Este artículo de EDUCAMERICAS constituye el mejor testimonio, de la naturaleza estructural del capitalismo salvaje, del capitalismo del desastre, de esta economía de casino y cómo en un contexto de ver el trabajo y responsabilidad que debe asumir el Capital Humano - pero mano de obra altamente calificada - como logran formar a sus principales "lideres", empresarios, administradores, gerentes, en un escenario realmente de espanto, destrucción del ser humano y descomposición moral absoluta. Japón la otrora, segunda economía del mundo, implementó el "Karoshi" o "trabajar hasta morir" fue la consigna laboral que permitió a Japón instalarse como la segunda economía del mundo durante casi tres décadas. Exportó al mercado global post-Segunda Guerra Mundial, precisamente este tipo de formas de trabajo - paradigmas que fueron copiados, asimilados y repetidos en varios países - y hoy continúan. No importa, no interesa que el ser humano descanse, que tenga derecho a vacaciones - pensar que este derecho social, laboral y derecho humano fue conquistado por los trabajadores sindicalizados desde finales de los 50' del siglo XX-. Las personas "no pueden estar sin vacaciones", sobre todo aquellas que se desempeñan en altos mandos, ya que al ser más responsables y asumir como suyo el compromiso de que su organización cumpla con los objetivos, están más expuestos a sufrir de estrés. Lo anterior dependerá además del grado de responsabilidad que cada persona adopta y de su capacidad para saber manejarse en el estrés. "Si una persona independientemente de su posición se siente totalmente comprometida por los resultados de su puesto y su equipo, y no sabe tomar una actitud constructiva frente a las situaciones de estrés, va a quedar estresado". Si no observemos los resultados, cuantos realmente han muerto y cuánto de responsabilidad tiene el sistema capitalista y cuánto también de irresponsabilidad tiene el ser humano, transformado en una máquina. Pero hasta la máquinas “descansan”, por eso en están permanente revisión y asistencia técnica.
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Los Líderes también necesitan vacaciones.
“Cuidado con el estrés personal y la gran responsabilidad que tiene la Empresa”.
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Oscar Labra.
EDUCAMERICAS. Miércoles 15 de junio del 2011.
"Karoshi" o "trabajar hasta morir" fue la consigna laboral que permitió a Japón instalarse como la segunda economía del mundo durante casi tres décadas. El primer caso oficial de este tipo de desenlace se conoce en 1969, y 42 años después el Ministerio del Trabajo del país asiático hace públicas estadísticas de muertes por este tema; las que hablan hoy de unas 10.000 al año. Al perecer, la estrategia sufría de un grave error: no contemplaba vacaciones regulares, algo que se hace cada vez más habitual en los líderes de hoy, con todas las consecuencias que ello implica.
Según Roberto Mourey Romero, uno de los expertos en liderazgo y estrategia más respetados de México, los periodos de vacaciones no son un lujo sino una necesidad que, en definitiva, será buena para el negocio y para la salud de las personas.
A su juicio, las personas "no pueden estar sin vacaciones", sobre todo aquellas que se desempeñan en altos mandos, ya que al ser más responsables y asumir como suyo el compromiso de que su organización cumpla con los objetivos, están más expuestos a sufrir de estrés.
Lo anterior dependerá además del grado de responsabilidad que cada persona adopta y de su capacidad para saber manejarse en el estrés. "Si una persona independientemente de su posición se siente totalmente comprometida por los resultados de su puesto y su equipo, y no sabe tomar una actitud constructiva frente a las situaciones de estrés, va a quedar estresado".
El también coordinador de Estrategia y Mensaje gubernamental del actual presidente mexicano Felipe Calderón, y responsable de Opinión Pública e Imagen en los dos últimos años del gobierno de Vicente Fox, asegura que uno de los principios del líder es tener un balance de vida. "En mi libro “La diferencia entre Querer y Poder”, hablo de que un líder tiene ocho vidas (espiritual, interna, de pareja, familiar, social, económica, física y profesional) y tiene que tener un gran autoconocimiento para poder tener un equilibro, para estar bien en cada una", detalla.
Asimismo, los expertos están de acuerdo en que la productividad aumenta, entre otras cosas, cuando se alternan períodos de trabajo con largos períodos de descanso. "Es clave que cuide a su cuerpo para poder rendir bien en el estrés diario", afirma el mexicano.
Al respecto, un estudio publicado en 2010 por la consultora estadounidense, Grant Thornton, que entrevistó a 7.400 empresas privadas de 36 países, parecía establecer un vínculo entre las vacaciones y el estrés con los países. Así aquellos que aparecían con mayores niveles de estrés, por lo general, eran propietarios de negocios que se tomaban menos de días de vacaciones.
En Vietnam, por ejemplo, país ubicado en tercer lugar en la "lista de estrés", los directivos de las empresas tienen un promedio de solo siete días de vacaciones anuales. Mientras que otros países con menos problemas de agotamiento mental como Países Bajos, Suecia y Dinamarca, tienen entre 22 y 24 días libres por año.
Los resultados coinciden con la opinión de Felipe Sepúlveda Tapia, psicólogo laboral de la Universidad Católica de Chile, quien asegura que los tiempos de descanso siempre son necesarios, ya sea porque el cuerpo lo exige o simplemente porque es bueno dedicar tiempo a sí mismo; todo suma en la productividad. "A veces el dedicarse demasiado tiempo al trabajo puede enmascarar problemas en el hogar o dificultades para delegar trabajo", asegura.
Miedo a delegar.
Una de las principales razones que tienen los altos mandos de empresa y líderes sociales para no tomarse vacaciones es su negativa a delegar o ser reemplazado por otra persona.
Frases como "Estando afuera, ¿quién sabe qué puede pasar en caso de que surja una crisis que ponga en serio riesgo los objetivos?", "No tengo tiempo para enseñar la tarea. Es más rápido si la hago yo" o "No me conviene delegar, porque yo hago la tarea mejor que nadie", aparecen cada vez que un líder debe alejarse de su cargo por algunos días.
Para Sepúlveda, aquí es donde la persona debe comprender que si busca disfrutar 100% del descanso, está obligado a delegar y permitir que la empresa siga funcionando, aún en su ausencia. De esta forma, "debe planificar con anticipación sus vacaciones, de modo de delegar correctamente los temas, conocimientos y responsabilidades en las personas más capacitadas para asumir lo que exige el puesto", plantea el profesional.
Por su parte, Roberto Mourey cuenta: "Yo en lo personal tomo vacaciones en momentos de baja carga de trabajo, donde sé que me puedo ir y prácticamente no se va a sentir. Si me fuera en momentos donde sé que mi equipo o mi jefe pueden necesitarme, y que no estoy ahí para apoyarlos, la verdad no disfrutaría mucho de esos días de descanso".
Al respecto, el mexicano considera que se trata de una decisión que conjuga su liderazgo, su familia y el trabajo, para obtener un descanso mental, físico y regresar a la oficina con una energía renovada para seguir aportando al equipo.
"Hay una reflexión que me encanta, que dice; el mejor momento para tomar vacaciones es cuando no tienes tiempo de tomarlas. Es cuando estás más estresado y cuando más lo necesitas", prosigue.
Diversas soluciones
Ante la problemática de los líderes que enfrentan su salud contra los resultados profesionales, diversas empresas ya han buscado soluciones. Está por ejemplo, la agencia internacional Pricewaterhouse Cooper, quienes envían recordatorios a los empleados que no han tomado suficientes vacaciones para que las tomen. Además, están las denominadas vacaciones forzadas, donde se obliga a los trabajadores a dejar sus puestos durante un tiempo determinado.
American Express, institución financiera que está presente en más de 130 países, buscó una fórmula que sugiere tratar el problema como una compensación. Desde 1992 que los empleados de la compañía, que cuentan con más de 10 años de antigüedad, se les paga hasta 6 meses de "tiempo sabático", fórmula que está siendo imitado por muchas empresas a nivel mundial.
La situación mejora en Procter & Gamble, empresa en la que sus directivos pueden tomar un tiempo sabático de hasta 12 semanas con solo un año de antigüedad, aunque, dependiendo de elementos reservados a considerar, solo algunos son pagados.
El problema forma parte de la discusión empresarial desde hace ya varios años, aunque hasta ahora se comienzan a ver los resultados.
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