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Alternativa de solución
La primera parte de la solución es haber comprendido que el problema no se encuentra ni en la “economía de mercado” ni en “la búsqueda de ganancias”, elementos del proceso de trabajo. Que la empresa sea una empresa-global no es el problema. Al contrario, es parte de la solución.
El problema se encuentra en el tipo de repartición de la riqueza creada. Un tipo de repartición que facilita acumular y concentrar la casi totalidad de la riqueza creada en un número insignificante de personas.
La alternativa de solución es, entonces, instalar un nuevo tipo de repartición de la riqueza creada, y que la humanidad lo conoce muy bien porque lo ha utilizado durante miles de años, previamente a la Repartición Individualista.
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LA EMPRESA-GLOBAL PONE DE RODILLAS A LOS GOBIERNOS NACIONALES.
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Pfizer, empresa-global, impone a los gobiernos nacionales el precio de su antivirus, la fecha y condiciones de entrega de su producto. En esta misma línea se encuentran Moderna y AstraZeneca.
Hugo Salinas |26/02/2021| Opinión.
ALAI domingo 28 de febrero del 2021.
COVID-19 nos ha puesto en evidencia la existencia de la empresa-global. Es una empresa que tiene el poder de poner de rodillas a los gobiernos nacionales de los países ricos, así como a los gobiernos de los países pobres. Es decir, la empresa-global es la forma más fuerte y dulce de dominación en una economía de mercado a Repartición Individualista.
La economía de mercado y el nacimiento de la empresa-global
La economía de mercado es uno de los elementos de la actividad industrial, en donde todo lo que se produce se destina a la venta. Otra de las características de la economía de mercado es el de crear un solo espacio económico a nivel mundial. Lo que se produce en un lado del mundo se puede consumir en el otro lado del mundo.
La economía de mercado se consolida cuando la actividad industrial se expande a nivel mundial. Después de seis siglos de predominio de la industria, otra forma de trabajar viene imponiéndose, abriendo nuevas áreas de la actividad económica. Ya es conocida como la economía inmaterial, en donde cada nuevo bien económico es el resultado de una creación, descubrimiento, invención o innovación. Cada bien es único y no requiere duplicarse, como es el caso de las economías materiales, en donde cada bien se puede replicar en millones. Además, esta nueva forma de trabajar genera un espacio económico único e indivisible a nivel mundial.
Son dos formas de trabajar que no se excluyen, que se desarrollan en economías de mercado, pero es la economía inmaterial que lleva la batuta. Este ha sido el terreno propicio para la aparición de la empresa-global.
¿Y, puesto que la empresa-global tiene estas grandes características positivas, cómo es que ella, en su actuar, pone de rodillas a los gobiernos de países nacionales?
Para explicar este comportamiento malsano tenemos que presentar al segundo elemento del modelo socio-económico que sustenta tanto a la economía industrial como a la economía inmaterial, hasta la fecha. Se trata de la Repartición Individualista.
La Repartición Individualista
Toda actividad socio-económica está compuesta de dos elementos: el Proceso de Trabajo con el cual se resuelve el “qué producir”, y la Decisión Socio-económica con la cual se resuelve “cómo repartir” la riqueza creada en el ejercicio económico. La Decisión Socio-económica es una “decisión” de sociedad. Y la humanidad, a lo largo de su existencia, ha practicado dos tipos de repartición de la riqueza creada. La primera fue la Repartición Igualitaria y, desde hace unos diez mil años, hasta nuestros días, se practica la Repartición Individualista.
La Repartición Individualista, entonces, es una decisión de sociedad, mediante la cual la sociedad determina que la totalidad del resultado de la actividad económica pertenece al propietario del elemento fundamental de la actividad económica.
Este tipo de repartición de la riqueza creada se instala en la base de la actividad socio-económica a partir de la segunda fase de desarrollo de la agricultura primaria. Y es a partir de este momento que la riqueza de un país se acumula en pocas manos, generando el inicio de las grandes desigualdades socio-económicas.
Hace unos seis siglos aproximadamente, una nueva forma de trabajar se impone a la agricultura al estado primario. Y ella se desarrolla igualmente en condiciones de Repartición Individualista. Se trata de la actividad industrial, cuyo elemento fundamental es la máquina. Quien es propietario de la máquina es propietario de la totalidad del resultado de la actividad económica.
Con la industria ya no solamente se acumulan las riquezas en un solo lado de la sociedad, sino que, además, se acumula y se concentra en un solo lado de la sociedad, a nivel local, nacional y mundial. Este es el tipo acumulación y concentración de riquezas se realiza igualmente en la economía inmaterial, hasta la fecha en todo caso.
Es en ese ambiente de la actividad socio-económica que evoluciona la empresa-global.
Las bondades y los defectos de la empresa-global
La empresa-global, por consiguiente, contiene las características de la forma de trabajar más evolucionada que la humanidad está construyendo y; al mismo tiempo, el poder económico más concentrado en pocas manos que pueda brindar la Repartición Individualista de la riqueza. Y son estas características que hacen posible para que la empresa-global ponga de rodillas a los gobiernos nacionales.
Un primer ejemplo lo tenemos en la batalla encubierta entre Google y la República Popular China. Un tira y afloja que se inicia con la decisión de Google de dejar el espacio económico chino en el año 1910. La partida de ajedrez, dado las características del Partido Comunista de China, lo estaría ganando el gobierno de China.
Un segundo ejemplo lo tenemos en el enfrentamiento de Facebook y el gobierno de Australia. Facebook, de manera unilateral, bloquea las noticias de los medios de comunicación más importantes de Australia que se publican en sus muros. El gobierno de Australia termina por aceptar la exigencia de Facebook.
Pero el ejemplo más esclarecedor sobre el comportamiento y el poder de la empresa-global a Repartición Individualista, lo encontramos en las relaciones entre la empresa farmacéutica Pfizer y los gobiernos nacionales a nivel mundial.
Sucede que vivimos una pandemia que ya ha ocasionado más de 2 millones de muertes a nivel mundial. Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, acaba de declarar que esta pandemia originada por el COVID-19 está generando más muertes de americanos que las dos guerras mundiales juntas. El número de muertos por este virus en Estados Unidos está cercano a medio millón y probablemente llegue a 600 mil.
La primera vacuna contra el virus COVID-19 y, al parecer la más eficiente, está saliendo de los laboratorios Pfizer. Un producto propio de la economía inmaterial, resultado de un trabajo de investigación científica. Además, Pfizer es una empresa a Repartición Individualista, en donde el objetivo fundamental es realizar el máximo de ganancias.
Aquí tenemos condensados todos los elementos de la problemática de la actividad económica de nuestros tiempos: un consumidor a nivel mundial, ávido de un producto que es el resultado de una economía inmaterial, y que es producido por una empresa-global a Repartición Individualista.
Es así cómo, Pfizer, se convierte en la empresa-global que impone a los gobiernos nacionales más poderosos del mundo, el precio de su antivirus, la fecha y condiciones de entrega de su producto. En esta misma línea se encuentran las empresas-globales Moderna y AstraZeneca, productores del antivirus con un menor grado de eficacia.
Con esta sutil y eficaz forma de extorsión a través de la empresa-global, las desigualdades socio-económicas entre los unos y los otros se agrava. Oxfam International nos precisa que
“los megas ricos han recuperado las pérdidas ocasionadas por la pandemia en un tiempo récord, mientras que miles de millones de personas vivirán en situación de pobreza al menos una década”. Una situación que viene agravar lo que ya conocemos: “El 1% más rico de la población posee más del doble de riqueza que 6900 millones de personas”.
¿Existe alguna alternativa de solución al abuso de poder de la empresa-global a Repartición Individualista?
Alternativa de solución
La primera parte de la solución es haber comprendido que el problema no se encuentra ni en la “economía de mercado” ni en “la búsqueda de ganancias”, elementos del proceso de trabajo. Que la empresa sea una empresa-global no es el problema. Al contrario, es parte de la solución.
El problema se encuentra en el tipo de repartición de la riqueza creada. Un tipo de repartición que facilita acumular y concentrar la casi totalidad de la riqueza creada en un número insignificante de personas.
La alternativa de solución es, entonces, instalar un nuevo tipo de repartición de la riqueza creada, y que la humanidad lo conoce muy bien porque lo ha utilizado durante miles de años, previamente a la Repartición Individualista.
Saint-Nazaire, Francia, 26 de febrero de 2021
Dr. Hugo Salinas.
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