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“Momentos
antes de anunciar esta nueva alianza
ciudadana, militantes ambientalistas de Greenpeace confiscaron
simbólicamente varios jets privados en el Aeropuerto Engadina de Samedan, a menos de 70 kilómetros de Davos, donde
arribó buena parte de los magnates y
las personalidades que participaron
en el WEF. Días antes, los activistas habían ocupado el helipuerto de Davos para exigir “un impuesto justo a los más
ricos con el fin de financiar la protección del medio ambiente e invertir en un
futuro justo y sostenible para la humanidad”. Y el lunes de la inauguración del Foro, otros
militantes pintaron de verde el pabellón de Amazon en la calle principal de la
ciudad anfitriona.
“Todas
estas protestas
tuvieron argumentos estadísticos,
como lo evidencia un informe circulado el mismo día de la apertura del Foro. Solamente en 2024, la riqueza de los milmillonarios aumentó 2 billones de
dólares, lo que equivale a
unos 5.700 millones de dólares al día,
y a un ritmo tres veces más rápido
que el del año precedente. Dicho de otra manera, cada semana surgió un promedio de casi cuatro nuevos multimillonarios. Mientras tanto, el número de personas que viven
en la pobreza apenas se ha modificado desde 1990. Según Takers, Not Makers (Fruto
del saqueo, no del esfuerzo), el informe que acaba de publicar Oxfam Internacional la tercera semana de enero, el número de milmillonarios
en el mundo pasó de 2.565, en 2023, a 2.769
en 2024. Su riqueza aumentó ese mismo periodo de 13 billones de dólares a 15
billones. Según Oxfam, “el segundo mayor aumento anual en la riqueza
de los multimillonarios desde que existen registros”. Por su parte, la riqueza
de los diez individuos más ricos del mundo creció un promedio de casi 100 millones de dólares por día.
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DAVOS FORO DE LOS RICOS FRENTE
A LA PROTESTA CIUDADANA.
Exigen impuestos especiales a
los multimillonarios.
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Por | 25/01/2025 | Economía
Fuente. Revista Rebelión. Lunes 27 de enero del 2025.-
El
Foro Económico de Davos se inauguró el lunes 20 de enero
casi en paralelo a la asunción en Washington de Donald Trump como presidente de
los Estados Unidos. Los 6.700 kilómetros que separan la capital norteamericana
de esa ciudad suiza marcaron, también, distancias conceptuales de fondo entre
el proyecto proteccionista del nuevo presidente estadounidense –expuesto en su
discurso inaugural en la Casa Blanca– y la apuesta todavía vigente del Foro de
Davos a favor del libre mercado y la globalización.
A pesar de la distancia kilométrica y los matices que diferencian ambas visiones –matices de un modelo hegemónico que comparten–, Trump fue una de las referencias de esta edición del Foro. El jueves 23 se convirtió en la gran estrella del cónclave con un discurso vía digital en el que reiteró las grandes líneas de su pensamiento hegemonista de “América primero” ya anticipado en su campaña electoral y en el acto de asunción. Reiteró su decisión de imponer nuevos y mayores aranceles para los productos importados que entren en Estados Unidos e invitó a las empresas no estadounidenses a instalarse para producir allí.
Davos
2025
Esta
55ª edición del Foro Económico
(conocido como WEF, por sus siglas
en inglés), realizado entre el 20 y el
24 de enero, reunió a más de 2.500
representantes de sectores económicos,
políticos, científicos y culturales de 130 países. Además de una sesentena
de jefes de Estado y de Gobierno (https://www.weforum.org/meetings/world-economic-forum-annual-meeting-2025/).
La
presencia política de América Latina
fue relativamente escasa. En
diversos debates o con discursos
públicos a nivel presidencial
figuraron el argentino Javier Milei; su colega Dina Boluarte, de Perú,
y José Raúl Mulino, de Panamá. También Ilan Goldfajn, responsable del Banco Interamericano de Desarrollo,
así como ministros de otros países,
entre otros: Maisa Rojas Corradi y Alberto van Klaveren, de Chile; Alicia Bárcena y Marcelo Ebrard,
de México, y Víctor Bisonó Haza, de República Dominicana (https://es.weforum.org/stories/2025/01/la-agenda-de-america-latina-en-davos-2025-asi-sera-la-participacion-de-la-region-en-la-cumbre/).
De Europa participaron Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; el canciller alemán Olaf Scholz y su par español, Pedro Sánchez; Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo y los primeros ministros de Bélgica, Irlanda, Países Bajos y Suecia, junto con los presidentes de Polonia, Serbia y Ucrania.
Inteligencia
artificial.
“Colaboración para la era
inteligente”, fue el tema central de Davos. Según Klaus Schwab, director del
evento, “las tecnologías convergentes están transformando rápidamente el mundo,
empujándonos hacia un punto de inflexión” y marcando “una era que va
mucho más allá de la tecnología …. se trata de una revolución social, que tiene
el poder de elevar a la humanidad, o incluso fracturarla”.
De
ahí las grandes preguntas
que flotaron en dicho evento:
¿Cómo
asegurar la colaboración en una era de tecnologías convergentes e hiperinteligencia?
¿Cómo
evitar la fragmentación y construir un futuro más inteligente?
¿Cómo
la innovación puede hacer frente a ciertas crisis, como la del cambio climático
y la derivada del mal uso de la tecnología?
¿La
acción colectiva y el liderazgo responsable fomentarán la igualdad, la
sostenibilidad y la colaboración, o profundizarán las divisiones existentes?
En
ese contexto,
las conferencias, los paneles y los debates se centraron en cinco áreas temáticas: Reimaginar el crecimiento con
la perspectiva de construir economías más fuertes y resilientes; Las industrias en la era
inteligente, es decir, la forma en que los líderes empresariales
capitalistas pueden lograr un equilibrio entre los objetivos a corto plazo y
los imperativos a largo plazo en la transformación de sus industrias; Invertir en la gente,
lo cual implica tomar en cuenta los cambios geoeconómicos, la transición
ecológica y los avances tecnológicos. Factores
todos que afectan desde el empleo
hasta la distribución de la riqueza,
pasando por la atención médica, la educación y los servicios públicos. Y que genera un interrogante adicional:
¿Cómo pueden los sectores público y privado invertir en el desarrollo del capital humano y en empleos de calidad que contribuyan al desarrollo de una sociedad moderna y resiliente? Los otros dos bloques temáticos fueron Salvaguardar el planeta y Reconstruir la confianza. Todo esto, según Davos, “en un mundo cada vez más complejo y cambiante, [donde] las divisiones sociales se han profundizado, la geopolítica es multipolar y las políticas están virando hacia el proteccionismo, lo que obstaculiza tanto el comercio como la inversión”. (https://www.weforum.org/stories/2024/12/davos-2025-whos-coming-and-what-to-expect//).
Reapareció en las protestas en Davos.
***
Protestas,
a pesar de la militarización
Como
ocurre cada año en esta fecha,
la ciudad alpina de Davos, a 1.560 sobre el nivel del mar y, por
ello, la que a mayor altura se
encuentra en Europa, se transformó
en una verdadera fortaleza amurallada.
Sus organizadores destinaron unos 10
millones de dólares para la seguridad, cantidad que no incluye el costo adicional de la gran movilización de más de 4.000
efectivos del ejército para
reforzar el esquema defensivo,
incluido el control especial del espacio
aéreo durante toda la semana. Gastos formidables pagados directamente
del presupuesto militar anual de la Confederación, como en años anteriores
(unos 26 millones de dólares en 2023 y casi 30 millones en 2024), con cifras
similares para el Foro 2025.
Este
aparatoso esquema de seguridad
no
logró impedir, sin embargo, protestas
ciudadanas en diversos lugares
de Suiza a partir del fin de semana previo al inicio del Foro. El sábado 18 de enero,
una manifestación de varios centenares, en su mayoría jóvenes, recorrieron las calles de la capital, Berna, para
protestar contra el encuentro de Davos.
Usando como consigna el concepto deportivo Smash WEF (Remate
Contra el Foro) se pronunciaron por
“Acabar con el juego de los
poderosos, y lograr una vida digna para todos”. Los manifestantes argumentaron
que dicho cónclave “es un símbolo del capitalismo y de la crisis climática, las
guerras, las crisis económicas, la discriminación y la opresión” y que,
paradójicamente, en Davos “los participantes [del Foro] discuten sobre las
crisis que ellos mismos han provocado”.
Un
día después,
unos 300 manifestantes llegaron a
las puertas mismas de ese famoso destino turístico en los Alpes
para exigir el fin del Foro Económico
Mundial. Las consignas de los carteles
contra los protagonistas del evento fueron contundentes:
“¡Cállate
y paga impuestos!”, “¡Ataquen, ataquen, el Foro es una m….!”, y “¡Graven a los
ricos!”, entre muchas otras de esa misma índole.
En
el marco de protesta “anti-Davos”,
el miércoles 22 se anunció la
constitución de una nueva Alianza de
Organizaciones de la Sociedad Civil con el nombre de #TaxTheSuperRich for people and
planet (Cóbrenles impuestos a los super ricos para ayudar a
la gente y al planeta). En una declaración conjunta, las ONG
Greenpeace, Oxfam, la Confederación Sindical Mundial y otras
organizaciones igualmente activas en la protección
del medio ambiente y los derechos
humanos, exigieron que tanto los individuos como las empresas más ricas del planeta paguen
impuestos para ponerle límites a la riqueza extrema y
reforzar la cooperación internacional
en vista de una fiscalidad más justa
(https://taxthesuperrich.world/about/).
Momentos
antes de anunciar
esta nueva alianza ciudadana, militantes ambientalistas de Greenpeace
confiscaron simbólicamente varios jets privados en el Aeropuerto Engadina de Samedan, a menos de 70 kilómetros de Davos, donde
arribó buena parte de los magnates y
las personalidades que participaron
en el WEF. Días antes, los activistas habían ocupado el helipuerto de Davos para exigir
“un impuesto justo a los más ricos con el fin de financiar la protección del medio ambiente e invertir en un futuro justo y sostenible para la humanidad”. Y el lunes de la inauguración del Foro, otros militantes pintaron de verde el pabellón de Amazon en la calle principal de la ciudad anfitriona.
Todas estas protestas tuvieron argumentos estadísticos, como lo evidencia un informe circulado el mismo día de la apertura del Foro. Solamente en 2024, la riqueza de los milmillonarios aumentó 2 billones de dólares, lo que equivale a unos 5.700 millones de dólares al día, y a un ritmo tres veces más rápido que el del año precedente. Dicho de otra manera, cada semana surgió un promedio de casi cuatro nuevos multimillonarios. Mientras tanto, el número de personas que viven en la pobreza apenas se ha modificado desde 1990. Según Takers, Not Makers (Fruto del saqueo, no del esfuerzo), el informe que acaba de publicar Oxfam Internacional la tercera semana de enero, el número de milmillonarios en el mundo pasó de 2.565, en 2023, a 2.769 en 2024.
Su riqueza aumentó ese mismo periodo de 13 billones de dólares a 15
billones. Según Oxfam,
“el segundo mayor aumento anual en la riqueza
de los multimillonarios desde que existen registros”. Por su parte, la riqueza
de los diez individuos más ricos del mundo creció un promedio de casi
100 millones de dólares por día.
La
paradoja impera, la sorpresa es ilimitada:
incluso si estos multimillonarios perdieran el 99% de su riqueza de la noche a la
mañana, seguirían siendo multimillonarios. Cuando lo ilógico se hace sistema,
hasta los pacíficos Alpes llaman a la protesta.
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