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En la generación eléctrica Cuba se
propone crecer aceleradamente en el uso de energías renovables. Aún no hay pronunciamientos semejantes en el
transporte. Continuando el desmarque de
su tradicional rumbo apegado a los combustibles fósiles, la UNE conectará
al SEN en el 2012 su primera Central de Energía Solar Fotovoltaica. La misma producirá 1 500 MWh
(megawatt-hora) de energía eléctrica al año bajo el esquema de generación
distribuida sin requerir una gota de petróleo, evitando la emisión de poco más de mil toneladas de CO2. En el 2013 la
UNE prevé instalar otros 10 MW. En hidroenergía se aspira a tener 100 MW
instalados en los próximos años, aunque el potencial es mayor. En el 2013 se iniciará la construcción de un
parque eólico de 50 MW en Las Tunas. Los análisis técnicos recomiendan que con la red eléctrica
de que disponemos hoy, se puede instalar hasta 600 MW eólicos, de
unos 2 000 MW en que se estima el potencial.
Para una mayor penetración de las fuentes renovables en la generación habrá que
mejorar la red eléctrica y usar tecnologías para almacenar energía. Para liberar a la economía de una parte de
la pesada carga de combustibles fósiles que hoy gravita sobre ella, se
prevé explotar el nada despreciable
potencial bio-energético del país: biomasa
cañera y desechos forestales, residuos porcinos, ganaderos y agrícolas. Miles de plantas de
biogás podrían construirse para la cocción, refrigeración, iluminación y
generación eléctrica.
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Cuba. Un proyecto de Introducción de energías renovables de forma integral... en todos los Municipios en colaboración con el Poder Popular Municipal y la ong CUBA SOLAR.
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CUBA: Por el predominio gradual de las
energías renovables.
“Introducción de Proyectos en los
Municipios en alianza con el Poder Popular Municipal”.
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Juventud Rebelde. Agosto 2012.
La matriz energética cubana se basa en el uso de
combustibles fósiles. Es un reto acelerar el empleo de fuentes renovables de
energía
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Según datos
de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, en 1970 el 18 por ciento
de la energía eléctrica se generó en Cuba con energías renovables. Hoy solo el
3,8 por ciento de nuestra electricidad se produce empleando esas fuentes. Todos
nuestros medios de transporte usan derivados del «oro negro». Solo una parte de
la energía térmica para procesos industriales se obtiene de fuentes renovables,
básicamente en la industria azucarera. No hay que ser experto para advertir que
debe trabajarse en la transformación gradual de la matriz energética cubana.
Condiciones
especiales
La radiación
solar es utilizable en el territorio cubano en sus diferentes manifestaciones
durante todo el año: biomasa, energía hidráulica, energía eólica o directamente
convertida en energía térmica o electricidad. Cuba tiene condiciones naturales,
sociales y tecnológicas para tener una matriz energética basada en fuentes
renovables. Nuestra ubicación geográfica permite que cada metro cuadrado del
territorio nacional reciba 1 800 kWh (kilowatt-hora) de energía solar como
promedio al año. Alrededor de nuestro archipiélago existen corrientes marinas y
diferencias de temperatura entre aguas profundas y superficiales, adecuadas
para producir energía eléctrica. Los vientos alisios y el anticiclón del
Atlántico Norte propician el desarrollo eólico. La creciente cobertura boscosa
también favorece el desarrollo energético sostenible a partir del uso de los
desechos forestales. Todo esto nos permite disponer de un alto potencial de
fuentes renovables.
En Cuba hay
voluntad política para hacer avanzar las energías renovables. Tenemos una
población instruida y el acceso a la educación es universal y gratuito. Existe
una red nacional de escuelas y universidades, centros de investigación y miles
de graduados universitarios en carreras afines al desarrollo energético. Los
medios masivos no muestran propaganda comercial, no promueven el consumismo y resaltan
aspectos educativos sobre la energía. Cubasolar, como parte de la sociedad
civil, fomenta la cultura energética y ejecuta proyectos a escala local.
El 98 por
ciento de la población cubana tiene acceso a la electricidad, existe un Sistema
Electroenergético Nacional (SEN) que llega de un extremo a otro del país con
líneas a 110 y 220 kV (kilovolt) y el 25 por ciento de la energía eléctrica se
produce de forma distribuida, aspecto esencial para una alta penetración de las
fuentes renovables que son distribuidas por naturaleza.
¿Por qué
energías renovables?
Para seguir
su desarrollo el país necesita más energía. La energía es un elemento
transversal en la economía, está presente en todas las cadenas productivas, en
las industrias, en los servicios y en el transporte. En corto y mediano plazos
dispondremos de más energía combinando la eficiencia energética, los
combustibles fósiles y un mayor aporte de las energías renovables, que deben ir
gradualmente predominando en la matriz energética.
Según Manuel
Menéndez Castellanos, director de Energías Renovables del Minbas, «…el uso de
las energías renovables es hoy una prioridad del mundo… y naturalmente es una
prioridad de Cuba… (y) esta prioridad seguirá siendo cada vez mayor». «El
petróleo está llamado a desaparecer… (y) todavía otras fuentes como la
(energía) nuclear inspiran cierta controversia», aunque esta última no
contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero durante la generación de
electricidad. «Es por eso que el uso de las energías renovables constituye un
objetivo estratégico… y significan seguridad energética y soberanía
energética».
Las
emisiones de los combustibles fósiles causan severos daños a la salud humana y
al planeta. Si bien las nuestras no son significativas en el ámbito global y
han disminuido en más de 20 por ciento desde 1990, de acuerdo con la Agencia
Internacional de Energía, contaminan localmente la atmósfera y empeoran la
calidad del aire.
No estamos
en cero
En Cuba
existen unas 30 000 instalaciones que utilizan fuentes renovables de energía;
más de 10 000 molinos de viento, unas 500 plantas de biogás, 9 000 calentadores
solares y un número semejante de sistemas fotovoltaicos.
Durante el
pasado año y en lo que va del 2012 los aerogeneradores e hidroeléctricas
evitaron el uso de más de 43 000 toneladas de combustible y el envío a la
atmósfera de 139 000 toneladas de CO2. En sus 163 hidroeléctricas Cuba posee
una potencia instalada de 64 MW (megawatt). Con la Revolución Energética se
caracterizó el potencial eólico del país, se instalaron tres parques eólicos
experimentales, y hoy ocupamos el lugar 58 en el ranquin eólico mundial con
11,7 MW. Se construyó una fábrica de calentadores solares de tubos de vidrio al
vacío que puede producir unas 4 400 unidades al año y se amplió a 10 MW la
producción de la fábrica de paneles fotovoltaicos de Pinar del Río. Existe
además una fábrica de «molinos» de viento que puede entregar 1 300 unidades al
año.
Respecto al
uso de biomasa para cogenerar energía térmica y eléctrica en la rama azucarera,
los centrales operativos están interconectados al SEN y en el 2012 generaron
489 GWh. Los más eficientes generaron 40 kWh por tonelada de caña molida, muy
por debajo de lo alcanzable si se usaran tecnologías más eficientes disponibles
en el mundo.
En el
transporte se han hecho experimentos para emplear combustibles alternativos
renovables. Desde el año 2000 se experimenta usando alcohol como combustible y
se investiga el uso de alcoholes hidratados al 25 por ciento mezclados con
diésel. Se investiga la obtención de biodiésel a partir de Jatropha Curcas —ya
se probó con éxito el uso de ese combustible—, una planta de frutos no
comestibles que no compromete la producción de alimentos. Se ha experimentado
también el uso de sistemas fotovoltaicos y pequeños aerogeneradores en
embarcaciones turísticas. Todos estos son temas de gran importancia que deben
acelerarse.
Cuba. La energía renovable, generará muchos puestos de trabajo.
Futuro
cercano.
En la
generación eléctrica Cuba se propone crecer aceleradamente en el uso de
energías renovables. Aún no hay pronunciamientos semejantes en el transporte.
Continuando el desmarque de su tradicional rumbo apegado a los combustibles
fósiles, la UNE conectará al SEN en el 2012 su primera Central de Energía Solar
Fotovoltaica. La misma producirá 1 500 MWh (megawatt-hora) de energía eléctrica
al año bajo el esquema de generación distribuida sin requerir una gota de
petróleo, evitando la emisión de poco más de mil toneladas de CO2. En el 2013
la UNE prevé instalar otros 10 MW. En hidroenergía se aspira a tener 100 MW
instalados en los próximos años, aunque el potencial es mayor. En el 2013 se
iniciará la construcción de un parque eólico de 50 MW en Las Tunas. Los
análisis técnicos recomiendan que con la red eléctrica de que disponemos hoy,
se puede instalar hasta 600 MW eólicos, de unos 2 000 MW en que se estima el
potencial. Para una mayor penetración de las fuentes renovables en la
generación habrá que mejorar la red eléctrica y usar tecnologías para almacenar
energía.
Para liberar
a la economía de una parte de la pesada carga de combustibles fósiles que hoy
gravita sobre ella, se prevé explotar el nada despreciable potencial
bioenergético del país: biomasa cañera y desechos forestales, residuos
porcinos, ganaderos y agrícolas. Miles de plantas de biogás podrían construirse
para la cocción, refrigeración, iluminación y generación eléctrica. Se proyecta
construir unidades de generación biotermoeléctricas en centrales azucareros que
utilizarán como combustibles la biomasa cañera, residuos forestales y marabú.
Estas plantas funcionarán hasta 290 días al año con más eficiencia y mejores
parámetros que los esquemas de generación de los centrales actuales, pudiendo
llegar a evitar la emisión de no menos de tres millones de toneladas de CO2
hasta el 2020.
Se prevé
también integrar las tecnologías energéticas renovables y el uso pasivo de la
energía solar a todas las edificaciones que lo permitan, especialmente las
nuevas inversiones. Así se logrará más eficiencia energética y se desplazarán
consumos de combustibles fósiles.
Un tema cultural
Cambiar la
matriz energética no es solo un asunto normativo, jurídico, tecnológico, de
financiamiento y de voluntad política. Es también un tema cultural pues se
necesita modificar percepciones negativas sobre las energías renovables y
cambiar las conductas de las personas en relación con el uso de la energía.
Para eso hace falta información, conocimiento, divulgación y educación
energética para el respeto ambiental a todos los niveles.
Debemos
implicar a toda la sociedad, trabajadores, técnicos, tomadores de decisiones,
usuarios finales y, sobre todo, a niños y jóvenes. No se trata solo de difundir
anuncios televisivos y mensajes radiales sobre el ahorro de energía y escribir
artículos como este. Hay que buscar métodos para calar hondo en la conciencia
de la gente, ya que, como expresó Daymaris Martínez Rubio en su artículo Los
desafíos de una nueva cultura, «la búsqueda social de alternativas para
resolver el problema del desarrollo energético, debe pasar por una cultura de
la población que sepa, por una parte, interiorizar las decisiones adoptadas,
ejecutarlas de manera efectiva, pero que también sea capaz de imaginar y
proponer alternativas, de participar e influir sobre esas decisiones…».
Hay que
propiciar la participación democrática a nivel local en la toma de decisiones
para la aceptación e implementación de las energías renovables. Lo hecho hasta
hoy para desarrollar las energías renovables no ha cambiado nuestra dependencia
de los combustibles fósiles. Un programa nacional integral podría contribuir a acelerar
el tránsito hacia una matriz energética sostenible.
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Mario Alberto Arrastía Ávila es especialista de Cuba-energía y miembro
de Cuba-solar.
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