jueves, 26 de enero de 2023

LA CELAC Y LA REBELIÓN PERUANA. ¿POR QUÉ LA VIOLENCIA POLICIAL ES INVISIBLE PARA MUCHAS PERSONAS EN PERÚ?

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Dos Artículos de Profesionales internacionales como ven el Movimiento Político actual, desde la perspectiva del CELAC – el pronunciamiento de varios Presidentes Constitucionales como Chile, Colombia, México, Argentina. Honduras, etc. Y como se analiza desde el exterior el problema de la represión y la campaña mafiosa del terruqueo para justificar la represión y la eliminación del enemigo. Invitación a su Lectura.

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LA CELAC Y LA REBELIÓN PERUANA.

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Por Ángel Guerra Cabrera | 26/01/2023 | Opinión

Fuente Rebelión jueves 26 de enero del 2023.

A propósito de la vigorosa rebelión peruana, creo imprescindible subrayar el papel decisivo de los pueblos y de sus luchas políticas y sociales en la gestación y el avance de los gobiernos progresistas.

De la misma manera que este avance fue indispensable en la generación de una arquitectura de organizaciones regionales o subregionales, entre ellas la CELAC, que buscaban la unidad e integración de América Latina y el Caribe. Pues si surgió Hugo Chávez, un primer ciclo de gobiernos progresistas y la mencionada arquitectura en el tránsito del siglo XX al XXI mucho tuvo que ver en su gestación el caracazo y, en general, un ciclo de dura resistencia popular latinoamericana y caribeña contra las políticas neoliberales.  Estas, mediante multiformes movilizaciones populares ahora lograban imponer su hegemonía mediante el sufragio. Algo impensable, salvo contadas excepciones, unos años antes. Todavía no se ha discutido a fondo el papel de los movimientos armados y los de militares patriotas para posibilitar a las organizaciones revolucionarias progresistas llegar al gobierno por vía electoral.



Pero las fuerzas revolucionarias, democráticas y progresistas enfrentan hoy nuevos y graves desafíos. El más importante de ellos es el ascenso de las extremas derechas y del neofascismo, dispuestos a utilizar todos los medios para derrocar o desconocer las victorias de las fuerzas progresistas, como hemos visto recientemente en Brasil o se observa en Argentina con hechos tan ominosos como el intento de asesinato de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner y las embestidas contra la democracia del partido judicial aliado al macrismo. O, en los días previos a la VII Cumbre de CELAC, las provocaciones y actos de violencia contra el presidente Nicolás Maduro que preparaban las fuerzas políticas vinculadas al ex presidente Macri y sus amiguetes de Miami, siempre asociados a las embajadas de Estados Unidos e Israel. El tiro les salió por la culata pues no pudieron conseguir su objetivo de reventar la reunión y aunque el presidente Maduro se abstuvo muy acertadamente de viajar, la presencia venezolana y bolivariana fue muy activa.

Mientras tanto, en Perú continuaba con la mayor pujanza el único movimiento popular a escala nacional movilizado en toda su historia tras demandas políticas, según lo catalogaba Héctor Béjar, uno de los intelectuales y luchadores sociales más lúcidos del país. Y agregaba: estamos en un proceso destituyente del antiguo sistema y constituyente de uno nuevo. Y lo más probable es que… si este movimiento subsiste y se incrementa, la demanda por una Asamblea Constituyente y una nueva Constitución, continuará creciendo hasta hacerse hegemónica.



En otras palabras, la dictadura parlamentario-militar-mediática de extrema derecha implantada plenamente en el país andino después del golpe de Estado contra el presidente constitucional Pedro Castillo ha cerrado los caminos políticos. Pero el hecho de gran notoriedad política es que el creativo movimiento popular peruano está demostrando, con valentía e inteligencia, que, no obstante la feroz represión policial y militar de la señora Boluarte, puede reabrir esos caminos y, eventualmente, llegar a imponer su agenda a través de la movilización de masas.  Después de ser derrotada la extrema derecha regional en su intento de abortar la cumbre de la CELAC en Buenos Aires, en Perú se gesta lo que podría ser otro gran derrota para ella, si el movimiento popular, como ha sido apuntado antes, consiguiera hacer hegemónicos sus reclamos de convocatoria a una Asamblea Constituyente y la redacción de una nueva Constitución que revoque la fujimorista, en vigor actualmente, Debe considerarse que quechuas y  aimaras, fundamentales protagonistas de la  rebelión peruana, junto a estudiantes, trabajadores, pequeños empresarios y cada vez más regiones y capas de la  población que se les suman, no pueden haber  dejado de tomar nota de la contundente victoria  de sus hermanos bolivianos contra el golpismo y la dictadura que pretendieron tronchar su proceso emancipador.

La VII Cumbre de la CELAC puede calificarse de histórica.   Con la presidencia argentina continuó el camino de reanimación de la unidad e integración latino-caribeña tan brillantemente iniciado por México y relanzó, con la importantísima reincorporación del Brasil de Lula, una nueva etapa muy prometedora de trabajo. Con la elección como nuevo presidente pro tempore de San Vicente y las Granadinas, por primera vez recae esa responsabilidad en el Caribe de habla inglesa. Su experimentado primer ministro, el capaz Ralph Gonsalves seguramente le dará un nuevo impulso. Fueron muy notables las condenas, reiteradas en varios documentos, al criminal bloqueo a Cuba y la exigencia para que Washington la excluya de su espuria y dañina lista de países supuestamente promotores del terrorismo, otra terrible vuelta de tuerca al bloqueo.

@aguerraguerra

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¿POR QUÉ LA VIOLENCIA POLICIAL ES INVISIBLE PARA MUCHAS PERSONAS EN PERÚ?

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Por Marco Avilés | 26/01/2023 | América Latina y Caribe

Fuente Rebelión jueves 26 de enero del 2023.

 

Durante ya casi seis semanas, los mensajes del gobierno (amplificados muchas veces por sus aliados políticos en las redes sociales y medios de comunicación) se han concentrado en reforzar una asociación clave: manifestante = terrorista.

En una conexión en vivo, el camarógrafo o camarógrafa de un noticiero logra captar el momento exacto en que una policía golpea y lanza al suelo a una mujer detenida, durante la intervención del gobierno en la Universidad de San Marcos, Lima.



En este video podemos ver nuevamente a la misma mujer policía (Y. Zuta V.) maltratando a otra humilde hermana de los andes, a quien grita, jalonea, empuja y arrancha el celular para que no registre el abuso policial que cometían con ella y otros hermanos en San Marcos.

La escena es brutal. Pero lo más alucinante del clip es que, mientras eso ocurre, el camarógrafo o camarógrafa se esfuerza en mostrar ese episodio de violencia, el conductor del programa está más preocupado por la reja que todo el mundo vio siendo derribada por un tanque policial. Y por eso, desde el set le pregunta a la reportera en la calle:

- ¿Esa reja ha sido derribada por policía o por alumnos?

Ese pequeño momento, en apariencia insignificante, contiene una parte esencial del clima en que vivimos en el Perú. Durante ya casi seis semanas, los mensajes del gobierno (amplificados muchas veces por sus aliados políticos en las redes sociales y medios de comunicación) se han concentrado en reforzar una asociación clave: manifestante = terrorista. No importa por qué protesta una persona ni cómo lo hace, el manifestante es un terrorista al que hay que anular incluso antes de que pueda empezar a manifestarse y sin presencia de fiscales. Los llamados «actos vandálicos» contribuyen de manera eficiente con su espectacularidad a solidificar esa idea. Sean reales o fabricados, son la «evidencia» que el ‘terruqueo’ necesita.

Los mensajes de ‘terruqueo’ son ametrallados 24/7 por el gobierno, congresistas, periódicos, noticieros, amplificados de forma orgánica por redes como Whatsapp, de manera que el clima social e ideológico que respiramos es uno donde, para muchos, las personas que protestan ya no son personas: son enemigos. Vándalos o a punto de serlo. Y, como enemigos de la patria, merecen odio y castigo inmediato, en el mismo lugar de los hechos, sin investigación ni proceso judicial de por medio. El lenguaje y la propaganda cotidiana alimentan ese sentido común donde «los buenos ciudadanos» nos enfrentamos básicamente a monstruos antisociales.

Intervención militar fujimorista en San Marcos 1992. Intervención de la señora Boluarte en enero del 2023.
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Entonces, si una policía golpea a una «terrorista», en realidad no está golpeando a un ser humano, sino al enemigo. Y estamos ante una violencia -la del Estado- que se ha vuelto ya no solo tolerable sino invisible, parte del paisaje, y hasta deseable.

Por eso, un periodista que cree que efectivamente la Policía está interviniendo y salvándonos de terroristas alojados en la universidad de San Marcos, ya ni siquiera tiene que tomar la decisión antiética de ocultar la violencia policial. Ocurre que, para su lógica, esa violencia que otras personas advierten no es violencia sino pura rutina policial. Quizá por eso el presentador no «ve» (o decide no ver) lo que el camarógrafo intenta mostrar, la golpiza a una mujer, y más bien se interesa por el estado de los objetos.

El «terruqueo» es una herramienta útil para un gobierno autoritario y populista, pero también tiene un inmenso costo social. Las heridas y violencias que «el terruqueo» cultiva no se borran así nomás después de las elecciones. De hecho, el «terruqueo» es parte de nuestra inacabable posguerra: aunque ya la mayoría de los actores de ese momento desaparecieron de la vida pública, los políticos en actividad no están dispuestos a que el lenguaje de esos años y su violencia se vayan también mientras les sean útiles.

Blog del autor: Choloblog.

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