UNA ROSA ROJA : Para las Mujeres Socialistas en el Centenario del Día Internacional de la Mujer-

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Estamos convencidos de ello, por las mujeres que luchan por su libertad, por los jóvenes que quieren decidir su propia vida, por los hermanos y las hermanas inmigrantes que reivindican la dignidad humana plena, por quienes trabajan y cada día afirman que somos personas y no gente a la que explotar. Por todos los que quieran empeñarse por la plena sabiduría y su militancia socialistas, que estas extraordinarias mujeres, irradian con su vida, su ejemplo, su lucha y entrega por los derechos de las mujeres. Hoy más que nunca están con nosotros Flora Tristán, Clara Zetkin, Rosa Luxemburgo. Zoila Aurora Cáceres, Dora Mayer de Zulen, Aurora Vivar, Maria Elena Moyano. Maria Euduviges Juárez Salazar, Jesús Tapia.

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UNA ROSA ROJA: Para las Mujeres Socialistas en el Centenario del Día Internacional de la Mujer. 1910- 2010.

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FLORA TRISTAN- Mujer Socialista, gran amiga y compañera de lucha de Carlos Marx. Autora: " Peregrinaciones de una Paria", y de la consigna mundial: "Proletarios de todos los países del Mundo, Uníos".

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CLARA ZETKIN Y ROSA LUXEMBURGO, mujeres Socialistas, grandes protagonistas en la Historia social y política del Socialismo. Presentes en Congreso de Mujeres Socialistas de 1910.


Día Internacional de la Mujer.

Mario Benedetti.

Si Dios fuera una mujer

¿Y si Dios fuera mujer?

pregunta Juan sin inmutarse,

vaya, vaya si Dios fuera mujer

es posible que agnósticos y ateos

no dijéramos no con la cabeza

y dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez

para besar sus pies no de bronce,

su pubis no de piedra,

sus pechos no de mármol,

sus labios no de yeso.

Si Dios fuera mujer la abrazaríamos

para arrancarla de su lontananza

y no habría que jurar

hasta que la muerte nos separe

ya que sería inmortal por antonomasia

y en vez de transmitirnos SIDA

o pánico nos contagiaría su inmortalidad.

Si Dios fuera mujer

no se instalaría lejana en el reino de los cielos,

sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,

con sus brazos no cerrados,

su rosa no de plástico

y su amor no de ángeles.

Ay Dios mío, Dios mío

si hasta siempre y desde siempre

fueras una mujer

qué lindo escándalo sería,

qué venturosa, espléndida, imposible,

prodigiosa blasfemia.

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SEGUNDA CONFERENCIA MUNDIAL DE MUJERES SOCIALISTAS.

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Copenhague 25 al 27 de agosto de 1910.

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Siguiendo el precedente de Stuttgart - Primera Conferencia Mundial de Mujeres Socialistas, en 1907 - la Internacional aprovechó la oportunidad del Congreso para la celebración de la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas, en la que según las informaciones aportadas, estaban representadas unas cien mil mujeres incorporadas a las organizaciones socialistas. Componían la Conferencia delegados de 16 países y actuó como Secretaria Clara Zetkin, con la colaboración de Rosa Luxemburgo. El Orden del Día que examinó la Conferencia, fue el siguiente:

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*- El problema de Finlandia.

*- Los Seguros Sociales para la mujer y el niño.

*- La lucha por el mantenimiento de la paz.

*- El sufragio femenino,

*- Contra el acaparamiento y carestía de las subsistencias.

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Sobre Finlandia la Conferencia adoptó, una resolución, cuya parte mnás importante decía:

" La segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas envía los más fraternales saludos y sus ardientes votos al Partido Socialista de Finlandia que lucha en primera fila por los derechos políticos de ese país. Más como esa lucha es simplemente un episodio en la historia de la Revolución Rusa, es a ella a quien pertenece restituir a todos los pueblos sojuzgados por el zarismo su derecho a la autonomía nacional".

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En 1910, la Segunda Conferencia de Mujeres Socialistas depositaba ya su confianza y esperanza en la Revolución Rusa que sobrevendría siete años más tarde..

Examinando, de igual modo que en la Primera Conferencia, el problema de la Paz, se adoptó una Resolución de acuerdo con las líneas generales establecidas por los Congresos Socialistas:

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" La Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, en la lucha contra la guerra, se sitúa en el terreno de las resoluciones de los Congresos Socialistas Internacionales de París, Londres y Stuttgart; ve las causas de la guerra en las contradicciones sociales creadas por el sistema de producción capitalista y no espera el mantenimiento de la paz más que por la acción enérgica y consciente del proletariado, así como el triunfo del Socialismo.

El deber de las mujeres socialistas, es el de colaborar a esta obra de mantenimiento de la paz de acuerdo con el espíritu de los Congresos Internacionales Socialistas".

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La Conferencia volvió a discutir el problema de la lucha por la obtención del derecho de voto y decidió: Confirmar la resolución de la Primera Conferencia celebrada en Stuttgart en 1907.

El punto sobre la Orden del Día sobre los Seguros Sociales para la mujer y el niño quedó resuelto por medio de una Resolución en la que se recogían los postulados de la Internacional dados a conocer a través de sus Congresos:

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*- Protección en el trabajo;

*- Jornada de 8 horas,

*- Para los jóvenes de 16 a 18 años, de 6 horas y

*- Para los niños de 14 a 16, de 4 horas;

*- Prohibición de trabajos perjudiciales a la salud de la mujer y del niño;

*- Subvenciones;

*- Establecimientos de casas-cuna, de guarderías, escuelas, sanatorios, etc.

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Finalmente, el período donde se reunía la Segunda Conferencia el problema de la carestía de la vida y del acaparamiento de víveres, era una de las cuestiones de más actualidad; por eso las mujeres socialistas le prestaron una gran atención y acordaron emprender una gran campaña de agitación en todos los países para denunciar las causas que determinaban esa carestía y con ella una mayor miseria de los trabajadores y una mayor tragedia en los hogares proletarios. La Conferencia acordó, movilizar a las mujeres en torno a ese problema que tan directamente les afectaba, al mismo tiempo que propagar la idea de ayudar y colaborar en el desarrollo del movimiento cooperativo. Adoptadas decisiones sobre todos los problemas del Orden del Día, la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, dió por terminado su trabajo.

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