miércoles, 30 de diciembre de 2009

AREQUIPA.PERU: “Los indígenas estamos poniéndonos cada vez más a la cabeza de esta lucha final por el “vivir bien” sobre el planeta”

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Actualmente la política de las naciones y de los pueblos en el mundo está cada vez más polarizada entre los que defienden la vida y los que quieren matarla. Ya en la Cumbre de Copenhague se pueden divisar a los protagonistas y sus ubicaciones como los que defienden la vida y a los que sólo buscan su interés subalterno como enemigos de la vida. Y el capitalismo salvaje con los neoliberales fondomonetaristas usureros y especuladores improductivos y parásitos perderán esta guerra, porque la muerte no puede ganar esta guerra, la muerte no gana ninguna guerra, solo podrá posponer su derrota. Y los indígenas estamos por nuestra propia naturaleza poniéndonos cada vez más a la cabeza de esta lucha final por el “vivir bien” sobre el planeta.
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Aquí en las laderas del majestuoso Volcán Misti, está ubicada la Ciudad de Arequipa. En el occidente sur, está la tradicional Comunidad Campesina de Pocsi. La Ciudad histórica de los "characatos", "patac'alas", "lonc'os" y "c'alas" fue la "Ciudad del Eterno cielo azúl". El espíritu rebelde y revolucionario de su pueblo ha conducido el "termómetro" político del Perú contemporáneo. Hoy Arequipa es patrimonio Cultural de la humanidad.



Entrevista a Javier Lajo:
“Los indígenas estamos poniéndonos cada vez más a la cabeza de esta lucha final por el “vivir bien” sobre el planeta”
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Martes 29 de Diciembre del 2010.





Arequipa. Perú, Naciones originarias - Javier Lajo, comunero de la Comunidad de Pocsi del Pueblo Puquina en las alturas de Arequipa, en Perú.


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Marcelo Colussi (desde Perú, especial para ARGENPRESS.info)


En Latinoamérica, y en especial algunos países como Perú, Bolivia, Ecuador, Guatemala, la cuestión de la convivencia de grupos étnicos distintos es el común denominador. Pueblos originarios, grupos descendientes directos de los conquistadores europeos y criollos (mezcla de los dos anteriores) conviven en un clima de equilibrio inestable. Ahora bien: esto no constituye el “problema indígena”, como una visión blanca y eurocéntrica podría proponer -visión, en definitiva, racista y reaccionaria-; por el contrario, el “tema indígena” es un eje fundamental de las relaciones interpersonales y políticas en esas sociedades.


Para hablar de estas cuestiones, ARGENPRESS, por medio de su corresponsal Marcelo Colussi, habló con Javier Lajo. Él, definido por sí mismo como “activista e intelectual indígena”, es comunero de la Comunidad de Pocsi del Pueblo Puquina en las alturas de Arequipa, en Perú. Ha seguido estudios de Economía y Sociología en la Universidad de Chile, en Santiago. Terminó Economía en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), y ha obtenido el doctorado de Filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), de Lima. Es activista del movimiento indígena peruano; co-organizó, en noviembre de 1997, el I Congreso de Pueblos Indígenas del Perú, Cusco, creando la Conferencia Permanente de los Pueblos Indígenas del Perú (COPPIP); ha sido también Responsable del Comité Organizador de su III Congreso, realizado en Marzo del 2005 en Huamanga-Ayacucho, evento que significó el nacimiento de la Confederación de las Nacionalidades Indígenas del Perú (CONAIP).

Ha publicado los libros, «Qhapaq Kuna... más allá de la civilización», en Cusco-2002, «La Soberanía Vulnerada, la lucha por la independencia continúa», en Lima-2005, dos ediciones de “Qhapaq Ñan, La Ruta Inka de Sabiduría”, la primera en Lima con la Editorial Amaro Runa-CENES en el 2005, y la segunda en Quito el 2005 con la Editorial Abya Yala y la Escuela de Gobierno y Políticas Públicas para Pueblos y Nacionalidades del Ecuador. Son muchos sus artículos y ensayos en diferentes diarios y revistas del Perú y del extranjero, así como su gran difusión en Internet, aportando de esta forma al desarrollo del pensamiento político y la cultura indígena del continente Americano. Ha sido fundador de varias revistas de información y teoría de la resistencia indígena americana, destacando la internacional: «Pueblo Indio», vocero del Consejo Indio de Sud América, en la década de los 80, y la más reciente «Pachakuti» en el 2005, ambas editadas en Lima, Perú.
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Histórica y Gloriosa Federación Departamental de Trabajadores de Arequipa. F.D.T.A. Se moviliza en defensa de los derechos de los pueblos andinos y las comunidades nativas de la amazonía, gravemente amenazadas por la política neoliberal "del perro del hortelano" del gobierno actual.
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Argenpress: Después de más de cinco siglos de ese enorme acontecimiento que fue la llegada de los europeos a tierra americana y el dramático cambio de rumbo que eso significó para las culturas de este continente, ¿cuál es en este momento particular la situación de los pueblos autóctonos de Abya Yala?

Javier Lajo: Para saber cuál es la situación de nuestros pueblos ahora, hay que saber bien qué es lo pasó y cómo imaginamos los roles de los protagonistas de ese “asalto histórico” de 1492. Pero en general se puede decir que para nosotros fueron en lo fundamental dos cataclismos (o Pachakutis): uno poblacional, que redujo violentamente hasta quedar el 5% de nuestra población, y el otro desastre fue el tecnológico, pues los europeos mataron a los que dominaban y manejaban el conocimiento y la tecnología del hemisferio sur y destruyeron todo lo que podría ser memoria de toda esta sabiduría. Ahora nuestra población ya igualó el número antiguo, pero aún no se ha superado la brecha tecnológica y de conocimiento, pero va en curso. Los europeos no han podido ni podrán liquidar a nuestros pueblos, ni a la sabiduría propia de esta parte del mundo. Es más: creo que ahora le es imprescindible recuperar nuestra sabiduría, ciencia y tecnología, para superar el desastre climático y la hambruna mundial que se avecinan.
Lo primero es que podríamos caracterizar el “plan” de asalto del continente “Andino” por los reinos Europeos como el inicio de la globalización de una cultura guerrera o predadora, no por nada todo “colonialismo” viene de Colón. Una estrategia de expansionismo bélico que inicia Alejandro Magno, discípulo de Aristóteles en Macedonia-Grecia, 350 años antes de Cristo, que fue continuada por los llamados “reinos helenísticos”, y luego por el imperio romano; es decir, la continuidad de una propuesta civilizatoria o “proyecto histórico”, que entretejió su semillero entre “Atenas y Jerusalén”, pero que en definitiva hizo operativo (la praxis política de) aquel principio aristotélico de la “identidad del ser” y del “tercero excluido”; estrategia (¿filosofía?) que se hizo efectiva y fue complementada por la gran capacidad bélica (armas y organización) y artes militares de los greco-latinos, puesto que fueron éstos los que dieron el primer impulso a lo que devino después en “occidental y cristiano”.


El gran filósofo griego también fundamenta en “La Política” lo que ahora se conoce como el “vivir bien”, occidental, claro; lo hizo con el requisito de la pre-existencia de una buena dotación de esclavos para mantener ese “vivir bien” de la cultura europea, pues cuando esa “humanidad” se asume como tal deja excluido al “Otro”, llámese “bárbaro”, llámese “mujer” o llámese “indígena”, y lo peor, excluye del “Bios”, es decir de la vida según el bien, de la vida de la polis y del logos, sacando o extirpando la parte emotiva o la parte de los sentimientos humanos de la producción de conocimiento. Una cultura de un pueblo pequeño pero muy belicoso de una pequeña región del planeta que una vez que copa su territorio apéndice del Asia, toma por asalto el resto del mundo, Asia, África, América y Oceanía, a través de una acción guerrera que en menos de 10 años ocasiona la muerte (directa o indirecta) de más de la mitad de la población mundial, que en ese momento llegaba a los 400 millones de habitantes.

En este contexto de ocupación y depredación emprendida por los europeos en su guerra expansionista (la verdadera “primera guerra mundial”) es que se debe ubicar la invasión y ocupación del continente Andino. Su intención era interrumpir el proceso evolutivo de una civilización que no sólo les era ajena o diferente, sino que les era peligrosa para su propia realización como proyecto histórico explotador y predador; aunque “su realización” fuera solamente la explotación del planeta y de la vida, es decir la destrucción de la naturaleza por mano propia. Los indígenas permanecemos tercamente en la “Zoe” primordial (vocablo griego que significa vida nuda o vida simplemente). Es nuestra “tierra sin mal”, pero también sin bien. Nuestro Vivir bien indígena nada tiene que ver con el “bien y el mal”, que es la genialidad moral que inventa occidente cristiano para apoderarse del mundo; parece que somos la antítesis de la civilización occidental, de lo contrario, no hubieran tomado con tanta prolijidad la destrucción de nuestra cultura.


Un historiador peruano acertó cuando dijo que los europeos no solo quisieron ocupar nuestra geografía sino también nuestra historia, quisieron inútilmente destruir nuestra existencia. Felizmente no han tenido éxito ni la fuerza suficiente para completar su crimen, porque no se puede matar la vida, y menos se puede destruir a los “cuidantes” de la vida sobre el planeta. Actualmente la política de las naciones y de los pueblos en el mundo está cada vez más polarizada entre los que defienden la vida y los que quieren matarla. Ya en la Cumbre de Copenhague se pueden divisar a los protagonistas y sus ubicaciones como los que defienden la vida y a los que sólo buscan su interés subalterno como enemigos de la vida. Y el capitalismo salvaje con los neoliberales fondomonetaristas usureros y especuladores improductivos y parásitos perderán esta guerra, porque la muerte no puede ganar esta guerra, la muerte no gana ninguna guerra, solo podrá posponer su derrota. Y los indígenas estamos por nuestra propia naturaleza poniéndonos cada vez más a la cabeza de esta lucha final por el “vivir bien” sobre el planeta.

Argenpress: ¿Qué se puede hacer hoy día al respecto en esta lucha, que ya no es sólo por la justicia en el mundo, sino por la conservación misma de la vida?

Javier Lajo:
Actualmente la presencia y las luchas de los pueblos indígenas en el mundo están tomando estas características. Occidente sabe que si los indígenas somos el último reducto del saber vivir bien, es porque sabemos conservar la vida óptima. Esto, porque en nuestro “vivir bien” no hemos excluido a nadie, ni a los “otros” como esclavos, ni a la mujer, ni menos hemos excluido “los sentimientos, emociones ni pasiones” para la elaboración de nuestro ‘conocimiento’ y nuestra ciencia. El capitalismo neoliberal es la última etapa de la cultura occidental, antes de la destrucción del planeta, si es que los pueblos indígenas lo permitimos.

Felizmente los indígenas, acá en el territorio andino-amazónico, tenemos una milenaria raigambre socialista, yo diría, la original. Estamos recuperando la memoria y usando cada vez más la lucidez de nuestra cultura, estamos reconociendo la “naturaleza socialista” de nuestra milenaria propuesta civilizatoria, naturaleza socialista que nada tiene que ver con Marx, ni con los “utópicos”, ni con los ‘científicos’, ni las clases sociales occidentales, ni con ninguna característica de la historia occidental y capitalista, sino con nuestras profundas raíces milenarias. Con nuestras costumbres, economías, fiestas, en fin, con nuestra ‘manera de vivir’. Se necesita ser ciego o interesadamente torpe para no darse cuenta fácilmente que la naturaleza y caracteres colectivistas y comunitarios de nuestros pueblos originarios son herramientas fundamentales para re-construir o recuperar un milenario SOCIALISMO ORIGINARIO , es decir un “socialismo andino-amazónico”, legítimo y profundamente nuestro, autónomo e independiente, es decir auténtico, continuo y liberador del presente colonialista que nos oprime en tres capas sucesivas, de la más exterior a la mas interior:

1. Como civilización,

2. Como naciones y

3. Como clases sociales explotadas.

Se le puede llamar también ‘comunitarismo’, ‘colectivismo’, ‘Aylluismo’, etc. pero nosotros lo calificamos así: “Socialismo Andino-amazónico”, conciencia que está creciendo entre los pueblos indígenas, porque además se necesita estratégicamente contar con aliados “socialistas” en todo el mundo, no solamente con los occidentales de nuestro continente, sino con los socialistas orientales, africanos y en fin, de todas las latitudes; es más, creemos que nuestro ‘modelo de socialismo indígena’ es lo que faltaba para complementar y revitalizar las teorías de los modelos socialistas de la humanidad del tercer milenio, que será el sistema que redimirá a los pobres del mundo y salvará al planeta de la depredación capitalista.


Es claro, también, que el imperialismo y la derecha cavernaria ya se han dado cuenta de esta opción y de esta milenaria “riqueza socialista originaria” de los pueblos indígenas, y responde infiltrándose, usando y digitando a ciertos sectores marginales, pequeños pero que siempre existen. En todos los pueblos siempre hay, en este caso los auto-identificados como “indígenas puros”, unos individuos “malogrados”, degenerados, decrépitos y ‘dolientes’ o ‘traumados’ y racistas, que intentan confundir y desbocar a nuestros hermanos. Estos ‘malogrados’ títeres, que son manejados y movilizados por los colonialistas como individuos reaccionarios, contra-revolucionarios, que usan un lenguaje racista (por Ej.


Las calificaciones deindiomestizo”, “blancomestizo”, etc.), con un discurso ambiguo que aparenta radicalidad racial, pero sin contenido, siempre contra todo “socialismo”, contra todo “izquierdismo”, intentando destruir esta mirada global de los pueblos indígenas y su ubicación junto a los socialistas, junto a los pobres y proletarios del mundo. Esta última identidad del Socialismo Originario es nuestra verdadera ubicación; pero no como furgón de cola de los ‘otros’ socialismos de otros pueblos, sino como vanguardia real y legítima, tal como sucede en Bolivia y en otros países, donde los indígenas, en la práctica y en la teoría, estamos tomando nuestra ubicación en la primera línea del fuego revolucionario, izquierdista y socialista originario, siempre con la mirada en la liberación y restauración de nuestras milenarias raíces andino-amazónicas. Nuestros pueblos tienen en su forma de vivir y existir mucho para enseñar el socialismo indígena u originario a todos los pueblos del mundo y para que ‘el socialismo’ deje de ser una cuestión teórica solamente.

Otro tema que nos gustaría comentar es el derivado de la naturaleza del Poder frente a la “recuperación del equilibrio”, que es el tema de lo que nosotros conocemos como “Kamachik Inka” o que los mayas dicen “mandar obedeciendo al pueblo organizado”; precisamente el “poder” es una descompensación o desequilibrio entre dirigidos y dirigentes, cuando estos toman por su cuenta las jerarquías de función y las convierten en “jerarquías de poder”, es decir cuando se apropian de lo que no es suyo. Los llamado “representantes” son eso mismo, y no “dueños del poder”, pero hay mecanismos como el de la llamada democracia representativa y otros, que alteran estos compromisos y convierten las jerarquías de función en jerarquías de poder, como es el caso de las “democracias occidentales”.



Argenpress: Desde hace algunos años se habla de "multiculturalidad". ¿Representa eso un verdadero avance para los pueblos? ¿Es sólo un discurso políticamente correcto sin implicancias reales en el ejercicio de los poderes? ¿Es una moda? ¿Es un instrumento de transformación?

Javier Lajo: Mas que multiculturalidad en nuestros países se está propagando la “interculturalidad”, que no es como parece, el diálogo y consenso de culturas, sino tal como yo lo entiendo, es el consenso entre culturas, pero tomando como ‘ambiente operativo’ la cultura occidental, lo cual es inconsecuente, irreal y tramposo, porque dicha cultura no conoce compañías: o te integras a dicha cultura o te desaparecen. Yo estoy de acuerdo con lo que dice Yves Guillemot , que es uno de los europeos que cada vez más aceptan y practican un ‘dialogo intercultural paritario’: “Afirmar este espacio de puente paritario me parece una prioridad urgente y la base de todo diálogo intercultural, es decir que sin esta meta el diálogo intercultural no tiene sentido, y de hecho, va a seguir actuando como brazo armado de la globalización, o colonización por homogenización cultural”.


Y lo que es más importante es lo que dice después, que tiene que ver con la necesidad de una justa reparación para los pueblos maltratados por el colonialismo, dado que la ONU ha aprobado la “Declaración de Derechos de los Indígenas”, pero que huele a “borrón y cuenta nueva”, creyendo haber hecho justicia. Un atropello sin reparación no es justicia histórica, más bien es tratar de tapar o socapar ese atropello histórico contra los pueblos indígenas, como escribe Guillemot: “Por lo demás se ha maltratado tanto a las culturas y pueblos indígenas, que pedirles ahora un diálogo de igual a igual o intercultural, sin siquiera repararlos en algo, reparación que debe venir de occidente, “de Dios” o de quien sea, me parece algo de veras, sino gracioso, de humor negro”.

Pero lo cierto es que esta otra “receta” de la “interculturalidad”, si no es un proceso paritario, es otro intento de homogeneización cultural, como lo fue “el mestizaje” desde décadas atrás, “todos estos conceptos nacen de una ontología que pone los términos o partes, en este caso “el individuo”, como única realidad, para luego preguntarse: ¿cómo vincularse con el “Otro”?. “Inter” entonces es una palabra que presupone esta ontología individualista y solo existe desde un lado del presunto diálogo, desde el otro lado el problema del sujeto no es el de ¿cómo vincularse?, sino ¿cómo escapar?, o esconderse, no ser visto, o volverse invisible, transparente a la mirada del otro occidental, que nunca deja de convertir, de asimilar, de homogeneizar. La única alternativa para el “Otro” es desaparecer, esfumarse, ser invisible”.

Haríamos bien en transcribir, comentando todo el texto de Guillemot, porque son pocos los europeos que han logrado un dialogo intercultural auténtico y verdadero, o “paritario” como lo calificamos nosotros. Ese es el desafío actual: Lograr construir una interculturalidad paritaria, para el diálogo franco que ponga fin al colonialismo y al autismo cultural occidental.

Argenpress: Latinoamérica, ya desde largo tiempo occidentalizada e incorporada al mercado global, es hoy uno de los lugares más inequitativos del planeta. Aquí es donde se dan las mayores diferencias entre ricos y pobres. ¿Qué hacer ante eso? ¿Cómo y por dónde debe ir la lucha en favor de remediar esas injusticias?

Javier Lajo:
Bueno, ha habido una “occidentalización” o “latinización” del continente, pero también ha habido una indudable “indigenización” del mundo occidental. Los significantes y significados del idioma español se han “quechuizado”, “aymarizado”, “guaranizado”, etc. Este es un tema sobre el que podríamos hablar muchas horas y demostrarle cómo han sido cambiados estas formas y contenidos por nuestras culturas, sin mucho aspaviento y afán de protagonismo. Pero toda cultura tiene simiente, una civilización, como la andina, que resiste es porque tiene más fuerza que la cultura invasora, de lo contrario ya nos hubieran desaparecido hace tiempo. En un futuro cercano en donde nuestra cultura indígena tenga más espacio político, podremos demostrar cuánto hemos sembrado en occidente. Claro que nuestro continente Andino es el lugar más inequitativo del planeta, pero también es el más bio-diverso y el más resistente al colonialismo por su misma diversidad cultural. Esos factores son los que nos han servido para supervivir y para resistir. La naturaleza ha conspirado cómplice de nuestros pueblos para protegernos y darnos la fuerza actual para aspirar e intentar la recuperación del equilibrio.

Existen las mayores diferencias entre ricos y pobres, precisamente, porque la diferencia de las culturas que chocan en 1492 son culturas tan contradictorias que difícilmente vamos a poder encontrarles su punto de equilibrio. En Bolivia se está dando un primer partido, digamos así, a esta contienda entre las dos culturas, la occidental y la andina-amazónica. Y vamos ganando la partida, porque nuestros argumentos políticos y mecanismos democráticos son superiores y están muy bien liderados por Evo Morales y el MAS. La lucha en estos últimos meses ha sido ardua, pero vamos ganando hasta ahora. En el Perú es más difícil porque aquí estuvo y sigue estando el nido principal del colonialismo europeo, con el adicional que han aumentado sus críos peruanos, que son parásitos extremadamente evolucionados. Es bueno recordar que aquí en Lima estuvo implantado el Virreinato del Perú, de donde nace la “independencia del Perú”, que antes no existía, como Perú, ni en pintura. Entonces, ¿qué nos hacemos hoy con este racismo sistémico de masones criollos?; ellos saben cómo pudieron traicionar a sus padres europeos y quedarse con toda la colonia, y saben también conservarla hoy en día; pero les vamos a ganar, más temprano que tarde, el conocimiento y la sabiduría no están de su lado, nunca lo estuvieron, pero sí que supieron ocultar sus crímenes y sus perversiones políticas y morales, pero ya no pueden ocultar más la verdadera naturaleza de sus posesiones y de su pasado; la justicia histórica llegará para todos ellos y nuestros pueblos sabrán ser magnánimos.

Argenpress: Las guerrillas de décadas atrás, habiendo triunfado en muy pocos países, hoy no se ven como una salida viable. ¿Qué opciones políticas tiene el "pobrerío" latinoamericano para cambiar su actual situación?

Javier Lajo: Las guerrillas,
como todos los otros métodos violentos, siempre han sido un recurso de europeos contra europeos. La violencia en general es el método y herramienta para originar y mantener la enajenación social, es decir toda la expropiación de energía humana, injusta e ilícitamente, como lo fue el esclavismo en la Europa arcaica. En la actualidad, el Estado burgués es el organismo que ejerce la violencia de la explotación de una clase contra otra y nunca se puede apagar la violencia con otra violencia, sin embargo nuestros pueblos han desarrollado una resistencia pacífica, que bien la podríamos titular una resistencia de “Paz Activa”, con la cual hemos conseguido resistir y llegar hasta este momento histórico, en donde intentamos y lograremos conquistar los Estados Criollos democráticamente a través de los mecanismo occidentales, para refundarlos y convertirlos en Estados Plurinacionales, con lo cual habremos dejado los Estados expeditos para convertirlos en Confederaciones o ‘Estado racimo’, que es la formula andino-amazónica para refundar nuestros Estados.

Argenpress: ¿Qué perspectivas de futuro pueden tener procesos de integración como el ALBA?

Javier Lajo: El ALBA
como proceso de integración y de liberación tiene que ser plural, si es que quiere consolidarse. Aquí en el Perú el movimiento popular, más que bolivariano es “Incásico” o “Tupacamarista”; el movimiento indígena tiene la experiencia cercana que es la independencia criolla que traicionó los ideales de “libertad para todos”, destruyó nuestros pueblos e intentó integrarnos como “individuos” o “ciudadanos”, y eso ha quedado muy presente en nuestra conciencia. La historia no se puede repetir. Los criollos comandados por San Martín y Bolívar que integraron el “mirandismo” de la logia “Lautaro”, desarrollaron revoluciones masónicas, o del romanticismo liberal europeo, pero con el fin de apoderarse de nuestros territorios quitándoselos a los colonialistas externos o monarquías europeas. En estas gestas separatistas de colonialismo interno, nuestros pueblos fueron usados como carne de cañón, y después de usarnos, los criollos nos excluyen de las democracias y de la gobernabilidad de sus estados republicanos, para luego imponer un doble colonialismo sobre nuestros territorios hasta hoy. Hasta San Martín y Bolívar fueron traicionados por los feudales serviles al imperialismo emergente del norte. Sin embargo, a pesar de esta mala experiencia histórica, el Socialismo Andino-amazónico actual, como doctrina, puede ser un ambiente natural y aséptico de encuentro entre los bolivarianos libertarios de hoy y los pueblos indígenas que, intransigente y radicalmente, lucharán por su liberación. Pero nadie podrá dudar que la justicia histórica está de lado de los pueblos indígenas y que nuestra propuesta de Socialismo Andino-amazónico es la más óptima para el encuentro de los revolucionarios continentales.

Foto: Perú, Naciones originarias - Javier Lajo, comunero de la Comunidad de Pocsi del Pueblo Puquina en las alturas de Arequipa, en Perú.

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martes, 29 de diciembre de 2009

CHINA EN LA HISTORIA Y EN LA ACTUALIDAD. La Economía emergente más poderosa del mundo.

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Fue un proceso liderado
por las políticas públicas de transformación, incluyendo los equilibrios macroeconómicos y regulaciones para fortalecer la competitividad de la producción nacional, evitar las burbujas especulativas y encuadrar a las inversiones de filiales extranjeras en el proceso interno de transformación, bajo el liderazgo de los intereses privados y públicos nacionales.
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Buenos Aires Económico.

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China en la historia y en la actualidad.

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Aldo Ferrer.

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Diciembre 12 del 2009.



Después de un letargo de siete siglos, China reapareció en las últimas décadas del siglo XX como un protagonista decisivo de los acontecimientos internacionales. Este hecho transforma el escenario global dentro del cual se desenvuelve la economía argentina abriendo oportunidades y planteando nuevos desafíos. Hasta el Renacimiento de los pueblos cristianos de Europa Occidental, China era la civilización mas populosa del planeta y la más avanzada. Sus logros incluían la imprenta de tipos móviles, las grandes bibliotecas, la pólvora, la cerámica, las redes de canales, la agricultura bajo riego y la producción de más de 100 mil toneladas anuales de hierro y sus manufacturas.







El cuadro, en dólares de 1990, sobre datos del historiador Angus Maddison, revela el hecho asombroso que, entre 1300 y 1950, el producto per capita chino disminuyó y se abrió una enorme brecha respecto de Europa Occidental. La causa determinante de estos hechos es que las naciones europeas cristianas avanzadas fueron protagonistas del avance científico y tecnológico y su difusión en la actividad económica y la organización social. Lo mismo sucedió en los vástagos europeos (Estados Unidos, Australia, Canadá y Nueva Zelanda) y en Japón. Por el contrario, en China, sus condiciones internas sociales, políticas y culturales, impidieron la transformación, generaron un prolongado estancamiento y subordinaron el país a la dominación de las potencias imperialistas.

El cambio de tendencia se inicia con la recuperación de la densidad nacional de China a partir de la revolución liderada por Mao. Recordemos que la densidad nacional de un país esta formada por su cohesión social, la impronta nacional de sus liderazgos e ideología y la estabilidad institucional. La revolución fortaleció la densidad nacional en todos esos planos y, sobre estas bases, China recuperó el ejercicio efectivo de la soberanía. Sin embargo, el país quedó atrapado en el sectarismo ideológico del “gran salto adelante” y la “revolución cultural”. Tan sólo a fines de la década de1970, con las reformas, apertura y liberalización del régimen económico, se soltaron las fuerzas de la iniciativa privada bajo el liderazgo de las políticas públicas orientadas a reformar la agricultura y, sobre todo, a impulsar el desarrollo acelerado de las industrias de frontera, la capacitación de los recursos humanos y el desarrollo acelerado del sistema nacional de ciencia y tecnología.

Fue un proceso liderado por las políticas públicas de transformación, incluyendo los equilibrios macroeconómicos y regulaciones para fortalecer la competitividad de la producción nacional, evitar las burbujas especulativas y encuadrar a las inversiones de filiales extranjeras en el proceso interno de transformación, bajo el liderazgo de los intereses privados y públicos nacionales.

El cambio de rumbo reavivó las energías creadoras de la extraordinaria civilización china, aletargada durante siete siglos. Los resultados fueron tan asombrosos como el mismo estancamiento. En las últimas tres décadas, el producto total chino aumentó 900% y el per capita 600%. En sectores clave como el acero (en donde la producción china es el 50 % de la mundial) e industrias de vanguardia como la electrónica, China es hoy un protagonista principal de la economía mundial y de la globalización. La incorporación masiva de centenares de millones de personas a la gestión del conocimiento en las actividades de vanguardia, ha transformado la oferta y los mercados mundiales de manufacturas y generado una creciente demanda de alimentos y materias primas.

Al mismo tiempo, el potencial financiero acumulado por el país lo convierte en un protagonista principal en los mercados y, crecientemente, a través de las corporaciones chinas, en las inversiones privadas directas. Las reservas internacionales de divisas superan los dos billones de dólares. El país se ha vinculado masivamente en la integración de cadenas de valor en sectores de frontera, con una compleja red de vínculos entre empresa chinas (incluidas las corrrespondientes a empresarios de la diáspora radicados fuera del territorio continental) y corporaciones transnacionales europeas, norteamericanas, japonesas y de otros países.

El pueblo chino genera una tasa de ahorro superior al 30% del PBI, entre las más elevadas del mundo. Hasta ahora, ese ahorro excedió la demanda para abastecer el consumo y la inversión interna. En todo su proceso de expansión de las últimas tres décadas, la economía china contó con la demanda adicional generada en el déficit de la economía norteamericana. La política económica fortaleció la competitividad de la producción doméstica, en los mercados internacionales y en el interno, a través de un tipo de cambio subvaluado. Esto generó un persistente superávit de los pagos internacionales de China y la acumulación de una enorme masa de reservas, buena parte de las cuales está invertida en papeles de deuda norteamericana. Sobre esas bases, China alcanzo niveles de inversión vecinos al 40% del PBI y tasas del crecimiento del PBI cercanas al 10% anual. La expansión china está, en consecuencia, asociada a desequilibrios macroeconómicos de la economía mundial, una de cuyas manifestaciones principales es, precisamente, el exceso de ahorro chino y la insuficiencia de ahorro norteamericano.

En resumen, como hemos visto en notas anteriores en este mismo espacio, la emergencia de China replantea las relaciones económicas internacionales y el proceso de globalización. Entre las cuestiones a resolver está el restablecimiento del equilibrio de los pagos internacionales y la relación ahorro-inversión, de China y Estados Unidos. El previsible ajuste norteamericano obligará a China a buscar nuevas fuentes de demanda que deberá encontrar, en medida principal, dentro de sus propias fronteras, a través de la integración de los centenares de millones de personas que aún permanecen al margen del dinamismo económico del país. En parte ya lo está haciendo y logrando, como lo revela el hecho de que, este año 2009, las exportaciones chinas declinaron alrededor del 20% pero el PBI siguió creciendo por encima del 7%, impulsado por el dinamismo de la demanda interna de consumo e inversión.
Todas las redes de la globalización (comercio, finanzas e inversiones) están registrando la incorporación de centenares de millones de personas a la gestión del conocimiento y su aparición como nuevos protagonistas de la economía mundial. ¿Cómo se comportará China frente al resto del mundo? Este es un interrogante que Argentina y toda América latina deben analizar para responder adecuadamente a las nuevas realidades.

Respecto de las economías avanzadas de Occidente y del mismo espacio Asia Pacífico, China probablemente se comportará igual que Japón, Corea o Taiwán. Vale decir, participando de la división intraindustrial del trabajo, la integración de las cadenas de valor y de los mercados financieros. Es decir, se incorporan a la relación centro centro. Respecto de sus abastecedores de productos primarios del resto del mundo, como lo son las economías de América latina y África, probablemente repetirán el comportamiento de las antiguas naciones industriales. Es decir, importar productos primarios y exportar manufacturas, inversiones y créditos. La antigua relación centro periferia volvería a tener entonces una nueva época de esplendor, ahora con su eje dominante en Extremo Oriente. En la explotación de los recursos naturales de la periferia, se están incorporando las innovaciones provenientes, principalmente, de las biociencias y la informática, como lo demuestra, por ejemplo, el notable avance tecnológico en la cadena agroalimentaria de la Argentina. Pero esta penetración parcial de las innovaciones está muy lejos de constituir un avance amplio y profundo en la gestión del conocimiento y de procesos amplios de acumulación y desarrollo.

En conclusión, el dilema que deben resolver Argentina y los países hermanos de América latina es si el impulso que actualmente vuelve a venir de afuera, por la valorización de los recursos naturales y la emergencia de China como un nuevo polo dinámico de la economía mundial, va a quedar limitado, como en el pasado, en los límites de la producción primaria, la semi-industrialización y sociedades socialmente fragmentadas. O si, por el contrario, constituyen una plataforma para el desarrollo integrado y la formación de economías industriales avanzadas en nuestros países.

Aldo Ferrer

Director Editorial de Buenos Aires Económico

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Bolivia replica a presidente Alan García que el angustiado es el pueblo peruano.

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"Sobre las declaraciones del presidente Alan García: decirle de manera directa que en Bolivia tenemos tranquilidad, serenidad y profunda alegría por la recuperación de nuestros recursos naturales por el desarrollo histórico de nuestra economía".
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Alvaro García Linera. Vice- Presidente de la República de Bolivia. ( Estado Plurinacional). Sociólogo y Matémático. Militante del Movimiento al Socialismo. MAS.
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Bolivia replica a presidente Alan García que el angustiado
es el pueblo peruano.
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La Paz (Peru.com).- (EFE).- El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, afirmó que la "angustia" de la que habló el lunes el presidente Alan García la padece el pueblo peruano porque se entregan "sus recursos naturales a poderes extranjeros".

En una rueda de prensa, el vicepresidente replicó de esa forma los comentarios del mandatario peruano que, según publicó la prensa nacional, aludió el lunes con críticas a las políticas petroleras del presidente Evo Morales.

"Sobre las declaraciones del presidente Alan García: decirle de manera directa que en Bolivia tenemos tranquilidad, serenidad y profunda alegría por la recuperación de nuestros recursos naturales por el desarrollo histórico de nuestra economía", dijo García Linera.

"Si alguien tiene que tener angustia supongo que será la persona que habló de angustias porque se le acaba el tiempo y encuentra a un pueblo (peruano) que poco a poco va tomando conciencia y rechaza estas políticas de privatización", agregó la autoridad boliviana.

Remarcó que el "querido y hermano pueblo peruano" también tiene angustia porque "se están entregando sus recursos naturales a poderes extranjeros".

Agregó que en Bolivia, en el siglo pasado, se aplicaron políticas de privatización que en la actualidad representan un "arcaísmo y es un retroceso", pero ahora se "están haciendo allí" (en Perú) lamentablemente y eso es terrible para la economía de un pueblo".

García Linera defendió además las políticas económicas del Gobierno de Morales, de las que aseguró que se sienten "orgullosos", porque el país en los primeros nueve meses del año obtuvo el mayor crecimiento de América Latina con un 3,24 por ciento.

Los medios bolivianos señalaron hoy que el lunes García se refirió a Morales y a sus políticas, sin mencionarlo explícitamente, al comentar una ley de incentivos para fábricas en la zona andina peruana.

"Miren al vecino el sur de los Andes, que tiene todo su gas guardado porque se va acabar, entonces está en la pobreza; esa es la lógica un poco del angustiado", dijo Alan García.

"Pero esta angustia es de él, no es del país, no interprete el país por su angustia personal, por su tristeza propia, individual, profunda; tuvo problemas de chiquito, la frustración lo alcanzó, no ha podido ser lo que hubiera querido", agregó, según la prensa.

Las discrepancias políticas de los presidentes Morales de Bolivia y García de Perú han provocado numerosos roces entre ambos Gobiernos en los últimos meses por cuestiones comerciales y de integración, que han llegado hasta la disputa por el patrimonio cultural.
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lunes, 28 de diciembre de 2009

LOS DESAFIOS DEL DESCRECIMIENTO EN AMERICA LATINA.

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América Latina. Sola enfrente la crisis. En sus esfuerzos por combatir la crisis económica mundial, los gobiernos de América Latina aún no han recurrido a una tradicional fuente de asistencia: al irresponsable y sin legitimidad pública, el Fondo Monetario Internacional, pues muchos líderes de la región acusan al FMI como uno de los verdaderos responsables de la Crisis económico-financiera y de haber empeorado sus problemas económicos desde décadas atrás.
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ALAI, América Latina en Movimiento2009-12-10

Los desafíos del descrecimiento en América Latina


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Jorge Eduardo Rulli.

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El momento actual de la humanidad es de incertidumbre y desasosiego. Estamos en medio de la crisis y de la confusión, necesitamos con urgencia decidirnos por nuevos caminos. Nos encontramos instalados en la más absoluta desnudez de la existencia, arrojados hacia los límites del progreso al que apostamos durante unos pocos siglos, consumiendo con voracidad los recursos acumulados por el Planeta durante millones de años, en medio de una crisis climática y energética imprevisible. Hemos transformado nuestra vida y el campo de la existencia humana en un enorme patio de objetos.

Quizá, se trate para nosotros, de hallar una nueva forma de reencontrarnos con lo absoluto, un absoluto que extraviamos debido a la mediación de esos objetos que nosotros mismos generamos. La cultura occidental consideró siempre a la naturaleza como objeto, y por ende, también, lo hizo con el sujeto humano. De esa manera, convirtió el planeta en un reservorio de cosas, despojó a la pertenencia de sentido, para ofrecernos la posesión y la propiedad como valores ponderables. La lógica de la transformación, de la producción y la tenencia, pretendió ser el nuevo camino, un camino que nos llevó al fracaso, a las fronteras del agotamiento productivo, a la insensatez del pensamiento único y al riesgo de los colapsos ambientales.

Pero no todo es devastación, en el horizonte aparecen nuevas y valiosas miradas que intentan reinstalar al hombre en su hogar planetario, las incertidumbres son sucedidas por las certezas, las propuestas de Decrecer refieren a los límites del paradigma contemporáneo y, también, a la esperanza de cambiar, para volver a estar en el mundo, para poder arraigar en la tierra y entonces sí, llegar a ser en plenitud. Vemos al Decrecimiento como una propuesta que vuelve a colocarnos frente a la totalidad de la vida, nos sume en la inmediata desnudez de la existencia, nos reinstala en la posibilidad de un nuevo arraigo, una nueva seminalidad para los hombres y para las comunidades.

Tenemos que precisar la diferencia que implica aceptar el decrecimiento para nuestros pueblos de la región americana, sometidos hoy en los procesos de la globalización, a devenir como nuevos enclaves coloniales, condenados a un extractivismo exacerbado, y a planes de Crecimiento arrolladores, en especial, de las exportaciones y de sus infraestructuras necesarias de caminos, puertos y sistemas de transporte.
.- ¿Cómo debemos pararnos frente a estas propuestas de limitación y resignificación de los escasos bienes que conforman la vida cotidiana de nuestras sociedades?
.- ¿Cómo plantearles decrecer a quienes no han podido salir nunca de la pobreza, a veces de la extrema indigencia?
.- ¿Cómo proponerles decrecer, a los que podrían creer y de hecho creen tener el derecho tardío, no solo a disfrutar de un consumo que nunca tuvieron, sino también, tener el derecho a una modernidad de la que los países centrales los excluyeron, porque su propia modernidad central la apoyaron y sustentaron sobre la colonización de los países de la periferia?
.- ¿Cómo proponerles decrecer a quienes llegan a los gobiernos de América Latina, con respaldo popular y con discursos socialistas, pero imbuidos de los optimismos y mesianismos tecnológicos que modelaron el mundo según los intereses del Capital?

Esa es la complejidad a veces desgarradora, de estos nuevos dilemas contemporáneos con que nos enfrentamos en América latina. Estamos proponiendo instalar esquemas de vida “más amigables” con nuestro entorno, cuando las deudas ecológicas pesan en la historia de los pueblos de tan diferente manera, cuando la violencia de la globalización ha impactado fuertemente sobre el pensamiento humano, remodelando sus sueños y sus expectativas para las fantasías de la modernidad y del consumo. Cuando las huellas ecológicas en relación a la bio capacidad de cada país resultan tan, pero tan distantes e injustas de toda posible armonía planetaria, que hacen doloroso el reconocimiento de que ciertas propuestas, más allá de su absoluta insensatez ecológica, cuentan con ciertos derechos, al menos a ser expuestas.

Nuevos interrogantes, al interior de nuestras culturas, nos obligan entonces, a pensar y actuar desde un decrecimiento que permita el desarrollo de las zonas sofocadas de la economía actualmente globalizada, un decrecimiento que transite caminos de nuevos arraigos, de reinstalaciones en los ecosistemas y relocalizaciones de la comunidad. Tenemos por delante el desafío de repoblar los territorios hoy vaciados de población por los monocultivos y por los intereses de las Corporaciones transnacionales, a la vez que, el desafío de despoblar las megalópolis, hoy al borde del colapso, megalópolis que han crecido como tumores monstruosos en la lógica despiadada de la Globalización. Se trataría en definitiva, de retornar al “estar siendo”, a la puesta en valor del hecho sagrado del simplemente vivir.

Desde nuestra América mestiza podemos aportar al decrecimiento fundándolo en una ecosencillez que disuelva el fundamento económico del modelo en la anterioridad del horizonte simbólico de “estar siendo con el mundo” para recuperar la plenitud del vivir sin más. Europa alcanzó su ser, y desgraciadamente en ese camino extravió su estar, mientras nosotros en América latina, permanecemos en nuestro estar sin que se nos deje alcanzar el propio ser… Este es el origen de las actuales tensiones y la causa de los debates que llevamos con los pensamientos progresistas llegados ellos también desde Europa, junto con las tecnologías, con los modelos de desarrollo y con esa cosmovisión que generó en su momento tanto la ciudad moderna como el capitalismo.

Todo sistema de pensamiento generado por la conciencia occidental puede ser válido siempre que se nos permita reubicarlo a la luz de nuestro propio universo simbólico, que se fundamenta en una lógica de la negatividad como esencial al pensamiento mestizo. Todo arraigo de las teorías sólo puede ser auténtico, si logra germinar en este suelo y someterse a la preeminencia de una resignificación desde lo emocional, lo inconsciente, lo no visible, lo oculto a los abordajes de las categorías de la racionalidad. Con tanta o mayor precaución indagaremos cuando, como en este caso, se trata de un modelo de fuerte impronta económica. Porque es posible que una vez más, estemos haciendo ecología de los fines sin reparar en los medios con los que contamos para la nueva construcción del hábitat común.

Grandes sectores de nuestros pueblos practican desde siempre un decrecimiento natural, que vale para los muchos que no han sido ganados por las lógicas del consumismo y la acumulación capitalista. Ellos reemplazan todavía el poder adquisitivo por reciprocidades e intercambios, mantienen prácticas comunitarias de ayuda y esfuerzo compartido, le dan otro valor a las pocas cosas que poseen, pero, sobretodo, viven arraigos muy marcados al estar en el mundo “así sin más”. Esos decrecimientos implican hoy estar marginados de los mercados aunque participan de los intercambios locales. Nuestras poblaciones tienen una larga historia de crecimientos locales y uso de los bienes comunes que, a pesar de la mercantilización, no han logrado apagar el sentimiento de pertenencia y de identidad común por encima de las lógicas individualistas y acumulativas.

Se trata de una ventaja sustancial: la de poder recomponer las redes locales recurriendo a los saberes profundos que respetaron desde siempre la biodiversidad y el uso común de los ciclos alimentarios no extractivos. Solamente los sectores condensados de los poderes locales y nacionales se han entregado plenamente al paradigma productivista. Ellos son una minoría enriquecida al modo y uso de las metrópolis mundiales, y han roto toda pertenencia y sentido comunitario; pero la misma crisis del paradigma cada vez más concentrado en unos pocos, dejará los espacios necesarios para que los sectores medios y urbanos vean en el decrecimiento la oportunidad de recomponer la vida y su armonía natural.

Estas transiciones hacia un “mejor estar” y un “buen vivir”, ya han comenzado y el decrecimiento es un camino a seguir que seguramente será poco numeroso y desarticulado en sus comienzos, pero que puede constituirse en un poderoso imán ecológico en las zonas grises de la crisis en que vivimos. Tenemos en nuestras manos la capacidad de volver a la tierra y recomponer los ciclos agrarios que generaron la vida de los pueblos durante milenios, tenemos la necesidad de volver a armonizar la vida humana con los ciclos cósmicos. El decrecimiento es uno más de tantos caminos que se van abriendo, algunos desde los países ricos pero muchos, también, desde las periferias, buscando nuevas alternativas para tanta infelicidad.

- Jorge Eduardo Rulli, GRR Grupo de Reflexión Rural
www.grr.org.ar
República Argentina, 8 de diciembre 2009
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COPENHAGUE: Ultima chance para el género humano.

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En este momento la humanidad afronta los límites provocados por las contradicciones de un modelo de organización socio-económico que es insoportable para el planeta y que amenaza la posibilidad de vivir en sociedades construidas sobre los valores de la libertad, solidaridad, justicia social y democracia.
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OPINIÓN - FRANCIA



Copenhague: última chance para el género humano.

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Ximena Gautier Greve, Poeta franco-chilena



Rebanadas de Realidad - Paris, 11/12/09.- Según Geneviève AZAM, del consejo científico de ATTAC: La necesidad de liberar la ecología de ser transformada en un asunto de expertos y de intereses económicos, lleva a comprender lo que se juega en este momento. Los cambios ecológicos obligados impuestos por la necesidad, pueden transformarse en los soportes de un cambio deseado, guiado por elecciones colectivas de justicia y de solidarité.


En Copenhague 2009 son negociadas las bases de la segunda fase del protocolo de Kyoto. Si bien hasta el 2012 solamente los países industrializados fueron sometidos a reducir sus emisiones de gas (GES= Gas à Effet de Serre o gas con efecto de invernadero), en la segunda etapa concierne las obligaciones de los países del SUR, lo cual pone el acento en las relaciones Norte-Sur y en la responsabilidad de los países de liberar la naturaleza de la presión de los mercados financieros cuya irresponsabilidad ha llevado el planeta al estado actual e irreversible de destrucción.


Sistemáticamente todos los defensores del planeta y de los equilibrios ecológicos han sido perseguidos y asesinados. Tal como puede decirse sin exageración alguna que son perseguidos, golpeados, asesinados y sometidos a prisiones y torturas los indígenas americanos que, como los mapuches de Chile rehúsan ceder ante las empresas madereras multinacionales y criollas empecinadas en la destrucción de las selvas y del hábitat natural.

El recordado Chico Méndez, líder ecologista brasilero que logró sobrevivir a seis atentados antes de caer asesinado, en su lucha contra las compañías que arrasan con la selva amazónica. Resultado: el Chico murió y la devastación continúa.


Son los trabajos presentados por el GIEC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima), que identificaron la causa principal del recalentamiento global, que es el aumento del gas con efecto de invernadero (GES) en donde el principal es el dióxido de carbono o CO2 producido por el uso siempre en aumento de los combustibles fósiles (petróleo y derivados). A esto se suma la degradación del medio ambiente, la deforestación, el agotamiento y la contaminación de la tierra, del aire y del agua, con efectos dramáticos en la esfera humana: sequías , hambrunas, enfermedades, refugiados climáticos que abandonan las regiones destruidas, guerras. Pero todos los seres vivos sufren, la biodiversidad ha disminuido y son numerosas las especies de la fauna y flora nativas que desaparecen, desplazadas por los monocultivos extensivos, la desertificación, con la desaparición de lagos y glaciares. La degradación de la naturaleza ha alcanzado un punto de non - retour.

O se cambian los modos de producción y la manera en que los empresarios tratan la naturaleza, o la especie humana no podrá continuar a vivir sobre la Tierra.
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Los actuales desajustes del clima terráqueo son consecuencia de una crisis ecológica global.
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En este momento la humanidad afronta los límites provocados por las contradicciones de un modelo de organización socio-económico que es insoportable para el planeta y que amenaza la posibilidad de vivir en sociedades construidas sobre los valores de la libertad, solidaridad, justicia social y democracia.
La mundialización (globalización) con su extensión del neoliberalismo a escala mundial logró acelerar la progresión de una crisis provocada por la creencia que:
1) la economía y la sociedad son independientes de los ecosistemas, y que los recursos naturales son inagotables, y que
2) la tecnología suplantaría exitosamente la naturaleza, al punto de pensar que sería posible crear otra. Este optimismo tecnológico es contemporáneo al nacimiento del capitalismo y se apoya en una ideología fundada sobre el lucro, la rentabilidad, el progreso, que tiende a apoderarse y a someter las sociedades, deshumanizándolas y reduciéndolas a meros campos de expansión del capital.
La extensión del modo productivista a todo el planeta ha sido posible gracias a las políticas neoliberales y a la mundialización (globalización), ya que éstas han acrecentado y acelerado la presión sobre la explotación de los recursos. La globalización ha puesto así en evidencia los límites ecológicos del mundo.
No es un azar del calendario el que simultáneamente hayan explotado todos los desequilibrios financieros, sociales, agrícolas y ecológicos, sino que es el signo de que este sistema ha llegado a sus límites: su dinámica predadora fundada sobre la rentabilidad a corto plazo, la maximización de ganancias y remuneración de los accionarios, el libre-cambio y la concurrencia han sido impuestos a todas las sociedades, tratando efectivamente de someterlas.

Todo lo cual ha llevado a una explotación jamás igualada de los trabajadores, al pillaje del planeta, a la precarización y a la destrucción de miles de puestos de trabajo en las ciudades, a la desaparición de millones de campesinos, condenando a errar y a dejar sus tierras a poblaciones cada vez más numerosas. (Ver "Por una justicia ecológica", ATTAC, Francia)

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LA BURBUJA DE LA DEUDA: el endeudamiento, privado y público, se ha unido al incremento del paro y al empobrecimiento de las clases medias

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En las últimas fechas la deuda pública ha sustituido a la privada en el primer lugar de las preocupaciones de los Gobiernos. No porque esta última haya disminuido significativamente (no es cierto que la crisis económica haya producido una sustitución del endeudamiento privado por el público, como en algún momento se creyó, sino una acumulación de ambos) sino porque ha emergido con mayor virulencia la posibilidad del impago de la deuda de algunos países.
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La burbuja de la deuda. En las últimas fechas la deuda pública ha sustituido a la privada....


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JOAQUÍN ESTEFANÍA 14/12/2009



Permitámonos, por ser Navidad, una ucronía: que Marx y Engels viven y han de redactar, 161 años después, una nueva versión actualizada del Manifiesto Comunista. Quizá podrían empezar así: "Un fantasma recorre el mundo: el fantasma de la deuda. Todas las fuerzas del planeta se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma: el FMI y las agencias de calificación de riesgo, Obama y Merkel, los gobiernos y las empresas, los socialdemócratas y los conservadores". La burbuja del endeudamiento, privado y público, se ha unido al incremento del paro y al empobrecimiento de las clases medias como las principales secuelas de una crisis que afectará en sus cimientos económicos, junto al cambio climático, a al menos a una generación de ciudadanos.
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¿Pueden suspender pagos algunos países, sin que se produzca un efecto dominó?

En las últimas fechas la deuda pública ha sustituido a la privada en el primer lugar de las preocupaciones de los Gobiernos. No porque esta última haya disminuido significativamente (no es cierto que la crisis económica haya producido una sustitución del endeudamiento privado por el público, como en algún momento se creyó, sino una acumulación de ambos) sino porque ha emergido con mayor virulencia la posibilidad del impago de la deuda de algunos países. Una suspensión de pagos dio lugar precisamente a una década perdida, la de los años ochenta, en América Latina.

Primero, los problemas de una empresa pública como Dubai World (cuya deuda, ahora se sabe, no estaba asegurada por el Gobierno de ese país, como creían los inversores); a continuación Grecia ve como su deuda soberana cae a la misma consideración que los bonos basura tras conocerse que sus niveles de déficit y deuda pública (12,7% y 114% del PIB respectivamente) eran el doble de los reconocidos por el anterior Gobierno, situándose en una coyuntura que concita analogías con la de Islandia, un país que pasó en unas semanas de ser modelo de desregulación a la bancarrota. Y las agencias de calificación de riesgo (que pese a sus continuas equivocaciones y abusos mantienen un nivel alto de influencia entre los inversores) han puesto en cuestión, también por los elevados desequilibrios de sus cuentas públicas, a países tan dispares como EE UU, Gran Bretaña o España.


Segundo. Cuanto más cae la calificación de un país, más caros resultan los préstamos que demandan para pagar sus obligaciones. ¿Habrá un efecto dominó? Lo sucedido en Grecia ha resucitado en algunos ambientes el abusivo concepto de los países PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España), como si la situación fuese similar en los cuatro. Por su parte, el FMI pronostica que la deuda pública promedio de los países que forman el G-20, el 80% del PIB en el año 2007, alcanzará el 120% en el año 2014. A los problemas sobre el pago de esa deuda habrían de añadirse los de los avales públicos a los bancos, en caso de que algunos de éstos tuviesen problemas que aun no han emergido (como también indica el FMI) o los que en el seno de los Estados afectan a algunas zonas (por ejemplo, California, en EE UU, o los que hay en algunas comunidades autónomas españolas).


Ante estos problemas, que podrían acrecentarse si suben los tipos de interés y en un contexto de caída de los ingresos públicos y de aumento de las presiones sobre el gasto social, habría, por ejemplo, que matizar un poco las palabras de Cándido Méndez, el secretario general de UGT, en la multitudinaria manifestación de poder sindical que hubo en Madrid el pasado sábado: la prioridad de la política económica debe ser, efectivamente, el empleo pero en materia de déficit y deuda pública estamos rozando el larguero. No se trata de retirar los estímulos públicos en esta coyuntura, pero sí de dotar a esa política de mayor eficacia y transparencia (el engaño sobre la magnitud de las cuentas públicas en Grecia cuestiona la ausencia de vigilantes en la eurozona) y de una hoja de ruta para salir, poco a poco, de esa metástasis del endeudamiento. Además, Europa no dispone de un protocolo con el que tratar a los países que pudieran suspender pagos, reflexión que ha surgido ahora con el caso de Grecia. ¿Se puede decir de los países, como de los bancos, que hay algunos suficientemente grandes como para impedirles quebrar porque tienen riesgo sistémico y por la interdependencia que produce la globalización?
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domingo, 27 de diciembre de 2009

La CEPAL, ¿realmente entiende los problemas actuales del desarrollo?

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La reciente edición del “Panorama sobre la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe 2008-2009”, fue presentada en Santiago de Chile el pasado agosto. Un primer aspecto llamativo en ese reporte es que si bien se reconoce la seriedad de la crisis internacional, por otro lado se sigue apostando a una globalización convencional como vía de salida. La CEPAL vuelve a apoyar la actual arquitectura de gobernanza global bajo la OMC, e incluso reclama profundizar la liberalización comercial concluyendo la Ronda de Doha.
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ALAI, América Latina en Movimiento2009-12-16

América Latina


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La CEPAL, ¿realmente entiende los problemas actuales del desarrollo?

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Eduardo Gudynas.



En el presente contexto de crisis global, la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), presentó su reporte anual sobre la inserción internacional del continente. Su abordaje es convencional, varios temas críticos están ausentes, y las alternativas de salida son tímidas, o incluso plantean un retroceso hacia formas de cooperación regional. Debido a esas y otras propuestas, parecería que este análisis de la Comisión no hubiese sido elaborado en tiempos de crisis global, y para una América Latina donde están en marcha cambios políticos profundos.

La reciente edición del “Panorama sobre la Inserción Internacional de América Latina y el Caribe 2008-2009”, fue presentada en Santiago de Chile el pasado agosto.
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Un primer aspecto llamativo en ese reporte es que si bien se reconoce la seriedad de la crisis internacional, por otro lado se sigue apostando a una globalización convencional como vía de salida. La CEPAL vuelve a apoyar la actual arquitectura de gobernanza global bajo la OMC, e incluso reclama profundizar la liberalización comercial concluyendo la Ronda de Doha.
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Un segundo aspecto destacado es que la CEPAL reduce la amplia problemática de la “inserción internacional” a las cuestiones comerciales. La geopolítica latinoamericana y mundial desaparece en tanto prevalecen los asuntos del comercio exterior, donde una de las principales vías de recuperación debería ser aumentar las exportaciones. El papel subordinado de América Latina como proveedor de materias primas, no se pone en discusión.

Por este tipo de posturas, el reporte de la Comisión expresa un cierto optimismo en la globalización, se admite que tendría sus problemas, pero se considera que a fin de cuentas puede ser gerenciada, manteniendo de esa manera su esencia. Entre esos cambios, y a tono con el momento actual, se espera un papel activo del Estado. Pero cuando se examina más atentamente esas propuestas, en muchos aspectos se parece demasiado a una socialización de las pérdidas empresariales que a un cambio sustancial en las estrategias de desarrollo.
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Un tercer aspecto a subrayar es que la CEPAL admite que los procesos de integración regional enfrentan varios problemas, y que tienen síntomas de estancamiento. Como respuesta a esas dificultades, no se ofrecen alternativas para alcanzar las metas siempre repetidas de la integración, como pueden ser las políticas sectoriales comunes o una verdadera articulación productiva. Por el contrario, la Comisión da un paso atrás y propone enfocarse en acuerdos de cooperación, con lo que se renunciaría a las metas originales de la integración continental.

Esas posiciones indican que la CEPAL insiste en sus ideas de “regionalismo abierto”, apuntando a un modelo regional de cooperación y liberalización comercial al estilo de APEC la organización de cooperación de Asia y Pacífico. No entiende que esas ideas, y ese tipo de vinculación, no solo no han funcionado adecuadamente en nuestro continente, sino que la crisis actual las han puesto en jaque. Al contrario de esa perspectiva, un problema clave de la inserción internacional latinoamericana es superar su vinculación subordinada a la globalización y romper con la persistente primarización de sus economías, donde continuamos siendo exportadores de materias primas. Es así que la CEPAL debería apoyar otra integración regional, como paso indispensable para poder ensayar desvinculaciones selectivas con la globalización y recuperar la autonomía en diseñar estrategias propias de desarrollo que no dependen solamente de los mercados exportadores o de los inversores extranjeros.

Las secciones dedicadas a la dimensión ambiental ejemplifican otro tipo de distorsiones. Por un lado se enfatiza el cambio climático, pero no se advierte que en América Latina buena parte de las emisiones de gases con efecto invernadero provienen de las prácticas agropecuarias, la deforestación, o cambios en el uso del suelo. En otras palabras, en nuestra región el tema del cambio climático necesariamente implica discutir las políticas agropecuarias, y por lo tanto la inserción internacional de varios países como grandes exportadores de agroalimentos. La CEPAL se saltea todas estas cuestiones.

En contraste con ese discurso ambientalista, el reporte de la Comisión llama a resistir el proteccionismo verde, pero sin profundizar en esa cuestión. Es cierto que las medidas ambientales se pueden usar como trabas al comercio, pero también es hora de comenzar a reconocer que muchos gobiernos usan esas excusas para no aplicar medidas efectivas dentro de sus países.

A lo largo de las páginas del reporte sobre inserción internacional no emergen alternativas sustantivas. Por momentos la CEPAL defiende una reparación del capitalismo contemporáneo, y no se adentra más profundamente en los terrenos de su reforma sustancial o transformación. Mientras que muchos discuten la necesaria regulación sobre los flujos de capital, o cambiar la estructura y funcionamiento de organizaciones como el FMI, la CEPAL vuelve a apostar a ese sistema financiero internacional. Ni se mencionan diferentes propuestas en ese sentido, como las planteadas por la comisión especializada de Naciones Unidas comandada por Joseph Stiglitz.

Estos ejemplos muestran que desde varios flancos este reporte de la CEPAL maneja ideas convencionales y en buena medida minimalistas. Tampoco ayuda el estilo de redacción, ya que en muchas secciones es difuso y con distintas condicionalidades que matizan sus propuestas.

Finalmente, el reporte aparece desconectado de muchas discusiones y ensayos que actualmente están en marcha en América Latina. No se discuten en detalle los intentos del ALBA por otro tipo de integración regional, los primeros pasos con el Banco del Sur para lograr otra arquitectura financiera, instrumentos novedosos como el propuesto sistema de pagos recíprocos (SUCRE), o los primeros pasos en redefinir el desarrollo desde el “buen vivir” en marcha en Ecuador. Algunas secciones del documento cepalino parecerían haber sido redactadas en otro tiempo, y en otro continente.


Todo esto indica que el informe de CEPAL sigue profundizando la perspectiva neoestructuralista reciente, haciéndose cada vez más funcional a la globalización, pragmático, y aplicado a la estabilidad macroeconómica. Se insiste en el crecimiento económico a partir del aumento de las exportaciones y captación de inversiones, lo que lleva a que las políticas sociales y las medidas ambientales siempre queden subordinadas y nunca pueden poner en riesgo esas metas. Es, al fin de cuentas, una postura muy convencional, alejada de la originalidad que desplegaba la CEPAL en sus primeros años bajo la batuta de Raúl Prebisch.

Por lo tanto, el reporte de CEPAL sobre la inserción internacional no ofrece aportes sustantivos a los debates latinoamericanos sobre la crisis global, ni promueve alternativas novedosas. Este es un problema que se viene repitiendo en los últimos años, y por lo tanto cabe preguntarse si la CEPAL realmente está entendiendo la problemática actual del desarrollo latinoamericano.

- Eduardo Gudynas es analista en CLAES D3E, un centro de investigación en temas de desarrollo sustentable. El presente artículo se basa en un documento más extenso publicado en la serie Observatorio de la Globalización en www.globalizacion.org

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SINTESIS HISTORICO-CULTURAL en la Patria Grande.

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Somos América Latina que vive y se enriquece en cada uno de nosotros. Somos un corazón con millones de corazones dentro, somos un lugar para encontrarnos, un lugar para saber, compartir, aprender y, entre todos, paso a paso, nota a nota, construir juntos una nueva América, Nuestra América, un continente que sea un solo espacio, un nuevo país, un nuevo mundo lleno de ideas, de tradiciones, de novedades, de alegría y de capacidad. Nuestra América Nueva en un Mundo Nuevo.
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América Latina nace al mundo como un lugar de encuentro y de vinculo para todos aquellos que sentimos y creemos que ser latino es un valor. Que expresar, sentir y comunicar son talentos que deben ser explotados y difundidos, y que no existe mundo posible en el que no estemos informados y entrelazados.



Síntesis histórico-cultural en la patria grande.

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Armando Hart Dávalos.

Bohemia. Diciembre 11 del 2009.


La patria grande del Libertador y del Maestro posee la síntesis histórico–cultural más completa de la humanidad. Y es así, precisamente, porque, como afirmó Bolívar: No sabemos exactamente lo que somos. Que no somos blancos, ni indios, ni negros, sino nueva síntesis de todos ellos. Es difícil encontrar otra región del mundo actual que posea, por historia, la vocación de universalidad solidaria que tiene Nuestra América.


Entre nosotros no existen los nacionalismos estrechos y fanáticos que dolorosamente están presentes en otras regiones. En el nacionalismo latinoamericano y caribeño está inserto el ideal de integración multinacional y una disposición generosa de alcance universal. Nuestras contradicciones existen y muchas de ellas tienen un carácter bastante complejo; pero, en esencia, se presentan como la lucha entre ignorancia y cultura.

Una articulación sólida como la que nos proponemos en este terreno debe superar los debates teóricos y abstractos de doctrinas filosóficas, políticas y sociales, tal como nos llegaron de Europa, porque de otra manera no escaparemos jamás del laberinto ideológico sin salida práctica ni útil. Tenemos que plantearnos otra forma de abordar el tema de las ideas y de la cultura que resulte válida para propiciar el vínculo de la intelectualidad latinoamericana y caribeña y todo el pueblo trabajador.

Articular estos empeños sobre el fundamento de un sólido humanismo universal y del reconocimiento de la identidad de cada grupo humano, nación y de toda nuestra área, es la única forma de arribar a un concepto de universalidad. Así, lo universal se define como complejo de identidades.

Esta síntesis universal es la que debe servir para enfrentar los conflictos sociales, económicos y políticos. ellos se presentan a partir de tres planos fundamentales. Expliquémoslo desde el punto de vista de los intereses de los pueblos, las comunidades y las masas explotadas. Se trata de la necesidad de defender la identidad de las naciones, grupos étnicos culturales y colectivos humanos, de garantizar su derecho a una civilización superior y de que la internacionalización de las riquezas que hoy llaman globalización se desarrolle sobre fundamentos de la más amplia solidaridad. Identidad, civilización y universalidad son tres categorías que hay que articular con amor e inteligencia para alcanzar la globalización que necesita la humanidad. Es el fundamento actual de la idea martiana sobre el equilibrio del mundo.


Las ideas de identidad, civilización y universalidad dejan su impronta sobre los sucesos sobresalientes de nuestros días. La defensa de nuestra identidad, de nuestro derecho a una civilización más elevada y a que la universalización de la riqueza sirva a los propósitos de la solidaridad pasa en nuestros días por el rechazo a la llamada globalización neoliberal y a los intentos de violentar el derecho soberano de los pueblos. Para esto es necesario exaltar el humanismo latinoamericano y caribeño.

Dicha síntesis en la historia de Cuba se revela en cuatro personalidades del pensamiento filosófico, político y social del siglo XIX y primer tercio del XX: Varela, Luz, Martí y Varona. Los cuatro fueron maestros de escuela. Se trata de una originalidad con relación a la cultura occidental de los dos últimos siglos. Este pensamiento se reveló en dos planos fundamentales, el de la política y el de la educación. Es importante estudiar las fuentes de la cultural que ellos representaron y recrearon, en especial porque la misma se convirtió en las semillas forjadoras de la cohesión de la nación cubana y se articuló en el siglo XX con el pensamiento socialista.
Para alcanzar una escala más alta es indispensable estudiar, a partir de estas raíces, los dos planos esenciales de la cosmovisión cultural martiana. Estos se refieren a la educación y su papel en la transformación del hombre, y a las formas cultas de hacer política.

La importancia de la educación y la cultura nos viene desde los tiempos forjadores de la América bolivariana. Simón Rodríguez, maestro de El Libertador, a quien este llamó Sócrates de América, tenía enraizado en su conciencia el valor transformador de la educación y la enseñanza. Nos habló, con claridad, de la educación social del pueblo como un medio de hacer prevalecer sus intereses. Apreció en su ilustre discípulo el hombre capaz de esa revolución que es la que hoy precisamente necesitan América y el mundo. Pero hay más, el ilustre educador venezolano señaló que sin la práctica los principios quedan en teoría. Es decir, se trataba de una idea alejada de la vida real, de una aspiración utópica sin posible realización; se trataba, en todo caso, de una utopía realizable hacia el futuro, o sea, la que necesitaba entonces América y la que reclama el siglo XXI para nuestra área y el mundo.
Sobre tales basamentos, expongamos los rasgos fundamentales de la pedagogía que se halla en el corazón de la educación cubana:
*- Destaca el papel de la ciencia y de los métodos de este carácter para estudiar el contenido de la naturaleza y sus potencialidades creativas a favor del hombre y el entorno ecológico.
*- Exalta la aspiración utópica de la justicia en su alcance genuinamente universal como sol del mundo moral.
*- La cuestión de la creencia en Dios la refiere a la decisión individual de la conciencia de cada hombre. Por esta razón, en la historia cultural cubana, creyentes y no creyentes pudieron asumir la ética de raíz cristiana.
*- Relaciona la educación con el trabajo socialmente útil, fundamento de una enseñanza general y politécnica. El trabajo constituye una alta dignidad para la cultura nacional.
*- Promueve la facultad de asociarse, la utilidad de la virtud y la solidaridad humana sobre la base de los principios de justicia.
*- Forma en la conciencia que pertenecemos a la América Latina y el Caribe y poseemos una vocación universal
*- Fortalece la ética alentando el amor a la familia, a la patria, a la humanidad, el culto de los cubanos a la dignidad plena del hombre y la idea martiana: "Injértese en nuestras Repúblicas el mundo; pero el tronco ha de ser el de nuestras Repúblicas".
*- En el orden institucional, las reformas cubanas apoyan a las organizaciones estudiantiles y la necesidad de fortalecer la autoridad de los claustros de profesores y su funcionamiento.
*- Sobre estos fundamentos debemos destacar y fortalecer el papel del derecho orientado por la tradición jurídica cubana.

Todas estas aspiraciones se enriquecieron con el triunfo de la Revolución. Ellas habían servido de inspiración a lo mejor del magisterio y el profesorado cubano durante la primera mitad del siglo XX. Desde luego, en la práctica de entonces estaban distorsionadas por la influencia de la corrupción, el entreguismo a los gobiernos neocoloniales; pero la escuela cubana exaltó estos valores en todas las épocas. Léase La historia me absolverá, de Fidel Castro, es decir, su discurso ante los tribunales cuando fue llevado a proceso judicial en ocasión de los acontecimientos del 26 de julio de 1953.
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Con el triunfo de la Revolución, se comenzó a relacionar el empeño educacional con las necesidades del desarrollo económico y social y con los centros de producción en general. El vínculo entre la universidad y las instituciones de este carácter es una experiencia importante a estudiar. De igual manera, se ensanchó y desarrolló a amplias escalas la relación escuela-familia-sociedad.
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Desde los tiempos de Mella, la Universidad Popular José Martí y sus aspiraciones a estrechar vínculos entre el pueblo y nuestra Alma Máter, sirvió de luz al quehacer político-intelectual cubano como elemento fundamental de las reformas, porque el gran dirigente comprendió que los cambios académicos no podían realizarse si no había una profunda renovación social. Hoy estamos llevando esto a planos todavía más altos con las ideas de Fidel Castro sobre el papel de la cultura.
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ara medir el alcance en profundidad del papel político que desempeña la intelectualidad y, por tanto, la cultura, es importante estudiar una definición de lo que significa cultura y que ha sido históricamente tergiversado.
Como hemos subrayado antes, el contenido primigenio y fundamental de la cultura desde su génesis y larga evolución, es la justicia. Esta verdad científica, reconocida y fundamentada por las más prestigiosas investigaciones antropológicas y sicológicas acerca de cómo el hombre de la prehistoria forjó la civilización, ha sido ignorada y enturbiada por la mediocridad y por los intereses egoístas empeñados en mantener privilegios e impedir el triunfo de la verdad.
En cuanto a la cultura cubana, su fuerza se deriva de que nació, creció y desarrolló a favor de la justicia, entendida esta en su acepción más universal, y ello ha permitido a la Revolución cubana mantener una estrecha unidad y relación fluida entre la dirección política y los intelectuales y artistas. Es una experiencia a tomar en cuenta para los procesos de cambios sociales, como los que tienen lugar en América Latina.
Fuente:http://www.bohemia.cu/2009/12/07/opinion/honda-martiana.html.
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