencias profundas
entre los países y la búsqueda de vías para, por un lado, hacer cumplir lo
acordado en materia de desarrollo para la mayoría, como lo establece el mandato
de Doha, y por otro lado, continuar eludiendo sus compromisos y tratando de
reintroducir temas previamente rechazados como el de inversiones, competencia,
cambio climático, seguridad energética y seguridad alimentaria, conforme el
capital trasnacional presiona a sus delegados.
Así,
abiertamente el representante de Comercio de Estados Unidos, Ron Kirk dio
continuidad en la OMC al mismo discurso ensayado en las COP de dividir a los
países subdesarrollados (mayores y menores), buscando romper la fuerza de la
unidad, el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas y
justificar la violación que hacen a sus responsabilidades “Los países en
desarrollo no son los mismos, y pretenden contribuir al estancamiento de la
discusión sobre muchas de estas cuestiones importantes” (citado por Jenifer M.
Fridman. 18 Dic.2011 en:)
Los
avances de unidad de los Amigos del Desarrollo esta vez fueron evidentes, pero
¿se consolidará para el siguiente encuentro?, ¿avanzarán en unificar esfuerzos
en Río+20, otra de las caras de la batalla contra el neoliberalismo y por una
agenda global alternativa? Porque como suele decir el astuto director general
de la OMC: las negociaciones nunca se acaban.
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- Alejandro Villamar, economista
mexicano, es miembro de Red Mexicana de Acción frente al Libre
Comercio (RMALC) y de la Red Mexicana de Afectados por la Minería
(REMA)./Alaiamlatina
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