martes, 31 de agosto de 2021

LA CUARTA OLA ES YA UNA REALIDAD.

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 La protesta de los anti-Vacuna en Francia.  La dinámica europea de los vacuna-escépticos es muy diversa y expresa condimentos nacionales específicos. El Francia, por ejemplo, el sábado 21 de agosto, miles de personas protestaron en gran parte del país contra el pasaporte sanitario. Era el sexto fin de semana consecutivo de manifestaciones. El arranque se dio el 24 de julio, jornada sobre la cual diversas fuentes, como el cotidiano Liberation, hablaron de 160 mil participantes. En la convocatoria del 15 de agosto el Ministerio del Interior contabilizó 214 mil manifestantes en todo el país. Por su parte, el colectivo militante Nombre Jaune, que publica un recuento ciudad por ciudad, calculó más de 388 mil participantes a nivel nacional.

Según Liberation, “Este movimiento heterogéneo, que comenzó a mediados de julio y que reúne a personas más allá de la galaxia de los escépticos o los antivacunas, ha crecido de forma inédita en pleno verano”.

En paralelo a la entrega del pasaporte (o tarjeta) sanitaria, que pasó a ser obligatorio en bares, restaurantes y hospitales. Desde el lunes 23 de agosto, más de 120 grandes centros comerciales y tiendas de la región de París y de la mitad sur de Francia están obligados a comprobar sistemáticamente este documento, como ya sucedía en vuelos de línea nacional, trenes etc. Este diverso conglomerado que continúa ganando las calles en Francia expresa desacuerdos de fondo con las políticas gubernamentales. El “anti-Macronismo”, –en referencia al presidente Emmanuel Macron–, es el elemento unificador. Y para muchos la protesta contra las medidas sanitarias vigentes no es más que un pretexto para cuestionar al gobierno. Desde las esferas oficiales responden que la cantidad de gente que ha acudido a vacunarse es más significativa que la de los que vienen protestando desde julio.

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LA CUARTA OLA ES YA UNA REALIDAD.

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Por Sergio Ferrari | 31/08/2021 | Europa.

Fuente. Rebelión martes 31 de agosto del 2021.

Se polariza la brecha entre los vacunados y los vacuna escépticos

Lejos de desaparecer, el COVID-19 recupera protagonismo en Europa luego del respiro estival. Y ahora se confirma la que ya es una realidad: la cuarta ola. La variante Delta se proyecta como el actor virulento de esta tragedia social que parece no tener fin.

Esta nueva ola se está acelerando debido, principalmente, a los contagios entre la población adulta joven, advirtió la tercera semana de agosto el Instituto Robert Koch (RKI), organismo alemán de prevención y control de enfermedades.

Los casos de infección se han incrementado una vez más desde inicios de julio, luego del paréntesis de abril a junio. El número de hospitalizaciones también aumenta, con una diferencia neta con respecto a las olas anteriores: ahora la franja de edad predominante es de 35 a 59 años. Si bien en Alemania hacia la tercera semana de agosto un 63.8% de la población ha recibido al menos una dosis de la vacuna –y un 58.25%, las dos– el RKI considera que el riesgo de contagio es siempre mucho más alto entre los no vacunados y que han recibido una sola dosis. La variante Delta representa el 99% de la incidencia pandémica total en ese país.



El caso suizo

Realidad semejante a la que se vive en Suiza, donde los epidemiólogos también reconocen que la cuarta ola ya está instalada en el país, con casi 3000 casos diarios a fines de agosto y más de 500 personas hospitalizadas afectadas por el coronavirus, para una población de 8.5 millones de habitantes. Proporcionalmente la realidad helvética correspondería a casi 18 mil casos diarios en Argentina o España, 24 mil en Francia, o bien 45 mil en México. A pesar de esta tendencia ascendente, el número de decesos diarios a causa de la pandemia se mantiene bajo si se compara con el de los meses anteriores. Elemento que indicaría, tendencialmente, que el impacto de esta cuarta ola en vidas humanas será menor que las anteriores.

Para evaluar el estado de la situación sanitaria, los expertos internacionales sostienen que es necesario medir el porcentaje de pruebas de detección que han dado positivo, es decir, la “tasa de positivos”. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), si esta cifra no supera el 5%, se considera que la pandemia está controlada. Si supera ese umbral, se corre el riesgo de que la pandemia se descontrole.

El 20 de agosto, en Suiza, esa tasa llegó al 12.9%, casi la mitad del máximo alcanzado durante el peor momento de la crisis, en noviembre del año pasado (26.9%). Sin embargo, mucho mayor que la de unas pocas semanas atrás, a inicios de julio, cuando no alcanzaba al 1%. Constatación adicional de que la pandemia vuelve a intensificar su impacto.

La tercera semana de agosto, Tanja Stadler, la nueva responsable del Grupo de Trabajo COVID-19 de la Confederación Helvética, compartió su preocupación a raíz del violento aumento de casos. El último mes, las admisiones hospitalarias se han duplicado, sucesivamente, tres veces. El 90% de las mismas son personas no vacunadas, y casi la mitad es gente que regresa al país luego de las vacaciones, en particular de la región de los Balcanes y Grecia. Si en septiembre se mantuviera esta constante, aumentaría el nivel de hospitalizaciones, lo que hace temer a algunos epidemiólogos la posibilidad de un nuevo tensionamiento del sistema hospitalario. Otros consideran que se vive una situación pandémica de “meseta” y que los riesgos para la sobrecarga de hospitales son menores que en las olas anteriores. Para fundamentar esta evaluación contabilizan no solo la cantidad de vacunados, sino también la alta proporción de personas de riesgo que ha recibido las dos dosis, así como el porcentaje de la población que ya ha contraído el virus en este último año y medio.

Según Stadler, el problema es que ahora el país se confronta con una dinámica que se desarrolla velozmente, propia de la naturaleza de la variante Delta. Todo esto en un momento del año muy particular debido al regreso de las vacaciones veraniegas de julio y agosto y la caída paulatina de las temperaturas, lo que limita las actividades al aire libre y concentra la vida social en espacios cerrados. Señala dicha experta que, alrededor de este mismo periodo el año pasado, factores semejantes no contribuyeron a frenar la explosión de una segunda ola, que impactó en noviembre y diciembre y que en definitiva fue la más agresiva desde que el COVID-19 comenzó a golpear en Europa.

El ámbito científico insiste en la necesidad imperiosa de extender la vacunación a niñas y niños a partir de los 12 años y extender el pasaporte COVID-19 a bares, restaurantes y actividades culturales. Y propone que a partir de octubre todos los tests –hasta ahora mayoritariamente financiados por el Estado—sean sufragados por los usuarios, como una forma indirecta de estimular la vacunación, la cual seguirá siendo gratuita. Autoridades federales hablan de la posibilidad de establecer una lista de “países de alto riesgo” y de volver a establecer el aislamiento obligatorio para los viajeros que lleguen de los mismos.

En este marco global el problema se profundiza por la enorme resistencia de casi la mitad de la población suiza a vacunarse. A pesar de las campañas oficiales y la existencia de stocks abundantes, hasta el 27 de agosto solo el 51.03% de la población se había inmunizado con ambas dosis. Este porcentaje aumenta al 57.01% cuando se incluye a las personas que recibieron una sola dosis.

“Paradójicamente esta cuarta ola es la de los no-vacunados en un continente donde sobran las vacunas cuando en la gran mayoría del planeta faltan las dosis”, enfatiza el doctor suizo Bernard Borel, activo en la lucha contra el COVID-19 en el Cantón de Vaud. Y agrega: “Es absurdo. Es la consecuencia de una sociedad egoísta y egocéntrica, donde muchos desprecian el valor de la salud como bien común”.



La situación europea

Según la OMS hasta el lunes 23 de agosto, la situación de casos en Europa era preocupante en varios países. Gran Bretaña contabilizaba 423.000 nuevas infecciones (+ 14 % en relación a la incidencia por 100.000 habitantes de las semanas precedentes); Francia 314.000 (+ 1%); Alemania 79.000(+128%); Gran Bretaña 423.000 (+14%) e Italia 88.000 (+12%).

Albania con + 422%; Bosnia Herzegovina con +344; y Bulgaria con +204% se ubican entre los países más fuertemente afectados por el incremento exponencial pandémico. España, a pesar de sus 134.000 nuevos casos en las dos últimas semanas, registra una disminución de la incidencia de -52%. Junto con Turquía, Portugal, la Federación Rusa, Finlandia, Bélgica y Uzbekistán es la única del continente que en los últimos quince días no vio aumentar la incidencia del COVID-19.

Con respecto al porcentajes de inmunización, al 23 de agosto, el 69% de la población de Dinamarca ya estaba completamente vacunada. En España y Portugal, 67%; en Gran Bretaña, 62%, y en los Países Bajos, 61%. El porcentaje cae por debajo del 60% en Italia (58%); Francia (56%) y Grecia, (52%). En menos de 50% se encuentran los países nórdicos, a excepción de Suecia, con 50.5% de su población inmunizada. El porcentaje se precipita bruscamente en la Europa Oriental; en Rusia apenas llega al 24%.

El avance de la vacunación en Europa ha experimentado desarrollos dispares. En algunos países, como Francia, la resistencia a los programas de inmunización se ha expresado a través de significativas movilizaciones callejeras. Y en formas menos masivas en Italia, Grecia, Irlanda, Gran Bretaña y Suiza, entre otros. De una u otra manera, esas expresiones de protesta, así como el áspero debate continental en torno a la crisis pandémica, ponen de manifiesto la polarización que experimenta la sociedad europea en el presente.

La protesta

La dinámica europea de los vacuna-escépticos es muy diversa y expresa condimentos nacionales específicos.

El Francia, por ejemplo, el sábado 21 de agosto, miles de personas protestaron en gran parte del país contra el pasaporte sanitario. Era el sexto fin de semana consecutivo de manifestaciones. El arranque se dio el 24 de julio, jornada sobre la cual diversas fuentes, como el cotidiano Liberation, hablaron de 160 mil participantes. En la convocatoria del 15 de agosto el Ministerio del Interior contabilizó 214 mil manifestantes en todo el país. Por su parte, el colectivo militante Nombre Jaune, que publica un recuento ciudad por ciudad, calculó más de 388 mil participantes a nivel nacional.

Según Liberation, “Este movimiento heterogéneo, que comenzó a mediados de julio y que reúne a personas más allá de la galaxia de los escépticos o los antivacunas, ha crecido de forma inédita en pleno verano”.

En paralelo a la entrega del pasaporte (o tarjeta) sanitaria, que pasó a ser obligatorio en bares, restaurantes y hospitales. Desde el lunes 23 de agosto, más de 120 grandes centros comerciales y tiendas de la región de París y de la mitad sur de Francia están obligados a comprobar sistemáticamente este documento, como ya sucedía en vuelos de línea nacional, trenes etc.



Este diverso conglomerado que continúa ganando las calles en Francia expresa desacuerdos de fondo con las políticas gubernamentales. El “anti-Macronismo”, –en referencia al presidente Emmanuel Macron–, es el elemento unificador. Y para muchos la protesta contra las medidas sanitarias vigentes no es más que un pretexto para cuestionar al gobierno. Desde las esferas oficiales responden que la cantidad de gente que ha acudido a vacunarse es más significativa que la de los que vienen protestando desde julio.

En Suiza, la “resistencia” antivacuna reúne a sectores y actitudes muy diversas, aunque, en este caso, el discurso antigubernamental no es dominante.

Concuerdan sectores conservadores de derecha y grupos reaccionarios. Junto con activistas ambientalistas o de izquierda, críticos contra el poder de las transnacionales farmacéuticas a las que acusan de sacar el principal provecho de la actual crisis.

Se le suman grupos juveniles que esgrimen dos argumentos principales: no constituyen la fracción etaria que puede padecer los principales efectos brutales del COVID-19 y nadie puede garantizar de forma absoluta –debido a lo novedoso de las vacunas utilizadas-, que eventualmente las mismas no causen efectos secundarios a mediano o largo plazo.

Iglesias fundamentalistas de todo tipo, así como sectores extremos que se autodefinen como constitucionalistas, quienes consideran las medidas anti COVID-19 como restrictivas de las libertades individuales, se suman al rechazo de la vacuna.

Común denominador de todos los refractarios: la preeminencia de la decisión individual sobre la colectiva. Para ellos, la contribución a una solidaridad social, especialmente hacia los sectores de mayor riesgo, no es un argumento decisivo como para concurrir a los centros de vacunación.

Dos visiones de una coyuntura sanitaria que crispa los espíritus e intensifica la brecha societal entre vacunados y no vacunados y que comienza a convertirse en un nuevo tipo de contradicción identitaria cotidiana. Y que exaspera a algunas autoridades cantonales, que incluso proponen pasarles la factura de los gastos hospitalarios a los pacientes no vacunados, medida extrema que atentaría contra principios constitucionales esenciales.

En la Suiza enriquecida, el debate con respecto a la vacuna, sea con argumentos de derecha o de izquierda, no hace más que robustecer la retórica social del privilegio. Cada individuo que rechaza inmunizarse sabe que, en el peor de los casos, nunca le va a faltar una cama de hospital, una máscara de oxígeno o una máquina respiratoria si tienen que entubarlo.

Más aún, este debate posterga la reflexión sobre la sociedad global, la solidaridad activa entre naciones y la necesaria lucha mancomunada para generalizar y democratizar el acceso a la vacuna en el mundo entero. Única fórmula para derrotar, verdaderamente, al CODIV-19 y sus actuales y futuras variantes.

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lunes, 30 de agosto de 2021

PERÚ: LOS QUE NACIERON PARA SER SIRVIENTES AHORA GOBIERNAN AL PAÍS BICENTENARIO.

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PEDRO CASTILLO CONSIGUIÓ EL VISTO BUENO DEL CONGRESO PARA SU GABINETE. BELLIDO Y SU CONSEJO DE MINISTROS RECIBIERON EL VOTO DE CONFIANZA DEL CONGRESO. La ultra derecha se plantó en 50, sin ideas, sin política, solo con insultos y terruqueo Mac cartista. pero con 4 nuevos serviles. con esta traición desaparecen los morados. tránsfugas. la propia derecha los detesta. Nuevos “Borreguitos de los Vientres de Alquiler”. El “MURO de RESISTENCIA” del fujimorismo impacta miedo, terror y contagio de Corrupción. Con 73 votos a favor --7 más de los que necesitaba-- y 50 en contra, el presidente, logró el Voto de CONFIANZA. Es urgente reconocer que el QUECHUA desplazó TODO el Discurso de Bellido a segundo Lugar. Nuestra lengua milenaria, hundió en su ignorancia y Racismo lleno de veneno a la Oposición, que NO sabe de nada de Democracia y será difícil – casi imposible – que en los 5 años de “Becarios Fallidos” puedan aprender el ABC de la GOBERNABILIDAD. Pero la confrontación, polarización sigue en la Calle, en la Plaza Pública, que es el “hogar Histórico donde nace la auténtica Democracia del Pueblo”, Ahora a Trabajar.

PEDRO CASTILLO, consiguió el voto de CONFIANZA del Congreso para el PREMIER, GUIDO BELLIDO, y al equipo de ministros. La votación, que representa un empujón para la gestión del mandatario, se alcanzó en la segunda jornada de debate del legislativo. "Es momento de incentivar un profundo diálogo entre todas las raíces políticas, sobre todo con los sectores más olvidados", convocó CASTILLO. Importante, Acción Popular, con su Votación Unánime de ayer, está comenzando Caminar, por la senda democrática de recuperar la CONFIANZA CIUDADANA de ser un PARTIDO POLÍTICO. Esta plenamente ubicado en el” Centro Político” Define Alternativas en coyunturas sumamente difíciles. Una mirada Política, permanente es Urgente.



"AGRADEZCO al Pleno del Congreso de la República por otorgar el voto de confianza", indicó el mandatario en su cuenta de Twitter y destacó que "la búsqueda de consensos nos permitirá gobernar junto con el pueblo y por el desarrollo de políticas públicas con carácter social". El MAESTRO RURAL, que llegó a la presidencia tras un ajustado ballotage con Keiko Fujimori, invitó a "construir juntos un Perú más justo, en total respeto de todas sus culturas, y sin discriminación entre sus ciudadanos". La Derecha y la ultraderecha conservadora DBA - y sus nuevos engendros el PBA – son Derrotados porque NO tienen Ideas propias, NO tienen Política, NO tienen un Proyecto Nacional de Desarrollo. Solo repiten “experiencias fracasadas” de otros países. Disparan insultos, odios, Racismo, Discriminación, Violencia.

UNA ALIANZA legislativa para el futuro de Castillo. Aun cuando el Congreso está controlado por la oposición de derecha, el gabinete logró un respaldo basado en las bancadas del oficialista Perú Libre, Acción Popular y Juntos por Perú, que aportaban 58 votos. Se sumaron luego votos de Alianza para el Progreso y algún respaldo extra de la Alianza SP-PM. Del otro lado, los rechazos estuvieron encabezados por el fujimorista Fuerza Popular, Renovación Popular y Avanza País. Se llegó al momento definitorio después de que hablaran los 30 legisladores que no habían llegado a tomar la palabra en la primera jornada de debate parlamentario; y tras una nueva intervención del jefe de Gabinete, GUIDO BELLIDO. Además, varios ministros también acudieron al Congreso a exponer sus planes para cada sector y responder preguntas.

SI EL PARLAMENTO no hubiese dado su voto de confianza, Castillo debería haber nombrado a otro primer ministro en sustitución de Bellido y reorganizado el gabinete, lo que hubiera afectado su agenda y provocado todavía más incertidumbre sobre la ya bastante golpeada economía peruana, en recesión por la pandemia. En su última intervención, Bellido consideró que "ya es tiempo de cambiar y que todos los habitantes de este país puedan mirarse de igual a igual, sin discriminación alguna". Pablo Raúl sábado 28 de agosto del 2021.

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PERÚ: LOS QUE NACIERON PARA SER SIRVIENTES AHORA GOBIERNAN AL PAÍS BICENTENARIO.

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En menos de un mes de gestión del primer presidente campesino, ocurren sucesos culturales y políticos que están trastocando las certezas de la "identidad nacional" bicentenaria.

Ollantay Itzamná  |30/08/2021 | Opinión

Fuente. América latina en Movimiento.

ALAI lunes 30 de agosto del 2021.

 

El electorado peruano, el pasado 6 de junio, mediante una inédita sublevación en las urnas, derrotó a todo el pelotón oligárquico, y eligió como el presidente del bicentenario nada menos que aún campesino, "extranjero" para la limeñidad virreinal. 

Esta derrota política le dolió y le duele a los "dueños" de la República criolla, quienes inmediatamente quisieron "redomesticar" al insumiso presidente de sombrero mediante una fallida "guerra económica" y "calentamiento de las calles", argumentando que el Gabinete de Ministros era un peligro para la "democracia y el desarrollo" del país. Y así, emprendieron y emprenden una guerra mediática contra el Gobierno y su Gabinete bajo la sentencia de: "o se resubordinan o los expulsamos del poder".



Los de sombrero y quechua hablantes nacieron para ser sirvientes domésticos

En el Perú, al igual que en el resto de las bicentenarias repúblicas criollas, los campesinos e indígenas nacen para ser sirvientes de las familias mestizas en las principales ciudades del país, y peones en las haciendas.

Esta es una premisa constitutiva y organizadora de la esencia de la República peruana. Y no es únicamente asunto económico, sino antropológico identitario del Perú oficial.

En el Perú, el originario, nativo o campesino, para ser admitido formalmente como ciudadano peruano está obligado a renunciar y renegar de su idioma, cultura e identidad, y asimilarse como mestizo, si es alimeñado, mejor. Aunque en los hechos jamás llegará a ser admitido como ciudadano pleno. 

A Pedro Castillo, folclóricamente lo asumen presidente de sombrero, pero en los hechos lo miran como a su cholo sirviente 

En lo que va del mes, en especial en el Congreso de la República, y en los medios corporativos, muy a pesar de los esfuerzos protocolares, trasluce el racismo y el desprecio por parte de congresistas y empresarios hacia el presidente Pedro Castillo y el Premier Guido Bellido. ¡Les incomoda de sobremanera que quienes nacieron para ser su jardinero o su chofer, ahora, sea el presidente y el Premier de su República!



En los hechos, en este preciso momento, congresistas, empresarios, funcionarios públicos..., tienen en sus casas, de empleadas domésticas, a las hermanas, tías, sobrinas, paisanas..., de Pedro Castillo y de Guido Bellido, limpiándoles los inodoros o preparándoles la comida, o cuidándoles sus mascotas. Los tíos, hermanos, sobrinos, parientes de Bellido y Castillo fueron y son sus jardineros, jornaleros, choferes... ¡En la bicentenaria República criolla peruana el provinciano, quechua o aymara hablante, nació y está condenado a los sumergidos nichos laborales, en silencio! Y si se quejan, son escarmentados como indios insolentes.

Por eso, a Castillo y a Bellido, la oligarquía, la endeudada clase media, e incluso provincianos alimeñados, los miran con si fueran sus peones o sirvientes.

Pero, lo que más les irrita a los patrones criollos y acriollados no es sólo que sus peones, ahora, sean el presidente y el Premier de su República, ni que se nieguen a redomesticar o a moderar sus conductas irreverentes para con el "orden establecido".

Lo que más les irrita es que desde el Estado les hablen y le hablen al Perú entero en los idiomas nativos, como el quechua. Un idioma milenario que los políticos gamonales intentaron infructuosamente aniquilar/borrar por más de cinco siglos. La epifanía oficial del idioma quechua es el inicio de otra derrota histórica, la derrota cultural.

Castillo y Bellido no han iniciado aún a ejecutar su "subversivo" programa de gobierno consistente en la Asamblea Constituyente Plurinacional, revisión de contratos de privatización, redistribución de tierras..., pero con su sola "presencia auténtica" en el Estado criollo, ya están comenzando a cimentar la postergada promesa histórica: la revolución democrática cultural, utilizando el lenguaje corporal y el idioma quechua como una herramienta política de emancipación. Y a esta "revolución de sentido común", al parecer, es a la que más le temen los privilegiados del bicentenario Perú oficial.

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CALIFORNIA PODRÍA ARRUINAR TODO LO QUE HA GANADO.

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"De acuerdo, hay sombras importantes en esta imagen. A pesar de que los trabajadores ricos seguían trasladándose a California, los de rentas más bajas —que pagan de hecho menos impuestos en California que en Texas— se iban. Seguramente, esto se debía en gran parte al elevado precio de la vivienda, que se ha convertido en un problema enorme. A pesar del éxito económico general, California tiene la tasa de pobreza más alta del país, principalmente por el elevado coste de la vivienda: un piso en San Francisco se alquila de media por más del doble que un piso en cualquier ciudad de Texas. Por ello California tiene también muchas personas sin hogar. ¿Qué hay detrás de la pesadilla de la vivienda? Hay un fenómeno que ha bloqueado la construcción de vivienda nueva. En la década de 2010, la evolución económica de California fue similar a la de Texas, pero se concedieron muchas menos licencias de construcción, a pesar de tener una población mayor. California sumó tres millones de puestos de trabajo entre 2010 y 2019, pero añadió menos de 700.000 viviendas".

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El gobernador de California Gavin Newsom, durante un acto en los estudios de Hollywood el 15 de junio. ALBERTO E. RODRIGUEZ / GETTY IMAGES

CALIFORNIA PODRÍA ARRUINAR TODO LO QUE HA GANADO.

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Si la mayoría vota sí a la revocación de Newsom, un gobernador ‘trumpista’ puede llegar al poder.

 

PAUL KRUGMAN. Premio Nobel de Economía.

28 DE AGOSTO DEL 2021. CDT

Si viven en California y no han votado aún sobre la propuesta de revocación del gobernador Gavin Newsom o no tienen planes de hacerlo, por favor, despierten. Esta es una situación en la que la apatía podría tener consecuencias monumentales: California, que no es un Estado tan progresista como uno se imagina, pero aun así es considerablemente más progresista que el conjunto del país, puede estar a punto de adquirir por despiste a un gobernador trumpista que nunca habría ganado unas elecciones normales.

Esto ocurriría en un momento en el que el control de las legislaturas estatales es especialmente crucial, porque moldea la respuesta al coronavirus. Los gobernadores como Greg Abbott en Texas o Ron DeSantis en Florida, partidarios del MAGA (siglas en inglés de “devolver a Estados Unidos su grandeza”), no solo se niegan a imponer la obligatoriedad de las mascarillas o las vacunas, sino que intentan evitar que otros tomen precauciones, emitiendo órdenes ejecutivas y respaldando legislación que prohíbe la imposición de esas exigencias por parte de los Gobiernos locales e incluso de empresas privadas. Y ese es el tipo de gobernador con el que probablemente se encuentre California si sale adelante el proceso de revocatoria.

¿Cómo es posible que ocurra algo así? Porque el proceso de revocación es una locura. Los votantes responden dos preguntas: ¿Debería revocarse el mandato de Newsom? ¿Quién debería sustituirlo? Si la mayoría vota sí a la revocación, quien sea elegido por el mayor número de votantes en la segunda pregunta se convertirá en gobernador, incluso si esa persona recibe muchos menos votos que los que hacen falta para mantener a Newsom en el cargo.

Y el resultado más probable si sale adelante la revocatoria de Newsom es que Larry Elder, un locutor de radio de derechas que se opone enérgicamente a la obligatoriedad de las mascarillas y las vacunas, acabe ocupando el cargo de gobernador, aunque solo reciba una pequeña fracción del total de votos.

Lo que haría especialmente irritante este resultado es que California es en muchos aspectos —con la flagrante excepción de la vivienda, a la que llegaré enseguida— una historia de éxito progresista.

El Estado Dorado dio un giro drástico a la izquierda en 2010, con la elección de Jerry Brown como gobernador. Al cabo de dos años, los demócratas obtuvieron una supermayoría en la legislatura, lo que les permitió poner en marcha muchas prioridades progresistas. California subió pronto los impuestos a los ricos, y aumentó el gasto social y el salario mínimo. También aplicó de buena gana la Ley de Atención Médica Asequible.

Los conservadores predijeron un desastre. Algunos llegaron a decir incluso que se estaba cometiendo un “suicidio” económico. Y California recibe mucha cobertura negativa en la prensa económica, en la que constantemente se encuentran afirmaciones de que las empresas están saliendo en masa hacia Estados con menos impuestos y más liberalizados, como Texas.

Sin embargo, los datos dicen lo contrario. Teniendo en cuenta todos los comentarios despectivos sobre California y el bombo a las perspectivas de Texas que se leen, es asombroso observar la evolución del PIB real y del empleo entre 2010 y los meses previos a la pandemia y descubrir que California y Texas tenían básicamente las mismas tasas de crecimiento. También es asombroso, dado todo lo que se habla acerca de la gente que huye de los impuestos elevados, descubrir que trabajadores muy preparados y con rentas altas —que pagan de hecho impuestos más altos en California que en casi todas las demás partes de EE UU— seguían emigrando a ese Estado.

En otras palabras, la experiencia de California demuestra que los conservadores mienten cuando afirman que cobrar impuestos a los ricos y gastar más en programas sociales destruye la prosperidad. Y el Estado no solo consiguió un rápido crecimiento económico; su aplicación eficaz del Obamacare le ayudó a reducir el número de residentes sin seguro médico con mucha más rapidez que el resto del país.

De acuerdo, hay sombras importantes en esta imagen. A pesar de que los trabajadores ricos seguían trasladándose a California, los de rentas más bajas —que pagan de hecho menos impuestos en California que en Texas— se iban. Seguramente, esto se debía en gran parte al elevado precio de la vivienda, que se ha convertido en un problema enorme.

A pesar del éxito económico general, California tiene la tasa de pobreza más alta del país, principalmente por el elevado coste de la vivienda: un piso en San Francisco se alquila de media por más del doble que un piso en cualquier ciudad de Texas. Por ello California tiene también muchas personas sin hogar.

¿Qué hay detrás de la pesadilla de la vivienda? Hay un fenómeno que ha bloqueado la construcción de vivienda nueva. En la década de 2010, la evolución económica de California fue similar a la de Texas, pero se concedieron muchas menos licencias de construcción, a pesar de tener una población mayor. California sumó tres millones de puestos de trabajo entre 2010 y 2019, pero añadió menos de 700.000 viviendas.

Sin embargo, el fenómeno resulta ser una de las pocas cuestiones importantes que trasciende las políticas de los partidos. Los conservadores tienen tantas probabilidades como los progresistas de oponerse a la construcción de viviendas; y algunos progresistas –entre ellos el gobernador Newsom– son firmes defensores de ampliar el parque de viviendas. De modo que el gran fracaso de la política de California no debería ser una cuestión que influya en este proceso de revocatoria. Lo que está en peligro son sus éxitos.

Si los californianos escogen dar la espalda a estos éxitos están en su derecho. El peligro ahora es que el Estado no elija, sino que acabe en magalandia por un estrambótico proceso de revocatoria.

Paul Krugman es premio Nobel de Economía. © The New York Times, 2021. Traducción de News Clips.

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domingo, 29 de agosto de 2021

BOLSONARO Y LA INGOBERNABILIDAD DE BRASIL.

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Bolsonaro, Además, recientes decisiones del Poder Judicial abren procesos e incluso ordenan detenciones de personas que predican abiertamente un golpe de Estado, que incluyen el cierre violento de la Corte Suprema, la invasión de la embajada china y un golpe de Estado para el 7 de septiembre. Además, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) comenzó a exigir a Bolsonaro declaraciones que no descalifiquen los resultados electorales de los pasados comicios y los resultados del próximo proceso, en que pretende postularse. Está claro que se trata de la búsqueda, al estilo del estadunidense Donald Trump, de cuestionar el resultado y tratar de evitar la toma de posesión del oponente, en este caso Lula, un favorito cada vez más amplio para triunfar incluso en la primera vuelta, en la presidencial de 2022.

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Fuentes: Rebelión [Imagen: Jair Bolsonaro junto al ministro de Economía Paulo Guedes. Créditos: Alan Santos/PR. Fotos Públicas]

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BOLSONARO Y LA INGOBERNABILIDAD DE BRASIL.

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Por Emir Sader |28/08/2021| Brasil.

 Fuente Rebelión domingo 29 de agosto del 2021.

En este artículo el autor analiza la convocatoria de una manifestación para el 7 de septiembre en el contexto de la deriva golpista de Jair Bolsonaro.


El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se subió a la ola antipolítica, generada en las manifestaciones de 2013 y reforzada en 2016, para aprovechar su situación de outsider de la política tradicional y convertirse en el supuesto líder de la antipolítica. Esta característica lo acompaña siempre, convirtiéndose, sin embargo, en un obstáculo para que gobierne.

Por su personalidad, Bolsonaro ya no se adapta a las necesidades de la política de agregación de personas, de unión de personas y fuerzas políticas. Tiende a exacerbar las diferencias y los conflictos, lo que justifica como algo espontáneo, que gusta a la gente, lo que sería una forma intolerante hacia los demás. Pero el resultado de ello es la absoluta incapacidad para construir un bloque de fuerzas políticas y un conjunto de personas para gobernar ­colectivamente.

Por esta característica, Bolsonaro revela una incapacidad para gobernar. No logra establecer buenas relaciones con el Congreso, el Poder Judicial, los medios de comunicación y menos aún con la oposición. No muestra capacidad para escuchar posiciones que no coincidan estrictamente con la suya, y menos para tenerlas en cuenta.

A esto se suma una política económica de desmantelamiento del Estado, que incluye el recorte radical de recursos para políticas sociales, que benefició a la gran mayoría de la población. Promueve el desmantelamiento del Estado, con la privatización de empresas públicas que, como Petrobras, tenían políticas que beneficiaban al país y a los consumidores.



Más recientemente, Bolsonaro desarrolló un discurso según el cual no puede gobernar porque se vería obstaculizado por una guerra real que el Poder Judicial libraría contra él. Esta ofensiva en realidad consiste en una definición clara de la separación de poderes, estableciendo lo que el Ejecutivo puede y no puede hacer.

Además, recientes decisiones del Poder Judicial abren procesos e incluso ordenan detenciones de personas que predican abiertamente un golpe de Estado, que incluyen el cierre violento de la Corte Suprema, la invasión de la embajada china y un golpe de Estado para el 7 de septiembre.

Además, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) comenzó a exigir a Bolsonaro declaraciones que no descalifiquen los resultados electorales de los pasados comicios y los resultados del próximo proceso, en que pretende postularse. Está claro que se trata de la búsqueda, al estilo del estadunidense Donald Trump, de cuestionar el resultado y tratar de evitar la toma de posesión del oponente, en este caso Lula, un favorito cada vez más amplio para triunfar incluso en la primera vuelta, en la presidencial de 2022.

Bolsonaro reaccionó con declaraciones agresivas contra los ministros del Supremo Tribunal Federal (STF) y el TSE. Presentó al Senado solicitudes de acusación de dos jueces del STF, así como una solicitud al mismo para que este tribunal ya no tenga la prerrogativa de abrir casos. En este caso, es objeto de cuatro juicios en su contra. Con esta actitud, Bolsonaro aumenta aún más sus dificultades para retomar relaciones amistosas con el Poder Judicial. Al mismo tiempo, también dificulta la aprobación por el Congreso de sus propuestas, como la aprobación de un nuevo miembro para el STF –evangélico que, según él, introduciría la oración en el tribunal– así como la elección de un segundo mandato de la Procuraduría General de la República, que demuestra absoluta lealtad personal al presidente y ningún grado de independencia y ­autonomía.

En un momento en que, en las urnas, Lula aumenta su ventaja sobre Bolsonaro, el expresidente recorre el país para restablecer el bloque de alianzas con las que puede gobernar, demostrando, de forma radicalmente contraria a Bolsonario, capacidad política para unir, para dialogar, para establecer puentes con todos los sectores que, en un grado u otro, son o pueden llegar a oponerse a Bolsonaro.

Bolsonaro parece entrar en un proceso de autocombustión muy peligroso. Incluso su política económica, que producía deleite de la gran comunidad empresarial, encuentra dificultades, con amenazas de no respetar el techo de gasto –tan caro a los neoliberales– para erogar recursos en políticas que puedan recuperar su decreciente apoyo en las encuestas.

La promesa de la manifestación para el 7 de septiembre, la más grande jamás realizada en Brasil, con un ataque a la embajada china y al STF, es un desafío definitivo de hasta dónde pueden llegar los bolsonaristas. Tanto en la capacidad de movilizar a tanta gente en Sao Paulo y Brasilia, como en llevar a los militares a esta aventura y lograr el golpe anunciado.

El país ya no puede soportar vivir bajo amenazas y bravuconadas de un presidente que no tiene la capacidad para materializarlas. Al mismo tiempo, mientras amenaza y luego retrocede, Bolsonaro mantiene la guerra contra el Poder Judicial, el Congreso y los medios de comunicación. Permanece en el gobierno, por las concesiones que hace a fuerzas que lo apoyan en el Congreso, pero sin capacidad para gobernar, condenando al país a un letargo y un hundimiento en la crisis económica y social que, según Lula, Brasil necesitará dos o tres años para superarla.

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