martes, 27 de septiembre de 2011

Hacia una globalización socialmente sostenible. “Será posible, o sólo quedará en palabras como los acuerdos del FMI”.

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La publicación pone de relieve tres problemas con que se enfrentan quienes se encargan de formular las políticas al tratar de garantizar la sostenibilidad social de la globalización. En primer lugar, la estructura y los niveles de empleo resultantes de una mayor apertura pueden ser más o menos favorables a la población activa y al crecimiento económico. En segundo lugar, si bien la apertura ayuda a hacer frente a las dificultades internas, puede hacer que los mercados de trabajo internos sean más vulnerables a factores externos, como se observó durante la Gran Recesión. Por último, los beneficios de la globalización no se distribuyen de forma equitativa y algunos trabajadores y empresas pueden salir perdiendo a corto e incluso a mediano plazo. Los autores de esta publicación estudian respuestas normativas a estos tres problemas.


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"Una publicación conjunta de la OIT/OMC se examinan las formas de lograr que la globalización sea socialmente sostenible".

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Hacia una globalización socialmente sostenible.


“Será posible, o sólo quedará en palabras como los acuerdos del FMI”.


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Manuel Mendieta para Alianzatex


Miércoles 21 de septiembre del 2011.


Texcoco, México.- (Texcoco Mass Media).- Según una publicación presentada conjuntamente por la Oficina Internacional del Trabajo y la Secretaría de la Organización Mundial del Comercio el 20 de septiembre de 2011, la protección social, la inversión en bienes públicos y el buen funcionamiento de los mercados son fundamentales para que la globalización sea socialmente sostenible.



En la publicación Hacia una globalización socialmente sostenible se pone de relieve el potencial de la globalización para estimular la productividad y el crecimiento, pero se insiste en que para encauzar ese potencial es importante aplicar al mismo tiempo políticas comerciales, sociales y de empleo. La publicación incluye contribuciones de destacados especialistas que analizan las distintas formas en que la globalización afecta al empleo y los salarios.



En la presentación, el Director General de la OMC Pascal Lamy y el Director General de la OIT Juan Somavia dijeron que esta publicación contribuirá a que se comprenda mejor la manera en que los gobiernos pueden dar a la globalización una verdadera dimensión social.



La publicación reafirma el papel positivo que puede desempeñar la liberalización del comercio mejorando la eficacia y en consecuencia el crecimiento. Recalca la importante función que cumplen los gobiernos invirtiendo en bienes públicos y fortaleciendo el funcionamiento de los mercados, aspectos clave para que la globalización estimule el crecimiento. Se pone de relieve la importancia fundamental de la protección social, así como la necesidad de ajustar los sistemas de protección social a las condiciones locales.



El volumen gira en torno a tres temas principales a los que se ha prestado mucha atención últimamente: el empleo, la incertidumbre en el mercado de trabajo y la desigualdad. Se abordan cuestiones como los efectos a corto plazo de la globalización en las tasas de desempleo (Holger Görg) y sus efectos a largo plazo en la estructura del empleo en las economías en desarrollo (Margaret McMillan y Dani Rodrik). Los efectos que tuvo en el empleo la Gran Recesión de finales de la década de 2000 se abordan en un capítulo escrito por David N.F. Bell y David G. Blanchflower. John Haltiwanger analiza la incertidumbre en los mercados de trabajo y William Milberg y Deborah Winkler examinan la incertidumbre que perciben los trabajadores que se ven afectados por la competencia de las importaciones.



Se habla de las políticas para abordar la manera en que los factores externos afectan a los mercados de trabajo, con especial atención a la viabilidad de las políticas en los países en desarrollo (Devashish Mitra y Priya Ranjan). Se consagra un capítulo a los últimos datos disponibles sobre los efectos distributivos de la globalización (Nina Pavcnik), seguido de un análisis de la capacidad de los gobiernos nacionales para atender a las preocupaciones que suscita la distribución en un mundo globalizado (Carles Boix). La publicación termina con un capítulo sobre el papel de las políticas de educación y formación para distribuir los beneficios de la globalización (Ludger Woessmann).



La publicación pone de relieve tres problemas con que se enfrentan quienes se encargan de formular las políticas al tratar de garantizar la sostenibilidad social de la globalización. En primer lugar, la estructura y los niveles de empleo resultantes de una mayor apertura pueden ser más o menos favorables a la población activa y al crecimiento económico. En segundo lugar, si bien la apertura ayuda a hacer frente a las dificultades internas, puede hacer que los mercados de trabajo internos sean más vulnerables a factores externos, como se observó durante la Gran Recesión. Por último, los beneficios de la globalización no se distribuyen de forma equitativa y algunos trabajadores y empresas pueden salir perdiendo a corto e incluso a mediano plazo. Los autores de esta publicación estudian respuestas normativas a estos tres problemas.



Esta publicación es producto del programa conjunto de investigación de la Oficina Internacional del Trabajo y la Secretaría de la OMC, y ha recibido financiación de la Fundación para la Investigación de la Cámara de Comercio Internacional (CCI). "La Cámara de Comercio Internacional se basará en las conclusiones de este proyecto de investigación para formular recomendaciones concretas en materia de políticas a los órganos rectores mundiales", dijo el Presidente de la CCI Gérard Worms. “La Fundación para la Investigación del CCI apoya con mucho gusto este proyecto, que contribuirá a que se comprendan mejor las iniciativas encaminadas al logro de una globalización sostenible."



Fuente: Organización Internacional del Trabajo


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