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SEIS AÑOS DESPUÉS QUE NOS DICE EL PREMIO NOBEL JOSHEP STIGLITZ,
SOBRE LAS POLÍTICAS DEL PRESENIDENTE TRUMP.
PREMIO NOBEL DE ECONOMÍA STIGLITZ. HAY QUE GRABAR MEGAFORTUNAS EN RESPUESTA A LA “POLÍTICAS” DE TRUMP. Hay que responder de manera creativa a lo que es un gobierno DISFUNCIONAL en ESTADOS UNIDOS, destacó Joseph Stiglitz durante un foro en el Vaticano, donde agregó que el sector digital representa los impuestos del futuro. El mundo debe responder a la decisión de Estados Unidos de no participar en los distintos frentes para recaudar dinero de la tributación de las grandes fortunas, sostuvo Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía. Creo que tenemos que buscar responder de manera creativa a lo que es un gobierno disfuncional en Estados Unidos, agregó. “Si Estados Unidos no paga los impuestos en los países donde sus empresas actúan y si decide no entrar al programa de Naciones Unidos a nivel global, es un abuso de derechos humanos a nivel básico y el resto del mundo debería responder: ‘Vamos a imponer impuesto a las multinacionales’”, declaró.
Stiglitz participó en un foro de justicia fiscal y
solidaridad, el primero en su tipo que se llevó a cabo ayer en Ciudad del Vaticano y al que acudieron ministros de Finanzas y líderes que
buscan que las compañías multinacionales
y los multimillonarios que
concentran la riqueza en el mundo realicen contribuciones a los sistemas
fiscales nacionales más acordes a sus niveles de rentabilidad. Ahora que
tenemos algo patente y Estados Unidos
no va a negociar, el resto del mundo debe negociar, mencionó Stiglitz. Dijo que la elusión
fiscal es el resultado de la globalización,
porque existe la libertad de mover fondos de un lado a otro. Tenemos que cambiar esta arquitectura
fiscal global, no se puede hacer si no se trabaja a nivel mundial, reiteró.
Aseveró que los flujos ilícitos son de gran envergadura, además que se están
permitiendo actividades contrarias a la ley. La CORRUPCIÓN es algo que hemos visto durante años en Estados Unidos y este es uno de los
problemas que vemos. Comentó que el resultado de la evasión fiscal es que los
ricos se convierten en ULTRARRICOS,
lo que aumenta la DESIGUALDAD.
Stiglitz, también copresidente de la Comisión Independiente
para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRICT), que
participó en la organización del foro, destacó que el sector digital representa
los impuestos del futuro. Si las actividades económicas en un mundo digital se
brindan ahí donde están los consumidores, no sólo donde están los gigantes
digitales, donde esconden sus fondos, la tributación digital debería ser una forma clave y la principal de la
tributación en el mundo del futuro
BOLSA para la POBREZA. José Antonio Ocampo, ex ministro de Finanzas de Colombia, quien asistió al evento, comentó en entrevista con este diario que los impuestos justos y adicionales al impuesto sobre la renta (ISR) a las empresas multinacionales y a las personas que gozan de grandes fortunas, generarían una bolsa multimillonaria –que ha sido calculada entre 200 mil millones y 250 mil millones de dólares al año– , que permitiría apoyar programas para erradicar la pobreza en países en vías de desarrollo y en África, donde se registra más de la mitad de la pobreza global. Estados Unidos no va a cooperar en estas tareas, pues así lo manifestó la administración Biden, Sin embargo, en la medida que haya una convención tributaria internacional que permita que se graven correctamente las multinacionales, eso sí va a incluir a las empresas de EU en los países en los que opera, dijo. En el evento, el Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de Su Santidad, declaró que es imperativo que se promueva el pago de impuestos para asegurar una distribución equitativa.
LA VOZ DE UN MAGNATE. Inhibiría la inversión: Slim. El pasado lunes, el magnate Carlos Slim, aseguró que aplicar un impuesto a las grandes
fortunas inhibiría la inversión, lo que impediría que la economía crezca a tasas de interés
superiores a 3% y que suba el
ingreso promedio. El chiste es
que el capital que se tenga se invierta y se dé empleo y se trabaje y se genere
actividad económica (...) Supón que pones un impuesto a las grandes fortunas, ¿Qué va a hacer el de (la fortuna)? Se la va a llevar a otro lado a invertir. Se va a desanimar
a invertir. Lo que necesitamos es
que el empresario le atore y que le
atore y no esté con inseguridad
económica y jurídica. El empresario y el inversionista extranjero, expresó.
El magnate señaló que si en 24 años,
que son cuatro sexenios, la economía
mexicana crece 5% anual, el
ingreso promedio sería de 36 mil dólares,
es decir, el triple de lo que es actualmente.
Hay muchas
exenciones en los países, pero los corporativos trasladan gran parte de su
utilidad a paraísos fiscales o a sitios de baja tributación que no pagan los impuestos justos
(correspondientes a) dónde operan, comentó. Recordó que el impuesto a la riqueza es un acuerdo discutido por los países que integran el Grupo de los (G-20), que se espera que
sea ratificado y que también forma parte de la convención tributaria que se empieza a negociar con la ONU (https://bit.ly/42UYczr). A
su vez, será tema de la conferencia de financiamiento para el desarrollo que
tendrá lugar a mediados del año en
Sevilla, España. . Fuente Diario la Jornada México. /15/02/2025/.
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STIGLITZ:
"LA GUERRA COMERCIAL DE TRUMP TRAERÁ MÁS POBREZA PARA TODOS"
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La ley tributaria de 2017 fue la más
regresiva y a destiempo de la historia
Las inversiones necesitan certezas, pero
Trump medra en el caos
Las políticas de Trump son malas en lo
económico y peores en lo político
Por
Jhosep Stiglitz. Premio Nobel de economía.
Fuente.
El Economista de México.
Ciudad
de México. 28 de diciembre del 2018.
Una
Publicación para analizar lo que hoy representan las Políticas de Trump, 6 años
después.
21:57
- 28/12/2018
A finales de 2017, el Gobierno del presidente estadounidense Donald
Trump y los
congresistas republicanos lograron impulsar una rebaja de impuestos
corporativos por un billón de
dólares, compensada en
parte por el aumento de impuestos a
la mayoría de los estadounidenses
de clase media. Pero en 2018, la celebración de la comunidad empresarial en Estados Unidos
por este regalo comenzó a dar paso a la preocupación por Trump y sus políticas.
Hace un año, la codicia desenfrenada de
los líderes empresariales y financieros
de Estados Unidos les hizo olvidar
su aversión al déficit fiscal.
Pero ahora están viendo que el paquete
impositivo de 2017 fue la ley tributaria más regresiva y a destiempo de
la historia. En la más desigual de todas las economías avanzadas, millones de familias estadounidenses sufren
problemas económicos y las generaciones futuras tendrán que pagar las rebajas
de impuestos destinadas a los multimillonarios.
Aunque Estados Unidos tiene la menor
expectativa de vida de todas las economías avanzadas, la redacción de la nueva ley tributaria implica que
otros 13 millones de estadounidenses se
queden sin seguro médico.
Como resultado de la ley, el Departamento del Tesoro
prevé para 2018 un déficit de un
billón de dólares; el mayor déficit anual en tiempos de paz no
recesivos que haya tenido cualquier país en toda la historia. Y para colmo, el prometido aumento de inversiones
no se ha materializado. Después de dar algunas migajas a los trabajadores, las corporaciones
destinaron la mayor parte del dinero
a recomprar acciones y pagar dividendos. Nada de qué sorprenderse: las
inversiones necesitan certezas, pero
Trump medra en el caos.
Además, el apuro por aprobar la rebaja impositiva ha llevado a que esté llena de errores, incoherencias y privilegios metidos de contrabando en la distracción general. La falta de un apoyo popular para la ley es casi la certeza de que terminará derogada en su mayor parte cuando cambien los vientos políticos (y los empresarios lo saben).
Como muchos advertimos en el momento, la
rebaja impositiva (que se combina
con un aumento temporal del gasto militar) no estaba diseñada para dar
a la economía un estímulo sostenido,
sino más bien el equivalente a un
pasajero subidón de azúcar. La amortización acelerada del capital implica que las ganancias
después de impuestos sean mayores en el
corto plazo, pero que se reduzcan después. Y como en la práctica la ley
reduce la capacidad de deducir pagos
de intereses, aumenta en definitiva el costo después de impuestos del capital, lo que desalentará la inversión (que en buena
medida se financia con deuda).
En tanto, el inmenso déficit de Estados Unidos tendrá que
financiarse de algún modo. Como la tasa de ahorro estadounidense es baja, la mayor parte del dinero tendría
que proceder de prestamistas extranjeros; es decir, Estados Unidos estaría enviando grandes sumas de dinero al exterior
para hacer frente a sus deudas. Es casi seguro que dentro de una década la
renta total de Estados Unidos será
menor que sin la rebaja impositiva.
Además de la desastrosa ley tributaria, las políticas comerciales del Gobierno de Trump también están perturbando a los mercados y alterando las cadenas de suministro.
Muchas empresas exportadoras estadounidenses, que dependen de insumos chinos, ahora tienen buenos motivos para trasladar operaciones al extranjero.
Todavía es demasiado pronto
para evaluar los costos de la guerra comercial de Trump, pero no es arriesgado suponer que el resultado será más pobreza
para todos.
En tanto, las políticas de Trump contra los inmigrantes están alentando a las empresas que dependen de ingenieros y otros trabajadores cualificados a trasladar al extranjero laboratorios de investigación y plantas de producción. Es sólo cuestión de tiempo que empecemos a ver escasez de trabajadores en otros sectores de Estados Unidos.
Trump llegó al poder explotando las promesas
incumplidas de la globalización,
la financierización y la economía del
derroche. La crisis financiera
global y una década de escaso crecimiento
desprestigiaron a las élites, y entonces apareció Trump para repartir culpas. Pero por supuesto, ni la
inmigración ni las importaciones son la causa de la mayoría de los problemas económicos que Trump supo explotar para obtener ventajas políticas. Por ejemplo, la
pérdida de empleos industriales se debe en gran
medida al cambio tecnológico. En cierto sentido, hemos sido víctimas de
nuestro propio éxito. Pero es indudable que las autoridades podían responder mejor a estos cambios, para
asegurar que el incremento de la renta nacional llegara a todos, no sólo a
algunos. La dirigencia empresarial y
los financistas se dejaron cegar por la codicia,
y el Partido Republicano, en particular, accedió de buen grado a todas
sus demandas. El resultado fue
estancamiento de los salarios
reales (ajustados por inflación) y abandono de los que resultaron
desplazados por la automatización y la
globalización.
Como si las políticas de Trump no fueran suficientemente malas por el lado económico, son todavía peores por el lado político. Y lamentablemente, su modelo de racismo, misoginia y provocación
nacionalista tiene réplicas en Brasil,
Hungría, Italia, Turquía y otros países. Todos ellos experimentarán problemas económicos similares (o peores),
así como todos enfrentan las consecuencias reales del incivismo en el que prosperan sus líderes populistas.
En Estados Unidos, la retórica y las
acciones de Trump han desatado
fuerzas oscuras y violentas que ya se
están saliendo de control.
La sociedad sólo puede funcionar cuando los ciudadanos confían en el Gobierno
y en las instituciones, y se tienen confianza mutua. Pero la fórmula política de Trump se basa en
erosionar la confianza y maximizar la discordia. ¿Dónde termina esto? ¿En el asesinato de once judíos en una sinagoga
de Pittsburgh? ¿En una Kristallnacht estadounidense?
No hay modo de saberlo. Mucho depende de cómo
evolucione la situación
política actual. Si los que hoy apoyan a los líderes populistas se decepcionan
por el inevitable fracaso de sus
políticas económicas, podría ocurrir
que se acerquen todavía más a la derecha neofascista. O, siendo más optimistas, que se los
pueda traer de vuelta al rebaño de la democracia liberal (o que al
menos la decepción los desmovilice).
Lo único que sabemos es lo siguiente: la política y
la economía están conectadas y se retroalimentan la una a la otra. En 2019 serán mucho más
visibles las consecuencias de dos
años de medidas erradas y de un modo de hacer
política todavía peor.
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