jueves, 13 de febrero de 2025

“EL SOLITARIO DEL SAYAN”. JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRIÓN. GRAN IDEOLOGO Y PRECURSOR DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU.

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“El centro del ideario de Sánchez Carrión fue el republicanismo. Difundió y desarrolló sus ideas en El Tribuno de la República Peruana; en el proyecto de primera Constitución Política del Perú, de la que fue redactor, así como también en las circulares y misivas que suscribió como secretario y Ministro General del Libertador Simón Bolívar. Rebelde Sánchez Carrión, plantea contra la soberanía del rey, la soberanía del pueblo; contra el poder absoluto, la división y autonomía de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial; contra los privilegios, la igualdad para el premio y para el castigo; contra el gobierno vitalicio, el gobierno a plazo fijo; contra el monopolio real de la propiedad, el derecho a la propiedad para todos; contra el coloniaje y la opresión, la libertad. José Faustino Sánchez Carrión integra la primera generación de liberales peruanos, a la que pertenecieron también Hipólito Unanue, Mariano José de Arce, José Toribio Rodríguez de Mendoza y Francisco Javier Mariátegui, y es reconocido como el Tribuno de la República Peruana que es el nombre que le da Raúl Porras Barrenechea, por su defensa del sistema republicano frente al proyecto de monarquía constitucional del general José de San Martín y su ministro Monteagudo a través de las cartas que firmó con el seudónimo de Solitario de Sayán.

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EL SOLITARIO DEL SAYAN”. JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRIÓN.

GRAN IDEOLOGO Y PRECURSOR DE LA INDEPENDENCIA DEL PERU.

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Hoy 13 de febrero: fecha del Natalicio del Gran Ideólogo peruano y Precursor de nuestra Independencia, José Faustino Sánchez Carrión. ”El Solitario del Sayán”.

Dr. Eduardo Arroyo Laguna.

Past Decano Colegio de Sociólogos del Perú. CSP.

Lima 13 de febrero del 2025.

 

José Faustino Sánchez Carrión, nacido en Huamachuco el 13 de febrero de 1787 y fallecido en Lurín, afueras de Lima el 2 de junio de 1825 es uno de los grandes precursores y prócer de la independencia peruana, reconocido ideólogo político peruano, conocido como «El Solitario de Sayán». Tuvo una decisiva actuación en el establecimiento del sistema de gobierno republicano en el Perú.

Es un hombre nacido en las alturas serranas del Perú. Los andes peruanos son el maravilloso escenario de una de las gestas épicas mayores de la historia universal. Con Junín y Ayacucho, batallas triunfantes, se cierra el ciclo descolonizador mundial y el paso a la modernidad, señal del progreso y el cambio.

Son los años en que la humanidad libra sus luchas contra el colonialismo y el tránsito del feudalismo al capitalismo. La revolución inglesa en 1760, la estadounidense en 1776, la francesa en 1789, los años de las luchas de Tupac Amaru (1780) y Tupac Katari en Perú y Bolivia; la revolución de Haití contra el imperialismo francés, primera guerra exitosa que después será aplastada y doblegada hasta la actualidad.

América del sur cimenta sus libertades en esos años. Las independencias de las provincias Unidas de la Plata en Argentina, Chile, La Gran Colombia, Ecuador, Venezuela. Las posteriores batallas triunfantes en el Perú, sea en Junín y Ayacucho consolidan la independencia sudamericana y cimenta las esperanzas de cada territorio que había expulsado al imperio del yugo hispano de estos territorios, en un momento en que como dice José Carlos Mariátegui, no habían aún definidas las nacionalidades primando el americanismo como unidad ideológica de nuestra región.

Huamachuco, en las alturas del departamento de La Libertad, es un eje protagónico de nuestra historia patria. Es la tierra natal del prócer José Faustino Sánchez Carrión como Trujillo, ciudad costera y capital de esta región, es en donde se dará el primer grito de independencia del Perú adelantándose a Lima y otras circunscripciones territoriales.

Trujillo tiene esa virtud y Huamachuco con mayor razón. Enclavada en los andes, Huamachuco, lugar de altas montañas, cielo límpido donde los picos tocan el cielo, crea el paisaje natural que eleva a los espíritus y los hace brillar con altísima producción intelectual. No sólo es el suelo natal de Sánchez Carrión sino del mayor vate nacional de talla universal, César Vallejo Mendoza como del narrador Ciro Alegría, Danilo Sánchez-Lihón, tierra de grandes hombres y mujeres. Huamachuco es un pueblo pequeño, pero de gran valor universal.

Huamachuco se convierte así en el referente nacional, tierra de promisión ubicada en los andes a 3,200 metros, adonde hay permanentes romerías de poetas, intelectuales, académicos y gente en general, a la que acudirán en este bicentenario de la defunción de José Faustino Sánchez Carrión (1825) miles de compatriotas y personas extranjeras, al gran Huamachuco, cuartel general de don Simón Bolívar, en cuya casa de Sánchez Carrión se hospedara el Libertador. En sus montañas hay un bello paisaje que resguarda de los ataques enemigos y que permite concentrar las fuerzas para lanzarse a la aventura guerrera.

Por eso aquello de contraponer la revolución indígena a la revolución criolla de modo tan simple es la alegre polarización, muy común en aquellos que de un modo simplón trazan la línea demarcatoria entre indígenas y criollos como entre monárquicos y republicanos.

Todos se enfrentan a España, todos son republicanos: la oficialidad peruana que participa en ambas batallas es abiertamente republicana, aunque venga en algunos casos de haber combatido del lado realista. Son republicanos San Martín, Monteagudo, Bolívar Sucre, Manuelita Sáenz, María Parado de Bellido, Miller, Córdova, Castilla, Vivanco, Suárez, Rázuri y tantos otros héroes de esta epopeya libertaria.


Menos decir cómo han sostenido Heraclio Bonilla y Karen Spalding que la independencia fue una independencia concedida como si todo hubiese sido voluntad de extranjeros como San Martín, Bolívar y Sucre, sin constatar, craso error, la gran participación de masas peruanas, de militares nacionales en Junín y Ayacucho, así como montoneras y guerrillas y mujeres acompañando a sus parejas.(las históricas y poco reconocidas LAS RABONAS)

Es a la sierra, al Cusco, donde se había movido don José de la Serna tras el ingreso de San Martín a Lima sin disparar una sola bala. La táctica realista será migrar a la sierra y asentarse en el Cusco con un poderoso ejército ganando a la población peruana, dado que era la región más poblada del país.

El grueso de la población nacional estaba en la sierra y controlar sus voluntades era vital para los españoles mientras los ejércitos patriotas en un inicio estuvieron localizados en la costa.

La epopeya peruana se desarrolla en los andes contra un ejército que acantona en el Cusco, territorio de las grandes luchas de Túpac Amaru, adalid de nuestra independencia quien soñaba con el Tawantinsuyanismo al igual que Micaela Bastidas y los hermanos Katary mientas José Santos Atahualpa lo era del Gran Pajonal, grandes figuras que anteceden a las guerras triunfantes que cortan el yugo español.


José Faustino Sánchez Carrión. "El Solitario del Sayán".

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SÁNCHEZ CARRIÓN: IDEÓLOGO REPUBLICANO.

Es la argumentación de la dignidad y la libertad de Sánchez Carrión frente a la justificación de la imposibilidad de la democracia y de la república inicialmente en el Perú y el paso previo de una monarquía constitucional de parte de Bernardo Monteagudo, a quien acompañan en estas afirmaciones San Martín y Unanue.

A favor de la ética y moral como en el republicanismo greco-latino donde Cicerón nos dice y recalca Sánchez Carrión que los representantes del pueblo, los tribunos, deberían ser los más virtuosos, abofeteando así a la caterva de impresentables que hoy pueblan la política nacional, expresión de una honda descomposición social y moral.

El peruano Sánchez Carrión es serrano, hombre de alturas, de vertiente aristocrática española por su padre, madre de la localidad. Es, pues, un hijo de la aristocracia española. Pero será republicano desde siempre hasta su muerte temprana a los 38 años de edad (1825). Precisamente en este año conmemoramos el bicentenario de su fallecimiento en 1825.

Mientras que Monteagudo dirá que el peruano no tiene un pasado democrático y no conceptúa que el peruano pueda vivir en democracia, sino que el paso previo a la república ha de ser una monarquía constitucional. Sánchez Carrión como Bolívar y Sucre dirán que la república no se negocia y apuestan por ella hasta el final siendo este hombre de letras, abogado, catedrático, el que dirigirá todo el aparato logístico y avituallamiento del ejército patriota antes de la batalla de Ayacucho.

Desde Lima y viajando por todo el país, Sánchez Carrión va dotando de vituallas y logística a ese ejército que siempre fue en número menor al realista acantonado nada menos que en nuestra serranía y en el viejo Cosco, capital del incanato. No es, pues Sánchez Carrión sólo un hombre de letras sino un soldado cuando la patria lo requiere.

Ya en 1822 y ante la Sociedad Patriótica – fundada por Monteagudo con el fin de propiciar la Monarquía en el Perú, aparece aquella citada refutación de la tesis Monarquista y de afirmación del credo republicano, la Primera Carta del Solitario de Sayán”.

Diputado al primer Congreso por Puno y Trujillo, su voz se deja escuchar constantemente en pro de los ideales republicanos, por la formación de un Estado federal y por la genuina división de los poderes, Político, Judicial y Congresal, hasta ser el principal sostenedor y redactor de la Constitución de 1823.

Ante luchas internas de los patriotas y ante la fuerte reacción española que domina a Lima, Sánchez Carrión proclama la necesidad de la venida de Bolívar, que significa un paso atrás en su ideario anti personalista y sale a buscarlo en comisión del Congreso.

Sánchez Carrión, quien centraliza el pensamiento de los jóvenes intelectuales republicanos, ha comprendido que luchar al lado de Bolívar significa llegar al cumplimiento de la victoria armada.

El 26 de marzo de 1824, Bolívar lo nombre su Ministro General y es allí donde comienza la tarea de la administración civil, del aprovisionamiento militar y sobre todo de la inyección de fe y entusiasmo a los cuadros patriotas, que se traduce en el milagro de la recuperación y del optimismo por la causa de la libertad.



La Emancipación Peruana le debe a Sánchez Carrión este milagro.

El creó en torno de Bolívar una mística que por supuesto respondía a la personalidad fulgurante del hombre nacido para tal empresa; pero a la vez le facilitó todos los medios posibles para el logro de esa obra.

Su nombre está unido a la Instalación de la Corte Superior de Trujillo y a la creación de la Universidad de Trujillo. En Huaraz dejó organizada la vida civil, militar y el Hospital de Sangre; en Huánuco se hizo lo mismo. En Huamanga, organiza la vida civil y crea las medidas necesarias para el abastecimiento militar. Pasa días de penosa enfermedad sin dejar de trabajar por la revolución independentista. En Huamanga prepara el triunfo de Ayacucho.

En octubre de 1824, Bolívar lo confirma como Ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores: y a comienzos de diciembre está en Lima, para lanzar el 7 de ese mes, la convocatoria al Congreso Anfictiónico de Panamá, al lado de Simón Bolívar.

Sánchez Carrión destaca por la agudeza de su aprendizaje como por su fulgurante oratoria.

Sánchez Carrión expuso sus planteamientos en "El Correo Mercantil Político y Literario". Después de la asonada popular del 25 de julio de 1822, contra Monteagudo, colaboró en el bisemanario "La Abeja Republicana", donde fue publicada en forma completa la primera carta del Solitario de Sayán. Luego editó por su cuenta el bisemanario "El Tribuno de la República Peruana", apelativo que desde entonces asumió para sí.

Como diputado por Trujillo integró el primer Congreso Constituyente del Perú, en el cual fue secretario, del 20 de septiembre a 20 de noviembre de 1822, así como miembro de la comisión encargada de redactar la Constitución, que fue promulgada en 1823 y que tuvo marcada inspiración liberal.

El 3 de abril de 1824 Sánchez Carrión recibió de Bolívar la investidura de Secretario General de los Negocios de la República Peruana (o Ministro único), y como tal acompañó al Libertador a lo largo de toda su campaña en suelo peruano (del 26 de marzo a 28 de octubre de 1824).

Retrato de José Faustino Sánchez Carrión en el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú.
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El 28 de octubre de 1824, Bolívar organizó nuevamente su gobierno en Jauja y nombró a Sánchez Carrión como ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores (que ejerció hasta el 26 de febrero del año siguiente). El 7 de diciembre de 1824, dos días antes de la batalla de Ayacucho, cursó a los gobiernos americanos la invitación a un congreso anfictiónico, a realizarse en Panamá. En este sentido compartió plenamente con Bolívar el ideario de la unidad hispanoamericana, que por el momento no se concretó.

Debilitada su salud, se retiró a la hacienda “Grande” de Lurín, de propiedad de la congregación de los padres del oratorio de San Felipe Neri, donde falleció el 2 de junio de 1825 a los treinta y ocho años de edad.

El centro del ideario de Sánchez Carrión fue el republicanismo. Difundió y desarrolló sus ideas en El Tribuno de la República Peruana; en el proyecto de primera Constitución Política del Perú, de la que fue redactor, así como también en las circulares y misivas que suscribió como secretario y Ministro General del Libertador Simón Bolívar. Rebelde Sánchez Carrión, plantea contra la soberanía del rey, la soberanía del pueblo; contra el poder absoluto, la división y autonomía de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial; contra los privilegios, la igualdad para el premio y para el castigo; contra el gobierno vitalicio, el gobierno a plazo fijo; contra el monopolio real de la propiedad, el derecho a la propiedad para todos; contra el coloniaje y la opresión, la libertad.

José Faustino Sánchez Carrión integra la primera generación de liberales peruanos, a la que pertenecieron también Hipólito Unanue, Mariano José de Arce, José Toribio Rodríguez de Mendoza y Francisco Javier Mariátegui, y es reconocido como el Tribuno de la República Peruana que es el nombre que le da Raúl Porras Barrenechea, por su defensa del sistema republicano frente al proyecto de monarquía constitucional del general José de San Martín y su ministro Monteagudo a través de las cartas que firmó con el seudónimo de Solitario de Sayán.

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