jueves, 31 de marzo de 2022

¿EL FIN DE LA VACANCIA Y DE LA CRISIS?

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"Finalmente, cómo se definirán las relaciones entre Pedro Castillo y Perú Libre respecto a la orientación del gobierno. El miércoles 30 de marzo, es decir ayer, Roger Nájar, uno de los líderes más influyentes de Perú Libre, ha dicho en el diario El Sombrero, órgano de prensa oficioso del gobierno y del partido, que hay que “exigir la nacionalización de (la mina de cobre) Las Bambas y crear la empresa nacional del cobre”. Por eso hay que preguntarnos qué rumbo tomarán este gobierno y Perú Libre: el pacto con la mafia y la derecha renunciando no solo a la convocatoria a una Asamblea Constituyente sino también a un programa económico reformista para enfrentar la crisis económica que hoy estamos viviendo o un camino de reformas estructurales como propone Nájar y una nueva política económica alejada de los dogmas neoliberales. Estas definiciones también incluyen a lo que llamamos la otra izquierda que también está dividida y que no es parte del gobierno. Mientras un sector de esta izquierda camina hacia una ruptura con el gobierno por haber “traicionado” sus promesas, su bancada parlamentaria sigue apoyando al gobierno como quedó demostrado en la votación sobre la vacancia presidencial.

"Por eso creo –y esto puede ser visto como una conclusión- que liberados en el corto plazo los actores políticos del tema de la vacancia presidencial, finalmente se levantó esta suerte de telón para mostrarnos, como en el teatro, que el escenario que tenemos al frente es el de la crisis y que esa crisis está ahí, que crece, que se expande como una mancha de aceite, que penetra y divide lo que “toca” y que pasamos, por lo tanto, a una etapa en la que lo más importante son las definiciones. La otra posibilidad es una “catástrofe política” entendida esta como una reiteración de propuestas que la opinión pública y la sociedad rechazan y que aumenta la idea y hasta necesidad de que se vayan todas y todos. Dicho con otras palabras: la necesidad de un nuevo escenario con nuevos actores y actrices, y con una nueva historia.

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¿EL FIN DE LA VACANCIA Y DE LA CRISIS?

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Por: Sociólogo. Alberto Adrianzén M. |31/03/2022| Perú.

Otra Mirada Lima jueves 31 de marzo del 2022.

 

Sería un error del presidente Castillo, de Vladimir Cerrón, de Perú Libre, de su bancada en el Congreso como también de los sectores de izquierda que se han opuesto a la vacancia como Juntos por el Perú y Nuevo Perú, si creen que luego del fracaso de esta segunda intentona por vacar al presidente lo que se viene es una suerte de “calma chicha”. Es decir, un periodo cuya característica principal es una mejora de la famosa “gobernabilidad” del país, palabra que ha pasado a ser parte del discurso oficial no solo del gobierno sino también de Perú Libre y del “marxista-leninista” Vladimir Cerrón.

Lo que se viene, a mi entender, es lo contrario a una tranquilidad política. Si bien pueden mejorar los modales, el trato entre los políticos, los partidos y las fuerzas políticas, lo que se viene es un aumento de la conflictividad social y política en nuestro país. Es un tiempo de definiciones en el cual alguien tendrá que perder para poder salir de esta crisis que nos tiene atrapado desde hace varios años.

Huelga nacional de los Transportistas Camioneros.

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Los problemas 

Hace solo un par de días un paro de los transportistas de carga pesada que protestaban por el alza del combustible y otras demandas paralizó una buena parte del país.  Para tener una idea de la magnitud de este paro basta leer el comunicado de la SUTRAN dando cuenta en qué regiones el tránsito estaría restringido: Lima, Cusco, Ucayali, Ica, Puno, Junín Arequipa, Ayacucho, Piura y Apurímac. El problema es que el alza del combustible se debe principalmente a la guerra en Ucrania, cuyo fin y consecuencias futuras son inciertas.  A ello habría que sumar las protestas en el sector agrario también como consecuencia del alza de precios de los fertilizantes y otros insumos. Lo que quiero señalar es que el incremento de precios que se viene dando hace meses se agudizará afectando no solo a los sectores urbanos, sino también y, en particular, al sector rural que es, como muestran las encuestas, la principal base de apoyo político del presidente Castillo y que está ubicado en el llamado “interior del país”. A ello hay sumarle los conflictos intermitentes en las minas como es el caso de las Bambas. (Cuajone, en Moquegua, hoy tiene dimensiones económico-sociales, muy comprometedoras para el proceso de recuperación del país, pos pandemia.)

A esto se suma que la campaña mediática contra el gobierno y en particular contra el propio presidente, que llevan a cabo diversos medios de comunicación aumentará gracias a los clamorosos errores de este gobierno en cuanto a la designación de ministros y colaboradores, así como a las investigaciones de la fiscalía y Congreso sobre posibles negociados de miembros de este gobierno que rápidamente se trasladan a los medios de comunicación.  Sobrinos del presidente, el exsecretario de la presidencia está hoy prófugos luego de una orden de detención de la fiscalía por participar en “negociados” con empresas constructoras. A ello se suman las declaraciones de la “promotora de intereses” Karelyn López que afirma al presidente sería parte de una red ligada a la corrupción. Incluso se dice que el presidente Castillo tendría algunos amigos nada santos como es el caso de Zamir Villaverde García que según Karelyn López sería “el operador del presidente de la República” y parte de una mafia ligada a la construcción de obras públicas1. Con el antecedente de que Villaverde “estuvo preso en el 2007 por un asalto a mano armada en el restaurante Donatello, ubicado en Miraflores”2. Todo ello, entre otros hechos, muestra que la publicación de videos, audios y testimonios de los “colaboradores eficaces” irán en aumento.   

Congreso de la República, Censura del Ministro de Salud, hoy 31 de marzo.

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De otro lado, las bancadas y parlamentarios opositores en el Congreso probablemente ya no presentarán más mociones de vacancia, pero sí jugarán a “tumbarse” o censurar a ministros. Buenos ejemplos son las amenazas de censurar a los ministros de salud, justicia, energía y minas, transporte y vivienda. A ello hay que sumarle las investigaciones que viene realizando la Comisión de Fiscalización del Congreso en casos como el llamado “gabinete en la sombra”, el escándalo del puente Tarata III y de Petro Perú, las reuniones informales del Presidente en la famosa casa de Breña, las actividades de Karelyn López y sus vínculos con el ministerio de Transportes y el Presidente, el caso del exsecretario de la presidencia Bruno Pacheco al que le encontraron 20 mil dólares en el baño de su oficina cuando la fiscalía allano su despacho, etcétera.

Las definiciones 

Hoy la crisis que se expresa en el aumento del malestar social, en las luchas intestinas y divisiones en la fiscalía, el poder judicial, en el Congreso, en los partidos de derecha e izquierda y hasta en la sociedad obliga a las fuerzas políticas a tomar algunas definiciones que son al mismo tiempo desafíos. 

El primero, qué hará el gobierno ahora que se ha librado momentáneamente de las amenazas de vacancia: pasará del coqueteo con la derecha, el fujimorismo y los congresistas hoy acusados de mafiosos al pacto con estos grupos y personas para así llevar la “fiesta en paz” e impedir que le censuren más ministros o que sigan investigado los casos de corrupción, es decir, sobrevivir hasta donde se pueda.

El segundo: qué hará la derecha luego del fracaso de este segundo intento de vacancia. Cuál será su nueva estrategia. Cómo enfrentará el problema de los llamados congresistas mafiosos presentes en varias bancadas y que terminan de aliados del gobierno. Es decir, cómo superar su propia división como se demostró la reciente votación en el Congreso que la ha llevado de fracaso en fracaso. También hay que preguntarse si se será capaz de tomar distancia, sobre todo ahora, con la reciente liberación de Alberto Fujimori y con el fujimorismo que ha sido derrotados en las tres últimas elecciones. Dicho con otras palabras, como se plantea su propia renovación de cara al futuro próximo que son las elecciones locales y regionales de noviembre octubre de este año.

El tercero, es cómo se definirán las relaciones entre Pedro Castillo y Perú Libre respecto a la orientación del gobierno. El miércoles 30 de marzo, es decir ayer, Roger Nájar, uno de los líderes más influyentes de Perú Libre, ha dicho en el diario El Sombrero, órgano de prensa oficioso del gobierno y del partido, que hay que “exigir la nacionalización de (la mina de cobre) Las Bambas y crear la empresa nacional del cobre”. Por eso hay que preguntarnos qué rumbo tomarán este gobierno y Perú Libre: el pacto con la mafia y la derecha renunciando no solo a la convocatoria a una Asamblea Constituyente sino también a un programa económico reformista para enfrentar la crisis económica que hoy estamos viviendo o un camino de reformas estructurales como propone Nájar y una nueva política económica alejada de los dogmas neoliberales. Estas definiciones también incluyen a lo que llamamos la otra izquierda que también está dividida y que no es parte del gobierno. Mientras un sector de esta izquierda camina hacia una ruptura con el gobierno por haber “traicionado” sus promesas, su bancada parlamentaria sigue apoyando al gobierno como quedó demostrado en la votación sobre la vacancia presidencial.

Roger Najar, Vocero de Perú Libre. La Nacionalización de las Minas Las Bambas y la creación de la Empresa Nacional del Cobre.

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Por eso creo –y esto puede ser visto como una conclusión- que liberados en el corto plazo los actores políticos del tema de la vacancia presidencial, finalmente se levantó esta suerte de telón para mostrarnos, como en el teatro, que el escenario que tenemos al frente es el de la crisis y que esa crisis está ahí, que crece, que se expande como una mancha de aceite, que penetra y divide lo que “toca” y que pasamos, por lo tanto, a una etapa en la que lo más importante son las definiciones. La otra posibilidad es una “catástrofe política” entendida esta como una reiteración de propuestas que la opinión pública y la sociedad rechazan y que aumenta la idea y hasta necesidad de que se vayan todas y todos. Dicho con otras palabras: la necesidad de un nuevo escenario con nuevos actores y actrices, y con una nueva historia.

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1 https://canaln.pe/actualidad/zamir-villaverde-seria-operador-presidente-...
2 https://elpopular.pe/actualidad/2022/03/06/pedro-castillo-zamir-villaver...

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miércoles, 30 de marzo de 2022

DIEZ ERRORES QUE IMPEDIRÍAN FRENAR LA INFLACIÓN ACTUAL.

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LA ECONOMÍA REAL o economía productiva consiste en el estudio de la producción, la distribución y el consumo de bienes físicos y servicios en una zona geográfica determinada y los factores que les influyen. El término se suele usar en contraposición a la economía financiera, que estudia el intercambio de distintos bienes de capital (acciones, obligaciones, bonos, créditos, etc.). La economía financiera es mucho más volátil (está sujeta a bajas y alzas mucho más fuertes e imprevistas) que la economía real, ya que es un reflejo de las expectativas y estas pueden cambiar mucho más deprisa que los hechos. El problema viene cuando una crisis de la economía financiera se contagia a la economía real, ocasionando despidos de trabajadores, dificultad para encontrar empleo y cierre de empresas.

La economía financiera desempeña las siguientes funciones:

Compatibiliza en el tiempo el ahorro, el consumo y la inversión de familias y empresas. Permite que lo que ahorran unos lo inviertan otros. Por ejemplo: una familia ahorra dinero en el banco. El banco presta ese dinero a una empresa para que invierta. Si la familia guardara el dinero bajo el colchón, la empresa no podría invertir.

Canaliza el ahorro hacia los proyectos de inversión.

Selecciona a los receptores de fondos.

Promueve una remuneración del ahorro (de lo contrario no se ahorraría).

Diversifica los riesgos, al tomar de muchos depositantes y prestar a muchos inversores. Si alguno de estos últimos no puede devolver el préstamo, se puede seguir retribuyendo a los depositantes con lo que paguen los demás inversores.

Facilita liquidez.

Una amplia disposición de liquidez en la economía financiera no necesariamente se transmite a la economía real. No basta que el dinero esté disponible. Tiene que haber empresas dispuestas a pedirlo prestado e invertir con él. Sin embargo, la falta de liquidez en la economía financiera asfixia a la economía real.

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DIEZ ERRORES QUE IMPEDIRÍAN FRENAR LA INFLACIÓN ACTUAL.

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Por Juan Torres López. |30/03/2022| Economía.

Fuentes: Ganas de escribir

Primero:

Dejar la lucha contra la inflación a los bancos centrales argumentando que es un fenómeno monetario que se produce cuando aumenta excesivamente la cantidad de dinero circulante, de modo que se podrá frenar controlando esta última.

Se sabe que hay factores no monetarios que la desencadenan.

Segundo:

Creer que la inflación se frena siempre subiendo tipos de interés porque así disminuye la demanda de medios de pago y se reduce, como consecuencia de ello, la de bienes y servicios e inversión que genera el exceso de demanda que eleva los precios.

Se sabe que las subidas de tipos no repercuten siempre, o con la debida intensidad, en la demanda de dinero, rompiéndose así esa secuencia ideal.

Tercero:

Dar el mismo tratamiento monetario a procesos inflacionarios de diferente tipo. Unos, producidos por exceso de demanda cuando la economía se encuentra en su máximo nivel de producción potencial, es decir, cuando se está dispuesto a gastar en bienes de los que no se dispone. Otros, de oferta, producidos cuando, por cualquier razón, hay capacidad productiva suficiente pero los bienes no llegan a los mercados o llegan encarecidos por circunstancias extraordinarias. Y otros más, mezcla de ambos e incluso de algún otro factor adicional.

Esto último es justamente lo que está ocurriendo en la actualidad, pues se sabe que los precios están subiendo no sólo por exceso de demanda derivada de las inyecciones de liquidez durante la pandemia, sino también por alzas de costes en sectores muy específicos, por bloqueos materiales de la oferta, por razones estructurales como la falta de competencia y la concentración del poder, y por la invasión de Ucrania

Cuarto:

Aplicar medidas que afectan a la demanda de todos los bienes y servicios cuando la subida de precios proviene o se da como efecto de lo que ocurre en algún sector, mercado o producto determinado.

Quinto:

Hacer más daño con el tratamiento que el producido por la enfermedad.

Es lo que ocurre cuando se ataca el síntoma (la fiebre o la subida de precios) sin acabar con sus causas: deprimir la demanda global de todos los bienes y servicios (subiendo los tipos de interés) cuando es solo algún problema específico el que está provocando las subidas de precios equivale a matar al enfermo para que le baje la fiebre.


Sexto:

Considerar que los únicos costes de las empresas que hay que frenar para que no suban los precios son los salariales.

Se sabe que hay otros (energía, financieros, fiscales, regulatorios…) tanto o más determinantes de la subida de precios.

Séptimo:

No actuar sobre las condiciones estructurales de la economía.

Se sabe que la falta de competencia y la regulación de los mercados en provecho de los oligopolios (en el sector financiero, de distribución comercial o eléctrico) están permitiendo que muchas empresas aumenten los márgenes y suban los precios innecesariamente.

Octavo:

Creer que una inflación como la actual, de las características señaladas, se puede frenar con la sola intervención de una autoridad monetaria independiente.

La cooperación de los bancos centrales con los gobiernos es imprescindible para coordinar la política monetaria con la fiscal, de oferta, de competencia y de rentas y evitar que se bloqueen unas a otras.

Noveno:

Creer que la inflación ha estado contenida de los últimos años gracias a la política monetaria de los bancos centrales y pensar que ahora volverán a ser quienes únicamente puedan controlarla.

Los precios se han mantenido bajos en los últimos años (como media y no todos) por efecto de la globalización, por la pérdida de peso de los salarios en el conjunto de las rentas y por la atonía general y debilidad de la economía real provocada por las políticas neoliberales de privilegio del beneficio y las finanzas.

Décimo:

Olvidarse de todo lo anterior y creer que los bancos centrales pueden aplicar cirugía mayor subiendo los tipos de interés lo suficiente como para atajar las subidas de precios, tal y como pasó a finales de los años setenta del siglo pasado.

La deuda de ahora no tiene comparación con la de entonces y una subida de tipos de interés, no ya de la misma magnitud sino mínimamente considerable, provocaría una crisis de deuda privada y pública global y de dimensiones colosales.

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martes, 29 de marzo de 2022

LAS ESQUIRLAS DEL CONFLICTO UCRANIA-RUSIA TAMBIÉN HIEREN EN ÁFRICA Y MEDIO ORIENTE.

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Según este análisis, una de las razones de ese aumento de los costos ha sido la decisión del gobierno ucraniano el pasado 9 de marzo de prohibir las exportaciones de trigo, avena y otros cultivos básicos para proteger el consumo interno. Al mismo tiempo, la escalada de sanciones occidentales contra Rusia desestimula a muchos compradores de productos rusos. Para visualizar aún más la magnitud de la crisis específicamente en el contexto africano, el artículo cita a Modibo Mao Makalou, un experto de Malí, quien subraya que el 80% del comercio entre África y Rusia, así como el 50% de del comercio entre África y Ucrania, corresponden a importaciones de trigo. En Senegal, país que importa la mitad de ese grano de Rusia, la preocupación por el pan crece entre la población. Desde hace varios años el gobierno ha controlado el precio del pan tipo baguette con un máximo de 175 francos CFA (29 centavos de dólar), pero éste podría subir a 500 francos CFA (84 centavos de dólar) si persiste la crisis ucraniana. Al igual que Senegal, Malí, importa el 70% de sus alimentos. En 2019, sus exportaciones de alimentos generaron apenas 25 millones de dólares en tanto que sus importaciones en ese rubro representaron 344 millones de dólares. Este análisis concluye con el consenso de diversos especialistas africanos, en cuanto a la necesidad imperiosa de soluciones endógenas a fin de asegurar la soberanía alimentaria del continente. Los países en desarrollo, en particular los africanos, deben emprender un proceso de transformación estructural de sus economías para tener cierta autonomía en sectores como salud, educación, alimentación y tecnología.

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LAS ESQUIRLAS DEL CONFLICTO UCRANIA-RUSIA TAMBIÉN HIEREN EN ÁFRICA Y MEDIO ORIENTE.

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Por Sergio Ferrari | 29/03/2022 | Mundo.

Fuente Rebelión martes 29 de marzo del 2022.

 

La carencia a mediano plazo de granos básicos en Medio Oriente y África sobrevuela como una amenaza preocupante. El conflicto entre Rusia y Ucrania genera daños colaterales de muy diverso tipo a miles de kilómetros del teatro de operaciones.

En el conjunto de África y Oriente Medio, 45 países importan de Ucrania y Rusia un tercio del trigo que consumen y 18 de ellos hasta el 50%, según cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Es el caso, entre otros, de Burkina Faso, la República Democrática del Congo, Libia, Somalia, Sudán, Yemen y Eritrea (país que depende 100% del trigo ucraniano).

La actual situación bélica impacta las cadenas de suministros y los precios de los productos agrícolas y sus derivados están aumentando rápidamente.

Daños “colaterales” de repercusión geopolítica

El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) alertó la tercera semana de marzo, desde su sede central en Roma, sobre la repercusión de la guerra en numerosos países que dependen de la importación de granos básicoshttps://www.ifad.org/es/web/latest/-/el-conflicto-en-ucrania-ya-esta-afectando-a-la-seguridad-alimentaria-en-la-region-de-oriente-proximo-y-africa-del-norte-y-se-extendera-rapidamente-advierte-el-fida).

En su análisis, el FIDA sostiene que el aumento de precios de los alimentos esenciales, el combustible y los fertilizantes, junto con otros efectos colaterales, están afectando dramáticamente a las comunidades rurales más pobres.

Los ejemplos no faltan. Debido al conflicto, en Somalia –donde 3,8 millones de personas padecen las consecuencias de la grave inseguridad alimentaria– el costo de la electricidad y el transporte subieron sustancialmente como producto del aumento brusco del precio de los combustibles. Lo que produce repercusiones para numerosos pequeños agricultores, quienes a raíz de la imprevisibilidad de las lluvias y la sequía en curso dependen, para su supervivencia, de sistemas de agricultura de riego basados en motores diésel de baja potencia.

En Egipto, que importa un 85 % de su trigo de Ucrania y un 73% de su aceite de girasol de Rusia, los precios de ambos productos y sus derivados también han explotado.



Un 22% de las familias del Líbano padecen hoy agudos problemas de alimentación. El país les compra a Rusia y a Ucrania hasta un 80% del trigo que consume. Sin embargo, solo puede almacenar lo suficiente como para un mes debido a que sus mayores silos resultaron destruidos por la monumental explosión ocurrida en el puerto de Beirut en agosto de 2020. Dicha fragilidad y el aumento de precios traerán consecuencias desastrosas para los sectores más vulnerables de la población libanesa.

En cuanto a los países de Asia Central –que dependen en gran medida de las remesas monetarias que envían los trabajadores migrantes–, también ellos se han visto gravemente afectados por esta guerra. Debido a la devaluación del rublo, por ejemplo, las remesas en esa moneda que llegan a Kirguistán, vitales para las familias de esos migrantes, y que representan un 31% del Producto Interno Bruto (PIB) de ese país, de un día para el otro han perdido muchísimo de su valor.

Entre hambrunas y protestas sociales

Los cultivos de Ucrania, tradicional granero europeo, y de Rusia, que ha desarrollado considerablemente su agricultura en los últimos años, representan el 20% del comercio mundial de maíz y el 34% de trigo, cuyo precio el 8 de marzo de este año superó la barrera de los 410 euros por tonelada, frente a poco más de 300 euros en septiembre-octubre de 2021.

Según un análisis publicado el 22 de marzo por el cotidiano suizo Le Courrier, los precios de los cereales ya han superado los que tenían al inicio de la Primavera Árabe y son más caros que los que detonaron las revueltas del hambre de 2007-2008 (https://lecourrier.ch/2022/03/21/vers-un-retour-des-emeutes-de-la-faim/ ). El artículo Retorno a la época de los disturbios por alimentos, de los periodistas Benito Pérez y Tahar Yacine, sostiene que muchos países árabes y de África saldrán perdiendo de un conflicto prolongado entre Ucrania y Rusia.

En Egipto, el precio del pan se ha disparado un 50% desde que comenzó el conflicto. Es el mayor importador mundial de trigo y se abastece en un 85% de los dos países hoy en guerra. El Gobierno, a pesar que el país cuenta con una reserva para tres o cuatro meses, estudia la posibilidad de aumentar el precio del pan subvencionado hasta ahora para los sectores con bajos ingresos. Sin duda, una apuesta política riesgosa que no se veía desde los «disturbios del pan» de 1977. Con el agravante de que otros productos, como el aceite de girasol (tres cuartas partes del cual se importa de Rusia y Ucrania), trasladen a lo interno el aumento descontrolado de los precios internacionales.


Por su parte Argelia, quinto importador mundial de cereales (por detrás de Egipto, China, Indonesia y Turquía), tiene previsto importar 7.7 millones de toneladas de cereales en 2022. Como el resto de las naciones del Magreb, tal como lo afirma el análisis del cotidiano helvético, Argelia no podrá escapar a la subida de los precios de los alimentos debido al bloqueo de las exportaciones de la región del Mar Negro y a la especulación en los mercados bursátiles. Le Courrier dice que “los argelinos contienen la respiración al acercarse el mes del Ramadán, período habitual de aumentos de precios a pesar de todas las medidas de control”. En la memoria de ese país aún están presentes los disturbios de 2011 tras el repentino aumento del costo del petróleo y el azúcar, aumento que muy pronto se extendió a otros productos de primera necesidad. A diferencia de otros países sin recursos suficientes como para recuperar las pérdidas, Argel apuesta a amortiguar este choque con los ingresos adicionales que puede recibir por sus exportaciones de gas.

La situación no es mejor en Marruecos y Túnez. Según Abdelkader Aloui, presidente de la Federación de Molinos de Marruecos, el país dispone de una reserva de cereales para los próximos seis meses, gracias a las 50.000 toneladas de trigo que importó de Ucrania justo antes del estallido de la guerra. Desde ya, Marruecos intenta diversificar sus compras en Brasil, Argentina y Alemania. Sin embargo, analistas locales no descartan posibles reacciones de los sectores más desfavorecidos de la población ante el anuncio del aumento de los productos básicos.

Túnez, por su parte, podría enfrentar grandes dificultades debido a su escasa capacidad de almacenamiento y sus limitaciones presupuestarias. Según el Grupo de reflexión tunecino IACE (Instituto Árabe de directores de Empresas), el país es «muy dependiente de los cereales ya que importa el 84% de lo que consume en trigo blando, cerca del 40% de trigo duro y el 50% de cebada». Dicho Grupo reconoce que

«Ucrania era hasta ahora un proveedor privilegiado, junto con Canadá y la Unión Europea, y será necesario revisar nuestra política de suministro, sobre todo porque el país sufre un problema crónico en su capacidad de almacenamiento, limitada a tres meses”. En 2021, Túnez importó 2.6 millones de toneladas de cereales de los 3 millones de toneladas que necesita para abastecer el consumo interno, lo que demuestra su fragilidad productiva y su dependencia extrema del mercado internacional.

Una mirada desde China

Si el conflicto entre Rusia y Ucrania se prolonga, se avecina una crisis de suministro de alimentos en muchas partes del mundo y los países africanos estarán entre los más afectados, afirmaba el sitio Web CHINA.ORG.CN en un análisis de inicios de esta semana (http://french.china.org.cn/foreign/txt/2022-03/20/content_78118577.htm). Análisis particularmente interesante si se tiene en cuenta la cada vez mayor presencia china en el continente africano.


Este medio oficial caracteriza a la región del Mar Negro como el “granero del mundo” y constata que Rusia y Ucrania suministran el 29% de las exportaciones mundiales de trigo, el 19% de las de maíz y el 80% de las de aceite de girasol. Los primeros indicios del impacto de esta crisis en la economía mundial se expresan en el aumento a inicios de marzo del precio del trigo en más de un 40%, el del maíz en un 30% y los de la soja en más de un 25%.

Según este análisis, una de las razones de ese aumento de los costos ha sido la decisión del gobierno ucraniano el pasado 9 de marzo de prohibir las exportaciones de trigo, avena y otros cultivos básicos para proteger el consumo interno. Al mismo tiempo, la escalada de sanciones occidentales contra Rusia desestimula a muchos compradores de productos rusos.

Para visualizar aún más la magnitud de la crisis específicamente en el contexto africano, el artículo cita a Modibo Mao Makalou, un experto de Malí, quien subraya que el 80% del comercio entre África y Rusia, así como el 50% de del comercio entre África y Ucrania, corresponden a importaciones de trigo. En Senegal, país que importa la mitad de ese grano de Rusia, la preocupación por el pan crece entre la población. Desde hace varios años el gobierno ha controlado el precio del pan tipo baguette con un máximo de 175 francos CFA (29 centavos de dólar), pero éste podría subir a 500 francos CFA (84 centavos de dólar) si persiste la crisis ucraniana. Al igual que Senegal, Malí, importa el 70% de sus alimentos. En 2019, sus exportaciones de alimentos generaron apenas 25 millones de dólares en tanto que sus importaciones en ese rubro representaron 344 millones de dólares.

Este análisis concluye con el consenso de diversos especialistas africanos, en cuanto a la necesidad imperiosa de soluciones endógenas a fin de asegurar la soberanía alimentaria del continente. Los países en desarrollo, en particular los africanos, deben emprender un proceso de transformación estructural de sus economías para tener cierta autonomía en sectores como salud, educación, alimentación y tecnología.

En resumidas cuentas, el conflicto bélico en el centro de la Europa continental, que lleva ya más de cuatro semanas, está modificando, aceleradamente, no solo la lógica geopolítica del continente sino también el entramado de las interdependencias económicas entre esa región y otras en el resto del mundo. En un sistema globalizado como el actual, una bomba sobre Kiev, Mariounpol o Donbás producirá de inmediato secuelas significativas en El Cairo, Beirut, Túnez o Rabat.

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lunes, 28 de marzo de 2022

¿PROVOCARÁ LA ESCASEZ DE PETRÓLEO UNA HAMBRUNA MUNDIAL?

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Todo ello originará, presumiblemente, una psicosis de desabastecimiento y el incremento espectacular del precio del crudo hasta niveles del 2008 (rondando los 150 dólares), que tendrá su reflejo en un salvaje encarecimiento de los fletes de transporte y de los fertilizantes agrícolas lo que, aunado con la actual crisis entre dos de los tradicionales graneros mundiales (Rusia y Ucrania) y la consecuente aplicación de restricciones a la exportación de commodities de dichos países para asegurar su autoabastecimiento, terminará por producir el desabastecimiento de los mercados mundiales, el incremento de los precios hasta niveles estratosféricos y la consecuente crisis alimentaria mundial. La hambruna afectará especialmente a Las Antillas, México, América Central, Colombia, Venezuela, Bolivia, Egipto, el Cuerno de África, Mongolia, Corea del Norte, India, China, Bangladesh y el sudeste asiático, ensañándose con especial virulencia con el África subsahariana.

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¿PROVOCARÁ LA ESCASEZ DE PETRÓLEO UNA HAMBRUNA MUNDIAL?

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Por Germán Gorraiz López.

Blogger.

TeleSURtvnet viernes 25 de marzo del 2022.

La escalada brutal de los precios de energéticos y carburantes podría acabar lastrando la incipiente y frágil recuperación económica mundial y desembocar en escenarios de estancamiento económico secular (secular stagnation), ya que el fenómeno de la globalización económica ha conseguido que todos los elementos racionales de la economía estén interrelacionados entre sí debido a la consolidación de los oligopolios, la convergencia tecnológica y los acuerdos tácitos corporativos.

Declive de la producción de crudo convencional (peak oil)

Según la Asociación para el Estudio del Petróleo y el Gas (ASPO), la producción mundial de crudo convencional habría iniciado ya su declive, fenómeno que se explica por medio de los métodos de análisis del geólogo King Hubbert sobre la producción de petróleo de Estados Unidos, método conocido como la “curva de Hubbert”, quien calculó en 1956 con extraordinaria precisión la fecha en que ese país no podría producir más petróleo de forma convencional, aunque se perforaran más pozos. Así, la producción de petróleo de forma convencional en EE.UU. alcanzó su máximo nivel en 1970 y después comenzó a declinar, teniendo que importar en el 2005 casi el doble del total de crudo producido en dicho país hasta la aparición de la revolucionaria y controvertida técnica del fracking, hija del ingeniero George Mitchell.


Dicha técnica consiste en la extracción de gas natural no convencional mediante la fracturación de la roca madre (pizarras y esquistos) para la extracción de gas de esquisto (shale gas) y de petróleo ligero (shale oil), técnica en la que EE.UU. sería pionero en su aplicación, descollando Texas, Oklahoma, Dakota del Norte, Nuevo México, California, Colorado y Montana. Sin embargo, el abrupto desplome del precio del crudo hasta los 50 dólares imposibilitó a las compañías explotadoras conseguir precios competitivos (rondando los 80 dólares) que permitirían la necesaria inversión en infraestructuras energéticas y la búsqueda de nuevas explotaciones lo que, aunado con el decidido impulso de la Administración Biden a las energías renovables, ha provocado que muchas de dichas empresas se encuentren en la bancarrota y dado que el consumo doméstico de EE.UU. se movería en la horquilla de los 16 a los 20 millones de barriles diarios, seguirá siendo importador neto de crudo hasta el 2035.

Por otra parte, la producción actual de petróleo proviene en más de un 60% de campos maduros (que tienen más de 25 años de ser explotados de manera intensiva) por lo que las nuevas prospecciones se realizan en regiones más remotas (Ártico, Amazonas), con mayor costo productivo (120 $) y menor rentabilidad, amenazando en muchas ocasiones a reservas y parques naturales (Ártico, Alaska, Amazonas). Asimismo, el desfase entre el consumo mundial y los descubrimientos de nuevas explotaciones sería abismal (en una proporción de 4 a 1) y el tiempo necesario para poner en marcha a pleno rendimiento un yacimiento es de alrededor de seis años. Así, el 90% de la producción de crudo saudí procede de tan solo cinco campos maduros y hasta el 60% procedería del megacampo de Ghawar. Dado que los nuevos proyectos de infraestructura petrolera de extracción de crudo considerados como “grandes” (aquellos de más de 500 millones de barriles) en Arabia Saudí para el 2022 son prácticamente inexistentes y que es previsible un sostenido incremento de la producción de crudo saudí para suplir la endémica escasez de oferta de crudo mundial (estimada en un millón de barriles diarios), todo ello provocará una sensible reducción de sus reservas ociosas.


Riesgo de hambruna mundial

Según Edgar Ocampo, cada año el mundo fagocita la mitad de las reservas de un país petrolero importante (México). Dado que las energías alternativas todavía necesitan enormes subsidios como para ser viables en los países en vías de desarrollo, la práctica del fracking (especie de panacea universal que resolverá los problemas energéticos de la Humanidad) es todavía incipiente y suscita recelos medioambientales, y la inercia de los activos petroleros no permitirá que las grandes compañías abandonen sus equipos e infraestructura actuales, se deduce que la economía mundial seguirá gravitando sobre la dependencia del petróleo en la próxima década.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE), en un reciente informe titulado “Perspectivas mundiales de inversión en energía”, advierte que será necesario invertir 48 billones de dólares hasta el 2035 para cubrir las crecientes necesidades energéticas mundiales. Pero el abrupto desplome del precio del crudo hasta los 50 dólares imposibilitó a los países productores conseguir precios competitivos (rondando los 80 dólares) que permitieran la necesaria inversión en infraestructuras energéticas y la búsqueda de nuevas explotaciones, por lo que no sería descartable la escasez de petróleo en el próximo quinquenio, al concatenarse los recortes en la producción de crudo con el veto impuesto por EE.UU. y la Unión Europea a la compra de petróleo ruso y derivados, que representaría el 8% del total mundial.

Todo ello originará, presumiblemente, una psicosis de desabastecimiento y el incremento espectacular del precio del crudo hasta niveles del 2008 (rondando los 150 dólares), que tendrá su reflejo en un salvaje encarecimiento de los fletes de transporte y de los fertilizantes agrícolas lo que, aunado con la actual crisis entre dos de los tradicionales graneros mundiales (Rusia y Ucrania) y la consecuente aplicación de restricciones a la exportación de commodities de dichos países para asegurar su autoabastecimiento, terminará por producir el desabastecimiento de los mercados mundiales, el incremento de los precios hasta niveles estratosféricos y la consecuente crisis alimentaria mundial. La hambruna afectará especialmente a Las Antillas, México, América Central, Colombia, Venezuela, Bolivia, Egipto, el Cuerno de África, Mongolia, Corea del Norte, India, China, Bangladesh y el sudeste asiático, ensañándose con especial virulencia con el África subsahariana.

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