viernes, 28 de febrero de 2014

SOCIÓLOGO. PIERRE BOURDIEU: LA MISERIA DE LOS OTROS, LA DE TODOS.

&&&&&
¿Qué interés hay en estudiar la filosofía –se pregunta Ludwig Wittgenstein- si eso no mejora nuestro modo de pensar las cuestiones importantes de la vida de todos los días, si nonos hace más conscientes que un periodista cualquiera en la utilización de ciertas expresiones que emplea “la gente de esta especie”?. El mensaje sociológico puede permitir que se conozca el origen social de las desdichas en todas sus formas, incluso la más íntimas y secretas; lo que el mundo social ha hecho, el mundo social, armado de este saber, puede ¿Qué interés hay en estudiar la filosofía –se pregunta Ludwig Wittgenstein- si eso no mejora nuestro modo de pensar las cuestiones importantes de la vida de todos los días, si nonos hace más conscientes que un periodista cualquiera en la utilización de ciertas expresiones que emplea “la gente de esta especie”?. El mensaje sociológico puede permitir que se conozca el origen social de las desdichas en todas sus formas, incluso la más íntimas y secretas; lo que el mundo social ha hecho, el mundo social, armado de este saber, puede des hacerlo. La presente obra reúne testimonios que dieron hombres y mujeres en relación con sus existencias y la dificultad de vivir. 


Sociólogo Pierre-Félix Bourdieu -. Denguín Francia, 1 de agosto de 1930.  París 23 de enero del 2002. Francia. Fue uno de los más destacados representantes de la Sociología de nuestro tiempo, el cual logra reflexionar sobre la sociedad introduciendo y/o rescatando una batería conceptual e investigando de manera sistemática sobre lo que desde su ojo crítico a simple vista suele parecernos algo trivial, como parte de nuestra cotidianidad.

*****
Un equipo de sociólogos dirigido por Pierre Bourdieu trabajó durante tres años en la realización de entrevistas, que se presentan acompañadas por análisis teóricos y planteamientos metodológicos que transmiten los elementos necesarios para comprender la posición de la persona interrogada sin establecer respecto a ella una distancia que la reduzca al estado de curiosidad entomológica. Cumpliendo lo que es, según Wittgenstein, la meta de la filosofía, al analizar los llamados “lugares difíciles” –los conjuntos urbanísticos y la escuela- los autores reemplazan las imágenes simplistas y unilaterales que utiliza la prensa por una representación compleja y múltiple, y abandonan el punto de vista único y central en beneficio de la pluralidad de perspectivas, coexistentes y a veces rivales. La urbanización, la escuela, el trabajo social, el subproletariado, el universo de los empleados, el de los campesinos y artesanos, la familia, etcétera; la crónica de un joven militante del Frente Nacional, de la profesora de un colegio ubicado en una zona desfavorecida, de un comerciante vinatero arruinado, de los inmigrantes y de aquellos a quienes se sigue llamando “inmigrantes” aunque hayan nacido en Francia: todas éstas son las múltiples perspectivas que constituyen ese espacio en el cual los autores no sólo hacen propio el precepto spinoziano “No lamentar, no reír, no detestar, sino comprender”, sino que brindan al lector los medios para respetarlo. Es de esperar que la acción política se valga de los medios racionales que le provee la ciencia: nada es menos inocente que el laissez-faire y toda política que no aproveche plenamente las posibilidades, por reducidas que sean, que se ofrecen a la acción y que la ciencia puede ayudar a descubrir, puede considerarse como culpable de no asistencia a una persona en peligro.


Formas de pobreza vigentes. Carpas para personas “sin techo” en París. Pero vamos más allá y encontramos parte de la pobreza extrema hoy en los llamados los tres “sin”. Los sin techo, los sin papeles y los sin trabajo. Por lo general migrantes ilegales.
***

PIERRE BOURDIEU: la miseria de los otros, la de todos.
*****
Sociología. El sociólogo francés organizó una obra en los 90 que hoy se vuelve a leer. El libro pone en evidencia las consecuencias del neoliberalismo y cuestiona la idea de igualdad de oportunidades.

Revista de Cultura Ñ. Ideas Viernes 28 de febrero del 2014.

MARINA OYBIN.

En 1993 Pierre Bourdieu dirigió y publicó una obra colectiva que iba a despertar la atención del mundo académico y también de la sociedad francesa en primer lugar y luego en otros países como el nuestro. En La Miseria del mundo, Bourdieu reunió testimonios de hombres y mujeres con profundas dificultades sociales en sus vidas en Francia, a principios de los 90. El exhaustivo trabajo, que incluye una voluminosa serie de entrevistas y análisis, y que llegó a ser un best-séller que vendió cien mil ejemplares en poco tiempo, ha sido reeditado (FCE). Es una obra fundamental para la sociología global y, claro, para la formación de los cientistas sociales argentinos. Cuatro sociólogos locales elogiaron, analizaron la recepción del texto en Francia y, en algún caso, cuestionaron su metodología. Es decir, abordaron una pregunta clave de la sociología respecto de la distancia con el entrevistado. Bourdieu no tuvo empacho en contradecir las corrientes positivistas de entonces que exigían una distancia extrema con el objeto de estudio. El libro también sirvió para provocar esta polémica y sacudir las raíces académicas de la investigación y llegar a una síntesis metodológica que con el tiempo, lógicamente, también se iba a cuestionar. El libro está vigente: analiza el sufrimiento social producto de transformaciones estructurales aún vivas y disecciona transformaciones estructurales.

Dirigido por Bourdieu, un equipo de más de quince prestigiosos sociólogos, como Patrick Champagne o Loïc D. Wacquant, trabajó durante tres años haciendo entrevistas que se presentan acompañadas por análisis teóricos y metodológicos. Hay también entrevistas y análisis realizados por el propio Bourdieu. Son testimonios intensos en relación a la dificultad que presentan algunos grupos para vivir plenamente. Las entrevistas, profundas, que llegan al núcleo del objeto de estudio, permiten acercarse a los actores sociales, a la miseria de otros, cuyos sentimientos devienen próximos.


PIERRE BORDIEU.- EL OFICIO DEL SOCIÓLOGO. Debido a que los límites entre el saber y la Ciencia son, en la Sociología, más imprecisos que n cualquier otra disciplina, se impone el esfuerzo por examinarla a través de los principios generales  proporcionados por el saber epistemológico. Se incluyen textos sociológicos  que enuncian lo esencial del pensamiento científico, de su evolución y de su futuro. 
*****

“No lamentar, no reír, no detestar, sino comprender. De nada serviría que el sociólogo hiciese suyo el precepto spinoziano si no fuera también capaz de brindar los medios de respetarlo. Ahora bien, ¿cómo facilitar los medios de comprender, es decir, de tomar a la gente como es, sino ofreciendo los instrumentos necesarios para aprehenderla como necesaria, para necesitarla, al relacionarla metódicamente con las causas y las razones que tiene para ser lo que es? ¿Pero cómo explicar sin sujetar con alfileres? Cómo evitar, por ejemplo, dar a la transcripción de la entrevista, con su preámbulo analítico, el aspecto de un protocolo de caso clínico precedido por un diagnóstico clasificatorio?”, escribe Bourdieu.

Los ensayos y entrevistas permiten develar situaciones que vuelven verdaderamente miserable la vida de estos hombres y mujeres. Uno percibe que se trata de sujetos inmersos en estructuras sociales que comprimen sus vidas y las hacen dramáticas. Al tiempo, el Estado se aleja cada vez más. Son vidas que quizás podrían haberse vivido de otro modo, pero que sólo llegan a ser grises.

El mundo cercano.

Bourdieu analiza cómo las nuevas transformaciones estructurales producen situaciones de sufrimiento social y de miserabilidad en amplísimas franjas de la población. No sólo en sectores marginales, sino en distintas categorías. A través de este libro uno puede acercarse a la miseria de una familia de inmigrantes argelinos en Francia, a los vecinos de una comuna operaria en los suburbios de París, a una mujer policía, un magistrado, un obrero comunista, una secretaria, un obrero especializado delegado de la CGT. Y la lista sigue con ejecutivos desocupados, estudiantes de los suburbios de París y una profesora de letras, entre muchos otros.


Con La miseria...

, el sociólogo francés plantea la responsabilidad pública del intelectual. Imposible quedarse callado ante la situación que se vive. Lucas Rubinich, sociólogo, profesor de Sociología de la Cultura y Sociología General en la carrera de Sociología en la UBA, señala que lo valioso en esta obra es que sin perder la especificidad académica, Bourdieu intentó un diálogo con la sociedad. Ve en ese diálogo una relación con la responsabilidad pública del académico: no puede quedarse con ese conocimiento al interior de su propio grupo, tiene que salir y comunicarlo porque está previendo una catástrofe para grupos sociales enteros.

Denis Baranger, autor del libro Epistemología y metodología en la obra de Pierre Bourdieu dice: “Recientemente Patrick Champagne, integrante del equipo de investigación, señalaba en una conferencia cómo, aún cuando la sociología ha tenido siempre alguna vocación política, hubo en este caso una intención consciente de que sus resultados fueran directamente apropiables por la sociedad. El libro es un ejemplo de sociología pública, como Michael Burawoy denominaría luego a un estilo de sociología consistente en conocimiento reflexivo dirigido a una audiencia extra académica, sin que esto signifique desmerecer su valor para los científicos sociales, claro está”.

“Su preocupación –explica Rubinich– era cómo intervenir más allá de lo académico, cómo se puede relatar el sufrimiento de las poblaciones producto de las transformaciones estructurales del neoliberalismo. Hay una decisión de encontrar estrategias que permitan dar cuenta del sufrimiento de la manera más cruda posible: darle voz a los agentes sociales”.

Emilio Tenti Fanfani, investigador principal del Conicet y profesor titular de Sociología de la Educación en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), sostiene que la importancia de este trabajo, desde el punto de vista sociológico, radica en que, contrariamente a lo que solía afirmarse de la obra de Bourdieu –que era estructuralista y privilegiaba las dimensiones objetivas del análisis social (las cuestiones macro)– esta vez se adentra en las percepciones, en las representaciones, en las vivencias de actores que son representantes típicos de categorías sociales que sufren la cuestión social en la Francia contemporánea.

Como en una conjura, el análisis sociológico de La miseria del mundo viene a demostrar que muchos de los padecimientos no son culpa de quienes los sufren. De este modo, como sostiene Tenti Fanfani, el análisis sociológico puede tener cierto efecto terapéutico sobre los grupos que padecen. El sociólogo trata de mostrar que estas personas no son culpables de su miseria. Los libera de la culpa. ¿A qué tipo de miseria nos referimos? “No se trata de pobreza absoluta, esto es ausencia de recursos para satisfacer necesidades básicas, sino de pobreza relativa: la relación entre expectativas, aspiraciones, tendencia a la realización personal, lo que algunos llaman las necesidades post materialistas”, explica Tenti Fanfani. Son necesidades que exceden la vivienda, el alimento y el abrigo: necesidades de realización personal, sueños, aspiraciones, que encuentran obstáculos.

Impacto de la obra.

Para Rubinich, La miseria..., impactó en todo el campo de las ciencias sociales: “En Francia, el intelectual es un personaje público. Toda la sociedad francesa tiene todavía, aunque haya cambios, una mirada del intelectual como una persona autorizada moralmente para hablar más allá de su especificidad”. En Francia, la recepción del libro no estuvo limitada al ámbito académico: “Se convirtió en un best-séller: vendió rápidamente 100 mil ejemplares. Además, algunos fragmentos de la obra fueron objeto de adaptaciones teatrales en no menos de seis oportunidades. También fue tema de un debate televisivo de gran audiencia con la participación de Abbé Pierre (figura emblemática del humanismo católico francés) y del propio Bourdieu. La obra misma se constituyó en un fenómeno social y se puede decir que cumplió con los propósitos que se planteaba Bourdieu”, dice Baranger.

Por su parte, Ricardo Sidicaro, investigador del Conicet, especialista en teoría sociológica y problemas socio-políticos de la Argentina, considera que el libro tuvo más impacto en la sociedad civil que en el mundo académico, en especial en los sectores cultos que habían quedado huérfanos del marxismo. Por su lado, Rubinich delimita el contexto en que se produjo esta participación en la esfera política: “Bourdieu, enfant terrible del pensamiento académico francés como Sartre, salió de los ámbitos intelectuales para dar batalla en las calles, pero el contexto social fue diferente. Se relacionaba con Günter Grass y Edward Said, con nadie más. Nadie se interesaba por su propuesta. La de Bourdieu fue una batalla solitaria, sostenida en que las estructuras del campo cultural francés todavía habilitaban al intelectual a tener una voz crítica, aunque no fuera respaldado por movimientos sociales ni por el propio campo cultural. En términos políticos, fue una batalla absolutamente solitaria”.

Sidicaro sostiene que es criticable el modo en que se recolectó la información para el libro: “Hay una implicación directa entre entrevistado y entrevistador: las técnicas metodológicas de lo que debe ser la distancia entre entrevistador y entrevistado están rotas. Bourdieu coloca por delante las palabras de los propios actores. En el abc de la sociología está el no creerle a los actores: así nace la sociología. Este tipo de giro está vinculado al interés de plantear un tema en la escena pública”.

Tenti Fanfani no coincide con Sidicaro: Bourdieu apunta a analizar cómo los actores viven y experimentan sus situaciones y, al mismo tiempo, dar una explicación que trascienda lo individual. Si bien toma en cuenta el discurso y los relatos de los actores, no los considera como única verdad. “Creo –dice Tenti Fanfani– que siempre la búsqueda de Bourdieu fue integrar dos momentos del análisis: el momento de la subjetividad y el de la objetividad. No caer en el determinismo objetivista que considera que las explicaciones que los hombres nos damos acerca de nuestra vida, experiencia, no tienen ningún sentido. Bourdieu intenta considerar y articular como objeto de análisis la subjetividad de las personas. Incorporarlas como objetos de análisis, no tomarlas como verdades: los subtítulos que intercala en los distintos discursos más el texto que antecede las entrevistas presentan las claves sociológicas”. Y agrega: “Los actores no tienen la verdad, si no la sociología no tendría sentido. Es importante explicarse por qué estos individuos tienden, por ejemplo, a imputarse a sí mismos sus éxitos o fracasos. Todos estos actores entrevistados viven situaciones de sufrimiento social, quizás ellos no tienen las razones de su padecimiento. El sociólogo toma en cuenta las expresiones de este padecimiento y al mismo tiempo ofrece una clave interpretativa que solo la sociología con el distanciamiento puede ofrecer”.

Baranger señala que Bourdieu y sus colaboradores procedieron violando a sabiendas todos los preceptos positivistas normalmente aceptados para la recolección de datos: “Es así como, inspirándose en la técnica utilizada por William Labov para estudiar el habla de los negros en Harlem, los entrevistadores fueron incitados a seleccionar los informantes entre sus amigos o conocidos con el propósito de reducir al mínimo la distancia social y la violencia simbólica. De este modo se podría lograr una comunicación no violenta, apta para cumplir con la intención mayéutica de la entrevista a la vez que para lograr una suerte de efecto terapéutico sobre los propios entrevistados. Sin duda hay mucho de discutible en la metodología utilizada, lo que no hace más que agregarle interés a la lectura de una obra provocadora en múltiples sentidos”.

Para Rubinich no es pertinente desatar una discusión metodológica: para él, la de Bourdieu es una intervención política que interpela al propio campo cultural, al resto de la sociedad, a los partidos y a los intelectuales: “A veces hay implicación, no hay mucha preocupación por esa supuesta distancia con el entrevistado, hay un intento de comunicar de la manera más abierta posible”, señala Rubinich.

Hay que destacar que La miseria del mundo es una obra que supuso reuniones, discusiones. No es muy habitual este tipo de trabajo conjunto creado por un colectivo sociológico: no se trata de una suma de artículos, sino de un trabajo con un objetivo y lenguaje sociológico compartido. “Es una obra de una escuela de pensamiento sociológico que para mí es de las más creativas, de las más complejas. Además, la obra fue un best-séller. Eso es un gran logro: la sociología como ciencia social no tendría ningún sentido si sus productos no trascendieran al círculo de los iniciados, para que tenga impacto social hay que ir un poco más allá”, subraya Tenti Fanfani.

A la pregunta que se desprende del libro ¿qué intentan desde las clases dominantes? Tenti Fanfani no duda: imponer visiones individualistas del self-made man : la falsa idea de la igualdad de oportunidades. Establece, además, una diferenciación entre pobreza y miseria relativa que es fundamental en las sociedades capitalistas. “Vivimos en una sociedad que genera más expectativas que posibilidad de realizarlas: esto sigue produciendo sufrimiento y padecimiento social”.

*****

jueves, 27 de febrero de 2014

JASON HOCKEL VISION ECONÓMICA MUNDIAL: LA CORRUPCIÓN OCULTA DE LAS POTENCIAS.

&&&&&
LA CORRUPCIÓN GLOBALIZADA.- Los flujos de capital ilícitos generalmente involucran transferencias de dinero ganado a través de actividades penadas por la ley. Es una obvia definición que es necesario precisar más aún cuando los involucrados son grandes empresas y particulares de patrimonio abultado. De ese movimiento de fondos existe una mayor presencia en el debate público, el originado por la corrupción gubernamental, aunque sería más riguroso puntualizar “corrupción empresario-gubernamental”. Ese flujo ilícito también se registra en transacciones que suponen contrabando de bienes y en estrategias para “proteger la riqueza personal o corporativa de las autoridades tributarias nacionales”, detallan los economistas Jorge Gaggero, Romina Kupelian y María Agustina Zelada en la investigación Fuga de Capitales II, publicado por el Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina. Esto significa que la evasión tributaria de las grandes empresas, denominada “planificación fiscal nociva” con sutileza por la AFIP, constituye una de las principales fuentes de corrupción en la sociedad. Una de esas maniobras son las operaciones conocidas como precios de transferencia, que son manipulaciones de precios en el intercambio de bienes o servicios pactadas por dos compañías que pertenecen a un mismo grupo empresario para girar utilidades y eludir el pago de impuestos. Otra es la triangulación: por ejemplo, una firma opera desde la Argentina y la facturación la contabiliza en Uruguay, plaza que actúa como pantalla para socavar la base del Impuesto a las Ganancias que corresponde pagar en el país. Esta es la sospecha sobre la supuesta evasión más importante detectada por las autoridades impositivas argentinas en su historia, que corresponde a la multinacional cerealera Bunge. Se estima que esa compañía no ha ingresado al fisco unos 420 millones de pesos en 2007, mientras que el monto para los dos años siguientes se encuentra en etapa de determinación, suponiendo que en total alcanzaría los 1200 millones de pesos. Bunge reaccionó ante lo que considera “falaces declaraciones de funcionarios estatales y el prejuzgamiento que se pretende instalar en la sociedad”. Este caso de probable corrupción privada no escandaliza ni tiene la repercusión en el espacio público como otros varios de amplia difusión empresario-gubernamental. La cuestión no es relativizar ni unos ni otros, sino denunciar y enfatizar ambos comportamientos para poder abordar en toda su dimensión la relevancia y profundidad de la corrupción en la economía.


Este mapa de la corrupción mundializada será cierto. Lean por favor el texto y se encontrarán que pasa en Estados Unidos, Reino Unido, Japón o Suiza, los supuestos países, ejemplos de lucha contra la corrupción y de economía capitalista "limpia". Ojo que gran sorpresa?.
***
Las operaciones de triangulación son una de las principales fuentes de corrupción a través del giro de capital ilícito al exterior. En 2009, se detectó que se facturaron 4328 millones de dólares en envíos a Suiza pero arribaron mercaderías a ese país por un valor de 1518 millones. Sobre ese total, el 60 por ciento correspondió a cereales, el 15 a minería y el 10 por ciento a petróleo. Con el supuesto rumbo a Singapur se facturó por 1101 millones de dólares, pero el destino físico de los productos a esa plaza representó apenas 43 millones: el 74 por ciento de lo emitido correspondió a cereales y el 19, a aceites. Los despachos al puerto de Barbados totalizaron 873 millones de dólares (70 por ciento de minería y 30 por ciento de petróleo) y sólo 3 millones llegaron a ese destino. Islas Caimán recibió facturas por 688 millones de dólares (79 por ciento de productos de pesca y 11 por ciento de maní) de las cuales arribaron mercaderías por un valor de 41 millones. El análisis de estas y otras operaciones resulta central para “explicar la opacidad de las finanzas globalizadas, la conducta financiera y tributaria de las firmas multinacionales y, en definitiva, los enormes drenajes de recursos y la gran volatilidad de sus flujos, a los que están sometidas las economías en desarrollo. En particular, el carácter perverso que para la mayor parte de éstas asumen los flujos ilícitos de capital y, también, la particularmente grave erosión a la que están expuestos sus sistemas fiscales”, explican Gaggero, Kupelian y Zelada en la mencionada investigación del Cefid-Ar. Estos expertos señalan que resulta notable la muy limitada atención prestada a estos temas en la literatura económica. “Son conocidas las posiciones del FMI y los restantes organismos multilaterales acerca de estas cuestiones, que sólo suelen poner el foco en los componentes delictivos de estos flujos. Estos organismos suelen omitir en sus análisis toda consideración relevante acerca del papel de la banca global, las multinacionales y los ‘ricos globales’ en estos procesos”, apunta esa troika de economistas.
/////

Una mirada Sociológica mundial, tomando como base principal teórico-metodológico La Sociología de las Ausencias, tendremos como resultado que hoy la economía criminal - expresión sistematizada de lavado de activos, evasión tributaria, robo, corrupción, narcoterrotismo, narcotráfico, prostitución infantil, migración ilegal transcontinental, Paraísos Fiscales - hoy gozan de "buena salud" en el escenario global de la crisis estructural mundial del sistema capitalista -. No solo goza de "buena salud", sino que comienza a tener hegemonía en varios países y continentes donde los paraísos fiscales están dominando la economía, como la expresión más eficiente del crimen organizado. ¿O no es verdad señores del Club de Bilderberg, los Nuevos Amos del Mundo?.
***

VISION ECONÓMICA MUNDIAL: LA CORRUPCIÓN OCULTA DE LAS POTENCIAS.

*****

Jason Hockel de la London School Of Economics, analiza uno de los factores de la crisis del 2008.

El catedrático Hickel señala un problema fundamental en términos sistémicos para la economía mundial: la corrupción de guante blanco, invisible y refinada, en los países desarrollados. En lista figuran EE.UU., Japón, Reino Unido y Suiza, entre otros

 Marcelo Justo.
Página/12 jueves 27 de febrero del 2014.

Una visión muy extendida sobre el desarrollo económico es que los problemas que enfrentan las economías en desarrollo y los países pobres se deben a la corrupción. Esta visión choca con un dato contundente de la realidad internacional: China. Ni el mismo Partido Comunista pone en duda que la corrupción es uno de los grandes problemas nacionales, todo lo cual no ha impedido un crecimiento promedio de dos dígitos en las últimas tres décadas. Pero, además, según Jason Hickel, catedrático de la London School of Economics, esta perspectiva oculta un problema mucho más fundamental en términos sistémicos para la economía mundial: la corrupción en los países desarrollados. Se trata de una corrupción de guante blanco, invisible y refinada, que fue una de las claves del estallido financiero de 2008. Página/12 dialogó con Hickel sobre el tema.
–Según la Convención de la ONU sobre Corrupción, ésta les cuesta a los países en desarrollo entre 20 y 40 mil millones de dólares anuales. Es una suma considerable. Pero usted dice que, en comparación, la corrupción del mundo desarrollado es mucho mayor y tiene un impacto sistémico mucho más grande. ¿Cómo llegó a esa conclusión?
–El presidente del Banco Mundial, Jim Kim, hizo este cálculo sobre el costo de la corrupción en el mundo en desarrollo. Pero esta suma, indudablemente importante, constituye apenas un 3 por ciento del total de los flujos ilícitos que abandonan los países en desarrollo cada año. La evasión fiscal sola es 25 veces esa suma. El año pasado, un millón de millones de dólares se fugaron de los países en desarrollo y terminaron en paraísos fiscales por una práctica conocida como re-facturación, en la que las empresas falsifican documentos para que sus ganancias aparezcan en paraísos fiscales en los que no pagan impuestos en vez de en las jurisdicciones donde las empresas hicieron las ganancias. Por supuesto que esto sólo es parte del problema. Hay otras prácticas, como el llamado precio de transferencia. Las multinacionales comercian sus productos entre sus propias subsidiarias para pagar en la jurisdicción donde el impuesto es más bajo, algo que cuesta un millón de millón de dólares anuales, más o menos lo mismo que la refacturación.
–¿Por qué es tan fácil la evasión fiscal?
–Porque las reglas de la Organización Mundial del Comercio les permite a los exportadores declarar lo que se les antoja en sus declaraciones aduaneras. Esto les permite subvaluar sus productos para que paguen menos impuestos. No debería sorprendernos dado la ausencia de democracia interna de la OMC. El poder de negociación en la OMC está determinado por el tamaño del mercado y las decisiones más cruciales se toman en reuniones del llamado “cuarto verde”, que son manejadas por los países más poderosos, de manera que el comercio mundial termina manipulado a favor de los ricos.
–Curiosamente, en el índice más publicitado a nivel mundial sobre corrupción, el de Transparencia Internacional, se presenta un panorama exactamente opuesto, es decir, el mundo desarrollado sufriendo a manos del mundo en desarrollo los estragos de la corrupción. ¿Qué opina de este índice?
–El índice tiene una serie de problemas. Primero, se basa en la percepción de corrupción que hay en el propio país. De manera que los encuestados no pueden decir nada sobre lo que piensan de otros modos de corrupción, como pueden ser los paraísos fiscales o la OMC. Segundo, como el índice mide percepciones más que realidades, está expuesto a las narrativas de los departamentos de relaciones públicas. La narrativa dominante está promovida por un complejo de organizaciones, desde el Banco Mundial hasta Usaid y muchas ONG, que centran el tema de la pobreza en la corrupción de los propios países en desarrollo. De manera que no sorprende que los encuestados terminen reflejando esta visión. Además, los índices se basan en datos de instituciones como el Banco Mundial y el Foro Económico Mundial. Estas instituciones, que representan a países ricos occidentales, tienen un interés creado en mantener esta narrativa sobre la corrupción.


“El poder de negociación en la OMC está determinado por el tamaño del mercado”, señaló el analista.
***
–Dos países que suelen estar a la vanguardia de todas estas denuncias de corrupción en el mundo en desarrollo son Estados Unidos y el Reino Unido. ¿Cuál es la situación real de estos países respecto de la corrupción?
–Según Transparencia Internacional, Estados Unidos está bastante libre de corrupción. Según la Red de Tax Justice, en cambio, Estados Unidos está en el sexto lugar a nivel mundial en el rango de corrupción, debido a que tiene jurisdicciones secretas que le permiten funcionar como centros de evasión impositiva. Pero además sabemos que la corrupción atraviesa el sistema político estadounidense. Las corporaciones pueden gastar dinero sin límites en las campañas políticas para asegurar que sus candidatos sean elegidos. Así las cosas, no sorprende que más de la mitad de los congresistas sean multimillonarios. Y hay otras formas de lobby político mucho más directas. Según la Radio Nacional Pública, por cada dólar que gastan las corporaciones en tareas de lobby obtienen un retorno de 220 dólares. Y los sistemas regulatorios suelen estar capturados por gente de las mismas corporaciones que deben ser reguladas. El ejemplo más obvio es Henry Paulson, el CEO de Goldman Sachs, quien fue secretario del Tesoro de los Estados Unidos y artífice del rescate que canalizó millones de millones de dólares de los contribuyentes a la banca privada. En resumen, las corporaciones abusan del Estado para su propio provecho, lo que es la definición de corrupción de Transparency International. El Reino Unido es otro gran ejemplo. La City de Londres es uno de los centros de funcionamiento de los paraísos fiscales, de manera que sorprende que el Reino Unido sea calificado por Transparency International como un país sin corrupción. Y no es la única instancia de corrupción. La privatización de la infraestructura pública, tanto del sistema nacional de salud como de los trenes, ha permitido que gente como el multimillonario Richard Branson gane millones en subsidios estatales para su compañía Virgin Trains.
–Esto no quita que el tema de la corrupción en el mundo en desarrollo es real y tiene un fuerte impacto socioeconómico e institucional. ¿Cómo debería ser un índice neutral y justo sobre el tema de la corrupción?
–Por supuesto que la corrupción en el mundo en desarrollo es real y no debe ser subestimada como problema. Pero es importante concentrar la mirada en formas de corrupción ocultas. Por el momento lo más cercano que tenemos a un índice objetivo es el que elabora la Red de Tax Justice. En este índice, el ranking se elabora sobre países responsables de ocultar unos 30 millones de millones de dólares de riqueza en paraísos fiscales. Si mira la lista verá que los países que encabezan el ranking son el Reino Unido, Suiza, Luxemburgo, Hong Kong, Singapur, Estados Unidos, el Líbano, Alemania y Japón. Estos son los principales centros de corrupción que debemos enfrentar.

*****

miércoles, 26 de febrero de 2014

POLÍTICAS IMPERIALISTAS Y LAS OLIMPIADAS.

&&&&&
En la actualidad, los imperialistas estadounidenses están enfrascados en una lucha geopolítica con Rusia sobre Siria, Irán, Ucrania, el control sobre las antiguas repúblicas soviéticas, el balance de poderío militar en Europa, el refugio que Moscú dio a Edward Snowden y una serie de otros asuntos. El hecho es que cuando la URSS colapsó en 1991, la Casa Blanca, el Pentágono y los banqueros y empresarios en los EE.UU. estaban ansiosos por integrar a la antigua Unión Soviética con sus repúblicas, al sistema occidental imperialista del capitalismo. Se les hizo agua la boca con la posibilidad de tener acceso a los recursos de petróleo y gas, el carbón, las fábricas de acero, las minas de oro de la antigua URSS y de las repúblicas, incluyendo la riqueza agrícola de Ucrania. Las cosas parecían ir en esa dirección durante varios años después de la contrarrevolución. La presidencia fue puesta en manos de Boris Yeltsin, marioneta de EE.UU. y fabricante del golpe de estado que disolvió a la URSS. La infraestructura industrial socialista construida durante 75 años se dividió y se le dio a un puñado de capitalistas multimillonarios. Rusia se abrió al Fondo Monetario Internacional, y se invitaron a los asesores estadounidenses para dar la “terapia de choque” económica.

/////


POLÍTICAS IMPERIALISTAS Y LAS OLIMPIADAS.
*****

El nuevo "zar" imperial ruso, felicitando a una destacada participante de su país en las últimas Olimpiadas de Invierno.
***

Fred Goldstein.

Mundo Obrero.

Rebelión miércoles 26 de febrero del 2014.

Esta es la era del imperialismo. Los Juegos Olímpicos no pueden escaparse de ser arrastrados a las grandes luchas contemporáneas que se libran en la política mundial.

En la actualidad, los imperialistas estadounidenses están enfrascados en una lucha geopolítica con Rusia sobre Siria, Irán, Ucrania, el control sobre las antiguas repúblicas soviéticas, el balance de poderío militar en Europa, el refugio que Moscú dio a Edward Snowden y una serie de otros asuntos.

El hecho es que cuando la URSS colapsó en 1991, la Casa Blanca, el Pentágono y los banqueros y empresarios en los EE.UU. estaban ansiosos por integrar a la antigua Unión Soviética con sus repúblicas, al sistema occidental imperialista del capitalismo. Se les hizo agua la boca con la posibilidad de tener acceso a los recursos de petróleo y gas, el carbón, las fábricas de acero, las minas de oro de la antigua URSS y de las repúblicas, incluyendo la riqueza agrícola de Ucrania.

Las cosas parecían ir en esa dirección durante varios años después de la contrarrevolución. La presidencia fue puesta en manos de Boris Yeltsin, marioneta de EE.UU. y fabricante del golpe de estado que disolvió a la URSS. La infraestructura industrial socialista construida durante 75 años se dividió y se le dio a un puñado de capitalistas multimillonarios. Rusia se abrió al Fondo Monetario Internacional, y se invitaron a los asesores estadounidenses para dar la “terapia de choque” económica.

Putin y la nueva clase capitalista rusa.

Entonces Vladimir Putin llegó y tomó el mando. Él representó la aparición de los ladrones capitalistas rusos que querían recuperar el estatus mundial ganado por la URSS, cuando era un poder socialista —excepto que esta vez sería en base a la expansión del capitalismo ruso y su dominación regional sobre las antiguas repúblicas soviéticas, incluyendo a Ucrania. Putin trató de poner fin a la dependencia y subordinación del capitalismo ruso ante Wall Street y Washington.

La política de Washington comenzó a cambiar dramáticamente a una dirección hostil. La OTAN se extendió hacia las fronteras de Rusia. Los estados bálticos de Estonia, Letonia y Lituania se convirtieron en puestos militares del occidente en la frontera occidental de Rusia. Polonia, la República Checa, Eslovaquia y Rumania también se unieron a la OTAN.

EE.UU. anunció sus planes de construir un sistema de misiles Aegis con base en destructores y en tierra. La intención de este tipo de sistemas es permitir a EE.UU. mantener su capacidad de poder atacar primero a Rusia. La construcción de este sistema ya se ha iniciado en España y Rumania y está previsto que también involucre a Polonia.

Es bajo este contexto que la publicidad y la política que rodea a los Juegos Olímpicos de Sochi deben ser vistas.

EE.UU. intenta enturbiar a Sochi.

Los actuales juegos se han rodeado, al menos en EE.UU. y Europa, con publicidad negativa generada por Estados Unidos. Está calculada para desacreditar a Rusia y socavar el estatus mundial que la reaccionaria y contrarrevolucionaria clase dominante capitalista en Moscú busca lograr como anfitriona de los juegos.

Advertencias antiterroristas han salido regularmente de Washington, aumentando justo antes de la inauguración de los juegos cuando EE.UU. emitió una “alerta de viaje” para Sochi. Se emitieron normas de seguridad especiales restringiendo cualquier tipo de líquidos en los aviones estadounidenses con destino a Sochi. Durante varios días, reportes de la prensa estadounidense advertían que se “sabía” que unas supuestas “Viudas Negras” terroristas islámicas tenían a los Juegos Olímpicos en su mira.

Se anunció que el presidente Barack Obama y Michelle Obama no asistirían a ninguna ceremonia de los Juegos Olímpicos debido a las leyes anti-homosexuales aprobadas por el Parlamento de Rusia antes de los Juegos Olímpicos. Un número de prominentes atletas homosexuales estadounidenses fueron elegidos como delegados para los juegos para dar una nota de desafío contra la postura anti-gay del régimen de Putin.

Por supuesto que el régimen de Putin no es sólo anti gay, sino que también es completamente anti-obrero. El Parlamento ruso acaba de aprobar una ley de salario mínimo que está por debajo del nivel de pobreza. Las huelgas obreras son reprimidas. Hay pobreza y personas sin hogar tanto en las zonas urbanas como en las rurales.

La comunidad gay, bisexual, lesbiana y transexual (LGBT por sus siglas en inglés) en Estados Unidos y por todo el mundo ha ejercido su derecho y su deber de protestar este trato reaccionario de la gente gay en Rusia por los medios que han sido necesarios. El Comité Olímpico Internacional ha prohibido la protesta abierta. El COI utilizó una decisión que prohíbe gestos políticos de protesta que fue aprobada en 1968 después de que dos medallistas afroamericanos, Tommie Smith y John Carlos, levantaron sus puños con el saludo del Poder Negro en los Juegos Olímpicos en México para protestar contra el racismo en los Estados Unidos.

Las protestas del movimiento LGBT y sus simpatizantes, no importa si son alentadas y apoyadas por el gobierno de los EE.UU, son totalmente genuinas y plenamente justificadas.

Pero con respecto al gobierno imperialista estadounidense, todo el mundo debe estar claro que Washington es totalmente hipócrita con sus expresiones de conmiseración para la comunidad LGBT.

Hay 14 estados en EE.UU que todavía tienen leyes que prohíben las relaciones homosexuales, a pesar de que la Corte Suprema declaró la inconstitucionalidad de esas leyes en el 2003. Ocho estados tienen leyes que prohíben cualquier discusión objetiva de la vida gay en las aulas. Y numerosos estados prohíben el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Sin embargo, la administración de Obama ha estado totalmente inactiva sobre estas violaciones. Estas leyes anti-gay de los EE.UU. debían ser protestadas en Sochi, así como en los EE.UU.

Washington ha resaltado la legislación anti-gay de Rusia no por preocupación por los derechos LGBT, sino porque su rival geopolítico es completamente vulnerable debido a estas leyes anti-gay retrógradas y reaccionarias.

Mientras tanto, hay una persecución feroz contra la gente gay en Arabia Saudita, Egipto y muchos otros aliados de Washington.

En Ucrania ahora, los nazis del Partido Svoboda se encuentran en las calles denunciando a los comunistas, los judíos y los homosexuales; son parte del movimiento inspirado por los Estados Unidos para derrocar al gobierno y llevar a Ucrania al dominio de los EE.UU y Europa. Pero no ha habido conferencias de prensa o noticias de Washington denunciando al Partido Svoboda.


Putín.- El nuevo "zar" imperial ruso, se enquistó por años - y sigue - en poder después de la caída de la Unión Soviética y la destrucción final del "socialismo realmente NO existente".
***

Carácter de clase de la Guerra Fría.

Muchos observadores políticos se han referido al actual conflicto Estados Unidos – Rusia como la nueva guerra fría. Esto es correcto, pero incompleto. La actual lucha entre el imperialismo estadounidense y el capitalismo ruso podría tener muchas de las mismas formas geopolíticas que la Guerra Fría entre los EE.UU. y la URSS. Pero tiene un contenido social diametralmente opuesto.

La Guerra Fría anterior fue una guerra de clases entre dos sistemas sociales opuestos. La actual guerra fría está entre una Rusia capitalista debilitada que trata de aferrarse a la posición geopolítica que heredó de la era soviética en relación con Siria y Ucrania, entre otros, y que trata de consolidar su control sobre las antiguas repúblicas de la unión económica regional.

La Guerra Fría anterior era una campaña por 45 años para destruir la base socialista de la URSS — su economía planificada de propiedad social con monopolio estatal del comercio exterior y con las garantías económicas y sociales para la clase obrera. El imperialismo trató de poner fin a la ayuda soviética a Cuba y a las luchas de liberación en África del Sur, Namibia, Angola y Etiopía. En lugar de tener un imperio en Europa del Este, la URSS subsidió los suministros de petróleo y gas en la región.

La URSS prestó ayuda a numerosos países que se habían liberado del coloniaje, para ayudarles a evitar la dominación del neoliberalismo imperialista. Desarrolló proyectos de construcción, incluyendo la presa de Asuán en Egipto y la primera fábrica de acero en la India, entre otros.

Para los hombres de negocio, los agricultores ricos y sus partidarios en las calles de Ucrania que quieren alinearse con el capitalismo de los EE.UU y Europa, la Unión Soviética representaba “un imperio” porque bajo el régimen soviético sus privilegios de clase fueron prohibidos y tenían que operar clandestinamente.

El entendimiento de la política sobre los juegos debe tener en cuenta la actual rivalidad geopolítica entre el imperialismo estadounidense y el capitalismo ruso.

Mientras que la clase obrera debe desarrollar una posición independiente que lucha contra el imperialismo estadounidense y el capitalismo ruso, sería un revés si Wall Street fortaleciera su dominio del mundo al controlar Rusia o cualquiera de las antiguas repúblicas, especialmente Ucrania.

*****
Goldstein es el autor de “Capitalismo de bajos salarios” y “El capitalismo en un callejón sin salida”. Ambos están disponibles en Amazon.
*****