El mejor ejemplo lo propinó Ben Shalom Bernanke quien, un día después de la debacle muy cantada de Obama en las elecciones intermedias, imprimió masivamente billetes verdes inservibles por 600 mil millones de dólares, en la segunda fase de estímulo estéril a la banca insolvente de EU –que no a los ciudadanos–, con el fin de que los bancos de Wall Street mejoren sus balances contables por la vía de las alzas especulativas tanto de las bolsas como de las materias primas mediante sus apuestas lúdicas con derivados financieros. /////
Bajo la Lupa.
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Alfredo Jalife-Rahme
Antecedentes:
En la desregulada globalización financierista de corte monetarista centralbanquista, engendro monstruoso del agónico orden mundial unipolar, no cuenta para nada la clase política.
El mejor ejemplo lo propinó Ben Shalom Bernanke quien, un día después de la debacle muy cantada de Obama en las elecciones intermedias, imprimió masivamente billetes verdes inservibles por 600 mil millones de dólares, en la segunda fase de estímulo estéril a la banca insolvente de EU –que no a los ciudadanos–, con el fin de que los bancos de Wall Street mejoren sus balances contables por la vía de las alzas especulativas tanto de las bolsas como de las materias primas mediante sus apuestas lúdicas con derivados financieros.
Los recién impresos billetes verdes se agregan a los desperdiciados 1.7 millones de millones (trillones, en anglosajón) de dólares previos de la primera fase de la crisis global.
Desde Alan Greenspan, otro miembro prominente del sionismo financiero global, el mundo vive desde hace 24 años la dictadura invisible ya muy vista del monetarismo centralbanquista friedmanita (con su caricatura itamita en México) que aplica teológicamente la Reserva Federal, y que si antes controlaba las finanzas mundiales, ahora –a consecuencia del derrumbe militar de EU en Eurasia durante la primera década del siglo XXI– demuele sin piedad las finanzas ajenas al propiciar una hiperinflación global de pronóstico reservado con el fin de disminuir brutalmente, entre otros azares, el impagable adeudo de EU por la vía de la dilución monetaria.
La tarea nihilista del israelí-estadunidense Bernanke, anterior acólito de rabinos en su adolescencia (habla perfecto hebreo), estaba escrita en el muro desde su llegada al pináculo del templo teológico monetarista de la Reserva Federal, lo cual le valió el mote de helicóptero: dispuesto a lanzar desde los cielos los dólares necesarios para salvar a la economía de EU de la ruta trágica de los hombres perversos (filósofo galo René Girard dixit) que había emprendido previamente Japón (lo cual fue motivo de una publicación académica suya).
A propósito, su asesor de tesis fue Stanley Fischer, hoy gobernador del banco central de Israel, para cumplir con la legendaria bidireccionalidad del sionismo financiero global.
Después de haber sido vicepresidente del Banco Mundial y vicedirector tanto del FMI como de Citigroup, Fischer llenó el asiento ocupado por Jacob Aharon Frenkel de 1991 a 2000.
Frenkel, uno de los supremos iconos del sionismo financiero global, fue director de investigaciones del FMI antes de ser ungido gobernador del Banco Central de Israel, para luego bidireccionarse como mandamás de Merrill Lynch International y luego como jerarca simultáneo de JP Morgan Chase International y del fantasmagórico Grupo de los Treinta, además de vicepresidente de la fraudulenta aseguradora AIG.
Bernanke aduce delirante cuan hilarantemente en The Washington Post (4/11/10) que la medida está destinada a reducir el desempleo que coloca en un benigno 10 por ciento –que en realidad se encuentra en 22 por ciento, según Robert Reich, ex secretario del Trabajo de Clinton)–, y se complace del alza de las bolsas y de la baja de las tasas de interés (no dice nada sobre la devaluación del dólar). Completamente sitiado admite que la Reserva Federal no puede resolver todos los problemas de la economía por sí sola (¡super-sic!). Tomará tiempo (¡super-sic!) y los esfuerzos combinados de varias partes. Ni más ni menos que el Götterdämmerung, El crepúsculo de los dioses monetaristas centralbanquistas.
Hechos:
La impresión masiva de dólares inservibles que ha acentuado la guerra de las divisas –a lo que se adelantó Bajo la Lupa dos meses antes–, amén de haber acelerado su devaluación y el alza concomitante del euro, las divisas del BRICh y de Asia –que pone en aprietos la enésima cumbre disfuncional del G-20 en Seúl–, ha provocado la sanguinaria crítica de los afectados, en particular Alemania, Brasil y, más que nadie, China.
Ben Shalom Bernanke, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos Foto Ap
1 comentario:
No lo entiendo, tú y la persona que ha dejado el comentario en Planeta de Escritores es la misma, perdona pero es que sigo sin entender, yo jamás he entrado a este blog ni al otro ni te conozco de nada y aunque respeto la forma de pensar de todo el mundo, la politica no es mi tema, yo suelo escribir pero no sobre politica.
La verdad es que esto es un misterio. Un saludo.
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