ESTADOS UNIDOS, EUROPA Y CHINA: La difícil Gobernabilidad global.

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La campaña de denigración de Obama tiene resultados concretos. El día previo a la votación sobre la ley de reforma sanitaria, una encuesta citada en el diario español El País revelaba que el 24% de los americanos creen que Obama es el anticristo, el 38% que esta emulando a Hitler, el 45% esta convencido que no es realmente norteamericano, el 57% asegura que es musulmán, y el 67% cree que es socialista.

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Estados Unidos, Europa y China: la difícil gobernabilidad global.

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BITACORA. Uruguay, 13 de abril del 2010.

Por Roberto Savio (*)

En pocos días, acontecimientos muy distintos nos llevan a evaluar cómo la búsqueda de una gobernabilidad global se hace cada día más difícil. Empecemos por Estados Unidos. La lección que viene de la victoria de Obama en el Congreso es que la política, cuando es de gran respiro, se puede permitir de ignorar a la opinión pública.

Obama empujó a varios senadores demócratas que, votando para le reforma, corren el riesgo de no ser reelegidos. En buena medida, Estados Unidos ha perdido una característica esencial de la democracia: la capacidad de encontrar consenso en nombre de intereses superiores a los del propio partido. El líder republicano, Match Mc Connel, ha dado una orden muy sencilla: no se vota para Obama, presente lo que presente.

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La campaña de denigración de Obama tiene resultados concretos. El día previo a la votación sobre la ley de reforma sanitaria, una encuesta citada en el diario español El País revelaba que el 24% de los americanos creen que Obama es el anticristo, el 38% que esta emulando a Hitler, el 45% esta convencido que no es realmente norteamericano, el 57% asegura que es musulmán, y el 67% cree que es socialista.

La ola de histeria llegó a tal punto que el líder de la mayoría democrática, Steny Hoyer, se tuvo que reunir con un centenar de representantes demócratas y el FBI a ver como se podían proteger la os que habían votado a favor de la reforma. Para los que creen que Estados Unidos y Europa comparten la misma visión del mundo, es útil escuchar la declaración de Mc Connel, sobre los demócratas: "En la medida en que ellos buscan trasformarnos en un país de Europa Occidental, no van a encontrar nuestra ayuda".

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Cómo en este país dividido como nunca se van a encontrar acuerdos, por poner dos ejemplos, en la cuestión Palestina o en el cambio climático? Estos son dos temas importantes para Europa donde la crisis de gobernabilidad no es sólo de factores internos en los países miembros (que no son pocos): la evidencia de que los intereses nacionales están primando sobre el diseño europeo es obvia.

Me gustaría encontrar alguien que sabe lo que el presidente Van Rompuy ha hecho desde que Alemania forzó a su elección, para evitar candidatos de mayor personalidad.

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En los diarios dirigidos a los 400 millones de europeos, no hay mención de este despeinado político belga. La baronesa Ashton, sale por una colección de errores y porque el famoso servicio exterior no se logra poner en marcha.

Nadie quiere renunciar a ningún privilegio. Y lo más evidente es que, como dice Die Zeit, los intereses de Alemania no coinciden más con los de Europa. Kohl, cuando empujó a la creación de Europa, lo hizo totalmente en contra de la opinión publica (como Obama), aceptando que el primer presidente del banco Europeo fuera otro despeinado holandés, con gran horror de los tedescos, que abandonaban el Marco, sin que fuese el Gobernador del Banco Nacional de Alemania a asegurar un transito responsable hacia el euro, en compañía de irresponsables fiscales como los italianos y los griegos.

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La Merkel, que escucha mucho a la opinión publica, ha llegado a proponer la reformulación de Europa, expulsando a los países que no estén en los parámetros comunitarios (olvidando que Alemania hace poco estaba en la misma condición, juntamente con Francia o Inglaterra. Moraleja: Europa está lejos de ofrecer las condiciones para un liderazgo que se complemente con los planes de Obama.

En todo esto China ha demostrado claramente que tiene un camino propio, destinado a su desarrollo y bienestar, y que sus relaciones internacionales va a estar en función a este camino. Así comercia con las dictaduras Africanas, Corea del Norte, Burma, Irán, etc), o realiza acuerdos dudosos sobre el control del cambio climático.

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Siendo China la única gran locomotora de la economía mundial que no ha perdido de velocidad, sabe perfectamente que ya está fuera de control de Estados Unidos y sobre todo de Europa. Por su cuenta está logrando cambios en el controlo climático interno muchos mayores que Europa y Estados Unidos.

Pero los acuerdos globales, esa es otra cuestión. El cuadro financiero internacional no va a ayudar a la gobernabilidad global.

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Tras haber tirado al aire 40 trillones de dólares, el futuro no es rosado. El Vicepresidente de la Unión Europea Joaquín Almunia, acaba de anunciar que el cree que se tardará por lo menos en 10 años en absorber el exceso de endeudamiento público europeo. Lipsky, el subdirector del Fondo Monetario Internacional, cree que la deuda pública va a volver a los niveles del 1950, o sea, de la posguerra.

Dominique Strauss-Khan, director del FMI, por su cuenta, nos informa que si no se hacen rápidamente las tantos anunciadas reformas del sistema financiero, llegaremos pronto a "revueltas sociales".

La moraleja de estas últimas dos semanas es clara. O la política vuelve a los grandes diseños para una gobernabilidad mundial, en una actuación nacional, aunque esto no sea ni popular ni fácil, y enfrenta los grandes temas del cambio climático, de la reforma financiera (sólo en Washington en los últimos diez años los lobbies financieros han gastado más de 200 mil millones de dólares, para parar todo cambio), de la paz palestina, del desarrollo en África, de la producción de alimentos y de todos los temas que son base de las declaraciones de rutina del G-8 y ahora del G 20, o vamos a entrar, como dice nada menos que el Director del FMI, columna del sistema y símbolo del mal desde las grandes manifestaciones de Seattle hace diez años, en una época de revueltas sociales.

Todo lo que acontece en el mundo no cabe duda que nos afecta directa y personalmente ¿Ser optimistas o pesimistas? Decía Indira Gandhi que el optimista es un pesimista sin todos los datos.

(*) Periodista, fundador y presidente emérito de Inter Press Service, uno de los mayores expertos en información global. Italia.

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