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“Las
organizaciones como enemigo. El mismo día que anunció los despidos, Capital Humano también terminó de confirmar los últimos cambios en el Potenciar Trabajo, que habían
sido comunicados la semana pasada. Además de segmentar
el programa entre la población empleable y no empleable (recibirán talleres y capacitación laboral
sólo aquellos menores de 49 años y que no sean mujeres con más
de cuatro hijos),
este lunes se informó sobre el cierre de las "unidades
de gestión", es decir de la "intermediación"
de las organizaciones sociales. Todo, bajo una misma
idea rectora: que los movimientos son los
culpables del "fracaso"
—de acuerdo a las palabras del Gobierno— de los planes. "Lejos
de potenciar la autonomía y el crecimiento
personal, han favorecido la intermediación y la perpetuación de la dependencia", sostienen en el entorno de
Pettovello sobre
las organizaciones. El problema que surge es
que, tras la eliminación de los "intermediarios",
la gestión del programa queda acéfala. Si
antes eran las organizaciones las que tomaban la
decisión sobre las altas y las bajas del
programa, ahora quedará a la sola discreción de los funcionarios de turno.
“A propósito, en paralelo al anuncio de la medida renunció
Rodrigo Aybar a su cargo en la subsecretaria de Economía Social,
donde no había llegado a ser nombrado oficialmente.
Aybar --cercano al
intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela-- se ocupó de rediseñar el Potenciar Trabajo. Luego se fue, para no pagar el
costo. A la par del ajuste en el Potenciar, Capital Humano ya recortó en la asistencia a los comedores
y en el programa que entregaba medicamentos de alto costo de forma gratuita.
También pasó la licuadora
por el Servicio Alimentario Escolar (SAE),
que podría moverse a la órbita de Educación.
"El gobierno quiere responsabilizar a los trabajadores y trabajadoras de la puesta en marcha de
su objetivo político expreso: la detención absoluta de las herramientas
del Estado para asistir a la población", concluyó Manfred.
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LA
MOTOSIERRA DEJA EN LA CALLE A 600 TRABAJADORES DE CAPITAL HUMANO.
El
Gobierno mandó a cerrar los Centros de Referencia del ex Ministerio de
Desarrollo Social.
*****
Por Mathías
Ferrari.
Fuente.
Página /12 martes 5 de marzo del 2024.
La
medida afecta a las oficinas descentralizadas que la cartera social tenía en varias provincias, a través de la cuales se
implementaban los programas de asistencia a nivel federal. La ministra Pettovello
justificó los despidos y acusó a los empleados de "ñoquis".
"Solo demuestra un profundo desconocimiento del trabajo que se
venía haciendo", respondieron desde ATE Capital.
El recorte se extendió también al Potenciar
Trabajo.
El único
ministerio que según prometió Javier Milei iba a contar con "la billetera abierta para contener a los caídos”
es paradójicamente el que está encabezando el
proceso de desguace,
ajuste y despidos en el Estado. La cartera de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello anunció este lunes el cierre de los 59 Centros de
Referencia (CDR) con que contaba la Secretaría de Niñez y Familia (ex Desarrollo Social) en todo el país,
con el correspondiente cese de los contratos de unos 600 empleados. La medida fue anunciada vía redes sociales: ésa fue la forma —un posteo en Twitter— en
que los trabajadores y las trabajadoras, y hasta los propios delegados gremiales, se enteraron que se quedaban en la calle.
La cartera que conduce Pettovello comunicó el cierre y los despidos
como una buena noticia.
Los CDR
“funcionaban como cajas de la política y refugios de ñoquis”, dice el comunicado oficial de Capital Humano, a tono
con la forma despectiva
en que el Gobierno se refirió a los trabajadores de la Agencia Télam, el INADI y otros organismos. “De esta
manera, se ahorrarán 5.000
millones de pesos anuales”, agrega.
La ministra utilizó
los mismos argumentos, también este lunes, para justificar la eliminación de
las “unidades de gestión” del Potenciar Trabajo, que eran administradas por las cooperativas y emprendimientos
productivos de las organizaciones sociales.
El ajuste en el principal programa de asistencia social del país, se vanaglorió Pettovello, suma otros “34 millones de dólares al año”.
Abandono de territorio
Lejos de ser un “refugio de ñoquis”, los CDR constituían la pata territorial y federal del ex Ministerio de Desarrollo Social, hoy degradado a secretaría. Con sedes en el interior de la Provincia de Buenos Aires (Bahía Blanca, Mar del Plata, Mercedes, Tandil, Dolores, etc), y en casi todas las provincias del país (desde Formosa, Chaco y Corrientes hasta Chubut, Río Negro y Santa Cruz), los Centros atendían a diario trámites para acceder a distintas políticas públicas que de otra forma sólo se podrían hacer en la Ciudad de Buenos Aires: desde conseguir un Certificado Único de Discapacidad o el Monotributo Social hasta tramitar los medicamentos biomédicos de alto costo que entregaba la Dirección de Asistencia Directa por Situaciones Especiales (DADSE) —que, por otra parte también fue desfinanciada por el gobierno libertario—.
Sus
trabajadores, además, realizaban tareas de
acompañamiento a las familias beneficiarias de
los distintos programas.
“No nos vamos a
cansar de
decirlo: los laburantes no son ñoquis ni nuestro trabajo es «una
caja de la política». Los compañeros de los CDR
están formados y capacitados para atender situaciones de emergencia y de complejidad
en todo el país, llegan a
territorios donde el Estado
no llegaría de otra manera, articulan políticas con los gobiernos locales y ponen la cara todos los días ante
las necesidades de la población más vulnerable”, respondió
en diálogo con Página/12 Ingrid Manfred,
delegada de ATE Capital en el Ministerio de
Capital Humano.
Según comunicó Pettovello, personal de su ministerio visitó recientemente un CDR (uno sólo de los 59,
sin especificar cuál) con "más de 50 empleados
registrados", y "en plena jornada
laboral, sólo estaban cubiertos menos de 20
puestos de trabajo".
El gremio no sólo lo desmiente
—en Corrientes hay muchos trabajadores
asistiendo a la población
afectada por las inundaciones—,
sino que además agrega que desde el inicio de la gestión
se dejaron fuera de funcionamiento las camionetas
que permitían hacer recorridos por las distintas localidades, entre otros "boicots" al trabajo cotidiano. Eso hacía
suponer un panorama de
despidos por venir, pero la decisión sorprendió a todos: se comunicó antes por los canales públicos del ministerio que a los propios trabajadores.
"Solo demuestran un profundo desconocimiento del trabajo que se venía haciendo. Nunca tuvieron la más mínima intención de evaluar si era conveniente continuar con los CDR", describió Manfred. "En un contexto de 57% de pobreza, la desarticulación de programas sólo demuestra que la motosierra empezó por los de más abajo", concluyó.
Las
organizaciones como enemigo.
El
mismo día que anunció los despidos, Capital Humano también terminó de confirmar
los últimos cambios en el Potenciar Trabajo, que habían sido comunicados la
semana pasada. Además de segmentar
el programa entre la población empleable y no empleable (recibirán talleres y capacitación laboral
sólo aquellos menores de 49 años y que no sean mujeres con más
de cuatro hijos),
este lunes se informó sobre el cierre de las "unidades
de gestión", es decir de la "intermediación"
de las organizaciones sociales. Todo, bajo una misma
idea rectora: que los movimientos son los
culpables del "fracaso"
—de acuerdo a las palabras del Gobierno— de los planes.
"Lejos de
potenciar la autonomía y el
crecimiento personal, han favorecido la intermediación y la perpetuación de la dependencia",
sostienen en el entorno de Pettovello
sobre las organizaciones. El problema que surge
es que, tras la eliminación de los "intermediarios",
la gestión del programa queda acéfala. Si
antes eran las organizaciones las que tomaban la
decisión sobre las altas y las bajas del
programa, ahora quedará a la sola discreción de los funcionarios de turno.
A propósito, en
paralelo al anuncio de la
medida renunció
Rodrigo Aybar a su cargo en la subsecretaria de Economía Social,
donde no había llegado a ser nombrado oficialmente.
Aybar --cercano al
intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela-- se ocupó de rediseñar el Potenciar Trabajo. Luego se fue, para no pagar el
costo.
A la par del ajuste en
el Potenciar, Capital Humano ya recortó en la asistencia a los comedores
y en el programa que entregaba medicamentos de alto costo de forma gratuita.
También pasó la licuadora
por el Servicio Alimentario Escolar (SAE),
que podría moverse a la órbita de Educación.
"El gobierno quiere responsabilizar a los trabajadores y trabajadoras de la puesta en marcha de
su objetivo político expreso: la detención absoluta de las herramientas
del Estado para asistir a la población", concluyó Manfred.
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