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“Decisión sin precedentes. El fiscal encargado de la acusación a Keiko Fujimori y los otros procesados en este
caso, José
Domingo Pérez, le
señaló a Página/12 que la
decisión del TC de exigir que la
acusación fiscal se limite a la imputación inicial al momento de abrirse el
caso, dejando de lado posibles nuevas imputaciones producto de las
investigaciones, "no tiene
antecedentes en los procesos penales". "La norma procesal establece que la acusación se puede ir
modificando en distintas etapas del proceso, incluso durante el juicio oral se
puede presentar una acusación complementaria si hay hechos que recién se
conocen. El TC ha señalado que solo
para este caso eso no se puede hacer y la acusación se debe limitar a la
imputación inicial planteada al comienzo de la investigación. La
decisión del TC va en contra de lo que establece el ordenamiento procesal
penal, la doctrina, la línea jurisprudencial de la Corte Suprema. La decisión del
tribunal que venía viendo este proceso de anular el juicio en curso, ahora
ratificada en la apelación, extendiendo lo dicho por el TC para un acusado a todos los acusados, no tiene amparo legal, la
norma establece que no se puede anular un juicio oral en curso. Un juicio solamente puede
ser anulado por una instancia superior al final cuando hay una sentencia", precisó.
“Pérez aclaró que "el proceso no se ha caído". Tendrá que reformular
su acusación con las limitaciones que le ha impuesto el TC y que favorecen a los acusados. "Tenemos que acatar lo
establecido por el TC. Una nueva
acusación tendrá que ser adecuada en base a lo que fue la imputación inicial
antes de la investigación. La investigación tiene el propósito de ir obteniendo
información y pruebas. Las pruebas no se han afectado, pero el TC dice que se tiene que acusar en base
a la imputación inicial. No hay precedentes de eso. Al inicio de la investigación
en 2018 se tenía una hipótesis
incriminatoria y cuando concluye en 2021
producto de la investigación tenemos una imputación con mayores elementos y
mayores pruebas. Pero el TC dice que
tenemos que usar la imputación incriminatoria de 2018". Por orden de la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, los fiscales no pueden
declarar a los medios. Esto le impide
al fiscal Pérez defender en la prensa su acusación en este caso y responder
a los cuestionamientos que se le hacen y
que tienen amplia difusión mediática, lo que deja la cancha libre para los argumentos de la defensa de Keiko. El fiscal aclara que accedió a
declarar para Página/12 por tratarse de un medio extranjero y estima que
la directiva que le prohíbe hacerlo
tiene jurisdicción a nivel interno en el país.
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Keiko se asegura evitar las audiencias públicas durante la campaña electoral de 2026. Imagen: AFP
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LA JUSTICIA PERUANA ANULÓ EL
JUICIO POR CORRUPCIÓN CONTRA KEIKO FUJIMORI.
La excandidata presidencial es
investigada por lavado de activos.
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La
anulación del juicio no implica su archivo, sino el regreso del proceso a una
etapa previa. Con Keiko intervino el mismo tribunal que favoreció a su padre,
avalando el ilegal indulto que lo liberó.
Por Carlos Noriega.
Fuente. Página/12. Lima 5 de abril del 2025
Desde
Lima
Keiko Fujimori ha logrado una
victoria con la decisión del poder judicial de anular el juicio oral que se le
había iniciado en julio de 2024 por organización criminal y lavado de más
de 17 millones de dólares. Es un
importante triunfo legal para la hija
del fallecido dictador Alberto Fujimori, pero no es una victoria
definitiva. La anulación del juicio no
implica su archivo, sino el regreso
del proceso a una etapa previa de control de acusación, en la que la Fiscalía deberá presentar una nueva
acusación y un juez evaluarla y decidir si
procede o no abrir otro juicio oral. Esta decisión de anular un juicio en proceso no
tiene precedentes.
La anulación de este juicio quedó
confirmada con la decisión de una sala de
apelaciones que ratificó la anulación que en enero pasado había dispuesto, en una decisión dividida de dos contra uno,
el tribunal que venía juzgando a Fujimori y a otros 32 acusados. El
control de acusación que se debe repetir puede ser un proceso largo. Este procedimiento que le dio pase al
juicio oral ahora anulado demoró tres años,
con repetidas recusaciones y maniobras dilatorias de la defensa de los
acusados.
Con la anulación del juicio que estaba en marcha, Keiko se asegura evitar durante la campaña electoral de 2026 las audiencias judiciales públicas que venían exponiendo el esquema delictivo de recolección clandestina y lavado de millones de dólares que montó. El fujimorismo ha celebrado esta decisión como si se tratara de una sentencia absolutoria, aunque no lo sea, y no ha dejado pasar la ocasión para redoblar sus ataques contra la Fiscalía e impulsar una campaña mediática para victimizar a su jefa y desacreditar la acusación en su contra.
Una historia de impunidad
Un fallo del Tribunal Constitucional (TC) abrió las puertas para esta
cuestionada anulación del juicio a la jefa del fujimorismo. En diciembre
pasado, el TC determinó que se anule el
juicio a uno de los acusados, el exsecretario
general del partido fujimorista Fuerza Popular (FP), José Chlimper, argumentando que en la acusación a Chlimper la
Fiscalía había incluido hechos que no
figuraban en la imputación inicial con la que se abrió la investigación. Esta insólita decisión bloquea la
posibilidad de la Fiscalía de incluir nuevas imputaciones aparecidas durante
las investigaciones. El juicio que estaba en marcha se anuló al extender los jueces esa decisión del TC a favor de Chlimper a todos los
otros acusados. Anteriormente, otro fallo
del TC libró a Keiko y otros procesados
de la acusación de obstrucción a la
justicia que formaba parte de este caso. Es el mismo TC que favoreció a Alberto Fujimori avalando
el ilegal indulto que lo liberó. Los siete magistrados del TC han sido nombrados por el Congreso
con los votos del fujimorismo y sus aliados.
Keiko Fujimori, tres veces derrotada candidata presidencial, está acusada de recibir en secreto más de 17 millones de dólares y lavarlos para ingresarlos a sus campañas electorales de 2011 y 2016. Ese dinero fue entregado por la constructora brasileña Odebrecht, envuelta en acusaciones de pago de sobornos a nivel internacional, y por importantes empresarios peruanos en maletines llenos de billetes, a Keiko y sus allegados más cercanos en reuniones clandestinas. Esos millones de dólares fueron ingresados a las cuentas de campaña usando falsos aportantes e inflando lo recaudado en eventos de recolección de fondos. Las confesiones de funcionarios de Odebrecht -ratificadas con un documento de una comunicación interna de la empresa sobre esta entrega- y de los empresarios peruanos, confirman los millones entregados clandestinamente a la campaña fujimorista. Con los testimonios de decenas de falsos aportantes y de allegados a Keiko que han decidido colaborar con la Fiscalía, los fiscales han podido reconstruir en detalle las operaciones de lavado. La Fiscalía, que estima tener un caso sólido, ha pedido 30 años de prisión para Fujimori.
Decisión sin precedentes
El fiscal encargado de la acusación a Keiko Fujimori y los otros
procesados en este caso, José
Domingo Pérez, le
señaló a Página/12 que la
decisión del TC de exigir que la
acusación fiscal se limite a la imputación inicial al momento de abrirse el
caso, dejando de lado posibles nuevas imputaciones producto de las
investigaciones, "no tiene
antecedentes en los procesos penales".
"La norma
procesal establece que la acusación se puede ir
modificando en distintas etapas del proceso, incluso durante el juicio oral se
puede presentar una acusación complementaria si hay hechos que recién se
conocen. El TC ha señalado que solo
para este caso eso no se puede hacer y la acusación se debe limitar a la
imputación inicial planteada al comienzo de la investigación. La
decisión del TC va en contra de lo que establece el ordenamiento procesal
penal, la doctrina, la línea jurisprudencial de la Corte Suprema. La decisión del
tribunal que venía viendo este proceso de anular el juicio en curso, ahora
ratificada en la apelación, extendiendo lo dicho por el TC para un acusado a todos los acusados, no tiene amparo legal, la
norma establece que no se puede anular un juicio oral en curso. Un juicio solamente puede
ser anulado por una instancia superior al final cuando hay una sentencia", precisó.
Pérez aclaró que "el proceso no se ha caído". Tendrá que reformular
su acusación con las limitaciones que le ha impuesto el TC y que favorecen a los acusados. "Tenemos que acatar lo
establecido por el TC. Una nueva
acusación tendrá que ser adecuada en base a lo que fue la imputación inicial
antes de la investigación. La investigación tiene el propósito de ir obteniendo
información y pruebas. Las pruebas no se han afectado, pero el TC dice que se tiene que acusar en base
a la imputación inicial. No hay precedentes de eso. Al inicio de la investigación
en 2018 se tenía una hipótesis
incriminatoria y cuando concluye en 2021
producto de la investigación tenemos una imputación con mayores elementos y
mayores pruebas. Pero el TC dice que
tenemos que usar la imputación incriminatoria de 2018".
Por orden de la fiscal de la Nación, Delia Espinoza, los fiscales no pueden
declarar a los medios. Esto le impide
al fiscal Pérez defender en la prensa su acusación en este caso y responder
a los cuestionamientos que se le hacen y
que tienen amplia difusión mediática, lo que deja la cancha libre para los argumentos de la defensa de Keiko. El fiscal aclara que accedió a
declarar para Página/12 por tratarse de un medio extranjero y estima que
la directiva que le prohíbe hacerlo tiene jurisdicción a nivel interno en el
país.
El control del poder judicial
El fiscal Pérez es blanco de constantes ataques del
fujimorismo y otros acusados por corrupción y sus defensores y aliados
mediáticos. Dentro de la
propia Fiscalía enfrenta trabas a su
trabajo contra la corrupción política, le han abierto una serie de investigaciones. "Es un contexto preocupante", dice.
Con la anulación del juicio a Keiko, el
fujimorismo ha redoblado sus ataques
contra el fiscal y ha vuelto a la carga exigiendo que sea retirado del proceso,
algo que verían como un gran paso para
asegurar la impunidad de su jefa.
Esta anulación de un juicio emblemático del proceso contra la
corrupción política se ha dado en medio de una ofensiva de ataques, presiones y
amenazas, desde sectores políticos y mediáticos, con el fujimorismo en rol protagónico, contra fiscales y jueces que avanzan los procesos anticorrupción, y de acciones
impulsadas por la mayoría
parlamentaria capitaneada por el fujimorismo y el Ejecutivo -la presidenta Dina Boluarte enfrenta investigaciones y acusaciones fiscales- para
anular lo que queda de independencia en el poder judicial y la Fiscalía y tomar
su control total. Se
anuncia una reforma judicial que es en realidad una operación para controlar el
sistema de justicia. Estos sectores políticos y mediáticos que buscan tumbarse los procesos anticorrupción celebran la decisión de anular el
juicio a Keiko Fujimori.
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