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"Frente a la amenaza de un colapso financiero internacional, causado por la especulación irresponsable, los líderes mundiales no vacilaron en gastar centenares y centenares de miles de millones de dólares para salvar a los bancos que habían quebrado, que con menos de la mitad de esos recursos, habría sido posible erradicar el hambre en el mundo",
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Llamó la atención que esa situación podría empeorar "si consideramos que, en los próximos 40 años, la demanda por alimentos se duplicará por el efecto combinado del aumento de la población, de los ingresos y de la urbanización".
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Brasil y Chile responzabilizan a países ricos por hambruna.
Foto AP: El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, durante la ceremonia inaugural de la FAO.
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ROMA (AP) - _ Los presidentes de Brasil y Chile denunciaron el lunes la responsabilidad de los países ricos en el flagelo del hambre que afecta a más de mil millones de personas, de los cuales 53 millones están en América Latina, al intervenir en la sesión inaugural de la cumbre alimentaria organizada por la FAO.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvo que los líderes del mundo podrían haber eliminado el hambre si hubieran destinado a combatir el hambre la mitad de los fondos que otorgaron para salvar a los bancos quebrados en la crisis financiera internacional.
"Frente a la amenaza de un colapso financiero internacional, causado por la especulación irresponsable, los líderes mundiales no vacilaron en gastar centenares y centenares de miles de millones de dólares para salvar a los bancos que habían quebrado, que con menos de la mitad de esos recursos, habría sido posible erradicar el hambre en el mundo", afirmó.
Más de 60 jefes de Estado y de gobierno, entre ellos también los mandatarios de Paraguay y Venezuela, asisten en Roma a la Conferencia Mundial sobre la alimentación, en la cual intervino el papa Benedicto XVI.
Tras recordar que él personalmente conoció el hambre y que, al igual que millones de brasileños, tuvo que abandonar su región natal por esa razón, aseguró que su gobierno ha reducido en más de 20 millones las personas que sufren de hambre y disminuido en 62% la desnutrición infantil, "quebrando el ciclo perverso que perpetúa la miseria y la desesperanza".
Insistió que su relación con el hambre, la pobreza y la exclusión social es "una experiencia de vida, no una percepción intelectual", tras lo cual renovó su compromiso y de su gobierno de que su primera prioridad es "asegurar la alimentación y erradicar el hambre".
Lula recordó que la economía en su país estaba antes organizada para atender apenas al 60% de los brasileños, "dejando a los restantes entregados a su propia suerte: millones de seres humanos eran visto como estorbo".
"Cualquier esfuerzo por socorrerlos de la pobreza, de la exclusión y de la desigualdad, era visto y todavía algunos lo ven así, como asistencialismo o populismo", manifestó.
Señaló que esta situación cambió y "los millones que antes no encontraban un lugar en nuestra sociedad, pasaron a ser, poco a poco, seres activos".
Por su parte, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, coincidió con Lula en que "así como el mundo fue capaz de gastar billones de dólares para evitar el desplome económico, ahora es necesario un esfuerzo similar para evitar un desplome social".
"La dimensión más grave, importante y urgente de este desplome social es el hambre", expresó.
Llamó la atención que esa situación podría empeorar "si consideramos que, en los próximos 40 años, la demanda por alimentos se duplicará por el efecto combinado del aumento de la población, de los ingresos y de la urbanización".
Bachelet insistió en la responsabilidad de los países ricos, al afirmar que "muchos países desarrollados aún no cumplen su promesa de elevar la ayuda al desarrollo al 0,7%" de su Producto Interno Bruto (PIB).
Dijo que en Chile, en los últimos 20 años, tras el regreso de la democracia, "resolvimos nuestros problemas de seguridad alimentaria porque disminuimos la pobreza del 38 al 13% y la extrema pobreza del 13 al 3%".
Cumbre de ONU aprueba nuevo enfoque contra el hambre.
16 de noviembre de 2009.
Foto AP: El mandatario libio Moamar Gadafi, izquierda, y el director general de la FAO, Jacques Diouf,...
ROMA (AP) - Los gobernantes reunidos en una cumbre mundial alimentaria apoyaron el lunes una nueva estrategia para enfrentar el hambre y ayudar a los países pobres a alimentarse por su cuenta, pero sin ofrecer los fondos solicitados por las Naciones Unidas.
La cumbre, en sus primeras horas de sesión, aprobó su declaración final en una demostración de un amplio consenso.
Los países presentes prometieron un aumento sustancial en la asistencia a la agricultura en las naciones en desarrollo, de modo que los 1.000 millones de personas con hambre en el mundo sean más autosuficientes.
La cumbre se abstuvo de comprometerse a entregar una cantidad específica de los 44.000 millones de dólares anuales en ayuda agrícola que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación estima necesarios en las décadas venideras.
La institución de la ONU, que alberga el encuentro de tres días en sus oficinas en Roma, había esperado también que los países pusieran el 2025 como la fecha límita para la erradicación del hambre. Pero la declaración se enfocó, en cambio, en un compromiso adoptado hace nueve años para reducir a la mitad el número de personas con hambre para el 2015.
Poco antes que los delegados aprobaran el documento, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, hizo un llamado a los países ricos y poderosos para enfrentar la "inaceptable" hambre en el mundo.
"El mundo tiene alimento más que suficiente", dijo Ban a las representaciones asistentes. "Todavía, hoy en día, más de 1.000 millones de personas tienen hambre. Esto es inaceptable".
El papa Benedicto XVI figura entre los oradores programados para el lunes, con la intención de aportar su autoridad moral a lo que los directivos de la ONU esperan que sea un firme comienzo para cambiar la política sobre la ayuda en momentos en que el hambre es padecido por una de cada seis habitantes del planeta.
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El papa Benedicto XVI figura entre los oradores programados para el lunes, con la intención de aportar su autoridad moral a lo que los directivos de la ONU esperan que sea un firme comienzo para cambiar la política sobre la ayuda en momentos en que el hambre es padecido por una de cada seis habitantes del planeta.
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