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El embargo a Cuba, conocido en la
isla y muchos países del mundo como el bloqueo, decretado en 1960 por el entonces
presidente estadounidense Dwight
Eisenhower contra el gobierno de Fidel
Castro, es considerado por la mayoría de los expertos uno de los mayores
fiascos de la política exterior estadounidense en Cuba, ya que más de 50 años
después los hermanos Castro siguen en el poder. El propio Obama reconoció a finales del año pasado que Estados
Unidos debería aplicar una estrategia más “creativa” hacia la isla. “Pero una
muestra de lo difícil que es consensuar una estrategia para Cuba es la furibunda
reacción del senador republicano –y cubano-americano– Marco Rubio a la revelación de Clinton”,
publicó el periódico español. Hillary Clinton, ex secretaria de Estado y
una de las candidatas presidenciales favoritas de los demócratas para 2016,
recomendó a Barack Obama terminar
con el bloqueo a Cuba. El embargo “no está alcanzando sus objetivos” y “está
obstruyendo nuestra agenda en Latinoamérica”, según reveló ayer un anticipo de
sus memorias. La autobiografía de la también ex primera dama, titulada
Decisiones difíciles, saldrá a la venta el próximo 10 de junio en Estados Unidos, pero algunos medios
estadounidenses obtuvieron una copia antes de su puesta en circulación y revelaron algunos
detalles, como esa recomendación a Obama cuando Clinton era titular de la
diplomacia norteamericana.
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Hillary
Clinton, ex secretaria de Estado y una de las candidatas presidenciales
favoritas de los demócratas para 2016, recomendó a Barack Obama terminar con el
bloqueo a Cuba. El embargo “no está alcanzando sus objetivos” y “está
obstruyendo nuestra agenda en Latinoamérica”, según reveló ayer un anticipo de
sus memorias.
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HILLARY CLINTON ACONSEJA TERMINAR
CON EL BLOQUEO.
La ex Canciller de Obama recomendó
cambiar la estrategia con CUBA.
Una gira para pulir la imagen pública.
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Página
/12 sábado 7 de junio del 2014.
La entonces secretaria
de Estado le dijo al presidente estadounidense Obama que el embargo “no está
alcanzando sus objetivos” y que “está obstruyendo nuestra agenda en
Latinoamérica”, según un anticipo de sus memorias.
Hillary
Clinton, ex secretaria de Estado y una de las candidatas presidenciales
favoritas de los demócratas para 2016, recomendó a Barack Obama terminar con el
bloqueo a Cuba. El embargo “no está alcanzando sus objetivos” y “está
obstruyendo nuestra agenda en Latinoamérica”, según reveló ayer un anticipo de
sus memorias. La autobiografía de la también ex primera dama, titulada
Decisiones difíciles, saldrá a la venta el próximo 10 de junio en Estados
Unidos, pero algunos medios estadounidenses obtuvieron una copia antes de su
puesta en circulación y revelaron algunos detalles, como esa recomendación a
Obama cuando Clinton era titular de la diplomacia norteamericana.
En sus memorias agregó,
además, que el largo bloqueo de Estados Unidos a la isla sólo les ha dado a Fidel
y Raúl Castro una excusa para no hacer reformas democráticas y “alguien a quien
culpar de los problemas económicos de Cuba”, según informaron medios
estadounidenses. La ex jefa de la política exterior de Estados Unidos recuerda
en sus memorias que su esposo, el ex presidente Bill Clinton, trató de suavizar
el embargo, aunque no lo logró. “Yo creía que debíamos hacer recaer en los
Castro la responsabilidad de explicar por qué siguen siendo antidemocráticos y
abusivos”, escribió en su libro próximo a aparecer. La autobiografía de Hillary
Clinton está siendo examinada con lupa por los medios estadounidenses, ya que
la ex primera dama es una de la favoritas para ser la candidata demócrata en
las elecciones de 2016.
La opinión de Clinton
sobre Cuba empieza a ganar terreno en Estados Unidos. “El mes pasado, una
cuarentena de personalidades, entre ellos ex altos cargos políticos y
militares, tanto demócratas como republicanos, así como destacados miembros de
la comunidad cubano-americana, firmaron una carta abierta pidiéndole a Obama
que haga uso de su poder ejecutivo para dictar unilateralmente nuevas medidas
de apoyo a los emprendedores y la sociedad civil en la isla comunista”, destacó
el diario El País.
Por otro lado, la
organización Cuba Now, que aboga por una mayor apertura hacia la isla, aplaudió
la posición de la ex secretaria de Estado. “Esto demuestra que hay un
reconocimiento a los más altos niveles del gobierno de que las políticas de
línea dura respecto a Cuba han fallado”, dijo Ric Herrero, director ejecutivo
de Cuba Now, a través de un comunicado. Herrero consideró que Hillary Clinton
es “una voz muy importante que se une al creciente coro de llamamientos
pidiendo al presidente Obama que actúe”.
El director de Cuba Now
consideró que la decisión en 2009 de la administración Obama de flexibilizar
los viajes para ciudadanos cubano-estadounidenses a la isla, así como las
condiciones para el envío de remesas, tuvo un mayor impacto en la isla en los
últimos cinco años que la política de aislamiento en los 50 años previos. “La
pregunta ahora es: ¿qué espera el presidente?”, añadió Herrero.
La semana pasada, Raúl
Castro recibió al presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Thomas
J. Donohue –la primera que realizaba en quince años–, quien afirmó que era hora
de abrir un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales. “Cuanto más pueda
hacer Cuba para demostrar su compromiso con la reforma, y cuanto más se pueda
hacer para abordar y resolver los conflictos en nuestras relaciones, mejores
serán las perspectivas para los cambios en la política de Estados Unidos”,
señaló Donohue, insistiendo en que la Cámara de Comercio se opone desde hace
años al embargo comercial que aplica Washington a La Habana.
En este sentido, Donohue
elogió las reformas del gobierno de Raúl Castro, que logró triplicar hasta 450
mil el número de pequeñas empresas privadas y la creación de más de 2000
cooperativas agrícolas y 400 mil agricultores privados que trabajan su propia
tierra. Con una nueva ley de inversión extranjera, Cuba también está buscando
atraer entre 2000 millones de dólares y 2500 millones de dólares al año de
inversión directa, en un aumento estimado en diez veces superior a los niveles
actuales. En cualquier caso, agregó que Cuba tiene mucho por hacer, y ha citado
a países como China y Vietnam como ejemplo de gobiernos comunistas que elevaron
el nivel de vida recurriendo a modelos económicos más orientados hacia el
mercado.
El
embargo a Cuba, conocido en la isla y muchos países del mundo como el bloqueo,
decretado en 1960 por el entonces presidente estadounidense Dwight Eisenhower
contra el gobierno de Fidel Castro, es considerado por la mayoría de los
expertos uno de los mayores fiascos de la política exterior estadounidense en
Cuba, ya que más de 50 años después los hermanos Castro siguen en el poder. El
propio Obama reconoció a finales del año pasado que Estados Unidos debería
aplicar una estrategia más “creativa” hacia la isla. “Pero una muestra de lo
difícil que es consensuar una estrategia para Cuba es la furibunda reacción del
senador republicano –y cubano-americano– Marco Rubio a la revelación de Clinton”, publicó el periódico
español.
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Hillary
Clinton, en noviembre de 2012, durante una ceremonia en Washington DC.
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Una gira para pulir
la imagen pública. Con su libro, Hillary cubre sus flancos débiles.
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Página
/12 sábado 7 de junio del 2014.
Por David Usborne * @
Como giras serán
bastante breves, pero aun así los próximos días serán agotadores para Hillary
Clinton. Su nuevo libro de memorias, Decisiones difíciles, sale el martes y por
entonces, la semana que viene ya habrá hecho apariciones para promoverlo en
Nueva York, Chicago, Los Angeles y Washington DC y en todas las cadenas de
televisión.
Ostensiblemente, el
libro relata los recuerdos de Clinton de sus cuatro años como secretaria de
Estado. Ella narra, por ejemplo, cuando le dio al ministro de Exteriores ruso,
Sergei Lavrov, una pequeña insignia en 2009 con la palabra reset en inglés y
ruso, lo que refleja el deseo de Estados Unidos de comenzar de nuevo con el
Kremlin. Desgraciadamente la traducción al ruso estaba equivocada. “No fue el
mejor momento para las habilidades lingüísticas de Estados Unidos”, escribe. En
cuanto a Vladimir Putin, que es “de piel fina y autocrático, resiente la
crítica y, finalmente, toma medidas enérgicas contra la disidencia y el
debate”.
Claramente, sin embargo,
ella también está sentando las bases para una posible inclinación a la
nominación demócrata para presidente en 2016. “¿Voy a postularme a la
presidencia en 2016? La respuesta es que no lo he decidido”, escribe en la
página 595, de acuerdo con CBS News, que obtuvo una copia temprana.
El libro es, en parte,
la oportunidad de aplicar bálsamo para los pedazos de su pasado, por lo menos
en la política exterior, que podrían dañarla. Indica en términos más fuertes
que nunca, su arrepentimiento por votar a favor de una resolución que
autorizaba la guerra de Irak, por ejemplo. Y desdeña un sinfín de
investigaciones que hizo el Partido Republicano del saqueo del consulado de
Estados Unidos, en Benghazi, Libia, en 2012. “Nunca se sabrá con claridad todo
lo que pasó”, dice.
Ella también inicia el
proceso de diferenciación, necesario pero difícil, de sí misma y del presidente
Barack Obama. Dice que ella trató en vano de persuadir al presidente de dar
armas a los rebeldes que luchan contra la dictadura siria –ella llama el
conflicto sirio un “problema perverso”– y poner fin a las largas décadas de
embargo estadounidense a Cuba.
De más actualidad, sin
embargo, son las páginas sobre los esfuerzos que comenzaron aún cuando ella
estaba en el Departamento de Estado para rescatar al soldado estadounidense
Bowe Bergdahl del cautiverio talibán. Fue puesto en libertad el 31 de mayo, a
cambio de cinco detenidos talibán en Guantánamo. De manera útil para Clinton
ahora, explica qué negativo podría considerarse tal intercambio. “Abrir hoy la
puerta a las negociaciones con los talibán sería difícil de tragar para muchos
estadounidenses, después de tantos años de guerra.”
Casi nadie piensa que
Hillary Clinton no se postulará. Pero ¿debe hacerlo? Y los demócratas ¿son
inteligentes al quererlo?
En el famoso anuncio
publicitario de Clinton en 2008 les preguntaba a los demócratas quién querrían
que contestara el teléfono en una crisis global en la oscuridad de la noche en
la Casa Blanca: Barack Obama o “alguien que ya conoce a los líderes del mundo,
conoce a los militares, alguien que lo probó”. Si ella se probó entonces, es
más que eso ahora, después de cuatro años como secretaria de Estado. Algunos candidatos
anteriores han sido acusados de apenas haber dejado el suelo americano; ella no
está en esa categoría.
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* De The Independent de Gran Bretaña.
Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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