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En Davos estamos debatiendo sobre tres cuestiones muy importantes: la velocidad de la recuperación, las incertidumbres globales, y gobernanza. Davos es particularmente importante este año porque en el periodo 2002-2008 la economía global iba muy bien y todo el mundo estaba bien, aunque algunos mejor que otros. La gran crisis en 2008-2009 empujó a la gente a centrarse en cómo gestionar la situación a corto plazo. Y en 2010 empezamos una nueva década y a la vez que pensamos en salir de la crisis a corto plazo, hay una gran oportunidad para recalibrar
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"La economía será más débil en la segunda parte de 2010".
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Antonio León. Davos (Suiza)
El Economista.es 3 de febrero del 2010.
Mark Spelman, director global de Estrategia de Accenture, es uno de los integrantes de la delegación que este año ha enviado al Foro Económico Mundial esta compañía internacional de consultoría de gestión, servicios tecnológicos y outsourcing. La importancia de la tecnología, de la globalización y los retos que obligan a las empresas a reinventarse son los elementos que configuran el mantra que los grandes jefes de Accenture aportan en 2010 a los debates en Davos. Objetivo: que la economía crezca "a pesar del incremento de la reglamentación".
¿Qué nos deparará la economía mundial en 2010?
En Davos estamos debatiendo sobre tres cuestiones muy importantes: la velocidad de la recuperación, las incertidumbres globales, y gobernanza. Davos es particularmente importante este año porque en el periodo 2002-2008 la economía global iba muy bien y todo el mundo estaba bien, aunque algunos mejor que otros. La gran crisis en 2008-2009 empujó a la gente a centrarse en cómo gestionar la situación a corto plazo. Y en 2010 empezamos una nueva década y a la vez que pensamos en salir de la crisis a corto plazo, hay una gran oportunidad para recalibrar. En Davos este año hay muchas discusiones importantes sobre cómo avanzar.
¿Arraigará la recuperación?
Será una recuperación con varias velocidades. Vemos crecer con fuerza a Asia, con China e India al frente. En Europa y Norteamérica es más lenta. Uno de los mensajes es que no tenemos una imagen úniforme ni en el mundo ni en Europa, dada la diferencia entre las cuestiones cíclicas y las estructurales. En Europa hay ciertos países que tienen problemas estructurales relacionados con el tamaño de la deuda pública. El problema con las deudas públicas elevadas es que se ve más limitado el nivel de libertad de los Gobiernos para apoyar consumo o inversiones, y esto tendrá un impacto en 2010. Muchas previsiones para este año apuntan que la primera mitad será más fuerte que la segunda. Al aumentar la deuda pública hay que pagar más intereses y queda menos dinero para gastar.
¿Otros problemas?
Es importante destacar la deuda de los consumidores. En ciertos países hay niveles muy elevados de deuda entre los consumidores.
¿Habla de España?
España, Reino Unido también. España está atravesando un momento particularmente duro. Y el problema con la deuda de los consumidores es que, ahora que sube el paro, la gente quiere pagar la deuda y aumentar sus ahorros, de manera que hay menos dinero para consumir. Si baja la demanda interna en la economía, las exportaciones son más importantes aún. Otro problema está en los países en los que han explotado burbujas, especialmente en vivienda, lo que también deja menos dinero para el consumo.
¿Qué países europeos saldrán antes de la crisis?
El país que es muy interesante en Europa es particularmente Alemania, que aunque tiene grandes responsabilidades para sostener el euro, su situación económica, su base manufacturera y su capacidad exportadora hará que se beneficie de la recuperación en Asia. Cuando la recuperación gane velocidad en 2011 y 2012, Alemania estará en mejor posición que otros. Además hicieron un buen trabajo en moderación salarial y flexibilidad del mercado laboral. Ahora recogerán los frutos.
¿Ve más incertidumbres?
Las empresas tendrán todavía que enfrentarse a incertidumbres como si los bancos ya han saneado sus activos tóxicos. También está la incertidumbre sobre los paquetes públicos de estímulo, que no se pueden mantener para siempre y habrá que ver qué ocurre después. Otra incertidumbre son los desequilibrios comerciales, que no han cambiado fundamentalmente: algunos países consumiendo en exceso, y otros produciendo y ahorrando. Y la cuarta son los tipos de cambio entre las divisas, porque claramente estamos ante un dólar débil, una libra esterlina débil, el euro probablemente siga fuerte y dificultará las exportaciones a ciertos países europeos. Y habrá que ver si las divisas asiáticas se reequilibran con respecto al dólar.
¿El precio del petróleo?
Las materias primas estarán bajo presión según China e India se recuperan. Pero la demanda ha caído un 3 por ciento como resultado de la crisis, cuando todas las previsiones decían que aumentaría un 1 por ciento. De manera que hay capacidad de sobra en el sistema y mi previsión es que los precios seguirán estables en 2010. No vamos a ver la volatilidad de 2008. La vuelta de Irak al mercado es una buena noticia porque las previsiones es que a lo largo de los próximos 10 años Irak podría pasar de 2 o 3 millones de barriles al día hasta 10 si no hay problemas. Hay muchas inversiones a largo plazo en Irak de empresas como BP, Shell o Total. Creo que será otro amortiguador, típicamente Arabia Saudí ha amortiguado las crisis. Si Irak sigue políticamente estable, ayudará a equilibrar la oferta y la demanda. Pero hay que reconocer que China es crucial, muchas materias primas están muy influidas por el desarrollo chino. En 2010 se mantendrán estables, pero luego podrían escalar con la recuperación en Asia.
En Davos también se está hablando de gobernanza global.
El mensaje aquí es que cada vez vemos más interdependencia económica global, mientras que las decisiones políticas son cada vez más nacionales. Uno de los desafíos, que es la razón por la que se sigue hablando de la lucha contra el cambio climático y sobre la reglamentación financiera, es porque tanto en lo medioambiental como en los sistemas financieros los mecanismos de gobierno están teniendo dificultades en seguir el ritmo de la economía real. Por eso en Davos estamos viendo como adaptar la gobernanza a un mundo más global.
En Davos se acusa de populismo y demagogia las propuestas del presidente Obama para reformar la regulación financiera.
Tenemos que tener cuidado para que la reglamentación sea inteligente y no excesiva. Está claro que queremos beneficiarnos del comercio y la globalización, de la innovación y del crecimiento, pero también que no podemos dejar los mercados completamente a su aire porque también queremos estabilidad. Existe el riesgo de que terminemos hablando de los bonos de los banqueros y del tamaño de los bancos. Cuando uno de los temas reales es cómo los bancos gestionan el riesgo para que no vuelvan a exponerse en exceso. Hay progresos que se pueden hacer en el ámbito nacional, pero hace falta coordinación global porque si se establecen en un país requisitos de capital en un país más elevados que en otro, esto creará una distorsión de la competencia.
¿Qué otros temas hay que reformar en los bancos?
Tiene mucho sentido alcanzar una visión global de los ratios de capital de los bancos, y todos los bancos en los últimos meses se han movido en esta dirección. También fue interesante que durante la crisis los bancos centrales trabajaran juntos hubiera mucha coordinación. Necesitamos más diálogo entre bancos centrales y reguladores para garantizar que haya marcos comunes.
Accenture dice en Davos que las empresas se tienen que reinventar ¿Reinventar no es una palabra un poco exagerada?
Con la recesión la atención estaba en el crédito y en los costes. Las empresas tenían que garantizar su liquidez y recortar sus cortes. Ahora hay tendencias importantes para equilibrar la visión a corto plazo y a largo plazo. Gestionar la liquidez y los costes sigue siendo muy importante, pero también ver que en la economía global Asia y Latinoamérica crecen con fuerza. Y que para que una empresa crezca, además de EE UU y Europa, hay que estar en esos nuevos mercados. Al llegar a nuevos mercados hay que adaptar los productos y los servicios. Los gustos son diferentes, de modo que puedes tener la misma marca, pero con gustos diferentes.
¿Qué otras tendencias hay?
La otra gran tendencia es la tecnológica. Por ejemplo, el poder de un chip crece un 2 por ciento al mes. Eso significa que hay mucho más poder de procesamiento disponible. Y eso se combina con la nube [basar las operaciones en Internet], con el crecimiento de los teléfonos móviles, etcétera. La entrada en nuevos mercados y la aceleración tecnológica están cambiando enormemente los modelos de negocio, la relación entre la oferta y la demanda.
Quien combine estos dos factores estará entre los ganadores.
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