CRISIS CAPITALISTA: Cartón lleno. El derrrumbe de las Bolsas de Estados Unidos, Europa, China y Japón.
*****
Jueves 1 de julio del 2010.
Jorge Altamira. ( especial para ARGENPRESS.info)
Los detonantes de la crisis fueron:
.
El caso de Grecia es ejemplar, porque la incapacidad de pagar la deuda, unida al corte del respaldo del Banco Europeo, llevará a la quiebra de los bancos locales controlados por los bancos franceses y alemanes. Crecen por eso los reclamos para que Alemania acepte una quita de la deuda de Grecia. La llamada tasa Libor, que mide los préstamos interbancarios de corto plazo, sigue subiendo sin pausa. La opinión convencional ya está aceptando la posibilidad de la doble caída, en forma de W, o sea un retorno a finales de 2008; fue lo que ocurrió en la depresión que comenzó en 1929. No es para nada ajeno a este derrumbe la ola de movilizaciones obreras que sacude el verano de Europa, pues pone en evidencia los límites potenciales del ajuste que impulsan los estados respectivos.
.
Aunque la burocracia ha conseguido contener a esos movimientos hasta ahora dentro de límites estrechos, la huelga del subterráneo de Madrid podría indicar otra cosa: el estallido de la fuerza elemental de los trabajadores que aparta sin miramientos a la burocracia sindical. Es lo que ha venido ocurriendo en China y, la semana pasada, con la huelga activa y combativa de 300 mil obreros que trabajan en la industria textil de Bangladesh subcontratista de las grandes firmas de indumentaria.
El derrumbe del martes tiene un interés especial porque sirve para demostrar la falacia que enfrenta a los partidarios del ajuste fiscal, por un lado, y a quienes postulan aumentar los estímulos financieros, por el otro, como recursos supremos para evitar una catástrofe generalizada. Es que la corrida bancaria del martes en Europa puso de manifiesto que los fondos que entrega el Estado para reactivar la economía, no han sido usados por los bancos para depurar sus balances de las deudas que han contraído u otorgar créditos, sino para especular con las deudas públicas que ahora el Estado no puede pagar. El ‘estímulo’ no contiene la crisis sino que la amplifica, pues opera a través del canal de los bancos que ‘provocaron’ la presente crisis, en primer lugar. Mientras el ‘ajuste’ conduce directo a la recesión y, por lo tanto, al impago de la industria a los bancos y a la crisis bancaria; el ‘estímulo’ incrementa el ‘apalancamiento’ de los bancos (o sea aumenta la relación de sus deudas con relación al capital ) con dinero del Estado, acentúa la crisis fiscal y concluye en la bancarrota financiera (el mismo camino tiene dos puntas de partida).
.
La emisión monetaria gigantesca de la Reserva Federal en beneficio de los bancos en Estados Unidos ha sido la fuente de la especulación bursátil de 2009 en ese país y en el extranjero, y de la especulación con la deuda pública nacional y extranjera. Esta especulación explica la alta cotización de los bonos del Tesoro norteamericano y el fenómeno deflacionario en Estados Unidos, porque la deuda pública desaloja al crédito en la absorción del dinero circulante. La W, o doble caída, es un resultado del ‘estímulo’ que quiere ahora contener el ‘ajuste’. Por otra parte, ningún ‘estímulo’ puede sustituir a la motivación fundamental del capitalismo: la tasa de ganancia que ‘remunera’ a su capital. Esta ‘remuneración’ no levanta cabeza en medio de una inmensa sobreproducción de mercaderías y de capitales.
La salida a la crisis no puede escapar a las leyes de la crisis: quiebras en gran escala; perjuicios catastróficos contra la fuerza de trabajo; reestructuración económica y social de conjunto. Pero este es también el camino que conduce a la revolución social, que nace cuando la contradicción entre las relaciones de producción, por un lado, y el desarrollo de las fuerzas productivas, por el otro, resulta insuperable.
.
Cuando el premio Nobel de Economía, Paul Krugman, postula un ‘estímulo’ ilimitado por medio de la emisión de moneda para reactivar a la economía norteamericana, tiene en claro que esto lo lleva a una guerra comercial, que es lo que propugna precisamente contra China. Es que sin proteccionismo el ‘estímulo’ en un país, Estados Unidos, se escurre al conjunto de la economía mundial o lleva a la devaluación del dólar. Detrás de las discusiones estériles del G-20 asoma la guerra comercial y la disgregación de la economía mundial.
*****
No hay comentarios:
Publicar un comentario