Es posible en el escenario mundial de la triple crisis global, en ciudades donde se ha extendido, profundizado la violencia, la pobreza, la pérdida de valores - sociedad absolutamente sin valores - en ciudades donde hoy se ha generalizado la violencia, como parte de la inseguridad ciudadana y donde por lo general han fallado las políticas de los gobiernos de turno, sociedades donde han fracasado absolutamente los "líderes", conductores, gobernantes, dirigentes, Presidentes, en quienes en un momento determinado de nuestra historia, confiamos, al otorgarle nuestra representación y hoy no son más que un amasijo humano de corrupción, de quiebra de los valores, de falta absoluta de confianza personal y social - el mal destructivo social y político del siglo XXI - porque nunca les exigimos "rendición de cuentas" de su trabajo cumplido y por lo general simplemente - porque muchas veces rechazamos la política o consideramos que la política es para los corruptos y ladrones - estamos renunciando conscientemente a nuestros derechos constitucionales, les estamos entregando un "cheque en blanco" para que hagan o no hagan lo que quieran durante el mandato de su representación. Y después de esta larga jornada de violencia, destrucción de la sociedad y anomia política generalizada, decimos, han fracasado, no tenemos líderes, no tenemos conductores y responsables en nuestra sociedad en el presente. Pero seamos conscientes, junto a ellos, su fracaso, su quiebra y derrota, es también responsabilidad absoluta nuestra. Por eso hoy que difícil es construir liderazgo, forjar y formar Líderes Sociales y Humanistas. Debemos trabajar en la perspectiva, responsabilidad y compromiso de forjar líderes NO para las próximas elecciones, SI LIDERES para las próximas generaciones".
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El Liderazgo de paradigma en stock.
“La sociedad Mexicana, la violencia, la inseguridad, la crisis de valores y el fracaso de los líderes”.
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Pueblo y Sociedad Noticias. Lunes 20 de junio del 2011.
En los últimos años se han experimentado verdaderas y profundos cambios en la vida social de nuestro país: el número creciente de manifestaciones en la vía pública, el incremento de la violencia, la inconformidad del ciudadano medio con la manera como ha sido gobernado por décadas, una mayor conciencia de que nuestros derechos básicos deben ser respetados, la globalización en el mundo del comercio, la búsqueda de una democracia cada vez más acabada, la búsqueda de la calidad total como mecanismo de subsistencia de las empresas, etc.
La sociedad mexicana, en opinión de un buen número de connacionales, ya no es la misma de hace 20 o 30 años, y es de suponer que la ocurrencia de estos cambios ha afectado de manera importante, a las personas que conformamos esta sociedad, pero también ha provocado modificaciones en las expectativas que tenemos sobre el papel que deben desempeñar las instituciones y organizaciones así como quien las dirigen.
Esto nos lleva a reflexionar en las siguientes preguntas: La cultura mexicana hazaña líderes? o bien, ¿Qué tipo de líderes hazaña? y si ¿Estos son los que se necesitan en la actual situación del país?.
El liderazgo es uno de los temas que, en el ámbito de los negocios, es ampliamente tratado y estudiado. Numerosos libros, artículos y expertos continuamente cubren aspectos del liderazgo, especialmente lo relacionado con la naturaleza y comportamiento de los buenos líderes, y con la estructura y características de las organizaciones en las que estos se desarrollan y desarrollan.
El estudio del liderazgo tiene muchas vertientes, incluyendo el estudio de los tipos o estilos de liderazgo (o la forma de autoridad), las características de comportamiento y personalidad de los líderes y la formación de los líderes (los líderes nacen o se hacen?), entre otros.
Todo esto constituye un avance en nuestro intento por comprender la problemática que encierra la organización del trabajo en nuestro país, y como esta es resultado de nuestra historia, y nuestra particular cultura por lo que creemos pertinente hacer algunas reflexiones sobre la realidad mexicana, como primer intento para reflexionar sobre la capacidad de esta para gestar líderes.
Para el pueblo mexicano esta dimensión cultural es particularmente difícil, ya que es un pueblo mestizo, hay que conocer esto último para comprender los valores del mexicano.
La cultura en México, y los valores que ésta conlleva, profundamente arraigados en el inconsciente, son fundamentales para la cohesión social y la preservación moral, ayudan a la convivencia humana cotidiana, estos no pueden dejar a la entrada de la fábrica, de la oficina, del despacho, son introducidos en estos espacios junto con las personas, por eso es importante ver su impacto en las organizaciones.
Asimismo identificamos que la familia y la religión son elementos importantísimos para la comprensión del mexicano.
La familia sigue siendo la base de la sociedad mexicana, tiene prioridad aún sobre el trabajo, dentro de esta al niño se le protege, aprecia y estima, el tiempo recreativo normalmente lo pasa con toda la familia reunida y hasta con la familia extendida (la cual implica abuelos, tíos, primos, etc.). Por ello, la mayor parte de los niños siendo seguridad emocional, pero son muy dependientes del apoyo moral de la familia. Las jerarquías dentro de la familia son muy marcadas y deben ser respetadas, los roles que cumple cada miembro están bien definidos. Dado que crece en estas circunstancias cuando ingresa a la escuela tiende a aceptar la autoridad, acepta la rigidez del sistema, con un ánimo conformista. Cuando este tipo de niños se convierten en ejecutivos parecen obsequiosos para con su superior, aceptando las instrucciones sin cuestionar, ya que no está acostumbrado a resolver problemas, ni a sentirse responsable, porque su superior es la autoridad aceptada y su responsabilidad es seguir las instrucciones. Puede una familia que está enseñando estos valores fue gestadora de líderes?.
La madre, reproductora ideológica de la sociedad, tiende a ser servil y busca el consejo y autoridad del marido en todo asunto, así que si la familia mexicana no está gestando líderes hombres mucho menos hazaña líderes mujeres, y aún más, crea trabajadores que tienden a subestimar la mujer ejecutiva, ya que el rol que a él le enseñaron debe cumplir la mujer es el de madre, esposa e hija.
La familia es tan importante en el contexto mexicano que la mayoría de los lugares se siguen otorgando por contactos familiares, o personales, los que consiguen establecer, generalmente, a través de un familiar.
Otro elemento importante es la religión, ésta es enseñada al niño a través de la madre. En México la religión católica es la más arraigada y ésta es el resultado de una conversión masiva, forzada y acelerada que dio lugar a un mal sincretismo dogmático, donde subsiste, el ritualismo mágico, lleno de superstición, resignación y fatalismo, lo que llevó a las masas a la obediencia ya la sumisión.
Hay que reconocer que dentro del mundo empresarial mexicano se percibe a la religión como una fuerza positiva, quizá por la docilidad que provoca en los trabajadores. Pero a nosotros nos interesa preguntar, si los valores que la religión católica mexicana inculca son los más adecuados para formar líderes.
El código moral de la Iglesia Católica es la base del código ético al que se aferra la mayor parte de los mexicanos y como la religión católica es un mal sincretismo, el código es igual. Es por ello que la inmensa mayoría deplora las prácticas antiéticas como tales, y sin embargo lo que se considera ético verbalmente no siempre lo es en la práctica, en general se piensa que la diplomacia y un enfoque indirecto y discreto pueden ser más eficaces para la mayor comprensión a largo plazo, que la verdad escueta y confrontación directa.
Bueno, sí se cree que el líder se puede formar, un elemento importante es la educación, la mayor parte de la pedagogía mexicana consiste en el aprendizaje memorizado de conceptos abstractos, se procede a enseñar del general el particular, el siguiente paso, el consistente en avanzar de lo concreto a la aplicación práctica, casi nunca se da.
Además de lo anterior hay otro aspecto del sistema educativo mexicano y éste lo constituye la presencia de ciertas prácticas antiéticas en algunas escuelas y universidades, bastante comunes como para que los estudiantes lo aceptan como una realidad de la vida, cuando el alumno tiene pocos escrúpulos aprovecha esta realidad para su propio beneficio. Con estos valores se forma el futuro profesionista y con ellos llega a la empresa. Podrá ser un líder alguien formado así? Además, los programas se centran principalmente en descubrir las capacidades empresariales del alumno para que se convierta en un empresario exitoso e independiente, más que en descubrirlo como un auténtico líder.
Se hace una comparación entre los gerentes mexicanos y los gerentes norteamericanos. Sobre los ejecutivos mexicanos se nos dice que son muy sensibles, esta sensibilidad a veces se malinterpreta como ser “muy delicado” pero en realidad es una reacción emocional profunda ante situaciones que le impliquen en el personal. Por eso trata de evitar acciones que lo pongan en posición negativa o conflictiva.
El líder actual debe estar consciente de que está inmerso en la globalización, en la ruptura con los viejos paradigmas y el surgimiento de otros, en un mundo donde la tecnología impera y se hace obsoleta con una rapidez insólita, donde los hombres vuelven los ojos a la naturaleza y tratan de reconciliarse con ella, y aparece la preocupación ecológica, posiblemente también una moda pasajera.
Para el caso mexicano, el problema es más complejo ya que los valores que dan forma y cohesión al grupo social son producto de un mal sincretismo de dos culturas antagónicas, lo que da como resultado grupos peculiares, con conductas peculiares, donde las teorías clásicas de la administración no encajan a la perfección, por más que la modernidad nos parezca a los modelos, la realidad siempre tozuda aleja de ellos. Por lo tanto el liderazgo en México tiene características y necesidades peculiares producto de los valores que imperan en nuestro país y los que hay que analizar aún más.
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