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Altibajos del mercado laboral chino.
Las asimetrías del mercado laboral chino producto de su rápido desarrollo industrial.
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Pueblo en Línea. Jueves 10 de febrero del 2011.
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Ahora que los feriados por la Fiesta de Primavera ya son agua pasada, las áreas costeras chinas comienzan a experimentar una escasez de mano de obra más aguda que en años previos. Tal situación entraña a todas luces un contrasentido, poco menos que un imposible, cuando tanta gente joven anda a la caza de empleos.
Pero los dueños de fábricas saben que la escasez es real. China esta atestiguando una singular coyuntura en la historia industrial, al dar cabida por igual a la abundancia y escasez de recursos humanos Las asimetrías que hoy predominan en el mercado laboral de China derivan de su excesivamente rápido desarrollo. La escala de la producción industrial se ha ampliado rápidamente y los ingresos de los trabajadores le han seguido el paso, o tal vez incluso lo han sobrepasado ya.
La economía de mercado que se ha tomado en préstamo de Occidente es incapaz de neutralizar este desequilibrio entre velocidad e imparcialidad. Por lo tanto, los excesos y escaseces de fuerza laboral se impactan mutuamente.
Es muy raro que la escasez de mano de obra y las dificultades para conseguir empleo coincidan de tal modo en un mismo país, lo cual es señal de como en un breve lapso de tiempo se ha acumulado un proceso que suele ser prolongado. No hay cura rápida para esta enfermedad y lo que se impone es que nos apoyemos mutuamente, pues queda mucho trecho por recorrer aun.
La integración nacional ha propiciado la conversión de campesinos en trabajadores urbanos y ha dado lugar al desplazamiento de población de las regiones centrales y occidentales a las áreas costeras.
Cientos de millones se ven afectados por este proceso, pero no tienen como contraparte el apoyo de un bienestar social. La “escasez de fuerza de trabajo” puede ser un desafío importante, que podría forzar a las áreas costeras a acelerar la creación de un sistema de bienestar para los trabajadores emigrantes e incluso compartir las actuales estructuras de bienestar con los nuevos inmigrantes.
A semejanza de la globalización, la integración nacional procura beneficios a toda costa y busca establecer la igualdad, por partes iguales. La globalización convirtió a China en fábrica del mundo, la primera factoría del mundo, pero las áreas costeras podrían no ser el lugar ideal para la fábrica del mundo. La escasez de mano de obra en el sudeste de China supone una señal de alarma que debe ser escuchada.
Nadie habría imaginado que hoy el salario de una niñera en las principales ciudades chinas seria equivalente a lo que ganaba un empleado de cuello blanco hace 10 años. Hay incontables fuerzas que están impulsando los salarios de los trabajadores emigrantes.
Las fábricas en las áreas costeras deben responder a esta tendencia, o desaparecer gradualmente, bajo la ola arrolladora de la integración nacional. La época en que los trabajadores emigrantes chinos no tenían ningún derecho a hablar en su defensa ha pasado. Ellos se han constituido en poder esencial que sostiene el despegue de China y se han ganado el respeto en sus lugares de trabajo. La falta de mano de obra ha contribuido a otorgarles un mayor poder frente al patronato, y sus victorias continuarán.
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