&&&&&El presente trabajo de investigación, basado en la aplicación de La Sociología de las Ausencias, nos conduce a una realidad “totalmente” desconocida, muchas veces protegida o simplemente excluida por el neoliberalismo y sus teóricos, todos los días nos hablan de la Crisis global del capitalismo, que la explosión de las burbujas, que las reformas de la arquitectura financiera internacional, la poderosa inyección billonaria del Estado a favor de los bancos y banqueros – con dineros de todos los ciudadanos – pero no vemos por lo menos que estas políticas estén dirigidas a las víctimas directas de este drama que es la crisis y recesión con sus secuelas: desocupación, sub-ocupación, violencia ciudadana, migraciones, tráfico de menores, polarización de las relaciones sociales, perdida del sistema de valores, crisis política, social, cultural y ambiental y menos aún políticas regulatorias en relación a la prostitución, mercado negro, Paraísos Fiscales, economía criminal, terrorismo, etc.
/////"Para los que no tenemos creencias, la Democracia es nuestra religión".
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Autor. Pablo Raúl Fernández LLerena.
Dr. en Sociología. MS.c. en Comunicación.
Sociólogo. Politólogo.
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Turbulencia Multipolar: Crisis “final” de la Modernidad.
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Desde la Sociología de las Ausencias: Nueva mirada global-local.
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1.- La “primera” crisis política y la turbulencia cultural.
2.- Cuádruple circuito infernal: Cultura, Identidad, Comunicación y Biodiversidad. Los Conflictos Sociales.
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Desde la Sociología de las Ausencias: Nueva mirada global-local.
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La humanidad en la coyuntura mundial actual de la triple crisis sistémica, multidimensional: económico-financiera – inmobiliaria, bancaria, automotriz, aeronáutica, energética -; cambio climático global - crisis hídrica mundial, la salud, crisis de la tierra, alimentaria; y crisis de la confianza,- crisis social, ética, política, cultural, ambiental - hoy se encuentra frente a un nueva, diferente y superior estrategia y desafío global. Nos preguntamos, en voz alta: Es capaz políticamente, hoy el Estado y la Gobernabilidad democrática, asegurar, garantizar, proteger el Derecho al futuro de las Nuevas Generaciones.
1.- La “primera” Crisis Política y la Turbulencia Cultural. La trilogía infernal. Comunicación. Cultura e identidad.
A mediados de la última década del siglo XX, la democracia y el propio modelo del capitalismo salvaje y su doctrina política el neoliberalismo sufren su primer “remezón” político que los pone en jaque, explosión política: “la Turbulencia Cultural”, los pueblos históricos y las comunidades étnicas del continente después de 500 años de sobrevivencia, aparecían en el escenario continental reclamando el derecho a la vida, emergían en un contexto santificado por una sola ideología, el catecismo universal neoliberal, Se instala y posesiona así en el espacio público, una Agenda muy “pesada”, contestataria y con fuertes manifestaciones del “anti-sistema” dentro de los reducidos límites de la democracia liberal: La Trilogía Infernal de la “otra” mundialización: Comunicación, Cultura e Identidad.
Finalizando el siglo XX, la democracia, en cambio se fortalece rápidamente, comprendiendo y asimilando institucionalmente, una nueva realidad política y social: La Opinión Pública, la forja y el derecho a tener Opinión, Reflexión propia y pública como Ciudadanos sobre los principales problemas, acontecimientos que aporten y enriquezcan la doctrina y consoliden las fortalezas políticas para ingresar al nuevo milenio.
En cambio la Democracia, está sentada en el “banquillo de los acusados”, “sentenciada” por manifiesta incapacidad política e institucional, por ser responsable, que en su santo y bendito nombre cuantos crímenes se están cometiendo y cuantos más se cometerán, simplemente por no tener una eficiente versatilidad de la realidad y/o eficacia institucional, una Lectura, actualizada, de los amplios territorios de la diversidad cultural, de los exigentes canales de comunicación y supuestamente “recién” descubiertos y “puestos en valor” por la comunicación inter-cultural – cuantos años han pasado que nuestra Constitución dice que somos un: País multi-cultural, país pluri-étnico y país multi-lingüístico. País mega-diverso.
Incapaz de comprender el contenido social y mensaje moderno de la nueva gramática social, del nuevo lenguaje político – como parte activa del nuevo y diferente capital político y democrático -, comprender el nuevo mensaje y discurso político que por su autonomía e independencia – no está comprendido ni en los amplios estereotipos de la derecha, ni menos aún de la izquierda, la vieja e histórica izquierda que ha sido incapaz de proyectar prepositivamente una nueva mirada, sobre la complejidad, pluralidad y multiplicidad de las nuevas realidades - que hoy traen consigo los Nuevos Sujetos Sociales Históricos en sus nuevas, distintas y superiores plataformas de lucha, organizados, movilizan infinidad de recursos propios, adherentes y posibles solidarios, forjan nuevos liderazgos, Líder.
Proceso social y político que supera “viejos” estereotipos, rompe “tradicionales” esquemas y construye un “Nuevo” Paradigma- con fuerte contenido cultural – trabaja y recupera el sistema de valores, la confianza personal y social, compromiso, responsabilidad ética y moral, dinamizan las “viejas” e históricas redes sociales de pertenencia asentadas en la emergente Sociedad Civil local, base principal del “nuevo” Poder Local, descubren nuevos canales de comunicación intercultural como principal fortaleza, acorazada de fuertes principios y prácticas de Identidad Cultural colectiva, cimiento y columna vertebral de las Nuevas formas de hacer Política.
En la pluralidad y complejidad, de nuevos contextos populares, democráticos contestatarios, autónomos de pueblos y comunidades galvanizados, acorazados en su propia cultura y una identidad dialéctica social y cultural, pertenencia a sus Territorios forja, construye y fortalece un nuevo tipo, una Nueva Visión, nueva realidad, de construcción, reconocimiento y vigencia de Ciudadanía, principal, distinta, diferente, fundamental en tiempos globales neoliberales, en el contexto no solamente de lo que significa el fracaso de las políticas mundiales de hibridación cultural, convivencia, - entre nosotros mestizaje – de “cohabitación cultural” entre la cultura hegemónica, dominante, propia del país que acoge a una infinidad de culturas ”menores” migrantes, donde existe la tendencia – a pesar de los esfuerzos por conservar su propia cultura e identidad – la pérdida del sistema de valores, el pragmatismo hiper-individualista, la inmediatez que busca en los resultados – contribuyen sin duda alguna a que hoy en el mundo de la Modernidad, guiado y manejado por la voluntad y el poder del neoliberalismo mundial, solamente – en su limitada conceptualización – se reconozca la vigencia de la Ciudadanía - en construcción la ciudadanía global – ámbito conceptual y limitado de la “conquista y vigencia de los Derechos Principales” herencia social y cultural de la doctrina del “viejo” liberalismo clásico, que hoy parece paralizada en el tiempo, levitada en el espacio, amparados y protegidos por la Constitución
2.- Cuádruple circuito infernal: Cultura, Identidad, Comunicación y Biodiversidad.
A su turno para nosotros, el “nuevo” escenario mundial, el “Cambio de Época”, la “nueva” arquitectura financiera mundial, la multipolaridad y los nuevos poderes regionales descentralizados, las emergentes economías BRICh, Brasil, Rusia, India y China, la crisis europea y sin salida, la crisis de los Estados Europeos, crisis de los, - Estados inviables, Estados canallas – los nuevos movimientos sociales anti-globalización, nuevos sujetos sociales históricos – campesinos, mujeres e indígenas - los Conflictos Sociales: ambientales, - agua, contaminación minera, petrolera, gasífera - territoriales, generacionales, laborales y políticos; perdida y demolición política del sistema de valores individuales y colectivos, los anti-valores.
Polarización y violencia social entre crecimiento económico, macro-economía y riqueza de unos pocos, “los de arriba”, élite nacional y corporaciones transnacionales y miseria, hambre, exclusión y pobreza, miles de millones, “los de abajo”, los explotados y los “otros” –millones de seres humanos sin voz y sin rostro, la “otredad” étnico cultural, -, pequeños grupos emergentes: desplazados, migrantes, mujeres, jóvenes y precariedad salarial: nuevos esclavos asalariados – precarización de los sistemas de empleo -, campesinos, comunidades agrarias históricas, pueblos originarios sin vigencia de derechos sociales, menos reconocimiento de derechos humanos;
Turbulencia, económico-social y étnico-cultural – presente en la Cuádruple circuito infernal: cultura, identidad, comunicación y biodiversidad – es decir, el escenario de escenarios de las clases y la lucha de clases, la voz de la calle o la Sociedad Civil local, popular, plural emergente, democrática, nuevos espacios sociales productores de identidades culturales colectivas. El Estado y el propio sistema político democrático se sienten totalmente “desarmados”, sin capacidad de visualización, sin recursos institucionales menos herramientas políticas frente al conjunto de los conflictos, protestas, movilizaciones sociales de “nuevo tipo”, por su carácter de alta y extensa heterogeneidad social, la amplia y rica diversidad cultural así como la profunda desigualdad geográfico-territorial.
Este es el “nuevo” escenario local-nacional hoy, producto básicamente del proceso: alto crecimiento macro-económico, mayor presencia, dominio y control – inversión generalizada – de las corporaciones transnacionales en la expropiación y explotación de nuestros recursos naturales. Estructura económico social producto de más de dos décadas de globalización neoliberal, - reajustes económicos permanentes, pago irrestricto de la deuda externa, privatización de las empresas públicas, sólo exportación de materias primas, liberalización de las relaciones laborales - y la correspondiente triple crisis sistémica y hoy radicalizan y polarizan, las relaciones que origina el nuevo proceso de acumulación del capitalismo mundial.
La identidad cultural colectiva es directamente un hecho político. En la actualidad esta reivindicación de identidad cultural colectiva emergente, convive con otras dimensiones sociales y culturales. Encontramos en este contexto huellas de la mundialización y en paralelo la apertura de las sociedades, con cierta liberación con respecto a la lógica dominante de la modernidad.. Por un lado es depositaria del patrimonio, así como el conjunto de informaciones, conocimientos y tradiciones y por otro lado la entendemos en una dimensión colectiva cuyo interés central es integrar la heterogeneidad de la sociedad. La emergencia de la identidad cultural colectiva, articulando aportes contemporáneos, como modernidad, comunicación y política, por lo general es el “origen” de los nacionalismos progresistas con visión global -.
Los emergentes sujetos sociales y protagonistas populares, ante la crisis de las ideologías y la política, manifiestan fuerte contenido popular desde la resistencia cultural, identidad local e identidad cultural colectiva, contextos sociales múltiples, potenciales sinergias colectivas presentes en las nuevas plataformas reivindicativas, nuevo liderazgo colectivo y lenguaje social, presente hoy en el nuevo Capital Político local-territorial con visión estratégica mundial, mundo de complejidad y multipolaridad sistémica, donde aún se discute el Nuevo Paradigma del Tercer Milenio. – la complejidad, la cultura, la educación, la comunicación, el agua, la tierra o la madre naturaleza, etc - .
El conjunto de poderes y mecanismos supuestamente democráticos, utilizados contra el pueblo, desde hace décadas, la fe y la bala, y más recientemente la palabra. Con la fe, en franco y considerable retroceso, y la bala relegada a democratizar lejanos países ricos en recursos naturales, o guardada celosamente contra los grupos emergentes socio-políticos anti-sistema, en cambio, ahora la palabra se ha convertido en el arma estrella para usurpar los derechos de los pueblos y presentarnos una falsa democracia o simplemente una ilusión democrática. La palabra ha sido moldeada a imagen y semejanza del capitalismo globalizador, oleada, sacramentada y bendecida por las corporaciones transnacionales que la han convertido en la más eficaz de cuantas armas han utilizado contra el pueblo. El ejemplo entre nosotros esta a la vista, a diario, a cada momento, siempre en pared política entre los políticos de turno, empresarios y los medios de comunicación.
Algunos medios de comunicación, por lo general los poderosos, en coyunturas especiales se basan en mentiras y ocultamientos, montajes y calumnias. ¿Pero por qué la gente lo cree, por que no nos damos cuenta que nos están mintiendo, nos están utilizando? Pues porque nos han eliminado nuestro sentido común, nos convirtieron de seres reflexivos a seres repetidores de datos (loritos), nos han insensibilizado, nos han adormecido y por lo general ante la falta y/o ausencia de una conciencia reflexiva y conciencia de clase han hecho de la mentira, del engaño y la falsedad, la “materia prima” para construir los famosos psico-sociales, las “cortinas de humo”, llegando incluso a fases sumamente peligrosos: prácticas maquiavélicas, anti-políticas, así como un descarnado macartismo político con la finalidad de esconder la realidad, desviar la atención del verdadero responsable o simplemente justificar una acción violenta del Gobierno de turno
La palabra hoy es utilizada con diversos contenidos y diferentes titulares por empresarios, políticos,- los modernos salvadores, los iluminados, los nuevos redentores o simples caudillos - autoridades religiosos, supuestos líderes de opinión o forjadores de opinión pública: Todos ellos tienen un común denominador, justificar, mentir, embaucar, adormecer la conciencia de nuestros trabajadores y ciudadanos, nuestros pueblos y comunidades, y asegurar que hoy estamos ”llenos” de felicidad en el palacio de cristal, a punto de llegar a la “tierra prometida”, a un paso de ingresar al primer mundo. ( Cómo si todo esto fuera cierto?, menos pobreza, cero analfabetismo, calidad en salud, mejor calidad de vida, vigencia de derechos sociales y laborales, excelente calidad de la democracia o democracia de alta intensidad, ¡! Qué ilusión¡¡ ).
En realidad, este es el mundo que nos pertenece y que nos fue arrebatado por las políticas impositivas y autoritarias del neoliberalismo, y que hoy intentamos recuperarlo, para ello debemos organizarnos y luchar desde abajo, continuar el rescate de lo que es nuestro, nuestra cultura popular, nuestra sabiduría tradicional y patrimonial, reservorio de nuestra memoria social, nuestra memoria histórica, sueños y esperanzas de nuestros pueblos, ahora es tarea y responsabilidad de todos desde los diferentes y diversos campos de la resistencia cultural defender nuestra soberanía nacional: donde hoy emergen, brotan como un verdadero huracán los nuevos sujetos sociales históricos, defendiendo como verdaderos leones su tierra, su agua y recursos naturales, la biodiversidad de sus territorios patrimoniales, sus conocimientos tradicionales, manantial histórico y reservorio cultural de la humanidad.
Campesinos, Mujeres, Indígenas y Nativos nos llevan a rememorar las históricas jornadas de la clase obrera en tiempos de la Comuna de París, cuando eran capaces de tomar el cielo por asalto. Con seguridad y responsabilidad política-institucional este es el “nuevo escenario nacional-continental-global- escenario multipolar -” que se abre hoy pujante, popular, plural, dialogante, democrático”, sin embargo, la democracia liberal representativa encajonada en la cúspide social, secuestrada por una minoría elitizada, conservadora y macartista, está “muy enferma”, su soledad social es muy extensa y su asfixia política lo desespera y conduce a cometer excesos radicales y autoritarios muy frecuentes, es notorio y real que hoy la democracia liberal representativa sufre de ceguera social y sordera política.
El Perú atraviesa una crisis institucional, reflejada no sólo en la incapacidad de la clase gobernante, para responder oportunamente, las demandas de la población, sino también el colapso de los partidos políticos, hoy carentes de legitimidad que se fue restringiendo progresivamente, sino es bueno recordar los 10 años del terror, la corrupción y la violación de los derechos humanos en tiempos del fujimorismo, redujeron aún más su relevancia,, cerrándose canales de representación democrática a favor del sistema clientelista y organizando desde arriba hacia abajo, donde la mediación de los partidos políticos se fue dejando de lado, por la apertura de espacios institucionales para la acción colectiva que permitían discursivamente canales directos con el poder.
Solamente en dos últimos años en nuestra país – el de más alto crecimiento en América latina, el segundo en mejor calidad de vida en A.L ( pura ilusión y fantasía para el engaño). según los informes del F.M.I, el B.M, el B.I.D, etc, - sin embargo, la pobreza y polarización en la ya fragmentada realidad nacional, sacudida actualmente por el (re)surgimiento de los conflictos sociales, que revelan descontento, cuestionamiento generalizado al modelo económico neoliberal e igual radicalismo contra la democracia liberal representativa. Este accionar colectivo, pese a la dispersión o desintegración de las relaciones sociales de los grupos y clases sociales, de las identidades sociales y políticas como resultado del desmantelamiento productivo y comercial de la política neoliberal aplicada, tuvo como precedente importante la Histórica Marcha de los cuatro Suyos, que como sabemos terminó provocando la caída del fujimorismo y generó en su momento expectativas de redemocratización del Estado.
Los sucesos político-sociales acaecidos en Bagua – Selva nor-oriental del Perú – insurgencia del mundo originario amazónico – está presente en el “Cambio de Época”, los nuevos sujetos sociales, el contexto de territorio histórico – constituye un factor esencial para la gestión del ambiente y los recursos naturales, pues las políticas ambientales y los instrumentos de política que las operativizan se aplican en la dimensión territorial, como eje multidimensional que integra y articula, en un mismo ámbito, las dimensiones económica, social, ambiental y político institucional.
No obstante el sistema territorial tiene un factor que lo dinamiza: la cultura.- la multiplicidad de conflictos que se desenvuelven en diferentes puntos de nuestro país, alrededor sobre todo de los gobiernos locales o por la repercusión ambiental nociva de la actividad minera, es una prueba de las contradicciones económicas, la decadencia del sistema político, el cuestionamiento de la democracia representativa, como también de las dificultades para que tales procesos de resistencia social puedan trascender y en tanto movimientos sociales exigir un reordenamiento pequeño o grande de las sociedades y del Estado y empezar haciéndolo a través del desbaratamiento de las relaciones políticas de poder establecidas para la reproducción de las desigualdades existentes.
En el último año se han producido verdaderos acontecimientos en el centro del cuádruple circuito infernal, movimientos sociales urbanos, rurales y amazónicos que han marcado absoluta diferencia con hechos anteriores y que marcan “la huella digital” de las protestas sociales, que cambian totalmente el rumbo de la historia en el diálogo, negociación y formas de no solución de la alta conflictividad y por tanto se han producido amplias y nefastas violaciones de los derechos humanos de las comunidades campesinas –:
*- La lucha por la tierra, Andahuaylas, Chumbivilcas, Cajamarca Piura, frontera norte, Espinar, Valle de Tambo – así como de los pueblos originarios – Bagua, La Convención, San Martín, Ucayali,
*- minería, Moquegua, Valle de Tambo, Tambo Grande, Lampa, Canchis, gas, la región Cusco en general y la provincia de La Convención,
*-petróleo, selva nor-oriental, Puno – Lago Titicaca –
*- Políticas del “perro del hortelano”, política oficial del gobierno que dispone absolutamente de los territorios Amazónicos y violación del Convenio 169 de la O.I.T y la rebelión de los pueblos Awajun y Wampis, pueblos con herencia guerrera.
El mejor ejemplo es el que oficialmente nos brinda cada fin de mes la Defensoría del Pueblo, tenemos el mes de agosto del 2010.
Total de casos registrados por la Defensoría del Pueblo: 246.
*Conflictos Activos: 169 (69%)
*Conflictos Latentes: 77 (31%),
Conflictos Nuevos: 6 .
C*Conflictos Resueltos: 2
Casos en proceso de diálogo: 95 (56% del total de casos activos).
MMediante mesas de diálogo: 25 (26%).
PrPresencia de la Defensoría del Pueblo en mesas de diálogo: 18
2%).
CaCasos en los que se registró por lo menos un episodio de violencia
Desde su aparición:110 (45% del total de conflictos registrados).
CaCasos trasladados del registro principal al registro de casos en
obObservación: 6.
· En el mes de junio del 2010, existen 250 conflictos sociales, de los cuales 169 se encuentran activos (68%) y 81 en estado latente (32%). La mayor cantidad de conflictos sociales se ubican en los departamentos de Puno y Cuzco (21 casos), Lima (20 casos), Ancash y Cajamarca (18 casos cada uno). Además se registran 18 casos de ámbito nacional.
Ante esta polarizada y asimétrica realidad – cuádruple circuito infernal - trabajemos todos con la finalidad de construir una Democracia para todos y todas, que todos – manteniendo o protegiendo nuestra diferencias – entremos en el sistema político, hay que generar un contexto más amplio, diverso y tolerante en su estructura, o también, trabajar para conseguir su “libertad” y nos cobije a todos(as), pero aún en la coyuntura, creemos firmemente que “su curación y remedio”, parece encontrarse en la oxigenación política, con otros contenidos en - mensajes, organizaciones, plataformas, liderazgos, comunicación y nuevas formas de hacer política - que hoy traen los nuevos actores sociales y protagonistas populares, - Nuevos Sujetos Sociales protagonistas Históricos en los Conflictos Sociales.
Su capital político hoy es totalmente diferente, diverso, distinto, desafiante, emergente, contestatario, en relación a procesos sociales históricos centrados principalmente en las nuevas formas de comunicación intercultural, que intentan expresar en lo posible la extensa, desconocida y extraordinaria diversidad cultural de nuestros pueblos ancestrales y comunidades originarias hoy presentes como parte de un nuevo capital democrático, - aún no comprendido, menos aceptado como parte de la democracia - movimiento y sujetos sociales producto y expresión concreta del carácter y naturaleza de nuestra estructura económico-social, presente en nuestra compleja realidad, protestas y acciones sociales que han llegado para quedarse por mucho tiempo: los Conflictos Sociales.
Nacen y emergen con fuerza social, conjunto de protestas sociales, movilizaciones portando nuevas plataformas de lucha y su “hogar” esta en el corazón de la cuádruple alianza infernal, emerge básicamente como defensa y protección del derecho a la vida de las comunidades históricas y pueblos originarios frente a la feroz arremetida, permitida por las políticas neoliberales de nuestros gobiernos, las corporaciones transnacionales, que ingresan a la explotación de nuestros recursos naturales, “bajo el santo y seña” de la inversión – sólo la inversión salvará el Perú y eliminará la pobreza”. El canto de bandera de nuestros gobernantes, Su escenario actual radical polarizado, asimétrico, desigual, injusto está en el propio corazón de una democracia, limitada, “coja”, “sorda”, “ciega”, para los de abajo a punto de estallar políticamente, por eso la defendemos, pero también la criticamos. Este es el continente social “infernal”, polarizado, sin propuestas y alternativas. El cuádruple circuito infernal se define:
*- Cultura.- Hoy el propio significado de la palabra Cultura ha estallado. El Estado actual, que de por sí se debate en una profunda crisis, no ha encontrado hasta ahora los caminos o las alternativas concretas, viables con la finalidad de abordar la cultura en su contenido multidimensional. Incluso hoy, al no existir una Política de Estado, sobre una realidad tan importante y de contenido dialéctico –pasado, presente y futuro - resulta intercambiable con conceptos como nacionalidad o clases sociales. Esta ausencia nos conduce que en la actualidad en nuestro país, fácilmente se traslapa con muchas identidades étnicas o geopolíticas.
Consecuencia de este conjunto de ausencias en políticas, desde el Estado, nuestras culturas locales y regionales, con la finalidad de asumir un proceso de defensa y protección frente a la presencia avasallante de la “globalización cultural”, imperialismo cultural o americanización del mundo, desde lo local emergen o despiertan aptitudes, capacidades, valores, potencialidades hasta entonces ignoradas o simplemente excluidas o marginadas, trabajamos en lo local descubriendo nuestras sinergias personales y colectivas, columna vertebral de siglos de sustento y permanencia de nuestra cultura popular, construimos fortalezas sociales en un escenario tan amplio, rico, creativo que hoy sirve de sustento a millones de peruanos, presentes en el extraordinario poder emergente y capacidad de organización de miles de culturas locales: el “desenclave cultural” y su nuevo mensaje en el contexto mundial. Este conjunto de miles de realidades locales emergentes, está hoy hablando con voz y palabras propias en la Sociedad Civil Local - una fuerza social y política estructural con propuestas diferentes por el contenido de clase que representa, alternativas diversas por la riqueza inmersa en su realidad y territorial porque rescata y valora el trabajo y sabiduría de sus pueblos y comunidades.
*- Identidad, conjunto de identidades sociales e identidades culturales locales y regionales que se consolidan y fortalecen en el poder y capacidad emergente de los movimiento sociales- frentes de defensa locales – y su gran versatilidad para el diálogo y negociación con resultados participativos. Las identidades hoy fortalecen la capacidad y fuerza organizativa de los movimientos, ante la crisis de las ideologías y la política. La identidad cultural es parte de nuestra vida.
En las últimas décadas y especialmente en los últimos años el país está asistiendo a una época intensamente marcada por la emergencia de identidades locales o étnicas. Una constatación sobre la que existe cada vez un mayor consenso, es que este proceso resulta particularmente interesante por el protagonismo de los pueblos indígenas de la Amazonía.
Nuestra identidad cultural y social es hoy plural, popular y contradictoria. Y cuanto más caen los tabúes, las prohibiciones más cambian las conductas y más se instala la perturbación. No es que las tradiciones vuelvan realmente, sino que la nostalgia de estos valores irriga una modernidad que se busca a sí misma, con mayor por haber triunfado y no tener ya adversarios.
*- Comunicación, es extraordinaria la performance que hoy desempeñan las nuevas formas de comunicación intercultural, con la finalidad de integrar y participar a los más amplios sectores sociales que hasta “ayer”, los “otros” nunca tuvieron protagonismo social y político.
La comunicación intercultural tiene como objetivo estudiar la forma en que la gente, las poblaciones, los ciudadanos, de diferentes orígenes culturales se comunica entre sí. Construye algunos lineamientos que permitan dinamizar, agilizar, tener mayor reconocimiento esta forma de comunicación intercultural
*- Biodiversidad.- Forja relaciones entre los seres vivos y su entorno e implementa políticas sociales concretas para su protección; asume la defensa y protección de la naturaleza y el medio ambiente; como parte de la Sociología establece relaciones directas entre los grupos humanos y su ambiente tanto físico como social y finalmente como movimiento social y político, conocedores de la heterogeneidad social, la diversidad cultural y la desigualdad territorial, asumen la defensa de la madre naturaleza, del medio ambiente y la cosmovisión del hombre en su medio.
Este cuádruple circuito, constituye hoy el gran reto y desafío para el Estado, aún sin claridad y definición en sus políticas frente a la turbulencia multipolar – simplemente porque es algo nuevo, diferente y distinto a como el Estado tradicional ha venido trabajando o en el mejor de los casos respondiendo débilmente a los profundos cuestionamientos sociales y políticos que han surgido de la “profundidad” de la explotación, la miseria, el hambre, la pobreza, de las clases y la lucha de clases, presentes en nuestra compleja sociedad – hasta entonces sociedad derrotada por el terrorismo, la hiper-inflación y la destrucción moral del país – , hemos superado esa sangrante e infernal realidad, pero aún nos queda, parte de las grandes tareas y responsabilidades pendientes, no podemos salir del cáncer de la corrupción, el narcotráfico y hoy de la violencia e inseguridad ciudadana, pero con toda seguridad superaremos y venceremos a esta lacra social y política del desastre institucional.
3.- El modelo de Estado hoy en América Latina.
El modelo de Estado, hoy presente en América Latina muy a pesar de las reformas y modernizaciones, - y contra-reformas - aún no llega a recuperar el conjunto de responsabilidades políticas que siempre las tuvo hasta antes de las políticas del Consenso de Washington -1990 -, hegemonía del “dios” mercado, situación que se evidencia en su absoluta carencia, ausencia o distorsión de políticas públicas dirigidas por lo general a enfrentar este nuevo escenario de “Cambio de Época”. Como es una realidad muy concreta, la cuádruple alianza o circuito infernal de cultura, identidad, comunicación y biodiversidad. En concreto, frente a esta intrincada y polarizada realidad, el Estado nacional no dispone ni muchos menos está en capacidad de implementar propuestas, alternativas o políticas democráticas tendientes a dar una respuesta institucional al conjunto de los conflictos sociales, es decir, la gobernabilidad o está de vacaciones o muy simple ha sido hipotecada al poder de las corporaciones y los grupos de poder interno..
El Estado en crisis sistémica, en tiempos globales neoliberales, debe limitarse a proporcionar un conjunto de derechos y medidas necesarias para que todos los ciudadanos tengan igual acceso al mantenimiento y expresión de sus opciones culturales, religiosas o ideológicas, sin comprometerse el mismo con una concepción sustantiva del constructor social, puesto que pretende tratar a todas las personas con igual respeto. Para el liberalismo clásico, dada la diversidad cultural de los ciudadanos, la adopción de una posición substantiva violaría el compromiso de equidad. A partir de estos presupuestos, los Estados liberales, históricamente, han hecho frente a la problemática de las minorías culturales con diferentes estrategias. Han desarrollado, al menos teóricamente,
En primer lugar, una política de tolerancia según la cual las minorías podían comportarse como quisieran, siempre que no interfiriesen con la cultura de la mayoría, aunque no hubiera reconocimiento público para ellas; y
En segundo lugar, desarrollan posteriormente una política de no-discriminación en la cual el Estado interviene activamente para garantizar el acceso a los servicios públicos de todos los miembros de la sociedad como individuos.
Sin embargo, no se acepta la introducción de derechos o ayudas específicas de grupos porque ello supondría violar “la neutralidad del Estado”. Ahora bien, veamos hasta qué punto estos presupuestos del enfoque liberal clásico pueden tener vigencia aceptando el pluralismo cultural de las sociedades occidentales actuales. Si partimos, tal como afirma el enfoque del multiculturalismo, de una concepción de la sociedad política como integrada por una pluralidad de comunidades culturales estables y viables, que han de ser consideradas de igual rango, la solución para la convivencia pacífica en las mismas no puede ser, el de asumir una neutralidad del Estado.
Ésta alternativa, nunca se da, puesto que el Estado siempre fomenta determinadas identidades culturales y perjudica a otras: las decisiones del gobierno con respecto a las lenguas, las fronteras internas, las festividades públicas y los símbolos estatales implican, inevitablemente, reconocer, acomodar y apoyar las necesidades e identidades de determinados grupos étnicos y nacionales. La homogeneidad que postula la noción clásica de ciudadanía resulta excluyente para las minorías que no forman parte del grupo dominante.
El objetivo será, entonces, acomodar las diversas identidades culturales dentro del Estado. No basta, en algunos casos, con asegurar la libertad de asociación, de culto, de expresión, de libre circulación y de organización política para proteger la diferencia grupal. Algunas formas de diferencia derivadas de la pertenencia a un grupo únicamente pueden acomodarse si sus miembros poseen derechos específicos como grupo, es decir, lo que se denomina “ciudadanía diferenciada”.
El hecho de hablar de ciudadanía diferenciada no entra en contradicción, no es incoherente con la apuesta por esos valores universales de justicia social, de igualdad, de libertad. Precisamente, debe garantizarlos y dichos valores tendrían que actuar como limitaciones para los derechos de las minorías. Al introducir la ciudadanía diferenciada, se pretende evitar injusticias significativas a manos de la mayoría y el agravamiento del conflicto etno-cultural. Tal como señala Will Kymlicka,
“En un Estado multicultural, una teoría de la justicia omni-abarcadora incluirá tanto los derechos universales, asignados a los individuos independientemente de su pertenencia de grupo, como determinados derechos diferenciados de grupo, es decir, un “estatus especial” para las culturas minoritarias.”.
Siguiendo al autor, podríamos señalar tres tipos de medidas en función de la pertenencia grupal orientadas a acomodar las diferencias nacionales y étnicas que implican tres formas de derechos específicos en función de la pertenencia grupal:
*- los derechos de autogobierno,
*- los derechos poli-étnicos y
*- los derechos especiales de representación.
a).- En cuanto a los derechos de autogobierno, suelen ser reclamados por las naciones que componen Estados multinacionales para asegurarse el pleno y libre desarrollo de su cultura. Normalmente, las reivindicaciones de autogobierno suelen adoptar la forma de transferencias de competencias a una unidad política básicamente controlada por los miembros de la minoría nacional, que fundamentalmente se circunscriben a su patria o territorio histórico. Estas concesiones no se consideran una medida temporal. Por el contrario, estos derechos a menudo se describen como derechos “intrínsecos” y, por tanto, permanecen, lo que constituye una de las razones de que las minorías nacionales aspiren a que sean contemplados en la Constitución.
b).- Respecto a los derechos poli-étnicos, su reivindicación se explica teniendo en cuenta la negativa de los inmigrantes durante las últimas décadas a una asimilación ciega a la cultura del país receptor, a sus normas, a sus costumbres, y, por consiguiente, la obligación de abandonar todos los aspectos de su herencia étnica. Si, en un primer momento, estos grupos de inmigrantes se preocuparon de reclamar el derecho a expresar libremente sus particularidades, sin temor a discriminaciones por parte de la cultura receptora, posteriormente, dichas exigencias se ampliaron a diferentes sectores para evitar posibles prejuicios
Estas medidas específicas en función del grupo de pertenencia “derechos poli-étnicos” tienen como objetivo ayudar a los grupos étnicos y a las minorías religiosas a que expresen su particularidad y su orgullo cultural sin que ello obstaculice su éxito en las instituciones económicas y políticas de la sociedad dominante. Al igual que los derechos de autogobierno, los derechos poli-étnicos no se consideran temporales, puesto que las diferencias culturales que protegen no son algo que se pretenda eliminar. Pero, a diferencia de los derechos de autogobierno, el propósito de los derechos poli-étnicos no es el autogobierno, sino fomentar la integración en el conjunto de la sociedad.
c).- Por último, los derechos especiales de representación para las minorías culturales pueden verse cuanto menos desde dos perspectivas. A veces, se defienden como respuesta a algunas desventajas o barreras sistémicas presentes en el proceso político, que impiden que las opiniones del grupo en cuestión estén debidamente representados. En la medida en que tales derechos se consideran una respuesta a la presión o a las carencias sistémicas, resulta más plausible que se contemplen como medidas temporales en el tránsito hacia una sociedad en la que ya no exista la necesidad de representación especial, es decir, como una forma de “acción positiva” política.
La sociedad debería de esforzarse en erradicar la opresión y las carencias, eliminando así la necesidad de esos derechos. En otras ocasiones, se reclaman los derechos de representación como corolario del autogobierno. El derecho al autogobierno de una minoría se vería muy debilitado si algún organismo externo pudiese revisar o revocar sus competencias unilateralmente, es decir, sin consultar a la minoría ni asegurar su consentimiento. Por tanto, que la minoría nacional tuviese garantizada la representación en todo aquel organismo que pueda interpretar o modificar sus competencias de autogobierno podría considerarse un corolario de dicho autogobierno. Dado que las reivindicaciones de autogobierno se contemplan como algo intrínseco y permanente, también lo serian en este caso las garantías de representación emanadas de ellas, a diferencia de las garantías fundamentadas en la opresión.
4.- Perspectivas de “solución” de esta compleja realidad.
En definitiva este modelo de Estado no sirve para ninguna de las clases y grupos en pugna, oposición, diálogo y negociación. – su incapacidad quedó demostrado que no sirve ni siquiera para comprar patrulleros para la Policía Nacional, menos para atender las emergencias de los desastres naturales – Terremoto. Ica 2007 – y menos aún para negociar soberanamente frente a las transnacionales, - la telefónica y la renta básica, las mineras y el pago de las sobre-ganancias de miles de millones, del gas y la exportación y el precio del gas en el mercado interno. Su performance es un desastre total y absoluto para dialogar y negociar con los sectores sociales en conflictos y negociaciones, ahí está los mejores testimonios del ”Moqueguazo”. Moquegua, Canon minero, 2008, Bagua, selva nor-oriental, derechos de los pueblos originarios, Convenio O.I.T. 169, 2009, la Convención y Quillabamba, 2010, exportación ilegal del gas natural y abandono total del mercado interno, macro-región sur, los Mineros informales de Chala, 2010 y el proceso de formalización violando sus derechos al trabajo y contaminación, aguas de los ríos, etc.
Necesitamos un Estado moderno, descentralizado, soberano, que lidere políticas de educación y salud de calidad, inversión, trabajo, vivienda salarios e integración regional nacional y continental. Un Estado dialogante, comunicador, respetuoso, con representación social, credibilidad institucional y sobre todo legitimidad en la opinión pública. Que genere liderazgo en la defensa de la soberanía nacional y que hoy asuma la responsabilidad de (re)negociar nuevos contratos de pagos de regalías e impuestos a las sobre-ganancias de las corporaciones mineras, petroleras, gasíferas, madereras, eléctricas, comerciales, telefónicas, farmacéuticas, alimentarias, etc, incluso políticas recomendadas el último mes por el F.M.I, el B.I.D, y políticas que son un clamor nacional, en especial en relación a la minería, petróleo y gas, comodities que hoy en el mercado mundial tienen precios de “espanto”.
Son los Nuevos Movimientos Sociales anti-globalización, nueva, diferente, distinta y diversa expresión y lucha de clases, desde las comunidades, pueblos, distritos y regiones, nuevas formas de organización social y manifestación política, emergen actores legítimos del propio corazón de la democracia, hoy se ponen de pie, alzan su voz de protesta ante el mundo, como hace 500 años lo hicieron los campesinos de Europa, repicando las campanas de las iglesias como forma de protesta ante la presencia invasora del capitalismo, similar, hace 150 años lo hicieron los obreros de la Comuna de París o hace más de 90 años cambió el mundo con la Revolución Socialista de Octubre.
Igualmente, hace más de 140 años son protagonistas campesinos y comuneros de la Región Puno, liderados por el Coronel Juan Bustamante, igual, nuestra Historia, antes, 120 años lo hicieron los campesinos, mineros y el pueblo de Ancash ( Atusparia ); Arequipa, el pueblo derrotó en 1931 la dictadura de Sánchez Cerro, 1950 los obreros, el pueblo y la Revolución contra la dictadura de Odría, o los Frentes de Defensa de los Intereses del Pueblo – FEDIP – una década de lucha, exitosas performances, paros, huelgas y movilizaciones revolucionarias contra el Gobierno de Velasco y después grandes jornadas revolucionarias y paros nacionales contra la dictadura del general Morales Bermúdez.
Actualmente, estamos finalizando la primera década del nuevo milenio, (in)surgen los Conflictos Sociales, como nuevas formas de organización, lucha y movilización, son hijos directos de la triple crisis sistémica y parto sangriento, respuesta directa, protesta y lucha, formas de negociación frente a formas distintas y diferentes de acumulación mundial del capitalismo- inversión desenfrenada de las corporaciones transnacionales hacia nuestros recursos naturales -. Los conflictos sociales han llegado definitivamente para quedarse por mucho tiempo, no son coyunturales, están hoy presentes en el escenario local-mundial del “Cambio de Época”, contexto del cambio radical de los paradigmas globales, representan una articulación dialéctica de contextos multidimensionales, paradigma en construcción, volcán social y político a punto de estallar.
Pero la tragedia y el drama está asentada en los amplios terrenos de la democracia liberal representativa, producto de su enfermedad social y política, como Estado no alcanza a comprender esta nueva realidad, no tiene capacidad para entender el nuevo lenguaje que hoy está inmerso en su Plataforma de Lucha, por ello reacciona con violencia “al final” ante su impotencia política, débil eficacia institucional y desastrosa eficiencia administración social – grave performance social, política, cultural, ambiental -, en medio de su soledad política, envuelto por la corrupción y manifiestos índices muy negativos de credibilidad y legitimidad, tiene un solo mecanismo político, una sola herramienta “democrática” constitucional: declarar como última salida la criminalización de las protestas sociales.
Jamás llegarán a entender, comprender y menos analizar libres de odio, cobardía, exclusión, marginación, prepotencia y sabiduría religiosa, que nuestro país, el Perú, no es igual, similar o parecida a una empresa transnacional, al margen de la contaminación anti-política, la corrupción y violencia en una sociedad derrotada por más de 30 años, primero por el terrorismo y la hiper-inflación, y seguido la política que inyectó el neoliberalismo - a pesar de los grandes deseos de empresarios que quieren ser “Presidentes”, según última encuesta publicada por el diario El Comercio, agosto 2010 -, el Perú no es una empresa para ser vendida, privatizada, comercializada, negociada, y además protegida por su “estado de derecho”, hipotecada y secuestrada por su “gobernabilidad democrática”; nuestro Patria, es más grande y digna que todos los felones, mentirosos o farsantes que gobernaron desde hace 190 años, país milenario y mega-diverso, su inmensa y vasta heterogeneidad social, su extraordinaria diversidad cultural, su rica y profunda desigualdad territorial, es el centro de sus grandes potencialidades que hoy entregan al mundo nuestra gran capacidad emergente, como parte del proceso socio-cultural del “Desenclave Cultural” de nuestras economías populares locales y regionales y parte del proceso político de integración regional continental.
Es nuestro camino, “mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas, por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor”, una larga avenida construida por nosotros mismos para forjar un Perú Nuevo en un Mundo Nuevo.
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En esta oportunidad publicamos la Segunda Parte de la Ponencia presentada en el mes de Octubre del 2010 en el Octavo Congreso Internacional sobre "Globalización y Crisis Financiera" organizado por Universidad de Málaga- España. La Ponencia completa se puede encontrar en Congresos Internacionales sobre Globalización Neoliberal. (En el mismo Blogger).
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