martes, 20 de agosto de 2019

LOS LÍMITES IMPUESTOS POR LOS PUEBLOS AL NEOLIBERALISMO. Argentina. Brasil y Paraguay, fraguas transformadoras.

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 “Es ya un tema acordado por los especialistas que son los Estados, como ficción jurídica, quienes ejercen primariamente y de diversas formas la violencia socio-económica, fundamentalmente por intermedio de sus políticas públicas hacia la población. En el campo del cooperativismo también son muy conocidos los tipos de relación que establecen los gobiernos ante el noble accionar cooperativo. Ellos son: De indiferencia, de agresividad y de consenso. Aunque no aparecen en forma pura estas actitudes, en más de las veces se expresan solapada e intermitentemente. Nosotros abordamos el ansia de los pueblos de un buen vivir como categoría de análisis e investigación para entender sus profundos y justos derechos humanos. El cooperativismo surgió, precisamente, de una reflexión que realizaran los Pioneros de Rochdale ante la agresión que provocó la Revolución industrial. Proceso que se repite en cualquier parte del mundo: Las cooperativas son organizaciones de refugios y anhelos de mejor vivir”.

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LOS LÍMITES IMPUESTOS POR LOS PUEBLOS AL NEOLIBERALISMO.
Argentina. Brasil y Paraguay, fraguas transformadoras.
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José Yorg.

Rebelión martes 20 de agosto del 2019.

“Cuando los pueblos agotan su paciencia, hacen tronar el escarmiento”. J.D. Perón.

“La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia en cualquier parte”. Martin Luther King

En especial los países de América del sur Argentina, Brasil y Paraguay atraviesan procesos de enormes y crecientes conflictos sociales, derivados, prima facie, de la aplicación de políticas públicas de corte neoliberales, que potencian las contradicciones socio-económicas existentes.
La desigualdad social es un dato indiciario en estas naciones que otrora, en el siglo XIX, se enfrentaron en una guerra de exterminio contra el Paraguay, del cual éste nunca recuperó aquel nivel de desarrollo industrial y promoción humana.

Precisamente, aquel conflicto, que adquirió caracteres de genocidio por la brutalidad empeñada sobre la población civil, sobre mujeres, ancianos y niños paraguayos desplegada por el ejército brasileño, hoy exacerbados por la firma secreta de un acta sobre condiciones muy favorables para Brasil sobre el manejo de la hidroeléctrica de Itaipú, el pueblo expresa su irritación en las calles de Asunción tras la explosión que provocó conocer esa vil actitud, pidiendo juicio político al mandatario y su vicepresidente.

Pero, a la vez, grandes masas del Brasil comparten este malestar porque su presidente Bolsonaro estimula dudas sobre su rol en el gran negociado. El proceso privatizador y otras medidas antipopular enervan los malhumores contenidos, hasta ahora.

En Argentina, la fulminante derrota electoral de las primarias del presidente Mauricio Macri y su posterior reacción nerviosa no han hecho más que adelantar conflictos incubados.

Sin dudas, Argentina, Brasil y Paraguay encabezan un proceso de insatisfacción social que fraguan, contradictoriamente, ansias transformadoras de sus pueblos exhaustos de tanta mentira y corrupción política. Todo parece que pronto los pueblos pondrán límites al neoliberalismo.

Ahora, ¿estos conflictos sociales son reacciones de una violencia socio-económica desde los Estados?

Una interesante indagación sobre la temática nos aporta el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) con el material “Violencia política y conflictos sociales en América Latina” de los autores César Barreira. Roberto González Arana y Luis Fernando Trejos Rosero. http://enlaceacademico.ucr.ac.cr/node/2543.




Nos adelanta la sinopsis del libro que

La violencia socioeconómica como categoría de estudio en las ciencias sociales y humanas, ha venido adquiriendo creciente relevancia en América Latina. Los problemas y variables metodológicas asociadas a su investigación han sido abordados con mayor profundidad desde la Sociología, el Derecho, la Ciencia política y la Psicología Social. Es por esto, que esta publicación se propone abordar la violencia socio-económica como una categoría de análisis e investigación interdisciplinaria, posibilitando la reflexión académica en torno a las dinámicas de construcción del poder, la institucionalidad y los movimientos sociales en América Latina”.

Es ya un tema acordado por los especialistas que son los Estados, como ficción jurídica, quienes ejercen primariamente y de diversas formas la violencia socio-económica, fundamentalmente por intermedio de sus políticas públicas hacia la población.

En el campo del cooperativismo también son muy conocidos los tipos de relación que establecen los gobiernos ante el noble accionar cooperativo. Ellos son: De indiferencia, de agresividad y de consenso. Aunque no aparecen en forma pura estas actitudes, en más de las veces se expresan solapada e intermitentemente.

Nosotros abordamos el ansia de los pueblos de un buen vivir como categoría de análisis e investigación para entender sus profundos y justos derechos humanos. El cooperativismo surgió, precisamente, de una reflexión que realizaran los Pioneros de Rochdale ante la agresión que provocó la Revolución industrial. Proceso que se repite en cualquier parte del mundo: Las cooperativas son organizaciones de refugios y anhelos de mejor vivir.

Otra categoría de análisis e investigación constituye el deseo transformador de los pueblos, esa presencia en las mentes y corazones del hombre y mujer de la inconmensurable convicción de que otro mundo mejor es posible. El cooperativismo transformador lo proclama a viva voz.

¡En la fraternidad, un abrazo cooperativo!

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