jueves, 4 de abril de 2013

CHILE: “Hoy el movimiento social tiene política e independencia”. Entrevista a Roxana Miranda, Candidata Presidencial.

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Como luchador social y periodista, para mí Roxana, tú eres la Salvador Allende del siglo XXI en Chile, actualizada e independientemente de las diferencias formales y contextuales. Tú manifiestas el proyecto político amplio de muchos que luchan de distintos modos desde el anti-capitalismo y el antiimperialismo para dar los pasos necesarios hacia una sociedad post-capitalista, una sociedad otra, radicalmente democrática y humanista. Hace poco, a través de una carta pública, invitaste a otros candidatos presidenciales del progresismo que están a la izquierda de la Concertación para saldar en una primaria abierta y democrática al candidato definitivo que tercie en el duopolio. ¿Cuál ha sido la respuesta? “Nosotros continuamos impulsando esta propuesta y convergencia, pese a los egos tremendos que hemos debido enfrentar lamentablemente (yo los llamo ‘ombligos con piercing’). Me parece que algunos de ellos simplemente no están preocupados de los intereses de las grandes mayorías y por eso no les interesa ir a unas primarias populares e incluso pretenden bajar candidatos ‘por secretaría’, acudiendo a las clásicas políticas pequeñas que tanto mal le han hecho a la sociedad chilena. ¿Cuál es el temor de medirse a nivel nacional, masiva y participativamente?”
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CHILE: “Hoy el movimiento social tiene política e independencia”.
Entrevista con la candidata presidencial anti-capitalista y anti-imperialista, Roxana Miranda.
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ALAI. América Latina en Movimiento.

 Andrés Figueroa Cornejo.

Jueves 4 de abril del 2013.

“Me han estremecido un montón de mujeres, mujeres de fuego, mujeres de nieve” (S.R.)

Roxana Miranda es la candidata presidencial de los movimientos sociales en lucha. Viene liderando peleas contra la miseria desde el liceo de un barrio empobrecido de Santiago. Pero donde cobró mayor notoriedad fue en las acciones directas tras la demanda por ‘una vivienda a precio de pobre’, el enfrentamiento contra los bancos y las políticas antisociales de los administradores del Estado en materia habitacional. Se domicilia en una población calificada de ‘peligrosa’ y su candidatura, lejos, es la que cuenta con menos recursos para enfrentar las elecciones presidenciales nacionales del próximo 17 de noviembre de 2013. Su comando de campaña funciona en un solidario sindicato de trabajadores tercerizados. Como tiene cuatro hijos adolescentes, al fin de las largas jornadas en medio de conflictos sociales de todo el país, Roxana llega a ordenar su casa ‘con un sentimiento de culpa grande porque los dejo solos mucho tiempo. Es difícil’.

-A 7 meses de las elecciones presidenciales en Chile no sólo va como candidata mujer Bachelet. Estás tú. A riesgo de parecer marciano, ¿Cuáles son las diferencias sustantivas entre tu candidatura y la de Bachelet?

“Ella representa al empresariado y al capitalismo. Yo soy una pobladora común y corriente puesta por decisión colectiva en una situación especial. Más que una candidata del pueblo, nosotros decimos que es el pueblo y su movimiento concreto el que entra a disputar en el terreno electoral. Y lo hacemos porque la madurez de los distintos movimientos sociales y todos juntos, también expresa nuestra vocación de poder a través de esta forma de lucha. La gran distancia con Bachelet es que nosotros somos parte de las grandes mayorías excluidas y abandonadas, los siempre usados como conejillos de indias para las políticas de los que mandan. Para esos pocos, sólo somos clientes, consumidores todos los días y cantera de votos cuando hay elecciones.”

-Los trabajadores y el pueblo de Chile ya tuvieron un gobierno de Bachelet entre el 2006 y el 2010. ¿Qué puede ofrecer de nuevo ahora?

“Más que ofrecer, Bachelet es el comodín entre la Concertación y la derecha tradicional. Bajo su administración profundizó las privatizaciones, criminalizó y reprimió a los pueblos indígenas, a los estudiantes, a los que luchamos por una vivienda digna, es decir, a todos quienes levantaron cabeza para reivindicar sus derechos. Fue el período en que más termoeléctricas atentatorias contra nuestro hábitat y nuestras vidas se aprobaron. Se incrementó el precio de las mercancías básicas. Al final de su administración, ella lanzó un bono único, ridículo y populista de $ 40 mil pesos (USD 84) por carga familiar, pero no fue suficiente ni para esmaltar superficialmente la mala vida de los chilenos.”

-Ante la crisis evidente de representación y credibilidad del sistema de partidos políticos, Bachelet aparece como una salvadora caída del cielo…

“Esa es la estrategia de su campaña. Frente a la simpatía de los liderazgos latinoamericanos populares, como lo fue Chávez y lo es Evo Morales, que arrancaron de crisis sociales, grandes luchas y descrédito de los viejos partidos, los asesores de Bachelet copian la forma.”

-La derecha tradicional se autodestruye extrañamente, dándose por derrotada, comportándose, en el fondo, como facilitadora para que gane Bachelet…

“Exactamente. ¿Por qué la derecha tradicional y sus medios de comunicación no descargan todos los errores, hechos de corrupción, muertes y políticas antisociales que ejecutó Bachelet durante su primer mandato? Porque ella les sirve para sus intereses. En la campaña, probablemente, le harán algunas acusaciones ‘de cortesía’ para parecer oposición y más nada. Otro aspecto de su campaña tiene que ver con ligar su imagen pública a una especie de ‘madre de la patria’, contenedora y acogedora.”

“Una alternativa unitaria después de tanto tiempo de dispersión”

-Como luchador social y periodista, para mí Roxana, tú eres la Salvador Allende del siglo XXI en Chile, actualizada e independientemente de las diferencias formales y contextuales. Tú manifiestas el proyecto político amplio de muchos que luchan de distintos modos desde el anti-capitalismo y el antiimperialismo para dar los pasos necesarios hacia una sociedad post-capitalista, una sociedad otra, radicalmente democrática y humanista. Hace poco, a través de una carta pública, invitaste a otros candidatos presidenciales del progresismo que están a la izquierda de la Concertación para saldar en una primaria abierta y democrática al candidato definitivo que tercie en el duopolio. ¿Cuál ha sido la respuesta?

“Nosotros continuamos impulsando esta propuesta y convergencia, pese a los egos tremendos que hemos debido enfrentar lamentablemente (yo los llamo ‘ombligos con piercing’). Me parece que algunos de ellos simplemente no están preocupados de los intereses de las grandes mayorías y por eso no les interesa ir a unas primarias populares e incluso pretenden bajar candidatos ‘por secretaría’, acudiendo a las clásicas políticas pequeñas que tanto mal le han hecho a la sociedad chilena. ¿Cuál es el temor de medirse a nivel nacional, masiva y participativamente?”

-Si tú perdieras esas internas, ¿estás dispuesta a abandonar tu candidatura?

“Por supuesto. Sin embargo, hasta el momento, las reacciones han sido egoístas. Si queremos que el pueblo mande en el país, naturalmente queremos que el pueblo en lucha, protagónicamente, construya su programa y elija a su candidato. Más allá de la propia izquierda, en términos convencionales, deseamos que el conjunto de los luchadores y luchadoras sociales, trabajadores, pobladores, estudiantes y pueblo hagan propio este proyecto para enfrentar al duopolio dominante. Mi candidatura en ningún caso se restringe a los miembros del Partido Igualdad, que ya es un compuesto de organizaciones diversas. Por eso mismo, cada día que pasa siento una responsabilidad mayor y no es posible ni políticamente ético farrearse la creación de una alternativa unitaria después de tanto tiempo de dispersión.”

La constituyente social.

-¿Cuáles son los pilares centrales que tú encarnas hacia la creación de una sociedad nueva?
“La transformación de la Constitución de la dictadura mediante una Constituyente Social, donde la gente la discuta, elabore y sancione. Y las propuestas elementales son el fin al lucro en la educación y establecer su gratuidad y excelencia; el fortalecimiento y superior presupuesto para una salud pública de calidad y el fin de las Isapres; una seguridad social solidaria que le permita vivir a nuestros jubilados con dignidad y, por tanto, el fin de las AFP; la condonación de la deuda habitacional social; un transporte colectivo económico y amigable; la democratización de los medios de comunicación; la regulación y supervisión de la propia gente. Derechos sociales garantizados y un salario mínimo de $ 450 mil pesos (USD 950) ya son un inmenso avance frente a tantas desigualdades e injusticias. Por lo menos para no vivir angustiado ( http://alainet.org/active/39525&lang=es ) como se vive ahora producto del endeudamiento, la inseguridad laboral y la incertidumbre.”

-¿Y qué ocurre con otros ámbitos que caracterizan la actual fase del capitalismo del despojo y la especulación financiera?

“Una Constituyente Social, sin duda, cautelaría los recursos naturales hoy arrasados por las transnacionales. Existen en Chile muchas agrupaciones de ambientalistas consecuentes. El especialista Héctor Kol (http://www.mapuexpress.net/content/publications/print.php?id=3345 ) ha dicho que quedan peces para pocos años más porque los empresarios de la pesca de arrastre ni siquiera se han preocupado de renovar las especies. Lo mismo ocurre con los bosques nativos y el agua, que usada para el relave de la gran minería se está convirtiendo dramáticamente en un bien escaso. Y está pendiente una reforma agraria de acuerdo a las necesidades alimentarias de todos y las formas que demanda la no destrucción del suelo.

Ahora bien, yo me imagino un país de personas que no buscan el lujo, sino que quieren dejar de sufrir enfermedades de salud mental y otras devenidas de la explotación y la desesperación. Una población que quiere vivir tranquila y con dignidad.”

“Estamos dispuestos a dar la vida por nuestra causa”.

-Al interior de las izquierdas hay todavía debates que contraponen la lucha electoral a las luchas sociales directas y a la construcción del poder popular. Entre las fuerzas que te acompañan, muchas vienen de las que hace un tiempo sostenían ese aparente antagonismo y otras fuerzas son eminentemente de base, locales, comunitarias. Y están las políticas. ¿Cómo se resuelve esa vieja discusión en torno a tu candidatura?

“Yo me formé en la lucha directa. Ya olvidé la cantidad de veces en que me golpearon, estuve presa y procesada. Obtuvimos conquistas parciales dadas las relaciones de fuerza que existen en Chile. Siempre desde abajo, ahora queremos disputar en el territorio político de los poderosos, pero sin transar nuestros intereses, principios y propuestas como mayoría vapuleada. La legalidad es un puño más de lucha para nosotros. Las distintas formas de lucha se potencian entre sí, no se anulan. Si ganáramos y fuéramos por la renacionalización del cobre, ¿tú crees que los dueños de todo cederían el principal recurso del país así como así? Jamás. Eso se logra con enormes fuerzas sociales en lucha. Hoy el movimiento social tiene política y autonomía; independencia de los poderosos y vocación de poder. Ya no nos conformamos con migajas. Y estamos dispuestos a dar la vida por nuestra causa, porque sólo el pueblo es capaz de defender sus propias conquistas.”
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martes, 2 de abril de 2013

“EN ESPAÑA HAY UNA DEMOCRACIA ZOMBIE”. El Profesor australiano Simón Tormey reflexiona sobre la crisis de la representación .

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El problema para mí es que en los últimos 200 años se nos ha dicho que podemos alcanzar esta autogovernança a través de la representación, que la mejor manera de organizarnos como una democracia es dejar que otras personas nos gobiernen, a las que pasaremos cuentas cada cuatro o cinco años. Durante 200 años un montón de gente ha creído en esto y ha estado contenta de votar y de promover esto, pero creo que, de forma generalizada, en todo el mundo la gente se está dando cuenta de que es una manera muy débil y empobrecida de entender la democracia. Además, permite una cosa muy peligrosa: que el poder se concentre en un pequeño número de personas, un pequeño número de intereses, a través de las personas que llamamos la élite. Las élites nos dan la impresión de que están rotando, y que tenemos gente fresca y nuevos políticos, cuando en realidad lo que tenemos es gente con el mismo bagaje, la misma riqueza, las mismas escuelas y las mismas identidades llevando la batuta. Ahora empezamos a ver que esto no es ni mucho menos democracia, sino poder de las élites sobre la sociedad, y que necesitamos repensar la relación entre el Estado y la sociedad, para que la sociedad pueda recuperar su control sobre la economía, la salud o la educación. Es por esto que me encanta la expresión española "democracia real", porque lo que esto significa es que la democracia que tenemos es una ficción, una especie de mentira, y ahora la gente la quiere desafiar. Esto implica que el pueblo debería llevar la batuta.
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! Queremosssssss Democracia Real, Ya ¡.
Continua el  Zombie Walk en las Plazas de España.
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“EN ESPAÑA HAY UNA DEMOCRACIA ZOMBIE”.

El Profesor australiano Simón Tormey reflexiona sobre la crisis de la representación y destaca las iniciativas sociales de renovación democrática.

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 Joao Franca.

eldiario.es. Rebelión martes 2 de abril del 2013.

Simon Tormey es profesor de ciencias políticas en la Universidad de Sydney. Su investigación actual se centra en la crisis de la democracia, y en particular en la crisis de la representación. El pasado 20 de marzo estuvo en Barcelona para conocer mejor el 15-M y los movimientos por una democracia real en España. Recibió a eldiario.es para esta entrevista en un bar del centro de Barcelona, ​​donde varios activistas le explicaban que seguían reivindicando un cambio, pero que las plazas ya habían quedado atrás.

¿La democracia está en crisis?

Para mí estamos en un momento muy interesante, porque los indicadores que utilizamos para medir la salud de la democracia representativa están todos en descenso. Las cuatro variables principales, que son las estadísticas de voto, la afiliación a partidos políticos, la confianza en los políticos y el interés en la política, están todas en descenso en todo el mundo. Es un fenómeno muy general, y no son sólo las estadísticas. Mi percepción observando movimientos radicales, que es mi interés, es que el modelo de política representativa, de partidos comunistas o socialistas, está siendo realmente rechazado en todo el mundo. Puedes ver toda una serie de iniciativas, como los zapatistas o el Foro Social Mundial o la tecnopolíticos y recibes el mismo mensaje; quieren huir de formas representativas de política, con liderazgos y manifiestos e ideologías, hacia formas de política donde los individuos tienen un rol autónomo y pleno en cualquier tipo de iniciativa.

¿Cómo definiría la democracia?

La democracia es algo muy fácil de entender, pero que se ha hecho complicada. Una manera de entenderla que me gusta mucho es la de Abraham Lincoln en el discurso de Gettysburg, cuando dijo que significaba gobierno por el pueblo, para el pueblo y del pueblo. La democracia es el autogobernanza de una comunidad sobre sí misma. En realidad es un concepto muy simple.

¿Y tenemos esto, ahora?

El problema para mí es que en los últimos 200 años se nos ha dicho que podemos alcanzar esta autogovernança a través de la representación, que la mejor manera de organizarnos como una democracia es dejar que otras personas nos gobiernen, a las que pasaremos cuentas cada cuatro o cinco años. Durante 200 años un montón de gente ha creído en esto y ha estado contenta de votar y de promover esto, pero creo que, de forma generalizada, en todo el mundo la gente se está dando cuenta de que es una manera muy débil y empobrecida de entender la democracia. Además, permite una cosa muy peligrosa: que el poder se concentre en un pequeño número de personas, un pequeño número de intereses, a través de las personas que llamamos la élite. Las élites nos dan la impresión de que están rotando, y que tenemos gente fresca y nuevos políticos, cuando en realidad lo que tenemos es gente con el mismo bagaje, la misma riqueza, las mismas escuelas y las mismas identidades llevando la batuta. Ahora empezamos a ver que esto no es ni mucho menos democracia, sino poder de las élites sobre la sociedad, y que necesitamos repensar la relación entre el Estado y la sociedad, para que la sociedad pueda recuperar su control sobre la economía, la salud o la educación. Es por esto que me encanta la expresión española "democracia real", porque lo que esto significa es que la democracia que tenemos es una ficción, una especie de mentira, y ahora la gente la quiere desafiar. Esto implica que el pueblo debería llevar la batuta.

¿Y cómo puede el pueblo llevar la batuta?

Esta pregunta es lo que me ha traído a España, porque no es fácil de responder. Hay una definición fácil de democracia, pero cómo operas el poder social, el control colectivo, son cuestiones que vienen de lejos. En particular en los últimos 200 años ha habido muchísimos movimientos de anarquistas, autonomistas, marxistas, incluso los bolcheviques, que han pensado mucho en esta cuestión, pero aún así los experimentos que ha habido sólo han tenido un éxito parcial. No hemos visto una sociedad totalmente democrática, o una democracia totalmente operativa. Esto es un reto para nosotros ahora. ¿Las nuevas tecnologías lo harán posible? ¿Podrá la mayor educación, la mayor alfabetización de los ciudadanos hacerlo posible? Por supuesto hay un gran obstáculo al ejercicio del poder social, que es que muchas de las cosas importantes de controlar se dan más allá del Estado-nación. Cuando pensamos donde está el poder en el mundo, también pensamos en el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, las grandes multinacionales, Estados Unidos, China, ... Una gran cuestión es: ¿Cómo podemos tener una mayor autonomía sobre nuestras vidas, ejercer un control democrático de nuestras vidas, cuando el poder es transnacional y global en vez de local? Un gran reto de la teoría democrática es elaborar mecanismos y nuevas formas de pensar cómo el poder puede ser reconfigurado para que podamos ejercer un control.

¿Entonces cree que el Estado no es un marco para lograr una "democracia 
real"?

Creo que el Estado es uno de los marcos. Controlarlo te da bastante control. Puedes construir carreteras, financiar la educación, etcétera. Una de las cosas de las que se ha dado cuenta la gente en España en los últimos años es que la idea de que el Estado-nación es el único lado del poder es una ficción. La soberanía que atribuimos al Estado-nación está en cuestión. Tenemos la Unión Europea, tenemos las multinacionales, ... Pero también por debajo del Estado, tenemos regiones, ciudades, pueblos. Hay múltiples espacios de poder y soberanía. Y también tienes los individuos, que también quieren empoderarse y ejercer el poder. La vieja idea de que capturar el poder estatal te permitiría generar una sociedad más democrática, más socialista o más justa, desgraciadamente ha sido sobrepasada por el desarrollo desde finales del siglo XX, y en particular por la tecnología misma.

¿Por la tecnología?

La misma tecnología que te permite más oportunidades de interacción, permite negocios con más oportunidades para la diversificación, para tener trabajadores en el extranjero, para asegurarte la mano de obra más barata. La tecnología es un veneno y una cura. Es una herramienta de empoderamiento, pero también una importante fuente de poder para cualquier propósito. La ecuación es mucho más complicada que hace veinte años.

¿Pero cómo ve el futuro? Estamos en un momento de cambio?

Estamos en un momento de crisis porque el modelo de capitalismo que se ha estado llevando a cabo en los últimos 30 años no era sostenible. El capitalismo financiero permite una gran cantidad de especulación monetaria, de deudas y créditos que aportan enormes beneficios a los bancos. En 2007 este modelo saltó por los aires. Lo que ha dejado es una increíble confusión de deuda y desempoderamiento, porque se dedicó demasiado dinero y demasiados recursos a mantener los bancos y los estados, que luego deben volver a pagar a los bancos. Ahora se están recuperando como un borracho después de una gran fiesta. Todavía tenemos una terrible resaca, y no somos del todo capaces de ver bien o caminar rectos, pero lo que sí tenemos es movilización. La gran esperanza de todos los que están interesados en política es que la gente corriente haya visto que este modelo no funciona y que estén experimentando pensar colectivamente en nuevas formas de poder social, de iniciativas económicas, de iniciativas democráticas. Hay mucha creatividad. Nunca en mi vida adulta había visto gente tan poco dogmática como la que he visto en España.

¿Se está rompiendo con los dogmatismos?

En 30 años estudiando la política, ves que la mayor parte de la gente tiene una idea muy fija de cómo debe ser la vida y cómo deberíamos avanzar. En cambio en España tenemos un momento increíblemente importante en el que la gente está en diálogo, quiere aprender, discutir e ir más allá de las viejas maneras de pensar la política. Esto es una gran fuente de esperanza para mí. Que gente, sobre todo joven, que no está fijada por la ideología –no son comunistas o socialistas–, está pensando por sí misma y colectivamente, y son muy creativos y quieren probar cosas nuevas, nuevas herramientas. Es fantástico que incluso estos asamblearios quieran hablar de política, de estrategias e iniciativas que pueden implicar un público más grande en esta lucha colectiva para el futuro de la vida democrática.

¿Representa esto un cambio en los movimientos sociales? ¿Cree que antes 
no hablaban de la política institucional?

Ha habido un cambio masivo en los movimientos sociales en los últimos 10 años debido a la tecnología que tienen a su disposición. Ahora con Facebook o Twitter o todo tipo de medios como Wikipedia o las wikis, quedan atrás muchas de las características de los antiguos movimientos sociales, como el hecho de tener una agenda muy concreta –salvar las ballenas, abandonar la energía nuclear u oponerse a la UE, por ejemplo. Ahora tenemos una política mucho más plástica, lo que llamo política evanescente, que consiste en buscar lo común, tejer redes con otros, probar nuevos tipos de iniciativas y no pensar en la derrota. Si algo no funciona, pruebas algo diferente. Es un mix mucho más volátil, creativo e interesante de política que hace 20 años. Si miras los libros de texto sobre movimientos sociales, que describen el mundo alrededor de los años setenta y ochenta, es muy aburrido y previsible. Ahora tenemos esta increíble plasticidad y oportunidad gracias a las nuevas tecnologías al servicio de nuevos movimientos. Incluso la expresión "movimientos sociales" me suena aburrida y anticuada. No se trata ya de movimientos sociales, e incluso "redes" me suena anticuado. Es un estilo de política que se mueve: un día las redes, otro los movimientos, otro los partidos, ... Tenemos esta increíble energía híbrida en estos colectivos que básicamente busca todo tipo de nuevas maneras de desarrollar una agenda política. Es un momento muy creativo, muy interesante.



Capitalismo Zombi, "Made in Spain".
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Habla del colapso del modelo capitalista como causa de esta crisis democrática. ¿Cree que la democracia no es compatible con el capitalismo?

El problema es que la democracia ha sido muy compatible con el capitalismo hasta ahora. Creo que una democracia real consiste en el poder social, que es algo que va completamente contra el capitalismo. El capitalismo consiste en privatizar el poder, en que el poder siga al dinero: cuanto más dinero tienes, más poder ganas. Me parece una manera muy antidemocrática de pensar el poder. Una de las cosas que más interesantes de las que oigo hablar son los nuevos modelos económicos: bancos cooperativos, todo tipo de colectivos autónomos, la gente que busca desarrollar pequeñas iniciativas que los apartan de los grandes negocios y multinacionales. Creo que es una parte muy importante de la historia democrática. No tiene sentido tener un sistema que parezca mucho más democrático si la vieja estructura capitalista sigue en su sitio. Esto para mí sería una derrota, una victoria muy superficial para una idea de democracia real. Una democracia real no es eso, sino que es gente implicada en un proceso de toma de decisión colectiva sobre los aspectos más importantes de sus vidas. Y no hay nada más importante que la casa donde vives, el hospital que usas, la escuela a la que vas, la universidad donde estudias o tu lugar de trabajo. Si no puedes tomar parte en las decisiones en estos espacios no vives una vida muy democrática.

¿Estas decisiones no deben tomarse desde las estructuras estatales?

No. Me parece que estamos aprendiendo cómo tomar decisiones a gran escala en un contexto deliberativo, y los experimentos más importante en este momento van en este sentido. ¿Cómo puedes involucrar 1.000, 10.000 o 100.000 personas en una decisión? Me parece que el Estado español es uno de esos pequeños lugares del mundo donde se está haciendo más trabajo en este sentido. Y el resto de nosotros y el resto del mundo aprenderemos mucho de los españoles porque están a la vanguardia de esta nueva clase de experimentos, y el resto del mundo lo está observando con gran interés. Miramos aquí para que nos muestren algunas soluciones sobre cómo se puede hacer esto sin excluir gente, sin crear nuevas estructuras de poder, sin crear sistemas no-transparentes. Creo que los españoles entienden estos problemas mejor que cualquier grupo de activistas que haya conocido nunca.

A pesar de ello, el gobierno no está escuchando las reivindicaciones.

Cierto. Tenemos un momento de crisis en el que el modelo está en suspenso. Hay una gran movilización social, pero de momento no afecta a las estructuras del Estado. La gran cuestión para los activistas es cómo hacer que el Estado escuche. Creo que es una de las cosas interesante que estoy escuchando aquí. Hay claramente un gran debate entre los activistas sobre esto: quizás haya que hacer un partido político, pero otros dicen que no, que si haces un partido político te vuelves parte del problema que hay que solucionar. Es un debate muy creativo, porque no es un debate fijado, entre diferentes grupos que están muy adheridos a diferentes modelos, sino que es muy estratégico, sobre el momento histórico particular en el que se encuentra España, que es de un alto nivel de movilización y politización y aún así, los partidos, el Estado o la Unión Europea no están escuchando. Lo que los activistas se preguntan es cómo los hacemos escuchar. ¿Quizás con una ocupación de la plaza? Me parece que la gente dice: Bueno, esto nos ha traído hasta aquí, pero ahora tenemos que probar nuevas iniciativas. Quizás hacer como Beppe Grillo y hacer un partido antipolítico de protesta, o un partido avatar, o un partido de escaños en blanco. Hay este debate en marcha, que es muy saludable, dentro de una red, buscando desbloquear la cuestión.

Su investigación está relacionada a movimientos radicales. ¿Qué es radical?

Para mí radical es cualquier grupo que tiene un descontento con la manera como hacemos las cosas ahora. Si miro a mis colegas de ciencias políticas, la mayoría no son radicales, sino que están satisfechos con el proceso electoral, los políticos o la gobernanza democrática. Es una pequeña minoría de gente en el ámbito de las ciencias sociales la que tiene un problema con esto, y por eso decimos radicales, porque dicen que ya no podemos seguir con esto. En este momento las ciencias políticas se mantiene muy conservadoras en comparación con la participación política. Así que pienso que la gente, los activistas, están muy avanzados en mi propia disciplina. Ellos son radicales, la gente corriente es radical, el taxista de esta mañana era radical, la mayoría de gente en este bar es radical. Porque están cansados, han tenido suficiente, y quieren un cambio. No saben cómo producir este cambio, o cómo es este cambio, pero saben que una cosa es cierta: que no podemos seguir con el sistema existente, por más que el 90% de los científicos políticos consideren este sistema muy democrático. La realidad es que sabemos que no es democrático. En consecuencia, debemos ser radicales, debemos pensar fuera de estas visiones establecidas. Los profesores universitarios se parecen mucho a los políticos.

¿Entonces quieres decir que la mayor parte de la gente es antisistema?

El sistema ha colapsado, no puede seguir. En España hay lo que llamamos una democracia zombie, una democracia que tropieza día a día y mes a mes, pero sin ningún sentido real de legitimidad, sin afecto y sin arraigo en las necesidades y deseos de las personas corrientes. Para mí la cuestión es cuándo este sistema zombie será apartado y sustituido por alguna otra cosa. La gente se ha dado cuenta de que esto no puede seguir y que es una cuestión de tiempo hasta que lo cambiemos.

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lunes, 1 de abril de 2013

STIGLITZ Y KRUGMAN, (dos Nobel) dos de los principales mentores económicos de la “progresía”.

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En la misma línea de pensamiento, Stiglitz también formuló con Shapiro la teoría del salario de eficiencia y explica la existencia del desempleo por las deficiencias en la estructura informativa del empleo. Entre otras cosas, Stiglitz sostiene que la productividad está principalmente determinada por el nivel del salario del trabajador (el empleador tiende a pagar un salario más elevado a fin de incentivar al trabajador a ser más productivo: salario de eficiencia). Si bien es cierto que un salario más elevado motiva al trabajador no hay que ser muy experto para saber que no es el salario el que determina la productividad sino a la inversa: la productividad (bienes o servicios producidos por hora trabajada) es uno de los determinantes del nivel del salario: por eso un ingeniero que produce más valor por hora trabajada que un trabajador manual sin calificación gana más que este último. Cabe agregar que la productividad ha aumentado enormemente en los últimos decenios, como consecuencia del progreso técnico y del aumento de la intensidad en el trabajo y de la jornada laboral y sin embargo los salarios reales no han seguido – ni aproximadamente- el mismo ritmo de crecimiento. Esto vale también para los cuadros profesionales, cuyos salarios se mantienen congelados y sus condiciones de trabajo no cesan de deteriorarse.

La “explicación” de Krugman sobre las causas del desempleo se relaciona con la teoría del “salario de eficiencia” de Stiglitz, mencionada más arriba, que explica la existencia del desempleo por las deficiencias en la estructura informativa del empleo. En el curso de su libro, Krugman, con un estilo de serie B estadounidense, acumula sofismas y datos falsos. Por ejemplo en el párrafo “Comprender las tasas de interés”, en la página 147 de la edición argentina escribe: “Recordemos que, como vimos en el Capitulo 2, la trampa de liquidez se produce cuando, incluso con tipos de interés cero, los residentes del mundo, en su conjunto (el subrayado es nuestro), no están dispuestos a comprar tantos bienes como están intentando producir. O, lo que es equivalente: la cantidad que la gente desea ahorrar – es decir los ingresos que no desean gastar en consumo corriente - es superior a la cantidad que las empresas están dispuestas a invertir”. En este párrafo Krugman mete en la misma bolsa al ahorro familiar (que en las clases modestas tiende a ser inexistente) y al capital financiero improductivo y parasitario (que alcanza cifras siderales) con el denominador común de “residentes del mundo” para intentar ocultar la raíz de las crisis: la transferencia de la mayor parte de las riquezas producidas por el trabajo humano al gran capital, al financiero en particular, que se ha acentuado enormemente en los últimos treinta años. (A Krugman le “impacienta” que se hable de las crisis en general).
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El fracaso absoluto de la troika europea -el gobierno financiero-político -, los mentores e implacables defensores y las consecuencias que las políticas salvajes de austeridad originan en la ciudadanía de todo Europa.
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STIGLITZ Y KRUGMAN, (dos Nobel) dos de los principales mentores económicos de la “progresía”.
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Lunes 1 de abril del 2013.

Alejandro Teitelbaum (especial para ARGENPRESS.info)

Con matices ligeramente diferentes pero con rasgos ideológicos similares, Joseph Stiglitz, ex economista jefe del Banco Mundial y Paul Krugman (formador de opinión que difunde sus ideas desde el año 2000 en su columna bisemanal del « New York Times ») ambos consagrados con el premio « Nobel » de Economía, son dos de los principales mentores en materia económica de la « progresía » a escala mundial. Tienen en común que critican algunos efectos y, a veces, aspectos del sistema vigente pero se abstienen de criticar al sistema mismo.

I. Stiglitz, muy solicitado en tribunas académicas y políticas de todo el mundo, recibió en 2001 , junto con Akerlof y Spence, el llamado Premio Nobel de Economía (más exactamente Premio en Ciencias Económicas del Banco de Suecia creado en Memoria de Alfred Nobel) por su contribución a la teoría de la asimetría de la información, que sostiene que las fallas del mercado capitalista no se deben a la inexistencia en la práctica de una competencia « pura y perfecta » (« la mano invisible del mercado ») sino que es el resultado de una información asimétrica e imperfecta que, dice, podría “tener profundos efectos en la forma en la que se comporta la economía” .

Escribe Stiglitz:

…”Durante doscientos años los economistas utilizaron modelos económicos simples que asumían que la información es perfecta, por ejemplo, que todos los participantes tienen el mismo transparente conocimiento de los factores relevantes. Ellos sabían que la información no era perfecta, pero tenían la esperanza de que un mundo con moderadas imperfecciones en la información sería semejante a un mundo con información perfecta. Nosotros mostramos que esa noción estaba mal fundamentada: incluso las pequeñas imperfecciones en la información podrían tener profundos efectos en la forma en la que se comporta la economía (nuestro el subrayado). El Comité del Premio Nobel citó nuestro trabajo acerca de la "asimetría de la información", un aspecto de las imperfecciones causadas por el hecho de que distintas personas en un mismo mercado saben distintas cosas. Por ejemplo: el vendedor de un auto puede saber más sobre su auto que el comprador; quien compra un seguro puede saber más sobre sus posibilidades de tener un accidente (tales como la forma en la que maneja) que quien vende el seguro; un trabajador quizá sepa más acerca de sus habilidades que un patrón potencial; la persona que pide prestado tal vez sepa más sobre sus posibilidades de pagar un préstamo que quien otorga el crédito. Pero las asimetrías de la información son sólo una faceta acerca de las imperfecciones de la información, y todas ellas -incluso cuando son pequeñas- pueden tener fuertes consecuencias. ( http://www.project-syndicate.org/commentary/asymmetries-of-information-and-economic-policy/spanish

En la misma línea de pensamiento, Stiglitz también formuló con Shapiro la teoría del salario de eficiencia y explica la existencia del desempleo por las deficiencias en la estructura informativa del empleo. (http://links.jstor.org/sici?sici=0002-828).




Dr. Joseph E. Stiglitz, Nobel de Economía 2001. Es conocido por su visión crítica sobre la globalización. Actual Profesor de la Universidad de Columbia.
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Entre otras cosas, Stiglitz sostiene que la productividad está principalmente determinada por el nivel del salario del trabajador (el empleador tiende a pagar un salario más elevado a fin de incentivar al trabajador a ser más productivo: salario de eficiencia). Si bien es cierto que un salario más elevado motiva al trabajador no hay que ser muy experto para saber que no es el salario el que determina la productividad sino a la inversa: la productividad (bienes o servicios producidos por hora trabajada) es uno de los determinantes del nivel del salario: por eso un ingeniero que produce más valor por hora trabajada que un trabajador manual sin calificación gana más que este último.

Cabe agregar que la productividad ha aumentado enormemente en los últimos decenios, como consecuencia del progreso técnico y del aumento de la intensidad en el trabajo y de la jornada laboral y sin embargo los salarios reales no han seguido – ni aproximadamente- el mismo ritmo de crecimiento. Esto vale también para los cuadros profesionales, cuyos salarios se mantienen congelados y sus condiciones de trabajo no cesan de deteriorarse.

No hace falta haber recibido el premio “Nobel” del Banco de Suecia para darse cuenta que no es la asimetría de la información o la información imperfecta la causa de los males del sistema capitalista (entre ellos el desempleo). Las víctimas del sistema saben –o deberían saber- que las verdaderas causas son la concentración en pocas manos (gran capital y capital financiero parasitario) de las riquezas producidas por el trabajo humano.

Con el aumento de la productividad el desempleo tiende a aumentar y no a disminuir por la sencilla razón que menos trabajadores activos pueden producir más bienes y servicios.

Es la política que prefiere el gran capital para aumentar su tasa de beneficio y mantener una alta tasa de desocupación que presiona a la baja el salario real de los trabajadores activos.
Una prueba de la ineficacia de las teorías y de los métodos de Stiglitz para analizar la economía real es un informe que elaboró en 2002, encomendado por los grupos financieros Fannie Mae y Freddie Mac, donde afirmó que la actividad de dichos grupos, que garantizaban los préstamos hipotecarios concedidos por los Bancos a clientes poco solventes, no implicaban prácticamente ningún riesgo para el sistema bancario. Según Stiglitz el riesgo era del orden de entre uno y medio millón y uno y tres millones (sic). Concluia el Informe: This analysis shows that, based on historical data, the probability of a shock as severe as embodied in the riskbased capital standard is substantially less than one in 500,000 – and may be smaller than one in three millions. Given the low probability of the stress test shock occurring, and assuming that Fannie Mae and Freddie Mac hold sufficient capital to withstand that shock, the exposure of the government to the risk that the GSEs will become insolvent appears quite low. » (Implications of the New Fannie Mae and Freddie Mac Risk-based Capital Standard. Joseph E. Stiglitz, Jonathan M. Orszag and Peter R. Orszag).

Contra las « previsiones » de Stiglitz, basadas en modelos matemáticos, las políticas de Fannie Mae y Freddie Mac contribuyeron en buena medida a desencadenar la crisis financiera que dura hasta hoy.



Dr. Paul R. Krugman. Premio Nobel de Economía 2008. Planteamientos cercanos al postkeynesianismo. Actual Profesor de la Universidad de Princeton.
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II. Paul Krugman, otra figura mediática muy apreciada y citada por la “progresía”, fue miembro del Consejo de Asesores Económicos (Council of Economic Advisers) de la administración de Reagan de 1982 a 1983. En 1999 fue consultor en el Consejo Asesor de Enron, el gigante transnacional de la energía que quebró en 2001 reconociendo una deuda de 40 mil millones de dólares y dejando en la calle a su personal (12000 personas), al que, por añadidura, despojó del capital previsional de su jubilación, invertido en acciones de la propia empresa.

Desde el año 2000 Krugman tiene una columna bisemanal en el New York Times y recibió el premio « Nobel » de economía en 2008. En 2012 publicó un libro titulado « Acabad ya con esta crisis ». Subrayamos esta. Es decir no se trata de acabar con las crisis en general, con su cortejo de concentración de las riquezas y expansión de la miseria, sino de acabar con esta crisis.

El enfoque de Krugman aparece claro en la Introducción (Y ahora ¿qué hacemos ?) de su libro. Allí dice que muchos se preguntan « ¿Cómo ha pasado esto ? » Y que él, en cambio se pregunta : « Y ahora ¿qué hacemos ? ». Y continúa : « Cada vez que leo artículos, académicos o de opinión, que analizan lo que deberíamos hacer para prevenir futuras crisis financieras …me despiertan cierta impaciencia ». Más claro imposible: salir del pozo actual como fuere, pero sin cuestionar el sistema.

Comentando este libro de Krugman, Michael Hudson escribe: “Por desgracia, la incapacidad de Krugman para contemplar el problema económico de hoy como una cuestión de deflación de la deuda refleja su fracaso (que sufre la mayoría de los economistas, a buen seguro) a la hora de reconocer la necesidad de reducciones de la deuda, de reestructurar el sistema bancario y financiero, y de volver a transferir los impuestos del trabajo a las ganancias de la propiedad, de la renta económica y de los precios de activos (de “capital”). El efecto de este estrecho conjunto de recomendaciones consiste en defender el statu quo y, pese a su reputación como liberal, eso convierte a Krugman en conservador… Haciendo uso de la prestidigitación neoclásica de dar gato por liebre, restringe el significado de “reforma estructural” en el sentido de los economistas de la Escuela de Chicago que culpan al desempleo actual por ser “estructural,” en el sentido de que los trabajadores ocupan empleos que no corresponden a su formación. Con ello se desvía la atención de los apremiantes problemas que son genuinamente estructurales ».

Esta “explicación” de Krugman sobre las causas del desempleo se relaciona con la teoría del “salario de eficiencia” de Stiglitz, mencionada más arriba, que explica la existencia del desempleo por las deficiencias en la estructura informativa del empleo.
En el curso de su libro, Krugman, con un estilo de serie B estadounidense, acumula sofismas y datos falsos.

Por ejemplo en el párrafo “Comprender las tasas de interés”, en la página 147 de la edición argentina escribe: “Recordemos que, como vimos en el Capitulo 2, la trampa de liquidez se produce cuando, incluso con tipos de interés cero, los residentes del mundo, en su conjunto (el subrayado es nuestro), no están dispuestos a comprar tantos bienes como están intentando producir. O, lo que es equivalente: la cantidad que la gente desea ahorrar – es decir los ingresos que no desean gastar en consumo corriente - es superior a la cantidad que las empresas están dispuestas a invertir”.

En este párrafo Krugman mete en la misma bolsa al ahorro familiar (que en las clases modestas tiende a ser inexistente) y al capital financiero improductivo y parasitario (que alcanza cifras siderales) con el denominador común de “residentes del mundo” para intentar ocultar la raíz de las crisis: la transferencia de la mayor parte de las riquezas producidas por el trabajo humano al gran capital, al financiero en particular, que se ha acentuado enormemente en los últimos treinta años. (A Krugman le “impacienta” que se hable de las crisis en general).

Su presunta preocupación por la situación de las clases populares queda al descubierto cuando en el párrafo “El problema esencial en Europa” (páginas 192 y siguientes) escribe que para hacer más competitiva la economía (por ejemplo de España, véase pág. 182 de su libro) hay que reducir los salarios manteniéndose en la zona euro o salir del euro y devaluar la moneda nacional. Según Krugman, en este último caso los salarios reales no caerían. Sólo se devaluarían con relación al euro. Todo el mundo sabe, menos Krugman, que una devaluación de la moneda nacional afecta negativamente el nivel del salario real, pues no existen economías nacionales cerradas.

Comenta Hudson: “El punto ciego de Krugman con respecto a la deuda general hace descarrilar también la teoría del comercio. Si Grecia abandona el euro y devalúa su moneda (el dracma), por ejemplo, las deudas cifradas en euros o en otra divisa fuerte aumentarán de modo proporcional. De manera que Grecia no puede marcharse sin repudiar sus deudas en la en la litigiosa economía global de hoy. Sin embargo, Krugman cree en el viejo sinsentido neoclásico según el cual todo lo que se necesita es la “devaluación” para rebajar el coste laboral interno. Es como si se mostrase indiferente al sufrimiento que impone esa austeridad, como la que sufrieron los países latinoamericanos a manos de los planes de austeridad desde 1970 en adelante. Los costes se pueden “poner bajo control ajustando los tipos de cambio”. El problema es sencillamente, por lo tanto, una cuestión de tipos de cambio (que se traduce al poco en costes laborales). La depreciación de la moneda reducirá (según la teoría del comercio de Krugman) los costes laborales y otros costes internos hasta un punto en que los gobiernos puedan exportar lo bastante no sólo para cubrir sus importaciones sino pagar sus deudas en divisas extranjeras (que se dispararán en términos de moneda local) ».

Krugman insiste con la necesidad de aumentar el gasto gubernamental y en su libro (ver pág. 250) no parece desdeñar como “solución” el llamado “keynesianismo armado” es decir una carrera armamentista o la guerra. Que practican periódicamente las grandes potencias.
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Un análisis crítico de las ideas de Stiglitz y Krugman puede verse en Paulo Nakatani y Rémy Herrera, Crise financiere ou…de surproduction?
Sobre Stiglitz también puede leerse de Jean-Marie Harribey:
»Commission Stiglitz : l’économie, la montagne et la souris. http://alternatives-economiques.fr/blogs/harribey/2009/09/16/commission-stiglitz-l%E2%80%99economie-la-montagne-et-la-souris/

Sobre Krugman puede leerse: de Michael Hudson, Las anteojeras económicas de Paul Krugman, Theleme, 13/06/2012 y www.sinpermiso.info 11/06/12. El mismo texto en inglés: www.nakedcapitalism.com 14/05/12; de Vincenç Navarro Por qué Paul Krugman está equivocado en sus recetas para España. en SistemaDigital, 15 de abril de 2010. Y en el blog de economía del profesor Rafael Hernández Núñez, La incapacidad intelectual de un Nobel de economía.
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