miércoles, 28 de noviembre de 2007

DEFINICIONES DE SOCIEDAD CIVIL PARTE II.

Por ello, expondremos varias visiones de filósofos, políticos, politólogos y escritores contemporáneos agrupados en estos tres grupos.

ALTERNATIVA PRIMERA .- Como slogan político: Conjunto de Sociólogos, Escritores, Politólogos, Comunicólogos, etc, consideran como un nuevo concepto de ciudadanía, base de la convivencia en cualquier país y como conjunto de organizaciones y asociaciones independientes de los gobiernos y que no tienen fines económicos exclusivamente. Sin embargo, los fines económicos ya aparecen como posibles, aunque no exclusivos.

Esta visualización de la Sociedad Civil en relación a la ciudadanía y al conjunto de organizaciones y asociaciones independientes de los gobiernos, generan la propuesta de hasta “tres Escuelas del Pensamiento moderno” en relación a esta problemática: Los Conservadores y Neoliberales, los Social-demócratas y Liberales y los Marxistas y Neo-marxistas. Y al interior de cada Escuela la “ideología y la política” sobre la sociedad civil no es homogénea, por el contrario existe hoy un “mundo de definiciones” al interior de cada doctrina.

Para autores de la derecha, como Fernández Santillán del TEC de Monterrey, México, es una salida fácil que una buena parte de la izquierda que sostiene el multiculturalismo se refugie bajo el membrete de sociedad civil, que “finalmente es una posición liberal”. Afirma que “cuando la izquierda no entiende las cosas, entonces trata de imponer su voluntad de manera autoritaria”. Entonces, según él, hoy el concepto de sociedad civil está vinculado a la defensa de la democracia liberal.

Para el PNUD es el conjunto de organizaciones privadas que reclaman para sí una representación social y cultural frente a los gobiernos nacionales y organizaciones privadas.

El Banco Mundial, por su parte, la tiene como una amplia gama de organizaciones no gubernamentales y sin fines de lucro que están presentes en la vida pública. Expresan intereses y valores de sus miembros y de otros, según consideraciones éticas, culturales, políticas, científicas, religiosas o filantrópicas.

ALTERNATIVA SEGUNDA.- Como concepto sociológico analítico: según observa Larry Diamond:

La sociedad civil está organizada voluntariamente, es autogeneradora, apoyada por sí misma, autónoma del Estado, cohesionada por un orden legal o un conjunto de reglas compartidas. Involucra ciudadanos que actúan colectivamente en la esfera pública para expresar sus intereses, pasiones e ideas, intercambiar información, alcanzar metas comunes, realizar demandas al Estado, responsabilizar a los empleados oficiales. No puede ser segregada del sector privado porque incluirá asociaciones con intereses comerciales y de negocios. Tampoco es un sector independiente, dado que ésta puede tener un carácter partidario.

Benjamín Barber a su turno expresa que la sociedad civil comparte con el sector privado el legado de la libertad; pero, a diferencia del sector privado, busca un espacio común y un activismo consensual, integrativo y colaboracional. Su posición sita entre la anarquía del mercado y el paternalismo de los gobiernos. Entre el palenque donde lo único relevante es el consumo y el universo donde el ciudadano es apenas una hormiga con derecho al voto.

ALTERNATIVA TERCERA.- En el caso de los conceptos filosóficos enfocamos la propuesta , desarrollada por el “Filósofo del Consenso” y Comunicólogo Jürgen Habermas, quien sostiene que la sociedad civil es la trama asociativa no estatal y no económica, en la que se anclan las estructuras comunicativas del espacio de opinión político que intenta colonizar al mundo de la vida.

Igualmente, Colón Morera, sociólogo español, dice que la sociedad civil es un cuerpo de ciudadanos que deliberan y actúan en el espacio público con el fin de afectar, en mayor o menor grado, el curso de los acontecimientos que impacta y determina la vida económica, política y social de un país, sociedad o comunidad local en particular.

Kees Biekart, a su turno ubica a la sociedad civil en medio de la familia -como célula primaria de asociación- y el Estado. La componen miembros voluntarios de la sociedad que buscan proteger o difundir sus valores e intereses.

Sin embargo, las organizaciones, grupos, asociaciones, clubes, cooperativas etc. de carácter laical, sí forman parte de la sociedad civil porque se rigen por normas establecidas por ellos. En cuanto a la Iglesia como institución las opiniones están divididas, porque en general siempre se la considerado como parte de la sociedad civil, sobre todo cuando es integrante de los movimientos sociales de resistencia o crítica al “ capitalismo salvaje “ o globalización neoliberal.

Son miembros de la sociedad civil los ciudadanos que no tienen relación con el Estado o sus dependencias. Militares, miembros de partidos políticos y cargos similares están excluidos de la sociedad civil.

Pero, ¿qué tienen en común el Movimiento de Mujeres Católicas, un sindicato de Obreros de Construcción Civil o el Movimiento de Trabajadores sin Tierra y Greenpeace? Las cuatro son agrupaciones voluntarias, integran ciudadanos (as) con creencias o intereses comunes, que aportan a ellas - como organizaciones - su dinero o su trabajo, sus diversas formas de lucha, su diversidad cultural e identidad y permiten que los representen para lograr metas sociales y objetivos políticos que los relacionen, como sector, con el sector privado (mercado) o estatal (gobierno). Pueden tener objetos y formas de organización muy disímiles, pero si cumplen con los requisitos de no pertenecer al mercado o al Estado y tener objetivos sociales sin fines de lucro; entonces forman el conglomerado de la sociedad civil.

Una anotación muy importante es la de que la sociedad civil es plural, dialéctica, clasista, emergente. Ello, en relación al intento de los conservadores y neoliberales de presentarnos como una agrupación homogénea, visualización casi monolítica, especialmente cuando se afirma muchas veces sin bases ni fundamento : que la sociedad civil quiere esto, o exige aquello, que la sociedad civil es la “ Corona de la Reyna ”, o la “señora de las soluciones” a todas las complejidades, diferencias sociales, diversidad cultural, étnica e identidad, cuando no se consideran ni respetan los derechos de los “otros”, y por el contrario de impone el autoritarismo, la explotación , el sometimiento. De allí que hay que comprender que la sociedad civil es un inmenso y riquísimo laboratorio de diferencias sociales y diversidad ético cultural e identidad.

No es sólo necesario formar parte de la sociedad que “no interviene directamente con el Estado”, sino ser un ciudadano activo que tome posición y promueva cambios. Abarca grupos comunitarios, organizaciones no gubernamentales, sindicatos, grupos indígenas, organizaciones de caridad, organizaciones religiosas, asociaciones profesionales y fundaciones.

De la misma forma que ha evolucionado el concepto de sociedad civil a lo largo de la historia, lo ha hecho su injerencia en los asuntos de la vida social y, con ello, las funciones que le son atribuidas. Es así que funge como actividad propia de la sociedad civil buscar o abrir espacios donde la voz social sea escuchada y tomada en cuenta para las acciones estatales; y, si no fuera así, crear mecanismos para lograrlo.

La sociedad civil se define por su función en el sistema político. Está constituida por todos los ciudadanos que se preocupan de los asuntos públicos y buscan conscientemente el bien común. Opera en el sistema político desde el exterior respecto a las estructuras formales del Estado pero en relación con ellas.

Producto de este desarrollo doctrinario de la Sociedad Civil y el Estado, que sucedió principalmente en la fase de la crisis final de la Modernidad. Es decir, en la era de la globalización neoliberal ?.

La demanda y lucha por democratización va mostrando que el Estado democrático reconquistado en la década de los 80 en América Latina ya no puede dar cuenta de los intereses de todos y el concepto de Sociedad Civil comienza a expresar la capacidad de la gente para organizarse y resolver sus necesidades y aspiraciones dado que la democracia que se consolida no le parece contentar. El Estado y la política de las post-dictaduras se muestra incapaz de articular las demandas de la gente y de resolver sus necesidades de integración y desarrollo igualitario, asociándose la Sociedad Civil al mercado.

En algunos casos la sociedad civil le da la espalda a un Estado que se la dio primero a ella y se comienza a organizar en la perspectiva de gestar cambios sociales que no solo respondan a la inmediatez sino que no quiere caer en los errores de otras etapas. Aquí emerge un:

Nuevo concepto de sociedad civil más integral, participativo y radical que expresa la diversidad y complejidad excluida de nuestras sociedades dependientes, que busca comprender y asumir la economía como cuestión social y política.

Este proceso se da en un momento donde los Estados nacionales se han debilitado y el tema es continental y mundial, por lo que la cuestión es aún más compleja que a principios del siglo XX dónde el territorio estaba circunscrito a una nación, hoy, en este nuevo milenio, nos enfrenta aceleradamente a un espacio común dominado por pocos pero con muchos que buscan algo distinto.

Pareciera que el Estado como expresión de la sociedad se transformó en su enemigo:

*- tanto con el autoritarismo y terrorismo de las dictaduras en Latinoamérica,
*- como el totalitarismo del socialismo real de Europa del Este y
*- hasta la disociación del ciudadano con el Estado de bienestar en Europa y EEUU.


Esta nueva realidad mostró que no siempre el Estado produce la justicia, ni es garante de la democracia, tampoco lo será solo el mercado.

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