sábado, 5 de marzo de 2016

GOLPEAN AL LÍDER PARA VOLTEAR A LA PRESIDENTA. ANTE LA SITUACIÓN EN BRASIL. LA DETENCIÓN DE LULA.

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LULA Y EL FUTURO DE BRASIL. Emir Sader
La derecha brasileña siempre creyó que en algún momento el PT iba a ganar pero fracasaría y, a partir de ese momento, ella podría dirigir el país con tranquilidad. Lula ganó y el suyo resultó el mejor gobierno que jamás tuvo el país. A partir de ese momento empezó la caza a Lula. No pudieron impedir su reelección en 2006, ni que él eligiera y reeligiera a su sucesora, en 2010 y 2014. Ahora Lula aparece como favorito para ganar las elecciones del 2018 y volver a ser presidente de Brasil.
En la desesperación, la derecha une todo lo que tiene: sectores del Poder Judicial, de la Policía Federal, los grandes medios privados, en campaña total en contra de Lula. Una campaña que se intensificó a partir del discurso de Lula en Rio de Janeiro, en el cumpleaños del PT, el 27 de febrero, cuando declaró públicamente que, si fuera para garantizar la continuidad del proceso iniciado en 2003, él sería candidato de nuevo. A partir de ese momento, la derecha declaró la guerra abierta en contra de Lula. Declaraciones falsas, desmentidas enseguida, pero mantenidas por los medios como si fueran reales.
La acción de la Policía Federal directamente en contra de Lula –en su casa, en la casa de su hijo, en el Instituto Lula–, llevándolo a deponer, a pesar de que él ya había prestado declaraciones, fue anunciada por un periodista de la Rede Globo varias horas antes por Internet. Fue una operación mancomunada de sectores del Poder Judicial con los grandes medios privados y sectores de la Policía Federal. Es el intento más grave de excluir a Lula de la vida política brasileña. No hay ninguna prueba de las acusaciones que le hacen, intentan que algunos presos declaren en su contra a cambio de la disminución de sus condemnas –las mal llamadas delaciones premiadas–. No han logrado nada. De ahí la acción mediática espectacular en contra de Lula, para ver si logran con ello desgastar la imagen del ex presidente.
Han actuado en este momento en que Lula se declara candidato, en que el ministro de Justicia fue sustituido, pero no ha cambiado todavía los mandos de la Policía Federal, cuando el Supremo Tribunal Federal aún no ha juzgado el pedido de Lula de que el juez más arbitrario de todos deje de estar al mando de los casos en que se lo acusa. Por todo ello, lo han hecho en este momento, acelerando los enfrentamientos y poniendo en jaque, al mismo tiempo, el gobierno de Dilma.
Pero ahora han creado un punto de no retorno. Lula salió de su declaración ante la Justicia, fue a la sede del PT y dio una conferencia de prensa emocionante, donde dijo que su llama está más encendida que nunca, que a partir del lunes retoma los viajes por todo el país para charlar, conversar, dejando claro que la campaña electoral de 2018 ha comenzado ahora. El destino de Brasil se juega en este momento. O logran, por la vía judicial y policial, excluir a Lula de la vida política para hacer lo que les dé la gana con el país. O Lula logra superar también este momento y vuelve con más fuerza todavía,  como el candidato favorito para regresar a la Presidencia de Brasil, el 2018.
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Lula avanzó sobre el esquema armado entre la Policía Federal, el tribunal de Moro y los grandes medios de comunicación.
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GOLPEAN AL LÍDER PARA VOLTEAR A LA PRESIDENTA.
Irrumpen policías en la casa de Lula para llevarlo a declarar en un caso de corrupción.
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Lula fue conducido al aeropuerto de San Pablo, donde prestó declaración a lo largo de casi cuatro horas. El procedimiento causó indignación y protestas callejeras. El ex presidente denunció la connivencia entre “el juez, la policía y los grandes medios”.

Eric Nepomuceno
Desde Río de Janeiro sábado 5 de marzo del 2016.
Poco antes de las siete de la mañana de ayer la Policía Federal se presentó en el departamento donde reside el ex presidente Lula da Silva, en San Bernardo, cordón industrial de San Pablo. Poco antes la escolta a que Lula tiene derecho como ex mandatario había llegado al local y lo advirtió de la presencia de la policía judicial. El mismo Lula abrió la puerta.
Cumpliendo órdenes del juez de primera instancia Sergio Moro, la Policía Federal condujo a Lula da Silva hasta el aeropuerto metropolitano de San Pablo. En la sala reservada a las autoridades –una gentileza concedida a la figura política de mayor relieve en Brasil– Lula prestó declaraciones a lo largo de casi cuatro horas. En más de una ocasión se irritó con las preguntas de los comisarios de la Policía Federal. Se irritó, por ejemplo, cuando le preguntaron sobre botellas –algunas, de vino importado– encontradas en la casa de campo que el ex presidente frecuenta los fines de semana. También sobre los dos barquitos que su esposa compró para los nietos de la pareja. “¿Es que no tienen nada más importante para hacer que preguntarme estupideces?”, espetó Lula da Silva a sus interrogadores. Un abogado que acompañó el interrogatorio contó que Lula contestó a todas las preguntas sin titubear un solo instante.
La noticia de que el ex presidente fue blanco de una orden de ser llevado por la fuerza pública a prestar testimonio tuvo inmenso impacto en todo el país.
Por la tarde, Lula y la presidenta Dilma Rousseff manifestaron su “indignación” por la medida adoptada por el juez Sergio Moro. “Me sentí como un prisionero esta mañana” dijo Lula. “Si querían escucharme sólo tenían que llamarme porque no debo y no temo.” A su vez, Dilma expresó su “plena disconformidad” por el operativo policial en un mensaje televisado que dio desde el palacio presidencial flanqueada por sus ministros. “Manifiesto mi plena disconformidad con el hecho de que un ex presidente de la república, que muchas veces compareció voluntariamente para ofrecer aclaraciones ante las autoridades competentes, sea ahora sometido a un innecesario traslado coercitivo para dar testimonio,” se quejó la mandataria.
También Marco Aurelio Mello, integrante del Supremo Tribunal Federal, instancia máxima de la Justicia en Brasil, criticó, por abusiva, la medida determinada por el responsable por la Operación Lavadero de Autos, que investiga el esquema de corrupción instalado en la estatal Petrobras. Figura prominente del principal partido de oposición, el socialdemócrata PSDB, José Gregori, ministro de Justicia y luego de Derechos Humanos del gobierno de Fernando Henrique Cardoso, denunció lo que considera un “evidente abuso” practicado por el juez de provincia. El economista Luis Carlos Bresser-Pereira, uno de los fundadores del PSDB, fue más contundente aún, al afirmar que “ya es hora de que el Supremo Tribunal Federal intervenga en la Operación Lavadero de Autos, para impedir que sigan ocurriendo abusos de poder como prisiones temporarias perpetuas o la conducción coercitiva de un ex presidente que ni siquiera había sido convocado a declarar”.
Por la tarde, Lula da Silva se manifestó de manera contundente. “No era necesario que Moro mandase gente a mi casa, a las de mis hijos y de mis compañeros de militancia”, dijo con aire indignado, recordando que solamente este año ya había comparecido en tres ocasiones para prestar declaraciones. “Ha sido un gesto de arrogancia, de prepotencia”, agregó.
Lula insistió, una vez más, en recordar que ha sido en sus dos gobiernos (2003-2010) que se concedió, como nunca antes, autonomía a la Policía Federal e independencia el Ministerio Público. “Lo hicimos”, dijo, “porque creemos en la democracia. Moro, no. Mucho antes de Moro, yo ya era un demócrata. Mientras él no hacía nada, nosotros luchábamos para devolver la democracia al país”.
El ex presidente, luego de declararse indignado por la humillación enfrentada, avanzó sobre el esquema armado entre Policía Federal, el tribunal de Moro y los grandes medios de comunicación. “A las siete de la mañana, cuando mis abogados no sabían de nada, y yo menos, algunos medios ya anunciaban el operativo”, aseguró.
Los argumentos de la Policía Federal y del Ministerio Público que integran la Operación Lavadero de Autos para solicitar la comparencia por la fuerza pública de Lula, prontamente acatados por el juez Moro, se refieren, de manera vaga y amplia, a las contribuciones de grandes empresas al Instituto Lula. Además, se insinúa que las charlas que dio Lula en Brasil y otros países eran un disfraz para pasarle dinero de coimas cobradas en la Petrobras. También se acusa a Lula de haber ocultado patrimonio, en especial un departamento en el decadente balneario de Guarujá, y una quinta a hora y media de San Pablo. La transferencia de los dos inmuebles sería una manera disfrazada de pagarle coimas a Lula.
El ex mandatario ya aseguró reiteradamente que no es dueño del departamento en la playa ni de la quinta, que pertenece a un antiguo compañero de militancia, su amigo desde hace más de 40 años.
Lula da Silva contó que, en sus charlas en el exterior, por las cuales cobraba hasta 200 mil dólares –“está todo en mi declaración al fisco”–, las preguntas de la asistencia se referían siempre a los logros sociales alcanzados por Brasil a partir de su llegada al gobierno. “¿Por qué Bill Clinton puede venir a Brasil, como vino hace poquito, y hablar en la Confederación Nacional de la Industria y cobrar un millón de dólares, y yo no puedo contar a amigos africanos o latinoamericanos cómo hicimos para disminuir la miseria en este país de injusticias eternas?”.
Lula anunció que está listo para recorrer el país defendiendo su historia y la historia del Partido de los Trabajadores (PT). “Quisieron matar a la yarará, pero en lugar de golpearla en la cabeza golpearon la cola. Y la yarará está viva y lista para volver”, dijo en clara referencia a las elecciones del 2018.
Lo más grave de esa historia, sin embargo, es que puso a las claras que el esquema armado entre el juez Moro, la Policía Federal, el Ministerio Público y la gran prensa hegemónica encontró su punto ideal.
La comparencia por la fuerza pública de Lula da Silva demuestra que Moro es un magistrado sin límites, y que actúa en perfecta harmonía con el calendario golpista. Acosando a Lula, acosa a Dilma. Con eso, fortalece el debilitado proceso de impeachment que adormece en la Cámara de Diputados, faltando poco más de una semana para las manifestaciones callejeras convocadas por la derecha más radical para el domingo 13 de marzo.
La euforia registrada en el mercado financiero –el dólar cayó en picada, la Bolsa subió como un cohete– muestra quiénes son los que se alegran con la perspectiva del derrocamiento de Dilma Rousseff y la degradación de Lula. Ahora, hay que ver cuál será la reacción de los movimientos sociales, de la militancia del PT y del electorado que, en cuatro ocasiones seguidas, ha derrotado al PSDB en las urnas.

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ANTE LA SITUACIÓN EN BRASIL.
LA DETENCIÓN DE LULA.
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Comunicado del Secretario Ejecutivo de CLACSO:

Hoy, en Brasil, se ha avanzado un paso más en el proceso de desestabilización institucional que pretende perpetrar un sector del Poder Judicial, la Policía Federal, los monopolios de prensa y las fuerzas políticas que han sido derrotadas en las últimas elecciones nacionales. Una desestabilización del orden democrático que tiene un objetivo principal: impedir que las fuerzas progresistas sigan gobernando el país y, especialmente, acabar definitivamente con el Partido de los Trabajadores y con su figura más emblemática, el ex presidente Lula.

Esto es lo que está en juego y es esto lo que explica una multiplicidad de acciones judiciales, denuncias de la prensa nunca demostradas, insultos, amenazas, ataques públicos y una persistente ofensiva parlamentaria por parte de las fuerzas más conservadoras y reaccionarias del país.

Se trata de criminalizar y de responsabilizar al PT y a su presidente de honor de actos de corrupción, usando hechos que la justicia aún investiga como si fueran parte de un plan organizado desde el propio centro neurálgico del poder; esto es, los mandatos presidenciales de Lula y Dilma Rousseff. Encontrar una conexión entre ambos mandatarios y los hechos de corrupción analizados por la Justicia es la gran obsesión y, quizás, la única carta que hoy tiene la derecha brasileña para volver al poder, destruyendo los avances democráticos de la última década.

Lo que está en juego es el futuro de Brasil como nación democrática.
Obviamente, la oposición tiene todo el derecho de aspirar al poder. Pero después de 30 años de democracia, ya debería haber aprendido que la única forma de hacerlo es por el voto popular. Pero no lo aprendió. Después de su última derrota electoral pretende volver al poder por la vía de un golpe judicial o de un impeachment, cuya fundamentación jurídica y política no es otra que la necesidad de despojar al pueblo de su mandato soberano.

Nada se ha demostrado sobre la vinculación del ex presidente Lula o de la presidenta Dilma Rousseff con cualquier hecho ilícito. Pero decenas de calumnias se han formulado contra ellos.

Como quiera que sea, los poderes golpistas saben cómo actuar. Y actúan. Si no pueden encontrarse pruebas que confirmen las denuncias, pueden crearse hechos que, ante una opinión pública pasmada y desconcertada, hagan parecer culpables a quienes no lo son. El Estado de Derecho se desmonta cuando uno de los principios que lo sustentan se desintegra ante maniobras autoritarias del Poder Judicial y el sistemático abuso de poder de una Policía que ha demostrado ser más eficiente matando jóvenes pobres inocentes que controlando las principales redes del delito que operan en el país.

Hoy por la mañana, un amplio operativo policial irrumpió en la residencia del ex Presidente Lula y lo detuvo con un mandato de "condução coercitiva".

Un mandato de conducción coercitiva es un medio que dispone la autoridad pública para hacer que se presente ante la Justicia alguien que no ha atendido la debida intimación y cuya declaración testimonial es de fundamental importancia para una causa penal. El riesgo de fuga o la peligrosidad del sujeto, así como su desatención a las intimaciones judiciales, obligan al uso de este mecanismo coercitivo.

¿Sería razonable aplicarlo a un ex presidente de la república que siempre se ha presentado a declarar cuando le fue solicitado?

Sí, si lo que se quiere es humillarlo, destituirlo de autoridad, postrarlo, desmoralizarlo ante la opinión pública brasileña y el mundo. Hoy, los diarios y noticiarios de todo el planeta mostrarán un Lula llevado por la Policía Federal en medio de un fuerte esquema de seguridad. Lo harán, como si fuera un delincuente. No fue preso ni es culpable de nada en términos jurídicos, es verdad. Pero eso, ¿a quién le importa? Parece "preso" y "culpable". Con eso basta, al menos, por ahora.

No debe sorprender que el hecho ocurra menos de una semana después que, en el festejo de los 36 años del Partido de los Trabajadores, el ex presidente Lula manifestó que si fuera necesario e imprescindible, será él quién asuma el desafío de presentarse como candidato de las fuerzas progresistas a la futura elección presidencial. Allí, miles de militantes le brindaron su apoyo y solidaridad ante los ataques recibidos.

La respuesta de la justicia golpista no demoró en llegar.

Hace 25 años elegí Brasil como el país en que quería vivir y criar a mis hijos. Aquí pasé casi la mitad de mi vida. Como intelectual, como militante y como brasileño por elección, me siento profundamente avergonzado e indignado. Aquí no está en juego ninguna causa por la justicia, la transparencia ni el necesario combate a la corrupción. Aquí está en juego un proyecto de país y, no tengo dudas también, un proyecto de región. El golpe judicial, policial y mediático que se lleva a cabo en Brasil no es ajeno a la situación que vive el continente y a los vientos que corren a favor de las fuerzas conservadoras y neoliberales en toda América Latina.

Intentan cambiar la historia, torciéndola a favor de sus intereses antidemocráticos. No lo lograrán.

Expreso aquí mi plena y fraterna solidaridad con el ex presidente Lula y su familia.

Lo hago convencido de mi deber como responsable de una de las mayores redes académicas del mundo. No escribo estas líneas en representación de las instituciones que componen el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) ni, mucho menos, en nombre de las personas que allí se desempeñan. Sin embargo, estoy seguro que serán muchos los que sumarán su grito de indignación ante una ofensiva que no conseguirá disminuir nuestra energía militante ni nuestro compromiso inquebrantable con las luchas por la transformación democrática de América Latina.

- Pablo Gentili,  Secretario Ejecutivo de CLACSO.

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viernes, 4 de marzo de 2016

LAS VÍAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA.

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VÍAS DEMOCRÁTICAS ABIERTAS EN UN ESCENARIO GEOPOLÍTICO CONTINENTAL MARCADO POR LA GUERRA SUCIA DE LA DERECHA POLÍTICO-EMPRESARIAL, QUE NOS ESTÁ GANANDO LA BATALLA, PERO NO LA GUERRA.-  La guerra sucia en todo el continente, impuesta de diversas formas y prácticas visibles e invisibles, nos está ganando la batalla, SI nos está ganando, muy simple por varios hechos múltiples producto de que el escenario geopolítico latinoamericano no es estabilidad, paz o gobernabilidad democrática – muy por el contrario el escenario emergente producto de la década de crecimiento macro-económico, ha terminado, está en su fase final, escenario emergente en su propia estructura están presentes las clases y la lucha de clases, cuyos intereses de clase, e intereses político-históricos son absolutamente contradictorios, proceso político incluso donde el propio sistema está en serio peligro, por las profundas contradicciones de clase que lleva en su propio seno. Si expresamos que en la propia estructura del sistema político latinoamericano democrático existen dos vías, dos alternativas, dos propuestas históricas, sí aceptaríamos la visión de una mirada integral en la presente coyuntura, sin embargo, nosotros mismos estaríamos “cerrando la puerta”, de que las dos propuestas, las dos vías o alternativas es producto y resultado del crecimiento macro-económico, de su propia crisis o final del modelo y de lo nuevo que (in)surge desde dentro del propio sistema.   


El escenario nacional-continental – no es un bello jardín de rosas – donde en democracia se enfrentan dos propuestas políticas, donde están abiertas dos vías políticas: o continuamos con los procesos de gobiernos progresistas de izquierda democrática (con todas sus limitaciones, errores y avances) o es tan fuerte y significativo, que el escenario ha sido contagiado de formas visibles e invisibles de corrupción, crisis de los partidos en los gobiernos, ausencia total de liderazgo político, es decir, los gobiernos han perdido la CONFIANZA de la Ciudadanía y hoy dejan las puertas abiertas, la vía política por la cual la derecha político-empresarial, en procesos electorales democráticas, recupera el gobierno, se consolida en el Poder (porque nunca lo perdió) y hoy tenemos una vía pacífica de retorno al “viejo” modelo neoliberal – en crisis y descomposición a  nivel mundial, crisis que nos conduce a ser parte desde la explosión de la crisis de las burbujas inmobiliarias y “El Cambio de Época, Histórica”, como el fin de la Unipolaridad mundial y su sustitución por la Multipolaridad global. Para nosotros es el escenario y sus consecuencias actuales, donde debemos ubicar la lucha política entre la sobrevivencia democrática de un modelo que se hunde, violento, inhumano y salvaje, y la otra propuesta que camina desde el progresismo democrático (izquierdista) hasta los gobiernos que desarrollan, producto de la propia lucha de clases, un pos-neoliberalismo. América Latina un escenario múltiple, complejo, turbulento, escenario de las clases y la lucha de clases, presentes en sus estructura sistémica dos propuestas, dos alternativas, en dos vías o caminos expresión del más alto nivel de desarrollo de la lucha política.

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LAS VÍAS ABIERTAS DE AMÉRICA LATINA.
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Emir Sader.

Página /12 viernes 4 de marzo del 2016.

Nunca como ahora el futuro de América latina está abierto. Hemos pasado por un momento, especialmente en los años 1990, en que la historia del continente parecía congelada. Se imponía un modelo de forma avasalladora, que pretendía invertir y cerrar ciclos históricos que apuntaban en otra dirección. Ya no más desarrollo económico, sino equilibrio fiscal. Ya no más distribución de renta, sino concentración en manos de los más competentes. Ya no más derecho, sino concurrencia en el mercado. Nunca más Estado, sino empresas.

Se arriesgarán, en medio de consensos que creían definitivos, a anunciar el fin de la Historia, que reposaría eternamente en los brazos de la democracia liberal y de la economía capitalista de mercado. Enterradas las alternativas, el capitalismo y el imperialismo podrían rediseñar el poder en el mundo.

América latina era protagonizada por personajes como Carlos Menem, Alberto Fujimori, Fernando Henrique Cardoso, Carlos Andrés Pérez, Sánchez de Lozada, Salinas de Gortari, Lucio Gutiérrez, entre otros, consagrados entonces por los medios internacionales como los “modernizadores”, los “liberalizadores”, los “globalizadores” de nuestras sociedades, al fin salvadas del “populismo”, del “estatismo”, del “nacionalismo”.

Víctima privilegiada de las grandes trasformaciones regresivas ocurridas en el mundo y, en particular, América latina, donde ocurrieron más gobiernos neoliberales y los más radicales, reaccionó como ya pocos creían posible. Y se ha vuelto la única región del mundo con gobiernos antineoliberales, con procesos de integración regional, con capacidad para revertir las fuertes tendencias a la desigualdad social y al aumento de la pobreza y la miseria en el mundo.

América latina ganó el derecho a definir su historia a partir de su capacidad para reaccionar frente al modelo neoliberal y a la globalización. Gracias al liderazgo de dirigentes como Hugo Chávez, Lula, Néstor y Cristina Kirchner, Pepe Mujica, Evo Morales, Rafael Correa, entre otros, ahora América latina se enfrenta a los efectos duraderos de la recesión internacional y a articulaciones derechistas internas, generando crisis en varios de nuestros países.

En este momento, en medio de la segunda década del siglo XXI, se puede decir que el futuro del continente está abierto. Nadie puede garantizar que los gobiernos antineoliberales se van a consolidar definitivamente, menos aún que los intentos de restauración conservadora se van a imponer.

Las dos vías están abiertas. Lo que se puede decir es que el escenario político latinoamericano será nuevo a partir de ahora. Ya no se contará con precios altos de los productos de exportación, al contrario, la recesión internacional tiende a extenderse. Tampoco será posible que cada país reaccione aisladamente frente a la recesión internacional.

La vía de la restauración está siendo puesta en práctica en Argentina y rápidamente demuestra cómo sus planteamientos profundizan la recesión, el desempleo, el endeudamiento y hasta la misma inflación. Es una vía que recorta los derechos sociales, concentra renta, subordina los intereses del país a los grandes capitales internacionales y derechamente a Estados Unidos. Conocemos hacia dónde ella podría conducir a nuestros países, hemos vivido el auge del neoliberalismo en los 90, sabemos que es una vía trágica para nuestros países y para nuestros pueblos.

La otra es la vía de consolidar los extraordinarios avances logrados y avanzar hacia una América latina todavía más integrada, por el MERCOSUR, por UNASUR, por CELAC, más vinculada al destino del Sur del mundo, a los BRICS, a su Banco de Desarrollo. Con gobiernos antineoliberales articulando y poniendo en práctica un modelo integrado de desarrollo con distribución de renta, profundizando incesantemente sus mercados internos de consumo de masas, fortaleciendo y democratizando más a sus Estados, con procesos de formación democrática de sus opiniones públicas, construyendo modelos de superación del neoliberalismo y de construcción de sociedades basadas en el derecho de todos.

Cuál de las dos vías va a triunfar, es lo que se está decidiendo en este momento en el continente. Las fuerzas democráticas y populares ya no tienen derecho a volver o seguir cometiendo los errores que han cometido y que se siguen cometiendo. Es el destino de nuestros países en toda la primera mitad del siglo XXI lo que se está decidiendo. Conciencia real de los problemas que estamos enfrentando, de las fuerzas con que contamos y con las que podemos contar, de los errores cometidos, capacidad de renovación hacia las nuevas generaciones, hacia las mujeres, hacia las capas populares todavía postergadas, hacia el espíritu democrático y la capacidad teórica creativa, nos pueden llevar, por la vía democrática y popular a superar la crisis actual.

Las dos vías están abiertas. Las duras peleas actuales son para decidir cuál de las dos se va a imponer.


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jueves, 3 de marzo de 2016

GOBIERNO DE ARGENTINA SE RINDE A LA EXTORSIÓN DE LOS FONDOS BUITRES.

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THOMAS GRIESA. Un Juez norteamericano y el gobierno del sr. Macri, ponen a la Argentina de “rodillas” ante el capital buitre.- El juez marca los tiempos del Congreso. Definió el levantamiento de la cautelar, pero en forma condicionada. La propuesta argentina fue aceptada por Thomas Griesa pero será efectiva luego de que el Congreso derogue las leyes Cerrojo y Pago Soberano. También insistió en que el pago a los buitres que aceptaron la oferta debe concretarse antes del 14 de abril.
El juez Thomas Griesa accedió ayer a la solicitud argentina de levantar las medidas cautelares que impiden al país pagarles a los bonistas reestructurados. Pero condicionada. Esta medida se conoció luego de la audiencia celebrada el día anterior en la que los fondos buitre exigieron un plazo de 30 días adicionales. De todos modos, Griesa ratificó que la condición para levantar la cautelar es que el Congreso derogue la Ley de Pago Soberano y la Ley Cerrojo y que pague hasta el 14 de abril a todos los holdouts que ya llegaron a un acuerdo. En tanto, durante la jornada de ayer se conformaron las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Finanzas donde se discutirán los proyectos de ley del oficialismo que buscan derogar ambas normas. El Poder Ejecutivo enviará a primera hora de hoy esas normas para pagar a los buitres. Una vez ingresado, los diputados convocarán para mañana o más tardar el lunes próximo a los funcionarios del equipo económico para que expongan el detalle de la negociación.
El Gobierno alcanzó un acuerdo con los fondos buitre más duros para entregarles 4653 millones de dólares en efectivo antes el 14 de abril próximo, sin quita de capital y con una pequeña rebaja en los punitorios judiciales. Ese acuerdo alcanza al 75 por ciento del monto demandado, que se extiende al 85 por ciento si se suman los pactados con inversores más pequeños. El dinero provendrá de una colocación de deuda de 15.000 millones de dólares, pero para ello se necesita que Griesa levante las cautelares que impiden la colocación de bonos y el pago a los tenedores. La audiencia de anteayer se focalizó en convencer al juez de levantar esas restricciones sobre la cláusula pari passu, que obliga al país a pagar en el mismo momento a los que ingresaron al canje y a los que no aceptaron.
Las circunstancias han cambiado tan significativamente como para volver las órdenes injustas y en detrimento del interés público”, indicó el juez en un escueto texto, en el que ratifica que la condición es que el país derogue las leyes que obstaculizan un acuerdo con los fondos y que pague a los acreedores que hayan aceptado hasta el 29 de febrero la generosa oferta del gobierno. La decisión rechaza el pedido de 30 días de plazo que esgrimió el fondo NML de Paul Singer para que holdouts más pequeños puedan seguir negociando. Se abre un período de apelaciones de 48 horas para elevarlo a la Cámara Nueva York. Cristian Carrillo.- Página /12 jueves 3 de marzo del 2016.


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GOBIERNO DE ARGENTINA SE RINDE A LA EXTORSIÓN DE LOS FONDOS BUITRES.
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Axel Kicillof.

Página /12 miércoles 2 de marzo del 2016.

Sabemos ya que el gobierno de Macri ofreció a los fondos buitre mejores condiciones que las que los mismos buitres ofrecieron al gobierno de Cristina. Incluso se ha conocido que Macri quiere pagarle a algunos fondos, como el caso de Dart, el 100 por ciento de lo que reclamaban a Griesa. ¡Así es fácil llegar a un “acuerdo”! La negociación no fue agresiva, todo lo contrario, y esto se debe a la urgencia por arreglar a cualquier costo. La desesperación no es, ni en éste ni en ningún caso, una buena estrategia de negociación.

Ahora la extorsión se traslada al Congreso. Al juez Griesa ya no le basta con extorsionar al Poder Ejecutivo sino que pretende ordenar al Congreso de la Nación las leyes que tiene que derogar o promulgar para pagarle a un puñado de especuladores en mejores condiciones que las que aceptó el 93 por ciento de acreedores de buena fe. Concretamente, los fondos buitre pagaron 25 centavos por dólar y ahora piden 4 dólares. El 93 por ciento, en cambio, aceptó recibir 30 centavos por cada dólar, lo que terminó siendo un buen negocio porque Argentina creció ininterrumpidamente en la última década y pudo pagar todos los vencimientos acordados como nunca antes en su historia.

¿Cuál es el monto total del autodenominado “acuerdo” de Macri y cuál la ganancia de los fondos buitre? Todavía no conocemos el dato exacto. Lo que sí sabemos es que Macri ofreció a los fondos buitre dinero en efectivo. ¿Cómo planea conseguir estos fondos? Endeudándose por una cifra de 15.000 o 20.000 millones de dólares. Llegamos así a la siguiente conclusión: de manera encubierta, el gobierno de Macri está pidiendo al Congreso la autorización para realizar una de las operaciones de deuda más formidables de toda nuestra historia, sólo comparable con los tristemente célebres “megacanje” y “blindaje”. Además, según Clarín, los beneficiarios de este negocio serán los “sospechosos de siempre”: HSBC, JP Morgan, Santander, Deutsche, BBVA, Citi y UBS. Son los mismos bancos que le “prestaron” 5000 millones de dólares al BCRA hace pocos días. Lo que no se menciona es que para conseguir ese también autodenominado “crédito” el BCRA tuvo que poner como garantía 12.000 millones de dólares, es decir, más del doble. En resumen, en poco menos de 3 meses Macri va a endeudar al país en 20.000 o 25.000 millones de dólares, una cifra que supera las reservas internacionales en poder del Banco Central.

Para tener una idea de la inequidad (¿o de la ilegalidad?) que implica lo quieren presentar como un acuerdo que genera entre el 93 por ciento que apostó por la Argentina y el 7 por ciento que decidió especular e ir a juicio contra nuestro país, baste decir que nos vamos a endeudar para pagarle a ese 7 por ciento ¡en un valor que equivale a la mitad de la deuda que se le reconoció al restante 93! Así como se lee: el 7 por ciento de los acreedores se llevarán una suma que equivale al 50 por ciento de lo que se les reconoció al 93 por ciento de los acreedores. Esta “exitosa negociación” no es otra cosa que “hacer lo que dice Griesa y pagar”, calladito y contante y sonante.

El arreglo de Macri con los buitres contrabandea entonces una operación de endeudamiento gigantesca, cuyos detalles financieros y “comisiones” tampoco conocemos. Recordemos que la Corte Suprema acaba de confirmar el procesamiento del actual presidente del BCRA por las comisiones que se pagaron en el megacanje. La ganancia de los bancos va a ser doble: por un lado, las comisiones por emitir esos 20.000 millones, que si fueran del 2 por ciento significan nada menos que 400 millones. Pero, además, seguramente el precio de los bonos probablemente crezca no bien se anuncie el acuerdo.

Si mejoran los bonos en un 4 o 6 por ciento, la ganancia de los bancos puede llegar a 1000 millones adicionales. Lo que encubre esta inaceptable extorsión sobre el Congreso de la Nación para que derogue las leyes que exige un juez norteamericano (Griesa) es un posible negociado que podría llegar a 1400 millones de dólares.

Pero hay otros elementos centrales que aún se desconocen sobre el acuerdo. En primer lugar, mientras a Argentina se le pide derogar sus leyes, el juez Griesa va a “suspender” su orden, lo que no implica dejar sin efecto la sentencia sobre el pari passu ni garantizar que no queden más buitres sin entrar al acuerdo. El riesgo es, entonces, que nuevos fondos buitre repitan el reclamo y nuevamente impidan el cobro de los bonos. Si no se garantiza un acuerdo con el total de los “holdouts”, más adelante, un solo bonista con un solo bono puede llevarnos a la misma situación. Que no nos extrañe que sea el mismo Paul Singer o algún otro camuflado con otras plumas que vuelve al ataque.

En segundo lugar, si a los fondos buitre se les paga 10 veces más que al 93 por ciento de los acreedores, no sería extraño que en el futuro sean estos últimos los que reclamen un trato igualitario. Y tampoco sería extraño que los bonistas encuentren un juez que les dé la razón, incluso con mejor criterio que Griesa. Entonces lo que parece una solución se transformará en un problema inmenso. Ni Macri ni sus abogados han hecho nada para garantizar que este “acuerdo” no genere riesgos legales futuros para la Argentina. Total, el problema vendrá después... del enorme endeudamiento.

Por último, si Argentina avanzara por esta opción estaría quedando aislada del mundo. Sí, así como se escucha: la misma fuerza política que denunció durante años que las políticas del kirchnerismo nos “aislaban del mundo” son hoy las que encabezan una operación de endeudamiento que contradice los principios de reestructuración de deudas soberanas. Estos principios recibieron el apoyo de 136 países en el pleno de las Naciones Unidas, y fueron declarados de Orden Público mediante la ley N° 27.207. En particular, cabe recordar uno de los Principios fundamentales de la ONU, el Principio 5 de Trato Equitativo “impone a los Estados la obligación de abstenerse de discriminar arbitrariamente a los acreedores” y que cualquier arreglo individual “garantice la igualdad entre los acreedores y sea examinada por todos los acreedores”.

El apuro por “acordar” deriva de que todo el plan económico de Cambiemos parece basarse en el endeudamiento externo. Y derogar la ley de Pago Soberano es un paso clave para abrir esa puerta que nuestro país nunca tiene que volver a abrir. El inicio de un nuevo ciclo de endeudamiento, que comenzó con 5000 millones de dólares del BCRA y sigue con la emisión de 15 o 20.000 millones de dólares que nunca ingresarán a nuestro país y que irán a alimentar a estos carroñeros internacionales que son los fondos buitre. No sólo se violan así los principios en materia de deuda soberana de la ONU y se generan riesgos legales incalculables para el futuro, sino que es un retorno a los mismos errores que en el pasado condujeron a la Argentina a su peor crisis económica, política y social. De desarrollo, inclusión o pobreza cero, ni hablar.


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miércoles, 2 de marzo de 2016

LA IZQUIERDA SIN DIATRIBAS NI CODAZOS. AUSENCIA DE "ESCUELAS" DE FORMACIÓN POLÍTICA.

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AUSENCIA Y GRAVE CRISIS DE LAS "ESCUELAS" DE FORMACIÓN POLÍTICA.- Mirando la estructura de la Izquierda en América Latina, son muy diversos en su conjunto la cantidad de problemas propios, adquiridos o introducidos por el enemigo político de clase o que simplemente han estado presentes  o que en el propio proceso de las luchas sociales y políticas han sido adquiridos, como consecuencia  básicamente política o por no superar a tiempo un determinado problema, conflicto o porque ese problema se ha convertido en una verdadera traba, una atadura que no permite su real funcionamiento – por ejemplo el excesivo burocratismo de su dirigencia o del círculo que lo rodea o que vive a sus expensas. Resultado preliminar, que destruye todo el proceso es que el movimiento político – sus dirigentes, sus congresistas, sus “lideres” deslumbrados por el gobierno – pierden su contacto, su relación con la Ciudadanía, es decir, se está perdiendo la CONFIANZA que resulta ser la fortaleza social y la columna vertebral del movimiento político. Además es posible en la presente coyuntura de crisis del los movimientos políticos progresistas, democráticos y revolucionarios, encontrar las siguientes características:

En primer lugar este conjunto de problemas emergen o se presentan en diario devenir de los movimientos políticos, en segundo lugar en el “pobre” funcionamiento de los partidos políticos, en tercer lugar cuando en toda su estructura se ha introducido el virus venenoso de la corrupción: Partido Político, “clase política”, dirigencia, representación, etc. en cuarto lugar a nivel de la militancia – en los actuales tiempos políticos del neoliberalismo – es muy difícil, por no decir, imposible “educar” militantes en las “Escuelas del Socialismo”, no solo por la falta de trabajo político de las dirigencias en relación con las bases, en un escenario destruido respecto a  los valores personales y sociales; en quinto lugar. Desapareció totalmente la forja de Ciudadanía Política desde los Partidos Políticos, que al final representa su “base social y política” más importante y fortaleza de su funcionamiento.

En sexto lugar, las dirigencias de Izquierda de los gobiernos progresistas en América latina, han sido “capturados” políticamente por el éxito de ciertas políticas sociales, situación que no les ha permitido avanzar más allá del simple reformismo y asistencialismo; en séptimo lugar, los movimientos progresistas, han resultado anonadados políticamente por el crecimiento macro-económico situación que no permitió salir o avanzar más allá del extractivismo tradicional exportador de materias primas, proceso que favoreció íntegramente a una élite financiero-comercial exportadora de la llamada República Empresarial. En octavo lugar, fue difícil salir del viejo modelo de acumulación, una nueva década perdida, para tratar de ingresar a un nuevo proceso de diversificación productiva, realidad existente que empantanó el movimiento político. Se vivió en un sub-mundo de aplausos y falsas congratulaciones; en noveno lugar, esta compleja y múltiple realidad, turbulenta no permitió dar un paso gigante hacia adelante – salir del dominio y dependencia de las “viejas” dirigencias y “líderes”, básicamente convertidos en caudillos y en décimo lugar, la izquierda progresista, incluso los procesos pos-neoliberales, no tocaron en nada absolutamente el Poder del Estado. El estado no fue tocado ni con el pétalo de una flor, y hoy cuando vuelve la derecha política al gobierno, en pocos días, destruye todo lo avanzado en la superestructura por la izquierda progresista. Y tiempos políticos e históricos donde arranca con fuerza la arremetida “final” de la derecha política, la acusación principal, central CORRUPCIÓN.


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José Carlos Mariátegui. "El Amauta", la revolución, no es copia ni calco, es creación heroica de los pueblos.
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LA IZQUIERDA SIN DIATRIBAS NI CODAZOS.

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Eduardo Montes de Oca.

Rebelión miércoles 2 de marzo del 2016.


Últimamente, analistas zahoríes andan rumiando una idea que se impone con el vigor de la mismísima realidad que refleja. Mientras que, por lo general, la derecha suele cerrar filas, en aras de los “intereses creados”, la izquierda anda como resquebrajada, sin ponerse de acuerdo, en aguas cada vez más procelosas para los pueblos.

Pareciera que los reaccionarios responden a una sola voz a la hora de sus tretas, que en postrera instancia hoy apuntan a golpes de Estado parlamentario-comunicacionales y algunas de las cuales detalla, en la digital RT, el profesor Carlos Santa María.

La disyuntiva les resulta fácil, como de manual elemental: la vía violenta por intermedio de la invasión armada y la acción cruenta del derrocamiento, o el camino agresivo del debilitamiento ejecutivo-legislativo-judicial, ayuntado con una táctica económica soterrada aunque efectiva. Estrategia especialmente aplicada por las potencias imperiales, que no dudan en utilizar todas las formas de lucha. Ucrania y la defenestración de Víctor Yanukóvich, un ejemplo.

En estas latitudes, los gobiernos que no adoptan una actitud de vasallos sufren un embate especial, sobre todo los que han establecido sólidos lazos de amistad y comerciales con China, Rusia e Irán, entre otros. “Lo anterior ha traído un nivel alto de politización en varios países, en los que se desea elaborar caminos autónomos para recuperar sus riquezas básicas, construir proyectos comunitarios e invertir socialmente, criterios que están en contravía del sistema neoliberal y las élites que lo respaldan”. Y la amenaza es evidente. Advertir los casos de Argentina y Venezuela.

Esta panoplia contiene una operación muy en boga, que, conforme al investigador, consta de seis elementos fundamentales:

“1. Debilitar al Gobierno vigente a través de una estructura intensiva para destruir su credibilidad y, a su vez, la economía […] 2. Acciones donde el capital se entrega a manos llenas para incrementar la propaganda opositora, financiar a los empresarios que manejan la producción o comercio de productos alimenticios de primera necesidad, incluidos los tecnológicos, financiando la actividad de partidos, organizaciones, desarrollo de la protesta, junto a una vinculación directa a la banca multinacional. 3. Medios de comunicación. Se asume que el impacto propagandístico afecta la conciencia, aprovechando que la empresa particular posee como mínimo en espacio y propiedad más del 82 por ciento en América Latina, lo que le permite un espectro que garantiza su mensaje persuasivo, de oscurecimiento y propaganda. 4. Infiltración en las Fuerzas Armadas construyendo un vínculo […] que defienda el golpe parlamentario […] 5. Intervención política interna y externa. Implica la intromisión en asuntos internos de otros Estados a partir de potencias o naciones que sirven de pivote a éstas, para crear la matriz comunicacional que no provoque reacciones si una autoridad legítima es derrocada o destituida. 6. Uso del Parlamento para ´modificar´ el modelo o desprecio a éste”.

Según Santa María, cabe relacionar también la guerra civil de baja intensidad, y, cita a Juan Carlos Romero, quien menciona la presencia de una confrontación en un territorio a partir de las esferas mediáticas y virtuales donde una plutocracia tiene, además, el poder económico-tecnológico, despreciando al Legislativo. “El objetivo es destruir un sistema organizado de conquistas sociales y soberanía popular. Sus ideas coinciden con la metodología de los golpes parlamentario-comunicacionales, en tanto comparte la existencia de un laboratorio de logística conformado por investigadores especializados en el comportamiento social, segmentando a grupos determinados para indagar sus ideales, gustos, preferencias, pulsiones, defensas y rechazos, con el fin de estimular la superficialidad que conviene al sistema funcional y construir las nuevas preferencias por medio de la manipulación de los Medios. De igual modo, para conocer el ideario y conducta de los sectores populares con el fin de enervarlos hasta tal punto que su respuesta conduzca a la represión, detención, incluso el asesinato selectivo”.

La otra variable.

A manera de madero seco, en crepitante hoguera, interviene el conocido sociólogo Emir Sader, para quien las corrientes de ultraizquierda y los columnistas vinculados con esa visión son especialistas en hacer balances críticos de lo que han etiquetado como el fracaso de las otras variantes del mismo lado del espectro político. “Después de un silencio relativamente extenso, por no saber dar cuenta del prolongado éxito de los gobiernos progresistas de América Latina, se vuelcan hacia el tema del supuesto fracaso de los gobiernos de Venezuela, de Argentina, de Brasil, de Ecuador, cuando no de todos los gobiernos posneoliberales”. No devienen capaces de referirse a las extraordinarias transformaciones sociales que esos gabinetes han implementado en nuestras sociedades y que han hecho de ellos la izquierda del siglo XXI y referencia hasta para Europa, como en Grecia, España y Portugal.

Asimismo, obvian que esas administraciones, coordinadas, han sido las responsables del ahondamiento y la expansión de los procesos de integración regional, DEL MERCOSUR a la CELAC, pasando por la UNASUR, de forma independiente respecto a Estados Unidos. “Los mismos responsables de esas posiciones y su fracaso total –intelectuales latinoamericanos o europeos– siguen hablando con convicción de sus tesis, sin aprender nada del éxito de los movimientos sociales y fuerzas políticas que no han seguido sus propuestas, ni del descalabro de los que las han seguido”.

Empero, “el principal fracaso de la ultraizquierda fue no haber sabido comprender el carácter de la época histórica actual, de los grandes retrocesos a escala internacional. Siguieron haciendo sus planteamientos verbalmente radicalizados, sin darse cuenta de que el objetivo mayor de la izquierda hoy es derrotar y construir alternativas concretas al neoliberalismo, proyecto en que han avanzado tanto los gobiernos de América del Sur”.

Por otra parte, algunos sectores del ámbito en cuestión se han adherido a las tesis liberales en contra del Estado, apoyados en una “sociedad civil”, como si esa fuera una tesis factible. “No han salido de la fase de resistencia al neoliberalismo, sin participar de la disputa hegemónica del Gobierno y sin capacidad de construir fuerzas alternativas. Tienen la compañía de ONGs, pero están completamente distanciados de la historia concreta contemporánea de la izquierda realmente existente”. El futuro continúa siendo protagonizado por los factores y los liderazgos –como Evo Morales, Lula, Rafael Correa, Cristina Kirchner, entre otros– que disputan con la derecha y sus proyectos de restauración conservadora.

Aclara, el científico social, que las referencias fundamentales para entender la contemporaneidad proceden de la hegemonía imperial norteamericana. Para él ser de izquierda en la era neoliberal “es luchar por un mundo multipolar y por la construcción de un modelo de superación del neoliberalismo, de un modelo posneoliberal […] El modelo neoliberal surgió del agotamiento del modelo de desarrollo industrial comandado por las grandes corporaciones, que marcó el ciclo más grande de expansión económica del capitalismo”. La izquierda se reorganizó para resistir este estado de cosas y la acción gringa con éxitos dintintos.

En esta región, “el fracaso del modelo neoliberal y las luchas de resistencia permitieron elegir gobiernos posneoliberales en Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia y Ecuador”. Se integró así “una nueva izquierda, que ha incorporado la comprensión de las nuevas condiciones de luchas en el marco de las grandes y regresivas transformaciones por las que había pasado el mundo, en el final de la Guerra Fría y en el ascenso del modelo neoliberal. Líderes como Hugo Chávez, Lula, Néstor Kirchner, Evo Morales, Rafael Correa, pertenecen a esa nueva izquierda”.

Ahora, ¿por qué la admitida debilidad a nivel universal? Entre otras causas –ahí cabría el colapso de la Unión Soviética–, figura la adhesión de la socialdemocracia al modelo neoliberal. “Sea la incomprensión del rol de la hegemonía imperial norteamericana, sea las trampas en que ha caído respecto del neoliberalismo –en la Unión Europea–, lo cierto es que la izquierda del siglo XXI, posneoliberal, da ahora sus primeros pasos para constituirse, en países como Grecia y España, entre otros. Del fortalecimiento, constitución y la articulación entre los distintos sectores de la nueva izquierda –la izquierda del siglo XXI, la izquierda posneoliberal– depende la superación de la hegemonía imperial norteamericana y del modelo neoliberal”.

Superación en la que, según Frei Betto, mucho influirá el cuidado de la formación ideológica de la comunidad; entender que no se garantiza el apoyo general a los procesos dando al pueblo sólo mejores condiciones de vida, lo que puede originar en la gente una mentalidad consumista. Insiste en que en eso radica la falla en sitios que hoy acusan evidentes retrocesos. “Ahora tenemos que hacernos una autocrítica fuerte y preguntarnos cómo vamos a rescatar esos gobiernos progresistas desde el punto de vista de países como Venezuela, Argentina, Brasil”.

Llegados a este tema, algo sobresale, en nuestro leal saber y entender: la derecha acostumbra a formar trabadas legiones por la razón más que patente de los “intereses creados” –“poderoso caballero...”, apuntemos con el clásico–. Pero la izquierda… ah, la izquierda. Deberá unirse sin tantos codazos y diatribas entre sí, y aguzar la comprensión de las características nacionales para una brega contra el sistema que campea por sus respetos en el globo. Esto, si quiere que el mundo perdure.

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martes, 1 de marzo de 2016

EL SOCIALISMO DE HOLLANDE MUTA LIBERAL. El neoliberalismo más barato, burdo, torpe y salvaje.

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Final, final del desastre político del “viejo” Socialismo francés y su enterrador final nada menos que el propio Presidente de la República de Francia. Lo que hoy ejecuta por mandato de la Troika Europea – Bruselas – para nosotros en los 90’ el Consenso de Washington -, además del miedo y terror que hoy tienen estos gobernantes nada menos que a la sra Canciller Alemana, Ángela Merkel, la responsable político-financiero del neoliberalismo y sus políticas de austeridad absoluta – El “Estado desaparece”, ahora gobierna – pero es la dictadura más burda, ciega y nefasta del “dios” mercado – que no contento con las políticas de la flexibilización laboral o desregulación del mercado del trabajo, ahora, como punto final, de su desastre como gobernante – por haber ejecutado todo lo contrario de lo que prometió en su campaña política, es decir, más empleo, más inversión desde el Estado, defensa de los derechos de los trabajadores, etc.-  Ahora el Presidente Hollande y su primer Ministro  Valls, sustentan el proyecto de reforma presentado por la ministra de Trabajo Myriam El Khomri, “donde se arremete contra bases bíblicas de la izquierda: admite despidos en masa regulados mediante indemnizaciones a bajo costo según el estado financiero de las empresas, pone en tela de juicio el horario de 35 horas de trabajo por semana, estipula que las horas extras puedan ser pagadas por debajo de los acuerdos sectoriales. Los sindicatos acusan al Ejecutivo de haber vuelto “al Siglo XIX”. Manuel Valls les responde que son ellos quienes están “anclados en el Siglo XIX”. La coyuntura política global, en el escenario de un Mundo Multipolar, hoy nos brinda una extraordinaria oportunidad en la Política, para saber quiénes realmente somos en la Política, cual es nuestra Plataforma de Gobierno, en sí si queremos únicamente “adornar”, adormecer el mal histórico que genera el capitalismo salvaje, y para ello “modernizamos” aspectos  secundarios, adyacentes al problema central, la Poli-crisis, estructural del sistema capitalista o vamos más allá, sustentar y fundamentar una alternativa al neoliberalismo – salir del mundo oscuro, inhumano, salvaje y violento- del sistema actual.
Los Socialistas Europeos, “despertaron” políticamente a inicios de la presente década sustentando alternativas diferentes, distintas al neoliberalismo, pero su incapacidad, su atadura política a los viejos poderes dominantes, sucumbieron al poder del Poder dominante, y rápidamente cayeron como “niños” al pecho de Morfeo, en este caso al neoliberalismo impuesto por la Troika desde Bruselas y ante el Poder de poderes de la Canciller Alemana, y al final firman su Acta de Rendición y sometimiento total al designio de sus intereses más violentos e inhumanos: la cruel, fría y nefasta desigualdad económico-social, la crisis humanitaria, producto de la masiva migración, la guerra interna y externa, las políticas xenofóbicas y homofóbicas, emergentes y presentes en las campañas políticas y ahora como corolario final el Presidente francés ataca como los tantos gobernantes neoliberales – dictadores, traidores a sus propuestas o fieles servidores de las políticas del Foro Económico Mundial (Davos) o del Club de Bilderberg p los Nuevos Amos del Mundo, ambos o todos los demás poderes,  presentes por medio de la Troika europea. Igual, comportamiento político – pero no llegaron a la traición política – realizaron los Socialistas españoles, pero sí fue el descalabro final el papel que cumplieron los socialistas griegos, que firmaron su acta de defunción política. Al igual que la social democracia europea, los socialistas, que vienen desde finales del siglo XIX, definitivamente claudicaron a sus votantes, renunciaron en la práctica a sus postulados políticos y hoy son verdaderos “carniceros” de los derechos sociales de los trabajadores. La violencia  como liquidan derechos históricos hoy es el mejor testimonio de su rendición y sometimiento absoluto a los intereses políticos del neoliberalismo mundial.
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Los sindicatos acusan al Ejecutivo de François Hollande de haber vuelto “al siglo XIX”.
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EL SOCIALISMO DE HOLLANDE MUTA LIBERAL. El neoliberalismo más barato, burdo, torpe y salvaje.
La Reforma Laboral en marcha, admite despidos en masa, regulados mediante indemnizaciones a bajo costo.
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El último acto de esa “mutación” que descalabró a la izquierda es una reforma laboral que responde a los lineamientos de Bruselas y Berlín y que ni siquiera los gobiernos conservadores anteriores osaron presentar.
Eduardo Febbro
Página/12 En Francia
Desde París martes 2 de marzo del 2016.
Si alguien se anima a preguntar en Francia “qué es la izquierda”, un azorado y confuso flujo de explicaciones llenará un relato imposible. El mandato del socialista François Hollande habrá terminado la empresa de clarificación social liberal a pesar de que se hizo elegir con una plataforma de izquierda y su famoso himno “mi enemigo es la finanza”: el PS francés sufre, como lo reconoció el actual Primer Secretario del Partido, Jean-Christophe Cambadélis, “una crisis de mutación”. El último acto de esa “mutación” que descalabró a la izquierda es una reforma laboral que responde a los lineamientos de Bruselas y Berlín y que ni siquiera los gobiernos conservadores anteriores, entre ellos el muy liberal de Nicolas Sarkozy, osaron presentar.
El presidente Hollande y su primer ministro Manuel Valls sí dieron el paso y se proponen retocar el sacrosanto régimen del trabajo. Analistas de izquierda y de derecha apuntan que un gobierno socialista está completando el mandato de su predecesor liberal. El proyecto de reforma presentado por la ministra de Trabajo Myriam El Khomri arremete contra bases bíblicas de la izquierda: admite despidos en masa regulados mediante indemnizaciones a bajo costo según el estado financiero de las empresas, pone en tela de juicio el horario de 35 horas de trabajo por semana, estipula que las horas extras puedan ser pagadas por debajo de los acuerdos sectoriales. Los sindicatos acusan al Ejecutivo de haber vuelto “al Siglo XIX”. Manuel Valls les responde que son ellos quienes están “anclados en el Siglo XIX”. Más allá de esta propuesta, es el conjunto de la izquierda francesa la que está en la cuerda floja. Con una constancia muy aplicada, Hollande ha borrado las fronteras entre los principios de acción de la izquierda y los de su antaño “enemigo” liberal. La confrontación se instaló hoy con dos antagonistas irreconciliables: la línea reformista socialliberal modernizadora de Valls y una socialdemocracia clásica cuya mejor exponente es la ex ministra de Trabajo y autora de ley sobre las 35 horas de trabajo semanal, Martin Aubry. En las páginas del vespertino Le Monde, esta dirigente socialista firmó un contundente alegato contra la política gubernamental junto a otros 18 dirigentes de la izquierda e intelectuales. El texto titulado “Salir del camino sin salida” plasmó el carácter irrecuperable de cualquier conciliación. La tribuna acota que “no basta con reivindicar un reformismo social para merecer ese título. No hay ni verdadera reforma, ni nada social en muchas de las políticas que se llevan a cabo desde hace dos años. En esas políticas encontramos propuestas sacadas del campo de enfrente, que no tienen nada de modernas y son ineficaces”. El texto clama un “esto es demasiado” y dinamitó la ya ficticia convivencia entre socialdemócratas y socioliberales. Martine Aubry es una referencia del PS francés. Fue la ministra de trabajo que batalló contra el patronato para hacer votar la ley de las 35 horas de trabajo semanales, fue Primera Secretaria del Partido y fue ella quien lo puso en orden de batalla hacia la victoria de Hollande en 2012. Pero desde ese entonces, la línea gubernamental asumió un perfil social liberal que llevó al Partido Socialista a perder sucesivamente cinco elecciones consecutivas, entre ellas las europeas, las municipales, las regionales y las departamentales.
El mandato de Hollande se ha caracterizado por una colección de renuncias a los enunciados de su plataforma electoral y, más ampliamente, a los núcleos que forjaron la identidad del PS. Hollande fracturó como nunca a la izquierda cuando, luego de los atentados del 13 de noviembre en París, decidió inscribir en la Constitución el retiro de la nacionalidad francesa a quienes detenten dos nacionalidades y hayan estado implicados en actos terroristas. Esa medida ha sido una de las banderas de la derecha y la extrema derecha y terminó siendo aplicada por un Ejecutivo socialista. Con ella se rompe el sacrosanto principio de igualdad porque, de hecho, se crean dos categorías de franceses. Por ello, en la tribuna publicada por Le Monde, los firmantes se preguntan “qué quedará de los ideales del socialismo cuando, día tras día, se hayan sepultado sus principios y sus fundamentos?” De las palabras, la dirigente socialista pasó a la acción. Ella y varios de sus partidarios anunciaron que querían abandonar los puestos que ocupan en la dirección del Partido Socialista.
Esos ideales socialistas han sido la retórica empleada para ganar las elecciones, nada más. Quienes hoy se oponen a que se levante la regulación son tachados de arcaicos, nostálgicos y antimodernos. Los socialistas críticos con el gobierno vaticinan una derrota fenomenal en las elecciones presidenciales de 2017. Ellos y otros sectores de la izquierda más radical han abierto otro debate en el seno de la izquierda exigiendo una “primaria” de toda la izquierda de cara a la presidencial del 2017. Pero son fuegos de artificios. La verdad es que el progresismo francés es un cuento de hadas en el que pocos electores creen. Dato inédito en los últimos siete años, las 5 centrales sindicales más grandes de Francia se han puesto de acuerdo para salir a la calle en marzo contra la política gubernamental. Con su reforma laboral, Hollande apuesta por su reelección. Este proyecto de ley que sacudió el último consenso que existía en la izquierda tiene como objetivo cumplir con lo que fue “la promesa” de Hollande, es decir, reducir el desempleo (más del 10,5 de la población). Apuesta incierta que, desde el vamos, acabó por descomponer a su propio campo.
El historiador Jacques Julliard retrató muy bien la hecatombe actual cuando, hace unos meses, en una entrevista publicada por el diario de derecha Le Figaro, consideró que “la izquierda francesa vive una crisis fundamental”. Fundamental quiere decir de esencias, es decir, de ruptura y negaciones profundas. Los social liberales del gobierno argumentan que las reformas actuales apuntan al progreso. Sin embargo, como lo recalca Julliard, “el pueblo tiene el sentimiento de una disociación: piensa que el progreso no apuntala más la justicia social”. El quiebre es considerable y deja a millones de personas perdidas entre retóricas tecno seductoras y realidades que significan retroceso. Nadie niega que se requieren retoques, cambios y reformas para adaptar la regulación de otras épocas al mundo de hoy, pero la mutación va, para muchos, demasiado lejos y deja en el camino lo que el progresismo francés construyó como idea y proyecto durante décadas: la irrenunciable igualdad.

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