miércoles, 18 de septiembre de 2024

«CUBA NOS ENSEÑA QUE GASTAR DINERO EN SANIDAD Y EDUCACIÓN ES MEJOR QUE GASTARLO EN LA GUERRA». Entrevista a Vijay Prahsad.

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La Revolución Cubana siempre ha sido alabada por su internacionalismo, y recientemente se ha podido ver durante la crisis del covid-19. ¿Cómo ves el papel del internacionalismo cubano en el fomento de la solidaridad mundial? Estados Unidos dice que Cuba es un Estado patrocinador del terrorismo. En realidad, es un Estado patrocinador de la salud. Eso está claro para todo el mundo. Cuba fue el único país que intervino militarmente en África para impulsar la liberación nacional y luego no buscó nada a cambio. Así se expresó, casi textualmente, el propio Nelson Mandela. Así es como el mundo ve a Cuba. Estados Unidos está desubicado y tiene que poner fin al bloqueo.

Describís a Cuba como un modelo socialista para el resto del mundo, y muy especialmente para el Sur Global. ¿Cuáles son las principales lecciones que otras naciones pueden aprender de la experiencia cubana con el socialismo? ¿Cuáles son las perspectivas de su desarrollo? ¿Qué ideas puede ofrecer en la actualidad, en particular para resistir la peligrosa letalidad de un imperio en declive (como estamos presenciando en Palestina)?

La mejor manera de entender a Cuba es compararla con Haití, que tuvo una historia atormentada y una contrarrevolución en 1957. Si Cuba hubiera seguido el camino de Haití, la situación del pueblo cubano sería infinitamente peor que la de su isla vecina. Cuba mantiene su dignidad y lucha por su soberanía, mientras Haití lucha por sobrevivir. Ese es el logro. Cuba nos enseña que gastar dinero en sanidad y educación es mejor que gastarlo en la guerra. Estados Unidos gasta 1,53 billones de dólares en su maquinaria bélica. Ojalá ese dinero se gastara en infraestructuras, en educación, en sanidad, en trabajadores sociales. Pero no. Una economía de guerra es mucho más fea que una economía de paz.

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«CUBA NOS ENSEÑA QUE GASTAR DINERO EN SANIDAD Y EDUCACIÓN ES MEJOR QUE GASTARLO EN LA GUERRA».

Entrevista a Vijay Prahsad.

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Por Alejandro Pedregal | 18/09/2024 | Cuba

Fuente. Revista Rebelión miércoles 18 de septiembre del 2024.

 

El historiador, editor y periodista indio Vijay Prahsad escribe en colaboración con Noam Chomsky el libro ‘Sobre Cuba’, un intento de recordar a las generaciones más jóvenes las conquistas del proceso revolucionario cubano, que comenzó hace 70 años.

El nuevo libro de Noam Chomsky y Vijay Prashad arranca con una visita a Silvio Rodríguez para entregarle el anterior. “Fui a darle el libro que habíamos hecho Chomsky y yo, La retirada, que había salido en español con Capitán Swing”, comenta Vijay.

“Me dijo que era un gran admirador de Chomsky y me dio un libro voluminoso en el que había reunido materiales y escrito sobre la música cubana. Cuando le di ese libro a Noam, se puso muy contento”.



Empezaron entonces a hablar de Cuba y “la sugerencia de hacer el libro surgió espontáneamente a partir de esa conversación”. Grabaron entonces varias horas de diálogo, a partir del cual elaboraron un par de manuscritos, y surgió Sobre Cuba: 70 años de Revolución y lucha, que ahora publica también Capitán Swing con traducción de Lidia Pelayo Alonso, prólogo del presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, e introducción de Manolo de los Santos, director ejecutivo de The People’s Forum e investigador del Instituto Tricontinental de Investigación Social, que dirige el propio Vijay.

Sobre Cuba ofrece un análisis ágil pero profundo sobre la historia política de la Cuba revolucionaria desde la década de 1950. En su forma, el libro es fiel a la conversación íntima entre estos dos intelectuales. En ella se explora tanto el impacto de la Revolución Cubana internacionalmente como el del bloqueo estadounidense sobre la isla. Chomsky y Prashad destacan así, frente a los desafíos económicos impuestos por el Goliath del norte, la relevancia de los esfuerzos de Cuba para avanzar en las reformas socialistas y en su solidaridad internacionalista por medio de una historia de misiones médicas y militares en el Sur Global. El libro ofrece un debate equilibrado y comprometido sobre la complejidad de un panorama político y económico, arrojando lecciones significativas para todo proyecto socialista. De todo ello, y con motivo de su publicación en español, hablamos con Vijay.

El subtítulo del libro subraya los 70 años del proceso revolucionario, en lugar de centrarse en los 65 transcurridos desde su triunfo. ¿Por qué queríais destacar esto?

El proceso revolucionario se remonta mucho tiempo atrás, incluso antes del Asalto al Moncada el 26 de julio de 1953. Con los 70 años queríamos indicar al menos la situación en Cuba desde esa fecha. Las revoluciones son un proceso, no un acontecimiento. El proceso no tiene un punto de partida fijo. Podemos señalar la Moncada, como dije, pero también al momento en el que el Granma tocó tierra en Cuba el 2 de diciembre de 1956.

A lo largo del libro exponéis toda una serie de argumentos contra el bloqueo de Estados Unidos a Cuba. ¿Cuáles han sido sus consecuencias más significativas? ¿Qué podría y debería hacerse al respecto en un futuro próximo?

El bloqueo, que dura desde hace ya más de seis décadas, es ilegal y cruel. Impide a una pequeña nación insular realizar libremente actividades comerciales básicas con otros países. Las sanciones a terceros impiden que empresas que no operan en Estados Unidos envíen y reciban fácilmente mercancías hacia y desde Cuba. Las compañías navieras no atracan en aguas cubanas y se niega el acceso a Cuba a productos básicos. Se trata de una situación muy dura que no debe ser acatada como normal. Cada año, la mayoría del mundo vota para poner fin a este bloqueo y debe ponerse fin ya.



Con el fallecimiento de Fidel Castro y el cambio de época, ¿a qué retos y oportunidades se enfrenta Cuba para su futuro?

Fidel Castro era realmente un hombre extraordinario. Me reuní con él varias veces y me bañé en su optimismo e inteligencia. Durante su liderazgo, preparó al país para estos retos. Sobre todo, por medio de su Batalla de Ideas. Los actuales dirigentes de Cuba son herederos de su ejemplo. Por supuesto, es difícil seguir los pasos de alguien como Fidel. Pero Fidel no es solo una persona. Es todos los cubanos. Y también nosotros.

La situación en toda América Latina es complicada. La base social del radicalismo se ha visto socavada por la precariedad laboral, la inflación y la falta de un proyecto político de izquierdas vibrante. El ascenso de una extrema derecha de tipo especial, desde Milei a Bolsonaro, ha hecho temblar la posibilidad de un futuro socialista o incluso progresista. Cuba vive en ese contexto. Tiene que negociar ese equilibrio de fuerzas. El ataque a Venezuela y otros países del ALBA-TCP amenaza seriamente a la Revolución Cubana. Cuba puede hacer su parte, pero no puede hacerlo todo. Es importante que fortalezcamos la solidaridad con Cuba en todo el mundo y construyamos las bases de la soberanía en América Latina frente al imperialismo estadounidense.

Los principales medios de comunicación suelen presentar a Cuba de forma unidimensional. ¿Cómo tergiversan la realidad política de Cuba?

Estados Unidos está furioso porque Cuba es “desobediente”, porque su ejemplo sería “contagioso” en todo el mundo. Y eso es cierto. Cuba es desobediente. Quiere establecer su soberanía y ese ejemplo es contagioso. Es cierto. Para impedirlo, EE UU argumenta que Cuba es un país totalitario, lo cual le resulta conveniente. Así no tiene que enfrentarse a los hechos. Los medios corporativos lo repiten. Son taquígrafos del gobierno de Estados Unidos. Para ellos no importan los hechos ni el contexto. Y si no hay contexto, no hay nada. Es una vergüenza para el conocimiento humano.

Ya hay varias generaciones de las que vivieron 1959 y su impacto que se nos han ido. El inmenso logro de la Revolución Cubana no es tan claro para los más jóvenes. Esperemos que un libro como Sobre Cuba ayude a la gente a comprender tanto el gran avance que supuso para el pueblo cubano expulsar a Estados Unidos y establecer su soberanía, como la importancia de esa lucha por mantener la Revolución. Nuestro deseo es que este libro revitalice de alguna manera la significación de ese espíritu de solidaridad.



La Revolución Cubana siempre ha sido alabada por su internacionalismo, y recientemente se ha podido ver durante la crisis del covid-19. ¿Cómo ves el papel del internacionalismo cubano en el fomento de la solidaridad mundial?

Estados Unidos dice que Cuba es un Estado patrocinador del terrorismo. En realidad, es un Estado patrocinador de la salud. Eso está claro para todo el mundo. Cuba fue el único país que intervino militarmente en África para impulsar la liberación nacional y luego no buscó nada a cambio. Así se expresó, casi textualmente, el propio Nelson Mandela. Así es como el mundo ve a Cuba. Estados Unidos está desubicado y tiene que poner fin al bloqueo.

Describís a Cuba como un modelo socialista para el resto del mundo, y muy especialmente para el Sur Global. ¿Cuáles son las principales lecciones que otras naciones pueden aprender de la experiencia cubana con el socialismo? ¿Cuáles son las perspectivas de su desarrollo? ¿Qué ideas puede ofrecer en la actualidad, en particular para resistir la peligrosa letalidad de un imperio en declive (como estamos presenciando en Palestina)?

La mejor manera de entender a Cuba es compararla con Haití, que tuvo una historia atormentada y una contrarrevolución en 1957. Si Cuba hubiera seguido el camino de Haití, la situación del pueblo cubano sería infinitamente peor que la de su isla vecina. Cuba mantiene su dignidad y lucha por su soberanía, mientras Haití lucha por sobrevivir. Ese es el logro. Cuba nos enseña que gastar dinero en sanidad y educación es mejor que gastarlo en la guerra. Estados Unidos gasta 1,53 billones de dólares en su maquinaria bélica. Ojalá ese dinero se gastara en infraestructuras, en educación, en sanidad, en trabajadores sociales. Pero no. Una economía de guerra es mucho más fea que una economía de paz.

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martes, 17 de septiembre de 2024

PERÚ. INCENDIOS FORESTALES: LEY ANTIFORESTAL APROBADA POR EL CONGRESO Y CAMBIO CLIMÁTICO AGRABAN LA CRISIS.

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“INCENDIOS FORESTALES ¿CUÁNDO SE ENCENDERÁ LA LLAMA DE NUESTRA RESPONSABILIDAD? Los incendios forestales que devastan Perú y la Amazonía no son eventos fortuitos, sino consecuencia de la expansión agrícola y la falta de acción efectiva de las autoridades. Si los actuales incendios forestales que devastan el Perú y el resto de la Amazonía no nos encienden nuestro sentido de responsabilidad, ya no sé qué lo hará. Los incendios forestales no distinguen entre bosques, terrenos agrícolas, centros arqueológicos y ciudades, sus efectos nos alcanzan a todos. En Perú, los incendios ya son la causa de más de una decena de muertes de personas, pero también de incontables animales silvestres, de la destrucción de cultivos, de los bosques e incluso de las áreas naturales protegidas. El humo que ahoga a las comunidades locales también impide aterrizar aviones en algunas ciudades.

Los incendios forestales no son eventos fortuitos, sino el resultado de acciones humanas, vinculadas a la expansión de la frontera agrícola. La actual sequía genera las mejores condiciones para que arda la Amazonía. El cambio climático hace su parte convirtiendo a los bosques en verdaderas cajas de fósforos esperando la chispa, la chispa de las quemas agrícolas. La responsabilidad no recae únicamente en quienes encienden el fuego. Las autoridades, a nivel nacional, regional y local, tienen la obligación de prevenir y controlar los incendios forestales. Pero que, a inicios del año, se haya aprobado una ley que deja impunes a grandes y pequeños que deforestaron y que la semana pasada se haya publicado una resolución ministerial para otorgar constancias de “libre deforestación” se convierten en combustible para nuevas quemas, pues alienta la equivocada idea que se puede deforestar, quemar el bosque con impunidad.

Justo este año se recortó el presupuesto del SERFOR para la reducción de vulnerabilidad y atención de emergencia por desastres de siete millones y medio a solo dos millones y medio que ha afectado los fondos de asistencia técnica para la prevención, las brigadas de emergencia, etc. Es urgente dotar de recursos y capacidades a las instituciones encargadas de la gestión forestal y la protección del medio ambiente, específicamente para que puedan responder frente a los incendios forestales. Pero no nos engañemos, la culpa no es solo de ellos. También somos responsables nosotros, los ciudadanos. ¿Cuántos de nosotros hemos denunciado una quema ilegal? ¿Cuántos hemos exigido a nuestras autoridades que actúen? ¿Cuántos hemos cambiado nuestros hábitos de consumo para reducir la presión sobre los bosques?

 


Es fundamental brindar asistencia a las poblaciones que enfrentan los incendios, garantizando su seguridad y acceso a servicios básicos. El Estado debe movilizar recursos para poner a salvo a las poblaciones y fortalecer la capacidad de respuesta de los bomberos forestales y brigadistas comunitarios. La prevención es clave para evitar futuros incendios. Es necesario desarrollar campañas de comunicación que informen sobre los riesgos de las quemas y promuevan prácticas agrícolas sostenibles. Las comunidades deben ser empoderadas para gestionar sus territorios de manera responsable. Se debe brindar capacitación y acompañamiento técnico de manera que se puedan reducir las posibilidades de incendios forestales.

La expansión desordenada de la agricultura y la ganadería es una de las principales causas de la deforestación y los incendios. Es necesario implementar políticas de planificación territorial que promuevan el uso sostenible de los recursos naturales. La agricultura y la ganadería deben adaptarse a los desafíos del cambio climático y la conservación de la biodiversidad. Es necesario fomentar la adopción de prácticas agroforestales y agroecológicas que reduzcan las posibilidades de incendios forestales. La lucha contra los incendios forestales es una tarea de todos. Desde la sociedad civil, debemos exigir a las autoridades que asuman su responsabilidad y actúen con decisión. La Amazonía no es un recurso infinito, es un ecosistema frágil del que dependemos todos.

Por: Hugo Che Piu Deza, Derecho, Ambiente y Recursos Naturales. Publicado. Hoy 17 de septiembre en La República.

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PERÚ. INCENDIOS FORESTALES: LEY ANTIFORESTAL APROBADA POR EL CONGRESO Y CAMBIO CLIMÁTICO AGRABAN LA CRISIS.

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Por Wayka. Periodistas.

Fuente. Wayka.pe. lunes 16 de septiembre del 2024.

 

Situación alarmante. Indeci y Minsa han reportado la muerte de 15 personas, más de 100 heridas por quemaduras y más de 2 mil afectadas directamente por los incendios forestales. La gravedad aumenta por la contaminación del aire que se respira en las 22 regiones afectadas. ¿Qué acciones del Congreso impulsaron la quema de vegetación? 

Esta semana, reportes de incendios forestales en todo el Perú han llamado la atención nacional e internacional, sobre todo porque la mayoría se ubica en la Amazonía, considerada el pulmón del mundo. Sin embargo, defensores ambientales y ciudadanos de regiones como Amazonas, Áncash y Huancavelica ya habían alertado sobre esta situación desde

inicios de julio, más de dos meses atrás. 

A la acción tardía del Estado, que dice haber controlado la situación pese a que los reportes siguen en aumento, se suma lo que abogados expertos en el tema consideran “incentivos perversos” por parte del Congreso con la Ley Antiforestal. Otro factor a considerar es el cambio climático, con el aumento de temperaturas y sequías. Acá te contamos las causas de los incendios forestales en el país, además de los efectos que tendrá a corto y mediano plazo. 


 

Ciudadanía exige declaración pronta acción de autoridades. Foto: Wayka

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Ley Antiforestal impulsada y aprobada por el Congreso. 

En diciembre de 2021, el Congreso aprobó la llamada Ley Antiforestal, que entró en vigencia desde enero de este año tras su publicación en el diario El Peruano. A pesar de las críticas en su contra y el rechazo por parte de organizaciones indígenas, defensores ambientales y colectivos ciudadanos, e incluso demandas de inconstitucionalidad, el Poder Legislativo promulgó esta modificación de ley. 

Ello significó la fomentación de la deforestación, ya que se estableció que el Estado otorgaría titulación de tierras solo si estas áreas no tienen masa boscosa y desarrollan actividad agropecuaria.

El mensaje para el agricultor es: ‘El Estado solo titula lo deforestado’, y acabará con los bosques que han quedado aislados, generando un mayor impacto sobre el cambio climático”, sostienen desde la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental. El efecto perverso ha sido la pérdida de bosques por incendios provocados o tala. 

Aunque los pequeños agricultores han sido parte de esta práctica, no hay que olvidar a la gran agricultura empresarial, que ha destruido miles de hectáreas en la Amazonía. Los casos más conocidos son Palmas del Shanusi y el el Fundo Tamshiyacu, en Loreto, Palmas del Oriente, en San Martín, Plantaciones de Ucayali y Plantaciones de Pucallpa, que enfrentan procesos penales por delitos ambientales. No obstante, la Ley Antiforestal permitió que estas sanciones sean desestimadas y se siga actuando con impunidad. 

César Ipenza, abogado especializado en derecho ambiental, señala que la Ley Antiforestal facilita la destrucción de bosques mediante quemas, talas u otras actividades de índole humano. 

Esta ley genera incentivos perversos para que la gente se haga de tierras, y para poder hacerse de tierras tiene que deforestar y tiene que tumbar y quemar. Entonces, también podemos hablar de este tipo perverso de incentivos que ha generado el Congreso y que no ha sido capaz de discutir ni derogar”, sostuvo para Canal N. 

Añadió que los incendios forestales provocan la muerte del 99% de flora y fauna en el lugar, lo cual es muy difícil de recuperar.

La amazonía tiene un rol fundamental para la viabilidad del planeta. Todo este proceso de destrucción de este gran ecosistema va a llevar a un proceso de sequía permanente y de pérdida de biodiversidad”, resaltó. 


 

Ciudadanía pide la derogación de la Ley Antiforestal. Foto: Wayka

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¿Quiénes aprobaron la Ley Antiforestal que acrecentó los incendios forestales? 

El fujimorismo encabezó la votación que respaldó la Ley Antiforestal. De hecho, la entonces presidenta de la comisión de la Comisión de Agraria, María Zeta Chunga, de Fuerza Popular, afirmó que esta ley representaba “un gran avance” para el Perú. 

Otros partidos políticos que estuvieron a favor fueron Alianza para el Progreso, Avanza País, Renovación Popular y Acción Popular. 

Entre los congresistas que figuran en dichos grupos están: María del Carmen Alva, Rosselli Amuruz, Rosangella Barbarán, Patricia Chirinos, Juan Lizarzaburu, Martha Moyano, Alejandro Muñante, Tania Ramírez, Adriana Tudela, Norma Yarrow, José Williams y Eduardo Salhuana, actual presidente del Congreso vinculado a la minería ilegal.

Incendios forestales y cambio climático

El cambio climático ha aumentado el riesgo de incendios forestales de manera directa e indirecta. Así, el aumento de las temperaturas, la falta de lluvias y los cambios en los patrones de viento son factores claves que han ocasionado una mayor propagación de los incendios forestales, haciendo más difícil controlarlos. 

«El cambio climático no es lo único que influye, pero es una parte grande e importante», manifiesta Jennifer Balch, ecóloga de incendios de la Universidad de Colorado, para National Geographic.

Un periodo breve de calor puede ocasionar graves daños en el ecosistema, de acuerdo a Balch. La ecóloga explica que el aire caliente actúa como una esponja sedienta en búsqueda de agua a su alrededor, sean plantas (vivas o muertas), tierra, lagos y ríos. Así, los eventos de sequía y las olas de calor secan todo aquello que encuentran, produciendo que vegetación y pastos tan finos como el papel se enciendan fácilmente y aceleren la propagación del fuego. 

La vicegobernadora de Amazonas, Leyda Gueiler Rimarachín, dio unos datos críticos al respectohace tres meses no llueve en la región, y algunos lugares como Bagua Grande cuentan con agua solo una o dos veces a la semana. 

“Esto es una catástrofe en toda nuestra región. Hasta ayer hemos tenido 18 incendios simultáneos. Se está destruyendo el hábitat de animales en peligro de extinción y de 14 especies de aves endémicas”, dijo a La República. 

Lo complicado en estos casos de incendios forestales es que son diversos los elementos que influyen a provocarlo: cambio climático, gestión de bosques, comportamiento humano, políticas públicas, señalan los expertos. Es necesario recordar que el cambio climático no genera incendios como tal, sino que contribuye a las condiciones propicias para su perduración y propagación.

Por ello, es crucial tomar una acción rápida. Mientras el Perú se incendiaba, personas, animales y plantas morían, en Palacio de Gobierno se le rendía tributo a un dictador y los medios tradicionales cubrían el minuto a minuto. Recién dirigieron la mirada cuando se alertaron incendios forestales cerca de áreas turísticas, como Machu Picchu. 

Indeci, ha reportado casi 5 mil áreas afectadas por los incendios forestales a nivel nacional, de las cuales 2 mil 257 están totalmente destruidas, cifra que va en aumento conforme pasan los días. Hábitats naturales de especies en peligro de extinción como el oso andino y el mono choro de cola amarilla se encuentran amenazadas al no poder huir de las llamas.

 


Ciudadanía exige pronta acción de autoridades por incendios forestales. Foto: Wayka

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Consecuencias de los incendios forestales

El mayor impacto que se puede observar a corto plazo es la destrucción de los ecosistemas y la biodiversidad del mismo debido a la muerte de especies de flora y fauna local. Además, preocupa la contaminación del aire que se respira en las 22 regiones afectadas por los incendios forestales (Moquegua y Tumbes son las únicas que no registran este tipo de siniestro, hasta el momento), lo que puede incrementar las enfermedades respiratorias, además de causar daños en ecosistemas y cultivos aledaños. 

«El humo procedente de los incendios forestales contiene una mezcla nociva de sustancias químicas que no solo afecta a la calidad del aire y la salud, sino que también perjudica a las plantas, los ecosistemas y los cultivos, a la vez que genera más emisiones de carbono y, por ende, favorece el incremento de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera”, destaca la Organización Meteorológica Mundial en su más reciente informe sobre calidad del aire. 

A mediano plazo, el círculo vicioso de cambio climático, incendios forestales y contaminación atmosférica puede generar sequías permanentes, según la Organización Meteorológica Mundial.  

“Cuando llegue la época de lluvias, la falta de vegetación que pueda retener el suelo provocará huaicos. Esto nos llevará a enfrentar una situación aún más adversa”, añade César Ipenza.

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lunes, 16 de septiembre de 2024

CUMBRE DEL AGUA: «NO SOMOS DUEÑOS, SOMOS PARTE DE LA PACHA».

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“La realidad argentina, y de todo el continente, es crítica. La declaración de la Quinta Cumbre del Agua para los Pueblos ofrece un resumido estado de situación de la región entorno al extractivismo: petroleras offshore en los mares, agronegocio, monocultivo, agrotóxicos, desmonte, quema de bosques y humedales nativos. Falsos discursos de desarrollo, transición energética, megaminería de litio, entrega y apropiación de territorio marítimo. Acuerdos de gobiernos con empresas extranjeras para la privatización del agua, con Mekorot a la cabeza; pero también con transnacionales como Danone, Nestlé, Coca-Cola o el avance de empresas locales como Manaos en Santiago del Estero. Derechas extremas dirigiendo gobiernos; autoritarismo y xenofobia. Un panorama de colapso climático y profundización de la desigualdad, el hambre y la pobreza, escalofriante.

“Pero tambiéndel otro lado de la moneda, durante los tres días del encuentro se compartieron experiencias de victoria, avances en la protección de los territorios y alianzas, que auguran un futuro por el cual vale la pena seguir peleando. Las asambleas socioambientales, las organizaciones barriales y urbanas, las organizaciones de la sociedad civil —como Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) que lleva años de trabajo territorial con las comunidades de Salinas Grandes y las comunidades indígenas tienen, por ejemplo, una larga acumulación de saberes en materia legal.

“Desde fallos ambientales promisorios como el de la Comunidad indígena Atacameños del Altiplano en Catamarca a fallos internacionales como el de Lakha Honhat, desde las experiencias de creación de protocolos propios de consulta como el Kachi Yupi o el Jarkaspa hasta las experiencias de lucha por instrumentar la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena (26.160).  Todas estas experiencias demuestran que la vía legal es una importante y valiosa estrategia de lucha.

“En otro sentido, la otra gran lucha presente, fue la de los organizadores y anfitriones, el Tercer Malón de la Paz. En un momento de pausa, entre un almuerzo a las corridas y la redacción de la declaración, el cacique del Pueblo Ocloya Néstor Jerez, quien estuvo los cuatro meses y medio de acampe en la Ciudad de Buenos Aires, compartió con este cronista un balance sobre la gesta del año pasado. La respuesta de Néstor fue larga y pausada. Lo primero que dijo, con palabras simples y serenas, es que “no pasa todos los días. Unas pocas veces en la historia se pueden ver marchas así… Para nosotros, que se haya dado el Tercer Malón, ya de por si es un hecho histórico”. 

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Fuentes: Tierra viva [Foto: Gianni Bulacio]


CUMBRE DEL AGUA: «NO SOMOS DUEÑOS, SOMOS PARTE DE LA PACHA».

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Por Manuel Fontenla | 16/09/2024 | Ecología social

Fuente. Revista Rebelión lunes 16 de septiembre del 2024.

La cumbre latinoamericana, que hace pie en el agua como eje transversal de las luchas de pueblos indígenas, organizaciones socioambientales, asambleas y la ciencia anti-extractivista, tuvo su quinta cita anual en Jujuy. El Tercer Malón de la Paz y las comunidades de Salinas Grandes fueron los anfitriones. Crónica de un encuentro para enmarañar identidades, compartir estrategias y extender territorios.



Como ha escrito y relatado el intelectual aymara Simón Yampara-Huarachi, la vida andina se da en un diálogo de comunidades cósmicas. Todas las cosmovisiones que atraviesan el mundo andino-amazónico señalan como fundamental la existencia de mundo espiritual y un mundo de la vida material, unidos. El calendario agrícola-social está lleno de wakas (deidades) sagradas y cada elemento de la naturaleza tiene su propia entidad sagrada: Yacumama (la madre agua), Killamama (la madre luna), Saramama (la madre maíz) y muchas otras. Por cada una de ellas hay fiestas, ofrendas, cantos y ceremonias. Este cosmocentrismo sagrado sitúa y explica cómo fueron los días, 6, 7 y 8 de septiembre en los que se realizó la quinta Cumbre Latinoamericana del Agua para los Pueblos en el territorio indígena de El Moreno (Jujuy), porque la mayor parte del tiempo se estuvo entrando y saliendo de rituales. Entrando y saliendo de ofrendas y ceremonias, entrando y saliendo de la palabra al canto y del canto al abrazo y del abrazo a la comida, y de nuevo a la ceremonia y el ritual.

La cumbre es organizada, desde 2018, por asambleas socioambientales en alianza con Pueblos Indígenas, organizaciones de Derechos Humanos, científicos e investigadores anti-extractivistas. Independiente de cualquier gobierno y partido político, la cumbre tuvo su primer encuentro en Catamarca y siguió cada año, con el intervalo de la pandemia, en Jachal (2019), Allen (2022) y Mar del Plata (2023). Esta quinta cumbre, organizada por el Tercer Malón de la Paz junto a las Comunidades indígenas de Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc fue, más que cualquier otra, un largo ritual en defensa del agua.

Y ese largo ritual, fue también una continuidad entre el agua y el nosotros, entre los vientos y el frío, el calor y el fuego, la Pacha y la presencia allí. Este contexto, fue el que propuso y el que dispuso, Raúl Sajama (autoridad de la Comunidad Angosto El Perchel, Tilcara), quien ofició como uno de los moderadores y guía para ir transitando las entradas y salidas de esos momentos.

La voz de Sajama es, literalmente hablando, reconocida entre las comunidades indígenas de Jujuy y de todo el noroeste argentino, ya que durante años llevo la realidad de los conflictos indígenas a todo el territorio a través de Radio Nacional, y en los últimos años, también a través de los canales de televisión local y nacional. Fue Raúl, en las palabras de bienvenida a la Cumbre del Agua para los Pueblos, quien estampó con una frase certera y corta cuál sería el camino a seguir para el resto de los días: “No somos dueños, somos parte de la Pacha. Le pertenecemos a ella, y no al revés”.

Esa sentencia, fue ganando cuerpo y experiencia, espacio y tiempo, en el transcurrir del día a la noche y de la noche al día. Cada mañana, con cada nueva discusión, con cada mate cocido compartido, con cada plato de guiso, con cada proyección y mesa de discusión, con cada intercambio de palabras, esa sentencia nos adentró en la pertenencia a la Pacha, reflexionando, sobre cuál es el camino indicado, para cuidarla, recuperarla, defenderla, regenerarla, ante tanto saqueo, daño y dolor.



Resistir y recrear, defender y sembrar

Cada ceremonia y ritual tuvo su particularidad. En la de bienvenida, una dualidad de chacha-warmi (varón mujer) pasó a realizar su ofrenda y entregar unas palabras. Todos lo hicieron a orillas de la boca abierta de la Pacha, respetuosamente, unidos y protegidos por un poncho que fue rotando de espalda en espalda. Allí se escucharon gritos de guerra, muchos Jallalla, Kausachun, Chey Chey, Marici we, con potencia y coraje, pero también, hubo voces entre cortadas, lágrimas y tristeza.

Esas sensaciones transitaron los cuerpos de todas y cada una de las vidas que habitan los territorios de saqueo. Sea los de allí, como los de todos aquellos que habían viajado cientos de kilómetros para participar de una Cumbre del Agua para los Pueblos que colmó las expectativas de todos y multiplicó el compromiso de lucha. Desde Perú, Chile, Uruguay, Colombia y diversos rincones de Argentina, todos tuvimos un momento para acercarnos a la Pacha a rendir nuestra ofrenda, durante las casi tres horas que duró la ceremonia de apertura.

La segunda mañana, bien temprano y con el sol recién salido, se hizo una ceremonia del agua, a orillas del pequeño río que atraviesa el pueblo. En esta ocasión, los hermanos del Perú, del pueblo de Puno, integrantes de la Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería e Hidrocarburos (Conacamhi), fueron los encargados de guiar el ritual. Otra vez, durante más de tres horas, llevamos adelante un largo compartir con el agua.

En distintas lenguas, como el quechua y el aymara, fuimos nombrados cada uno de nuestros territorios en peligro. Mirando al imponente apu (abuelo) Chani que se encontraba frente a nosotros, fuimos trayendo el eco y los nombres de nuestros otros cerros-apu amenazados por el extractivismo: el Aconquija, el Famatina, el Aconcagua, entre tantos otros.

Luego, al sonido de quenas y pututus, el círculo de ceremonia fue deviniendo, de baile y canto, en una caminata que recorrió las callecitas de El Moreno hasta llegar a la Escuela Secundaria Agrotécnica N° 9, donde se realizó toda la jornada de debates, conversaciones e intercambios.

El tercer día por la mañana, las autoridades locales de la comunidad indígena de El Moreno, junto a las autoridades del pueblo de Perú, se acercaron a las cenizas que habían quedado de la gran fogata de ofrenda. Allí, sentados en silencio y con paciencia, leyeron el mensaje de los apus, los abuelos y la Pacha, y transmitieron con alegría que la ofrenda había sido recibida con plenitud. Cenizas blancas y completas, una señal de que la lucha y toda la jornada había estado acompañada por la fuerza del agua y el territorio.

Sin embargo, como señaló uno de los hermanos de Tilcara“El Inti está lleno de rojo, y entonces habrá sangre… pero ese no es el camino”. Efectivamente, en cada relato de los hermanos jujeños, de quienes caminaron y acamparon con el Tercer Malón de la Paz, de quienes vienen resistiendo contra los gobiernos y las empresas, en cada una de sus palabras, la violencia está siempre presente, marcada en el cuerpo, impresa en la memoria.   

Ese fue también otro gran péndulo que atravesó la cumbre; el dolor y la alegría, el miedo y la esperanza, la violencia y el cuidado, la destrucción y la siembra. Solo que no fue a la manera occidental, de opuestos enfrentados, sino como la dualidad complementaria del mundo andino y aymara. Por eso, todas las ceremonias, todos los rituales, los grandes y los pequeños, fueron abrazados en la resistencia y la reproducción de la vida. No como polos enfrentados, sino como las dos tareas complementarias que debemos afrontar, resistir y recrear, defender y sembrar. 


 

 “Nosotros sabíamos hachar la sal, vivir de la sal” 

Para llegar hasta la localidad de El Moreno, hicimos un viaje de diez horas. Luego de subir por la imponente cuesta de Lipán, desembocamos en una gran planicie que da ingreso a Salinas Grandes. En esos últimos kilómetros de asfalto, los que siguen al final de la cuesta, todavía se imponen algunos tonos verdes y amarillos. Pero en cuanto uno llega a Santuario 3 Pozos, allí, el terreno muestra un corte abrupto, tajante. El verde y amarillo se detiene ante una línea recta que nada tiene de imaginario, allí, empieza el reino de la sal. La blancura agrietada de los imponentes salares, y eso, es apenas un pestañeo de lo que se pueda apreciar desde la ruta.

Antes de tomar el desvió de tierra hacia el pueblo, ahí mismo sobre la ruta, le da la bienvenida a todo el mundo la Feria de la Sal. Un gran puesto de artesanías, con la oficina de turismo y algunas construcciones más. Desde ese mismísimo iniciolos carteles lo ponen a uno en contexto: “No al Litio”. “El agua vale más que el litio”, reza el gran cartel de ingreso a la feria.

Para las miradas urbanas y para las turísticas, el salar es un lugar inhabitable, otro de los tantos desiertos construidos por el imaginario occidental. Sin embargo, al estar allí con sus habitantes, al escuchar sus voces y relatos, las largas y extensas memorias de vida, se empieza a comprender qué significa para estos pueblos la “sal” y por qué los salares son lugares que alimentan la vida, tanto como son hogar de una enorme biodiversidad.

Para adentrarse en ese mundo, el sábado por la tarde en el gran salón de la escuela secundaria, compartimos el documental Kaplla Kachi (La fuerza de la Sal) realizado por las Comunidades de la Cuenca de Salinas Grandes y Laguna de Guayatayoc. En él, Walter Alancay, de la comunidad de Aguas Blancas, relata

“Aquí los arrieros llegaban (al salar) con sus burritos, hachaban su sal y se iban a la Quebrada. Llegaban a la Quebrada y hacían intercambio por frutas y verduras… O sea, no había que pedir permiso como ahora, ahora el Estado se ha hecho dueño de las salinas… Antes la salina era de todos”.   

Testimonios como el de Walter se repitieron una y otra vez en el transcurso de la Cumbre del Agua para los Pueblos. No solo sobre el trabajo en las salinas, sino sobre todas las formas de trabajar la tierra. La escuela misma tiene sus cultivos de papines, habas y ajo, que la directora Etelvina mostraba con orgullo y que sus estudiantes vendieron con alegría. Las economías alternativas, las cooperativas, todas las otras formas de sustento, abastecimiento y producción estuvieron en el eje de las discusiones.

Las comunidades lo saben con total certeza, no alcanza con decir que “no al litio”, también hay que pensar en los modos propios de vida, sustento y producción. Por eso, se habla tanto de las empresas transnacionales, como se habla de las llamas y vicuñasSe menciona por igual, la violación a la consulta, previa, libre e informada —contemplada en el Convenio 169 de la OIT y en el Acuerdo de Escazú— como se habla de tejidos y semillas.

En cada territorio están presentes los elementos que hacen a la identidad. Cada pueblo trajo el suyo, en su vestimenta y su palabra, en su canto y sus instrumentos, y no hubo quien no mencionara como una lucha fundamental de esta época recuperar la identidad, la lengua y la espiritualidad. En el territorio de las comunidades anfitrionas, la “sal” es, antes que nada, identidad. Por eso, el pequeño recordatorio de la cumbre que obsequió la cooperativa de Salinas Grandes a cada participante, no fue un puñado de sal, sino un pedacito de territorio y memoria, un obsequio para “hacernos parte” del vínculo con los salares.

Eso es parte de la fortaleza de la Cumbre del Agua para los Pueblos, tejer esos vínculos, generar esos compromisos, hermanar las luchas, enmarañar identidades, extender territorios, una vez más, ser parte: somos agua y también somos sal.



 “Díganle a Milei que yo voy a morir con las ojotas puestas”

Como en muchos otros encuentros actuales de lucha, la presencia mayoritaria es de mujeres. Y en este caso, una presencia importante de mujeres jóvenes. Si bien no hubo paneles específicos para abordar la violencia de género, las mujeres le pusieron palabras y cuerpo a las realidades que sufren a diario y a las maneras en las que las enfrentan. Mujeres que sostienen el hogar, mujeres docentes, mujeres campesinas, mujeres maloneras, que marchan y acampan, mujeres que toman el micrófono y hacen retumbar su mensaje.

Mujeres, que son mamitas, doñitas, abuelas y paisanas. Mujeres como Aurora Choque, que en un discurso conmovedor y lleno de fuerza dio la alerta: “¡Está secándose el cerro! El cerro Coyahuima reparte para tres (pueblos), para El Toro, para Colanzuli y para Coyahuima, y esa agua nos están sacando a nosotros”.  Y luego, con ironía y valor, parafraseó al presidente Javier Milei, quien, en 2023, había dicho que “como un gladiador, estaba dispuesto a morir con las botas puestas”. Aurora, como kolla, retrucó: “Díganle a ese Milei que yo voy a morir con las ojotas puestas”.

Fueron también las mujeres mapuches, llegadas desde Río Negro, las que le pusieron voz a una brutal persecución que lleva adelante el Estado contra sus machis y sus territorios. Y otra mujer campesina la que remarcó que “el agua no es problema del futuro, acá ya nos quedamos sin agua, ya se secaron las vertientes”.  Esa frase fue puente para traer todas las situaciones de lucha que atraviesa el país y el continente.

Las palabras que compartieron desde Uruguay, las que trajeron desde Chile, las que contaron vecinos afectados de la cuenca del Rio Paraná, de la cuenca del Plata, de las represas en el sur y los ríos secos en Antofagasta de la Sierra; las aguas contaminadas en las grandes urbes y también, la escasez total de agua, como contaron las mujeres de la organización La Poderosa, que vivieron épocas terribles durante la pandemia, sin ningún tipo de acceso al agua potable en los barrios marginales del Gran Buenos Aires.

La cumbre hace pie en el agua como eje transversal de todas las luchas. Del Kollasuyu al Tawantinsuyo pasando por el PuelMapu, no importa quién lo diga, desde qué territorio o qué realidad. En casi todos los discursos, en todos los debates, en los documentales y libros que circularon, en las paredes pintadas, en las banderas, en los carteles intervenidos, la consigna es una y es clara: “Sin agua no hay vida”. Ese fue también el llamado que se reiteró, una y otra vez, para unir las luchas sociales del país, para dejar de lado, como lo dijo muy claro Pablo Salas, de la Conacamhi:

“No debemos dejar que nos dividan, ni los credos, ni los gobiernos, ni los partidos políticos”.



Cumbre del Agua para los Pueblos o seguir construyendo caminos en defensa del agua

La realidad argentina, y de todo el continente, es crítica. La declaración de la Quinta Cumbre del Agua para los Pueblos ofrece un resumido estado de situación de la región entorno al extractivismo: petroleras offshore en los mares, agronegocio, monocultivo, agrotóxicos, desmonte, quema de bosques y humedales nativos. Falsos discursos de desarrollo, transición energética, megaminería de litio, entrega y apropiación de territorio marítimo. Acuerdos de gobiernos con empresas extranjeras para la privatización del agua, con Mekorot a la cabeza; pero también con transnacionales como Danone, Nestlé, Coca-Cola o el avance de empresas locales como Manaos en Santiago del Estero. Derechas extremas dirigiendo gobiernos; autoritarismo y xenofobia. Un panorama de colapso climático y profundización de la desigualdad, el hambre y la pobreza, escalofriante.

Pero también, del otro lado de la moneda, durante los tres días del encuentro se compartieron experiencias de victoria, avances en la protección de los territorios y alianzas, que auguran un futuro por el cual vale la pena seguir peleando. Las asambleas socioambientales, las organizaciones barriales y urbanas, las organizaciones de la sociedad civil —como Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) que lleva años de trabajo territorial con las comunidades de Salinas Grandes y las comunidades indígenas tienen, por ejemplo, una larga acumulación de saberes en materia legal.

Desde fallos ambientales promisorios como el de la Comunidad indígena Atacameños del Altiplano en Catamarca a fallos internacionales como el de Lakha Honhat, desde las experiencias de creación de protocolos propios de consulta como el Kachi Yupi o el Jarkaspa hasta las experiencias de lucha por instrumentar la Ley de Propiedad Comunitaria Indígena (26.160).  Todas estas experiencias demuestran que la vía legal es una importante y valiosa estrategia de lucha.

En otro sentido, la otra gran lucha presente, fue la de los organizadores y anfitriones, el Tercer Malón de la Paz. En un momento de pausa, entre un almuerzo a las corridas y la redacción de la declaración, el cacique del Pueblo Ocloya Néstor Jerez, quien estuvo los cuatro meses y medio de acampe en la Ciudad de Buenos Aires, compartió con este cronista un balance sobre la gesta del año pasado. La respuesta de Néstor fue larga y pausada. Lo primero que dijo, con palabras simples y serenas, es que “no pasa todos los días. Unas pocas veces en la historia se pueden ver marchas así… Para nosotros, que se haya dado el Tercer Malón, ya de por si es un hecho histórico”. 



Luego mencionó la importancia del reclamo, de todo lo que significó la protesta en Jujuy, los cortes de ruta, las alianzas que se tejieron y la solidaridad de quienes se acercaron al acampe. Pero ninguna de esos aspectos fue el que más resalto, en su relato hubo otra cosa, un reconocimiento a sus pares, a lo que significa dejar la hacienda, los animales, la chacra, la familia, dejarlo todo para ir a defender, contra todas las adversidades, una causa, una lucha. Ese, también es el otro lado de la moneda. No importa que esté Milei, que las transnacionales tenga comprado al Poder Judicial, a los organismos internacionales, a la Policía y a Gendarmería, la gente ya sabe eso, hace años. Lo increíble, es que sabiendo todo eso, emprenda la caminata igual, salga a seguir dando la lucha.

En este sentido, la Cumbre del Agua para los Pueblos es también un hecho histórico. Porque no importa cuán poderosas sean las transnacionales del litio, no importa cuántos Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones quieran beneficiarlas, cuántos gobiernos de derecha o progresistas quieran vender los territorios. Lo que realmente importa, es que hay una larga, larguísima memoria de lucha y resistencia, que los pueblos actualizan una y otra vez. El Tercer Malón y la cumbre forman parte de ese tejido de memoria y resistencia. Una vez más, ser parte de la Pacha manteniendo nuestros rituales, ser parte de la memoria, sosteniendo nuestras luchas.

El cierre fue, como no podía ser de otra manera, con un gran ritual alrededor de unas vasijas colmadas de agua y rodeadas de sal. Luego, abrazos, alegrías, lágrimas, cantos y despedidas. Unos minutos antes de eso, se realizó, como siempre, la votación para decidir el próximo lugar donde se realizará la cumbre: será en Chile, en San Pedro de Atacama. El Consejo de Pueblos Atacameños, integrado por 18 comunidades atacameñas-Lickanantay de la cuenca del Salar de Atacama, será el anfitrión. Hacia allí irán asambleas, pueblos indígenas, organizaciones ambientales y científicos anti-extractivistas el año que viene, a seguir construyendo los caminos en defensa del agua.

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