Las sucesivas frustraciones que se alojan detrás de las crisis siempre han sido un caldo de cultivo para virajes derechistas, sobre todo en sectores medios que empiezan a ver en la pauperización creciente y en una desocupación forzada al enemigo entre las masas trabajadoras. Sin embargo, la instalación de políticas económicas que profundizan la pobreza y la pérdida de conquistas en manos de los socialistas griegos, españoles y portugueses, es acompañada en medio de esta crisis en la misma medida por los derechistas Berlusconi en Italia, Sarkozy en Francia o Angela Merkel en Alemania y es resistida en estos países por la clase trabajadora y los sectores medios de la juventud en un frente único de características extraordinarias que difícilmente pueda ser cooptado por las fuerzas de la reacción derechista.
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La Hora de los Pueblos.
“Europa: que la crisis la paguen los trabajadores”.
El fin del Estado de Bienestar.
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Viernes 17 de junio del 2011.
Daniel Cadabón (especial para ARGENPRESS.info)
En Grecia, en medio de la tercera huelga general que los trabajadores realizan contra los ajustes que el socialista Papandreou aplica contra conquistas históricas y derechos de los trabajadores, ajustes y recortes salariales impulsados por la Comunidad Europea y el FMI, se produjeron en el día de ayer enormes movilizaciones obreras y de empleados del estado que pusieron en crisis todo el andamiaje de los partidos socialdemócratas europeos.
Los socialistas, en el gobierno griego, deben hacer los deberes que exige la comunidad europea y, sobre todo, Alemania y Estados Unidos, y que pasan por, vaya novedad, hacer pagar la crisis a los trabajadores y al pueblo empobrecido. Viejas y conocidas recetas por nuestros pueblos del sur.
En medio del clima de rebelión, huelga y movilizaciones que recorre toda el Grecia, el mundo de los negocios duda de que el gobierno socialista, extremadamente debilitado por las luchas, pueda realizar el ajuste con éxito, lo cual hace que las bolsas del mundo tiemblen y se desmoronen. Nadie duda que la crisis griega tendrá como consecuencias un agravamiento masivo de las crisis en el resto de los países imperialistas de Europa, que termine por provocar un colapso aun mayor al vivido en 2008 con la bancarrota bancaria en Estados Unidos e inaugurando una etapa superior de la crisis capitalista mundial que algunos optimistas ya daban por concluida.
'Pánico' en los mercados ante un contagio al estilo Lehman en Europa, titula el diario “El mundo” dando cuenta de la gravedad catastrófica que recorre toda Europa y comparando la situación actual con las bancarrotas estadounidenses de 2008.
La economía griega no parece tener solución, y los especialistas no sólo dudan sobre la mejor estrategia para superar la crisis, sino sobre el propio futuro del capitalismo en Grecia y en el resto de países europeos. "Prefiero no hacer vaticinios, estamos en una situación de pánico y éste es irracional, muy difícil de controlar", asegura José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citigroup. "Nadie puede vaticinar nada en una situación así" (El mundo). “Según el FMI, las próximas 24 o 48 horas serán cruciales en Grecia”(ídem).
La asistencia económica a los bancos griegos puede ser un verdadero salvavidas de plomo que termine de mandar a Grecia a la quiebra.
El Banco Central Europeo pronostica “que una nueva ayuda a Grecia crearía tantas incertidumbres y riesgos que sería necesario doblar el fondo de rescate para tener en cuenta los riesgos de contagio entre otros países europeos”. (ídem)
Por supuesto, que uno de los factores centrales para tanta incertidumbre capitalista no pasa únicamente por la solución económica-financiera que tanto la Comunidad Económica como los yanquis piensan para Grecia y para el resto de países en crisis, sino y fundamentalmente por la respuesta que las masas europeas vienen dando a estos planes de ajuste que los gobiernos intentan descargar sobre sus espaldas: movilización incesante en contra de los manotazos de los banqueros sobre sus derechos laborales y sociales; en Europa está planteada sin cortapisas la antinomia “es la banca o la vida”.
Y no sólo la vida en términos de la pérdida de derechos sociales, laborales y jubilatorios que harían estirar la agonía provocando un retroceso en las condiciones de vida a épocas de preguerra, sino la vida misma e inmediata de los movilizados.
El principal debate que recorre Europa hoy, además de los efectos de la crisis, es como reprimir la resistencia popular a los ajustes. Es decir, tanto los socialistas como los conservadores europeos, se disponen a discutir con sus pueblos en términos de represión policial.
En Barcelona, el gobierno de la Generalitat en su intento de aplicar recetas similares al gobierno helénico produjo una fuerte radicalización de los movimientos de indignados autoconvocados que dispuestos a aplicar, realmente, la democracia real obligaron a los diputados del parlamet a entrar subrepticiamente en medio de escraches y piquetes similares a los sucedidos en nuestro país en 2001.
La sesión parlamentaria dispuesta para el recorte de de “beneficios” laborales -en realidad una modificación brutal a los convenios colectivos de trabajo- fue finalmente suspendida, pero obligó a los parlamentarios que quisieron concurrir a imaginar su futuro en el presente.
Barcelona tiene el mejor equipo de futbol del mundo, pero también es un modelo de la perspectiva que la lucha de las masas europeas tienen planteadas para con su régimen de explotación; la unidad entre los sectores jóvenes explotados y desocupados, la clase obreray los sectores medios.
La movilización popular que sitió el parlamet, obligando a que algunos diputados debieron enfrentarse a los piquetes y escuchar la verdadera opinión del pueblo sobre las medidas que iban a sancionar en la propia cara; mientras otros, cobardemente, quisieron evitar el reclamo popular y dispusieron el ingreso a “la casa de la democracia” ocultándose en furgones cerrados y hasta utilizando helicópteros para evadir a los manifestantes, fue salvajemente reprimidos por la policía catalana.
Esta movilización, que practicó la democracia real de la población movilizada, al oponer su justo reclamo en cara de sus parlamentat, obligó a delimitar las aguas entre los propios indignados catalanes y el arco de partidos de la burguesía española que en algún momento juguetearon demagógicamente con el movimiento de los 15M, pero que a partir de ahora pasaron de ser un movimiento democrático a un grupo de delincuentes antidemocráticos y pasibles de prisión por “extorsionar” a sus diputados.
Europa está viviendo en carne propia lo que las corrientes cálidas del norte de África les envían a través del Mediterráneo. La burguesía discute si aplicar los mismos métodos que Mubarak en Egipto o que Bashar al Assad en Siria o Gadafi en Libia.
Se acerca la primavera europea y esta vez las burguesías han agotado las tendencias paralizantes de fenómenos similares en otros momentos de la historia.
La crisis agrupa por igual a derechas, fascistas y socialdemócratas. Ya no existe el estalinismo, más que como un sórdido recuerdo, que sirva para desviar a las masas de una lucha de clases resuelta en contra de la dominación capitalista. La clase obrera europea se encuentra de frente con su propia conciencia.
Las sucesivas frustraciones que se alojan detrás de las crisis siempre han sido un caldo de cultivo para virajes derechistas, sobre todo en sectores medios que empiezan a ver en la pauperización creciente y en una desocupación forzada al enemigo entre las masas trabajadoras. Sin embargo, la instalación de políticas económicas que profundizan la pobreza y la pérdida de conquistas en manos de los socialistas griegos, españoles y portugueses, es acompañada en medio de esta crisis en la misma medida por los derechistas Berlusconi en Italia, Sarkozy en Francia o Angela Merkel en Alemania y es resistida en estos países por la clase trabajadora y los sectores medios de la juventud en un frente único de características extraordinarias que difícilmente pueda ser cooptado por las fuerzas de la reacción derechista.
Sumemos a esto el clima de rebelión que recorre las provincia chinas de Guangdong, con su poderosa clase obrera; Zengcheng , convertida en un nuevo Tunes a partir del maltrato policial a una joven vendedora ambulante embarazada 20 años, a manos de la policía popular china, lo que hizo que miles de manifestantes salieran a la calles a enfrentar semejante acto de brutalidad policial provocando una rebelión que ya lleva una semana de duración.
En tanto la primavera democrática africana no hace más que extenderse tanto en ejemplo como en profundidad, hundiendo a las dinastías gobernantes y dictatoriales.
Podremos asegurar que la hora de los pueblos está llegando.
Foto: Grecia - Manifestantes del Partido Comunista Griego rompieron los candados de las puertas de la máxima atracción turística del país y colgaron pancartas en griego y en inglés que decían:
“Pueblos de Europa - Rebélense”.
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