lunes, 30 de julio de 2018

LA ECONOMÍA MUNDIAL, INMERSA EN UNA VERDADERA GUERRA COMERCIAL.

&&&&&
LA GUERRA COMERCIAL DE TRUMP Y LOS PRIMEROS RESULTADOS. LA ECONOMÍA MUNDIAL: 50 AÑOS DE CRISIS CRÓNICA Y UNA DÉCADA DE DEPRESIÓN.- Una depresión económica es un periodo de grave decrecimiento de la actividad económica, Es la fase del ciclo económico en que la Economía está en el fondo. La depresión económica es la fase posterior a la Recesión Económica. Es consecuencia de la caída de la demanda, disminución sostenida de producción y consumo, quiebra de empresas y bancos, tasas de Desempleo altas, disminución de los Salarios, congelación del crédito en la economía, reducción de la inversión, que reduce la capacidad adquisitiva y el nivel de consumo, hundimiento de las bolsas, montos reducidos de comercio, fluctuaciones de tipos de cambio monetario, altamente volátiles (Devaluaciones) que provocan pérdidas alarmantes y pánico entre los inversores. Así, el keynesianismo trata de explicar las condiciones que hacen posible y prolongan las depresiones; mientras que el marxismo considera que las depresiones son una muestra patente de las debilidades del capitalismo.

“LOS PRIMEROS EPISODIOS DE LA “GUERRA COMERCIAL” DESATADA POR DONALD TRUMP han encendido las alarmas sobre el desempeño económico global en el corto o, a lo sumo, en el cercano mediano plazo. Una parte importante de los economistas defensores del capitalismo, ya sean ortodoxos o keynesianos, pronostican como un peligro inminente la instalación de un nuevo escenario de recesión en las principales economías, similar al provocado por la crisis de 2007. Según los primeros cálculos realizados por algunos de ellos, de desarrollarse esta ola proteccionista, la economía mundial reduciría su precario crecimiento actual a menos de la mitad de lo proyectado, lo que de hecho significa un una nueva recesión tan grave como aquella”.



“CON ESTE DEBATE SOBRE LA MESA y con la unanimidad que expresan sobre lo nocivo de la política PROTECCIONISTA, los especialistas explican y definen la economía política de Trump por cuestiones subjetivas, y algunos hasta por rasgos psicológicos del presidente de Estados Unidos y sus asesores: “incapaces”, “ignorantes” “delirantes”, , son algunos de los términos que se pueden leer en la prensa y con los que pretenden ocultar su propia sorpresa, el descalabro de su “sentido común”, frente al desarrollo de una política anunciada por Trump desde su campaña electoral. La mayoría de estos economistas suponían o aún suponen superada la crisis de hace diez años y de hecho NO reconocen la existencia de la Larga Depresión económica que continúa desde entonces, no registran en sus análisis que el proteccionismo está presente a lo largo del desarrollo de depresiones similares, y que se explica porque las causas que lo provocan hacen parte del metabolismo, de la lógica interna de funcionamiento del sistema del capital”.

“LA CRISIS DE 2007-2008 HA DESEMBOCADO EN UNA LARGA DEPRESIÓN ECONÓMICA que lleva casi una década, es la tercera en su tipo en 140 años. La primera se prolongó desde mediados de los años 70 del siglo XIX hasta los primeros años del siglo XX y la segunda se desarrolló a partir del crack económico de 1929 y terminó a inicios de la II Guerra Mundial. Esas dos se resolvieron luego de una fenomenal destrucción de Capital y Fuerzas Productivas y, más allá de recuperaciones parciales, señalaron el comienzo de una dilatada fase de declive del sistema capitalista, Entre  1949 -1990 al 2005. Desde la “Edad de oro” del capitalismo, El Estado de Bienestar, hasta La Caída del Muro de Berlín 1989, crisis crónica, considerada en lo que el periodismo denominó: la crisis de los Petrodólares, el Viernes Negro, el Efecto Tequila,  crisis de los Tigres Asiáticos, la Deuda Rusa, “El Corralito” o la Convertibilidad en Argentina, y declinación constante del sistema, pasando por la crisis de las Industrias.com a inicios del presente milenio y la tercera, la “Gran Crisis del 2008” o la crisis de las hipotecas y la presente depresión de inicio del 2009 aún continúa con la crisis de la deuda europea en el 2010 y la recesión del 2015 - 2016.  Mal que les pese a keynesianos y ortodoxos, sólo desde el marxismo se puede explicar la actual situación y su perspectiva”. Fuente. C. Carcione, Anticapitalistas en Red. 

/////



LA ECONOMÍA MUNDIAL, INMERSA EN UNA VERDADERA GUERRA COMERCIAL.
*****

Rémi Grumel.

Viento Sur.

Rebelión lunes 30 de julio del 2018.

En la cumbre de la OTAN que tuvo lugar los días 11 y 12 de julio en Bruselas se palpaba la tensión entre Donald Trump y los jefes de Estado de los demás países miembros de la alianza militar. Al tiempo que aumenta los aranceles aduaneros, el presidente estadounidense quiere que sus socios incrementen su presupuesto militar.

Haciendo referencia al proyecto de gasoducto Nord Stream 2, que enlazará Rusia con Alemania a través del Báltico, Trump reprochó especialmente a Alemania que se halle en manos de Rusia. El gas ruso, en efecto, compite con el gas natural licuado que producen los grupos norteamericanos a partir del gas de esquisto y que intentan exportar. Esta es la expresión de la nueva política agresiva del imperialismo estadounidense, que desea conservar sus posiciones a fuerza de atizar graves tensiones políticas y comerciales.

Escalada de tensiones comerciales.

El 6 de julio, la administración norteamericana anunció la entrada en vigor de aranceles del 25 % sobre 818 productos de exportación chinos por un valor de 34.000 millones de dólares, muchos de ellos de alto contenido tecnológico como coches eléctricos, componentes aeronáuticos, robots industriales o discos duros de ordenadores 1/

El gobierno chino no dudó en responder inmediatamente con un nuevo arancel sobre 545 productos estadounidenses que suman el mismo valor. Se trata del episodio más significativo de una escalada de tensiones comerciales que había comenzado el 8 de marzo con el anuncio por parte de Trump de un arancel del 25 % sobre las importaciones de acero y otro del 10 % sobre las de aluminio.

Mientras que las empresas mexicanas, canadienses y europeas quedaron inicialmente exentas de este arancel, la exención fue suprimida el pasado 1 de junio, provocando las respectivas represalias arancelarias de la Unión Europea, así como una respuesta canadiense que abarca 200 productos estadounidenses, muchos de ellos seleccionados especialmente, ya que se fabrican en regiones que concentran franjas importantes del electorado de Trump. Finalmente, con el abandono, el pasado 8 de mayo, del acuerdo sobre el rearme nuclear iraní, EE UU amenaza con aplicar a partir de primeros de agosto sanciones económicas contra Irán. Esto supondría un ataque frontal contra las grandes multinacionales francesas (Total, Renault, PSA, Vinci, Sanofi) y alemanas (Volkswagen, Siemens, Daimler), que acaban de implantarse en el mercado iraní.

Contener el rápido desarrollo del capitalismo chino.

Esta guerra comercial bien podría generalizarse, y todo cambio proteccionista del ciclo económico actual frenaría fuertemente el crecimiento mundial. El aumento de los aranceles aduaneros en EE UU, que incrementarían los costes de producción y los precios, podría mermar a corto plazo los beneficios de las empresas, de los que dependen en gran medida las cotizaciones de las acciones, que a su vez podrían descender en caída libre y provocar un nuevo crac financiero. Debido a estos riesgos, y dado que la globalización del capitalismo ha llevado muy lejos la división internacional del trabajo, la defensa del libre cambio sigue siendo mayoritaria entre las clases dominantes de las grandes potencias.

No cabe duda de que la burguesía financiera estadounidense comparte el diagnóstico de Trump: las necesarias transferencias de tecnología en el marco de las cooperaciones industriales entre empresas chinas y estadounidenses permiten a los capitalistas chinos competir con EE UU en los mercados de exportación de productos de alto contenido tecnológico. En cambio, para este sector de la burguesía, el objetivo debería consistir en la apertura de los mercados chinos a las inversiones, más que la reducción del déficit comercial de EE UU. Apoyado por las franjas más nacionalistas y reaccionarias de la burocracia de Estado, Trump trata, por el contrario, de contener el rápido desarrollo del capitalismo chino, que comporta a la larga el declive de la dominación exclusiva del imperialismo estadounidense desde la caída de la Unión Soviética.

La época de la feliz globalización y del orden multilateral creado al término de la segunda guerra mundial es cosa del pasado. Sus instituciones, como la OMC, ya no son capaces de resolver los conflictos comerciales y las contradicciones actuales. El espacio del mercado mundial es actualmente un teatro demasiado confinado para que la competencia exacerbada entre los grandes monopolios se restrinja al plano económico, y esta última se traducirá muy probablemente en la próxima década en un aumento de las tensiones entre grandes potencias, que por otra parte están incrementando, todas, sus gastos militares.

Notas:

1/ Las multinacionales producen mercancías cuyos componentes cruzan varias fronteras antes de ser ensambladas y después transportadas al lugar de consumo.

Texto original en francés.

*****

No hay comentarios: