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OTRO MUNDO ES POSIBLE: EL EZLN ZARPA DESDE MÉXICO HACIA EUROPA.
En Homenaje al Día de la Tierra 1 de agosto.
Laura Castellanos es periodista independiente mexicana, autora de los libros ‘México Armado 1943-1982’, ‘Corte de caja. Entrevista con el Subcomandante Marcos’ y ‘Crónica de un país embozado 1994-2018’.
La noche del 8 de agosto de 1994, tras la inauguración de la Convención Nacional Democrática (CND) convocada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en la Selva Lacandona del estado de Chiapas, una tormenta iracunda arrancó la lona bajo la que estábamos más de 6,000 simpatizantes y 700 periodistas. La odisea terminó en un naufragio en el anfiteatro de madera que fue construido para el encuentro.
El Subcomandante Insurgente Marcos había definido simbólicamente a la CND como el barco selvático de Fitzcarraldo, el Arca de Noé o un navío pirata. Era el espacio transgresor en el que el zapatismo, ocho meses después de cimbrar a México con su insurrección indígena, hizo navegar a intelectuales y sociedad civil para impulsar el derrocamiento electoral del Partido Revolucionario Institucional (PRI), enquistado entonces en el poder por 65 años, y la búsqueda de conformar un constituyente y crear una nueva Constitución.
Si bien esa iniciativa de la CND naufragaría políticamente después, con ese evento el EZLN mostró, por vez primera, su sorprendente imaginación, tozudez y capacidad de movilización contra el orden establecido. Hoy, tras 27 años, cuando México vive una crisis de violencia de género y el mundo una crisis sanitaria por el COVID-19, una tripulación zapatista hará una travesía real por ultramar a Europa, en su indoblegable lucha contra el capitalismo y en defensa de la vida.
Es la primera vez que sale del país un contingente de la organización que detonó el movimiento Altermundista, las protestas en Occidente contra la globalización que sacudieron el final del siglo XX. En ese entonces, su narrativa se hizo célebre al estar impregnada de frescura, provocación y la cosmovisión indígena, lo cual rompía con la rigidez y el dogmatismo histórico del discurso revolucionario. De forma enfática visibilizó la defensa de los pueblos originarios y de sus territorios en el amplio abanico de las izquierdas.
Siete tripulantes (cuatro mujeres, dos hombres, una persona trans) conforman la delegación marítima que partió en un barco pesquero desde el caribe mexicano el 3 de mayo. Otra delegación les alcanzará posteriormente por aire. Según sus comunicados, visitarán una treintena de países y participarán en espacios de reflexión e intercambio de experiencias con personas y organizaciones afines, para que sus luchas antisistémicas se nutran mutuamente. Advierten que en un futuro visitarán los demás continentes.
Su viaje por Europa irá a contracorriente de la reiterada petición del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, de que el rey de España pida perdón por la conquista de México. El 13 de agosto de 2021, fecha conmemorativa de los 500 años de la caída de Tenochtitlán, la delegación zapatista pretende estar en Madrid para decirle que no tiene por qué hacerlo, que los pueblos indígenas no fueron vencidos y están ahí, ante sus ojos, en resistencia contra el colonialismo capitalista.
Su periplo, si bien tiene una agenda global, zarpa de una urgencia nacional: denunciar la grave espiral de casos de feminicidio y desapariciones de mujeres en México —por eso ellas conformarán la mayoría de sus delegaciones—; el despojo y la destrucción de los territorios de los pueblos originarios por parte del Estado y el gran capital; la imposición de megaproyectos como el del Tren Maya; el desgarramiento de comunidades por la violencia organizada, y los asesinatos y desapariciones contra mujeres y hombres defensores ambientales.
Particularmente denunciarán el caso de Samir Flores, asesinado por oponerse a una termoeléctrica en Huexca, Morelos, e integrante del Congreso Nacional Indígena (CNI), al que pertenece el EZLN y que es la retícula de pueblos originarios más combativa en la defensa del territorio en México. Por eso integrantes del CNI también se sumarán a la delegación zapatista, al igual que el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de los estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala.
La expedición zapatista tiene ante sí varios desafíos: el primero es sortear los confinamientos sanitarios en Europa para concretar sus desplazamientos y reuniones, y librarse de contagios.
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LA TRAVESÍA ZAPATISTA DESBORDA AL MOVIMIENTO ANTIGLOBALIZACIÓN
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Por Raúl Zibechi |31/07/2021 | Otro Mundo es posible.
Rebelión sábado 31 de julio del 2021.
Propongo pensar la Travesía por la Vida que organiza el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) como la superación del movimiento antiglobalización que despegó en la década de 1990, recuperando las tradiciones de movilización internacionalista, pero, a su vez, superando algunas de las limitaciones que permitieron que fuera neutralizado.
A finales de la década de 1980 comenzaron a realizarse encuentros y concentraciones de los movimientos contra la globalización, en cada ocasión en que se producían cumbres del Banco Mundial, del FMI y otros organismos internacionales. En la década de 1990, nacieron coordinaciones internacionales, como Vía Campesina (1992) y la Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras (ATTAC, en 1998). Ese año nacieron la Acción Global de los Pueblos contra el Libre Comercio y la Organización Mundial de Comercio (OMC).
En 1999 se organizaron grandes manifestaciones en Seattle, (Estados Unidos) donde más de 50 mil manifestantes consiguieron abortar la reunión de la OMC. En adelante, cada reunión del G-7 o de los diversos organismos internacionales se topó con una contracumbre, cuya máxima expresión se dio en Génova en 2001, donde el movimiento sufrió una brutal represión.
En 2001 se realizó el Primer Foro Social Mundial en Porto Alegre, que fue replicado durante años en diversas ciudades del mundo. Fueron encuentros de movimientos, ONG y partidos donde predominaron la heterogeneidad y la diversidad por abajo y una tendencia homogeneizadora en las instancias de coordinación.
Como señala un excelente trabajo de tres miembros de Ecologistas en Acción (Luis González Reyes, Tom Kucharz y Beatriz Sevilla), estos encuentros estuvieron en la génesis del siguiente ciclo de luchas, que fue cualitativamente y cuantitativamente más importante: el movimiento indignado y de ocupación de plazas que eclosionó entre 2008 y 2011 en diferentes países (https://bit.ly/2VaElvk).
El movimiento contra la globalización, nombre que prefieren al de alterglobalizador o altermundialista, porque la globalización capitalista es la única existente, no consiguió sostenerse en el tiempo, en gran medida porque buena parte de sus referentes, en particular después de la crisis de 2008, optaron por incrustarse en las instituciones, como sucedió con Syriza en Grecia, con Podemos en España y en los países latinoamericanos donde hubo gobiernos progresistas.
Así, las potentes luchas en América Latina, así como el 15-M en la península ibérica y la primavera árabe, se diluyeron entre las contraofensivas de las derechas y la esterilidad del juego parlamentario. Lo cierto es que aquellas coordinaciones y contracumbres, con que se respondía a las cumbres del sistema, desaparecieron del mapa político.
Por el contrario, los zapatistas que convocaron el Primer Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo, en 1996 en La Realidad, nunca dejaron de organizar reuniones internacionales en estos 25 años, incluyendo la Escuelita que fue mucho más que un encuentro: una convivencia para el aprendizaje entre los de abajo en las comunidades, municipios autónomos y caracoles.
Creo que la Travesía por la Vida es la superación de las experiencias que acabo de reseñar de forma brevísima e incompleta. Lo es por varias razones.
Zapatistas Travesía por la Vida.
La primera, porque supera el concepto de ciclo de movilización o ciclo de protesta, concepto acuñado por el sociólogo Sidney Tarrow para explicar la acumulación de acciones en breve tiempo. Cuando finaliza un ciclo sobreviene la desorganización, la crisis del movimiento, su cooptación por el Estado o los partidos y las luchas decaen hasta casi desaparecer. Superar el ciclo implica la organización permanente, sin descanso, aunque la movilización no lo sea.
La segunda, consiste en ir más allá de la movilización reactiva contra gobiernos e instituciones, para presentarles demandas o impedir ciertas iniciativas. Se reacciona a la agenda del poder que, siendo necesaria e imprescindible para ponernos en movimiento, al no conseguir crear una agenda propia, nos deja como prisioneros de las iniciativas de arriba.
A mi modo de ver, esta es una de las mayores debilidades de los movimientos porque de ese modo no consiguen construir lo propio, lo que nos termina volviendo funcionales al sistema de dominación. El FMI y el Banco Mundial tienen su agenda, la van manejando a su modo y con sus tiempos, pero nosotros necesitamos nuestros tiempos y agendas para ser verdaderamente autónomos.
Por último, la Travesía por la Vida profundiza los modos anticapitalistas, contra el patriarcado y el colonialismo porque son encuentros entre los de abajo en los espacios cotidianos de quienes resisten, pagados por quienes luchan y no por ONG y gobiernos, para hablar de nuestras limitaciones y el modo de superarlas.
Quiero entender la travesía como un inmenso abrazo colectivo, para hacernos comunidades más fuertes, enfrentando juntas la tormenta.
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