miércoles, 7 de agosto de 2019

PLATAFORMAS VIRTUALES: LA ACUMULACIÓN ORIGINARIA DE SILICON VALLEY.

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CAPITALISMO INFORMACIONAL. El capitalismo informacional, cognitivo o del conocimiento representa la cuarta fase del desarrollo capitalista.
 ORIGEN
El capitalismo informacional comenzó con la ruptura de la bolsa de valores de nueva York (1929), ganando impulso en la transición al siglo XXI. Sin embargo, existe controversia acerca de la fecha del origen capitalismo informacional. Para algunos estudiosos, el capitalismo informacional en el período posterior a la guerra y, para otros, desde la década de los 80. Este término fue utilizado por primera vez por el sociólogo español Manuel Castells, en su obra Sociedad de la Información o Era de la Información, escrita en 1996 y publicada en 2006.

CAPITALISMO INFORMACIONAL: RESUMEN

El capitalismo informacional corresponde al período económico y social que estamos viviendo. Está marcado por el avance de la globalización, las computadoras, los teléfonos digitales, la robótica e Internet. Recibe su nombre porque está estrechamente relacionado con la sociedad de la información y la era de la información. Sus principales características incluyen la expansión y desarrollo de la tecnología de la información (IT); flujos de aceleración y el aumento de capital, bienes, información, personas; y, todavía, la difusión del conocimiento. En el ámbito social, se destaca el aumento del flujo de información a través de las redes virtuales y la dependencia tecnológica, que se intensifica por el uso de las redes sociales, que permiten recibir una gran cantidad de información de forma rápida. Notificaciones, avisos, recordatorios, actualizaciones, etc., son algunos mecanismos para mantener conectados a sus usuarios a la información digital. Por lo tanto, hay nuevas prácticas sociales y culturales con el uso intensivo de las tecnologías figurando una nueva estructura social. En este sentido, hay que destacar que la desigualdad social fue tomando otras proporciones, generando una exclusión digital en diferentes partes del mund. Posterior al capitalismo financiero, algunos investigadores prefieren destacar que el mismo surge paralelo al capitalismo informacional. Es decir, la tercera fase capitalista (financiera o monopolista) todavía no está terminada, siendo, por tanto, complementar al nuevo capitalismo informacional.

CARACTERÍSTICAS LAS PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL CAPITALISMO INFORMACIONAL SON:

Desarrollo de la Tercera Revolución Industrial (Técnica y Científica Revolución). Desarrollo acelerado del capitalismo financiero Experiencia y cualificación de la mano de obra Optimización de procesos de producción Aumento de la productividad económica Mercantilización de la información Tecnologías de la información Sociedad de la información Innovaciones y revolución tecnológica Desarrollo de software y aplicaciones Valoración de la creatividad y de la mano de obra joven Acumulación de riqueza a través del conocimiento Sistemas pautados por el modelo neoliberal Avance de la globalización y del neo-imperialismo Aumento de las transacciones comerciales a través de Internet



FASES DEL CAPITALISMO

Para facilitar la comprensión del concepto de capitalismo, hay que recordar que comenzó en el siglo XV en Inglaterra y se modificó con el tiempo. Aquí están las tres fases del capitalismo (anteriores al capitalismo informacional), y sus principales características:

Capitalismo comercial o mercantil (siglo XV a XVIII) – esta fase se llama 
pre-capitalismo y presenta como principales características: monopolio comercial, sistema mercantilista, aparición de la moneda y expansión de las relaciones comerciales.

Capitalismo industrial o industrialismo (XVIII y XIX) – marcada por la revolución industrial, esta fase tiene las siguientes características principales: avance del sistema de fábrica, aumento de la productividad y del mercado consumidor y ampliación de las relaciones comerciales.

Capitalismo financiero o monopolístico (a partir del siglo XX) – en esa etapa, el sistema financiero comanda las relaciones económicas, marcadas por la fusión del capital bancario y el capital industrial, el monopolio y el oligopolio y la expansión comercial de las empresas globales (multinacionales). Fuente original: Escuelapedia.com


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PLATAFORMAS VIRTUALES: LA ACUMULACIÓN ORIGINARIA DE SILICON VALLEY.
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Mario Enrique De león.
ALAI. América latina en Movimiento.
Lunes 5 de agosto del 2019.

Las corporaciones de Silicon Valley se hicieron de las jugosas ganancias que generan los medios conectivos, posterior a una serie de inversiones públicas -que fueron de la mano con el desarrollo de fuerzas productivas empleadas en centros de investigaciones especializados (público y privado) de EE.UU.-, con el propósito de construir una red de redes de telecomunicaciones, para conectar una multiplicidad de ordenadores dentro de este territorio.

Fue el Departamento de Defensa de Estados Unidos, institución pública de ese país, por medio de su Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA), los que utilizaron recursos públicos para diseñar el ARPANET. Esta fue la red madre de telecomunicación -desde 1969 hasta 1990- que dio paso a la llegada del Internet. Más adelante, otra organización pública, el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), logró vincular en 1991 la tecnología de hipertexto a la Internet, con la creación de la World Wide Web. Este adelanto, diseñado por Tim Berners Lee, fundó los cimientos de una nueva era de telecomunicaciones.

Paralelamente a este espacio entre el desarrollo de la ARPANET y la era del Internet, que tomó cerca de 30 años, en medio de un contexto de guerra fría, los usuarios, y los no, de estas redes de telecomunicaciones fueron teniendo distintas consideraciones con las nuevas formas de comunicación. Durante la década del sesenta, los ciudadanos norteamericanos, sumergidos en el movimiento contracultural, desconfiaban de todos los avances tecnológicos de la época. Eran consideradas como estructuras de control y vigilancia de los aparatos gubernamentales y de las grandes corporaciones.

Fue hasta la década siguiente que empezaron a familiarizarse con las nuevas tecnologías. De hecho, explica Van Dijck (2016:16) que los valores contraculturales, “de comunidad y colectividad con los imperativos de libertad personal y empoderamiento, valores que entraban en conflicto franco con las nociones de opresión y restricción de la individualidad aún asociadas a las tecnologías de la información”, encarnaron en la figura del nerd rebelde, amante de las computadoras, que trabajaba, desde un supuesto sótano oscuro de alguna vivienda, ubicada en cualquier ciudad de Estados Unidos, en pro del bien público y en contra de los poderes estatales y económicos. De estos valores de los movimientos contraculturales surgieron los nuevos valores de los defensores de la cultura web que pasado el milenio se enfrentarían a las corporaciones de Silicon Valley.

Entrado el siglo en curso, los medios conectivos fueron tomando forma gracias al previo desarrollo de la web 2.0 y el espíritu participativo de los defensores de la cultura web, que preferían desarrollar sus actividades online, colectivamente, en espacios públicos, no comerciales, y que les permitiesen comunicarse -tal cual como lo sintiesen- sin las fuerzas de las restricciones que normalmente se encuentran en los espacios controlados por los gobiernos y/o los mercados. Dado que estos nuevos canales de comunicación permitían tales demandas de los usuarios -gratuidad, libertad, participación, colectividad- en un contexto neoliberal, éstos fueron considerados por las comunidades de usuarios como medios alternativos.

Pero esto significó el origen de una tensión entre lo público y lo privado, entre lo libre y lo restringido, entre lo alternativo y lo formal en el mundo online. A las corporaciones que empezaron a adquirir estos medios, entre los años 2004 y 2008, les fue difícil conjugar la coexistencia entre sus intereses comerciales y las normas de usos que imponían las comunidades de usuarios. Estas tensiones llevaron a las corporaciones a apropiarse de los valores colectivos y públicos que contemplaba la retórica de los defensores de la cultura web sobre las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Además, de saber 

“navegar entre la cultura de inversión capitalista de Silicon Valley, caracterizada por la búsqueda de ganancias rápidas y una veloz capitalización en el mercado accionario, y el espíritu de participación originario, que había favorecido su crecimiento” (Van Dijck, 2016:21).

Este hábil movimiento de las corporaciones, a lo cual ellos catalogan como emprendimiento mixto público y privado, implicó mantener la misma retórica -impregnada de valores como libertad, transparencia, gratuidad, participación y colectividad- pero con significados distintos en el trasfondo. La retórica terminó siendo una fortaleza de eufemismos utilizados por las corporaciones. La libertad la transformaron en vigilancia, la transparencia en pérdida de privacidad, la gratuidad en la mercantilización de la privacidad de los usuarios, la participación en una comunicación canalizada tecnológicamente y la colectividad en la explotación del trabajo de los produsuarios. Con relación a esto último, poco se advierte que estas corporaciones no generan ningún tipo de contenido; todo en ellas es producto del trabajo de los usuarios a cambio de conexión, lo que algunos podrían denominar como ciberexplotación.

Adentrado los medios conectivos en las prácticas culturales de comunicación, los usuarios no tuvieron otro remedio que negociar cuando se sintieron inconformes con algún cambio tecnológico en estas plataformas y cuando supieron que ellos eran el producto a negociar de estas corporaciones (2012). Al parecer, fue demasiado tarde el descubrimiento para un abandono masivo de estos espacios de sociabilidad. Esas negociaciones se mantienen hasta la fecha, pero han tomado mayor relevancia con los escándalos de Cambridge Analytica. Por otra parte, en Europa se habían ligeramente adelantado las discusiones en cuanto a establecer medidas de regulación a las corporaciones que mercantilizan la privacidad de los usuarios sin su consentimiento, mientras en regiones como las nuestras, Latinoamérica, mantienen libre paso para negociar con las privacidades de cada uno de los usuarios.

La acumulación original del capital privado de Silicon Valley no terminó con las cuantiosas inversiones públicas para edificar la red de redes que utilizamos hasta nuestros días ni con los trabajos colectivos desarrollados por comunidades de usuarios aficionados durante la década del noventa (web 1.0) y que posterior expandieron con los medios conectivos (web 2.0) a inicios del siglo en curso. Se mantendrá mientras el modelo de negocio no sea otro a la mercantilización de la privacidad de los usuarios, sin su consentimiento, y la explotación de su trabajo.

- MARIO ENRIQUE DE LEÓN, sociólogo, Universidad de Panamá. Investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos, (CELA), “Justo Arosemena”.  Becado IDEN-SENACYT. Maestrando en Ciencias Sociales.

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