España: El barco sin timón ya tiene capitán e incluso marineros. El conservador Mariano Rajoy dilató todo lo que pudo la difusión de los nombres de sus compañeros en el gobierno que conducirá los destinos de España. El próximo gabinete estará conformado por hombres y mujeres de su círculo íntimo. La novedad es que el jefe de gobierno redujo de quince a trece el número de ministros del Ejecutivo, en una medida de austeridad encuadrada en la lucha contra el déficit público que su administración fijó como prioridad. De hecho, el del líder del Partido Popular (PP) será el gobierno más reducido en la historia de la reciente democracia española. Rajoy anunció la composición del gabinete de ministros, con el que deberá sacar a España de su grave crisis económica, horas después de jurar como presidente ante los reyes y los máximos representantes de los tres poderes del Estado, durante una rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa. Católico confeso, el político, de 56, años realizó la jura ante un ejemplar de la Constitución española y otro de la Biblia, que descansaba junto a un crucifijo.
Italia: “Nuestro tenor de vida ha cambiado radicalmente. Y en este período se siente más porque es una época del año que estimula a comprar. Estábamos acostumbrados a tener dos salarios y ahora nos tenemos que arreglar con uno solo”, cuenta a Página/12 Raffaella Valente, joven madre de dos nenas, que quedó cesante hace algunos meses. “Claramente el consumo normal de la familia no se puede recortar, porque es una cuestión de sobrevivencia. Pero los gastos extraordinarios deberán ser estudiados. Me refiero por ejemplo a la escuela privada para mi hija mayor. Un gasto que hasta hace algunos meses yo consideraba normal y que ahora se transforma en un lujo”.
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ESPAÑA: Rajoy encogió el gabinete.
Achica el número de carteras y pone de Ministros de su círculo íntimo.
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El barco sin timón ya tiene capitán e incluso marineros. El conservador Mariano Rajoy dilató todo lo que pudo la difusión de los nombres de sus compañeros en el gobierno que conducirá los destinos de España. El próximo gabinete estará conformado por hombres y mujeres de su círculo íntimo. La novedad es que el jefe de gobierno redujo de quince a trece el número de ministros del Ejecutivo, en una medida de austeridad encuadrada en la lucha contra el déficit público que su administración fijó como prioridad. De hecho, el del líder del Partido Popular (PP) será el gobierno más reducido en la historia de la reciente democracia española. Rajoy anunció la composición del gabinete de ministros, con el que deberá sacar a España de su grave crisis económica, horas después de jurar como presidente ante los reyes y los máximos representantes de los tres poderes del Estado, durante una rueda de prensa en el Palacio de La Moncloa. Católico confeso, el político, de 56, años realizó la jura ante un ejemplar de la Constitución española y otro de la Biblia, que descansaba junto a un crucifijo.
En el gabinete de trece ministros, de los cuales nueve son hombres y cuatro mujeres, sobresale la figura de Soraya Sáenz de Santamaría, hasta ahora vocera parlamentaria del Partido Popular (PP) en la anterior Legislatura. Sáenz de Santamaría se convertirá en la mujer fuerte del Ejecutivo, donde acumulará los cargos de vicepresidenta, ministra de la Presidencia y ministra Portavoz. Uno de los nombres esperados con más ansiedad era el de la persona que, desde el ministro de Economía y Competitividad, deberá capear el frente de tormenta representado en la grave crisis económica. Ese hombre será Luis de Guindos, quien durante la administración de José María Aznar se desempeñó como secretario de Estado de la cartera que ahora asume.
De Guindos (ver aparte) –un hombre fuertemente vinculado con el mundo financiero, que desde 2004 hasta 2006 fue miembro del consejo asesor para Europa de Lehman Brothers– tendrá sobre sus hombros la nada fácil tarea de coordinar las políticas del nuevo Ejecutivo popular para enfocar la salida definitiva de la crisis. Hasta la actualidad, el flamante ministro –licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales y técnico comercial– era director del Centro del Sector Financiero de PwC e IE Business School. En el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, Rajoy nombró a José Manuel García Margallo; en Justicia, a Alberto Ruiz Gallardón; en Defensa, a Pedro Morenés; en Hacienda y Administraciones Públicas, a Cristóbal Montoro; en Interior, a Jorge Fernández Díaz; en Fomento, a Ana Pastor; en Educación, Cultura y Deporte, a José Ignacio Wert; en Empleo y Seguridad Social, a Fátima Báñez; Industria, Energía y Turismo, a José Manuel Soria; Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a Miguel Arias Cañete; y en Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, a Ana Mato.
En lunes, durante la exposición de su programa de gobierno, Rajoy anunció como prioridades una estricta política de estabilidad presupuestaria para reducir el déficit público, una reforma del sistema financiero y la lucha frontal contra el desempleo, que afecta a más del 21 por ciento de la población económicamente activa del país.
Se espera que el presidente y su gabinete aprueben el 30 de diciembre las primeras medidas de ajuste para intentar frenar la crisis económica que afecta a la península ibérica. Y en enero deberán votar una ley de estabilidad presupuestaria que completará la reforma de la “regla de oro”, aprobada en septiembre en España, que introduce en su Constitución el principio de equilibrio presupuestario.
El gobierno conservador de Rajoy adoptará, durante el primer trimestre, una modernización de la legislación laboral con el objetivo de hacer frente al desempleo, el talón de Aquiles de la economía española. El líder del PP adelantó que su gestión se basará en un plan de austeridad y más ajustes. Rajoy no aclaró qué partidas presupuestarias se verán afectadas por el plan de ajuste, pero adelantó que la única que subirá es la destinada a las pensiones. “Todas las demás partidas son susceptibles de una revisión a la baja”, advirtió.
Para mañana se espera una concentración convocada por el Movimiento 15-M, que partirá desde la emblemática Puerta del Sol, en Madrid, en protesta por el plan de ajuste que busca llevar adelante el nuevo Ejecutivo, que hará recortes por el orden de 16.500 millones de euros (21.488 millones de dólares) para el 2012 en la Administración Pública.
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Mario Monti, de pie se dirige al Parlamento italiano, antes de la votación en que se aprobó el ajuste, impuesto por la "troyka" gobernante político-financiera.
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ITALIA: ajusta y se prepara para la recesión.
El Parlamento votó en medio de altercados, insultos, silbatos y carteles gigantes que decían “gobierno ladrón”.
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A la flamante ley de ajuste fiscal se le agregan algunas cifras difundidas en estos días que hablan de la consistente disminución de los salarios italianos en los últimos años. Prevén la peor Navidad desde la Segunda Guerra Mundial.
Por Elena Llorente
Desde Roma. Página /12. Viernes 23 de diciembre del 2011.
Ahora sí que Italia deberá ajustarse el cinturón. El decreto “Salva Italia” del gobierno de Mario Monti, por valor de casi 35.000 millones de euros y que significará numerosos recortes y nuevos impuestos, fue convertido en ley ayer, luego de que el Senado –pocos días después de la Cámara de Diputados– dio su aprobación definitiva por 257 votos contra 41.
La discusión en el Senado, como en Diputados, estuvo llena de altercados, insultos y el griterío de la Liga Norte, la ex aliada de Silvio Berlusconi, que hizo del boicot su principal objetivo. Silbatos y carteles gigantes que decían “gobierno ladrón” fueron algunas de sus manifestaciones. Fue llamativa también la actitud de la senadora liguista Rosi Mauro que, cuando le tocó presidir la sesión, daba la palabra a los senadores, pero seguía leyendo una revista que tenía a un lado sobre el escritorio, como diciendo “me importa un rábano”. El senador y ex ministro Roberto Calderoli, famoso por sus desplantes discriminatorios, fue más lejos todavía, llamando al gobierno de Monti “ilegítimo” y “fruto de un verdadero golpe de Estado”. También definió el decreto Salva Italia aplicando una palabra que muchos le endosan a su partido: “racista”, porque, dijo Calderoli, “perjudicará sobre todo al norte de Italia”, donde la Liga, por lo demás, tiene su base electoral.
Lo cierto es que, al margen de lo que digan los partidos, la gente está preocupada porque a la flamante ley se le agregan algunas cifras difundidas en estos días por la prensa que hablan de la consistente disminución de los salarios italianos en los últimos años. Según datos de 2010 elaborados por la OCSE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), Italia ocupa el lugar número 22 (sobre 34 países) en la escala de salarios de los países industrializados.
Hay quien habla de las peores fiestas navideñas desde la Segunda Guerra Mundial, no sólo por lo que se vive ahora, sino por lo que sucederá en 2012, año de recesión económica según expertos.
“Nuestro tenor de vida ha cambiado radicalmente. Y en este período se siente más porque es una época del año que estimula a comprar. Estábamos acostumbrados a tener dos salarios y ahora nos tenemos que arreglar con uno solo”, cuenta a Página/12 Raffaella Valente, joven madre de dos nenas, que quedó cesante hace algunos meses. “Claramente el consumo normal de la familia no se puede recortar, porque es una cuestión de sobrevivencia. Pero los gastos extraordinarios deberán ser estudiados. Me refiero por ejemplo a la escuela privada para mi hija mayor. Un gasto que hasta hace algunos meses yo consideraba normal y que ahora se transforma en un lujo”, agrega.
Según ella, el año próximo muchas familias con niños “deberán redimensionar los gastos que antes hacían en actividades extraescolares, como las clases de música o los deportes”. “Pero también tendrán que prestar atención a los gastos en alimentos –concluye–. En vez de ir al negocio cerca de casa, que es cómodo pero más caro, habrá que buscar las ofertas de los supermercados. Y también programar mejor la dieta semanal.”
Mirella Tabò, jubilada y ama de casa, pertenece a otra generación de mujeres, la que creció en la posguerra. Ella tiene una visión distinta pero complementaria sobre la familia hoy en la sociedad italiana. Tiene tres hijos mayores. “Durante las fiestas todo aumenta un poco –dice a Página/12–. Yo sigo comprando las mismas cosas para comer, pero presto mucha atención a los gastos que no son fundamentales. Pero me doy cuenta de que mucha gente está muy atenta a cuánto y cómo gasta.” En cuanto a los efectos del plan Monti dice que “no se ven todavía, tendremos que esperar algunos meses. Pero no sé, todo ha sido demasiado rápido. Tal vez debían haberlo pensado un poco más, porque hay clases sociales que lo resentirán mucho”.
Para ella y su familia, el problema fundamental son las jubilaciones. “Mis hijas están preocupadas. Una de ellas se acaba de hacer una jubilación privada porque con la pública tendrá que esperar hasta los 66 años y quién sabe si la tendrá y cuánto recibirá”, señala. Algunos dicen que habría que estimular los nacimientos para que en el futuro haya más jóvenes que trabajen y aporten, y así poder asegurar la jubilación a los mayores. Acotación a la que ella responde: “Cuando en este país uno tiene hijos, ¿qué hace si trabaja y no tiene una abuela a quién dejarlos? Después de la guerra en los lugares de trabajo había guarderías. Pero luego desaparecieron. Este país necesita reorganizar los lugares de trabajo y crear el trabajo part time, para que las madres puedan combinar trabajo y prole. Italia debería pensar un poco más en todo esto”, concluye.
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