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AMERICA LATINA. NUESTRA AMERICA. LA PATRIA GRANDE. Surge, insurge como “chispa violenta” capaz de incendiar la pradera. ¿Qué esta pasando en Nuestra América con la IZQUIERDA DEMOCRATICA? Esa Izquierda – solo para reducir nuestra Opinión a los últimos 25 años del nuevo siglo. Porque hoy las grandes masas populares, porque los pobres de nuestra América, hoy entregan su VOTO a sus propios enemigos de clase, a los que siempre y por siempre los seguirán explotando, negando sus Derechos, destruyendo sus organizaciones de lucha y defensas de sus Derechos. ¿Qué esta sucediendo realmente? Solo dos ejemplos que nos pueden dar una mirada de lo esta sucediendo NO solo en América sino en todo el mundo. Europa, hoy es asunto de cada día que los trabajadores, que los pobres voten en las elecciones por sus propios enemigos de clase. Hay solo un ejemplo ITALIA, y la presencia política después de 80 años, del fascismo y la ultraderecha,
Para nosotros previamente- solo como ensayo de nuestra Opinión. Primero NO hay Modernización, actualización de la Política central que siempre llevó en sus movimientos Políticos Electorales la IZQUIERA DEMOCRATICA. Perdió todo, fue “devorado políticamente por la derecha y la ultraderecha” No han sido capaces de proponer una Alternativa Actual de nuestros tiempos de la Izquierda Democrática. Una Ciudadanía Activa y Participativa, con capacidad de Dirección y Liderazgo. Desapareció el LIDER, hoy encontramos” vagamundos de la política” y una fuerte “Burocracia política”. Fueron progresivamente perdiendo su relación, de producción e investigación con la Academia Científico Político Social. Se alejaron y destruyeron toda relación política con lo mejor de la Producción Política Universitaria. Producto de esta contradictoria realidad hoy NO son capaces de proponer un PROYECTO PAIS, un Proyecto Político, Económico, Social Sostenible, para los tiempos actuales.
Segundo. Esta “sobreviviente” realidad de la Izquierda Democrática, ha sido contaminada desde fuera con otros
males y venenos de la política actual. El servilismo político, los aventureros
y tránsfugas, así como los “nuevos
dioses del veneno de la corrupción”. hoy hechos y comportamientos visibles
y totalmente destructivos. Han perdido toda relación de CONFIANZA con los pobres y el Pueblo. Aventureros “y ganapanes del
nuevo capitalismo y los nuevos explotadores”. No hay intentos de superación
Política, de comenzar a construir lo más importantes y trascendental de la
Política actual la UNIDAD POLÍTICA. Hay Caudillos y nuevos “patrones” que viven de
la Política y hoy a muchos de ellos el pueblo los rechaza, hasta los detesta
por mentirosos y No ser capaces de proponer una Alternativa Política
Democrática para los tiempos actuales, no hay LIDERAZGO POLÍTICO. (crisis completa). Disculpen la palabra, “la maldita división histórica los esta
demoliendo políticamente”. Cuanta falta hace hoy la forja y construcción social
y cultural de Ciudadanía Política Activa
y Participativa. Ha más que
seguiremos proponiendo.
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EL
PUEBLO BRASILEÑO ES VÍCTIMA Y NO RESPONSABLE DE LAS DESGRACIAS QUE SUFRE.
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Por Jair
de Souza | 06/02/2025 | Brasil
Fuente. Revista rebelión jueves 8 de febrero del 2025.
Fuentes: Rebelión
[Imagen: El presidente Lula da Silva junto a los presidentes del Senado, Davi
Alcolumbre, y de la Cámara de los Diputados, Hugo Motta, el 2 de febrero de
2025. Créditos: Fabio Rodrigues-Pozzebom/Agência Brasil]
En este artículo el autor reflexiona sobre el motivo por el cual buena
parte de las masas populares brasileñas -y de otros países del mundo-, vota y
apoya a representantes políticos de las clases dominantes.
Estamos transitando una desesperante
etapa de nuestra existencia como sociedad. Al mismo tiempo que notamos que el
pueblo trabajador está siendo expoliado con más violencia e intensidad a cada
día, nos damos cuenta de que una buena parte de este mismo pueblo sostiene
políticamente a los verdaderos causadores de su expoliación.
Al enterarnos de la nueva composición
de los mandos tanto del Senado como
de la Cámara de Diputados de Brasil,
nos quedamos asombrados al encontrarnos ante la macabra conformación que reunió
a los más malignos para ocupar cargos donde sería necesario tener a los
mejores. Es espantoso ver que, al mismo tiempo que votó por Lula para la presidencia de la nación,
el pueblo brasileño haya elegido el
parlamento más reaccionario de toda nuestra historia postdictadura militar. ¿Cómo entender que los mismos que le
entregaron el gobierno de la nación a alguien abiertamente alineado con las
expectativas populares, también hayan elegido para ocupar los cuerpos
legislativos a una mayoría de enemigos viscerales de todo lo que concierne a
los intereses de los trabajadores?
Uno de los primeros impulsos que nos
vemos incitados a expresar es una enorme bronca e indignación por la falta de conciencia y comprensión de quienes,
aun siendo parte del grupo de las principales víctimas de las clases dominantes, siguen sirviendo de
masa de maniobra para los monstruosos intereses reflejados en el nazismo-bolsonarismo-neopentecostalismo, el
neoliberalismo y el gran capital
financiero y agroexportador en
general.
Pero, es importante reconocerlo, esta
primera motivación se debe mucho más a una deficiencia de quienes nos
consideramos agentes de las fuerzas políticas de izquierda comprometidas con transformaciones estructurales que a la
culpa de nuestro humilde pueblo. Y esta opinión no deriva de ninguna falsa
modestia, sino de una valoración realista del papel que nos corresponde en el
proceso de luchas de las mayorías trabajadoras.
Sin embargo, nuestro pueblo más carenciado es doblemente
victimizado por este monstruoso esquema
que, además de chupar la sangre de sus
presas, logra manipular sus debilidades para inducirlas a actuar a favor de
sus propios verdugos.
Una
izquierda bien ilustrada e intelectualmente bien
formada nunca debería dejar de comprender el estado de vulnerabilidad de
nuestras masas populares. Es inaceptable que no entendamos que su falta de
capacidad crítica se debe a las circunstancias del inmenso aislamiento social
en el que sobreviven los pueblos de
nuestras periferias.
No podemos pretender ser la
vanguardia política de la clase obrera
sin haber asimilado la convicción de que la vida en sociedad es el único medio
en el que los grupos humanos pueden
tomar conciencia de su verdadera dimensión en la interacción con el resto de
sus semejantes.
¿Cómo
podemos esperar que aquellos que han sido completamente abandonados durante
mucho tiempo sean capaces de desarrollar su capacidad crítica hasta el punto de
distinguir claramente quienes son los que expresan fielmente sus intereses de
clase?
Por lo tanto, en lugar de dirigir
nuestro estupor hacia los pobres que
se dejan llevar por los llamamientos del nazismo-bolsonarismo-neopentecostalismo,
deberíamos preguntarnos: ¿Por qué dejamos
a toda esta importante gente de extracción humilde y necesitada totalmente a
merced de los enemigos más acérrimos de las causas populares? ¿Por qué no estamos del lado de estas
personas, compartiendo su vida cotidiana, tratando de hacerles reflexionar a
partir de sus propias dificultades? Si las fuerzas de la extrema derecha nazi-bolsonarista-neopentecostales
están dispuestas a ejercer su diabólico trabajo de deformar a nuestro pueblo, ¿por qué no nos dedicamos a educarlo a favor
de sus verdaderos objetivos y necesidades?
Lo que quiero decir con lo que acabo
de expresar es que el principal factor que hace posible que haya un número
significativo de personas humildes y
trabajadoras que brindan apoyo a los representantes más nefastos de la maldad capitalista es
nuestra ausencia, nuestra no presencia junto a aquellos que más necesitan y
dependen de nuestra ayuda para salir del mundo de tinieblas en el que fueron
arrojados. No podemos ni debemos culpar a
las víctimas por el crimen que se está cometiendo contra ellas.
Sin embargo, no debemos cultivar la
ilusión de que basta con volver a estar presentes junto a nuestro pueblo en sus
lugares de trabajo y residencia para que, rápidamente, todo empiece a funcionar
como nos gustaría que funcionara. Ciertamente,
¡no podemos esperar que todo se resuelva por arte de magia! Este va a ser un
trabajo costoso y a largo plazo.
Como
sabemos, es mucho más fácil destruir que construir. Como resultado, las tareas
constructivas invariablemente exigen mucho más tiempo y requieren mucha más
dedicación y tenacidad. Por otro lado, las de la reconstrucción, por regla
general, suelen ser aún más arduas, ya que también tienen que superar los
anticuerpos que surgieron y se desarrollaron en anteriores intentos fallidos de
edificación.
Por lo tanto, nos enfrentamos a un
trabajo inmenso que requerirá de toda nuestra dedicación y deberá absorber toda
nuestra atención y energía. Sólo estando imbuidos de la conciencia de la
grandeza de nuestra causa y de nuestra dedicación podremos superar los
obstáculos que encontraremos por delante. Es
algo que nos va a exigir, sobre todo, tener la convicción de que la lucha a
favor del pueblo trabajador es lo más valioso que puede existir en la vida de
un revolucionario.
Y hablando de una verdadera revolución popular, ésta sólo
será real si es llevada a cabo activa y conscientemente por las propias masas
trabajadoras. Bajo ninguna hipótesis, nuestra intención nunca debe apuntar a
eliminar el protagonismo activo del pueblo
en la construcción de un nuevo mundo más
justo y solidario.
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