&&&&&
De acuerdo con la estructura que regía en
las Islas Malvinas, el Reino Unido de Gran Bretaña, siempre consideró como una misma unidad
territorial a las Islas Malvinas, las
Georgias y las Sandwich del Sur, y las presentaciones efectuadas por las partes
en las Naciones Unidas, siempre tuvieron presente al conjunto de las islas
tal como las consideraba el gobierno de Londres.
Tanto es ello así, que las negociaciones de 1977 y aun posteriormente en la década del 90 siempre ubicaron a los tres grupos de islas bajo el paraguas
general de la disputa de soberanía de la Cuestión
Malvinas, posición esta siempre aceptada por el Reino Unido. Sin embargo por una decisión de la Reina del 20 de
marzo de 1985, aprobada por el Parlamento británico el 28 de marzo de ese año, el territorio de las Georgias y Sandwich
fue separado administrativamente de las Malvinas, sin dependencia funcional
de las mismas como había sido hasta ese momento (Statutory Instruments, 1985,
Nº 449, South Atlantic Territories. The South Georgia and South Sandwich
Islands Order 1985). Esta división territorial, fue a su vez confirmada
por decisión real de noviembre de 1989, entrando en vigor en el mes de enero de 1990, por la cual se
establecieron los límites territoriales de las Georgias y las Sandwich, incluyéndose las coordenadas de Mar
territorial que les correspondía a las mismas (Statutory Instruments, 1989, Nº 1995, South
Atlantic Territories, The South Georgia and South Sandwich Islands (Territorial
Sea) Order 1989).
/////
Las
Malvinas y los falaces argumentos de autodeterminación.
Derechos
soberanos que le asisten a la República Argentina sobre las Islas Malvinas,
Georgias y Sandwich del Sur.
*****
Miércoles,
16 de mayo del 2012.
Alejandro Olmos Gaona (especial para
ARGENPRESS.info)
Son suficientemente
conocidos los derechos soberanos que le asisten a la República Argentina sobre
las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, y los argumentos esgrimidos
por el Reino Unido de Gran Bretaña para no sentarse a negociar como lo demandan
las Naciones Unidas. El argumento británico principal solamente en el caso
específico de las Islas Malvinas es que deben respetarse los derechos y las
pretensiones de los habitantes de las Islas
Malvinas, los mismos que han sido reconocidos como ciudadanos británicos
plenos.
Sin duda, que el
argumento del Reino Unido es poco sostenible debido a que los isleños nacidos
en las Islas Malvinas son hoy una
minoría de la población local como lo demuestra el último Censo en las Islas
del 2006. Antes de la guerra de Malvinas, los isleños no tenían la ciudadanía
británica, y la adquirieron en 1983, otorgándoseles en 1985 autonomía mediante
la creación del Malvinas Islands Government. El gobernador de Malvinas, junto a
siete isleños integran un Consejo que rige la administración de las islas y
tiene un vínculo permanente con el Reino Unido. Unido del cual dependen en
materia de políticas públicas tales como la política exterior y de defensa de
esa monarquía
Al contar con la
ciudadanía británicas los isleños fueron reconocidos como naturales de ese país
y con los mismos derechos de cualquier ingles frente de la Unión Europea, lo
cual llevó a una significativa emigración de las islas, particularmente de la
juventud malvinense radicándose en Europa, lo que llevó a Londres a traer, a
partir de1992, una nueva inmigración proveniente de países de la comunidad
europea, nativos ingleses, nativos de otras posesiones de ultramar y de la
Comunidad Británica de Naciones (Commonwealth) con la consiguiente alteración
de la integración nativa de las islas, que tiene a partir del año 2006 una
minoritaria composición de isleños nativos al punto que el Malvinas Islands
Government se integra hoy con tres personas nacidas en Malvinas y cinco
ingleses llegados al territorio con posterioridad a 1990.
De acuerdo a los datos
fidedignos de que se disponen a través del Censo de las Islas del 2006, la
mayor parte de la población actual de las islas es transitoria y llega al
territorio a los efectos de la realización de negocios y efectuar inversiones o
cumpliendo contratos de trabajo temporales. Como lo ha señalado con acierto la
especialista Virginia Gamba “Las Islas no están más pobladas por isleños, sino
por europeos que, además rotan. Con lo cual no existe más el condicionante de
considerar los intereses de los isleños –ya que estos son europeos-, ni sus
deseos –ya que son una población transitoria- ni su modo de vida- ya que esta
es artificial y está dictada por la dinámica de servir a las necesidades de una
base militar permanente”
Es decir que la supuesta
defensa de la voluntad de los isleños no pasa de ser una argucia británica,
para seguir manteniendo la ocupación y la negativa a cualquier tipo de
negociación como lo establecieron las Naciones Unidas en sus resoluciones 2065
y 3160, donde instaran reiteradamente a las partes a realizar conversaciones
sobre la soberanía en la Cuestión Malvinas, Cuestión esta que siempre se
reconoció como aplicable a las Islas Malvinas, las Georgias y Sandwich del Sur.
A esto se suma la arrogancia de los sucesivos gabinetes británicos, que siguen
sosteniendo que la cuestión Malvinas no es negociable desde ninguna
perspectiva, continuando en sostener que la decisión la tienen los isleños, que
son los habitantes legítimos del territorio.
Mostrando un notable
desconocimiento del problema, hace unas semanas un grupo de conocidos
intelectuales, coincidiendo con la posición británica, insistió en el
reconocimiento de los derechos de los isleños, sin tener en cuenta que además
de ser una población trasplantada es una población rotativa, sin arraigo, donde
la única motivación son las inversiones, y la escasa población original no
puede ser considerada sujeto de derecho por su escasa representatividad no solo
territorialmente, sino aún en el Consejo que rige las Malvinas Islands
Government, donde se encuentra en clara minoría. Aun así, la Argentina, a
través de su Constitución y como se reitera ante la comunidad internacional,
siempre tendrá en consideración el modo de vida de los isleños nativos,
aquellos que antes de 1983 no tenían aun la plena ciudadanía británica. No
tiene asidero el extender tales derechos a los ciudadanos europeos, ingleses
y/u otros que se han asentado transitoriamente en las islas y que no pueden ni
deben opinar sobre el futuro de las mismas.
De acuerdo con la
estructura que regía en las Islas Malvinas, el Reino Unido de Gran Bretaña,
siempre consideró como una misma unidad territorial a las Islas Malvinas, las
Georgias y las Sandwich del Sur, y las presentaciones efectuadas por las partes
en las Naciones Unidas, siempre tuvieron presente al conjunto de las islas tal
como las consideraba el gobierno de Londres. Tanto es ello así, que las
negociaciones de 1977 y aun posteriormente en la década del 90 siempre ubicaron
a los tres grupos de islas bajo el paraguas general de la disputa de soberanía
de la Cuestión Malvinas, posición esta siempre aceptada por el Reino Unido. Sin
embargo por una decisión de la Reina del 20 de marzo de 1985, aprobada por el
Parlamento británico el 28 de marzo de ese año, el territorio de las Georgias y
Sandwich fue separado administrativamente de las Malvinas, sin dependencia
funcional de las mismas como había sido hasta ese momento (Statutory
Instruments, 1985, Nº 449, South Atlantic Territories. The South Georgia and
South Sandwich Islands Order 1985). Esta división territorial, fue a su vez
confirmada por decisión real de noviembre de 1989, entrando en vigor en el mes
de enero de 1990, por la cual se establecieron los límites territoriales de las
Georgias y las Sandwich, incluyéndose las coordenadas de Mar territorial que
les correspondía a las mismas (Statutory Instruments, 1989, Nº 1995, South
Atlantic Territories, The South Georgia and South Sandwich Islands (Territorial
Sea) Order 1989).
La decisión del Reino
Unido de separar administrativamente tales territorios, no fue aprovechada por
ninguno de los sucesivos gobiernos de la democracia para reclamar la iniciación
de conversaciones y obtener un sustancial avance en nuestra disputa para
obtener la soberanía sobre las Malvinas, ya que pondría a ese país ante la
inevitabilidad de tener que negociar sobre las Georgias y las Sandwich, sin la
excusa de tener como parte determinante a la población nativa de las islas.
Esto es así, debido que en ambos grupos de islas no existe población alguna, y
si reducidas guarniciones militares y científicas de carácter rotativo, que
tienen el único fin de ejercer la custodia militar de esos territorios.
Como resulta imperioso utilizar
todos los recursos diplomáticos al alcance de la Nación para recuperar los
territorios usurpados, sería fundamental realizar las acciones que fueran
necesarias a los efectos de comunicar al gobierno del Reino Unido, que sobre la
base de las resoluciones de las Naciones Unidas, y sin perjuicio de los
derechos soberanos a las Islas Malvinas, que es decisión del gobierno argentino
buscar conversaciones simultaneas y paralelas para solucionar la disputa
territorial en torno a las Islas Georgias y Sandwich, tratándola separadamente
pero conjuntamente de la cuestión referida a Malvinas.
Como lo señalaramos
anteriormente, Gran Bretaña debe responder ante Naciones Unidas y ante la
Republica sus razones para negarse a cumplir con las resoluciones que imperan
dentro de las discusiones del Comité de Descolonización de esa organización.
Gran Bretaña no debe responder únicamente a la situación imperante en las Islas
Malvinas, sino también en las Georgias y las Sandwich. En el caso de estas
últimas, el argumento británico de referir toda negociación a los isleños no es
aplicable a los territorios de Georgias y Sandwich del Sur. Tal argumento no
podría ser esgrimido en ningún caso, ni tampoco la existencia de una
vinculación estructural que fue dejada sin efecto por decisión unilateral de la
monarquía británica hace 27 años.
Es importante poner de
manifiesto que la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur, al comprender a las Georgias y las Sandwich, extendería su
jurisdicción, resultando un incuestionable avance para finalmente recuperar las
Malvinas
Cabe destacar, que por
las proyecciones de las Georgias y las Sandwich del Sur en el mar continental,
la decisión del gobierno argentino de negociar sobre estos territorios en forma
separada y simultánea, pondría a Gran Bretaña en una situación difícil de
sostener ante los organismos internacionales, favoreciendo la posición
argentina, al mostrar, que nunca tuvo voluntad alguna de realizar
conversaciones serias y responsables, y si continuar con la más que centenaria
usurpación de los tres grupos de islas.
En síntesis, la
Republica ha activamente pedido el cumplimiento de las resoluciones pertinentes
para que Gran Bretaña negocie bilateralmente la soberanía por las Islas
Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur. Sin embargo, en los últimos años, el
esfuerzo de negociación pacífica de esta reconocida disputa, ha soslayado la
especial situación de las islas Georgias y Sandwich del Sur, que al ser parte
del todo y no contar con población local nativa de ninguna especie, no ha sido
objeto de un especial reclamo a Gran Bretaña que permita avanzar sobre el
cumplimiento de las resoluciones pertinentes en los tres territorios en
cuestión. Es por lo tanto imperativo que la Cancillería Argentina asegure que
la discusión sobre los tres grupos de islas tenga en cuenta la falta de
población nativa de las Georgias y las Sandwich del Sur y busque, por lo tanto,
una expedición británica que acepte comenzar las negociaciones por la soberanía
en este grupo de islas al mismo tiempo que se busca reactivar las negociaciones
por la soberanía en las islas Malvinas teniendo en cuenta que los isleños
nativos son hoy una minoría. Asimismo, es importante que la Cancillería
Argentina busque la definición final sobre quién es un habitante nativo de las
Malvinas y especifique que los derechos al modo de vida de los habitantes de
las Malvinas, indicado en la Constitución Nacional, es aplicable solamente a
aquellos nativos nacidos en las islas antes de 1985, momento este en que todos
pasaron a ser ciudadanos británicos.
La República no puede ser rehén de la voluntad de
europeos y extranjeros venidos a las islas Malvinas en situación temporaria y
transitoria. En este momento la mayoría, tanto de los habitantes de las
Malvinas como de su Consejo Administrativo, tienen estas características. Esto
también debe ser definido y presentado ante Gran Bretaña en las próximas reuniones del
Comité de Descolonización de las Naciones Unidas.
*****
2 comentarios:
Pero, dado que la opinion de los habitantes es irrelevante, basta con asumir soberania y listo. ¿no?
Ignoro si seria necesaria una ley o bastaria con un decreto, pero leyendo el articulo no veo que impide a la Argentina ejercer su soberano derecho en las islas.
Avisenle a Dan Fowler
d
Publicar un comentario