lunes, 5 de septiembre de 2011

Gobierno y Gobernabilidad. ¿Hay o no gobernabilidad en la Nueva Sociedad Civil local, emergente, plural, popular y democrática?.

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El Dr. Sinesio, tiene un amplio dominio sobre el tema de la gobernabilidad, enfocada –analizada e interpretada – en un contexto concreto: El Perú post-elecciones nacionales julio 2011. Analiza desde las características y condiciones centrales que garantizan el proceso de la gobernabilidad, hasta los actores principales, factores sociales y políticos, pero, aquí está el gran PERO: Que pasa con la gobernabilidad en un escenario absolutamente ajeno, distinto, generalmente opuesto y hoy multipolarizado a los Poderes Legales Existentes, a la Democracia liberal representativa hegemónica. Cuál es nuestra visión en relación con el Poder Local emergente, la Nueva Sociedad Civil local, emergente, plural, popular, democrática que hoy es una garantía y fortaleza de los nuevos movimientos sociales anti-globalización: Conflictos Sociales, menos aún hay una nueva mirada hacia los Nuevos Sujetos Sociales Históricos que hoy nos traen una Nueva Plataforma de Lucha y Reivindicaciones, para nosotros, este es el terreno altamente turbulento, volcán social y político a punto de estallar, considero que aquí descansa un primer nivel de fragmentación, déficit y crisis de gobernabilidad en un escenario de crisis generalizada – baja credibilidad, profunda desacreditación, absoluta falta de confianza y ausencia de legitimidad en la Opinión Pública - de la democracia actual.


La crisis institucional, el colapso de los partidos políticos, el hiper-presidencialismo, así como el surgimiento de los poderes fácticos y su complejidad económico-social y política, hoy no sirven ni menos garantizan ser elementos, instrumentos o canales acreditados para garantizar un proceso de gobernabilidad. Hay nuevos Liderazgos sociales y humanistas, profundamente ligados a las nuevas formas de comunicación intercultural, son protagonistas de nuevas formas de hacer política y nos presentan en el contexto de crisis de la democracia liberal representativa un Nuevo Lenguaje Político Democrático, que en última instancia es producto directo de una realidad nacional fracturada, socialmente heterogénea, de extraordinaria diversidad cultural y profunda desigualdad geográfico-territorial.


Finalmente considero que la bisagra multidimensional – económico, social, política, cultural, ambiental – es cómo, en la coyuntura recuperamos, como reconstruimos, la Confianza personal, social e institucional, que nos garantice un proceso democrático de construcción plena de gobernabilidad, el trabajo plural en los mecanismos políticos de concertación, que funcionen los instrumentos sociales en búsqueda de consensos, forjar y construir canales muy amplios de tipo cultural y ambiental que justifiquen credibilidad, construyan legitimidad múltiple, en el contenido eficiente, eficaz, transparente, anti-corrupción de las Políticas de Estado; que la rendición de cuentas se transforme en una verdadera fortaleza política en la construcción y sostenibilidad de las nuevas Políticas Públicas de Estado, base, centro y desarrollo de la Gobernabilidad Democrática. Pablo Raúl.


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Gobierno y Gobernabilidad.


¿Hay o no gobernabilidad en la Nueva Sociedad Civil local, emergente, plural, popular y democrática?.


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Sinesio López J.


La República. Sábado 3 de septiembre del 2011.


El triunfo electoral otorga el gobierno, pero no brinda gobernabilidad. Ayuda, pero no garantiza. Es un factor necesario, pero no suficiente. La capacidad de gobernar en democracia ( o desempeño democrático) depende también de la eficacia decisoria, la transparencia y la legitimidad de la acción de gobierno (governing), de la estabilidad de las instituciones (governance) y de las condiciones favorables (nivel de desarrollo, estado democrático, nivel de desigualdad). Eso es lo que sostiene la teoría convencional. Me parece sin embargo, que el señalamiento de este conjunto complejo de factores de gobernabilidad es insuficiente porque deja de lado un elemento que a mi juicio, es decisivo: la evaluación y el manejo inteligente de las relaciones de poder en todos los niveles de la vida social en cada situación concreta.


Una rápida evaluación de estos factores muestra que el talón de Aquiles de la gobernabilidad está en los factores institucionales ( el sistema electoral, el sistema de partidos, la forma de gobierno) y en las condiciones ( crecimiento sin distribución, debilidad del Estado, altos niveles de desigualdad) más que en la acción de gobierno y en la evaluación y manejo de las relaciones de poder. El sistema de mayoría en dos vueltas electorales, a diferencia del sistema de pluralidad que define la competencia en una sola vuelta, no ayuda a la gobernabilidad en la medida en que genera un pluralismo extremo y una fragmentación parlamentaria.


El colapso de los partidos tampoco ayuda a la gobernabilidad porque produce volatilidad electoral, fragmentación política, personalización de la política, racionalidad pragmática de los electores y emergencia de los medios y los poderes fácticos como epicentros de gravedad política en la vida social. El Presidencialismo plebiscitario, a diferencia de lo que llama Nolhen presidencialismo renovado basado en coaliciones sociales y políticas, es una forma de gobierno que no contribuye a la gobernabilidad porque es alérgico al desarrollo de las instituciones.


El principal factor estructural que genera ingobernabilidad es, sin embargo, la debilidad del Estado. Ella proviene del patrimonialismo tradicional y moderno (la captura estatal), de su modernización limitada ( los aparatos económicos funcionan más o menos bien pero los sociales son un desastre), de su carácter anti-democrático ( las políticas sociales de salud, educación, seguridad y justicia no llegan a todo el territorio ni a toda la población), de su sentido discriminatorio ( no reconoce la pluriculturalidad compleja del país), del centralismo económico y estatal y de sus deficiencias burocráticas ( falta de gerencia y de gestión públicas eficientes).


La acentuada desigualdad que, de acuerdo a los investigadores serios, se aproxima a un Gini de 0.6 tampoco ayuda a la gobernabilidad. El crecimiento ( no discuto su tipo y su calidad) sin distribución no ayuda mucho a la gobernabilidad, pero es un buen punto de partida en la medida que constituye una condición necesaria para impulsar una política de concertación que garantice el crecimiento con inclusión. Si la gobernabilidad es deficitaria por el lado de las instituciones y de las condiciones estructurales, ¿ que explica entonces el cierto nivel de gobernabilidad que existe actualmente?.


Mi hipótesis es que la gobernabilidad proviene de la acción del gobierno y del buen manejo de las relaciones de fuerza que han permitido organizar un gabinete y una política de concertación, particularmente con el mundo empresarial. El hueso duro de roer es la derecha política y mediática que minó tanto a García, pero que al Presidente Humala no está dispuesta a perdonarle el mínimo traspié. Le disgusta la política de la gran transformación así como el equipo de gobierno que la impulsa. Le friega también que la agenda política actual no provenga de sus caprichos banales, sino de las propuestas de cambio del gobierno.


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