lunes, 31 de mayo de 2021

LOS NIÑOS Y NIÑAS DE AUSTRALIA VENCEN A UNA COMPAÑÍA MINERA.. AMIGOS DE LA TIERRA. SENTENCIA HISTÓRICA. OBLIGAN A SHELL A REDUCIR SUS EMISIONES DE CO2 UN 45% EN 8 AÑOS.

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SENTENCIA HISTÓRICA. OBLIGAN A SHELL A REDUCIR SUS EMISIONES DE CO2 UN 45% EN 8 AÑOS.

CAMBIO DE ÉPOCA HISTÓRICA. LA HUMANIDAD EN LUCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO. OBLIGAN A SHELL A REDUCIR SUS EMISIONES DE CO2 UN 45% EN 8 AÑOS. ACTIVISTAS E INVERSORES PONEN CONTRA LAS CUERDAS A LAS PETROLERAS MÁS PODEROSAS DEL MUNDO. Es la primera vez que un Tribunal obliga a una multinacional a asumir su responsabilidad en la Crisis Climática y a reducir sus Emisiones. El Tribunal del distrito de La Haya (Países Bajos) leyó finalmente su veredicto en el caso bautizado como «EL PUEBLO CONTRA SHELL». Y ganó «EL PUEBLO». No había dinero en juego, al menos físicamente. Lo que pedía AMIGOS DE LA TIERRA, junto con otras seis organizaciones y con el apoyo de más de 17.000 ciudadanos y ciudadanas neerlandeses, era un cambio en la política de Shell, la segunda compañía petrolera por ingresos del mundo. La sentencia obliga a la multinacional anglo-holandesa a recortar sus emisiones aceptando el marco impuesto por el Acuerdo de París: deberá reducir un 45% sus emisiones de CO2 en los próximos diez años respecto a 2019.  Crece la presión para que SHELL, EXXON Y CHEVRON cambien de rumbo y reduzcan sus emisiones de efecto invernadero

TODA LA COMUNIDAD ECOLOGISTA MUNDIAL esperaba el fallo con ansiedad, ya que podía representar un antes y un después en su lucha por frenar el cambio climático: es la primera vez que un tribunal obliga a una multinacional a asumir su responsabilidad en la crisis climática y a reducir sus emisiones. La compañía en cuestión, Shell, emite nueve veces más CO2 que todo Países Bajos junto y se encuentra entre las diez empresas más contaminantes del mundo.

 Un fallo judicial ordena a la Shell reducir sus emisiones a la mitad en 2030

SEGÚN DONALD POLS, director de Amigos de la Tierra, después de décadas contribuyendo de manera significativa al calentamiento global, había llegado la hora de frenar a Shell, «una empresa que se ha salido con la suya y ha logrado maquillar de verde sus actividades durante demasiado tiempo». Numerosos activistas por el medio ambiente se dieron cita a las puertas de los juzgados en los que se iba a leer la sentencia. Muchos acudieron en bicicleta desde localidades cercanas. Amigos de la Tierra colgó los retratos de algunas de las 17.000 personas que apoyaron la causa y contribuyeron a llevar a Shell al banquillo.

«ESTA ES UNA VICTORIA MONUMENTAL para nuestro planeta, para nuestros hijos, para lograr un futuro habitable para todos», afirmó POLS tras la lectura del fallo.

«El juez no ha dejado lugar a dudas: Shell está provocando un cambio climático peligroso y debe detener ya su comportamiento destructivo». ROGER COX, abogado de Amigos de la Tierra en Países Bajos, se mostró igualmente exultante y confía en que la sentencia tenga eco en todo el mundo: «Es un punto de inflexión en la historia. Este caso es único porque es la primera vez que un juez ordena a una gran empresa contaminante que cumpla con el Acuerdo de París. Y, además, el fallo también puede tener importantes consecuencias para otros grandes contaminadores».

SHELL Y LOS DERECHOS HUMANOS. La sentencia alude expresamente a dos derechos humanos que estarían en peligro de seguir quemando combustibles fósiles al mismo ritmo: el «derecho a la vida» y «derecho a una vida familiar tranquila». Y señala, además, que Shell debe acatar el dictamen judicial «inmediatamente». El fallo, en cualquier caso, deja a la compañía una puerta abierta para atenuar sus obligaciones: que compense sus daños con proyectos que ayuden a la absorción de CO2. En este mismo sentido, el gigante petrolero aprobó la semana pasada una nueva estrategia climática que prevé reducir su producción de petróleo entre un 1% y un 2% cada año. Pablo Raúl, viernes 28 de mayo del 2021.

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LOS NIÑOS Y NIÑAS DE AUSTRALIA VENCEN A UNA COMPAÑÍA MINERA.

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Por | 31/05/2021 | Ecología social

Rebelión lunes 31 de mayo del 2021.

La justicia australiana ha fallado en contra de la ministra de Medio Ambiente por aprobar la ampliación de una mina de carbón sin considerar el daño que puede causar a los jóvenes en el futuro.

El Tribunal Federal de Australia ha dictado una sentencia trascendental en materia climática: ha fallado en contra de la ministra de Medio Ambiente, Sussan Ley, por aprobar la ampliación de una mina de carbón sin tener en cuenta el daño que puede causar en el futuro a los niños y las niñas del país.

Todo comenzó en septiembre de 2020, cuando ocho jóvenes presentaron una demanda colectiva para bloquear el «proyecto Vickery» que la empresa minera Whitehaven Coal Limited tenía previsto iniciar en Gunnedah, una localidad de Nueva Gales del Sur. Lo hicieron en su nombre y también de forma representativa, en beneficio de otros menores australianos. El juez tomó buena nota y en su fallo se refirió a los demandantes simplemente como «the Children» (‘los niños y las niñas’). Y, además, les dio la razón.

En su sentencia, el magistrado Mordecai Bromberg manifestó su preocupación por la crisis climática y se mostró muy sensible hacia los problemas que los jóvenes pueden sufrir debido a ella:

«Se prevé que un millón de niños y niñas australianos sufran al menos un episodio de estrés por calor que requiera hospitalización. Muchos morirán por esta causa o por el humo de los incendios forestales. (…) La Gran Barrera de Coral y la mayoría de los bosques de eucaliptos del este de Australia desaparecerán debido a estos severos y repetidos incendios».

Tras la detallada exposición de sus razones, Bromberg se despachó contra la ministra por dar la espalda a las evidencias científicas:

«Una persona razonable que ostente el cargo de ministro debería ser consciente del aumento de CO2 en la atmósfera que provocará la ampliación de esta mina y del consecuente aumento de las temperaturas, así como del riesgo de muerte o lesiones a los que se expone a estos niños».

En su demanda, los jóvenes señalaban que la ampliación de la mina ocasionará una emisión de 370 millones de toneladas de carbono en los próximos 25 años. Para elaborar su resolución, el juez aceptó esta y otras evaluaciones independientes sobre el impacto ambiental y sanitario que provoca la quema de combustibles fósiles. El despacho Equity Generation Lawyers, que representa a los querellantes, emitió un comunicado con declaraciones de sus clientes. Una de ellas, Ava Prince, de 17 años, subrayó la importancia de este fallo:

«Es la primera vez que un tribunal, en cualquier parte del mundo, ordena a un gobierno que proteja específicamente a los jóvenes de los daños catastróficos del cambio climático».

El poder de la ministra no se toca

La victoria, sin embargo, no fue completa. El juez desestimó la petición de Anjali Sharma, de 17 años, de restringir los poderes de la ministra para aprobar la ampliación de la mina. Sharma, quien inspirada por Greta Thunberg encabeza en Australia las huelgas estudiantiles por el clima, ha estado apoyada durante todo el proceso por una monja católica, la hermana Brigid Arthur, de 86 años, una veterana defensora de las políticas de asilo para las personas refugiadas. Cuando estos adolescentes la llamaron para sumarse a su causa y ser su tutora legal en el juicio no se lo pensó dos veces. «La energía de los jóvenes también es capaz de estimular a los mayores», declaraba la religiosa a la Fundación Thomson Reuters.

«Este caso trata sobre los jóvenes, para que den un paso al frente y exijan más a unos adultos que, con sus acciones, están determinando nuestro bienestar futuro« explicaba Ava Prince en el comunicado de Equity Generation Lawyers. «Mi futuro y el futuro de todos los jóvenes depende de que Australia se aleje de los proyectos de combustibles fósiles y se una al mundo para tomar medidas firmes», añadió la activista.

Pero la ampliación de la mina aprobada por Sussan Ley no sólo pone en peligro la futura salud de los jóvenes. Los granjeros de la zona también protestaron por la cantidad de agua que la explotación iba a necesitar, lo que afectaría directamente a sus cultivos.

Como suele ocurrir en estos casos, la compañía minera acogió el fallo judicial con deportividad (porque, en realidad, no se imponen medidas cautelares que paralicen la ampliación) y destacó los esfuerzos que ya hace por mitigar los efectos del cambio climático. Siguiendo punto por punto el inconfundible argumentario de la mayoría de empresas de combustibles fósiles, Whitehaven Coal subrayó que sus productos son tan buenos que contaminan muy poco:

«Creemos que el carbón de alta calidad tendrá un papel decisivo en los esfuerzos globales por reducir la emisión de CO2 y en el desarrollo económico de nuestra región». Según la empresa, la ampliación de esta mina crearía 950 puestos de trabajo en la zona.

Una sentencia histórica obliga a Shell a reducir sus emisiones un 45% para  2030 | El Imparcial

La resolución de la justicia australiana llegó un día después de que un tribunal de La Haya fallara en contra de Shell. La sentencia dictada en Países Bajos obliga a la multinacional petrolera a cambiar su política climática y a reducir un 45% sus emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos 10 años.

Australia, un área sensible

La demanda de los niños y niñas contra la compañía minera Whitehaven Coal posee una enorme coherencia si se tienen en cuenta los condicionantes del país. Australia es uno de los lugares del mundo más afectados por el cambio climático. Sufre periódicas olas de calor y de incendios que se retroalimentan y que convierten su vasta geografía en una gigantesca sartén.

Es muy recordado el llamado «verano furioso» de 2013. En 90 días se batieron 123 récords de temperatura. El fenómeno volvió a repetirse en 2019, con más virulencia si cabe: 5 millones de hectáreas fueron pasto de las llamas y centenares de granjas se perdieron. La biodiversidad recibió un golpe durísimo.

Y el año pasado, la región de Australia Occidental, la más cálida del país, siguió superando marcas. En agosto, en pleno invierno austral, el mercurio alcanzó allí los 41 ºC. Según la Asociación Médica Australiana, más 500 personas mueren cada año por golpes de calor. Además, los casos de cáncer de piel en el país casi se han doblado en las últimas décadas: de los 27 casos por 100.000 habitantes en 1982 se ha pasado a 49 en 2016.

 

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sábado, 29 de mayo de 2021

PERÚ. CHANCAY: EL MEGAPUERTO PERUANO QUE SACUDE A UN PUEBLO.

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Las críticas ambientales al megapuerto. (Ignoraba totalmente la ejecución de este Mega proyecto sobre el Mega Puerto en la Provincia de CHANCAY. No hay difusión nacional en Medios de Información y Comunicación sobre la ejecución de este Mega proyecto, y las consecuencias ambientales y humanas que esta generando, ya al inicio de su construcción por una Compañía del estado Chino. Para el conocimiento de todos Ustedes, publicamos el presente Artículo)

El nuevo puerto ya contaba en realidad con un EIA aprobado, pero en febrero de 2020 el consorcio decidió ampliar el área destinada al proyecto. Se propuso implementar la capacidad de carga y de almacén de la infraestructura portuaria. Esa decisión hizo necesaria una modificación en el trámite ante las autoridades. Casi medio año después, en agosto del 2020, los constructores recibieron una lista de 114 observaciones provenientes de distintas entidades del gobierno nacional, como la Autoridad Nacional del Agua, la Autoridad Nacional Portuaria, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, el Ministerio de la Producción, y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre. Cincuenta de ellas fueron presentadas por organizaciones sociales y ambientales, y abordaban aspectos vinculados a la fauna y la salud de la población aledaña.

A pesar de las observaciones, cuatro meses después, el estudio obtuvo el visto bueno. “Nos sorprende que todas las observaciones realizadas por otras entidades hayan sido levantadas sin mayor análisis”, dice el abogado Carlos Rodríguez de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), que ha venido siguiendo el proceso Según Rodríguez, el consorcio constructor minimiza las graves afectaciones ambientales del dragado y la descarga de sedimento, y también omite la eventual expulsión de polvos tóxicos PM10 y PM2.5 que afectarían la salud de la población. En su visión, Senace debió haber reparado en estos temas como entidad evaluadora.

“Solo ha resuelto adecuadamente 21 de las 50 observaciones presentadas. No son temas ligeros”, coincide el biólogo Stefan Austermühle, director de la organización ambiental Mundo Azul, quien realizó la revisión técnica del MEIAD que sustentó la apelación de los vecinos.

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PERÚ. CHANCAY: EL MEGAPUERTO PERUANO QUE SACUDE A UN PUEBLO.

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Por Leslie Moreno Custodio | 28/05/2021 | Ecología Social.

Rebelión sábado 29 de mayo del 2021.

 

Desde hace cinco años los trabajos en lo que sería el puerto más importante del continente, están dañando sus casas y nadie escucha sus reclamos.

La pintura blanca que recubre las paredes de la casa de la familia Mamani Flores se ha desgastado. El moho y las rajaduras se esparcen sobre el cemento que mantiene en pie esta vivienda de Chancay, ubicada en la costa peruana, a 80 kilómetros al norte de la ciudad de Lima.

“No hemos construido una casa para que se caiga de la noche a la mañana, lo hicimos pensando en nuestros hijos, pero esto ya no es habitable”, dice Oscar Mamani, desgastado como sus paredes.


Desde inicios del 2020, los pobladores de Chancay ven cómo sus casas se ven afectadas (Imagen: Leslie Moreno Custodio).

Chancay se habitó por la expansión de la industria pesquera desde mediados del siglo pasado. Con los años, el turismo se abrió espacio entre la pesca artesanal destinada al consumo local y la industria para la producción de harina de pescado. En la actualidad, los más de 60 mil ciudadanos se encuentran divididos por la construcción de uno de los proyectos más ambiciosos que el gobierno peruano ha impulsado: el megapuerto de Chancay.

Las casas rajadas de Chancay

Desde que empezó el movimiento con las maquinarias en los primeros meses del 2020, la casa de los Mamani Flores ha presentado daños cada vez más graves, como la rotura de una tubería de agua que inundó toda su vivienda. Los Mamani viven a casi 100 metros de la muralla que los separa del terreno que ocupa Cosco Shipping Ports Chancay Perú, consorcio a cargo del proyecto. Debajo de esta área se encontrará el túnel de 1.8 kilómetros que será una conexión vial entre el centro logístico del consorcio y el puerto.

El megapuerto de Chancay —que estima una inversión total de US$3.000 millones— busca convertirse en un eje de comercio entre Asia y Sudamérica. Los accionistas del consorcio son la empresa estatal china Cosco Shipping Ports Limited y la peruana Volcán Compañía Minera S.A. Esta última con frecuentes infracciones ambientales en las regiones andinas de Junín y Pasco.

En 2016, la empresa peruana Volcán, a través de su subsidiaria Terminales Portuarios Chancay S.A., compró terrenos para el megapuerto de Chancay mediante una sociedad offshore, según reveló un reportaje de Convoca. Tiempo después, en enero de 2019, suscribió un acuerdo en el que la empresa china pasó a ser accionista del 60% del consorcio y este pasó a llamarse Cosco Shipping Ports Chancay Perú.

Durante todos estos cambios, las acusaciones por los daños a las viviendas no cesaron. En marzo del 2017, un grupo de vecinos denunció ante medios locales que una serie de explosiones y excavaciones hechas como parte del Estudio de Impacto Ambiental (en adelante le diremos EIA) había causado rajaduras a las casas. El Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) —organismo público a cargo de la revisión y aprobación del estudio de impacto ambiental del proyecto— conocía esa situación. Según evidencian diversos informes, a los que se accedió a través de una solicitud de transparencia y que fueron emitidos por la entidad desde marzo del 2019, “existe disconformidad con el proyecto debido a las afectaciones prediales realizadas”.

El consorcio reconoció, en documentación vinculada a la modificación del EIA, que los efectos de las vibraciones de su obra iban desde un nivel “siempre perceptible” hasta “fuertemente perceptible” para las personas en sus inmediaciones, confirmando lo descrito por los vecinos del puerto.

Tras las denuncias, la compañía asumió los gastos por algunas refacciones menores como la reparación de ventanas rajadas, según pudo constatar Diálogo Chino en una visita a más de una docena de viviendas en los sectores donde viven los Mamani.

La ubicación del proyecto es el problema. Va ser una gran inversión, pero ¿cuánto vamos a perder? Quizá en algún momento tendremos que irnos porque no podremos vivir aquí

Sin embargo, según sus propietarios, esos daños continúan ocurriendo. Y las afectaciones graves aún no tienen respuesta.

Chancay: Un proyecto de capitales chinos en la mira

“La ubicación del proyecto es el problema. Va ser una gran inversión, pero ¿cuánto vamos a perder? Quizá en algún momento tendremos que irnos porque no podremos vivir aquí”, dice Miriam Arce, presidenta de la Asociación en Defensa de las Viviendas y Medio Ambiente del Puerto de Chancay.

El 22 de diciembre pasado, el Senace aprobó la Modificación del Estudio de Impacto Ambiental Detallado (MEIAD), requisito para la construcción del megapuerto, que habían presentado los promotores.

obras Chancay

Este es el límite entre el terreno del megapuerto y la población. Las personas están empezando a sentirse acorraladas (Imagen: Leslie Moreno Custodio).

«El obtener esta aprobación, a través de la modalidad de Certificación Ambiental Global, permite que en la propia certificación se emitan todos los permisos necesarios que de otro modo deberían solicitar a otras entidades vinculadas al proyecto, además de establecer plazos limitados para la evaluación», señala Percy Grandez, abogado del Programa de Gobernanza Marina de la Sociedad Peruana de Ambiente (SPDA). «Una de las finalidades de esta figura era tener plazos cortos lo que la convierten en una modalidad que busca atraer las inversiones», añade.

La aprobación del MEIAD se dio en medio de controversias. Según varias organizaciones sociales y ambientales, una serie de observaciones hechas por las autoridades, como una posible afectación de la calidad del aire o el impacto al humedal de Chancay, no fueron subsanadas.

Estas preocupaciones llevaron a Miriam Arce, con el respaldo de otros ciudadanos locales, a presentar una apelación en contra del que sería el primer megapuerto con inversión del empresariado chino. El segundo sería el puerto de Ilo, que estaría a cargo de la empresa estatal China Harbour Engineering Company (CHEC).

Las críticas ambientales al megapuerto

El nuevo puerto ya contaba en realidad con un EIA aprobado, pero en febrero de 2020 el consorcio decidió ampliar el área destinada al proyecto. Se propuso implementar la capacidad de carga y de almacén de la infraestructura portuaria. Esa decisión hizo necesaria una modificación en el trámite ante las autoridades.

Casi medio año después, en agosto del 2020, los constructores recibieron una lista de 114 observaciones provenientes de distintas entidades del gobierno nacional, como la Autoridad Nacional del Agua, la Autoridad Nacional Portuaria, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo, el Ministerio de la Producción, y el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre. Cincuenta de ellas fueron presentadas por organizaciones sociales y ambientales, y abordaban aspectos vinculados a la fauna y la salud de la población aledaña.

A pesar de las observaciones, cuatro meses después, el estudio obtuvo el visto bueno.

“Nos sorprende que todas las observaciones realizadas por otras entidades hayan sido levantadas sin mayor análisis”, dice el abogado Carlos Rodríguez de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), que ha venido siguiendo el proceso.

Según Rodríguez, el consorcio constructor minimiza las graves afectaciones ambientales del dragado y la descarga de sedimento, y también omite la eventual expulsión de polvos tóxicos PM10 y PM2.5 que afectarían la salud de la población. En su visión, Senace debió haber reparado en estos temas como entidad evaluadora.

“Solo ha resuelto adecuadamente 21 de las 50 observaciones presentadas. No son temas ligeros”, coincide el biólogo Stefan Austermühle, director de la organización ambiental Mundo Azul, quien realizó la revisión técnica del MEIAD que sustentó la apelación de los vecinos.

Humedal en peligro

A 180 metros del proyecto se encuentra el humedal Santa Rosa, que es resguardado por el cerro El Cascajo. Todos los meses un grupo de vecinos se reúne para limpiarlo y retirar las lechugas de agua que abundan en la superficie. Así como lo cuidan, lo defienden.

 humedales Chancay

La población teme que los trabajos de la empresa desaparezcan el frágil ecosistema del humedal (Imagen: Leslie Moreno Custodio).

El consorcio tiene previsto disminuir la altura de El Cascajo de 80 a 4 metros. En otras palabras: desaparecerlo. Y aunque sus informes señalan que monitorearán los posibles impactos al humedal, los vecinos de Chancay tienen más dudas que confianza.

“Hay que considerar la alta diversidad de especies en él. Hemos encontrado plantas que no se hallan en otro humedal de Lima. Es preocupante lo que está ocurriendo [con el megapuerto]”, dice Héctor Aponte, doctor en ciencias biológicas que continúa realizando diversos estudios en el humedal Santa Rosa.

Sus investigaciones le han permitido concluir que estos ecosistemas costeros están conectados entre sí, y son importantes para conservar las rutas migratorias de aves.

El humedal fue incorporado dentro del área de influencia directa del proyecto en diciembre pasado, por presión de la sociedad y cuestionamientos similares de Senace.

El EIA no contempla la contaminación por un tipo de partículas que son las más pequeñas, ni las afectaciones a las aves del humedal. La empresa respondió con versiones diferentes para conseguir la aprobación”, dice Williams Jurado, coordinador del Comité de Vigilancia Ambiental del Humedal Santa Rosa.

Tras consultar las observaciones planteadas y la documentación presentada por la empresa, Diálogo Chino pudo constatar que el EIA original del proyecto tenía una serie de errores e imprecisiones. Frente a los cuestionamientos, la empresa añadió información relevante cuando las audiencias públicas habían concluido, y en contravía a lo que plantea el decreto supremo del Ministerio de Ambiente que regula la participación ciudadana en este ámbito.

Las subsanaciones incluyen el cambio de la extensión de las áreas de influencia del proyecto, el impacto irreversible sobre las áreas de dragado, la elección de la metodología de análisis de la dispersión de sedimentos, el monitoreo de la calidad del agua del humedal, entre otras, según reconoció el consorcio ante Senace.


A pesar de los reclamos, las personas no se sienten escuchadas por las autoridades (Imagen: Leslie Moreno Custodio).

“Para el presente levantamiento de observaciones, se han actualizado y vuelto a correr todos los modelamientos, justificando los supuestos, considerando los escenarios más críticos y utilizando mejores herramientas informáticas”, dice el informe realizado por la firma consultora ECSA Ingenieros, que elaboró la modificación del estudio para el consorcio, refiriéndose a los cambios en el área de influencia.

Sin respuestas claras

Diálogo Chino buscó a la compañía para conocer su visión de las preocupaciones de sus vecinos. Luego de semanas de intentos fallidos de comunicación telefónica y del envío de un correo electrónico, el oficial de comunicaciones de la empresa respondió que atendería a las preguntas realizadas, pero hasta el momento no se ha obtenido respuesta.

El pasado marzo, Senace rechazó la apelación presentada por los ciudadanos. El motivo: los argumentos presentados no cuestionaban la resolución en sí, sino las observaciones que la sociedad civil había considerado que la empresa no había respondido. Según Senace, esto no era suficiente para anular la aprobación.

Con este rechazo, el panorama se mantiene incierto en Chancay. Por ahora, presentar la demanda a nivel judicial sigue siendo la opción más concreta para ellos. El tiempo pasa, y no solo la casa de la familia Mamani se desgasta. Oscar falleció de un derrame cerebral, durante la elaboración de este reportaje, y sus vecinos ruegan que las paredes no se les caigan encima.

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