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En el horizonte político, lleno de nubarrones aparecía una esperanza de proyecto histórico-político de Democracia, pero en el fondo, no se tenía claridad, que tipo de democracia: solamente electoral, sobre la base del sufragio y las elecciones, o la democracia representativa avanzaba hacia nuevos escenarios más plurales, diversos y diferentes. La democracia de ciudadanos, participativa, dialogante, cívica, etc.
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CRISIS SISTEMICA de la POLITICA, CRISIS de la DEMOCRACIA y CRISIS en la SOLUCION de los CONFLICTOS SOCIALES.
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“Nueva mirada desde La Sociología de las Ausencias: Visión Histórico-dialéctica”.
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AUTOR.- Pablo Raúl Fernández Llerena.
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"Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia."
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Han transcurrido más de 3 décadas – inicios de los 80’ del siglo XX – cuando la política y las ideologías ingresan “corporativamente” en crisis – para unos crisis Terminal, para otros coyuntural, o simplemente crisis por el cambio del modelo del sistema capitalista – entre finales del modelo histórico del capitalismo industrial – basado en el uso intensivo de la mano de obra – y el nuevo modelo del capitalismo financiero especulativo – el de la globalización neoliberal, el capitalismo salvaje – basado exclusivamente en uso intensivo del capital financiero y años más tarde en el uso intensivo de la información. Contexto global donde el mercado sustituía al Estado y la tecno-burocracia reemplaza a los políticos.
. El escenario mundial, sumamente complejo y múltiple en razón que emergen desde dentro de la p ropia sociedad capitalista grupos muy diversos y diferentes – jóvenes, la herencia directa: Paris Mayo 68 – los “nuevos movimientos sociales, que traen consigo “un nuevo” mensaje “político” – no antagónico, menos radical, no de clase social, sino de derechos, en relación al marxismo-leninismo-maoísmo del 60’ y 70’ – mensaje y plataforma de lucha, derechos y reivindicaciones a conseguir dentro del propio sistema capitalista. Verdes – ambientalistas – feministas, derechos civiles, derechos humanos, contra-culturalistas, pacifistas, gays y lesbianas, etc, portadores en su propuesta de una “Nueva Sociedad Civil”, más ”plural, amplia y democrática”.
. Histórica y políticamente, el “mundo socialista” inicia su crisis final – la cortina política- levantada con el inicio de la Guerra Fría era profundamente cuestionada y derribada por nuevos movimientos sociales políticos que emergen en sus propios contextos sociales y una nueva sociedad civil absolutamente independiente del “histórico” control del Estado, del “Partido Único”, etc. Al final de la década, las “masas emergentes” destruyen la cortina de hierro y la Caída del Muro de Berlín, es el fin del “socialismo”, realmente existente.
. El complejo panorama mundial genera grandes cambios sociales, políticos, culturales, institucionales, situación real que origina la crisis generalizada de las Instituciones, - unas pierden representatividad, otras les falta credibilidad y en general no tienen legitimidad desde la opinión pública - mundiales y continentales, forjadas post-segunda guerra mundial: La ONU, el FMI, el BM, el BID, la OEA, las propias Naciones Unidas; a nivel nacional los Parlamentos, partidos políticos, sindicatos, gremios, “nacidos” en un contexto nacional-mundial político: el de la Guerra Fría, económico, el del capitalismo industrial y las empresas multinacionales – fase del imperialismo – y social, escenario de las clases y lucha de clases; el modelo del Estado keynesiano, o Estado de Bienestar, históricamente representa los “30 años de oro del capitalismo”. En cambio, ahora presentes en el contexto nacional de los países capitalistas desarrollados, las revoluciones: tecnológica, comunicación electrónica, transporte, etc; ingresamos a una nueva y diferente fase, la del capitalismo financiero-especulativo, el capitalismo salvaje o la fase de la transnacionalización de los monopolios imperialistas.
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América latina, no era distinto, la transición a la democracia se frustró, para nosotros “fue un cuento”, una gran ilusión y en el lejano plazo una esperanza. Por ello, con todo derecho: Nos preguntamos? Qué Democracia recuperamos nosotros como país? ¿ la falsa democracia del 68 cuando se produce el Golpe de Estado del General Velasco? ¿ Pero, si históricamente era la “democracia” de los gobiernos oligárquicos?. Teníamos instituciones que garantizaran el proceso político?. Existían partidos políticos que asumieran esta gran tarea histórica y garantizaran la “transición a la democracia”?. Aquí encontramos en parte el centro de nuestra frustración histórica y política.
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América latina, no era distinto, la transición a la democracia se frustró, para nosotros “fue un cuento”, una gran ilusión y en el lejano plazo una esperanza. Por ello, con todo derecho: Nos preguntamos? Qué Democracia recuperamos nosotros como país? ¿ la falsa democracia del 68 cuando se produce el Golpe de Estado del General Velasco? ¿ Pero, si históricamente era la “democracia” de los gobiernos oligárquicos?. Teníamos instituciones que garantizaran el proceso político?. Existían partidos políticos que asumieran esta gran tarea histórica y garantizaran la “transición a la democracia”?. Aquí encontramos en parte el centro de nuestra frustración histórica y política.
No solamente, los movimientos sociales y políticos que derrotaron a la dictadura en su Segunda Fase, no tuvieron la capacidad para asumir la responsabilidad frente a la pesada herencia que dejaba el autoritarismo, el populismo y las políticas de subsidios: La deuda externa, la violación de los derechos humanos, la crisis del sistema capitalista, falsa modernidad y la “otra” modernidad, la migración masiva campo-ciudad, la ausencia de liderazgo nacional, la incapacidad para abordar los problemas sociales: como educación, salud, vivienda, trabajo , salario, problemas de la mujer, es decir, la histórica desigualdad económico social en nuestro país y otros de América Latina liquidó el proceso político de transición a la democracia, la reconstrucción de la política, los partidos políticos, etc.
. En el horizonte político, lleno de nubarrones aparecía una esperanza de proyecto histórico-político de Democracia, pero en el fondo, no se tenía claridad, que tipo de democracia: solamente electoral, sobre la base del sufragio y las elecciones, o la democracia representativa avanzaba hacia nuevos escenarios más plurales, diversos y diferentes. La democracia de ciudadanos, participativa, dialogante, cívica, etc.
. Nosotros consideramos que a inicios de los 80 cometimos tres grandes errores políticos, que marcan definitivamente nuestra historia de fracasos, frustraciones, violencias, golpes de Estado y falsa o débil democracia representativa:
. 1.- Recuperamos la “democracia” liberal representativa e ingresamos en un proceso electoral nacional, producto de una Nueva Constitución; proceso democratizador, asentado sobre bases institucionales sumamente débiles y en el camino surgen manifestaciones muy controvertidas que traen por los suelos el “proceso democrático”. El terrorismo, la hiper-inflación, la corrupción, el robo y el saqueo oficial y la pérdida del sistema de valores.
. 2.- La mayoría de Dirigentes Sociales, forjados en largos años de lucha contra la dictadura, asumen un papel nefasto y de traición a los grandes intereses del poderoso movimiento social – los FEDIP – el movimiento popular y el propio movimiento sindical, unos primero, en las elecciones generales “desesperados” ingresan como Diputados y Senadores y otros los que aún quedaban libres, en las elecciones Municipales, se disputan la representación de Alcaldes y Regidores, fue el mejor botín político en el supuesto “descanso del guerrero” encontrado como premio en el juego “suma cero”, del sí o sí electoral;
. 3.- El poderoso movimiento social forjado en los largos años de lucha contra la dictadura, de clara orientación clasista, a inicios del “gobierno democrático” del Arq. Belaúnde se encuentra desorientado, sin rumbo, sin conducción, sin liderazgo – sus mejores cuadros o estaban en el Congreso o los Municipios – y además la larga experiencia de luchas contra la dictadura, trazó y definió una línea Política Central: de todas las clases sociales –aunque con objetivos políticos diferentes- de todos los sectores y grupos sociales y representaciones políticas. Pero ahora en “Democracia”, y con un nuevo modelo económico, la situación social y política para la clase obrera y los amplios sectores populares, representa un escenario totalmente distinto y diferente en tiempo histórico y tiempo político.
. El nuevo rostro del Perú – urbano - la ciudadanía en su complejidad multidimensional surgía como base de la fortaleza institucional de la Democracia, la nueva sociedad civil emergente, popular, plural, democrática – como expresión y manifestación de los movimientos sociales históricos, anti-capitalistas y anti-dictadura - constituía la columna central de un proceso político democratizador; recrear y fortalecer el espacio público y la propia opinión pública, - como expresión de diálogo entre ciudadanos - donde la atención, vigencia y protección de los derechos humanos consolide la democracia y los principios históricos de la modernidad – libertad, igualdad, justicia y dignidad – representa el motor de las grandes realizaciones del sistema político a finales del siglo XX.
. Desde inicios de los 90’ las políticas del Consenso de Washington – la Ideología Única, el neoliberalismo – nos imponen en América latina ante el fracaso de los sistemas políticos vigentes hasta entonces. El neoliberalismo caminó sólo, en especial la década de los 90’: acompañan al proceso del reajuste estructural – las políticas del shock –toda una parafernalia social: Sociedad Civil, Ciudadanía, Participación Ciudadana, empoderamiento, cohesión social, equidad social, derechos humanos, movimientos sociales, políticas de consenso y concertación, etc; políticamente a partir de la democracia como concepto polisémico, la gobernabilidad – como objetivo político supremo de defensa y protección del sistema –; la gobernanza – intentos fallidos y fracasados de nuevas formas de gobierno, administración o calidad de la democracia –, teorías sobre el Estado, - el Estado autoritario – como guardián del funcionamiento pleno del mercado y como organismo eficiente y subsidiario de la actividad privada y de los sectores más pobres, su función es mantener la disciplina social y política de estos sectores.
. El Estado autoritario, deja de ser garante de los derechos ciudadanos, al mantener, reproducir y disciplinar la sociedad desigual, así como al controlar monopólicamente la política. Políticamente se inicia el llamado “espiral del silencio”, se enmudecen conceptos como capitalismo, imperialismo, clases y lucha de clases, revolución socialista, proletariado, clase obrera, sindicatos y su histórica concatenación y compromiso con la democracia. Ahora !!! Todos somos Ciudadanos, ¡¡¡.
. El neoliberalismo hegemónico en nuestro país, impuesto en los 90’ - en una sociedad derrotada por el terrorismo criminal, por la hiper-inflación del desastre aprista del 80’ y sobre todo la perdida irrecuperable hasta hoy del sistema de valores y la institucionalización de la corrupción, las instituciones políticas, representativas – muchas de ellas sin legitimidad en la opinión pública nacional – ingresan en un largo proceso de crisis, porque la llamada modernidad neoliberal, se considera como un poderoso disolvente de lo social, de las identidades colectivas – base de los nacionalismos progresistas – de los espacios públicos de interacción comunicativa – hoy, el “reino” de las “redes sociales comunicativas” – de la formación crítica de lo público – décadas que aún no salimos de un espacio público dominado por los poderes fácticos – autonomía y soberanía de la opinión pública – hegemonía y poder de los medios de comunicación -, así como la dispersión social - conjunto de grupos y sectores emergentes, los “otros”, que luchan por el reconocimiento de su organización, representación y legitimidad – y el fin de las identidades.
. La lucha y oposición al neoliberalismo, encontró una muralla de defensa y protección, la resistencia cultural y las identidades locales – social y cultural – sabia y fructífera expresión de culturas locales emergen en el mundo, el proceso del “Desenclave Cultural”. Esta disolución de lo social, lo comprendemos por la masificación y la pauperización, la exclusión y la marginación de millones de seres humanos, víctimas hoy de la prepotencia y corrupción en especial de los ”nuevos” iluminados, los salvadores, caudillos y farsantes de la descomposición política; las nuevas formas – más sofisticadas – de explotación, exclusión y marginación. Presente en la desarticulación y desorganización de los actores de la Sociedad Civil – sobre todo de aquellos vinculados a la modernidad: trabajadores, intelectuales, clase media, empresarios nacionales, etc ).
. Políticamente, la democracia como sistema político hoy es sometido al veredicto no solamente de las urnas – que le otorga legitimidad de entrada, legitimidad constitucional – la representación debe caminar paralelamente a la práctica permanente de la rendición de cuentas –accoutability – la transparencia pública, la lucha contra la cultura del secreto, el cumplimiento de la agenda de trabajo, la lucha permanente contra la corrupción, el esfuerzo social por mantener – o recuperar - la confianza personal y social, la responsabilidad, el compromiso y sobre todo que la ética pública sea el motor de la política diaria – este proceso de evaluación del trabajo político, los partidos, y representantes – nos otorga los mecanismos democráticos para tener una legitimidad como proceso político, o legitimidad legal y constitucional y finalmente, nosotros los representados, como electores, ciudadanos, - no clientes ni consumidores- no asumiendo en parte características expresas de la Democracia Delegativa, como renunciar a nuestros derechos ciudadanos, porque “odiamos la política”, la apatía y el resentimiento a los políticos, menos aún, nos debe permitir aceptar, el hiper-presidencialismo camino hacia el autoritarismo político, la “nobleza política”, el rostro simpático del neoliberalismo, situación que nos permite articular dialécticamente el conjunto de herramientas democráticos, para estar en condiciones de sustentar una legitimidad de resultados en torno al proceso democratizador de la democracia.
.Representa una tarea central hoy, la necesidad de abrir la democracia hacia la gran complejidad de la heterogeneidad social, la diversidad cultural y la desigualdad territorial de nuestra múltiple realidad nacional, nuestro sistema político hoy más que nunca exige una oxigenación política, tratando de entender, comprender y sobre todo encontrar los elementos políticos, sociales, culturales, ambientales e institucionales para tener la capacidad y gran calidad de construir las vías y alternativas posibles en el camino de solución, no en la coyuntura, sino en nuestra historia política actual: los conflictos sociales – léase lucha de clases – expresión concreta de pobreza extrema, corrupción, debilidad o ausencia del Estado, marginación y exclusión social, desencuentros territoriales – límites, educación, proyectos de desarrollo, canon, etc – destrucción del medio ambiente, contaminación de la cultura local y demolición de las sinergias locales y regionales, imposición de políticas y saqueo de los recursos naturales, el agua, las tierras de cultivo, la biodiversidad y los conocimientos tradicionales.
.Movimientos sociales anti-globalización neoliberal que han venido para quedarse por mucho tiempo, que recorren nuestro continente en este “Cambio de Época”, como un volcán social y político a punto de explosionar y que hoy representan – el parto doloroso y sangriento de la Triple crisis sistémica y multidimensional: Económico-financiera; cambio climático global y crisis hídrica; de Confianza – social, política, cultural, ambiental-; y del nuevo proceso de acumulación mundial del capitalismo: la Inversión generalizada – responsable, bienvenida – pero cuestionada, sin responsabilidad social empresarial y “libre” saqueo de nuestros recursos naturales.
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Los conflictos sociales, son portadores de Nuevos Sujetos Sociales Históricos – pobres, migrantes, desocupados, sub-ocupados, maestros, empleados, obreros de las ciudades; campesinos, trabajadores asalariados del campo, pequeños y medianos agricultores, artesanos, pastores, ganaderos y trabajadores sin tierra en los andes y comunidades originarias, pueblos amazónicos, campesinos cocaleros y emigrantes hacia la selva, representan la columna vertebral de los Nuevos Movimientos Sociales, contexto local-regional donde crece la protesta social, se radicaliza el conflicto ante la sordera del Estado y la repetitivas políticas de distorsión, primero de la plataforma de lucha – y después la “ceguera” política lleva a criminalizar el movimiento, la protesta, ante su incapacidad para encontrar alternativas y vías de solución oportunas y democráticas.
.El Movimiento Social – conflicto social – se radicaliza, paralelamente a la incapacidad del gobierno y la política demagógica de los grandes éxitos de la economía, el fabuloso crecimiento macro-económico – primeros en América – y a unos cuantos “pasos” de ingresar al primer mundo. A medida que los gobiernos muestran al mundo – acompañados del poder de los medios de comunicación – los grandes éxitos de la economía de libre mercado, la respuesta más simple de los nuevos actores sociales es: y a nosotros, porque no nos toca, cuando nos llega, porque seguimos siendo pobres, excluidos, marginados, no tenemos trabajo y los que tenemos, no tenemos ningún derecho social y laboral – sino miren la infinidad de modelos de libre contratación, y la precarización del mismo trabajo – porque las hospitales están abandonados – caso concreto del emblemático Hospital General de Arequipa -, la educación de nuestros hijos, continua en la misma situación de pobreza, precariedad y abandono.
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Por eso los Conflictos crecen y se radicalizan a medida que aumenta el crecimiento macro-económico – sin distribución de beneficios, sin derechos sociales y una democracia sin derechos sociales, simplemente no es democracia –, por esto, los nuevos movimientos sociales, como expresión de una nueva sociedad civil local emergente, plural, popular, democrática, se ubican hoy, actúan, se movilizan y luchan por sus derechos en el interior, en el propio “corazón de la democracia”, porque son parte principal y central de la misma, como ayer lo fueron los gremios y los sindicatos y en la coyuntura de crisis social, política, cultural e institucional, recorren América Latina como un volcán social y político a punto de estallar en el nuevo escenario multidimensional del “Cambio de Época”. Al final nos preguntamos en voz alta: donde están los Partidos Políticos, donde está la Política y donde están nuestros políticos que ayer – en la campaña electoral –nos ofrecieron el mundo en colores, la tierra prometida, el palacio de cristal.
.Hay que comenzar de nuevo, las grandes tareas y responsabilidades que la ética pública presenta a la política, la confianza personal y social en los partidos políticos, en la política y en los propios políticos es necesario una reconstrucción moral desde las raíces con la finalidad de eliminar la corrupción, la prepotencia, la mentira, la falsedad; trabajar conjuntamente en torno hacia un nuevo, diferente y diverso Proyecto de desarrollo nacional, profundizando la descentralización y la integración regional.
.Recuperemos nuestros recursos naturales – minería, petróleo, gas, madera, biodiversidad, agua, tierras de cultivo – generemos la inversión responsable, fortalecer nuestra soberanía nacional, potenciemos nuestras economías regionales sobre la base del desarrollo de las economías locales, con visión territorial – abramos nuestras potencialidades, nuestras condiciones endógenas, tradiciones, cultura, identidad, sistemas de trabajo, producción y potencialidad de nuestra sinergias locales y regionales, seleccionemos lo mejor de los exógeno, como fortalezas de una Sociedad Civil emergente que hoy lucha, se organiza y expande en un mundo cerrado, excluyente, autoritario, desigual y asimétrico.
.Son los Nuevos Movimientos Sociales, locales, regionales, expresa y manifestación concreta de nuestras múltiples sinergias – dialécticas locales y regionales - hoy los Frentes de Defensa comunales, locales, provinciales, regionales. Nuevas formas de protesta social, Conflictos sociales en el corazón de la democracia, sustentados por nuevas plataformas de lucha, formas diversas de ciudadanía, nuevos lenguajes sociales – capital político – formas de comunicación intercultural, nuevos liderazgos democráticos sociales y más humanos. Nuestra Historia Social la estamos recuperando, construimos un Nuevo Paradigma Nacional del siglo XXI, en el camino para forjar un Perú Nuevo dentro de un Mundo Nuevo
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